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Andrés Caicedo

Angelitos empantanados
(o historias para jovencitos)

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BO'lDliÍ, fj¡:¡rc .. lona, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lima, México, Panamá.,
QUito, San Jos&, Son Juu", San Salvador, 5anl1ago de Chile, Santo Dommgo
• '7.'

ese par suyo d(,! ojos, y un poco de su pelo. y aho­


ra vaya comprar un equipo completísimo de aire
acondicionado.
Ven a visitarme. nI. El tiempo de la ciénaga

1971

A las 6 me despertó la sirvienta, y yo estaha soñan­


do lino de c¡,os sueños que hacen que primero me
levante sobre un codo y me ubique, no es que pre­
gunte dónde estoy, quién soy, ni ninguna de esas
tonterías, que pasa es que tengo que acomodar­
me a la tristeza, o aceptar que la desesperación es
b única vía de acceso a todo en este nuevo día, y
decirme que son las 6, que hay colegio, que a las
8 tocan la campana y cierran la puerta, que estoy
empezando Quinto y sólo me falta Jo que queda de
este año y otro, que podría decir renuncio e irme a
vivir al campo con las cabras, pero entonces quién
se queda cuídando a mi tmKire que no ticne ni 40
años y ya se está muriendo (y todavía bonita), en eso
pensaba yo y la sirvienta mirándome, no sale hasta
que no me vea bien despierto, parado, listo a qui­
tarme la piyama y a agarrar una toalla, ella siempre
me prometía que habia agua calíente, después de
bañarme pasaba por el cua.rto de mi madre a darle
los buenos días y a llenarla de besos, ese día era un
martes después de un puente qL1e abarcó viernes,
sábado, domingo y lunes, y a mí siempre me
que de!'ipués de lo!'i puentes estoy creyendo que es
lunes, así que sin saber que era martes cogí fue el
horario del lunes: Religión, Química. Literatura. His­

IlS 1I9

1
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toria y dos horas de Física inmediatamente después hacernos la vida soportable, era lo que yo le decía,
del almuerzo porque este año ya nos instalaron la no es sino cuestión de mumo entendimiento, ahom
jornada continua, pero no fue sino después que me que mi madre enferma a cada rato se le pierden
di cuenta que era martes, menos mal que los lunes y los vestidos y yo que se los roba la sirvienta, lo
los martes coíndden Religión y Flsica, pero había un digo porque me he metido a su cuarto y le he escul­
trabajo de Civismo que no llevé y el CUFJ. me puso cado el c10set y se los visto, es decir me consta,
cero, y yo ya quería aplastar mí cara, golpearme la pero no le digo nada a mi mamá y yo, bueno, trato
freme contra el pupitre para que vieran mi angustia, de hacerme como el que si nada, además mi mamá
había salido de mi casa a las 7 y 45 porque tuve un ya para qué vestidos, se mantiene todo el día en la
problema con la sirvienta que me sirvió el frío .

:(
cama con la piyama que era de mi papá, antes ha­
y yo me le entré a la cocina pisando duro y traté "
1,
blaba de las ventajas que traía el decidir no salir más
regañarla pero ella no se me dejó, tuve que tomar­ ir
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de la cama, no más problemas, ya nI slquiera'
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me el café frío sintiendo se me volvía un ocho 'k habla, yo salí mi casa un poco preocupado, crucé
el estómago de la rabia que tenía, cómo poder de­ ',t, el alambre de púas que marca los límites mi pro­
cirle que no se metiera conmigo, que yo vivía ator­ .~ piedad y tuve que coger un Rojo Crema que caminó
mentado por problemas que ella ni imaginar podía despado y claro, eran las 8 cuando llegué al San
pues no comaba con la capacidad intelectual para Juan Berchmans, ni un alma en los alrededores, la
hacerlo, que el que me lavara la ropa, me tendiera la puerta ya cerrada, tuve que tocar y tocar de la ma­
cama y me hiciera la comida eran puros accidentes, nera más triste hasta que el portero se asomó por la
una situación que ni ella ni yo podíamos modificar, rejilla y yo le pedí el favor que me abriera y me dijo
que se limitara a trabajar callada y a cobrar su suel­ que no, entonces le supliqué me abriera y se­
do, y sin necesidad de comunicárselo que se diera guía diciendo que no, primero que no podia, luego
cuenta de mi profundo desprecio por su debilidad, que no le daba la gana porque yo caía gordo y
por su corrupción, qué es eso de dejar su tierra, el que no me abría, entonces le dije si me abría me
campo, y bajar acá a convertirse en sirvienta de esta dejaba pirobear, y él me abrió pero todavía mirándo­
sociedad para que yo pueda llegar temprano al co­ me con odio, cuánto hace que tocaron, le pregunté
legio y bien alimentado para rendir en el estudio, y yo pero no me contestó, yo apreté bien los libros
había días que ni siquiera me tenía agua caliente y contra mi pecho y me doblé, él primero me puso las
yo me ponía furioso, golpiaba los azulejos del baño, manos en las nalgas y me las sobó un rato y luego
me daba contra las paredes, tendía a enterrarme las con una sola mano me tocó por el medio hasta que
uñas en las plantas de las manos, y el fría ca­ yo me voltié y le dije ya y él ni protestó siquiera
yéndome inmisericorde en mi espalda, yo nunca en­ y yo salí corriendo de allí, todavía pensaba alcanzar
tendí por qué era que me hada (Odo eso, podemos a responder lista, cómo me quedaría cuando entré

I20 121

a la clase y era martes, me encuentro no al '-1.1ra de despacio, mirando el agua, las piedras negras, le tiré
Religión sino al cura de Civismo y apenas me es­ piedras a las vacas, como hago siempre, y ya casi
toy sentando me pide el trabajo que no he traído, llegando a mi casa me metí por el último lote para
esta mente lenta que tengo, me pusieron un cero acarear camino y además porque me gusta caminar
en Civismo, comí tanto a la hora de almuerzo que en medio de la maleza, cruzar los montes, y resulta
en las horas de Física me la pasé con una bola que me encuentro con una muchacha de mi edad,
en el estómago y unas ganas de echarme y conciliar de pelo largo, camiseta de rayas y bluyines america­
el sueño, además que no entiendo nada de Física, nos, yo nunca la había visro el barrio, cuando yo
hace un año la geme se ha estado sospechan­ :¡ me le acerqué me sonrió porque la camiseta mía era
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do que soy un poco bruto, al principio me aterré y "


igual a la de ella, qué bruto, fue una sonrisa tan lin­
~
daba berridos por toda la casa, pero ahora me limito '1\' da, tan limpia, que no tuve ningún problema en
a subir los hombros: no es más que una indiferencia
por todo, no emocionarme desde que estaba chi­
quito, saber que hay cosas que uno no entiende y
es como si no existieran porque mi mente no da
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decirle hola y en preguntarle su nombre, se llamaba
Angelíta, me quedé toda la tarde con ella allí en ese
lote, estuvimos arrancando hojas para un herbario
que ella tenía, al final, de pura aposta, nos rayamos
para más sencillo, cuando mearon la campana para ~ los brazos con esas hojas largas y filudas que tanto
saHda yo pedí al cielo que nadie se me acercara, abundan en los lotes, que también sirven para hacer
que nadie me conversara, poder salir como soy de zepelines, y ya haciéndose de nochecita ::.alimos del
solo, me pegué a una pared y logré cruzar la puerta cogidos de la mano, al otro día yo fui a verla en
con cierta facilídad, entre los primeros, afuera me esperadero y me contó que lo que más le gustaba
puse comento por el sol que hacia y que a nadie le era leer poesía, "El más noble de los oficios", así me
gusta, todo el mundo protestando por el calor dijo, y yo quedé muy impresionado, tanto que esa
maldito, pero a mí el calor me llena de ánimos. a lo noche traté de escribirle un poema pero no pude
que le tengo terror es al fria, también le tengo terror y desesperado, tumbando sillas, rebusqué entre las
a encontrarme al papá de una novia que yo tuve cosas de mi madre y encontré este poema que se 10
de mentiras y ella creyendo que era de verdad, no hice a ella en un Día de la Madre cuando yo estaba
me gustan las mujeres. que se la quité a un amigo muy chiquito, tanto que no tengo memoria de si
y mi amigo de la pura desesperación se fue de Cali lo inventé yo o lo copié de algún libro, el poema,
buscando el mar, y ahora al que le tengo miedo es adaptado para Angelita, dice así:
al papá de ella porque sé que loco y que es Angelita, Angelita tú me
ubicuo, me lo encuentro en el norte y en el sur, una pero yo te beso más
vez en mi vida he viajado a Bogotá y allá me lo en­ como el agua en los cristales
cuentro, me fui caminando por la orilla del río, bien son mis besos en tu

I22 12 3

te he besado tanto, ítanto! de tanta policía, se vinieron <l destapar crímenes 110- ,
que de mí cubierta rribles, a Danielito Bang, uno del San Juan Berch­
yel enjambre ele mis besos mans, lo descubrieron cómplice de antropofagia en
no te deja respirar, fue por allí que fui dellcu­ pleno siglo xx, pusieron una bomba en el colegio
briendo que yo también amaba la poesía, fui apren­ Bolívar que es todo de gringos, bombas en el Dad
diendo a escribir, ella me daba un mensaje cerrado Frost y en la Librería Nacional también es mane­
y yo ]e otro para que lo abriéramos al mismo jada por gringos, y los de mi clase que tienen a los
minuLO de la segunda hora de la mañana, a cuántas

!
papás o hermanos en la Guardia Civil me decían
millas de distancia, ella en el Sagrado Corazón, yo que ya habían agarrado culpahles y que los estaban
en el San Juan Berchmans, ella me decía que metiendo en celdas eón una fosa y un péndulo, ~
igual de sola que yo, igual de aburrida estudiando
bachillerato, y a ella también le parecía una mierda
la sociedad, procuramos de ir todos los sába­
-
toda esa violencia, que no comprendíamos y nos
sentíamos extranos, pensábamos irnos a vivir al
campo una vez termináramos bachillerato, hasta que
dos al Club, sólo ibamos cuando había una fiesta ella me vino con el cuento que las islas Encanta­
importante como la del 28 de diciembre o una com­ das, y por allí derecho leímos todo MelviJIe y apren­
petencia de natación que a ella le gustaban mucho, dimos a temer al mar aún sin conocerlo, ella sí hahía
y yo sufría porque nunca he podido nadar bien, no estado una vez en Santa Marta pero yo .-.í nunca, en
es que no nade bonito sino que nado una piscina y esa fue que concebí la idea de un cuento que
me ahogo, tambjén nos aficionamos al cine, íbamos nunca llegué a escribirlo: un hombre se confunde
todos los días a 3 y media, ella decía en su casa por el mar de tanto leer a Melville y se echa a la mar
que era que estaba estudiando más que nunca, sí en busca de Las Encantadas <.:reyendo encontrarse
no tenía que inventar nada porque mí mamá nunca con aquél territorio desierto mágico que leyó en los
me pregunta. al final creo yo que nos comprendía­ libros, cómo se quedaría al ver que allí donde leyó
mos mucho, y cuando a le daban las locuras una gruta. un albatros, hay ahora un hotel, un aero­
le daban con la luna yo la calmaba, me le por­ puerto, un casino, eso también hada parre de mís
taba fresco, mejor dicho la pasábamos bien, y de terrores, porque mis terrores seguían siendo encon­
tanto leer poesía y de tanto ver cine nos fuimos vol­ trarme con el padre de aquella novia lejana, son
~jendo muy progresistgs, por ejempio dejañiOS" de
P

'
muchas las veces que he tenido que bajarme de un
ver con buenos ojos, como cosa normal, que para bus cuando él se sube, cojo a Angelita de la mano y
todas las fiestas tuvieran que alquilar policía para le digo bajémonos y ella obedece sín preguntar por­
defendernos la gente del Sureste, y tanta pelea que aunque le pudiera explicar no entendería, otro
en la calle y la policía en toda parte, que al fina] era terror mío es soñar con un hombre que se pasa la
que me estaba poniendo nervioso andar en medio mano por dientes y es como si se p"lsara la mano

12 4 12)

por el m entón y seres sin mentón, rampoco puedo do, adentro se estaha híen porque era caliemico y
tratar de explicárselo porque hay cosas que dejan de de oscuridad pasahle y contentos, contentísimos,
significar apenas tratamos de encontrar un signo, un tanteamos un puesto entre las primeras filas de/lado
código que les dé expresión, así que ella tiene que izquierdo yalH comem::amos a ver dne, sólo que
,I~,
soportar su ignorancia de mí si vamos por la calle y cuando me acostumbré a la oscuridad me voltiaba a
yo pego un grito en mitad de la calle o me jalo los mirar para atrás, y vi que el teatro estaba casi vacío,
pelos, y es porque tengo que estar en guardia des­ arriba habría unas 15 person,ls pero abajo sólo está­
alojando pensamientos impensabtes. innominable.'>, bamos nosotros, me dio una no sé qué sensación
o sí no me muero, deho decir que aL final nuestro desagradable, pero la lluvia tamhorileaba en el te­
. '
pro~slsmotenIacomometa, comoautocon rmaClOn,
fi '-~
cho y era bueno estar bajo cobijo en un mundo
internarnos en un barrio del Sureste
............. ...,...

y meternos a un nuevo y de pronto me sentí muy protegido, Angel1ta


teatro de segunda, digo. sobre todo cuando nos co­ tiritaba un poquito pero yo apretaha un brazo con
gió un abunimíento mortal por los teatros de estre­ todas mis fuerzas y le transmitía fácil el calor que yo
no, tanto que se vio en peligro nuestra afición p~t;L tenía por dentro, cuando se acabó Sbane y siguieron
sine. un viernes v¡mos que daban Más corazón que con la otra de una sin siquiera prender las luces fue
odio en el teatro Libia, y ese día estaba lloviendo, cuando entraron 3 jóvenes diciendo "Buenas tardes,
seguro fue la lluvia la que nos animó y averiguamos pueblo", y se sentaron en la fila de atrás, cuando se
qué bus coger, el Rojo Crema que también pasa por acostumbraron a la oscuridad nos vieron y yo no sé
\. Santa Teresita que es donde vivimos, para llegar al si se dieron cuenta de dónde era que veníamos,
teatro tuvimos que atmvesar a pie una calle despavi­ pero me parece a mí que comenzaron a decir cosas
mentada en medía de la lluvia, es decir caminar con de la película para que nosotros las oyéramos y nos
el barro hasta los talones, recuerJo un cano de aguas riéramos, eso fue lo que pensé todo el tiempo, yo
negras y en las puertas de las casas hombres sin ca­ voltié una vez muy rápklo y los vi, ellos se dieron
misa que miraban la lluvia y nos miraban con curio­ cuenta sin tener que mirarme, seguían la película ¡
sidad pero sin malicia, ¿o entonces fue que...enwndi con interés, uno de ellos dijo: "Estas son las huenas .\
mal aquellas mir"das?, hahía ninos que jugaban en de vaqueros, las que no me gustan son esas italia­
el cano y perros criollos, el teatro Libia era blanco, nas", y a mí me comenzaron él entrar ciertas ganas
blanquísimo, de granito lustrado, me sorprendió en­ de decirle que estábamos de acuerdo, que la vida s,e
cont•..u un tearro tan elegante en un barrio así de llevaba mejor si había mutuo entendimiento, sé que
pobre, la entrada valía '5 pesos, en el fondo de la Angelíta también hubiera querido hablarles, cómo
taquilla había un retrato del gene'.Jl Rojas Pinilla, hacíamos, me voltié hacia ellos y con mucha habili­
nos dejamos escurrir un poco antt!s ele entrar, el

126
--
132doble era otra de vaqueros: Sbane el desconoci­
dad pedí el primer cigarrillo de mi vida, donde no se
den cuenta que éramos del ~orte me dícen no jOda,­
--------------------------
12 7
• f
compre, pero sabían con quién estaban hablando y íugaban en las aguas negras, nada, sólo un chiste,
me lo dieron y no sólo eso sino que me dijeron: cuando nos vieron resenridos por el olor del am­
pelada fuma?", sí, por favor, dijo Angelita, que tam­ biente: hA esto por acá le llaman buenos aires", lo \
poco había fumado nunca, yo me atrdnqué y tOsí que nos contaban eran cosas de las fiestas de eUos,
dos veces, es que tengo la garganta irritada con tan­ del Santa Librada donde estudiaban, de Salsa, una
ta Ilovedera, dije. Angelíta en cambio fumó su ciga­ rñiIsica--qu-e no me gusta, y usaban palabras gue to:...
rrillo en silencio. serena, cuando yo terminé todavía davía no entiendo y Angelita escucFíaba con at-;;;­
fumaba, yo esperé a que terminaf"d. y botara el cióRIQ;:;oJos j~ brillaban, cuando llegamos a la 25
rrillo para acercármele y pegarle mi cabeza en su se querían despedir pero no los dejamos. Angelita
hombro, no me gustó el atar a tabaco que despedía les pidió que no, que por qué no caminábamos un
Angelíta, mejor dicho me repugnó a tal grado que '1.'
rato, a mí me pareció bien, por qué no caminamos
'.1,
me le separé de una y alarmado. me puse a olerme r
"
hasta el Centro, dije, les parece muy lejos, ¿o
todo, el aliento, las manos, pard. ver si olía a lo mis­ qué?, no, a ellos les pareció perfecto, era viernes y
mo pero no, la que olía era ella, no vuelvo a fumar no tenían nada qué hacer, Marucaco me preguntó
más me dije, y cuando se terminó la película, la que adónde había comprado esos zapatos y yo le
puerta que se cierra en toda la mimd del cinema dije, frotándolos contra el pantalón, son Florsheim,
Scope y prendieron las luces, yo me voltié y los vi: me los trajeron de Estados Unidos, y Marucaco se
había uno lleno de granos y otro mueco, el (ercero ~:
quedó callado, nos reímos todo el tiempo de las
sí tenía la piel lisa y la dentadura completa, era mo­ cosas que nos contaban, eran simpatiquísimos, aho­
reno y cuajado, hasta buen mozo, se quedó mirán­
,ii ra en el San Juan Berchmans yo iba aJ?2~r.a.r~~ _~1,is:-
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dome y me preguntó: "¿Ustedes son del Norte, ver- tintQ..a toqos los alumnos Il!t::~ de ter:!.~E_~.s.~a. exp5­
~
~", sí, por qué, le~ respondí yo, "Se les nota ,~
nomás", dijo el granujiento y yo me
:,,~jl

Angelita fue I'~~


la que dijo pero nos gusta más ver cine por acá, y "
~1
--
riencia, de verlos a ellos tan distintos, digo, tan
felices, los (res con camisas de etamina. "Son lo últi- .
mo para tirar boletería", decían, yo les hablé de Her- }
ellos se rieron y nos ofrecieron cigarrillos, yo dije :.~' man Melville y de libros bien famosos, pero, ¿cómo ~
que no gracias, pero Angelita dijo que sí. dejó que "
hacía si ellos nunca habían oído hablar de eso?, se
muy tranquila se 10 encendieran y se puso a fumarlo
hacían los interesados, me escucharon con atención
con cara de experta, cuando salimos del teatro éra­ como quien desea aprender, pero qué va, se dis­
....!!lOS casi amj.85.:~ ya n~vía y la gente-estaba-eñ íi traían compl~tamente cuando uno cantaba un peda­
caTIe ~do charcos, al mueco le decían lndio, al :i, zo de esa música que no me gusta y otro que le
buen mozo Mico y al granoso Marucaco, nunca nos , I hada coro, al final teníamos que espel""J.rlos porque
conversaron de política, ni que viéramos en qué es­ se quedaban atrás, Marucaco y el Indio cantando y
tado estaban las calles de su barrio, ni que los niños el Mico bailando era el que mejor bailaba por­

I2f.! 12 9
• ,,

que los vi brular a todos, porque me consta, en el estaba algo contento, ya casi llegando al Charco del
Centro los invité a tomarse un refresco y ellos que­ Burro ella se les adelantó un poquito y me cogió la
daron agradecidísimos, dijeron que si nos parecía mano, serían las 8 la noche, el cielo se había des­
;
nos acompañaban hasta la casa y a mí me pareció )
pejado y con inquietud vi la luna llena, además de
bien, se les veía ~e estaban igual de interesados '~ los buses que pasan sin ver no había nadie por allí,
ue nóSotros, ya que nosotros nos metimos ensu 1~ Angelita ya no se preocupaba de llegar tarde a la

--
mundo ellos se iban a meter en el nuestro, por qué
no, todo se puede lograr si hay mutuo entendimien­
to, les dije, uno puede vivir en paz, ellos me oyeron
pero no me dijeron nada, y yo quedé un poco des­

)~ casa, sus papás se la pasaban peliando todo el día y
ya. no les importaba ella, nosotros caminamos cogi­
dos de la mano, adelante entre la oscuridad resalta­
ba la blancura de un aviso que decía: 10 años de
¡,
concertado ante ese silencio, caminamos por la ori­ arte colombiano, hacia allá caminábamos nosotros,
j1,
lla del río y Angelita se quedó atrás cogiendo hojas, hacia la montaña porque nos gusta el pasto, el mon­
~ te, eso fue lo que yo le dije al Indio y al Mico y a
ayudada por el Mico mientras yo conversaba con iI
'"
-¡'
Marucaco, que nos gustaba quedarnos aquí las tar­
Marucaco y el Indio de lo abunido que yo estaba \"
estudiando bachillerato; pero el Indio me dijo que " des y ver pasar la gente, y ellos se reían~~l graEoso
'~
en cambio ellos la pasaban "Soda, diga si no viejo " tenía una risa linda, yo Quedo descubrir la belleza
,~--------
Marucaco que la pasamos chévere", y Marucaco dijo :~ '~_fl:~___~2ggan, que nos gustaba oír las chi­
que sí, que "Muy soda, debe ser porque usted estu­ ;~, charras por la mañana, ahora que no pasaba gente
dia con los curas", me dijo, y yo voltié a ver qué era que viéramos la luna, ellos decían que si a IDsi9. lo
lo que hacía Angelita, estaba viendo con el Mico una que nosotros proponí~mos, así me gusta, de pie hi­
hoja rara que me mostró después aunque estuvieron cimos un círculo, el llamado para el diablo, todos
conversando mucho rato porque el Mico se interesa­ frente a frente, yo sé bien cómo actúa la luna en
ba múcho por la Botánica, no es que supiera, no es Angelita, comenzó a apretarme la mano y yo podía
1')1
que supiera nada de Botánica sino que se interesaba
semir palpar el latido de sus venas, el torrente que
por ]0 que decía Angelíta, caminamos y más adelan­

te los invité a cono y ellos de nuevo quedaron muy


agradecidos, al rato todos estaban muy ínteresados
1
,~
i'"
tenía adentro, me estrujaba la mano, quería pegarse
a mi cuerpo, yo la sentía caliente, pero el cielo sólo
sabe qué era lo- que realmente estaba sintiendo, hu­
en la Botánica, caminaban al lado de Angelita escu­ biera tratado de hablarme, se quitó las sandalia:s que
chándola con cuidado, de vez en cuando hadan tenía todas embarradas, q~.~.':..arro bien jnmundo, se
chistes y Angelita se reía con esa risa linda, limpia, puso a sentir la hierba, movía un pie en círculo con­
I comprendo yo que ellos estuvieron maravillados tinuamente, luego en torno a una mis piernas,
\ con su belleza porque cuándo iban a poder ver una había noches en las que le daba por bajar y subir los
muchacha así en su barrio, y por eso yo también hombros sin ningún rirmo, luego comenzó a decir

~
13 0 I3 1
• ~

cosas que para ellos sonarían y a gemir burla, "¿Los acompañamos?", le preguntó a sus ami­
por dehajito, digo que sólo yo la yeso que tenía gos, con la misma cara de angugtía, ellos dijeron:
que pegármele bastante. fue que me comenzó a en­ "Acompañémol~', yo logré que AngéIítaSepi¡iiern
trar un poco de vergüenza con ellos ya estaban las sandalias y caminamos todo el tiempo de nuca a
viendo todo lo que pasaba y qué podían decir, qué la luna, así que ella se iba poniendo peor, yo consi­
podían pensar, inútil fue que el Mico se adelantara y deré prudente dejar el río, subirnos por una de las
le preguntara algo sobre la Adormidera, Mirnmosa calles laterales hasta Santa Teresita, subimos, ellos se
Pudica, confundido, fuscígado ante esa anormalidad ( )1!:. pasaron mirando las casas, los ~ ante las ca:'
_ que estaba sucediendolieñ'te~él, porque eUa no ¡~ ~i sas, el alumbrado público, caminaban detrás de no­
oyó o no quiso contestarle, ella lanzó un bU@......Y... sotros pero después el Mico se adelantó y caminó
_~º_<?.~~~n mi cuello, qué luna la 9.,ue__ 't junto a Angelita, insistió en el tema del Herhario,
;1,­
tenía adentro, cuando anunciaron . los gringos !.¡"
e]]a lo miró y se le rió en la cara y se pegó más a mí
:~
habían conquistado la luna ella se estuvo riendo y ~ y yo le sobé su cabecita, comprendiéndola, ahora es
que no creia, olvídate, allá no sube nadie, las luces 1 que sé la soledad en que estaba, lo que yo significaba
de los carros me encadelillaron, luego Angelita co­ -~
',11
para ella y soy humilde cuando lo digo, acercó su
menzó a quejarse como si suplicara, pero digo que -~ boca a mi oreja y ~o decíles que se vayan...z..,
o,'

esto sólo lo oía yo, ellos han debido suponer nada 1 ,aguellas palabras ~n del~!.!E~)lega~_ a,,~lJc;>s, c~1po
''',~
más que estaba cansada y que me quería con toda .resueJlo, pero aún asi yo temí que fueran a interpre­
el alma, entonces no sé quién, Marucaco, con los i! tar mal la situación pero cómo hacía, estaba sintien­
;j
granos empustulados ante la luna dijo, muy tieso, :( do un apremiante, desagradable deseo de llegar rá­
mirándome: "Qué novia tan Bnda la que tiene us­ ,~ pido a mi casa, Angelita se me ponía muy mal,
ted", yo no le dije nada, tal vez por eso fue que él ,~j quería seguirles conversando _para _ que
____la situación


_ ~_-... ____.. i

tuvo que mirar a sus amigos, y dijo: "Diga si no I'!.Q se volviera ten~, qué absurao estar "acompaña­
viejo Indio, dígalo viejo Miquín, qué tan :' dos en ese mC)lllento, cuando no somos más que
da la que riene este man", "Muy , dijo el '!-. nosotros, cuando no podemos comunicar nada, ella
Indio, y el Mico se quedó callado, miraba a Angelita ,'" me decía en susurros toda la historia de su angustia,
como con una calcl de sufrimiento, como .si no com­ 10 desgraciada que eternamente era, desde chiquita
prendiera el mundo, comenzó a arrastr.u los zapatos había reconocido un malestar, una tarde en la finca
en la hierba, penosamente me pareció a mí. y des­ (lloviendo) había creído el acto de su
pués dijo: "Mejor vámonos", y yo dije no quieren vida, una ciénaga, y yo no yo puede que me
acompañarnos hasta la casa ¿o qué?, muy le­ niegue a comprender porque desde que la co~
jos?", preguntó el Mico, no, apenas cuatro cuadras, nací yo alcancé cierta tranquilidad, cierta armonía,
qué les pasa, ya están cansados o en son de ella me decía cosas del mar, y yo cómo hacía para

I3 2 133

decírle que en el nombre del delo se callara, que no pasos de ella y ella venia hacia mí, nos íbamos a ir,
quería que SUs 'palabras se entendieran más allá de 2.<:. acabój? amistad, hi~mos todo lo posiple p..ero_JlJ:l-~
mí, ella tampoco lo quería y entonces era por eso s~ P~9, el Mico quedó atrás, vedado para el mun­
que se me pegaba, ver a alguien así pegado a otro do, recluido en azufre, en gelatina y empanada mal
es como para sentirse la persona más sola del mun~
do, yo no es que me niegue a comprenderlos, ellos

'era a nosotros, Angelita se me quejaba a mi cuerpo


­
' - ..
ya no miraban más estas casas de ricos, nos mird.b~
digerida, ¿fue que no pudo soportarlo?, entonces fue
que se negó, me parece a mí haber perdido un mo­
vimiento, mi memoria falla, sólo tengo conciencia
de él detrás ella sin saberlo y él con el cuchillo la
y-yo trataba de caminar derecho, de avanzar, y me ,'r, navaja automática en la mano, sOlo se!:! húndi"Óuna

-
era difícil, faltaban dos cuadras para llegar a mí casa,
me aterró voltiar a verle la cara al Mico: era un hom-
bre perdido en un delirio sin nombre, sé que no
"
~'
vez y yo le vi la cara, y luego se~~on el Indio .;
Marucaco~ dónd;mierda era que guardaban los cu­
chillos, también la acuchillaron. Angelita forzó el
~-_ .....
-_.-,--""',....-~------
lograba enfocar bien las imágenes, pero su vista se ,i,
,)
cuello para tratar de verme_ ¿Adónde era que estaba
~ bastaba én Angelita, estiró una mano y avanzó hacia ':1 1 yo?, ¿qué era lo que hacía? Eso es lo que pienso,
~ ella, yo me detuve, yo habría dejado que la tocara, '" pero antes cayó al suelo y allí quedó, y yo quedé allí
..., ,; cuestión de mutuo entendimiento, Angelita se que­ parado frente a ellos, frente a frente, para huir tuve
3 ~ Ció mirándolo sin ningún interés, todo el cuerpo del : que pasar patiar por encima de su cuerpo. Borges
u
----
Mico comenzó a temblar con espasmos como de
fiebre, sé que tenía el infierno ad®!ro, ¿a qué olerá
~-'l
"
que decía: "Ningún hombre deja de ser cobarde has­
ta que no demuestre lo contrario", pero eso es lite~
el beso de un h~ que tiene el infierno adentro?, ratura, creo que m~., ersiguieron, yo huía hecho una

de la boca y posó su boca


---­
eso es lo que yo digo, el Mico se l.elanzó, la agarró
. en su boca como sí fuera
,.:1

¿~I

'~~
furia, crucé el alambre e púas, abrí la puerta de mi
casa, atravesé corredores yen la cocina me detuve y
10 último que haría en la vida, recuerdo un horripi­ '~;. miré, olfatié con astucia, la sirvienta sintió a alguien,
\':
lante chillido, un manmeo como de gallina clueca, salió y ha tenído que adivinar ~ intendo_fl~ vien­
~),
Angelita logró zafársele y se puso a dar berridos de ) do mi cara, primero quiso huir pero la huida era
asco y de peña,dCÍo insoportable que fue su alien­ ~;
,', inútil yo habia cerrado la puerta del fondo, entonces \
':1.
to, el Mico se comenzó a doblar como quien pide se armó de una olla en una mano y un cuchillo en
demencia, Angelita se limpió la boca con un brazo, la otra y arremetió contf'J. mí y yo arremetí contra
,';'
raspó hasta la última humedad intentando quitarse ella, pero yo fui quien quedó de pie, le patié mu­
de sí ese olor, esa ofensa vomita ya es pura exa­ chas veces la barriga, ella trataba de alcanzanne con
geración, pensé), y entonces vino hacia mí. por qué el cuchillo, en una de esas me hizo una cortada en
no, digo, si yo no era sabio pero sí limpio, si era el brazo izquierdo y gritaba, yo le rompí la cara, la
bello, si se embelesaba con mis besos, yo estaba a 4 estrellé contra el azulejo, cuando tuvoque soltar el

]34 135
• , 1,

"

la acuchillé una y mil veces porque yo tam­ me enferma, inodoro se descompuso, he deslllla
bién tengo mi furia (no tener ninguna dama hella, do uno los cuartos del fondo para excremelllllS.
enferma antes de tiempo para yo adelantarme a la pero está limpio mi puesto ante la ventana, ":1·
muerte y matarla como Edgar AUan, tener ~e m;:ar rrer y trapiar dos metros cuadrados todos los días !1(,
a una vil sirvien~ para darle cumplímiento a mi és-­ es ningún problema, me he conseguido unos hin6­
uno fatal), mi madre estaba dormida, saqué una viejos, y con ellos miro todo el día el mundo
sábana limpia, en ella envolví el cuerpo de la sir­ de afuera, a AngeHta la encontró un barrendero al
vienta pesaha de tanto pasársela comiendo todo otro día, tal como yo la dejé, y su foto salió en la .
día, antes de que se secara la sangre limpié con ,~a página de todos los ~óalcos, tooos nues-:~
,I;~
rAB y fregué y dejé todo inmaculado, le di esponjiUa ~ tros amIgos tueron al entierro, todo el Sagrado Cora­
al cuchillo y a la olla, dejé todo en su sitio, la enterré ~ zón, todo el Liceo Belalcázar, todo el San Juan Berch­
debajo del mango más cuando fui al cuarto de J\; mans, todo e!..!pundo supo...9!:1_~ha!2íat:!. siQü 10.liM
'1
mi madre elJa ya estaba despierta, me reclamó a su S1J.~ y cogieron a muchos del Sureste y no sé si
lado, le dije he venido a hacerte compañía, no salgo \S los mataron, en todo caso los deben haber golpiado
más, fui al cuarto la sirvienta y le traje todos sus " feo, y que dijeran quién había pero quién iba
vestidos, toda esa noche me la pasé condenando a decír, quién iba a saber, de todos modo~Jª
puertas y ventanas, enmallando las ventanas y cu­ Eación se vistió <:!~~o, hay que ver que su papá,
briendo la malla con papelillo rojo, para que cuando don Luis Carlos Rodante, es uno de los más podero­
yo me mueva, corra por los corredores, la gente que sos azucareros del Valle del Callea y el más grande

,
.~
se asoma vea sólo resplandores roías, al otro día me ,~, sembrador de ají en Colombia. "El Rey del Ají" enlo-I
levanté temprano a prepararle el desayuno a mi ma­ :f, quecido de dolor exhortó al ejército, policía civil y
'>~ I
dre, el café lo supe hacer pero no los pericos, tuve polícía militar, fuerzas especiales y a la sociedad en
que darle sólo café con pan, al mediodía intenté I¡}: general a ponerse a la búsqueda de los asesinos de
hacer el almuerzo pero no pude, ]a basura se está ¡' su híja, pero todo intento de esclarecimiento resultó
amontonando porque si intento barrer me da una
alergia horrible, estornudo todo el día, afortunada­
~~¡ vano, en el colmo de la desesperación viajó a Bogo­
tá y se entrevistó con el Presidente de la República
't
mente tenemos enlatados, mi mamá dice que no im­ ~ acordando conceder una recompensa de $;00,000
porta, que le gustan las sardinas en lata, yo procuro a quien dé informes culpahle o los culpa-
arreglárselas lo mejor posible. una veces con mayo­ no importa que el infonnante haya tenido'rela­
nesa, con pan rociado, mostaza o mantequílla, siem­ ción directa o indirecta con e] asesina [o, esto fue ]0
pre distintas, ayer por la mañana intenté hace,r arroz que se informó por radio, prensa y personalmente el
pero se me incendió la olla, hay cuartos en los Presidente por la televisión el día 16 de mayo los
que no se puede entrar porque el olor de la basura corrientes, entonces les empezó su infierno: tres
._---------- ,

136 137
• f

recibieron la not~cia el mismo día a las 7 de la no­ rir linchado, iban a denunciarlo y entregarlo a la f
che, como la familia del Mico acababa de comprar gente del Norte. se bajó en la Primera y corrió hacia .
televisión, le tocó ver y oír la noticia de la fahulosa el Permanente. hacia allá también corrian el Indio y \
"
recompensa, ¿puede alguien imaginar lodo lo que Marucaco, todo ese tiempo habían llevado el mismo
pasó por su cabeza?, de primero, claro, 10 que po­ iÜnerario, fue cuand~ron allí corri~ndo que en
dían comprar con 500.000 pesos, ¿a dónde se irían lugar de chocar se abrazaron, habían estudiado jun­
una vez que delataran, podrían vivir en paz, ricos?, tos desde primaria en el Marco PideJ Suárez, todos
en esto pensaron un día y medio sin salir a la calle, habían experimentado la misma ansiedad por termi­
retorciéndose en la cama, sin comer, al mediodía del nar Quinto y pasar a Santa Librada que no era sino
18 la opresión se hizo insoportable, el Mico com­ cruzar la caBe, habían aprendido a nadar en Pance,
prendió que si no denunciaba rápido lo iban a aunque el Indio casi que se ahoga en una crecida y
nunciar a él, se maldijo por no decidirse rápido, fue siempre fue flojo para el agua, una vez se agarraron
él el que comenzó a mararla, ¿no?, arrepentimiento e los tres por una hembrita Jlamada Teresa que al final
lo que se dice anepentimiento no había sentido resultó casándose con Armando Toro, un man que
estudia dibujo arquitectónico en el Sena, el otro día
\
nunca, había tirado el aliento una y mra vez sobre el
rostro de su madre y ella le había dicho que no, que se la encontraron y hablaron de los viejos tiempos
no olía feo, viendo mal, desenfocando todo se puso (¿cuáles viejos [iempos?), que se guardaran los
la camisa de etamina y salió a la calle, el sitio de 500.000 pesos, que ...e los metieran por donde les
delación erJ el Permanente Norte, en la Primera con cupiera, esa noche se pegaron la homlchera más
21, preguntar por el coronel Patiño que ha estado en
,
:'!
tiesa de sus vidas y aHí en esa borrachera fue ~
~f
guardia las 24, las 48 horas, el Mico cogió el bus I~
;¡ ;
decidieron ir hasta n;:rcasa (que ya conocían) y' ma-­
Papagayo y trató no pensar en nada, iba pensan­ .Jar~ a mí tamEién, yo que me la paso viendo todo
do en sus amigos, en 10 que habían aprendido jun­ el día con binóculos los vi venir, cnlzaron el alam­
[os, no he aprendido nada. se dijo. todo hombre bre de púas en una de tamas mañanas luminosas y
tiene su precio, son capaces de delatarme, se imagi­ entraron en mi propiedad, yo corrí a esconderme
nó un estado de cosas en donde la gente fuera in­ incapaz de luchar, encontraron una ventana fácil de
vulnerable al dinero, en donde la gente no tuviera romper, cortaron la malla y el papelito rojo, me en­
dinero para derrochar, para ofrecer semejante re­ conlmron rápido entre tanta basura, yo traté de re­
compensa para que la gente buena pierda por ella cordarles que algún día, en algún tiempo, había ~~""A
su valor, su dignidad, qué calor el que hacía, menos
mal que en el bus no iba recibiendo viento, ¿qué se
podría comprar en este mundo con 500.000 pesos?,
compraría el mundo entero, pensó, él no quería mo­
---
florecido nuestra ambtad porque aportamos mutuo
entendimiento que el Mico vaciló), les dije:
qllt;! ustedes yo tamhién he pensado mucho en la
muerte en todos estos días, emonces concédanmc la

I T39

gracia de decidir yo mismo el momento, pues estoy


dispuesto a trtibajar por la felicidad y entiendo la
muerte como la consecuencia del advenimiento de
la felicidad", mi error fue utilizar términos complica­
dos porgue c;:eyeron que- est~ba habla~~!!t.:A~_
tur<h en eUos no existia la demencia, raza de perde­
dores, siendo tan jóvenes ¡pe mataron con utJQli.
..Qocos g()l~ dados inclusive sin furia, no hace falta
gol piar mucho mi muy fuerte para que caiga este ,i
pobre cuerpo, Marucaco se llevó un radio transistor, "

fue lo único que robaron, mi madre ni se enteró,


debe haber creído que yo decídí dejarla, sé que to­
davía quedaban latas de sardinas, de modo que se
pare y las busque, pero es que eUa me llama y me
llama y yo así no encuentro la paz nunca, esa noche
e]]os vclvieron a emb~harse y-~fMico consiguió
novia, el otro año salen graduados nítidos. cada vez
que aquí en Cali hay tropeles ellos meten es de una,
en cuántos tropeles habrán estado juntos, en los úl­
timos meses se han~ldonado al cioe y no se pier­ ~;,;

'~
den ninguna de Charles Rronson. ~I
~
Fue así como el crimen de Angelira Rodante

quedó en el más completo misterio.

1972

14°

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