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Lee el siguiente texto, poniendo especial atención a la entonación de tu voz, según las

situaciones leías. Recuerda: debes realizar pausas cuando haya puntos y comas, alzar la voz
con expresividad cuando haya signos de exclamación y adoptar una entonación
ascendente cuando haya signos de interrogación.

Marta, la niña de dos caras

Marta era una niña muy aplicada en sus estudios, hacía todo cuanto la profesora le decía, sin
embargo, había un problema: ella mostraba un mal comportamiento en su hogar, puesto
que cuando la madre le pedía que ésta le ayudase, ella rezongaba y de mala forma, hacía
lo que la madre le solicitaba.

Por un lado, era práctica de todos los días, que Marta le llevara una manzana a su profesora,
la cual, al verla, decía: “¡Oh, Marta, muchas gracias, eres muy atenta!” y Marta respondía:
“de nada querida profesora, me gusta siempre ser buena con las personas”. Pero, por otro
lado, cuando Marta llegaba a la casa, su madre la saludaba amablemente diciéndole
“¡Marta, hija mía!, ¿como te fue en la escuela?” a lo que Marta respondía: “que te importa,
no seas copuchenta, mejor me voy a mi dormitorio a ver televisión”. La madre, muy triste y
viendo el continuo mal comportamiento de su hija, decidió darle una lección. Un día acordó
con la profesora de Marta, que ésta (profesora) llegaría temprano a la casa, sin que Marta lo
supiera. Así que, así lo hicieron: ese día, Marta llegó como de costumbre, rezongando y
hablando malas palabras, pero esta vez, su profesora la estaba escuchando, escondida
detrás de una puerta. La Madre de Marta le dijo: ¡Hija! ¿puedes ayudarme a poner la mesa?
A lo que Marta respondió enojada: ¡¿Cuándo me vas a dejar tranquila?!, ¡hazlo tú sola!.
Luego de aquello, su profesora salió de detrás de la puerta y muy decepcionada dijo: Marta,
que triste me siento al saber que te portas tan mal en tu casa, siendo que en el colegio eres
muy buena alumna. Marta, llena de vergüenza y muy sorprendida exclamo: ¡lo siento!,
prometo que desde ahora en adelante, me portaré bien en el colegio y en la casa también,
y abrazando a su madre, le pidió disculpas, y desde allí en adelante, se comportó de la mejor
manera en ambos lugares.

Recursos Educación y Fonoaudiología

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