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Orientalismo
El cuarto avatar eurocentrista de las ciencias sociales es el orientalismo, es decir el establecimiento
de características culturales esenciales a los sistemas sociales no pertenecientes a Europa
Occidental, de acuerdo con Wallerstein es el lado anverso del concepto de civilización. Según él, el
orientalismo en las ciencias sociales europeas se manifestaba en concepciones dicotómicas, a la
hora de comparar el Occidente con el Oriente: “sociedades militares y sociedades industriales,
solidaridad mecánica y solidaridad orgánica, legitimación tradicional y legitimación legal-racional,
estática y dinámica”, siendo las segundas características las que eran adjudicadas al “Oriente” (u
“Orientes”).
Progreso
El ideal de progreso occidental, está centrado bajo la concepción del progreso científico-técnico,
unido a una ideología universalista y teorías antropológicas fuertemente racistas. Todo lo moderno
europeo confía ciegamente en el progreso y el progreso es todo cambio determinado por la razón,
cuando los cambios están determinados por la razón estas sujetos a una mejoría, un gran ejemplo
seria la ilustración como remplazo de las civilizaciones previamente operadas, y el nulo respeto hacia
las concepciones de realidad de otras civilizaciones, el discurso opresor está fundamentado bajo la
idea de que “somos los civilizados” tenemos derecho de gobernarlos de “instruirlos” para progresar
todos considero que a partir de este pensamiento surge como el ideal de globalización.
Parte de la conclusión a la que llego con esta lectura es que dentro de la ciencias sociales
eurocentristas se centra solamente en la cara luminosa de sus avances, impuestos a través de la
historia, estamos predispuestos a la problematización sobre (su) verdad, reproduciendo una línea
legitima de concepción de lo real, propongo empezar a concebir un pensamiento filosófico propio
adecuado a nuestros contextos culturales quitando esa imposición de ideas y de métricas impuestas.
Enrique Dussel hace una propuesta de descolonización hacia una libertad epistémica donde
fundamentalmente se busca una emancipación conceptual del conocimiento impuesto por las
ciencias sociales eurocentristas. Otro exponente de la descolonización en América Latina fue el
pensamiento decolonial de Walter Mignolo, quien expone que América Latina es una consecuencia y
un producto de la geopolítica del conocimiento, esto es, del conocimiento geopolítico fabricado e
impuesto por la modernidad en su autodefinición como modernidad. En América Latina, la
descolonización epistemológica a la cual alude Mignolo representa la base para una emancipación
intelectual, para superar la subalternidad que se tradujo en colonialismo mental.
Referencia:
Wallestren, I. (2001). El eurocentrismo y sus avatares: los dilemas de las Ciencias Sociales. Revista
de sociología (15), pp.27-39