Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
Santiago 4:8
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y
vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”
Conjunto de enunciados con que el creyente se dirige a Dios (mental o
vocalmente)
Discurso, hablar con Dios
(según la biblia) es el medio que Dios usa para comunicarse con el ser
humano.
TIPOS DE ORACION
1. Oración de fe: Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación. Romanos 10:9-10
Pasar tiempo con el Señor rinde tantos beneficios que no podemos prescindir
de ello. Él puede ayudarnos a resolver nuestros problemas, responder a
nuestros interrogantes, aliviar nuestras penas, consolarnos en nuestra
desazón, proporcionarnos alegría, acercarnos al Cielo y muchísimo más.
¡La oración altera las circunstancias! Es uno de los medios de los que se vale
Dios para satisfacer las necesidades y deseos de Sus hijos, siempre y cuando
sea beneficioso para ellos y para los demás. «Todo lo que pidáis en oración,
creyendo, lo recibiréis» (Mateo 21:22, Reina-Valera 1995).
También nos da una perspectiva más optimista de la vida y nos lleva a verlo
todo con los ojos de la fe. Una vez que hemos encomendado un asunto a
Dios en oración, podemos tener la certeza de que Él se hará cargo del mismo
conforme a Su voluntad. Eso nos ayuda a combatir las preocupaciones y a ver
las cosas con un enfoque más positivo. «Sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien» (Romanos 8:28). «Por fe andamos, no por
vista» (2 Corintios 5:7).
Jesús nos guía por el laberinto de la vida. Nos indica qué hacer en situaciones
de apuro y cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles. Ha prometido
darnos instrucciones, aclararnos los pensamientos y guiar nuestros pasos.
«Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas» (Proverbios
3:6). «Tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: "Este es el camino,
andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano
izquierda"» (Isaías 30:21).
Nos concede perdón por nuestras faltas. «Mi pecado te declaré, y no encubrí
mi iniquidad. Dije: "Confesaré mis transgresiones al Señor"; y Tú perdonaste
la maldad de mi pecado» (Salmo 32:5).
La oración aumenta nuestra paz interior. «Por nada estéis afanosos, sino
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,
con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús»
(Filipenses 4:6-7).
Jesús nos abre los tesoros de Su Palabra cuando le pedimos, como el rey
David: «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de Tu ley» (Salmo 119:18).
Podemos obtener asistencia divina aun cuando no sepamos qué pedir. «El
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles» (Romanos 8:26).