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Nos hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia del señor, Rezamos el
Pésame y el Credo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa.
Dios Padre Todopoderoso, rezamos por las intenciones de la Santísima Virgen María,
por tu Divina Voluntad que se haga en la tierra como en el cielo, también por las
intenciones del Santo Padre.
Rezamos por la Iglesia, por los cardenales, los obispos, los sacerdotes, religiosos y por
los seglares. Rezamos por las necesidades de la Iglesia, por vocaciones para la vida
religiosa y el sacerdocio, rezamos por la fidelidad y la santidad de los sacerdotes, por
la conversión de los pecadores, por los moribundos y por todos los difuntos. Rezamos
por las pobre almas del purgatorio, especialmente aquellas de nuestras familias y por
todos los fieles difuntos. Ten Misericordia de ellas Señor.
También rezamos por nosotros; para que nos concedas paz en nuestros corazones,
nuestras familias y rezamos por la paz del mundo. Señor envía tu Espíritu Santo a
renovar la faz de la tierra, a destruir la maldad y la oscuridad, el pecado y la muerte,
la inmoralidad, corrupción, violencia, el odio y la impureza.
Forma tu trono en cada corazón y enséñanos a regresar a Ti. También rezamos por los
pobres, los necesitados, las víctimas del hambre, la guerra, los desastres naturales, el
divorcio, el aborto, los problemas familiares. Por aquellos que sufren desempleo,
depresión, racismo, drogas, alcohol, vicios, homosexualidad, abuso sexual y otros
problemas. Ellos son nuestros hermanos y hermanas, ayudales Señor por favor.
Rezamos por los líderes de las naciones, por toda la gente en los gobiernos para que
sean guiados pro el Espíritu Santo. Rezamos por los enfermos, especialmente aquellos
a nuestro alrededor, por quienes tu quieres que intercedamos. Rezamos por aquellos
que no tienen a nadie que rece por ellos.
INVOCACIÓN INICIAL
R. Amén.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal dela Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Nos ponemos en Presencia de Dios y para que la oración llegue al cielo, pedimos
humildemente perdón al señor por nuestras faltas.
Te pedimos Espíritu Santo, que nos inundes con tu amor y te hagas presente en
nuestros corazones al rezar este hermoso Rosario a María.
Amén
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de
la carne y la vida eterna.
Amén
PÉSAME
Amén
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
3 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
Envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una joven
prometida a un hombre de la estirpe de David, llamado José. La joven se llamaba
María, a quien saludó diciendo “Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor está
contigo”
Para que al ver a Jesús recién nacido, recordemos que El es Dios a quien debemos
adorar.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas
las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén
Unos días después María se puso en camino, a un pueblo de Judea; entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un
salto en su vientre. Llena del Espíritu Santo, dijo Isabel a voz en grito:
Para que no olvidemos que Jesús es Dios, pero también hombre de vedad, con
nuestras mismas pobrezas y debilidades, menos con el pecado.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas
las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén
Por un decreto del emperador Augusto, que imponía un censo en el Imperio, todos
iban a inscribirse, cada cual a su pueblo. También José, subió desde Nazareth, a la
ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba
encinta. Estando allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz al Hijo, lo envolvió en
pañales y lo recostó en un pesebre.-
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas
las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén
Cuando llegó el tiempo, conforme a la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para
presentarlo al Señor en el Templo .Vivía entonces en Jerusalén Simeón, hombre honrado y
piadoso, que aguardaba el consuelo de que no moriría sin ver al Mesías del Señor.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas
las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén
Sus padres, subieron al templo en Jerusalén, según la costumbre. Al volver, notaron la ausencia
del Niño Jesús que se había quedado sin que ellos lo supieran.
María y José, creyendo que iba en la caravana, se pusieron a buscarlo entre los
parientes y conocidos. Al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres
días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros y doctores.
Por todos los que celebramos la Navidad con derroches y desórdenes, sin
honrar a Jesucristo, para que la celebremos como quiere Jesús.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del
mal.
Amén
10 AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte.
Amén
GLORIA
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén
JACULATORIA
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas
las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Amén
1. Señor Jesús, Palabra Eterna, que al venir al mundo, anunciaste la alegría a la tierra,
alegra nuestros corazones con la alegría de tu visita.
2. Reconciliador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de
Dios-Padre a sus promesas, haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de
nuestro bautismo.
3. Rey del cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los hombres,
conserva en tus paz nuestras vidas y que haya paz en nuestro país y en todo el
mundo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
4. Hijo de Santa María, que quisiste serte Hijo de Mujer, concédenos descubrir que
María es también nuestra Madre y ayúdanos a amarla con la ternura filial de tu
corazón.
Oración
Señor Jesús,
Tú eres amor y vida.
Has querido nacer como todos nacemos, de una mujer.
De esta forma has bendecido a la familia.
Haz que cada familia se convierta
en verdadero santuario de vida y amor.
Haz que tu gracia guíe
los pensamientos y las obras de los esposos,
hacia el bien de sus familias.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia
un fuerte apoyo para su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que los niños sean esa semilla de esperanza en la familia
y asi, con nuestro amor renueve su inocencia.
Haz que el amor santificado por la gracia del matrimonio,
se demuestre mas fuerte que cualquier debilidad
y cualquier crisis.
Amén
3 AVEMARÍA :
1- Bendícenos oh María, hija del Eterno Padre, no permitas que ofendamos a Dios con
pensamientos, en tus manos ponemos nuestra fe para que la aumentes.
Dios te salve María, hija de Dios Padre, llena eres de Gracia, el Señor es contigo,
bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
2. Bendícenos oh María, Madre del Eterno Hijo, no permitas que ofendamos a Dios
con palabras, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes.
Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, llena eres de Gracia, el Señor es contigo,
bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
3- Bendícenos oh María, esposa del Espíritu Santo, no permitas que ofendamos a Dios
con obras y deseos, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames,
nuestras almas para que las salves y nuestras necesidades para que las remedies.
Dios te salve María, esposa del Espíritu Santo, llena eres de Gracia, el Señor es
contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Dios te salve María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin
la culpa original.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios
te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y
llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre
Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
ORACIONES FINALES
Dirijamos hoy nuestra oración con especial cariño a nuestra padre San José,
para que como custodio de la Familia de Nazaret nos muestre bondadoso el
rostro del Niño Jesús. Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen
María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo
Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre
también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia,
misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.