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El 

árbol de la vida 

el árbol de la ciencia del bien y 
del mal
Menciones de ambos árboles en Gen 2‐3
El árbol de la vida aparece al comienzo y al final del 
relato: Gen 2,9; 3,22.24.

El árbol del conocimiento del bien y del mal: Gen 
2,9; 2,17; de forma implícita en 3,1‐12 (3). 17.

Juntos solo en 2,9. Razón: en los relatos populares solo se 


mencionan los personajes y elementos indispensables 
para el progreso de la acción (*).

El árbol que está en el centro del jardín: en Gen 2,9 es 
el árbol de la vida, mientras que en Gen 3,3 parece ser el 
árbol del conocimiento del bien y del mal.
(*) “Ley de la economía”: los relatos populares utilizan siempre el 
mínimo de personajes y de elementos en el desarrollo de la acción. 

Solo se mencionan los elementos indispensables para el progreso de 
la acción; los demás se dejan hasta que son necesarios.

Los dos árboles aparecen solo juntos en 2,9.

En 3,1‐6, el árbol de la ciencia del bien y del 
mal.

Al final del relato, el árbol de la vida en 
3,22.24.
“El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos 
de ver y buenos de comer; además, el árbol de la vida en mitad del 
jardín y el árbol de conocer el bien y el mal” (Gen 2,9).

“La mujer contestó a la 
serpiente: ¡No! 
Podemos comer de 
todos los árboles del 
jardín; solamente del 
árbol que está en 
medio del jardín nos ha 
prohibido Dios comer o 
tocarlo, bajo pena de 
muerte” (Gen 3,2‐3).
¿Qué árbol está en el medio del jardín en 
Gen 2‐3?
Solución: “cadena de términos coordinados interrumpida” (A. 
Michel, 1997). Varios elementos coordinados pueden ser 
interrumpidos por otro elemento, p.e. una especificación 
circunstancia.

En hebreo (prosa), el sintagma más breve (“el árbol de la vida”) 
precede al más largo (“el árbol del conocimiento del bien y del 
mal”), y la especificación local (“en medio del jardín”) sigue al 
sintagma más breve. Así también en: 1 Sam 7,3; Gen 1,16.  

‐ Ambos árboles están en medio del jardín.
‐ Dios ha creado muchos árboles, pero ha situado a dos 
en el centro.
La presencia de dos 
árboles ha llevado a 
identificar dos relatos 
distintos en el Gen 2‐3.

Sin embargo, a la luz de 
la explicación anterior, 
desde el punto de vista 
gramatical y del estilo, 
NO es necesario 
defender dos fuentes o 
redacciones.
Las tradiciones míticas conocidas 
y la iconografía existente sólo 
exigen un árbol, el de la vida
Poema de Gilgamesh, rey de Uruk
«Gilgamesh, viniste aquí, penando y esforzándote. ¿Qué te entregaré para 
que regreses a tu tierra con honor? (Te) revelaré, oh Gilgamesh, una cosa 
oculta, y un secreto de los dioses te diré: Hay una planta, como el 
cambrón es su… Sus espinas pincharán tus manos como la rosa. Si tus 
manos obtienen la planta, serás joven de nuevo».
En cuanto Gilgamesh oyó esto, abrió la cañería, ató piedras pesadas a 
sus pies. Le bajaron a lo profundo y vio la planta. Cogió la 
planta, aunque pinchó sus manos. Cortó las piedras pesadas de sus pies y 
el mar lo lanzó a la orilla. Gilgamesh habló a Urshanabi, el barquero, 
diciendo: «Urshanabi, esta planta es una planta contra la decadencia, 
por la que un hombre puede reconquistar el aliento de su vida. La llevaré 
a la amurallada Uruk, haré que un anciano la coma para probarla. El 
nombre de la planta es “El Hombre se hace Joven en la Senectud”.
Entonces, yo mismo (la) comeré y así volveré al estado de mi juventud».
Después de veinte leguas se detuvieron para comer, después de treinta 
leguas se prepararon para pasar la noche. Gilgamesh vio un pozo cuya 
agua era fresca. Bajó a bañarse en el agua. Una serpiente olfateó la 
fragancia de la planta; salió del agua y arrebató la planta. Al retirarse 
mudó de piel».
Al principio se dice que 
sólo el árbol de la vida 
está en mitad del jardín
(2,9), que es como debería 
ser.

Pero luego la mujer sitúa allí también 
al árbol del conocimiento del 
bien y del mal, cuando responde a 
la pregunta de la serpiente (3,3). 
Del árbol de la ciencia del bien y del mal es del que les han 
prohibido comer y del que sin embargo comen, 
impresionados por su capacidad de conferir una sabiduría en 
cierto aspecto propia de la divinidad (3,6.22).
Las palabras finales de Yahveh Elohim (3,22) y la 
descripción de la expulsión (3,24) podrían 
interpretarse como si todavía no hubiesen comido del 
árbol de la vida, aunque no se les había prohibido. 

Pero es más probable, que para verse libres de la 
muerte tuviesen que comer de su fruto 
periódicamente (como en el poema de Gilgamesh). 

Una vez que se les negaba el acceso al árbol de la vida, 
más pronto o más tarde estaban condenados a morir. 
Cualquiera que sea la solución 
correcta, estos árboles especiales 
representan dos estadios 
intermedios entre las esferas 
divina y humana.
El árbol del 
conocimiento del bien y 
del mal representa una 
sabiduría que, aunque 
claramente divina, lleva 
a las miserias de la 
condición humana y 
ocasionalmente a la 
muerte.
El árbol del la vida
equivale a la inmunidad 
de la muerte que, 
paradójicamente, está 
fuera del alcance 
humano cuando lucha 
por conseguir una 
sabiduría llena de 
mortal ambigüedad. 
Si el razonamiento 
anterior es correcto, la 
lógica narrativa del 
relato requiere los dos 
árboles 

y no es necesario 
postular la 
intervención bastante 
inepta de un editor 
posterior.
Gen 3: el pecado como violación de la 
hospitalidad de Dios

El hombre y la mujer pretenden "hacerse como Dios” y 
transformar, por lo tanto, el  don de Dios en el objeto de 
su ambiciosa pretensión y autónoma conquista.

Pretendiendo adueñarse, con las propias fuerzas, de 
la llave de todo saber y poder—y aún del mágico 
secreto de la felicidad—representada por el fruto del 
árbol del conocimiento del bien y del mal.
Reflexión sobre el pecado en Gen 3: 
Dios saca al ’adam del ‘éden y lo 
abandona a la ’adamah
1) Perturbación de las relaciones interhumanas: en 2,25 la
desnudez no les causa problema; en cambio, en 3,7.10 se
esconden. Implica que existe un profundo sentido de culpa.

Hombre y mujer huyen de sí mismos. Advierten su desnuden


como señal de desconfianza recíproca y como una fragilidad
peligrosa: pueden engañarse recíprocamente. Para defenderse se
esconden uno de otro (cf. Gen 3,7).

Por otra parte, la solidaridad entre hombre y mujer queda


maltrecha por el pecado y la acusación del hombre hacia la mujer.
Insolidaridad que se usa para disculparse: Gen 2,23 y
3,11-12.
2) El miedo a Dios es signo de un trastorno en las relaciones con su
creador: 3,10s.

3) Queda rota la solidaridad con la naturaleza: el hombre la


trabajará con dolor y fatiga; mientras que la mujer sufrirá los dolores
del parto.
En contraste con Gen 2,15: “… lo dejó en el jardín para que lo labrase
y cuidase”.

Ruptura del plan divino, a causa del pecado

- La fatiga y el dolor no se deben a Dios.


- NO es Dios quien los ha creado. Surgen de la desobediencia de la humanidad.
- Diferencia con las epopeyas orientales: el mal es producto de los dioses.
La paz con Dios se ha roto el ser humano queda en una
situación de desgracia de la que por sí mismo no puede salir.

Consecuencias del primer pecado: crea una situación objetiva que


desde el punto de vista del hombre es irreparable.

No obstante, Dios no abandona al hombre después del pecado, sino


que sigue cuidando de él (cf. Gen 3,14ss.21).

Historia de mal y gracia a partir de Gen 2-3


A partir del primer pecado, con la correspondiente pérdida por parte del
hombre del estado de amistad con Dios y felicidad, continúa la historia de
pecado y de muerte:
 Caín (Gen 4,8), y en todos sus descendientes (4,17ss).
 El pecado va dominando así la historia, hasta llegar a ser general en el
mundo (cf. Gen 6,5ss).
 Queda siempre de todas formas un pequeño resto, a partir del cual
puede volver a empezar la historia de los hombres después de la
destrucción que ellos mismos han provocado con el pecado (cf. Gen
6,8ss; 9,18ss, historia de Noé).
 No obstante, el pecado vuelve nuevamente a dominar a los hombres: el
orgullo no desaparece (cf. Gen 11,1-9, construcción de la torre de Babel).
 En la historia de los patriarcas el pecado sigue existiendo. Sin embargo, a
partir de Abraham da comienzo una historia de bendición, contrapunto
de la del pecado y la maldad humana.

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