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El crecimiento de una sumisa

El crecimiento de una sumisa es como todo en la vida, no se da de la noche a la mañana y es a base de esfuerzo, entrega
y dedicación, esto principalmente de la sumisa pero también del AM@. Es un camino emprendido por ambos donde el
objetivo de la sumisa complacer en todo lo que en ella dependa a su AM@ y dentro de este proceso aprenderá lo que es
el respeto, la humildad y la obediencia.

En esta lectura clasificaremos el crecimiento de una sumisa en tres etapas:

Aspirante a sumisa

Sumisa

Esclava

Una aspirante a sumisa es aquella mujer que ya tiene definido su rol pero que un está en proceso de experimentar tanto
los límites de su mente y cuerpo como su sumisión, En esta fase se ira conociendo los conceptos básicos del BDSM y se
espera que la aspirante a sumisa adquiera la confianza necesaria para poder posteriormente entregarse como sumisa a
su AM@. Es recomendable en esta parte del proceso tener un tutor y no un AM@ como tal, eso le ayudara a que poco a
poco a familiarizarse con lo que es el respeto la entrega y la humildad. Un tutor es una persona dominante que te habrá
de ayudar a conocerse a ella misma, experimentar su sumisión e ir trasmitiéndole los conocimientos básicos del mundo
BDSM pero esto, de una manera adecuada para ella y sin esperar de por medio algún tipo de relación.

Por otro lado una sumisa es aquella con conocimientos básicos del BDSM, humilde, entregada, que esta 100 segura de
posición y del estilo de vida que a emprendido, esta plantada sobre bases firmes que son el conocimiento y control de si
misma, para de esa manera poder ofrecer a su AM@ todo lo que ella es sin restricción alguna. en esta fase se establecen
claramente los limites y gustos de la sumisa y se logra entender que su entrega es en cuerpo, mente y alma, que los
deseos de su AM@ son los suyos también. Aquí es donde la sumisa se adapta al gusto del AM@ y se educa de manera
que pueda satisfacer las necesidades de este. Esta es la más extensa ya que es donde la sumisa verdaderamente
entenderá lo que es el placer de la sumisión, conocerá y disfrutara del BSDM en todos sus aspectos y cuando la sumisa
logre un vasto conocimiento del BDSM, cuando comprenda que su objetivo es atender a su mi AM@ y que en el placer
del mismo habrá de encontrar el propio estará lista para pasar a la etapa de la esclavitud.

Hay sumisas que a menudo desean quedarse en esta fase y vivir como sumisas lo cual es totalmente respetable, pero
hay otras como lo es mí caso que pensamos que la culminación de tu aprendizaje como sumisa radica en la esclavitud.

Una esclava es aquella que ha logrado la máxima entrega de sumisión, tiene un vasto conocimiento sobre el BDSM y
logra entregar su mente, su cuerpo, su alma, sus límites y su voluntad entera al cuidado de su AM@, lo más importante
es reconocer que la sumisa ha aceptado por voluntad propia la esclavitud y la obligación de esta es única y
exclusivamente cuidar y atender a su AM@ pues entiende que ella será de ahora en adelante quien la cuidara por no
tanto no será necesario que ella lo haga (entiéndase como todas aquellas necesidades que el AM@ pueda cubrir). La
relación entre la Esclava y su Amo, es un auténtico y sólido Compromiso de Amor, asumido en forma consciente y clara,
en el cual la Esclava se entrega a su Amo en forma incondicional y El asume, entonces, plena responsabilidad sobre ella.
Es en esta fase manifiesta el verdadero placer de servir, y en lo personal creo que solo las personas de verdadera
naturaleza sumisa pueden llegar a ese grado de entrega.
Mi condición sumisa
Primero que nada se tiene que comenzar por conocer y entender lo que es ser una verdadera sumisa. Sumisa es aquella
mujer que se entrega voluntariamente a un AM@, y esta entrega involucra, cuerpo, mente y alma lo que significa que la
sumisa comparte todo lo que ella es para el uso y placer del mismo. Podría pensarse que una sumisa es una persona
falta de carácter y seguridad pero es totalmente lo contrario en verdad. Una sumisa necesita de un gran carácter para
despojarse de aquellos prejuicios sociales y una gran seguridad para poner en manos de otra persona su voluntad.
Por eso mismo La sumisión femenina es belleza. Si, pocas cosas pueden ser más bellas y hermosas que una mujer
sumisa. Una mujer sumisa es entonces una mujer virtuosa, una súper mujer, una mujer muy femenina. Por todo ello, la
sumisión femenina es belleza, la belleza que admiro y respeto.

Pero aclarando este punto ahora tenemos que decir lo que es la sumisión.

Sumisión NO es falta de autoestima. Toda sumisa debe estar consciente de lo hermoso y profundo que es su don,
valorarlo y amarlo. Además es importante el recordar que una de las principales características que tenemos como
sumisas es la de darnos al otro. ¿Cómo vamos a dar amor, respeto, entrega a nuestro(a) Dominante si no sabemos darlo
a nosotros mismos?

Sumisión NO es obedecer ciegamente a realizar algo que daña a los seres que amas, por supuesto que esto te incluye a ti
misma. Un Dominante verdadero siempre antepondrá el bienestar de su propiedad, y este bienestar incluye los aspectos
afectivos y familiares en tu vida. Así que ¡alerta! si un Dominante te ordena algo que va en contra de ti misma, de los
seres que amas ó en cualquier situación que te haga sentir mal contigo misma, no está anteponiendo tu bienestar, sería
conveniente que te sentaras a reflexionar si en verdad la parte consensual, sana y segura en tu relación se está llevando
a cabo.

Sumisión NO es sufrimiento. La sumisión es un gozo, es un placer, una necesidad de darse al otro, y ambos tanto la parte
Dominante como la sumisa reciben placer. No por esto estoy negando los momentos duros, las correcciones, disciplina y
castigos que se requieren en el entrenamiento dentro de una relación D/S. Pero siempre los momentos de gozo deben
de ser mayores a los momentos amargos.

Sumisión NO es una enfermedad mental que haya que curar (aunque muchos lo duden )

La sumisión no es sólo sexo. La sumisión no es que algo se pueda aprender. La sumisión es belleza. Es la belleza que
refleja el alma de una mujer sumisa

La sumisión no es sólo sexo, es sensualidad, es confianza, es comunicación, vulnerabilidad, cuidado, entrega y honradez.
La sumisión es saber quién soy y lo que deseo.

La sumisión no es ver la vida de color de rosa, la sumisión es también dolor. No hay crecimiento sin dolor. No hay
libertad sin lucha interior. No hay sensualidad sin derribo de las barreras que los años me han construido alrededor.

Sumisión NO tiene nada que ver con discriminación sexual, no se trata una cuestión en la que el Dominante aplasta al
sumiso del sexo contrario, se trata de una complementación, un ying y un yang.

Sumisión NO es permitir ser víctima de abuso ni físico, ni mental, ni emocional. Jamás debemos tratar de tapar ó
disculpar el abuso justificándolo a manera de una relación D/S, recuerden C. S. S (consensual, sano y seguro) son las
claves.

Sumisión NO es signo de inferioridad ó de incapacidad para resolver los problemas de la vida.


Sumisión NO es signo de debilidad. Es totalmente opuesto a esto, se necesita ser una persona

Muy valiente y muy fuerte para poder entregarse a los niveles que se dan en este estilo de vida.

Sumisión NO es convertirse en un cero a la izquierda. Una de las bases más importantes para una relación D/S es sin
duda alguna la comunicación, es sumamente necesario que haya mucho diálogo y confianza entre dominante y
sumisa(o).Por lo tanto siempre será importante lo que sientes, lo que esperas y deseas dentro de la relación, ya que aún
cuando el o la Dominante es quien toma las decisiones finales, es vital que ambos tengan un espacio para hablar de
manera libre y expresar cualquier cosa que pueda enriquecer la relación.

Pero la sumisión si es:

La sumisión es libertad. Es ser yo misma, sabiendo que MI AMO está allí para apoyarme si tengo dudas.

Es aprender a ser lo mejor que puedo ser. Es aprender a crecer, es aprender a dar.

La sumisión no es ver la vida de color de rosa, la sumisión es también dolor. No hay crecimiento sin dolor. No hay
libertad sin lucha interior. No hay sensualidad sin derribo de las barreras que los años me han construido alrededor.

La sumisión desafía la imaginación y enciende dentro algo cálido, un calor que me prepara para abrazar y esperar con
todas las fibras de mí ser.

La sumisión es una emoción, un hambre de Amor y entrega, satisfecha solamente por Mi AMO.

La sumisión es un regalo. El regalo de mi misma, de mi esencia, de mi compromiso emocional que fluye del origen al
destino y retorna para sentir la plenitud . Una emoción. Un regalo. Un ofrecimiento. El regalo del placer de un corazón a
otro. La sumisión es cálida, la sumisión es suave, la sumisión no tiene medida, no se puede cuantificar, sólo se puede
sentir... es una emoción.

La sumisión es como una cascada. Es constante, fluye imparablemente y como una cascada su fuente es un misterio.

La sumisión es una metáfora. Es luz en la oscuridad, es la caricia de un copo de nieve en mi hombro, el mecerse de las
flores en el viento, el olor del otoño en medio de la nada. La sumisión crece y me envuelve, tiene vida propia... es una
emoción.

La sumisión es la entrega a tus deseos.

La sumisión es una marca en el alma, de orgullo y honor.

La sumisión es el regalo de mi entrega y obediencia.

La sumisión es la aceptación del pacer

Después de establecer lo que es y no es la sumisión hay que tener en cuenta también que ser sumisa no es algo sencillo,
no es solamente obedecer y ya, es mucho más complejo que eso como ya lo hemos visto pero, también tenemos que
tomar en cuenta que dentro de las practicas BDSM hay aquellas que puede resultar un poco duras si es que no tienes el
suficiente conocimiento y confianza en ti misma.

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