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artículos

Implicancias del género


en la construcción
de la sexualidad adolescente
Susana Checa *

El análisis de las imposiciones familiares, culturales y sociales convoca a debatir

acerca de cómo cuidar la salud de los adolescentes y enseñarles cuáles son sus

derechos al respecto.

* Socióloga, docente de En este artículo se aborda el tema de la sexualidad adolescente


la Facultad de Ciencias desde la multiplicidad y complejidad de factores que la rodean.
Sociales de la Universidad En una primera parte se hace una breve referencia a esta
de Buenos Aires. Directora problemática como un campo en el que se entrelazan varios
de investigaciones sobre significados y en el que el imaginario de género adquiere una
salud sexual y reproductiva importancia relevante. El siguiente punto está destinado a in-
en Ubacyt, programa Vigía terpretar información sobre esta cuestión, así como a comen-
del Ministerio de Salud tar algunos hallazgos de investigaciones recientes realizadas
y Dirección General de con adolescentes de bajos recursos.
la Mujer. Miembro del Finalmente, una tercera parte está referida al tema de los
Foro por los Derechos derechos de los/las adolescentes y al debate aún no resuelto
Reproductivos. de la educación sexual en las escuelas y su incidencia en las
Co-coordinadora del políticas públicas destinadas a esta población.
Consorcio Nacional de
Derechos Reproductivos y Formación de identidad
Sexuales (Conders). La sexualidad y el cuerpo como cuerpo sexuado conforman
los ejes en los que confluyen aspectos que hacen a la vida
cotidiana de las personas. Refleja por tanto la diversidad y

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multiplicidad de formas en que se asume la ribetes de profunda significación vinculados
sexualidad atravesada por aspectos referidos tanto a las transformaciones de orden hor-
a la construcción de la identidad y la sub- monal que obran sobre el cuerpo, como a
jetividad, en las que inciden decisivamente los mandatos culturales de género, éticos y/o
factores como la pertenencia de género, religiosos que inciden sobre la asunción y las
familiares, culturales, sociales, éticos y psi- expresiones de la sexualidad. Las expectativas
cológicos, entre otros. acordes al género operan de manera decisiva
Como señala la mayor parte de la litera- en la iniciación sexual de los/las adolescentes.
tura que se ocupa del tema, la sexualidad Junto a los condicionamientos familiares,
es una construcción social con diversas los comportamientos más frecuentes están
manifestaciones modeladas por la cultura, definitivamente influenciados por el contexto
la etnia, el grupo etáreo y el sexo. espacial, histórico, económico y sociocultural
en el que se desenvuelven (Checa, 2003).
La sexualidad sólo existe a través de sus formas Durante esta etapa, la definición de la
sociales y su organización social. Además, las identidad sexual y la ubicación de género
fuerzas que configuran y modelan las posi- son claves en el desarrollo de esta franja
bilidades eróticas del cuerpo varían de una etaria expresadas en estereotipos tradicio-
sociedad a otra, [...] la sexualidad es algo que nales asignados a los distintos géneros.1
la sociedad produce de manera compleja. Es Si bien estos estereotipos han experimen-
un resultado de distintas prácticas sociales que tado cambios en las últimas décadas, aún
dan significado a las actividades humanas, de se mantienen modelos asentados en las
definiciones sociales y autodefiniciones, de lu- culturas occidentales y patriarcales con
chas entre quienes tienen el poder para definir rasgos históricos en el imaginario femeni-
y reglamentar contra quienes se resisten. La no y masculino. En estas se adjudican al
sexualidad no es un hecho dado, es un produc- varón valores inherentes a una sexualidad
to de negociación, lucha y acción humanas. activa, independiente y heterosexual, con
(Weeks, 1998) un inicio temprano de las relaciones sexua-
les, instancia en la que el ejercicio del sexo
En el caso de la etapa de vida de las personas supone el pasaje a la etapa adulta y madura.
caracterizada como adolescencia la sexualidad La noción de virilidad se impone cultural y
cobra crucial importancia ya que, a lo largo socialmente desde los mandatos familiares
de la misma, la experiencia sexual adquiere y de pares, en los que los valores fundamen-

En la adolescencia, la experiencia sexual adquiere

significación en relación con mandatos culturales

de género, étnicos y/o religiosos.


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tales se centran en la capacidad de procrear la potencialidad reproductiva que implica la
y ser sostén económico de la familia.2 menarquia. Esto se expresa en el descono-
En el caso de los varones las expectativas y cimiento que tienen muchas adolescentes
presiones de su entorno les exigen cumplir –sobre las relaciones sexuales– por el que
con estos requerimientos para ajustarse a los crean mitos referidos a que un embarazo no
patrones de género esperados. Por el contra- es posible en las primeras relaciones sexua-
rio, en las mujeres, la expectativa se centra les. Inclusive la mención de la menstruación
en una sexualidad deserotizada y organizada oculta su naturalidad con denominaciones
para la procreación. Para Lagarde (1994), en confusas y vinculadas con la enfermedad:
las mujeres la sexualidad está escindida entre “me enfermé”; “me indispuse”.
la procreación y la experiencia sexual: “sobre En la adolescencia existen diversas fuen-
ella se erigen la maternidad y el erotismo tes de información e incorporación de pau-
como complejas construcciones históricas. tas de comportamiento que de manera alter-
Es una sexualidad escindida que antagoniza nativa o confluyente se potencian u oponen:
y descalifica en su autonomía a la materni- la familia, las instituciones educativas y los
dad y al erotismo. Los presenta naturalmente pares son las más significativas, con valores
unidos al subsumir al erotismo estigmatiza- muchas veces contrapuestos que generan,
do, en la maternidad magnificada”. en múltiples casos, fuertes ambivalencias.
Desde la infancia, las mujeres están pre- En el campo de la sexualidad, los y las
figuradas para la procreación, los cuidados adolescentes enfrentan diversos obstáculos
maternales y la satisfacción de los deseos como son la estigmatización familiar y social
sexuales y requerimientos masculinos. Para sobre su ejercicio, las relaciones de género y
ellas el ingreso a la adolescencia está mar- las dificultades para tramitar con el varón los
cado, junto a las transformaciones sobre su cuidados anticonceptivos, la escasa promo-
cuerpo, por la aparición de la menarca. La ción de los derechos sexuales y reproducti-
menstruación irrumpe en sus vidas con una vos, la discriminación por edad, género y
compleja carga en el nivel físico y emocional orientación sexual, la falta de oportunidades
debida, en parte, a que muchas adolescentes de educación y trabajo, así como las prácticas
tienen desconocimiento sobre el origen y re- institucionales violentas de disciplinamiento
gularidad del ciclo menstrual atribuyéndole y represión. Estos factores conforman un
contenidos vergonzantes coincidentes con entramado que ubica a esta población –espe-
el imaginario social. La familia y el entorno cialmente a los más carenciados– como uno
social le otorgan un particular significado de los grupos de alta vulnerabilidad.
cuando califican dicha situación con apelati- Desde las políticas públicas puede afirmar-
vos que le imponen de manera drástica una se que existe una particular desatención de
ruptura inevitable con la infancia: “ya sos la problemática adolescente expresada en los
una señorita” (Faur, 2003). En muchos secto- discontinuos e insuficientes programas de
res sociales esta afirmación está vacía de con- prevención en educación sexual a cargo de
tenido ya que no la vinculan explícitamente a efectores públicos de educación y salud. Esto

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da lugar a circuitos de información alternativa en 5 años– tiene fuerte incidencia entre las
que pueden derivar en situaciones de riesgo adolescentes (14,6% entre 10 y 19 años) y res-
para la salud de los/las adolescentes tales ponde, por un lado, a la falta de acceso a servi-
como embarazos involuntarios, abortos rea- cios de salud y educación que les permitan el
lizados en malas condiciones sanitarias, con- control de su cuerpo y su sexualidad y, por otro
tagios de infecciones de transmisión sexual lado, a implicancias en la subjetividad de las
(its), virus de inmunodeficiencia humana adolescentes que no son especialmente consi-
(vih) / síndrome de inmunodeficiencia ad- deradas. También las muertes maternas pre-
quirida (sida) o maternidades forzadas. sentan índices alarmantes: en 2003, el 11,5%
de estas correspondió a mujeres entre 10 y 19
La salud sexual y reproductiva años; de ellas, el 20% fue como consecuencia
Los trabajos que analizan la sexualidad ado- de abortos (Ministerio de Salud y Ambiente de
lescente coinciden en considerarla como una la Nación, diciembre de 2004).
construcción social, cultural y simbólica y des- La exclusión social y económica, que desde
tacan la significación que tiene la identidad de casi tres décadas repercute en el conjunto de
género como un factor que incidirá decisiva- la sociedad, adquiere mayor gravedad entre
mente en su futura vida adulta. los adolescentes, haciéndolos más vulnera-
bles. En la Argentina, el 20% de la población
La sexualidad rebasa al cuerpo y al individuo: es está comprendida entre los 10 y los 19 años
un complejo de fenómenos bio-socio-culturales (más de 6 millones) y el 88,4% reside en
que incluye a los individuos, a los grupos, y a áreas urbanas (Ministerio de Salud y Am-
las relaciones sociales, a las instituciones, y a biente de la Nación, 2000). Los niños y ado-
las concepciones del mundo –sistemas de re- lescentes (menores de 18 años) bajo la línea
presentaciones, simbolismo, subjetividad, éticas de pobreza constituían el 67,9% en junio de
diversas, lenguajes–, y, desde luego, el poder; [...] 2002; de ellos, el 33,9% era indigente (Uni-
en este sentido la sexualidad es un atributo de los cef, 2002). También un indicador relevante
sujetos, de la sociedad y de las culturas, de sus son los adolescentes que se encuentran al
relaciones sociales, sus estructuras, sus institu- margen de actividades que les permitan una
ciones, y de sus esferas de vida. (Lagarde, 1997) futura inserción como ciudadanos autóno-
mos y les posibiliten su integración social,
Varias de las investigaciones sobre sexuali- como el estudio y/o el trabajo. Información
dad adolescente3 dan cuenta de la disociación proveniente de la Encuesta Permanente de
existente entre conocimiento/información y Hogares (eph) y del Instituto Nacional de
prácticas anticonceptivas regulares y seguras, Estadísticas y Censo (Indec) señala que en
disociación que tiene serias consecuencias so- mayo de 2001, de los adolescentes entre
bre la salud y la sexualidad de esta población. 13 y 17 años que habitaban grandes áreas
El preocupante aumento de los egresos hos- urbanas del país, el 8,6% no estaba inserto
pitalarios por aborto para el conjunto de las en el sistema educativo y la mitad aproxima-
mujeres en edad fértil –cerca del 50% tan sólo damente tampoco trabajaba (Unicef, 2001).

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El 11,5% de las muertes maternas correspondió

en 2003 a mujeres de 10 a 19 años; de ellas,

el 20 % fue consecuencia de abortos.

Las crisis colectiva y subjetiva individual vincias. Mientras que en la ciudad de Buenos
que caracterizan la adolescencia confluyen y Aires el 6% de los partos pertenece a adoles-
se condicionan mutuamente. Al estar fuera centes, en provincias como Chaco asciende
de su alcance la inserción en estructuras al 23%; Jujuy, Salta y la Rioja se ubican todas
educativas o laborales, se ven privados de por arriba del promedio nacional entre el 15
anclajes y guías continentes necesarios para y el 20%. Inclusive en la ciudad de Buenos
la construcción de su subjetividad (Efrón, Aires se asiste a esta fuerte heterogeneidad,
1996). En esta situación predominan las ya que el promedio del 6% es superado en
conductas impulsivas apoyadas en estereoti- las áreas de mayores índices de pobreza con
pos de género naturalizados. Entre ellas, el promedios entre el 8 y el 9%.
ejercicio de la sexualidad sin considerar las El embarazo y la maternidad precoz
consecuencias para sí mismos y para los otros afectan principalmente a las jóvenes más
encuentra su expresión en la salud de los/las vulnerables: las adolescentes embarazadas
adolescentes. Basta mencionar temas como o madres tienen menor instrucción y mayor
el embarazo en la adolescencia, el aborto y el participación en la actividad económica que
vih-sida u otras its. las no embarazadas o sin hijos (Indec, 1996).
El embarazo es uno de los problemas de Otro riesgo grave en esta etapa es el conta-
este grupo etario ya que es alto comparado gio del vih-sida, que tiene alta incidencia en
con el nivel general de fecundidad del país, los menores de 25 años. La Organización
caracterizado como de fecundidad modera- Mundial de la Salud (oms) señala que el
da entre los países de la región. La informa- vih-sida se expande rápidamente entre las
ción proporcionada por el Ministerio de Sa- mujeres de 15 a 24 años que, en promedio,
lud y Ambiente de la Nación indica que en se contagian de 5 a 10 años más jóvenes que
2001 la tasa de fecundidad adolescente (15 a los varones.
19 años) era de 59,70%. La relación egresos Una investigación en curso sobre sexua-
por parto y aborto en esta misma franja y lidad en adolescentes varones y mujeres
período fue de 6,53%. de sectores populares (en el marco del
A escala nacional, en el año 2003 aproxima- Programa Vigía) abordó la problemática de
damente el 14% de los partos correspondió a la sexualidad en aquellos que viven en una
menores de 20 años. Este promedio esconde, villa de la zona sur de la ciudad de Buenos
sin embargo, una fuerte heterogeneidad se- Aires con elevados índices de pobreza, y
gún el nivel de desarrollo de las distintas pro- focalizó su objetivo en examinar las acti-

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tudes y comportamientos de adolescentes generalmente a familias más estructuradas
de ambos sexos, entre 12 y 19 años, con (familia tipo); varios de ellos son inmigrantes
respecto al imaginario construido sobre de países limítrofes. En el otro extremo,4
la sexualidad, las prácticas sexuales y los algunos adolescentes de familias altamente
cuidados preventivos en su ejercicio. Para desestructuradas y, según los relatos de los
ello, con la aplicación de instrumentos entrevistados/as, con complejos modos de
cualitativos, indagó sobre los conocimien- conformación, no estudian ni trabajan y
tos, percepciones, representaciones y es- muchos de ellos se encuentran al margen
tereotipos de género que, al momento del de las inserciones institucionales del lugar
análisis, se traducen en comportamientos (escuelas, parroquias, clubes de jóvenes,
diferenciales en el ejercicio de la sexua- comedores comunitarios, etc.). La mayoría
lidad: algunos/as desarrollan conductas consume bebidas alcohólicas y drogas, a
preventivas mediante la anticoncepción las que tienen fácil acceso; las relaciones
para evitar embarazos no programados y sexuales, circunstanciales o no, son ma-
protegerse de infecciones de transmisión yoritariamente desprotegidas; inclusive en
sexual –vih-sida–, unas/os optan por la esta pequeña muestra relatan que ellos o su
maternidad y/o paternidad ya sea volunta- entorno de pares han contraído el vih-sida
rias o no, y otras abortan. u otras infecciones de origen sexual. Viven
Mediante una tipología que clasificó a los/ fundamentalmente situaciones de mucha
las adolescentes estudiados en una escala de violencia entre pares o con la policía y con
integración-exclusión, algunos de los hallaz- frecuencia pasan algunos períodos presos.
gos establecieron que, en un medio de altas Estas/os adolescentes, aunque tengan
carencias compartidas por los habitantes de esporádicamente alguna inserción laboral,
esta villa, un número de adolescentes está institucional o social, manifiestan conductas
integrado y tiene proyectos de vida que inclu- de riesgo vinculadas a la droga o a la delin-
yen estudios y/o trabajo, posponen el inicio cuencia, que los ubican en el grupo más
de su vida sexual hasta pasados los 16 años vulnerable. Entre las mujeres, varias de ellas
y los ya iniciados consultan sobre sexualidad ya son madres o están embarazadas a partir
y prevén embarazos involuntarios. Si bien de los 13 o 14 años, pero según sus propios
toman alcohol durante los fines de semana, la testimonios, la maternidad o el embarazo les
mayoría no ha probado drogas y teme sus con- cambia sus hábitos y son particularmente
secuencias. Estos/as adolescentes pertenecen cuidadosas con sus hijos.

Hay una fuerte disociación entre las normas legales

sobre salud y derechos sexuales y reproductivos

de los adolescentes y su implementación.


188 I Anales de la educación común
Este proyecto propuso generar en esta po- de salud sexual y reproductiva, tendientes a
blación una estrategia comunicacional como prevenir el embarazo no deseado y las enfer-
forma de involucrar a los y las adolescentes medades de transmisión sexual”.
en el cuidado preventivo de su sexualidad La Ley nacional N° 25.673 de Salud sexual
mediante mensajes producidos por ellos y procreación responsable –sancionada en
mismos y difundidos por una radio comu- 2002 y que crea el programa nacional que
nitaria de la villa y entre pares. la implementa– es el marco legal impres-
cindible para ejercer los derechos de varones
Derechos sexuales y reproductivos y mujeres a la salud sexual y reproductiva.
En el país existe un conjunto de normativas Mediante la información y el abastecimiento
legales orientado a atender la salud y los de insumos anticonceptivos, las personas
derechos sexuales y reproductivos de la po- pueden decidir de manera autónoma e in-
blación adolescente. Sin embargo, hay una formada tener o no hijos, cuántos y con qué
fuerte disociación entre lo escrito en dichas intervalo intergenésico adecuado. Uno de los
normativas y su implementación. La Ley N° puntos que mayor controversia generó fue el
418 de Salud reproductiva y procreación res- relativo a los adolescentes: mientras que la
ponsable, promulgada en el año 2000 en la Iglesia y los sectores conservadores postula-
ciudad de Buenos Aires, consolida el marco ron que los adolescentes no podían recibir
legal para el programa y permite replantear asesoramiento y métodos anticonceptivos
sus objetivos y estrategias. En relación con sin la autorización de los padres, la ley, con el
la población adolescente, entre sus objetivos aval de instituciones de salud, educativas y de
señala: “Otorgar prioridad a la atención de gran parte de la sociedad civil, impulsó que
la salud reproductiva de las/os adolescentes, se apoye a los adolescentes para concurrir a
en especial a la prevención del embarazo estos servicios aun sin sus padres o tutores
adolescente y la asistencia de la adolescente como un derecho incluido en la ley.
embarazada”. Entre las acciones propone Además, cabe recordar que la Argentina
otorgar información completa y adecua- es signataria de dos de los instrumentos
da y asesoramiento personalizado sobre internacionales: por un lado, la Convención
métodos anticonceptivos, su efectividad y sobre la Eliminación de todas las formas de
contraindicaciones, así como su correcta Discriminación contra la Mujer (Cedaw)
utilización para cada caso particular. aprobada por la Asamblea General de la
Desde 1999, la Ley N° 114 por los De- onu de 19795 y que en el país tiene carácter
rechos de niñas, niños y adolescentes, en constitucional desde 1994. Este tratado, en
el artículo 23, propone la protección de la su artículo 16 inciso e, establece los dere-
salud. Para garantizar el disfrute del nivel chos sexuales y reproductivos e indica el
más alto de salud, el gobierno debe adoptar “acceso a la información, la educación y los
medidas para “desarrollar la atención sani- medios que les permitan ejercer estos dere-
taria preventiva, la orientación al grupo fa- chos”. Por otro lado, la Convención Inter-
miliar conviviente, la educación en materia nacional de los Derechos del Niño (cidn),

Adolescencia y juventud I 189


sancionada en la Asamblea General de las En otro de sus puntos se convoca a los go-
Naciones Unidas en noviembre de 1989. Es biernos y a la sociedad civil en su conjunto
oportuno señalar que la cidn es el primer tra- a generar acciones positivas para la atención
tado internacional que reconoce los derechos de esta población:
reproductivos de los y las adolescentes: en el
artículo 24 inciso 2F establece la necesidad de Se exhorta a los gobiernos a que, en colabora-
“desarrollar la atención sanitaria preventiva, la ción con las organizaciones no gubernamenta-
orientación a los padres y la educación y servi- les, atiendan las necesidades especiales de los
cios en materia de planificación de la familia” adolescentes y establezcan programas apropia-
(Checa, 2003; Faur, 2003). Desde la reforma dos para responder a ellas. Estos programas
constitucional de 1994 esta convención tiene deben incluir mecanismos de apoyo para la
jerarquía constitucional en el país.6 enseñanza y orientación de los adolescentes
Por otra parte, la Argentina es signataria y en las esferas de las relaciones y la igualdad
ha suscripto las plataformas de acción de dos entre los sexos, la violencia contra los ado-
conferencias internacionales: la Conferen- lescentes, la conducta sexual responsable, la
cia Internacional de Población y Desarrollo planificación responsable de la familia, la vida
(cipd) realizada en 1994 en El Cairo, y la familiar, la salud reproductiva, las enferme-
Conferencia sobre la Mujer, realizada en Bei- dades de transmisión sexual, la infección por
jing en 1995, que explícitamente se expiden el vih y la prevención del sida (punto 7.47).7
sobre la necesidad de proteger la salud sexual Deberían establecerse programas para la pre-
y reproductiva de los y las adolescentes. vención y tratamiento de los casos de abuso
La plataforma de acción de El Cairo, en su sexual e incesto, así como otros servicios de
punto e, párrafo 7.41, señala: salud reproductiva.

Hasta ahora los servicios de salud reproducti- ¿Qué pasa en las escuelas?
va existentes han descuidado en gran parte las Un tema polémico en el país es el de la edu-
necesidades en esta esfera de los adolescentes cación sexual en las escuelas. Para abordar
como grupo. La respuesta de las sociedades a adecuadamente la problemática de la salud
las crecientes necesidades de salud reproduc- sexual y reproductiva de los adolescentes
tiva de los adolescentes debería basarse en urge que en los establecimientos educativos
información que ayude a estos a alcanzar el la educación sexual sea incorporada a la currí-
grado de madurez necesario para adoptar de- cula escolar. Si bien la ley nacional prevé que
cisiones en forma responsable. En particular se brinde educación sexual en las escuelas,
debería facilitarse a los adolescentes informa- no obliga a las instituciones privadas o confe-
ción y servicios que les ayudaran a compren- sionales a incluirla –planteo que fue llevado
der su sexualidad y a protegerse contra los adelante por la Iglesia católica y contemplado
embarazos no deseados, las enfermedades de en la ley–, en las instituciones educativas
transmisión sexual y el riesgo subsiguiente de públicas no se la aplica y en la mayoría de
infecundidad. las provincias no se dicta ninguna materia en

190 I Anales de la educación común


La educación sexual que se brinde a niños

y adolescentes es un tema crucial para prevenir

preocupantes problemas de salud.

relación con la educación sexual, a pesar de La educación sexual que se brinde a


ser una demanda sentida de manera amplia niños y adolescentes es un tema crucial
y generalizada en la sociedad. porque, en el marco de la difusión de los
Uno de los proyectos de ley de la ciudad derechos reproductivos, contribuye de
de Buenos Aires, presentado a la legislatura manera sustantiva a prevenir los preocu-
en el año 2004, propone que la educación pantes problemas de salud de esta franja
sexual sea materia obligatoria en las escue- poblacional. Problemas que se manifiestan
las porteñas desde el nivel inicial. Esta pro- en embarazos precoces e involuntarios; en
puesta, aprobada en la Comisión de Educa- abortos provocados que, realizados en la
ción de la legislatura, tuvo su contrapartida clandestinidad, ocasionan muerte o infer-
en otro proyecto de ley presentado por un tilidad; en enfermedades físicas y psíquicas
sector más conservador. Mientras que el pri- o en infecciones de transmisión sexual,
mero establece que la educación sexual debe entre las que el vih y el sida causan es-
impartirse desde el preescolar y deben de- tragos y son motivo de discriminación. De
terminarse los lineamientos, la otra iniciati- allí la necesidad de brindar una educación
va considera que debe darse desde 7° egb y sexual integral, con perspectiva de género,
que en la elaboración de sus contenidos, las basada en la defensa de los derechos a la
escuelas deben participar y consensuar con información y a la atención oportuna, en
los padres. El proyecto no logró la mayoría las prestaciones de calidad y en el respeto
necesaria en la legislatura de manera que por la confidencialidad y la privacidad tan
en 2005 se presenta nuevamente. necesarias en esta etapa vital.

Notas
1
Nos referimos al género como la categoría analítica referida a la simbolización y
construcción de lo que es propio de los varones y lo que es de las mujeres. Constituye
un cuerpo de ideas, representaciones, prácticas y normativas sociales internalizadas
en los individuos. Es así un elemento básico de la cultura. Si bien se asienta en la
diferencia biológica, la asignación cultural y social de una identidad sexual es más
importante que la carga cromosónica, genética y hormonal. Algunas definiciones
del concepto de género ponen el acento en la dimensión simbólica que otorga la
cultura (Lamas, 2002). Otras enfatizan la desigualdad de poder que se asienta sobre
esta construcción cultural. Pero todas las definiciones coinciden en que el género

Adolescencia y juventud I 191


involucra construcción de identidades en el terreno simbólico en el orden social y que
se manifiesta en relaciones sociales jerarquizadas destacando su aspecto relacional.
2
Según Infesta Domínguez (2002) la noción de virilidad desarrollada por Gilmore
aparece con fuerza en el discurso adolescente como aquel atributo que marca la
diferencia básica entre varones y mujeres.
3
Investigación “Sexualidad en la adolescencia: un estudio de las representaciones y prácticas
sexuales en la villa 20 de la ciudad de Buenos Aires”. Ubacyt 2004-05. Proyecto Prevención
y Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva con adolescentes en un barrio de escasos
recursos. Programa Vigía, Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación. 2004-05. Ambos
en ejecución. [Ver Geldstein y Pantelides, 2001; Zamberlín, 2003].
4
Fue muy difícil lograr estas entrevistas ya que los/las adolescentes que integran este
grupo de mayor riesgo encuentran menor disponibilidad para ser entrevistados por su
misma inserción social marginal.
5
En el artículo 10 inciso h de la Cedaw se establece: “Acceso al material informativo
específico que contribuya a asegurar la salud y el bienestar de la familia, incluida la
información y el asesoramiento sobre la planificación de la familia”. La Cedaw fue
incorporada a la Constitución nacional en 1994.
6
La República Argentina sancionó la Convención sobre los Derechos del Niño como
Ley nacional No 23.849 en 1990 y la incorporó al artículo 75 inciso 22 en la reforma
constitucional de 1994.
7
En el Programa de Acción de la cidp de El Cairo, en los puntos 7.41; 7.45 al 7.47 y en
la Plataforma de Beijing, los puntos 83 1; 106m; 107 e-g; 108 k, 108 l; 267; 281 e-g, son
los más específicos.

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