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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
COORDINACIÓN GENERAL DE PREGRADO
COORDINACIÓN DE PROYECTO DE CARRERA: CIENCIAS FISCALES
UNIDAD CURRICULAR: VALORACIÓN ADUANERA II
SECCIÓN: 01

PROCESO DE EXPORTACIÓN EN VENEZUELA Y


APLICACIÓN DEL CONTROL DE CAMBIO

AUTORES: AMARISTA, ANNGELINE 27.334.154


COVA, FABIANA 28.162.805
GONZÁLEZ, JOSÉ 26.939.682
PEDROZA, DAVIANA 26.582.363

DOCENTE: ABILIO ROMERO.

PUERTO ORDAZ, 17 DE JULIO DEL 2020.


Desde el inicio del comercio, las poblaciones realizaban intercambios de ciertos bienes por
medio del trueque, lo cual les permitía acceder a productos que no poseían dentro del sitio
donde vivían. Actualmente, en el comercio internacional bajo este mismo principio, se
desarrolló lo que hoy se conoce como importaciones y exportaciones.

Cuando nos referimos a la exportación, se puede considerar como la operación comercial


consistente en el envío de bienes o servicios fuera del territorio nacional. Dicha operación en
Venezuela, está sujeta a una serie de disposiciones legales y controles tributarios que
permiten llevar este proceso de manera concreta y transparente. Todo proceso de exportación
está integrado fundamentalmente por tres momentos, los cuales son: el antes, el durante, y el
después, por lo tanto, es indispensable saber claramente que se debe hacer en cada uno de
estos momentos, para garantizar un eficiente desarrollo en el transcurso del proceso.

En primer lugar, antes de aventurarse en el mundo de las exportaciones y para lograr que la
empresa tenga éxito en el exterior a largo plazo, se deben tomar en cuenta ciertos criterios,
que están fundamentados en la teoría de las cinco (5) C de la exportación, las cuales consisten
en: el Costo, que se refiere a establecer los precios óptimos para poder competir con la oferta
internacional; la Calidad, premisa de que la misma debe ser superior, uniforme en todos los
envíos y constante, garantizando siempre la satisfacción de la necesidad del consumidor; la
Cantidad, la cual hace referencia a poder satisfacer todas las cantidades demandadas, y no
sólo una parte, pues la empresa debe ser consciente de la potencialidad de producción del
bien que está exportando; la Continuidad, que tiene que ver con prever la existencia de
stocks y mantener los pedidos satisfechos con la mayor celeridad y eficacia posible; y la
Conducta, es decir, la responsabilidad empresarial, honestidad comercial y vocación de
servicio, que se verán reflejados en el plan de internacionalización de la empresa.

Así mismo, existen otros aspectos o variables que deben ser considerados por la empresa,
antes de iniciarse en este proceso, porque influyen directamente en el éxito que esta pueda
tener en la actividad de comercio. Primero tenemos el mercadeo internacional, y con esto nos
referimos a que la empresa debe hacer una investigación no solo del marketing para el diseño
y ejecución de estrategias enfocadas en que el producto local satisfaga las necesidades del
consumidor que se encuentra en un mercado externo, sino también de las condiciones que
afectan el proceso de exportación del producto que se va a comercializar, donde entra lo que
es la negociación, que incluyen todo lo que son las técnicas (determinar estrategias, planes y
objetivos) y términos (la utilización de las INCOTEMRS, que son las bases para las
negociaciones internacionales).

En este sentido, también se debe realizar una investigación en cuanto al tema de aduanas,
pues a través de estas es que se realizará gran parte del proceso, y ella va a determinar las
condiciones legales con las que debe contar el producto para salir de la aduana de partida o
ingresar al país de importación, y aquí se abarca a su vez temas como la legislación, que son
las bases legales que sustentan todo este proceso; la valoración, la cual dará la base imponible
sobre la que se aplican los tributos que se generen durante el proceso, destacando que en
Venezuela, la base imponible aplicable a las exportaciones es cero; la nomenclatura, la cual
determina las características del producto en cuanto a su merceología, para poder darle un
numeral arancelario que permite unificar los criterios de una mercancía; y la tramitación, que
abarca todas las formalidades administrativas que deben cumplirse para que se pueda llevar a
cabo sin inconvenientes el proceso de exportación.

Es importante también, que la empresa exportadora tenga pleno conocimiento acerca de los
diferentes tipos de trasportes que puede utilizar para este proceso, buscando el más
conveniente para el logro de sus objetivos; entre sus opciones se encuentran el Bill of Lading
(B/L) o conocimiento de embarque vía marítima, el Air Way Bill (AWB) o conocimiento de
embarque vía aérea y la vía de encomienda o terrestre. De manera que también se debe tener
claro que se puede contar con un seguro, para garantizar la integridad de la mercancía (lo cual
no es obligatorio, pero si recomendable), y por ultimo considerar todos los medios de pagos
existentes para la cancelación de los servicios prestados por la empresa exportadora. Así, una
vez tomado en cuenta todos estos aspectos, la empresa puede dar el paso y salir a nuevos
mercados, más allá de sus fronteras locales, aunque para esto debe prepararse.

Dicha preparación, desde el punto de vista documental, se debe realizar mediante unas series
de trámites preliminares, realizados con ayuda de un agente aduanal, para así colocar
legalmente a la empresa en condiciones de exportar. El Agente de Aduanas debe manejar
conocimientos sobre técnicas arancelarias y técnicas de valoración, fundamentándose en el
artículo 54 de la Ley Orgánica de Aduanas (2020).

El primer paso de los trámites preliminares, es inscribir a la empresa en el portal de


SIDUNEA. El Sistema Aduanero Automatizado (SIDUNEA) es una herramienta informática
para el control y administración de la gestión aduanera en Venezuela.
En segundo lugar, se debe registrar a la empresa en el Comando Antidrogas de la Guardia
Nacional de la respectiva Aduana donde se realizará el proceso de exportación. Se procede a
efectuar este registro por ser una exigencia demandada por muchos países, y que Venezuela,
por estar situado en un punto crítico de tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas,
todas sus exportaciones están condicionadas a una inspección de drogas al momento de salir
la mercancía.

Seguido a esto, se determina la clasificación arancelaria de la mercancía que se va a exportar,


a través del agente aduanal en conjunto con la empresa. Cabe destacar, que dicha
determinación debe ser ejecutado de una manera meticulosa, ya que existen mercancías que
pueden confundirse con su clasificación o que no contienen códigos arancelarios. Por lo
tanto, en caso de no estar seguros de la clasificación o del código de la mercancía, se puede
solicitar en las oficinas de Aduanas del SENIAT, consultas de clasificación arancelaria.

Este procedimiento es muy importante, porque a fin de cuentas, la correcta identificación de


la partida arancelaria que ampara la mercancía que se desea exportar, permite en procesos
futuros, determinar el régimen legal obligatorio al que está sujeto dicha mercancía. Es decir, a
través de la clasificación arancelaria, se puede determinar si la mercancía es procedente a una
exportación o no, con la utilización del Arancel de Aduanas venezolano.

Lo que conlleva al siguiente paso, que es la identificación del régimen legal para las
exportaciones a través del artículo 21 del Arancel de Aduanas, identificados por una
nomenclatura de 21 dígitos. El Régimen Legal se refiere al conjunto de leyes y normativas al
que debe someterse al momento de exportar, como por ejemplo, el inscribirse, registrarse y
tramitar los permisos o certificados en los distintos organismos competentes a lo que está
condicionada la mercancía.

En algunos casos, se exigirá la tramitación de calificación de origen del producto, para así
obtener la declaración jurada o certificado de origen. Esto solo procede cuando existe un
acuerdo comercial de preferencia arancelaria establecido o confirmado con el país donde se
realizará la exportación. El certificado de origen consiste en un documento formal cuya
función es determinar el país en el cual ha sido fabricada la mercancía. No se debe confundir
entre país de origen con la procedencia o país desde donde ha sido enviada la mercancía. Este
certificado sirve para acreditar el origen de la mercancía que pretende entrar en un país.
Una vez culminado el cumplimiento de todos estos trámites, se da inicio al proceso “durante”
de la exportación, que de manera general se realiza de la siguiente forma: la mercancía sale
de la fábrica y por medio de un transporte doméstico llega a la aduana, de allí se traslada al
lugar de salida de la mercancía, para luego llegar al lugar de destino, donde se realiza el
mismo procedimiento pero de manera inversa, es decir, la mercancía pasa por la aduana meta
donde se realizarán las formalidades y/o gestiones correspondientes para verificar su ingreso,
para después ser llevada en un trasporte domestico hacia el país o destino final. Cabe
mencionar que el lugar de salida y de destino (puertos, pistas aéreas, etc.) dependerá de cuál
sea el método de trasporte utilizado para realizar la exportación (vía marítima, aérea o
terrestre), además, es importante tomar en cuenta que se deben repartir los costes logísticos
entre el vendedor y el comprador en una operación de exportación.

Ahora, para que se pueda realizar una exportación sin inconveniente alguno, existen unos
requisitos o documentos con los que la mercancía debe contar en su viaje o travesía, entre los
cuales se encuentran: el Registro de Información Fiscal (RIF) actualizado; el poder notariado;
el Registro Mercantil o Acta Constitutiva, en caso de poseerla; conocimiento de la vía de
transporte utilizado, para presentar junto con la factura la declaración previa; la factura
original de los productos; el Oficio Antidroga que debió ser registrado previamente en el
Comando Antidrogas correspondiente; un acta de fumigación, en el caso que se amerite; una
copia de cédula del representante legal, y por último, la empresa debe estar inscrita en el
Sistema Aduanero Automatizado (SIDUNEA)

Al momento en que se concreta la exportación y se cumpla con todos los requisitos y normas
mencionadas anteriormente, se procede a la realización de unos trámites que son posteriores
al proceso de exportación, para así cumplir con el cierre de este proceso. Dichos trámites
consisten en la obligación que tiene la empresa una vez que se realice la exportación, donde
radica la responsabilidad de vender el 20% de sus divisas al Banco Central de Venezuela
(BCV), quien a su vez, le pagará al exportador de acuerdo a la tasa de cambio del día, según
lo que dicte dicho BCV. El usuario exportador deberá cumplir con este trámite a través de los
operadores cambiarios autorizados en un plazo no mayor de cinco (5) días hábiles no
bancarios; esta es una normativa a la cual están sujetas las empresas que originen ingresos
pagaderos en divisas, establecido en el artículo 19 de la Providencia Nº 014.

Para la demostración de la venta de divisas el exportador deberá enviar al portal web del
CENCOEX los siguientes documentos: La planilla correspondiente a la Venta de Divisas
obtenida a través del mismo portal CENCOEX; Las facturas comerciales definitivas, las
cuales deben estar expresadas en moneda extranjera; El contrato, acuerdo o convenio donde
conste la exportación, la obligación y condiciones de pago de la misma, cuando corresponda;
Carta de Instrucción dirigida al Operador Cambiario Autorizado para que proceda a la Venta
de las Divisas; Original y copia de los mensajes SWIFT, es decir, los códigos o series
alfanuméricas que sirven para identificar al Banco receptor cuando se realiza una
transferencia internacional correspondiente a la venta de divisas.

Esta serie de trámites se realiza para registrar la declaración de exportación realizada, donde
el respectivo portal genera el comprobante, asegurando que la exportación y la obligación de
venta de divisas al BCV fueron realizadas. El CENCOEX (Centro Nacional de Comercio
Exterior) es el instituto de control cambiario y el encargado de la administración de divisas
oficiales en nuestro país.

Es necesario destacar, que esta normativa de vender un porcentaje de divisas al BCV, desde
aproximadamente un año, no se ha llevado a la práctica en su totalidad por los exportadores
sujetos a ellas, ya que en años anteriores, como en el año 2018, se habían generado una serie
de quejas por parte de los mismos. Por ejemplo, la Asociación Venezolana de Exportadores
(AVEX) manifestó que esta normativa era un inconveniente, debido a que no se
le garantizaba la venta a una tasa de cambio competitiva que genere como contrapartida unos
Bolívares acordes con la inflación local; por ello exigen que se fije de acuerdo a un
mecanismo igual o similar al que se viene aplicando actualmente en el DICOM, el cual a su
juicio carece de la necesaria transparencia y arroja una tasa muy distante de los valores
imperantes en el mercado.

El proceso de exportación es de suma importancia en nuestro país porque constituye una


fuente de ingresos adicional con respecto a la demanda interna. Es decir; permite colocar los
productos excedentes en el resto del mundo, obteniendo importantes ingresos para el país.
Esta capacidad exportadora es fuente de empleo formal para muchas personas cuyas familias
tienen acceso a mejores condiciones de vida. Venezuela para el año 2019 se encontraba en el
puesto 58 de 191 países del ranking de exportaciones con respecto al producto interno bruto y
ocupa el puesto número cinco en la economía total de América Latina.

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