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Todos sabemos que cuando comemos carne cruda podemos ponernos enfermos. A la
hora de preparar la comida tenemos que tener cuidado de no mezclar con algún alimento
que pudiera estar contaminándonos la comida que preparamos.
Nuestro medio ambiente lamentablemente cada vez está más contaminado, por lo que de
esta forma se explica el aumento de la contaminación cruzada.
Este caso es muy común y se puede dar en cualquier hogar o restaurante. A continuación,
se muestran ejemplos muy cotidianos:
Mezclar alimentos entre sí. Por ejemplo, cuando mezclamos en una ensalada
productos crudos y cocinados.
El goteo de la sangre procedente de la carne cruda sobre un alimento procesado.
El goteo de los líquidos de la carne descongelándose en el interior de la nevera
sobre otros alimentos.
Este caso se da cuando los microorganismos o los patógenos llegan de un alimento a otro
a través de la manipulación, utensilios de trabajo y superficies donde se está llevando el
proceso de manipulación. En qué casos puede darse la contaminación cruzada indirecta:
No lavarnos las manos a la hora de manipular otro tipo de alimento es una de las
situaciones más comunes ya que, los microorganismos siguen permaneciendo en
nuestras manos.
Cortar con el mismo cuchillo la carne cruda y luego la lechuga.
Trocear el pescado crudo, limpiar la tabla con un papel de cocina y después partir
queso.
Cortar algún alimento crudo y a continuación, dividir en porciones una pizza sin
limpiar el cuchillo en profundidad.
Contaminación cruzada en la celiaquía
Los celíacos son especialmente sensibles a la contaminación cruzada. Cualquier alimento
que tomen que haya estado en contacto con trigo, avena, cebada o centeno puede
provocarles una intoxicación, y eso es difícil de garantizar, porque muchos alimentos,
como el helado, a pesar de no estar preparados con ninguno de estos cereales, pueden
haber estado en contacto con ellos a través de los recipientes, por ejemplo.
Los restaurantes aptos para celíacos deben pasar estrictos controles de seguridad
alimentaria que verifiquen toda la cadena de suministro de un alimento para asegurar que
el producto final no ha sufrido contaminación cruzada en ninguno de los pasos, desde la
elección de las materias primas hasta el momento de servir la comida.
Aunque se han producido muchos avances con respecto a evitar la contaminación cruzada
en estos casos, todavía se producen casos de intoxicación en celíacos por no seguir
protocolos correctos.
Incluso puede pasar, también en el caso del gluten, que simplemente una minúscula
cantidad de sustancia vaya a parar, llevada por el aire, a un alimento que será consumido,
aunque esas cantidades tan minúsculas acostumbren a ser inocuas.
Los restaurantes están obligados a proporcionar información sobre posibles alérgenos que
pueden haber estado en contacto con la comida que sirven, en cualquiera de los pasos de
la cadena de suministro.
Microbianas: Son causadas por bacterias o virus que estaban en los alimentos
contaminados. Dentro de esta categoría destacan salmonella sp y la escherichia
coli.
Parasitarias: Están provocadas por organismos protozoarios que ponen huevos en
los alimentos mal cocidos y que después son ingeridos por las personas. Los
huevos hacen sus funciones vitales y pueden provocar enfermedades como tenias
o toxoplasmosis.
Virales: Provocadas por virus que estaban dentro del alimento dirigido. Dentro de
estas categoría encontramos enfermedades como el norovirus o la hepatitis A.
Intoxicaciones alimentarias: Están provocadas por la presencia de elementos
químicos en el alimento digerido. Se produce principalmente por el exceso de
agro-químicos en el suelo.
Toxi-infecciones: provocada por toxinas segregadas por un organismo patógeno
durante el desarrollo en el organismo del consumidor. Muchos cereales, arroces y
nueces tienen bacterias, como la de Clostridium perfringens y Staphylococcus
aureus que provocan esto.
El caso de Dinner
Esto pasó en 2014 al chef británico Heston Blumenthal. Fue en su restaurante Dinner,
situado en el Hotel Mandarin Oriental de la capital británica, con dos estrellas Michelin. A
causa de un norovirus, las autoridades sanitarias inspeccionaron el local y, por raro que
pueda parecer en un restaurante que prepara platos de hasta 42 libras, detectaron que se
había producido contaminación cruzada por un insuficiente lavado de manos en el
personal, tal como recogió “The Guardian” con los informes que habían reportado las
autoridades sanitarias.
Lavarse bien las manos después de ir al baño, después de manipular carne, cruda o
vegetales sin lavar y sin desinfectar, y sobretodo antes de comer alimentos.
Evitar usar tablas de madera para picar, es mejor usar tablas de plástico pero si la
tenemos de madera entonces la limpiaremos bien y posteriormente con cloro.
Usar trapos de cocina distintos, uno para lavar y otro para secar.
Lavar y secar todos los utensilios, trapos y superficies que entren en contacto con
alimentos crudos, y aún más si van a estar en contacto con la comida ya preparada
que vamos a comer.
Cuando guardes carne cruda o verduras sin lavar, hazlo en los cajones inferiores.
Guarda los alimentos en bolsas con cierre.