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Volumen 6, Capítulo

1
Principales enfermedades infecciosas:
Mensajes clave de Prioridades para el control
de enfermedades, tercera edición
King ­K. Holmes, Stefano Bertozzi, Barry ­R. Bloom, Prabhat
Jha, Hellen Gelband, Lisa ­M. DeMaria y Susan Horton

INTRODUCCIÓN
mundo contra las principales infecciones para las cuales
Las enfermedades infecciosas fueron responsables de la hubiera vacunas y campañas globales para el control del
carga global más grande de muerte prematura y disca- paludismo y las enfermedades d ­ iarreicas. El Reglamento
pacidad hasta finales del siglo veinte, cuando esta dis- Sanitario Internacional de la Organización Mundial de
tinción pasó a las enfermedades no ­ transmisibles. la Salud (OMS) representa un acuerdo clave entre 196
Durante los siglos precedentes, pandemias globales de países para implementar mediciones y medidas para
enfermedades infecciosas tales como la viruela, el cólera detectar y controlar brotes de enfermedades infecciosas
y la influenza amenazaron periódicamente la supervi- y prevenir pandemias (Asamblea Mundial de la
vencia de poblaciones ­enteras. Al menos desde la última Salud, ­2005).
parte del siglo diecinueve, mejores condiciones de vida Entre 1970 y 2010 la mortalidad global en menores de
(como un mejor saneamiento y el suministro de agua cinco años se redujo en casi dos tercios (de 14% a 5%)
entubada), particularmente en países de ingreso alto (Norheim y ­cols. ­2015). En 1980, la viruela, responsable
(PIA), comenzaron a impulsar el descenso de la carga de 300 millones a 500 millones de muertes en el siglo
de las enfermedades ­infecciosas. veinte, se declaró como la primera enfermedad erradi-
Para mediados del siglo veinte, el acceso a vacunas cada del planeta tras una campaña global de inmuniza-
seguras, eficaces y accesibles y la disponibilidad cre- ción conducida por la ­OMS. El poliovirus salvaje ha sido
ciente de antibióticos habían reducido aún más el peso eliminado de casi todos los países, con excepción de
de las enfermedades infecciosas en los ­PIA. Pero no fue Afganistán, Nigeria y Pakistán, y actualmente es el obje-
hasta la segunda mitad del siglo que esfuerzos de gran tivo de un importante programa de ­erradicación.
escala comenzaron a mejorar el control de las enferme- La reducción de las enfermedades prevenibles por
dades infecciosas en países de ingreso bajo y mediano vacuna ha contribuido al reconocimiento del potencial
(PIBM), donde la carga de estos padecimientos era más que tiene su uso para prevenir otras enfermedades
fuerte y muy ­diversa. Estos esfuerzos incluyeron un infecciosas, como el virus de inmunodeficiencia
compromiso global para inmunizar a los niños del humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida

Autor correspondiente: King ­K. Holmes, Departamentos de Salud Mundial y Medicina, Universidad de Washington, Seattle, Washington, Estados Unidos; ­kkh@uw.edu.

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(VIH/sida), la tuberculosis (TB), el paludismo, la hepa- importante consiste en romper la cadena de t­ransmisión.
titis C, y otras enfermedades tropicales desatendidas El incremento global en bacterias resistentes a los antibió-
­(ETD). Las hepatitis B y C incrementan sustancial- ticos incluye un pequeño pero creciente número que son
mente el riesgo de muerte por cirrosis y cáncer de resistentes a la mayor parte o prácticamente a todos los
­hígado. El efecto de la hepatitis viral es s­ ignificativo. En antimicrobianos ­disponibles.
un estudio reciente, Stanaway y colaboradores (2015) Se ha hecho un progreso espectacular en reducir la
encontraron que la hepatitis viral condujo a un esti- mortalidad por la mayoría de las enfermedades infec-
mado de ­0,9 millones de muertes en 1990 (incluyendo ciosas (cuadro ­1.1). Por ejemplo, en países de bajos
muertes causadas por hepatitis en casos de cirrosis y ingresos (PIB), de 2000 a 2010, el número de muertes
cáncer de ­hígado). Más aún, esta cifra ha ido incremen- antes de los 70 años por VIH/sida, TB y paludismo se
tando rápidamente —a cerca de ­1,5 millones de muer- redujo en 46%, 35% y 36%, respectivamente (Norheim
tes en 2013—, pese al hecho de que la hepatitis B es una y ­cols. ­2015). En países de otros grupos de ingreso
enfermedad prevenible por vacuna y tanto esta como también se registró un progreso r­ ápido. Sin embargo,
las heptatitis B y C son ­tratables. el cuadro ­1.1 muestra también que, si las tasas de
Las enfermedades virales pandémicas emergentes se muerte de 2010 se mantienen, en 2030 morirán toda-
mantienen como una amenaza constante, muchas de ellas vía cerca de ­5,1 millones de personas por estas tres
introducidas en la población humana por el contacto con causas, así como por otras enfermedades transmisi-
­animales. Las más recientes de estas infecciones incluyen el bles, muchas de las cuales se concentran en los ­PIBM.
SRAS (síndrome respiratorio agudo severo), el MERS En contraste, la mortalidad en los PIA por estas con-
(síndrome respiratorio de Oriente Medio, por sus siglas en diciones (excepto por VIH/sida) será relativamente
inglés), y los virus del Ébola y Zika (Madhav y c­ ols. 2018), pequeña, aunque grandes pandemias por otros pató-
así como las siempre presentes influenza y c­ hikungunya. genos no se pueden p ­ redecir. Por lo tanto, las enfer-
En comparación con los antibióticos para el tratamiento medades infecciosas permanecerán como una amenaza
de infecciones bacterianas, se han desarrollado relativa- importante para la humanidad, especialmente en los
mente pocos antivirales para tratar estas infecciones PIBM, que requerirá vigilancia, seguimiento y n ­ uevas
virales ­
­ emergentes. Por lo tanto, la intervención más intervenciones de todo ­tipo.

Cuadro ­1.1  Mortalidad proyectada para 2030 y tendencias a 10 años para infecciones seleccionadas,
por grupo de ingreso de país
Muertes Cambio Muertes Cambio Muertes Cambio Muertes Cambio Muertes
en 2030 (% por en 2030 (% por en 2030 (% por en 2030 (% por en 2030
(millones) década)a (millones) década)a (millones) década)a (millones) década)a (millones)
Causa Ingreso bajo Ingreso mediano bajo Ingreso mediano alto Ingreso alto Globalc
VIH/sida ­0,92 −46 ­0,76 0 ­0,41 17 < ­0,01 — ­2,10
Tuberculosis ­0,32 −35 ­0,65 −43 ­0,14 −52 < ­0,01 — ­1,12
Paludismo ­0,37 −36 ­0,33 −28 ­0,02 — < ­0,01 — ­0,73
Otras
enfermedades
contagiosasb ­0,35 −23 ­0,59 −15 ­0,14 −30 ­0,05 — ­1,13
Todas las
causas ­8,62 −24 ­18,11 −16 ­11,60 −23 ­3,00 −16 ­41,33
Fuente: Norheim y ­cols. ­2015.
Nota: — = no disponible; VIH/sida = virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia ­adquirida. El cuadro estima el número de muertes antes de los 70 años
(edad de 0 a 69 años) que ocurrirían en 2030 si la tasa de cambio (porcentaje por década) durante 2000-10 continuara para tasas de muerte estandarizadas para las personas
menores de 70 años en cada grupo de ingreso por país (según la clasificación del Banco M­ undial).
a. “Cambio (% por década)” = cambio en porcentaje durante 2­ 000-10.
b. “Otras enfermedades contagiosas” coincide en su mayor parte con otras condiciones infecciosas cubiertas en este volumen (tales como hepatitis, infecciones de transmisión
sexual y enfermedades tropicales desatendidas) pero no completamente para todas las enfermedades (por ejemplo, ­meningitis).
c. Los totales globales son por la suma de cada una de las cuatro r­ egiones.

188 Principales enfermedades infecciosas


ABORDAJES PARA EL CONTROL DE LAS diagnóstico y tratamiento del VIH, la TB y la hepatitis
ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN EL ­viral. Los pacientes que son atendidos en clínicas de ITS,
así como sus parejas sexuales, están en un riesgo alto de
SIGLO VEINTIUNO tener otras ITS, como infección por ­VIH. Por lo tanto, la
Las vacunas y los tratamientos curativos para algunas de integración de pruebas, atención y evaluación de parejas
las principales enfermedades infecciosas han existido sexuales para VIH en todos los establecimientos clínicos
por ­décadas. Muchos de ellos son relativamente baratos de ITS ofrece oportunidades para manejar eficiente-
y altamente costo-efectivos, pero subutilizados debido a mente este conjunto de i­nfecciones. Algunos grupos
los costos y la falta de acceso atribuibles a sistemas de poblacionales que ya reciben por norma servicios espe-
salud ­deficientes. Los medicamentos y las vacunas nue- cializados (como las mujeres embarazadas) pueden
vas continuarán siendo los pilares en la prevención y el recibir atención ­­adicional. Esta puede incluir tamizaje
tratamiento de las infecciones, pero el suministro de esas para VIH y sífilis (véase el capítulo 6 de este volumen,
intervenciones será el factor crítico para reducir la carga John-Stewart y ­cols. ­2017).
de la ­infección. La integración de los servicios de atención a la salud
Para algunas infecciones seleccionadas, el fin último a este nivel requiere planeación ­estratégica. Por ejem-
es su ­erradicación. A la fecha, solo dos e­nfermedades plo, la integración del diagnóstico y manejo de VIH y
— la viruela en humanos y la peste bovina en ganado TB debe realizarse de forma que se garantice la seguri-
y otros rumiantes— han sido e­ rradicadas. Se persigue dad: las clínicas llenas de gente y con largos periodos
la eliminación de la polio, el pian y la d ­ racunculosis. de espera crean la oportunidad perfecta para la trans-
Es un objetivo más distante, pero alcanzable, para el misión de TB de alguien con TB activa a un paciente
paludismo (Shretta y ­cols. ­2017). Otro puñado de inmunosuprimido con ­VIH. Las intervenciones pobla-
­infecciones —como el sarampión, la parotiditis, la cionales pueden centrarse no solo en aquellas que son
rubéola, la filariasis linfática y la c­ isticercosis— son financiadas principalmente por el sector salud, como
candidatas a su eliminación por las características de el incremento en la inmunización y el tratamiento,
la enfermedad o los medios disponibles para su con- sino también incluir otras relacionadas con los secto-
trol (CDC ­1993). Las enfermedades infecciosas que res agrícola o de infraestructura (financiadas por los
persistan requieren un esfuerzo continuo para el desa- ministerios correspondientes, no el de salud), tales
rrollo de nuevos medicamentos y vacunas para el como:
tratamiento y la prevención, así como estrategias que
permitan la aplicación de esos tratamientos más efi- • Mejorar el acceso al saneamiento, agua limpia e
cazmente en todo el ­planeta. A pesar del desarrollo de ­higiene.
nuevos fármacos para combatir las enfermedades • Reducir el crecimiento y hacinamiento ­poblacional.
infecciosas, la resistencia antimicrobiana amenaza con • Reducir el contacto cotidiano con ­animales.
eliminar muchas de las herramientas de nuestro arse- • Transformar los ambientes que sustentan a vectores
nal terapéutico ­actual. de patógenos ­importantes.

Una prioridad multisectorial relacionada es la


Control de infecciones: Focalización e integración de prevención de la resistencia antimicrobiana mediante
servicios especializados el desarrollo, la disponibilidad y el uso de diagnósti-
La focalización en localidades y poblaciones con las tasas cos accesibles que guíen el uso apropiado de
más altas de transmisión se está utilizando para mejorar ­antimicrobianos en humanos, al mismo tiempo que
el control del ­VIH/sida. La emergencia continua de nue- se establecen políticas para prevenir su uso no
vas pandemias, como el Ébola, será atendida con enfo- ­terapéutico como promotores de crecimiento en el
ques dirigidos ­similares. Sin embargo, para las infecciones ­ganado.
actuales de alta prevalencia en los PIBM —como TB,
hepatitis, infecciones de transmisión sexual (ITS), palu-
dismo, tifoidea y otras enfermedades febriles— el futuro La importancia del diagnóstico diferencial rápido
descansa en mejorar e integrar servicios desde el primer en el control de infecciones
nivel de atención y hacia la parte superior de la cadena Incluso para enfermedades infecciosas que requieran
hasta los niveles más altos de cuidado ­hospitalario. servicios especializados, muchas infecciones pueden
La alta incidencia de comorbilidades —como TB y ser diagnosticadas o previstas en el primer nivel de
hepatitis viral en personas inmunocomprometidas con atención u hospital de primer nivel y a continuación
infección por VIH— requiere de la integración del referidas a un hospital de segundo o tercer ­ nivel.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 189
Muchas enfermedades infecciosas son causadas por Brindamos estimaciones actualizadas de la costo-
patógenos que pueden ser l­etales. Esto hace que el efectividad de los principales conjuntos de intervenciones,
diagnóstico diferencial —basado en parte en la valora- reconociendo que hay grandes vacíos de conocimiento
ción de síntomas, manifestaciones clínicas, examen respecto de la economía de muchas condiciones en los
físico, historial médico, historia de exposiciones, edad ­PIBM. Para concluir, delineamos estrategias futuras rele-
y género, pruebas de laboratorio, si las hay, y disponi- vantes para el progreso continuo contra estas principales
bilidad del tratamiento— sea la clave para el control enfermedades ­infecciosas.
poblacional de la infección (Burnett y ­cols. ­2016).
La adopción generalizada de pruebas rápidas para el
diagnóstico del paludismo es un ejemplo de un instru- PRINCIPALES ENFERMEDADES INFECCIOSAS
mento fácil de usar que ha mejorado notablemente el EN ESTE VOLUMEN
tratamiento de la enfermedad en muchos ­lugares. Para el
VIH, la hepatitis C, la influenza y la sífilis existen pruebas VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual
rápidas para los puntos de atención, pero para algunas El VIH/sida, la peor pandemia humana desde la epide-
otras infecciones aún están en ­desarrollo. Además la mia de influenza de 1918, ha provocado más de 25 millo-
microbiología convencional está siendo transformada nes de muertes desde que fue identificado inicialmente
por las pruebas moleculares, que podrían estar disponi- en 1981 y ha golpeado con la mayor fuerza en el África
bles dentro de esta misma década incluso en los ­PIB. Una ­subsahariana. Sin embargo, la marea está comenzando a
serie de artículos ilustra el efecto significativo del entre- retroceder al intensificarse el tratamiento antirretroví-
namiento en el diagnóstico (en Uganda) y la gestión rico (TAR) —que extiende la expectativa de vida— y las
integral de enfermedades infecciosas (Imani y ­cols. 2015; intervenciones preventivas.
Weaver y ­cols. ­2014). Los medicamentos antirretrovíricos actualmente
Este volumen se centra en las principales enfermeda- están disponibles en la mayoría de las localidades y son
des infecciosas comunes en los PIBM, particularmente muy accesibles, con un costo de USD 315 por persona
entre adultos (véase el recuadro ­1.1). A diferencia de la por ­año (ONUSIDA, 2015). Mundialmente, 17 millo-
mayor parte de las infecciones graves que predominan nes de personas con VIH reciben estos medicamentos
en la infancia, muchas de estas son infecciones cróni- prolongadores de vida, número impresionante si se
cas persistentes (incluyendo aquellas contraídas desde considera que solo ­2,2 millones los recibían en ­2005.
­niños). La perspectiva hace énfasis en lo que ha cam- Sin embargo, este número se queda todavía muy corto
biado desde la primera edición de Prioridades para el en relación con el objetivo del Programa Conjunto de
control de enfermedades en los países en desarrollo, de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) de
­1993. Primero revisamos las intervenciones principales tratar a las 37 millones de personas que viven actual-
para enfermedades infecciosas prioritarias tales como el mente con ­VIH. El número de estimado de muertes
VIH/sida, otras ITS, la TB, el paludismo y otros padeci- anualmente por VIH/sida ha descendido de 2 millones
mientos febriles, la hepatitis, y las E­ TD. Luego aborda- en 2005 a 1­ ,1 millones en 2015, la cifra más baja desde
mos los problemas transversales de la resistencia 1998 (ONUSIDA 2015, 2016). Sin embargo, el sida
­antimicrobiana. todavía clasifica como la sexta causa global de muerte,
y es la primera en el África ­subsahariana.
Con base en el progreso alcanzado, ONUSIDA ha
Recuadro ­1.1 establecido dos metas importantes: a) una reducción
del 75% en nuevas infecciones por VIH para 2030 (en
comparación con 2010), y b) el logro exitoso de la
Tema del volumen: El control de las campaña 90-90-90 de ONUSIDA, que busca lograr que
enfermedades infecciosas 90% de las personas que viven con VIH sepan que lo
tienen, 90% de las que están diagnosticadas reciban
Esta volumen se centra en el control de las prin- tratamiento y 90% de quienes reciben tratamiento
cipales enfermedades infecciosas. El control de logren tener una carga viral indetectable (supresión
las enfermedades infecciosas involucra no solo ­viral). Adicionalmente, ONUSIDA busca eliminar la
la prevención de la transmisión y difusión de las transmisión madre-hijo tanto del VIH como de la
enfermedades infecciosas en los niveles pobla- sífilis. Actualmente tenemos las herramientas para
­
cional e individual, sino también su tratamiento alcanzar estos objetivos, incluso a pesar de los retos
eficaz y la cura en los ­individuos. que persisten, como la necesidad de una vacuna para la
prevención del VIH (como las tenemos para prevenir

190 Principales enfermedades infecciosas


el virus de la hepatitis B [VHB] y el virus del papiloma La PPrE por medio de la toma de una tableta al día,
humano [VPH]); una cura eficaz contra la infección cuya versión actual incluye dos medicamentos antirre-
por VIH (como la hay para la infección por virus de la trovíricos, provee un método adicional al uso del con-
hepatitis C [VHC]), y una terapia supresora eficaz dón para prevenir la infección por VIH para la
para la hepatitis ­B. población en r­ iesgo (Baeten 2016; Jenness y cols. 2016).
Además de intervenciones médicas eficaces El acceso a la PPrE aún es limitado en PIBM y no pre-
­(cuadro 1.2), se necesitan marcos legislativos y de viene otras ITS:
políticas nacionales para posibilitar su despliegue La circuncisión médica masculina voluntaria
efectivo. La transmisión madre-hijo del VIH no podrá (CMMV) reduce significativamente la adquisición por
ser eliminada para 2030, la meta actual, sin contar con vía sexual de VIH en hombres y es más costo-efectiva en
políticas nacionales eficaces que apoyen la p ­ revención. localidades con alta prevalencia del ­ virus. Estudios
Aún más importante, en muchos países se necesitan recientes han mostrado que hay una fuerte demanda de
con urgencia leyes y políticas para proteger a pobla- CMMV, la cual puede ser ofrecida en algunos estableci-
ciones clave de la estigmatización y ­ reducirla. En mientos del primer nivel de atención y en centros de
efecto, en los años recientes, en algunas localidades los ­salud. En algunos países, incluso, la CMMV ha sido rea-
derechos de las personas lesbianas, bisexuales, gay y lizada con eficacia en unidades ­móviles.
transgénero han sufrido un retroceso, y ha aumentado Los avances han incrementado la eficacia de la
la criminalización de dichas p ­ oblaciones. Dos capítu- PTMI ­también. Para una madre infectada con VIH
los en este volumen proveen información detallada que aún no recibe el TAR, las recomendaciones son:
útil para los decisores encargados de estos temas: el comenzar el TAR en la primera visita prenatal (con
capítulo 8 (Wilson y Taaffe 2017) esboza los factores independencia del conteo de células CD4 o de la etapa
que se debe considerar cuando se diseña una respuesta clínica de la OMS en la que se encuentre)1 y continuar
a una epidemia local, y el capítulo 9 (Kahn y ­cols. con el TAR a lo largo de la ­vida. El uso de este proto-
2017) presenta varios modelos que pueden ayudar a colo puede reducir significativamente el número de
guiar las decisiones en torno a la costo-efectividad recién nacidos infectados durante el parto y la trans-
de las distintas ­intervenciones. misión maternoinfantil del ­VIH. En este aspecto se ha
El manejo óptimo del VIH requiere la gestión de per- registrado un avance notable: las nuevas infecciones
sonas a través del continuo de la atención: de los análisis pediátricas por VIH descendieron en 50% de 2010 a
a la consejería y del TAR al apoyo para la ­adherencia. Las 2015 (ONUSIDA ­2016).
barreras socioculturales para el acceso a la atención Las intervenciones que ofrezcan pruebas a domici-
incluyen las siguientes: lio en ambientes de alta prevalencia contribuirán al
primer “90” de los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA
• Miedo al diagnóstico, complicado por una cultura de (que el 90% de las personas que viven con VIH sepan
estigma y discriminación en muchos ­países. que lo ­tienen). Aquellas otras que refieran de manera
• Barreras estructurales tales como la distancia a las pronta y eficaz a las personas diagnosticadas con VIH
clínicas de ­salud. hacia los servicios y tratamientos necesarios contri-
• Barreras en el nivel del sistema tales como los hora- buirán al segundo “90” (que 90% de las que están
rios de las clínicas, la coordinación entre ellas y la diagnosticadas reciban ­tratamiento). Por último, un
escasez de trabajadores de la ­salud. conjunto de estrategias para promover la adherencia
al tratamiento y la retención en la atención —desde
Las intervenciones biomédicas que han tomado la grupos de apoyo comunitarios hasta intervenciones
delantera desde la publicación, por el Banco Mundial, de móviles en salud— es crítico para asegurar que el tra-
Prioridades para el control de enfermedades en los países tamiento sea eficaz y continuo, y lograr de esa manera
en desarrollo, segunda edición (DCP2) (Jamison y ­cols. el tercer “90” (que el 90% de quienes reciben trata-
2006), y que han probado su eficacia para la prevención miento logren tener una carga viral ­indetectable).
de la transmisión del VIH incluyen: el tratamiento como
prevención (Gómez y ­cols. 2013); la profilaxis preexpo- La carga de ITS distintas al VIH/sida
sición (PPrE); la circuncisión masculina, y nuevos regí- Además del VIH, otros 40 patógenos bacterianos, vira-
menes de tratamiento para la prevención de la les y parasíticos se han identificado como de transmi-
transmisión maternoinfantil (­PTMI). Además, estas sión principalmente sexual, o como potencialmente
intervenciones pueden ser administradas con éxito en transmisibles por esta ­vía. Las ITS bacterianas comunes
instalaciones del primer nivel, con lo cual aumenta su y curables incluyen tricomoniasis, clamidiasis, gonorrea
­accesibilidad. y ­sífilis. En 2012, la OMS estimó la incidencia global de

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 191
Cuadro ­1.2  Paquete de intervenciones esenciales para VIH/sida, por plataforma de prestación
Plataforma de prestacióna
Hospitales
Políticas y regulaciones Puesto o farmacia Centro de Hospital de de segundo y
Tipo de intervención nacionales de salud comunitaria salud primario primer nivel tercer nivel
Prevención
Legal y derechos 1. Leyes y políticas para 2. Asesoramiento sobre
humanos proteger y reducir violencia y referencia
el estigma para de respuesta a
poblaciones clave, violación basada
con descriminalización en género (médica
completa de la y judicial)
población LGBT*
Intervenciones 3. Acceso universal a
estructurales pruebas de VIH, con
enlace inmediato a
atención y tratamiento
y acercamiento
intensificado a
poblaciones con alto
riesgo de infección
4. Acceso universal a
terapia de sustitución de
drogas para adicciones
5. Burdeles: Condones
obligatorios*
6. Fomento del intercambio
de agujas*
Prevención directa 7. PPrE para
(biológica) parejas
discordantes
8. Prestación del
servicio de
circuncisión
masculina*
9. PTMI (opción B+)
Intervenciones 10. Educación y
conductuales: asesoramiento en
Prevención VIH para mujeres
embarazadas,
trabajadores
sexuales, UDI,
hombres GBT y
personas VIH+, y
sus parejas*
11. Acceso a
intercambio de
agujas para UDI*
12. Distribución de
condones*
El cuadro continúa en la siguiente página.

192 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.2  Paquete de intervenciones esenciales para VIH/sida, por plataforma de prestación (continuación)
Plataforma de prestacióna
Hospitales
Políticas y regulaciones Puesto o farmacia Centro de Hospital de de segundo y
Tipo de intervención nacionales de salud comunitaria salud primario primer nivel tercer nivel
13. Notificación a la
pareja*
14. Apoyo para la
adherencia en
pacientes de
alto riesgo o que
abandonan el
tratamiento
Mercadeo social: 15. Promoción de condones,
Información, educación CMMV y pruebas
y comunicación nacionalmente y por
establecimiento*
Tratamiento
Tratamiento 16. Políticas y guías para 17. Pruebas de VIH y 20. Asesoramiento y
apoyar todos los asesoramiento a pruebas de VIH
pasos del continuo nivel comunitario (por iniciadas por el
de cuidado para la ejemplo, a través de proveedor (así
atención del VIH, que unidades móviles o como pruebas de
incluyen la ampliación pruebas en sedes TB e ITS) para
en la realización de específicas)* todos los que
pruebas; vinculación 18. Pruebas de VIH tienen contacto con
a la atención; inicio y asesoramiento el sistema de salud
de TAR con apoyo a domicilio en en localidades de
a la adherencia y la localidades de alta alta prevalencia,
retención, y optimización prevalencia incluyendo
del desempeño y la atención prenatal*
eficiencia a través de 19. Referencia y traslado
de individuos VIH+ a 21. Inicio de TAR
gestión basada en
datos, la transferencia sitios de atención de 22. Apoyo para la
de tareas y la VIH, para asegurar la adherencia y
descentralización, de vinculación retención
acuerdo con el nivel de 23. Vigilancia de la
la epidemia carga viral en
laboratorio
Intervenciones 24. Apoyo para la 26. Gestor de casos
conductuales y adherencia,
estructurales: Atención incluyendo clubes de
adherencia, grupos
de TAR comunitarios,
recordatorios de
texto y otros medios
25. Nutrición, transporte y
reembolso financiero
Nota: Las intervenciones mostradas en naranja indican áreas que han sido relativamente descuidadas por los ­Gobiernos. TAR = tratamiento antirretrovírico; GBT = gay, bisexual o transgénero;
VIH = virus de la inmunodeficiencia humana; VIH+ = VIH positivo; UDI = usuarios de drogas inyectables; LGBT = lesbiana, gay, bisexual y transgénero; opción B+ = régimen TAR de tres
medicamentos durante el embarazo y el posparto para madres VIH positivas; PTMI = prevención de la transmisión maternoinfantil; PPrE = profilaxis preexposición; ITS = infección de transmisión
sexual; TB = tuberculosis; CMMV = circuncisión médica masculina v­ oluntaria.
a. Todas las intervenciones enumeradas para plataformas de bajo nivel pueden ser provistas en los niveles ­altos. De forma similar, el nivel de cada establecimiento representa un espectro de
diversas ­capacidades. La columna en la que se incluye la intervención es el nivel más bajo del sistema de atención en el cual usualmente puede ser p­ restada.
Las intervenciones marcadas con un asterisco (*) deben tener una fuerte integración con las intervenciones de prevención y tratamiento de I­TS.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 193
estas cuatro ITS curables entre hombres y mujeres de Además de la mortalidad y morbilidad atribuible a
15 a 49 años: 131 casos nuevos de clamidiasis, 78 millones los principales patógenos de ITS listados arriba, otros
de gonorrea, 143 millones de tricomoniasis y 6 millones patógenos de ITS son responsables de una vasta mor-
de sífilis (OMS 2016b). Estas estimaciones significan bilidad, que incluye infertilidad, embarazo ectópico,
que aproximadamente 1 millón de nuevas infecciones epididimitis, infección ocular neonatal y otras enfer-
podrían curarse con tratamientos existentes cada día medades ­comunes. Estos otros patógenos que pueden
(Newman y ­cols. ­2015). ser transmitidos sexualmente incluyen los virus del
Otros patógenos de transmisión sexual comunes Zika y el Ébola y Neisseria meningitidis del grupo ­C. La
son el virus herpes simplex (VHS-1 y VHS-2, ambos transmisión sexual de estos patógenos ha sido docu-
causantes de herpes genital) y ­VPH.2 En 2012, la pre- mentada pero todavía no suficientemente estudiada
valencia global de VHS-2 entre hombres y mujeres de (Hader ­2017).
15 a 49 años fue de 417 millones, con una prevalencia
más alta en mujeres que en ­hombres. Un estimado de Sexo inseguro como factor global de riesgo de muerte y
­19,2 millones de individuos de 15 a 34 años fueron discapacidad en adolescentes y adultos jóvenes
infectados por primera vez con VHS-2 en 2012 (Looker El estudio de Carga Global de la Enfermedad (CGE
y ­cols. ­2015). (GBD, en inglés)) informó recientemente las evaluacio-
Estudios amplios sobre la prevalencia de infecciones nes anuales de los factores de riesgo para muerte y AVAD
por VPH genital oncogénico incluyeron revisiones siste- en adolescentes y adultos jóvenes en 188 países entre
máticas globales de la prevalencia específica por edad de 1990 y 2013 (Mokdad y c­ ols. ­2016). Entre hombres ado-
tipos oncogénicos de infección por VPH en hombres lescentes de 15 a 19 años, el sexo inseguro fue el segundo
(Smith y ­cols. 2011) y en mujeres (Winer y ­cols. ­2012). factor de riesgo más común para ­muerte. Entre mujeres
En general, estos estudios muestran una prevalencia alta adolescentes de 15 a 19 años, el sexo inseguro fue el pri-
de tipos oncogénicos de VPH entre aquellos sujetos con mer factor de ­riesgo. Entre adultos jóvenes de 20 a 24
nuevas parejas sexuales o con un alto número de parejas años (hombres y mujeres), el sexo inseguro fue el
a lo largo del ­tiempo. segundo factor de riesgo más ­común.
Las ITS comunes pueden causar complicaciones sig- En cuanto al riesgo de discapacidad (medido en
nificativas a la salud reproductiva de las mujeres, que AVAD), el sexo inseguro fue el segundo factor de riesgo
incluyen enfermedad inflamatoria de la pelvis, embarazo más común en 2­ 013. De forma importante para la carga
tubario, infertilidad, cáncer cervical, morbilidad perina- global, el número y la proporción de adolescentes en la
tal y neonatal, transmisión maternoinfantil de sífilis o población mundial ha aumentado también de forma
VIH y otras tantas condiciones (Chesson, Mayaud y Aral constante (Hader ­2017).
2017, capítulo 10 de este ­volumen). Sin embargo, en
cuanto a morbilidad y mortalidad, años de vida perdi- Poblaciones clave para el control de ITS en PIBM
dos, años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y Aunque los adolescentes y los adultos jóvenes experi-
costos de atención médica, las principales ITS son: mentan una alta proporción de ITS, incluyendo la
infección por VIH, el papel de las poblaciones clave en
• Infección por VIH la epidemiología y control del VIH y otras ITS en
• Infección por VHB y VHC PIBM ha sido cada vez más claro (Baral y c­ ols. 2007;
• Infección por VPH, con cánceres genitales, anales y Baral y ­cols. ­2012). Estas poblaciones clave incluyen,
orofaríngeos relacionados en particular, mujeres trabajadoras sexuales; hombres
• Sífilis, y la morbilidad y mortalidad perinatal y pediá- que tienen sexo con hombres (HSH), que son poco
trica relacionada estudiados y atendidos en la mayoría de los PIBM, y
• Infección por VHS-1 y VHS-2, y la morbilidad del usuarios de drogas inyectables, quienes están en
sistema nervioso central y pediátrica relacionada. riesgo no solo por VIH, sino por otras ITS de trans-
misión sanguínea, como la sífilis y los virus de la
En conjunto, estos patógenos principales causan una ­hepatitis. Los patrones de redes sexuales que enlazan
morbilidad y mortalidad extensa atribuible al sexo a HSH con poblaciones heterosexuales requieren más
­inseguro. Además, las consecuencias de las ITS afectan de ­investigación.
forma desproporcionada a las mujeres y los ­niños. Las Hasta hace poco, el VHC se describía repetidamente
ITS, VIH/sida incluido, están entre las principales causas como no transmitido sexualmente, su transmisión se
de morbilidad y mortalidad, en términos de AVAD, para asociaba con el uso de drogas inyectables, transfusio-
mujeres en edad reproductiva en los PIBM (Owusu- nes de sangre y exposiciones iatrogénicas, pero no con
Edusei y ­cols. ­2014). ­transmisión ­heterosexual. Sin embargo, el VHC se ha

194 Principales enfermedades infecciosas


encontrado recientemente en el semen de hombres con Tratamiento farmacológico de ITS y educación clínica
viremia de VHC, y se encontró diseminación rectal de en línea
VHC en 20 de 43 (47%) HSH infectados por VIH que El tratamiento individual de las ITS en los PIBM se
también tenían infección por ­ VHC. La presencia de basa sobre todo en su manejo sindrómico, que fre-
VHC en el fluido rectal se asoció con altos niveles san- cuentemente es provisto en el nivel farmacéutico, sin
guíneos de VHC (Foster y c­ ols. ­2017). Es de resaltar que examen ­clínico. La provisión de guías y entrenamiento
en Australia, Europa y Norteamérica se han encontrado a los trabajadores de farmacia puede mejorar significa-
frecuentemente coinfecciones de VHC y ­VIH. Así, el tivamente la gestión que hagan de las ­ITS (García y
tamizaje para VHC —una infección curable— ahora se cols. 2012).
recomienda para HSH infectados por VIH en países de Sin embargo, esta práctica, relacionada con la
ingreso alto (Harrison y ­cols. 2017; Kratz y ­cols. 2015; creciente disponibilidad de antimicrobianos en
­
Nanduri y ­cols. ­2016). PIBM, puede estar contribuyendo a la emergencia de
resistencia antimicrobiana en estos países (Miller-
Intervenciones para ITS: Prevención, tratamiento Petrie, Pant y Laxminarayan 2017, capítulo 18 de este
y educación ­volumen). Aunque las ITS curables comunes pueden
Tanto la prevención como el tratamiento son importan- ser manejadas eficazmente en los PIBM con antibióti-
tes para el control de las ITS, y la epidemia de VIH ha cos de alta disponibilidad, el desarrollo global de
impulsado cambios en el abordaje de la prevención de ­resistencia a los antibióticos ha erosionado el éxito en
ITS en ­general. Durante los años ochenta y noventa, la el tratamiento de algunas infecciones, entre ellas, la
prevención conductual dominó el mundo del VIH y ­gonorrea.
ganó prominencia en el dominio de las I­ TS. Sin embargo, Canchihuaman y colaboradores (2011) han demos-
desde el cambio de siglo, se ha reconocido que las inter- trado también la factibilidad y eficacia de usar educa-
venciones conductuales (con el mayor énfasis en el uso ción asistida por computadoras para llegar a clínicos y
del condón) no han disminuido la incidencia de ITS de parteras para ampliar y mejorar sustancialmente el
forma suficiente y sostenible (Aral 2011; Kippax y alcance y efecto de la educación continua en línea
Stephenson ­2012). sobre la gestión de I­ TS. Este enfoque es un paso crítico
y eficaz para conducir a grandes grupos de trabajado-
Prevención de ITS res clínicos y comunidades, incluso en áreas rurales
Al mismo tiempo, se ha progresado notablemente en los remotas, a una mejor atención en salud en general,
enfoques biomédicos para la prevención del VIH/sida, pero especialmente en relación con enfermedades
que incluyen la circuncisión masculina, PPrE y TAR ­infecciosas.
(Baeten y ­ cols. 2012; Dodd, Garnett y Hallett 2010;
Grant y ­cols. 2010; Katz y Wright 2008; Pretorius y ­cols.
­2010). Dado el éxito de estos enfoques biomédicos, el Tuberculosis
campo de la prevención de ITS recurre a ellos creciente- Se puede aducir que la TB es la principal causa mundial
mente, hecho reforzado por el desarrollo de intervencio- de muerte por un agente ­infeccioso.3 La OMS estima
nes biomédicas eficaces para prevenir ITS diferentes al que ­10.4 millones de nuevos casos y ­1,5 millones de
­VIH. Específicamente, estas intervenciones incluyen la muertes ocurren por TB cada año (WHO, 2­ 016a). Un
promoción y provisión de las vacunas de VPH y VHB tercio de los casos de TB permanece oculto para el sis-
para mujeres y hombres; la detección temprana y trata- tema de ­salud. Para aquellos que acceden al tratamiento,
miento curativo de la infección por VHC; pruebas diag- sin embargo, la prevalencia y la mortalidad han dismi-
nósticas para sífilis en los puntos de atención; pruebas nuido significativamente, y millones de vidas se han
duales para sífilis y VIH, y el entendimiento de los efec- ­salvado.
tos de la circuncisión masculina en la prevención de La TB es causada por la bacteria Mycobacterium
ciertas ITS distintas al ­VIH. tuberculosis, que se transmite entre humanos por la vía
Además, las plataformas clínicas que ofrecen servi- respiratoria y afecta sobre todo a los pulmones pero
cios de salud reproductiva relacionados con ITS juegan puede dañar cualquier ­tejido. Solo una minoría (aproxi-
un papel clave en el tamizaje de pacientes para VIH y madamente 10%) de individuos infectados con
­VHC. En ellas también se enfatiza el acercamiento a las ­M. ­tuberculosis progresa hasta la activación de la enfer-
parejas sexuales para tamizaje de VIH y otras I­TS. medad, mientras el resto puede mantener una infección
El cuadro ­1.3 provee una evaluación de las plataformas latente que sirve como r­ eservorio. La TB presenta retos
e intervenciones esenciales para la prevención y trata- especiales, que incluyen: a) un número importante de
miento de ­ITS. pacientes con la enfermedad activa son asintomáticos,

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 195
Cuadro ­1.3  Paquete de intervenciones esenciales para ITS, por plataforma de prestación
Plataformas para la prestación
Sistemas, políticas
y regulaciones Clínicas Hospitales de
nacionales, Puesto de salud primarias de Hospitales de segundo y tercer
regionales y locales comunitarioa Farmaciasb saludc primer nivel niveld
Estructural 1. Organizar, coordinar 3. Vinculación a 6. Entrenamiento
y, cuando sea servicios clínicos en tratamiento
posible, integrar para MTS, HSH y sindrómico
programas para parejas sexuales de ITS por
ITS y VIH/sida en de personas con farmacéuticos
un centro nacional ITS/VIH*
y en centros 4. Entrenamiento
regionales, con a la policía para
financiamiento asegurar el acceso
esencial y apoyo a los servicios para
del sistema para poblaciones clave,
programas locales* especialmente
2. Políticas nacionales para el intercambio
para habilitar de agujas*
esfuerzos de 5. Servicios a
prevención y domicilio y uso
tratamiento para de internet para
poblaciones clave* notificación a las
parejas, diagnóstico
de VIH e inicio
de tratamiento
en pacientes con
infección por VIH*
Prevención 7. Mercadeo social 9. Educación en
conductual vinculado a la salud sexual en la
educación sobre escuela (riesgos de
los riesgos de ITS/VIH, uso del
ITS/VIH y salud condón, abuso de
sexual, incluyendo sustancias, vacunas
la promoción clave, CMMV)*
del condón y el 10. Promoción
sexo seguro*e del condón;
8. Currículo y política intercambios de
nacional de agujas para UDI*f
educación en salud
sexual (incluyendo
educación
en línea)*
El cuadro continúa en la siguiente página.

196 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.3  Paquete de intervenciones esenciales para ITS, por plataforma de prestación (continuación)
Plataformas para la prestación
Sistemas, políticas
y regulaciones Clínicas Hospitales de
nacionales, Puesto de salud primarias de Hospitales de segundo y tercer
regionales y locales comunitarioa Farmaciasb saludc primer nivel niveld
Prevención 11. Guías, 12. Aplicación de 16. Aplicación
biomédica financiamiento y vacunas VPH y de vacunas
mercadeo social VHB en escuelas y (VPH, VHB)
para las vacunas puestos de salud, (mujeres y
de VPH y VHB, y vinculación a hombres)
y para CMMV o prestación de 17. CMMV*
(adolescentes, servicios de CMMV
adultos, infantes) 18. Inspección
13. Acceso a visual
intercambio de con ácido
agujas para UDI* acético para
14. Tamizaje y displasia
tratamiento para cervical
las principales
ITS en población
penitenciaria
15. Profilaxis
antimicrobiana
preexposición en
poblaciones de alto
riesgo*
Diagnóstico y 19. Guías para terapia 20. Tratamiento 21. Diagnóstico 22. Diagnóstico y
tratamiento expedita a parejas sindrómico y tratamiento tratamiento de
vía farmacias de ITS por sospecha cáncer anal,
de enfermedad orofaríngeo y de
inflamatoria hígado, y otras
de la pelvis; comorbilidades
hepatitis viral; del VIH
TAR, más
detección y
tratamiento o
referencia de
comorbilidades,
y algunas
comorbilidades
del VIH
Nota: Las intervenciones mostradas en naranja indican áreas relativamente descuidadas por los g­ obiernos. Las intervenciones marcadas con asterisco (*) deben tener una fuerte integración con
intervenciones de prevención y tratamiento del V­ IH. MTS = mujer trabajadora sexual; VHB = virus de la hepatitis B; VIH/sida = virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia
adquirida; VPH = virus del papiloma humano; UDI = usuario de drogas inyectables; HSM = hombres que tienen sexo con hombres; PPrE = profilaxis preexposición; ETS = enfermedad de transmisión
sexual; ITS = infección de transmisión sexual; CMMV = circuncisión médica masculina v­ oluntaria.
a. Esta plataforma involucra la extensión de servicios de salud más allá de plataformas clínicas convencionales para alcanzar poblaciones de alto r­ iesgo.
b. Las farmacias son muy accesibles (proximidad, tiempos de espera cortos, bajo costo) y proveen gran parte del tratamiento para síndromes de I­TS. Aun así, la adherencia a las guías de
tratamiento para ETS en las farmacias ha sido mínima (Chalker y c­ ols. ­2000). Sin embargo, el entrenamiento de médicos, parteras y trabajadores de farmacia puede llevar a un manejo sindrómico
mucho mejor para ETS (García y ­cols. ­2012). Después de entrenar a los trabajadores de farmacia, el manejo sindrómico en farmacia de las ETS resultó costo-efectivo, si se toman en cuenta solo los
costos del programa y los costos ahorrados desde la perspectiva social (Adams y c­ ols. ­2003).
c. Para este volumen, supusimos que la mayor parte de la prestación de servicios clínicos en atención primaria y clínicas de salud reproductiva es asumida por e­ nfermeras/os. Las clínicas de
atención primaria en PIB y PIM tienden a carecer de pruebas diagnósticas pero también son más baratas y accesibles que los ­hospitales.
d. Prestación de servicios por médicos, asistentes o e­ nfermeras/os. La competencia especializada incluye salud reproductiva, capacidad de laboratorio, ginecoobstetricia y ­pediatría.
e. El currículo debe incluir información sobre condones, promoción y provisión de sexo seguro, advertencias y acceso a la a­ tención.
f. Sánchez y ­cols. ­1998.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 197
capaces de transmitir la infección sin saberlo; b) los medicamentos caros y de difícil tolerancia, representa
pacientes deben adherirse al tratamiento de seis a nueve una amenaza emergente, no en menor medida para el
meses, y c) el patógeno persiste en muchos individuos personal de hospitales y c­línicas. El Objetivo de
infectados en estado latente por muchos años, pero Desarrollo Sostenible (ODS) 3 de las Naciones Unidas
puede ser reactivado a lo largo de la vida, causar enfer- (ONU) busca terminar con la epidemia de TB por
medad y volverse ­transmisible. completo para 2030, pero el descenso en la incidencia
Hay personas en riesgo en cada peldaño de la escala de TB ha sido lento, solo cerca de 1­ ,5% por a­ ño.4 Sin
socioeconómica, aunque la TB afecta en forma despro- nuevas herramientas, no es probable que las metas de
porcionada a los ­pobres. Aproximadamente 80% de los la ONU se cumplan incluso para ­2050. La política
pacientes residen en 22 países de alta ­carga. El trata- actual de búsqueda pasiva de casos (esperar a que los
miento de la enfermedad tuberculosa requiere múlti- pacientes estén suficientemente enfermos para que
ples medicamentos por varios ­meses. Estos regímenes busquen atención) es subóptima en países con alta
largos de medicación son un reto tanto para los carga de ­TB. Las tasas más rápidas de progreso de la TB
pacientes como para los sistemas de salud, especial- requerirán una detección más oportuna y precisa, el
mente en los PIBM, donde la carga de la enfermedad comienzo temprano y la adherencia al tratamiento
frecuentemente supera los recursos ­locales. Para la TB eficaz, y, donde sea posible, tratamiento preventivo de
susceptible a medicamentos de primera línea (los más TB latente (cuadro ­1.4).
accesibles), se esperan tasas de curación mayores a 90% El control duradero requerirá nuevas estrategias y
a un costo que va de USD 200 a USD 500. La incidencia herramientas que sean más eficaces que aquellas ahora
creciente de TB multidrogorresistente (TB-MDR), que en uso (por ejemplo, regímenes nuevos y más cortos de
requiere regímenes de tratamiento aún más largos con tratamiento que sean eficaces tanto para la TB sensible a

Cuadro ­1.4  Paquete de intervenciones esenciales para tuberculosis, por plataforma de prestación
Plataforma de prestacióna
Políticas y Farmacia o
regulaciones puesto de salud Centro de salud Hospital de Hospitales de segundo
Tipo de intervención nacionales comunitario primario primer nivel y tercer nivel
Vigilancia y detección de 1. Detección pasiva 3. Vigilancia
la enfermedad de casos sintomática
2. Búsqueda activa 4. Rastreo activo
de casos en países de contactos de
de alta carga pacientes positivos
a TB
Recolección de datos y 5. Sistemas de
seguimiento de pacientes información
Diagnóstico y pruebas 6. Guías nacionales 7. Diagnóstico 9. Frotis de esputo 12. GeneXpert/RIFa
de sensibilidad que promuevan sintomático, frotis 10. Pruebas a niños, o cultivo para
al medicamento la provisión de esputo locales integrantes del diagnóstico de
Diagnóstico de recaída de análisis de 8. Referencia para hogar e individuos TB susceptible a
y reinfección laboratorio; diagnóstico y VIH+ para hallazgo medicamentos
tecnología de pruebas de TB de casos tanto en
diagnóstico que susceptible a TB susceptible a
incluya GeneXpert medicamentos medicamentos como
o cultivos para en TB-MDR
TB susceptible
al medicamento; 11. Disponibilidad de
rayos X fijos/ rayos X fijos/móviles
móviles, y para diagnóstico
entrenamiento
El cuadro continúa en la siguiente página.

198 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.4  Paquete de intervenciones esenciales para tuberculosis, por plataforma de prestación (continuación)
Plataforma de prestacióna
Políticas y Farmacia o
regulaciones puesto de salud Centro de Hospital de Hospitales de segundo
Tipo de intervención nacionales comunitario salud primario primer nivel y tercer nivel
Tratamiento de 13. Guías de la OMS: 14. Provisión y 16. Tratamiento de
TB susceptible a régimen de cuatro observación TB susceptible a
medicamentos medicamentos de tratamiento medicamentos hasta
por dos meses, después de que la transmisión
seguido de un mes en se reduzca (un mes);
régimen de dos hospital de luego, transferencia
medicamentos por primer nivel del tratamiento al
cuatro meses 15. Uso de SMS nivel comunitario
de teléfono
celular para
apoyar la
adherencia al
tratamiento
Tratamiento de TB 17. Guías de la 18. Provisión de los 20. Tratamiento hasta que 21. Tratamiento
drogorresistente OMS: Régimen medicamentos haya esputo negativo especializado para
de múltiples de segunda o GeneXpert negativo; fallas de tratamiento,
medicamentos línea adecuados, tratamiento como TB-MDR, cirugía
después de vigilancia pacientes externos
analizar por TB 19. Terapia preventiva después de que el
susceptible a con INH esputo sea negativo
medicamentos por
nueve meses a dos
años
Coinfección con VIH 22. Incentivos 23. Referencia o 25. Áreas separadas
al proveedor provisión de para TB en
para mejorar tratamiento para establecimientos
la calidad de VIH según proceda de salud para evitar
la atención 24. Sistemas de la transmisión a
para TB información para pacientes de sida
enlazar el cuidado
diagnóstico en
hospital con los
pacientes externos
y la atención
comunitaria
Nota: Las intervenciones mostradas en naranja indican áreas relativamente descuidadas por los g­ obiernos. VIH = virus de inmunodeficiencia humana; VIH+ = VIH positivo; INH = isoniacida;
TB-MDR = tuberculosis multidrogorresistente; SMS = servicio de mensajes cortos (mensajes de texto); TB = tuberculosis; OMS = Organización Mundial de la S­ alud.
a. GeneXpert/RIF se refiere a una nueva prueba que detecta simultáneamente el complejo Mycobacterium TB (CMTB) y la resistencia a rifampicina (­RIF).

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 199
medicamentos como para la d ­rogorresistente). Estos Paludismo y otras enfermedades febriles en adultos
deben ser no solo costo-efectivos sino accesibles y capa- Las enfermedades febriles son las mayores causas de
ces de demostrar su eficacia en gran ­escala. Además de morbilidad y mortalidad en los PIBM para niños y adul-
las nuevas herramientas, el control efectivo de la TB tos, y la mayoría de ellas son prácticamente indistingui-
requiere el fortalecimiento de sistemas de salud débiles bles en su presentación ­ clínica. Hacen falta pruebas
(que incluyan mejoras en la vigilancia, tecnologías de la diagnósticas rápidas (PDR) simples para las causas de
información, logística y provisión de medicamentos) y fiebre más comunes y severas, excepto para el paludismo,
de sistemas de salud comunitarios que sean más eficaces lo que dificulta el tratamiento apropiado para la mayoría
y tengan mayor capacidad de respuesta. de los pacientes febriles, de los cuales solo una minoría
Dentro del contexto del conocimiento actual, Bloom tiene ­paludismo.
y colaboradores (2017) en el capítulo 11 de este volu-
men, abogan por la optimización de los enfoques que
se saben eficaces, entre los cuales se encuentran los Paludismo
siguientes: La inversión masiva en el control del paludismo
durante la década pasada ha sido exitosa en reducir
• Identificar los países de alta transmisión y los puntos drásticamente la prevalencia de paludismo, pero elimi-
de alerta dentro de los países donde los esfuerzos nar el paludismo en África subsahariana y buena parte
focalizados pueden ser más eficaces y ­redituables. de Asia es todavía una meta ­lejana. El progreso conti-
• Incrementar la detección y el diagnóstico tempranos, nuo depende de mantener un uso creciente de medidas
particularmente en países seleccionados de alta carga, preventivas eficaces (tales como redes tratadas con
con la introducción de nuevas herramientas para la insecticida, nebulización residual en interiores y tera-
búsqueda activa de ­casos. pia preventiva intermitente para mujeres embarazadas
• Proveer rápidamente un seguimiento apropiado y e infantes); del uso extendido de PDR, y del uso eficaz
mejor para pacientes diagnosticados, ya sea con TB del tratamiento combinado con artemisinina (TCA)
susceptible a los medicamentos o TB-MDR, para para llevar a los países con las tasas endémicas más
lograr niveles más altos de compleción y ­cuidado. altas a niveles de preeliminación (Shretta y c­ ols. 2017,
• Expandir la terapia preventiva para reducir la trans- capítulo 12 de este ­volumen). El cuadro ­1.5 sintetiza las
misión de los pacientes de TB a las personas con intervenciones esenciales para la prevención y el trata-
quienes mantienen contacto, especialmente a niños e miento del ­paludismo.
individuos infectados con el VIH. Se necesitará vigilancia continua y gastos sustancia-
• Enfatizar la provisión hacia la comunidad de les a lo largo de varios años para erradicar el palu-
­tratamiento y servicios para TB, siempre que sea dismo, y es poco claro si podrá lograrse globalmente
posible para mejorar la compleción del tratamiento, sin añadir al menos una herramienta eficaz al conjunto
reducir los riesgos de transmisión hospitalaria, de intervenciones ampliamente ­utilizadas. Las vacunas
­disminuir costos y mejorar la calidad de vida de disponibles actualmente pueden o no ser suficiente-
los ­pacientes. mente eficaces para potenciar los resultados al nivel
• Mejorar el control de infecciones en hospitales y que se ­requiere. En abril de 2017, la OMS anunció que
­clínicas. Ghana, Kenya y Malawi participarán en un programa
• Mejorar las cadenas de suministro de medicamentos piloto de implementación de una vacuna para el
para acceder a tratamientos para TB donde el mer- ­paludismo en áreas elegidas, que comenzará en 2018
cado es ­pequeño. (OMS ­2017).
• Fortalecer las tecnologías de la información y los regis- A pesar de los lineamientos globales en contrario, el
tros médicos electrónicos para posibilitar un control tratamiento presuntivo de la enfermedad febril indife-
de la enfermedad más ­eficaz. renciada como paludismo aún es apropiado en lugares
donde las PDR (o la microscopía) no pueden ser aplica-
Existe una necesidad urgente de nuevas herra- das de forma confiable y la prevalencia de paludismo es
mientas, que incluyen pruebas diagnósticas de bajo alta (Babigumira, Gelband y Garrison 2017, capítulo 15
costo y sensibles para los puntos de atención; regíme- de este ­volumen). Cuando la prueba de paludismo es
nes farmacológicos nuevos y más cortos tanto para negativa, los pacientes con enfermedad severa deberían
la TB susceptible a medicamentos como para la TB recibir un régimen antimicrobiano ajustado a los pató-
drogorresistente, y una vacuna más eficaz para preve- genos no palúdicos locales importantes (Crump y ­cols.
nir la ­enfermedad. 2017, ­capítulo 14 de este ­volumen).

200 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.5  Paquete de intervenciones esenciales para el paludismo, por plataforma de prestación
Plataforma de prestacióna
Intervenciones Hospitales
Tipo de de salud Centro Hospital de de segundo y
intervención poblacionales Comunidad de salud primer nivel tercer nivel
Todos los países con paludismo endémico
Gestión 1. Profilaxis 2. Diagnóstico con PDR o microscopía, incluyendo la
de casos: para viajeros especie del parásito
Paludismo no 3. Tratamiento con TCA (o combinación actual de
complicado primera línea) para individuos con diagnóstico de
(o fiebre) paludismo, donde este esté disponible
4. Donde las PDR y microscopía no están disponibles
y el paludismo es común, tratamiento presuntivo
con TCA para sospecha de paludismo no grave; si
es grave, TCA más antibióticos
5. Plasmodium vivax: Cloroquina sola o cloroquina
más primaquina por 14 días (para individuos con
G6PD normal)
6. Investigación de casos, detección reactiva de
casos, detección proactiva de casos (incluyendo
tamizaje y tratamiento masivos)
Gestión 7. Dosis única de artesunato rectal, luego referencia 8. Artesunato
de casos: a hospital de primer nivel parenteral, luego
paludismo curso completo
grave de TCA
Control de 9. RTI disponibles en centros de salud y clínicas
vectores: RTI antenatales y vía mercadeo social
Países con 10. Administración masiva de medicamentos a grupos
eliminación de alto riesgo en conglomerados geográficos
del o demográficos
paludismo 11. Dosis baja única de primaquina añadida a
tratamiento de primera línea
Países con 12. FRI en áreas seleccionadas con alta transmisión y
control datos entomológicos sobre susceptibilidad a FRI
del
paludismo
Control de 13. Uso de larvicidas y gestión del agua in
vectores: Uso circunstancias específicas donde los criaderos se
de larvicidas puedan identificar y atacar regularmente
y gestión
del agua
Administración 14. TPIe, TPIi y QPE en la región del Sahel
masiva de
medicamentos
Nota: Las intervenciones mostradas en naranja indican áreas relativamente descuidadas por los g­ obiernos. TCA = tratamiento combinado con artemisinina; G6PD = glucosa-6-fosfato-
deshidrogenasa; TPIi = tratamiento preventivo intermitente en infantes; TPIe = tratamiento preventivo intermitente en mujeres embarazadas; FRI = fumigación residual en interiores; RTI = red
tratada con insecticida; PDR = pruebas diagnósticas rápidas; QPE = quimioprevención del paludismo e­ stacional.
a. Todas las intervenciones enumeradas para plataformas de bajo nivel pueden ser provistas en los niveles ­altos. De forma similar, el nivel de cada establecimiento representa un espectro de
diversas ­capacidades. La columna en la que se incluye la intervención es el nivel más bajo del sistema de atención en el cual usualmente puede ser p­ restada.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 201
Donde se carece de un entendimiento suficiente sobre Hepatitis viral
las infecciones del torrente sanguíneo y otros patógenos Cinco virus poco relacionados entre sí —de la hepatitis
locales importantes, se necesita investigación estandari- A, B, C, D y E— infectan el hígado, por varias vías de
zada sobre etiología febril para un manejo a­ decuado. El contagio:
desarrollo de pruebas diagnósticas o de biomarcadores
precisas para el punto de atención mejoraría la aplica- • La hepatitis A y E se transmiten por la vía fecal-oral
ción de ­antimicrobianos. a través de agua y alimento contaminados; también
pueden transmitirse ­sexualmente.
Fiebre no palúdica • La mayor parte de las infecciones por hepatitis B
Existe una serie de patógenos que contribuye a la fiebre (VHB) ocurren a través de transmisión materno­
no ­palúdica. Los esfuerzos de prevención pueden dirigirse infantil u horizontal a edad temprana entre fami-
a reservorios de patógenos (por ejemplo, al vacunar al liares, entre adultos a través de intercambio sexual,
ganado contra brucelosis); fuentes de infección (mediante y por medio de prácticas de inyección riesgosas y
el control de vectores para reducir infecciones por arbovi- transfusión de sangre no ­tamizada.
rus); interrumpir la transmisión (reduciendo, por ejem- • La mayor parte de las infecciones por hepatitis
plo, la exposición ocupacional a Coxiella burnetii entre C (VHC) ocurren a través de inyecciones riesgosas, ya
trabajadores de rastro), y proveer protección inmunoló- sea en entornos médicos (por la reutilización de equipo
gica (como la que brindan las vacunas ­antitifoidea).5 médico y aplicación de medidas deficientes de control
La falta de conocimientos y herramientas limita el de inyecciones) o a través de prácticas de riesgo entre
progreso en el combate de las fiebres no ­palúdicas. Las personas usuarias de drogas ­inyectables. La transmisión
causas predominantes de fiebre en los PIBM son en su sexual de la hepatitis C es rara en parejas heterosexuales,
mayor parte desconocidas, porque la investigación sobre pero más común entre HSH infectados con ­VIH/sida.
la etiología de la fiebre no se ha ­realizado. La vigilancia • La hepatitis D se transmite por sangre y fluidos
nacional o los estudios de sitios centinela, preferible- ­corporales.
mente de coordinación global, se necesitan urgente-
mente para identificar las principales causas de La mayoría de las muertes por hepatitis (96%) son
enfermedad febril severa, especialmente infecciones del causadas por VHB y VHC, que causan infecciones cróni-
torrente sanguíneo y patógenos con tratamientos especí- cas de por vida y generan daño progresivo al hígado que
ficos (por ejemplo, brucelosis, rickettsiosis y fiebre Q) lleva a su vez a cirrosis y carcinoma ­hepatocelular. Las
(Crump y ­cols. 2017, capítulo 14 de este ­volumen). De tasas de mortalidad más altas por hepatitis se dan en
forma concomitante, en estos países se debe emprender África occidental y partes de Asia; en números absolutos,
investigación para la identificación de prioridades para Asia oriental y el sur de Asia dan cuenta de poco más de
mejoras en la gestión tales como la selección de terapias la mitad de las muertes por hepatitis, que totalizaron
antimicrobianas ­empíricas. 1,45 millones globalmente en ­
­ 2013. Un estimado de
Los métodos de laboratorio que pueden usarse para 250 millones de personas viven con infección crónica por
investigación son imprácticos a pie de cama en estable- VHB; 80 millones tienen infección crónica por VHC
cimientos de bajos ­recursos. Para tales instalaciones, se (Gower y ­cols. 2014; Schweitzer y ­cols. ­2015).
necesitan PDR precisas; en primer lugar, para distinguir En algunos países de África occidental, más del 8% de la
infecciones virales de bacterianas (potencialmente de población está infectada con h ­ epatitis. Las regiones con la
fácil manejo) y, en segundo, para proveer pruebas espe- prevalencia más alta de infección por VHC son África occi-
cíficas al patógeno para las principales causas de fiebres dental y central, Europa oriental y Asia c­ entral. La prevalen-
no palúdicas tratables, con base en la vigilancia e inves- cia de hepatitis C es extremadamente alta en algunos otros
tigaciones ­locales. países también, particularmente en la República Árabe de
Finalmente, los datos de costo y resultados se nece- Egipto y ­Pakistán, donde persiste una alta incidencia por
sitan para desarrollar estimaciones creíbles sobre la medidas preventivas débiles tales como la reutilización de
carga total de enfermedades febriles no palúdicas y jeringas y agujas en lugares para el cuidado de la salud.
facilitar análisis de costo-efectividad relacionados con
estas para fortalecer enfoques estratificados por recur- Prevención de la hepatitis
sos en la adopción e integración de intervenciones Las infecciones por hepatitis A y E pueden prevenirse a
(sintetizado en el cuadro 1.6). Esta información es través de un mejor s­ aneamiento. Aunque no hay estima-
particularmente importante porque se están tomando ciones confiables, la incidencia de hepatitis A y E ha
decisiones sobre los servicios que se incluirán en la disminuido, probablemente como parte del descenso
cobertura universal en ­salud. general en el número de muertes por d­ iarrea. Existe una

202 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.6  Paquete de intervenciones esenciales para enfermedad febril en adultos, por plataforma de prestación
Plataforma de prestacióna
Farmacia
o puesto Hospitales
Tipo de Políticas y regulaciones de salud Centro de de segundo y
intervención nacionales comunitario salud primario Hospital de primer nivel tercer nivel
Gestión de 1. Guías de práctica estándar 3. Evaluación para 5. Historia clínica y examen 8. Diagnóstico
casos: Todas 2. Medicinas esenciales, paludismo con PDR o para identificar el origen de referencia
las fiebres incluyendo antibacterianos microscopía (véanse de la fiebre para las causas
relevantes las intervenciones 6. Evaluación para principales
para paludismo) paludismo y VIH de fiebre no
4. Si la prueba de palúdica
7. Tratamiento para la causa
paludismo es aparente y reevaluación
negativa, referencia después de una semana
si la fiebre persiste
por más de siete días
Gestión 9. Antimicrobiano 10. Gestión de emergencia 14. Diagnóstico de
de casos: prerreferencia de de choque séptico con referencia para
Enfermedad acuerdo con guías fluidos intravenosos, las principales
febril severa de práctica estándar oxígeno suplementario causas de
(por ejemplo, y antimicrobianos de fiebre no
cefalosporina de acuerdo con guías de palúdica
espectro extendido) práctica estándar
11. Historia clínica y examen
físico para identificar el
origen de la fiebre
12. Cultivo en sangre antes
de antimicrobianos;
medición de hemoglobina
y glucosa
13. Tratamiento de la
causa aparente
Prevención: 15. Política nacional de vacunas
Vacunas contra tifoidea
16. Política nacional para el control
de la brucelosis y la leptospirosis
en ganado
Prevención: 17. Políticas nacionales para el
Medidas sin control de fuentes para causas
vacunación importantes de fiebre no
palúdica en el nivel nacional
(como el control de vectores para
infecciones por arbovirus)
18. Políticas nacionales sobre la
interrupción de la transmisión de
causas importantes de fiebre no
palúdica en el nivel nacional (por
ejemplo, gestión de exposición
ocupacional a Coxiella burnetii
en trabajadores de rastros)
El cuadro continúa en la siguiente página.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 203
Cuadro ­1.6  Paquete de intervenciones esenciales para enfermedad febril en adultos, por plataforma de prestación
de servicios (continuación)
Plataforma de prestacióna
Farmacia
o puesto Hospitales
Tipo de Políticas y regulaciones de salud Centro de de segundo y
intervención nacionales comunitario salud primario Hospital de primer nivel tercer nivel
Vigilancia 19. Vigilancia nacional o de sitios
centinela para identificar
principales causas de
enfermedad febril severa,
especialmente infecciones del
torrente sanguíneo
20. Verificación de que las
recomendaciones nacionales
para la gestión de
antimicrobianos en enfermedad
febril severa correspondan con
los hallazgos etiológicos
Nota: VIH = virus de la inmunodeficiencia humana; PDR = pruebas diagnósticas r­ ápidas.
a. Todas las intervenciones enumeradas para plataformas de bajo nivel pueden ser provistas en los niveles ­altos. De forma similar, el nivel de cada establecimiento representa un espectro de
diversas ­capacidades. La columna en la que se incluye la intervención es el nivel más bajo del sistema de atención en el cual usualmente puede ser p­ restada.

vacuna eficaz contra la hepatitis A y 18 países han intro- Tratamiento de la hepatitis


ducido la vacunación universal infantil contra esta Las infecciones crónicas por VHB y VHC pueden tratarse
enfermedad. ­eficazmente. Las nuevas medicinas antivirales de acción
El logro más notable en la prevención de hepatitis es directa para la hepatitis C pueden curar más de 90% de
la reducción en la incidencia de infección por VHB individuos con infección crónica con un tratamiento de
aguda y crónica, como resultado de la vacunación infan- dos a tres meses de duración, aunque los costos actuales
til universal para ­hepatitis. A finales de 2013, 183 de 194 del tratamiento son muy ­altos. El tratamiento para la
países habían introducido la vacunación infantil univer- hepatitis C podría reducir también la transmisión de
sal; la eficacia de la cobertura global con tres dosis de la VHC porque la gente que ha sido curada no transmite la
vacuna para la hepatitis B se estima en 81% (OMS 2015). ­infección. No hay cura para la hepatitis B crónica, pero
La vacunación infantil universal con altos niveles de los tratamientos antivirales eficaces pueden suprimir la
cobertura ha llevado a reducciones importantes en la replicación viral y prevenir el avance de la e­ nfermedad. El
prevalencia de la infección crónica por VHB en n ­ iños. cuadro ­1.7 sintetiza las intervenciones tanto de preven-
En China, la prevalencia de la infección crónica por VHB ción como de tratamiento para la ­hepatitis.
se redujo de aproximadamente 8% en 1992 a 1% en 2006
entre niños de 1 a 4 años (Liang y ­cols. ­2009).
Sin embargo, subsisten algunos retos para alcanzar Enfermedades tropicales desatendidas
mayores reducciones en la ­incidencia. La protección Las ETD afectan a más de 1000 millones de las personas
total para los niños requiere que estos reciban la pri- más pobres y marginadas del ­mundo. Estas infeccciones
mera vacuna dentro de las primeras 24 horas de naci- son consecuencia de las condiciones ambientales y
dos, lo cual es un reto logístico y una barrera para seguir socioeconómicas en las que viven los pobres, y la mala
­avanzando. salud y discapacidad que causan son un factor primor-
Otras intervenciones probadas para la prevención dial que los confina a la ­pobreza. Al menos 18 enferme-
de hepatitis que no han sido implementadas por com- dades son reconocidas como ETD por las resoluciones
pleto en el mundo (por razones técnicas y políticas) de la Asamblea Mundial de la S­ alud.6 Aunque no se tra-
son las inyecciones seguras universales, tamizaje del tan con detalle aquí, la OMS añadió recientemente
suministro de sangre para VHB y VHC y reducción del muertes por mordedura de serpiente a la lista de ­ETD.
riesgo para usuarios de drogas inyectables (por ejem- La mordedura de serpiente causa alrededor de 50 000
plo, con la provisión de agujas estériles y sustitutos de muertes en la India al año y un estimado de 100 000
­opioides). muertes globalmente (Mohapatra y ­cols. ­2011).

204 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.7  Paquete de intervenciones esenciales para hepatitis, por plataforma de prestación
Plataforma de prestacióna
Farmacia o Hospitales
Políticas y regulaciones puesto de salud Centro de Hospital de de segundo y
Tipo de intervención nacionales comunitario salud primario primer nivel tercer nivel
Vacunación para 1. Política para vacunación 2. Aplicación de
hepatitis B universal en recién nacidos vacuna para
y niños hepatitis B,
incluyendo dosis
de nacimiento
Intervenciones para 3. Política para la 4. Vacunación de
reducir la transmisión administración de vacunas trabajadores de
de hepatitis en contra hepatitis B a la salud
establecimientos trabajadores de la salud
de atención
Servicios de reducción del 5. Política para la prestación
daño para UDI de servicios de reducción
de daño (que incluyen
equipo de inyección y
terapia de sustitución
de opioides) para UDI;
utilización de esta
terminología para la
inyección segura en
VIH e ITS*
6. Servicios comunitarios:
Reducción del daño
amigable con UDI con
cobertura suficiente
Pruebas diagnósticas 7. Política nacional de pruebas 8. Pruebas para 9. Referencia a
para hepatitis que identifique grupos hepatitis a la atención de
prioritarios para analizar individuos personas con
y que establezca una identificados infección por
estrategia de realización en la política hepatitis
de pruebas nacional de
pruebas
Tratamiento para hepatitis 10. Guías de tratamiento 11. Referencia de 13. Tratamiento de
personas con hepatitis B y C para
infección por personas elegibles
hepatitis para 14. Tutoría de personal
evaluación de de atención primaria
elegibilidad para involucrado en el
tratamiento inicio y seguimiento
12. Con del tratamiento
entrenamiento 15. Tamizaje de
suficiente, inicio transfusión
de tratamiento sanguínea para
para hepatitis y hepatitis B y C
seguimiento
Nota: Las intervenciones mostradas en naranja indican áreas que han sido relativamente descuidadas por los ­Gobiernos. VIH = virus de la inmunodeficiencia; UDI = usuarios de drogas inyectables;
ITS = infección de transmisión ­sexual.
a. Todas las intervenciones enumeradas para plataformas de bajo nivel pueden ser provistas en los niveles ­altos. De forma similar, el nivel de cada establecimiento representa un espectro de
diversas ­capacidades. La columna en la que se incluye la intervención es el nivel más bajo del sistema de atención en el cual usualmente puede ser p­ restada.

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 205
El concepto de ETD fue desarrollado para llamar la La ecología y gestión de vectores busca controlar la
atención sobre una oportunidad de control de enferme- transmisión de los patógenos causantes de ETD transmi-
dades que había sido omitida por los Objetivos de tidas por vector, con intervenciones probadas que son
Desarrollo del ­Milenio. La meta de terminar con la epi- aplicadas de forma amigable con el ­ambiente. Las prin-
demia de ETD se encuentra integrada ya en los ODS cipales ETD para las cuales esta es una estrategia impor-
para 2030, en el objetivo 3­ .3, que refleja la promesa de la tante son la enfermedad de Chagas, dengue, chikungunya,
ONU, derivada del Foro Político de Alto Nivel sobre el leishmaniasis visceral (kala azar) y el virus de ­Zika. El
Desarrollo Sostenible 2016, de “garantizar que nadie se cuadro ­1.8 resume las intervenciones esenciales para la
quede ­atrás”.7 El capítulo 17 de este volumen (Fitzpatrick prevención y el tratamiento de ­ETD.
y ­cols. 2017) se enfoca en metas específicas de la OMS
para el control, la eliminación y la erradicación de un Avances recientes contra las ETD
subconjunto de estas ­enfermedades. Desde que el concepto de ETD tomó fuerza, se han
registrado éxitos sustanciales, que incluyen la reduc-
Intervenciones para terminar con las ETD ción en las muertes causadas por leishmaniasis visceral,
Son tres las intervenciones clave que atienden una rabia, esquistosomiasis, TA, enfermedad de Chagas y
­porción grande de la carga de enfermedad causada por las helmintiasis transmitidas por el suelo (entre las
este conjunto de e­ nfermedades. En reconocimiento de la cuales, por ejemplo, se estima que la ascariasis causó
creciente integración en la provisión de intervenciones 142 000 muertes en 2012, de cerca de 220 000 en 2000)
para las comunidades más pobres, remotas y marginadas (OMS, ­2014). Adicionalmente, se registran los siguien-
del mundo, las mencionamos por intervención, más que tes resultados:
por enfermedad, como sigue:
• Los nuevos casos de TA han caído en 80% entre 2000
• Quimioterapia preventiva mediante la administra-
y 2014, para un estimado total de menos de 4000
ción masiva de medicamentos
casos al ­año.
• Gestión innovadora e intensificada de enfermedades
• El número de casos de leishmaniasis visceral (kala
• Ecología y gestión de vectores
azar) en Bangladesh, India, y Nepal cayó en 75% entre
2005 (cuando se lanzó un programa regional) y 2014,
Las intervenciones se analizan en detalle en el capí-
para llegar a 10 209 casos r­ eportados.
tulo 17 de este volumen (Fitzpatrick y c­ ols. 2017), pero
• En 2000, más de 130 000 casos de dracunculosis
pueden sintetizarse de la siguiente manera: (enfermedad del gusano de Guinea) fueron reporta-
La quimioterapia preventiva mediante la administra- dos; en 2015, solo se registraron 22 casos, para casi
ción masiva de medicamentos es eficaz contra la filariasis llegar a su ­erradicación.
linfática, la oncocercosis, la esquistosomiasis, las helmin-
tiasis transmitidas por el suelo y el ­tracoma. Los medica-
Una gran parte de la carga de las ETD ocurre con la
mentos y regímenes específicos varían por enfermedad, y
morbilidad, más que con la mortalidad, y aquí también
muchas poblaciones están afectadas por más de una de
ha habido un avance importante, aunque de algún modo
estas ­condiciones. Las campañas masivas pueden combi-
menos dramático: el número total de AVAD decreció
narse para atacar varios patógenos al mismo ­tiempo.
en 19% entre 2000 y 2012, de 1­ % a 0,8% de la CGE
La gestión innovadora e intensificada de enfermedades
(OMS, ­2014).
se refiere a un desplazamiento de la gestión pasiva a la
vigilancia activa y el diagnóstico y tratamiento tempra-
nos, con el fin de eliminar o controlar, no solo ­gestionar.
RESISTENCIA ANTIMICROBIANA
El tratamiento de la úlcera de Buruli, por ejemplo, ha
evolucionado de la remoción quirúrgica, en etapa tardía, Cada vez que se utiliza un antibiótico, sea de forma apro-
de tejido infectado o muerto y la corrección de la defor- piada o inapropiada, se ejerce presión selectiva, que da
midad al uso de antibióticos en etapa ­temprana. Las ventaja a las bacterias resistentes y acelera el desarrollo
ganancias van más allá de los beneficios a la salud, e de la ­resistencia. La resistencia bacteriana a antibióticos
incluyen reducciones en los costos de hospitalización de primera y segunda línea, así como a los de último
para los sistemas de salud y para los ­individuos. Las ETD recurso, está aumentando en todas partes donde se ha
para las cuales la intervención primaria es la gestión de monitoreado (CDDEP ­2016). El aumento en los viajes, el
la enfermedad son la úlcera de Buruli, la enfermedad de comercio y la migración significa que las bacterias resis-
Chagas, la tripanosomiasis africana (TA), la leishmania- tentes pueden diseminarse más rápido que nunca (Du
sis, la lepra y el ­pian. y ­cols. 2016; Johnson y Woodford 2013).

206 Principales enfermedades infecciosas


Cuadro ­1.8  Paquete de intervenciones esenciales para enfermedades tropicales desatendidas, por plataforma
de prestación
Plataforma de prestacióna
Hospitales
Políticas y regulaciones Farmacia o puesto Centro de Hospital de de segundo
Tipo de intervención nacionales de salud comunitario salud primario primer nivel y tercer nivel
Quimioterapia 1. Guías y estrategias 2. Administración masiva de
preventiva integradas para el medicamentos para filariasis
uso coordinado de linfática, oncocercosis,
quimioterapia preventiva esquistosomiasis, helmintiasis
para ETD transmitidas por el suelo,
tracoma y trematodiasis de
transmisión alimentaria,
según corresponda
Gestión innovadora Guías y estrategias 3. Gestión de linfedema 4. Cirugía para
e intensificada integradas para ETD Detección temprana y hidrocele y
de la enfermedad relacionadas con la piel, tratamiento para enfermedad triquiasis
incluyendo (además de de Chagas, tripanosomiasis
las mencionadas en el africana, lepra y leishmaniasis
resto de este cuadro)
úlcera de Buruli y Tratamiento total comunitario
micetoma para pian

Gestión y ecología 5. Guías y estrategia 6. Gestión de vectores


de vectores integradas para gestión sostenible para enfermedad
de vectores de Chagas, dengue y
leishmaniasis visceral
Servicios públicos 7. No cubierta en el
veterinarios capítulo DCP3; para
intervenciones para el
control de equinococosis
y rabia, ver Banco
Mundial (2012)
Agua, saneamiento 8. Ver intervenciones en
e higiene capítulo 9 de DCP3,
volumen 7 (Hutton y
Chase 2017)
Nota: DCP3 = Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición (Jamison y ­cols. 2015-2018); ETD = enfermedades tropicales d­ esatendidas.
a. Todas las intervenciones enumeradas para plataformas de bajo nivel pueden ser provistas en los niveles ­altos. De forma similar, el nivel de cada establecimiento representa un espectro de
diversas ­capacidades. La columna en la que se incluye la intervención es el nivel más bajo del sistema de atención en el cual usualmente puede ser p­ restada.

La carga de la resistencia antimicrobiana recae con económicos, conductuales, ambientales y ­estructurales.


más fuerza en los ­PIBM. Típicamente, estos tienen una Por ejemplo, la cobertura ampliada del aseguramiento
carga alta y diseminación rápida de enfermedades infec- y la mayor densidad de médicos intensifican el consumo
ciosas, nutrición deficiente, y tasas crecientes de con- de antibióticos (Klein y ­cols. 2015; Zhang, Lee y Donohue
sumo de antibióticos en humanos y animales, además de 2010). La fatiga mental y la demanda de pacientes tam-
sistemas de salud más débiles y pocos estándares y regu- bién incrementan la prescripción de ­antibióticos.
laciones que gobiernen el acceso, el uso y la calidad de los El consumo de antibióticos se ha incrementado en
­antibióticos (Okeke y ­cols. ­2005). un 30% o más en 71 países entre 2000 y 2010, hasta
alcanzar alrededor de 70 000 millones de unidades
estándar (de una dosis) (Van Boeckel y ­cols. 2014).
Impulsores del uso creciente de antibióticos El incremento fue principalmente en antibióticos de
El aumento en el uso de antibióticos es impulsado por la primera línea, incluyendo penicilinas y cefalospori-
carga de enfermedades infecciosas, así como por factores nas, que en conjunto concentran más de la mitad del

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 207
consumo g­lobal. El uso de antibióticos de último • Mejorar el control de infecciones y la custodia de anti-
recurso, especialmente carbapenémicos y polimixi- bióticos en los h ­ ospitales. Los programas de custodia
nas, también ­aumentó. de antibióticos, la prevención y el control de infec-
A pesar de los recientes aumentos en el consumo de ciones, y especialmente el lavado de manos con jabón
antibióticos a escala mundial, el consumo per cápita, con pueden reducir las infecciones, el uso de antibióticos
pocas excepciones, es mucho más bajo en los PIBM que y la resistencia, al tiempo que mejora los resultados
en los ­PIA. Junto al crecimiento en el consumo y en las para los ­pacientes.
tasas de resistencia a antibióticos, la falta de acceso a ellos • Educar a profesionales de la salud, decisores y público
es aún una preocupación importante en la mayoría de los acerca del uso sostenible de ­antibióticos. Aunque la
­PIBM. Cada año, la neumonía mata aproximadamente a conciencia pública sobre la amenaza de la resistencia
1 millón de niños menores de 5 años, y se estima que a los antibióticos está creciendo, hay poco conoci-
445 000 podrían ser salvados con la provisión universal miento sobre las acciones individuales que pueden
de antibióticos para infecciones neumocócicas adquiri- reducir su ­ uso. Pacientes, padres, proveedores de
das en la comunidad (Miller-Petrie, Pant y Laxminarayan salud, encargados de hospitales y otras partes invo-
2017, capítulo 18 de este ­volumen). Cuando están dispo- lucradas deben tener claridad sobre lo que pueden
nibles, los tratamientos con antibióticos de primera línea hacer para reducir el uso ­innecesario.
son relativamente accesibles, pero los antibióticos nuevos • Reducir la necesidad de antibióticos a través de mejo-
que se necesitan para tratar infecciones resistentes pue- ras en el agua, el saneamiento y la ­inmunización. La
den estar fuera del alcance en los PIBM (Miller-Petrie, prevención de enfermedades logra el propósito doble
Pant y Laxminarayan, 2017, capítulo 18 de este ­volumen).8 de mantener a la gente saludable y ahorrar dosis de
­antibióticos. El agua, el saneamiento, la higiene y la
vacunación deberían ser componentes principales
Intervenciones para garantizar el uso de cualquier respuesta, con financiamiento desde los
apropiado de antibióticos sectores de infraestructura y s­ alud.
Ciertas intervenciones son eficaces para reducir el uso • Garantizar el compromiso político de enfrentar la
de antibióticos o aumentar su uso apropiado, pero sus amenaza de la resistencia a los ­antibióticos. Sin un
efectos en las tasas de resistencia a los antibióticos son compromiso nacional en la forma de planes de acción
difíciles de determinar, debido al largo periodo que llevados a cabo, la sostenibilidad a largo plazo de los
tardan en manifestarse con claridad. Por lo tanto, las esfuerzos para frenar la resistencia a los antibióticos
recomendaciones se basan mayormente en cambiar con se verá ­debilitada. Aunque los esfuerzos internaciona-
éxito los patrones de ­uso. Las intervenciones apuntan lo les para frenar la resistencia a los antibióticos se han
mismo a reducir la necesidad de antibióticos mediante enfocado principalmente en las acciones nacionales,
la prevención de infecciones que a disminuir su uso también se necesita el apoyo ­internacional.
inapropiado o innecesario, tanto en humanos como en
­animales. Las categorías generales de intervenciones son
las siguientes (resumidas de Miller-Petrie, Pant y costo-efectividad DE LAS
Laxminarayan 2017, capítulo 18 de este volumen):
INTERVENCIONES PARA ENFERMEDADES
• Reducir y con el tiempo eliminar gradualmente el uso sub-
INFECCIOSAS EN ADULTOS
terapéutico de antibióticos en la a­ gricultura. La mejora Una amplia movilización de recursos de donantes —que
en el saneamiento y la higiene de las granjas reduciría incluyen el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la
la necesidad de utilizar antibióticos ­profilácticos. El Tuberculosis y la Malaria; el Plan de Emergencia del
uso de antibióticos en la agricultura animal debería Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida, el
reducirse, y se debería dirigir los esfuerzos a lograr que Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos
los agricultores y la industria agropecuaria eliminen para el Alivio del Sida, y la Iniciativa del Presidente de los
gradualmente y con cuidado el uso de promotores Estados Unidos sobre el paludismo— ha sido acompa-
del crecimiento y alimentos animales premezclados ñada por esfuerzos para garantizar el retorno del valor por
(Laxminarayan, Van Boeckel y Teillant ­2015). el dinero invertido, lo que ha conducido a generar una
• Adoptar incentivos que fomenten la custodia sobre los vasta literatura sobre los costos y la costo-efectividad de
antibióticos y desalienten su a­ buso. Garantizar que no las intervenciones para combatir algunas de las principa-
haya pagos relacionados con la prescripción e intro- les enfermedades infecciosas (pero poco más allá de e­ stas).
ducir recompensas al cumplimiento puede mejorar La figura 1­.1 resume varias estimaciones de costo-­
las prácticas ­prescriptivas. efectividad, medidas en AVAD prevenidos (el indicador más

208 Principales enfermedades infecciosas


Figura ­1.1  Costos estimados para intervenciones seleccionadas en enfermedades infecciosas

Tratamiento para hepatitis C, PIMA


PPrE/ARV para pareja no infectada, parejas serodiscordantes, Áf S
Educación sexual en línea para prevenir ITS, LAC
Solo CCC, establecimientos sexuales, LAC
TAR ampliada a todos los infectados, ingreso mediano bajo, Áfb.
PPrE durante embarazo y lactancia, Áf S
Uso de Xpert para diagnosticar TB, PIM
Dar condón femenino a las trabajadoras sexuales, Áf S
Control de vectores para dengue
CCC más regulación, establecimientos sexuales, LAC
PTMI para VIH (opción A) vs. no tratamiento, Asia SO
Erradicación de pian (detección y tratamiento)
Tamizaje y tratamiento para sífilis, PIMA
Tratamiento de TB con medicamentos de segunda línea, PIM
Ampliación de TAR a todos los infectados, Áf Sb
Añadir tamizaje para sífilis al tamizaje y tratamiento de VIH, PIMA
Tratamiento presuntivo domiciliar para paludismo, África
Detección y tratamiento de tripanosomiasis africana
Provisión de RTI para paludismo, África
Añadir Xpert al frotis para diagnosticar TB, PIBM
Tratamiento de TB de frotis negativo con medicamentos de primera línea, PIB
Gestión integral del paludismo (fumigación, redes, tratamiento), África
FRI para paludismo, África
Detección y tratamiento de lepra
Tratamiento preventivo intermitente en mujeres embarazadas, África
Vacunación para hepatitis B
Quimioterapia preventiva para tracoma
Tratamiento preventivo intermitente en infantes, África
PTMI para VIH (opción B) vs. no tratamiento, Áfricaa
Quimioterapia preventiva para esquistosomiasis y HTS
Tratamiento de paludismo con TCA, África
Detección y tratamiento de leishmaniasis visceral
Tratamiento de TB de frotis positivo con medicamentos de primera línea, PIB
Tamizaje y tratamiento para sífilis, PIB
Quimioterapia preventiva, filariasis linfática
Añadir tamizaje para sífilis al tamizaje y tratamiento de VIH, PIB
Quimioterapia preventiva para oncocercosis
Tratamiento de paludismo grave con artesunato, África y Asia SO
Circuncisión voluntaria masculina
1 10 100 1000 10 000 100 000
Rango de costos por AVAD prevenido, USD (2012)
VIH e ITS TB Paludismo Hepatitis Enfermedades tropicales desatendidas

Fuentes: Estimaciones basadas en fuentes enumeradas por tema en el anexo 1B de este c­ apítulo.
Nota: TCA = tratamiento combinado con artemisinina; TAR = tratamiento antirretrovírico; ARV = antirretrovírico; CCC = comunicaciones para el cambio de conducta; AVAD = años de vida
ajustados por discapacidad; VIH = virus de inmunodeficiencia humana; FRI = fumigación residual en interiores; RTI = redes tratadas con insecticida; LAC = Latinoamérica y el Caribe; PIB = países
de ingreso bajo; PIBM = países de ingreso bajo y mediano; PIM = países de ingreso mediano; PPrE = profilaxis preexposición (provisión de TAR a individuos no infectados en riesgo);
PTMI = prevención de la transmisión maternoinfantil; Áf S = África del sur; Asia SO = Asia suroriental; HTS = helmintiasis transmitidas por el suelo; ITS = infección de transmisión sexual;
TB = tuberculosis; PIMA = países de ingresos mediano alto.
a. La “opción A” es un régimen TAR de dos medicamentos durante el embarazo y posparto para madres seropositvas. La “opción B” es un régimen TAR de tres medicamentos durante el embarazo
y posparto para madres seropositivas. La “opción B+” es un régimen TAR de tres medicamentos iniciado en el embarazo, que se continúa de por vida, para madres seropositivas.
b. “<350” se refiere al conteo CD4 (umbral para eligibilidad de T­ AR).

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 209
común en estudios económicos para comparar la costo- incluyen algunas que son preventivas tales como la provi-
efectividad a través de múltiples intervenciones en salud). sión de condones femeninos a trabajadoras sexuales en
Las estimaciones se resumen a partir de búsquedas expertas Sudáfrica (aunque en la práctica, su uso extendido ha
de la ­ literatura emprendidas para los capítulos de este sido difícil de alcanzar); la adopción de circuncisión mas-
­volumen. Para mayor detalle sobre los estudios utilizados, culina voluntaria en países de África con alta incidencia,
junto a sus referencias bibliográficas, véase el anexo ­1B. y el suministro de redes tratadas con insecticida para la
Todos los resultados de costo-efectividad han sido traduci- prevención del paludismo en este ­continente. Las inter-
dos a dólares estadounidenses de 2012 para efectos de venciones de tratamiento biomédico que cuestan menos
­comparabilidad. Algunos estudios (particularmente publi- de USD 100 por AVAD prevenido incluyen el paludismo
caciones del ­proyecto OMS-CHOICE [elección de interven- grave con artesunato; el tamizaje y tratamiento de muje-
ciones costo-efectivas, por sus siglas en inglés], que provee res embarazadas para sífilis; el tratamiento del paludismo
resultados en dólares internacionales para una región de la (con TCA); el tratamiento de la TB (con medicamentos
OMS)9 no pudieron ser convertidos y se ­omitieron. de primera línea), y, para varias ETD, la detección, el
La costo-efectividad de los resultados depende del tratamiento y la terapia biomédica preventiva para algu-
­contexto. La costo-efectividad de la misma intervención nas condiciones en áreas ­endémicas.
en dos países distintos puede variar en función de los Otro grupo de intervenciones cuesta entre USD 100 y
costos locales; las intervenciones en salud, en promedio, USD 399 por AVAD prevenido, y por tanto serían consi-
cuestan más en países con ingresos más altos debido a los deradas costo-efectivas (menores al ingreso anual per
mejores ­salarios. Las vacunas generalmente cuestan más cápita) en todos los países, excepto los cuatro o cinco
en países no elegibles para descuentos por compra más ­pobres. Este segundo grupo incluye el suministro de
masiva (como los precios de Gavi, la Alianza para TAR para personas con VIH/sida, con las mujeres emba-
­Vacunas).10 Además, la costo-efectividad de la vacuna- razadas, particularmente, como alta prioridad (para
ción y los programas de tamizaje (y otras intervenciones) prevenir la transmisión a los hijos al tiempo que se trata
varía en función de la prevalencia de la condición; los el VIH en la m ­ adre). Este grupo de intervenciones tam-
programas de prevención son con frecuencia más costo- bién incluye el tratamiento preventivo intermitente para
efectivos allí donde hay mayor ­prevalencia. La costo- el paludismo en infantes y mujeres embarazadas, así
efectividad puede variar con las comorbilidades y con como el tratamiento de TB-MDR con medicamentos de
la oportunidad de proveer las intervenciones de forma segunda línea (más ­costosos).
sinérgica con otras (y por lo tanto a menor ­costo). La Algunas intervenciones, tales como las que requieren
atención habitual (la comparación usual para costo- la modificación de conductas o aquellas que se están
efectividad) también puede ­variar. poniendo en práctica en Latinoamérica, cuestan más de
En algunos casos, las intervenciones se subdividen por USD 400 por AVAD ­prevenido. Estas incluyen progra-
lugar del estudio (por ejemplo, África meridional o Asia mas dirigidos a la modificación de la conducta sexual, así
suroriental) o por la designación de país como de ingreso como intervenciones de control de vectores para ­dengue.
bajo o de ingreso mediano. Si ninguno se especifica, los La PPrE, que incluye el suministro de TAR para el com-
resultados se refieren a países de ingreso bajo y mediano pañero no infectado en una pareja serodiscordante, varía
bajo, en los que hace mayor énfasis esta tercera edición de considerablemente en su costo-efectividad, desde ser
Prioridades para el control de ­enfermedades (Jamison y una opción económica hasta costar más de USD 5000
cols. 2015-17). Para los países de ingreso mediano alto se por AVAD prevenido, en función del ­contexto.
incluyen menos ­resultados. Las intervenciones para VIH/ Las intervenciones pueden ser costo-efectivas de
sida representan casi la mitad de las intervenciones y acuerdo con normas globales pero aún así muy caras
estudios, lo cual es consistente con su porción de finan- para aplicar a todos los que las necesitan en la mayoría
ciamiento en relación con otras condiciones de ­salud. de los PIB, especialmente cuando la prevalencia del
La figura ­1.1 representa una visión reduccionista de la padecimiento es ­alta. Ejemplos de ello incluyen el sumi-
vasta literatura sobre costo-efectividad de las intervencio- nistro de TAR en países africanos de ingreso bajo
nes para enfermedades infecciosas y debe ser interpre- (Alistar, Grant y Bendavid 2014) y el tratamiento de TB
tada con cautela, especialmente cuando se comparan drogorresistente (Fitzpatrick y Floyd ­2012).
resultados de dos estudios diferentes que descansan sobre Algunas otras intervenciones pueden ser costo-­
presupuestos incongruentes entre ­sí. Sin embargo, más efectivas, pero no se han identificado estudios para los
de la mitad de las intervenciones mencionadas en contextos en los que se ­dan. Por ejemplo, los programas
la figura ­1.1 cuesta menos de USD 100 por AVAD preve- de intercambios de agujas para usuarios de drogas inyec-
nido, lo que sugiere que podrían ser costo-efectivas tables se espera que sean costo-efectivas dado que la pre-
incluso en los países más ­pobres. Estas intervenciones valencia de VIH en este grupo mundialmente es de 19%,

210 Principales enfermedades infecciosas


y dichos programas podrían prevenir también la hepatitis marginadas y estigmatizadas son las que están más en
B y ­C. Sin embargo, no se han encontrado estimaciones riesgo y las más difíciles de ­alcanzar. Mientras que la
de costo-efectividad para los programas de intercambio necesidad de tratamiento puede hacerse obvia pues es
de agujas en países de ingreso bajo o mediano bajo. demandada por los enfermos, la necesidad y demanda de
En otros casos, hay estudios que evalúan intervencio- prevención son atendidas con ­deficiencia. Los esfuerzos
nes que han sido remplazadas por medidas más eficaces, de prevención pueden dar seguimiento a la incidencia
o varios estudios de la misma intervención han tenido solo si sabemos dónde es más alta, lo que requiere de una
resultados muy ­divergentes. Estos no han sido incluidos vigilancia poblacional ­ intencionada. Alcanzar a las
entre los estudios utilizados para el análisis de costo- poblaciones marginadas requerirá no solo dedicar recur-
efectividad de intervenciones para enfermedades infec- sos a ellas, sino también trabajar para eliminar el
ciosas (por ejemplo, la opción A de la PTMI ha sido estigma, la discriminación y los tabúes que impiden la
sustituida por la opción ­B/B+). prevención y el tratamiento ­eficaces.

2. Ampliación de las intervenciones contra las


CONCLUSIONES enfermedades infecciosas principales
La variedad y distribución de enfermedades infecciosas Aunque existe evidencia de intervenciones que funcio-
ha evolucionado en el tiempo, y continuarán siendo un nan para prevenir y tratar la enfermedad, en muchos
reto para la comunidad global, como nos lo han recor- casos estos servicios no han sido puestos en práctica en
dado los brotes de Zika y Ébola durante los últimos dos la escala necesaria para reducir suficientemente la inci-
años. A través de investigación básica y traslacional,
­ dencia y la resultante morbilidad y ­mortalidad. Ampliar
algunas de las enfermedades más devastadoras de la estas intervenciones requiere que sean ajustadas para su
humanidad —polio, difteria, sarampión y tétanos— han aplicación en el nivel más bajo apropiado de atención a
sido reducidas drásticamente, y la viruela ha sido la salud y que el personal esté capacitado y supervisado
­erradicada. Mientras tanto, nuevos patógenos emergen y ­adecuadamente. Un área lista para este enfoque es la
nuevos organismos drogorresistentes representan ame- capacitación de farmacéuticos en el tratamiento sindró-
nazas continuas e ­impredecibles. mico de ITS y la ampliación del uso de mosquiteros para
Hay cuatro retos principales que deben ser afrontados la prevención del paludismo. Sin embargo, esta amplia-
para alcanzar un avance significativo en la lucha contra ción no será posible a menos que afrontemos el siguiente
las enfermedades tratadas en este ­volumen. reto: la ­integración.

1. Direccionamiento y focalización de estrategias de 3. Integración más eficaz de servicios entre


intervención áreas de enfermedad
Si hemos reaprendido algo en la década desde DCP2, es Llevar a los pobres del mundo un arsenal completo de
que las enfermedades infecciosas no se distribuyen uni- clínicas especializadas es i­mposible. La gente frecuente-
formemente, no solo entre continentes, sino entre países, mente se ve afectada por más de una condición: aquellos
ni siquiera en el interior de las ­comunidades. Deben que están en riesgo de una ETD también lo están proba-
diseñarse estrategias para entender y responder apropia- blemente ante otras enfermedades; los trabajadores
damente a los puntos conflictivos y poblaciones clave, sexuales están en riesgo ante múltiples ITS y los pacientes
para asegurar el acceso a las intervenciones más eficaces de VIH son especialmente susceptibles a la infección por
para las poblaciones, lugares y tiempos específicos, espe- ­TB. Además, el tratamiento de enfermedades infecciosas
cialmente en los PIBM, donde la carga de enfermedad es se ha vuelto crecientemente complejo (por ejemplo, la
la más ­grande. Dada la heterogeneidad prodigiosa en la TAR y el tratamiento para TB) y costoso (como lo mues-
distribución de las enfermedades (tanto geográfica- tra el nuevo tratamiento para la hepatitis ­C). En conse-
mente como entre subgrupos poblacionales) y la escasez cuencia, los esfuerzos para combatir algunas de las
de recursos, la eficiencia se incrementa al asociar esos principales enfermedades, que tienen formas de transmi-
recursos con las poblaciones que serían más ­beneficiadas. sión similar (como el VIH, las ITS y la hepatitis) se bene-
Globalmente, las enfermedades infecciosas afectan des- ficiarían de estrategias compartidas para su prevención y
proporcionadamente a las personas en los PIBM, los ­diagnóstico. Aunque el cuidado especializado es clara-
cuales, a las tasas de crecimiento actual, soportarán el mente necesario para condiciones especialmente raras o
grueso de las muertes prematuras por estos padecimien- difíciles de tratar, estandarizar los protocolos de preven-
tos para ­2030. En los PIBM, las poblaciones más pobres, ción y tratamiento y hacer disponibles las tecnologías de

Principales enfermedades infecciosas: Mensajes clave de Prioridades para el control de enfermedades, tercera edición 211
información y comunicación permiten que la atención se ANEXOS
lleve a puntos de servicio integral ­cercanos a donde los
pacientes viven, estudian y ­trabajan. La proximidad y la Los siguientes anexos para este capítulo están disponi-
integración de servicios ayudan a asegurar la continui- bles en ­http://www.dcp-3.org/infectiousdiseases:
dad de la atención, de la prevención o el diagnóstico
hasta llegar al tratamiento y los cuidados ­posteriores. • Annex 1A: Forty Sexually Transmitted and Sexually
Afrontar cada uno de estos retos requiere fortalecer los Transmissible Pathogens (Anexo 1A: cuarenta pató-
sistemas de salud, lo que incluye sus componentes de genos transmitidos y trans­misibles sexualmente)
comunicación; las tecnologías de la información; los • Annex 1B: Sources of Cost-Effectiveness Analysis for
aspectos logísticos y de abastecimiento, de medicamen- Selected Infectious Disease Interventions (Anexo 1B:
tos, y vacunas, y el entrenamiento de los prestadores de fuentes de análisis de costo-efectividad para interven-
servicios de salud, incluidos los ­trabajadores comunita- ciones seleccionadas contra enfermedades infecciosas)
rios de la salud en los ­PIBM. Adicionalmente, mejorar los
sistemas de atención a la salud para enfermedades infec-
ciosas, particularmente aquellas —como el VIH, la TB y
la hepatitis— que requieren tratamiento médico y vigi- AGRADECIMIENTOS
lancia extendidos, provee una base y podría servir como Los editores de este volumen quieren agradecer a Desiree
modelo para mejorar la atención y el tratamiento para Bernard, Elisabeth Gunningham, Varsha Malhotra y
enfermedades no ­transmisibles. Alicair Peltonen por su valiosa ayuda en este e­ sfuerzo.
Agradecemos especialmente a Brianne Adderley por su
arduo trabajo de mantener esta extensa iniciativa bien
4. Desarrollo de nuevas tecnologías — en materia de
­organizada.
medicamentos, vacunas, diagnóstico, intervenciones
conductuales y métodos de administración— para
prevenir y tratar estas enfermedades
NOTAS
Existe una necesidad urgente de que la comunidad glo-
La clasificación de los países según el ingreso del Banco
bal invierta en el desarrollo de nuevos ­antimicrobianos.
Mundial, hasta julio de 2014, es la siguiente, basada en
Este enfoque incluye replantear la asistencia global para
estimaciones del ingreso nacional bruto (INB) per cápita
­
el desarrollo y enfocarse no solo en la provisión de para 2013:
­servicios y productos clave (medicamentos, diagnósti-
cos y vacunas), sino también en el financiamiento de la
• Países de ingreso bajo (PIB) = USD 1045
investigación para el desarrollo y la investigación ope-
• Países de ingreso mediano (PIM) se subdividen en:
rativa para crear nuevas herramientas o hacer un uso
a) Países de ingreso mediano bajo = USD 1046 a
mucho mejor de las que existen (Hecht y ­cols. ­2012). USD 4125
En particular, en la medida en que aumenta la resisten- b) Países de ingreso mediano alto (PIMA) = USD 4126 a
cia antimicrobiana, las enfermedades que se considera- USD 12 745
ban altamente tratables podrían, si no se invierte • Países de ingreso alto (PIA) = USD 12 746 o más
significativamente en el desarrollo de nuevos medica-
mentos, representar una amenaza mucho más grave 1. Los Centros para el Control y la Prevención de
para la salud ­global. Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) esti-
Una generación atrás, mientras los antibióticos bur- man la gravedad de la enfermedad por VIH mediante
laban a la muerte y las vacunas eliminaban enfermeda- conteos de células cúmulo de diferenciación 4 (CD4) y la
des de continentes enteros, la población mundial creía presencia de condiciones específicas relacionadas con el
que nos dirigíamos a una era en que se erradicarían las ­VIH. El sistema de clasificación de las etapas de infección
enfermedades ­infecciosas. El VIH parecía ser la excep- de la OMS —que puede usarse de inmediato en instala-
ción que confirmaba la regla y, en cualquier caso, ciones con pocos recursos sin acceso a medidas de conteo
de células CD4 u otros métodos diagnósticos o de labo-
pronto sería domesticado con una ­vacuna. En lugar de
ratorio— ­clasifica la enfermedad por VIH sobre la base
ello, estos microorganismos genéticamente simples, que
de manifestaciones clínicas que pueden ser reconocidas y
tienen la sobrevivencia como su meta evolutiva, nos ­tratadas ­(Departmento de Salud y Servicios Humanos de
han enseñado ­humildad. Seguiremos luchando contra los Estados Unidos ­2014).
enfermedades infecciosas en las generaciones futuras, 2. Para una lista completa de patógenos transmitidos y trans-
pero la lucha será mucho menos costosa en vidas y misibles sexualmente, véase el anexo 1A en: ­http://www​
recursos si invertimos hoy en su ­control. .dcp-3.org/infectiousdiseases.

212 Principales enfermedades infecciosas


3. Que la TB o el VIH causen más muertes depende de cómo público y privado con la meta compartida de crear equidad
se clasifiquen las muertes en individuos c­ oinfectados. No en el acceso a vacunas nuevas subutilizadas para niños de
hay respuesta clara y ­correcta. los países más ­pobres. Para más información acerca de la
4. El ODS 3 (Salud y bienestar) busca “garantizar una estrategia de fijación de precios de GAVI, véase GAVI, the
vida sana y promover el bienestar para todas y todos Vaccine Alliance ­(2011).
en todas las e­ dades”. Establece nueve metas principales,
entre ellas, la ­3.3: “Para 2030, poner fin a las epidemias
del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades
tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfer-
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216 Principales enfermedades infecciosas

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