Está en la página 1de 4

¿Cómo la Analítica de Datos

y el Big Data ayudó a


Obama a ganar las
elecciones?
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se han convertido en un momento seguido a
nivel mundial. Conocemos a los candidatos a las primarias y a todos los que compiten para llegar
a la Casa Blanca como si de España se tratase. Sin embargo, y aunque fue un hito histórico, la
victoria de Obama no fue determinada por la casualidad, sino que hubo un proceso matemático
realmente importante a las espaldas.

La analítica de datos puede ser aplicada sobre cualquier tipo de información y


para resolver cualquier tipo de necesidad y eso fue lo que sucedió para la
reelección de Obama en 2012. Tras su primer mandato, el expresidente de los
EEUU, Barack Obama, decidió utilizar la Analítica de datos prescriptiva, predictiva
y descriptiva para su reelección en 2012. Unas aproximadamente 100 personas
trabajaron en el departamento de analítica de la campaña. 50 estaban fijos en las
oficinas centrales, otros 30 se movilizaron a lo largo y ancho de las distintas sedes
del país, y 20 estaban única y exclusivamente centrados en la interpretación de los
datos recibidos. Tras un primer análisis, los esfuerzos de la campaña se enfocaron
en tres aspectos:

● Registro (recoger datos de los votantes convencidos),


● persuasión (dirigirse a los dudosos de una forma eficaz) y,
● voto del electorado (asegurarse de que los partidarios fueran a ejercer el
voto sí o sí).

Y, por primera vez, los tres equipos más importantes de las campañas electorales
trabajaron con una estrategia unificada con los respectivos datos de cada uno, y la
analítica les permitió evidenciar los procesos en común y con ello poder generar
relaciones efectivas entre ellos y los votantes. Este equipo dedicó 18 meses a
crear una mega-base de datos exclusiva de votantes y simpatizantes donde se
combinaron los registros del Partido Demócrata, datos de encuestas, recogidas de
fondos, visitas de voluntarios, ficheros comerciales, contactos por teléfono e
interacciones en redes sociales. Los datos se cruzaron, depuraron y estructuraron
a fondo. Esto permitió generar valiosos informes sobre los votantes a quienes
debían dirigirse los esfuerzos de la campaña, ordenados por prioridad, así como
modelos que predecían su comportamiento de voto en varios escenarios. Durante
la campaña se llegaron a estimar hasta 66.000 veces los posibles resultados de la
elección en función de múltiples variables. El equipo de campaña de
Obama decidió recopilar toda la información que los ciudadanos estadounidenses
publicaban en toda la red (www). Así podían saber quién estaba a favor de qué
medidas y quién no, mejorando de esta manera sus propuestas y su enfoque,
mediante transcurrían las votaciones y a tiempo real. La analítica les
permitió conocer mejor en un 66% a los diferentes segmentos en los que sus
votantes estaban divididos, especialmente a aquellos sectores más indecisos, y
poder convencerles en los medios en los que prevalecían. Por ejemplo, decidieron
anunciarse en las pausas publicitarias de Walking Dead o en la revista Reddit.

Introdujeron publicidad en Facebook, Twitter, Instagram, Google Ads, Youtube,


entre otras y utilizaron las 10 V's del Big Data para poder generar la mayor
cantidad de datos provenientes de los votantes que jamás se hubiese obtenido en
alguna elección en los EE.UU. Con analítica, se optimizó 83,33 % la comunicación
y mejoró la respuesta del electorado, permitiendo no malgastar recursos, tiempo y
dinero en votantes que no eran partidarios de su partido ya que ahí se
encontraban los segmentos a los que tenían que convencer.

Otro uso que tuvo la analítica de datos en esas elecciones históricas fue que la
analítica prescriptiva les permitió lidiar con el complicado estado de Ohio (estado
contrario completamente al partido presidencial) gracias a la geolocalización,
conociendo cuáles fueron las inquietudes de sus habitantes y sabiendo utilizarlas
con la analítica predictiva.

Por ejemplo, en la cena que se realizó para la recolección de fondos las analíticas
arrojaron con un 56,88 % de posibilidad que el invitado de honor fuese el actor
George Clooney, también mostraron evidencia que se debían invitar a un 71,98%
de mujeres entre 40 y 49 años de edad y con un perfil específico a la cena, el cual
obtuvieron de estudios realizados con big data, realizar la cena un día específico
de la semana, a una hora exacta, incluso hasta predijeron el posible valor a pagar
por la cena. Toda una hazaña aplicando analítica de datos para una campaña
presidencial. El resultado es de sobras conocido: Barack Obama ganó unas
elecciones que se presentaban muy reñidas y en las que llegó a ir tres puntos por
detrás de su rival. La experiencia ha resultado tan positiva que una de las primeras
medidas anunciadas por el Presidente en funciones de Estados Unidos es
una inversión de 200 millones de dólares en Big Data. El objetivo es mejorar la
capacidad del Gobierno Federal para extraer conocimiento y análisis de los
grandes conjuntos de datos digitales recopilados por las diferentes agencias
estatales, como los Institutos de Salud o la Fundación Nacional de Ciencias.

La mercadotecnia política, como se conoce y conceptualiza hoy, nace en Estados


Unidos a inicios de la década de los cincuenta; fue utilizada por primera vez por
los republicanos en la elección presidencial de 1952, cuando resultó electo
presidente Dwight David Eisenhower, y luego se extendió a otras partes del globo,
por supuesto siempre ligada a los procesos de transición democrática (Valdez
Zepeda, 2010: 4). Estados Unidos, como cuna de la mercadotecnia política, no
podía sino dar a luz a uno de los casos políticos más emblemáticos del uso del
marketing, no sólo en ese país, sino quizás en todo el mundo: el demócrata
Barack Obama.

Actualmente, el mercado y la publicidad, a través de la telefonía celular, es cada


vez mayor y más diversificado; por tanto, la campaña de Barack Obama se diseñó
en gran medida con base en el uso de la mobile communication. En
la gráfica siguiente se muestra cómo esta amplia gama de tecnología celular
ofrece un nuevo mercado por explotar.
Los mensajes de texto enviados por este medio tienen hoy un mayor impacto por
el número de aparatos en uso. Obama lo vislumbró y lo empleó como una vía más
para informar a sus seguidores de manera expedita.

Cada año, la inversión en publicidad o presencia en medios de comunicación


aumenta. Regularmente el político busca pagar su presencia en los medios, y es
que el tipo de información que se genera respecto a un programa de campaña, o
el cambio de criterio con que un candidato pueda ser juzgado en un noticiario,
programa de entretenimiento u otros, representa ganancia o pérdida de adeptos.
Cumpliendo con la máxima "si no sales en los medios, no existes" (Sánchez
Medero, 2008: 14), los candidatos se esfuerzan por aparecer, y aparecer mucho
en cuanta ocasión se les presente; para ello, la disposición de recursos se hace
fundamental, y tratan de innovar, por tanto, en las maneras de allegarse
"donaciones" grandes y pequeñas. La Internet es la más reciente estrategia y vía
para la recaudación fondos.

Méndez, F. (3 de 09 de 2015). www.forbes.es/. (SPAINBOOKS, Editor, & Revista Forbes)


Recuperado el 01 de 04 de 2020, de https://forbes.es/emprendedores/7560/como-el-big-
data-ayudo-a-obama-a-ganar/

También podría gustarte