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ECONOMÍA PERUANA: PERSPECTIVAS PARA EL 2021

Por César Fuentes el 18 de diciembre 2020 10:16 PM

Para mejorar el desempeño económico del 2021, el Gobierno debe impulsar la inclusión
financiera de la población y capacitar a las micro y pequeñas empresas (mypes) para aumentar
su competitividad.

La economía peruana ha registrado una leve recuperación durante el último trimestre del
2020, pese a la inestabilidad política y su repercusión en la base fiscal del país. Si estos
problemas disminuyen durante los próximos meses, se proyecta que la economía podría crecer
hasta un 12 % al cierre del 2021. Para el 2022, su desempeño ya sería el mismo que registró en
el 2019. ¿De qué factores depende el cumplimiento de esta proyección?

Situación sectorial

El sector agricultura pudo mantener su desempeño durante la crisis económica, debido a que
cubre una necesidad básica como la alimentación. Minería también logró sostenerse gracias al
alza del precio del cobre y el oro de China, hoy considerado el principal socio comercial del
Perú. Los envíos comerciales realizados a este país asiático también impulsaron la
recuperación del sector exportaciones.

El resto de sectores sufrieron caídas de hasta dos dígitos, pero se estima que su recuperación
se daría en la misma proporción. La situación más crítica se registra en construcción, comercio
y servicios, considerados tres de los principales generadores de empleo en el país. A corto
plazo, se estima que aumentará el nivel de informalidad en estos sectores, lo cual generará
empleos con menores ingresos. Es clave que el Estado se esfuerce para evitar esta tendencia.
Percepción de riesgo

Recientemente, la agencia de calificación de crédito Fitch Ratings cambió su perspectiva sobre


el panorama para la economía de Perú se estable a negativo, debido a los problemas
registrados para gestionar la emergencia sanitaria en el país y la inestabilidad política
persistente. Sin embargo, el perfil de la deuda soberana se mantiene en BBB+, gracias al apoyo
de instituciones macroeconómicas y organismos financieros externos.

Por ahora, el cambio de percepción no supone un problema grave para el país. Sin embargo,
de traducirse en una disminución de la inversión privada, podría afectar de forma seria las
tasas a largo plazo, tanto hipotecarias como corporativas. La acción de Fitch es un recordatorio
de la necesidad de mantener el equilibrio macroeconómico y una llamada de atención a la
clase política por la inestabilidad generada a través de iniciativas como la devolución de
aportes de la ONP, entre otras.

Perspectivas y retos

En la actualidad, los ruidos y riesgos sobre el futuro de la economía peruana se asocian al


ámbito político. En la próxima contienda electoral, se esperan candidatos que no cuestionen el
modelo económico del país en su totalidad y congresistas que no lleven adelante más
iniciativas de gasto que desestabilicen la economía. Solo la devolución de aportes de la ONP
representa USD 4 000 millones de gasto adicional, es decir, dos puntos del producto bruto
interno (PBI), que generarán un forado en las cuentas fiscales.

Si el Congreso actual sigue esta tendencia, puede erosionar la base fiscal que es el pilar sobre
el que se ha sostenido la economía peruana durante los últimos 30 años. En el ámbito
monetario, la autonomía y buen manejo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) todavía
nos brinda seguridad. A nivel internacional, la recuperación de China permite al Perú contar
con un socio clave para la recuperación del sector exportación.

A largo plazo, es necesario que el Gobierno actual y el próximo impulsen la inclusión financiera
y la formalización de la población, a fin de facilitar su acceso al crédito y a iniciativas como los
bonos universales. A nivel empresarial, es crucial capacitar a las pequeñas y medianas
empresas (pymes) para que desarrollen habilidades que mejoren su desempeño en el mercado
actual.

A nivel macro, el principal desafío consiste en mantener la estabilidad financiera y monetaria


del país. Hay que trabajar a fondo todos los temas sectoriales y desarrollar la competitividad
de las industrias nacionales, con un aumento de la calidad en los productos. Vender materias
primas es positivo, pero insuficiente en un entorno donde se exigen productos con un valor
agregado cada vez mayor. ¿Qué otras acciones se necesitan para mejorar la situación
económica?

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