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Nivel de calidad aceptable, NCA o AQL (Aceptancing Quality Level).

El NCA se define como el porcentaje máximo de unidades que no cumplen con la calidad
especificada y que el consumidor considera aceptables en un lote, al NCA también se le conoce
como nivel de calidad del productor. De acuerdo con lo anterior, si un lote tiene un nivel de
calidad igual al NCA, entonces la probabilidad de aceptarlo debe ser alta (0.90, 0.95) y a esa
probabilidad se le designa con 1 − α. Nótese que la probabilidad de aceptar lotes con un NCA
no es igual a 1 y por lo tanto hay un riesgo de no aceptar lo que se considera un nivel de
calidad satisfactorio. A este riesgo que tiene una probabilidad igual a α, por lo general pequeña
(0.05, 0.10), se le conoce como riesgo del productor. Debido a este riesgo, el NCA debe ser un
nivel de calidad de referencia para el proceso de producción del productor y de ninguna
manera un valor objetivo. Más aún, el productor debe buscar que su proceso opere con un
mejor nivel que el NCA.

Riesgo del productor (α): Es la probabilidad de rechazar lotes con un nivel de calidad
aceptable.

Porcentaje defectivo tolerado del lote (PDLT o LTPD) o Nivel de calidad límite (NCL): Es el
nivel de calidad que se considera como no satisfactorio y que los lotes que tengan este tipo de
calidad casi siempre deben ser rechazados. Por lo antes dicho, si un lote tiene calidad igual al
NCL entonces la probabilidad de aceptarlo debe ser muy baja (por lo general de 0.05, 0.10), y a
esta probabilidad se le designa con la letra β (véase figura 12.9). Nótese que la probabilidad de
aceptar lotes de calidad no satisfactoria (NCL) no es cero y, por lo tanto, hay un riesgo de no
rechazar este tipo de lotes. A este riesgo, que tiene probabilidad igual a β, se le conoce como
riesgo del consumidor.

Riesgo del consumidor (β): Es la probabilidad de aceptar lotes con calidad igual al NCL.

L.S.C= ES EL MÁXIMO VALOR PERMITIDO EN UN PROCESO

L.C.C= ES EL VALOR IDEAL EN UN PROCESO

Referencia bibliográfica: Control estadístico de calidad y seis sigma. Humberto Gutiérrez


Pulido, Román de la Vara Salazar. Pág. 333

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