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¿Quién es Dios para mí?

En el mundo en que vivimos siempre vamos a estar rodeados del bien y el mal,
muchas personas asocian el bien con Dios y el mal con el diablo, de igual
manera la luz con el bien y lo oscuridad con el mal; para mí cuando una
persona es honesta, respetuosa, honra a sus padres, y ama a su prójimo entre
muchas otras virtudes, es porque tiene a Dios presente en todo momento,
cuando por el contrario hace el mal carece de esa presencia divina.

A pesar de que no lo puedo ver Dios para mí ha sido la tranquilidad que mi


corazón y mente necesitan, esa paz interior que ninguna otra persona, cosa, o
actividad me pueden generar. En un mundo donde sobrevive el que más tiene
malicia para afrontar la vida, personas como yo inocentes de corazón, que se
nos dificulta ver las malas intenciones, que nos cuesta creer cuanta maldad
puede generar un ser vivo a otro semejante, y que nos entregamos totalmente
sin esperar nada a cambio; tendemos a sentirnos inferiores, diferentes,
usados, incluso maltratados, y por esta razón se nos hace tan imprescindible
tener una cercanía o un lazo muy fuerte con Dios, porque solo de esta manera
somos capaces de afrontar cada situación incómoda que se nos presente,
obstáculos, decepciones, tristezas y desesperanza. Mi comunicación con Dios
ha hecho de mi una persona capaz de entender que hay cosas que no puedo
controlar, que así como existen personas malvadas, existen otras muy nobles,
que desean ver a sus semejantes triunfar, que no sienten envidia, que te
brindan su mano cada vez que lo necesites, en general que todavía quedan
esperanzas.

Dios es una energía poderosa, es perfección, sanidad, bondad, fidelidad, paz,


libertad; quiere que sus hijos sean felices, que disfruten de la vida que nos
regaló, la naturaleza que Él creo, el amor de quien Él es dueño, y la familia que
Él nos otorgó; muchas veces nos quejamos de que somos infelices y Dios no
hace nada para cambiarlo, estamos equivocados la felicidad la tenemos en
frente de nuestras narices solo que nosotros mismos nos encargamos de cerrar
todas esas puertas con nuestra negatividad y falta de fé, no somos capaces de
ver cuántas bendiciones ha colocado en nuestras vidas porque nos distraemos
en cosas sin sentido; nos pasamos la vida esperando tener dinero para ser
feliz, o tener éxito en estudios, o a nivel laboral, pero no nos enfocamos en vivir
el presente y apreciar lo que ya tenemos.

Muchas veces también buscamos de Dios cuando nos sentimos mal, cuando
nuestra vida se derrumba, pero en los momentos en que disfrutamos de todo lo
que tenemos, nos olvidamos de Él, y no debe ser así, porque del mismo modo
que Él nos brinda consuelo, nos da inteligencia para aprender a afrontar esos
momentos de euforia que en muchas ocasiones así como llegan se van;
debemos ser agradecidos con nuestro Padre en todo momento es el refugio
más hermoso y lleno de paz al que podemos recurrir, no necesariamente la
conexión con él debe estar anudada a una iglesia, en mi opinión Dios es tan
maravilloso que está en todo lugar, en cualquier momento del día, cada vez
que lo necesitemos, porque posee mucho amor en su corazón para brindar.
Las iglesias son como una escuela en donde la idea principal es mejorar los
conocimientos que ya tenemos acerca de Él, instruirnos para acercarnos más a
su presencia, y es una oportunidad maravillosa para interactuar con personas
que sientan el mismo amor por Dios, conocer ejemplos de vida, tener modelos
a seguir, realizar actividades que enorgullezcan a nuestro Señor como lo son,
ayudar a las personas que lo necesiten, y encaminar a las nuevas y antiguas
generaciones por el camino de los valores morales.

La mejor manera de saber quién es dios y aceptarlo es teniéndolo en nuestros


corazones, la vida sin Él es un hueco nada tendría sentido; la justicia del
hombre en ocasiones se ve manchada por la corrupción, la deslealtad, la
avaricia, y es allí donde solo en Dios podemos apoyarnos para encontrar
respuestas y soluciones a todo aquello que perjudica nuestra existencia; en el
encontramos el propósito de nuestras vidas, es nuestro eje central, nuestro
único punto de apoyo, nuestro pasado, presente.

Dios nos hace bien, nos mejora como persona; con Él podemos llegar hacer
cosas que nunca pensábamos que seriamos capaces de hacer. Cuando siento
que no tengo fuerzas para hacer mis actividades diarias, o emprender un nuevo
reto mi mejor arma es contar con la ayuda de Dios, me da la valentía y la
voluntad que necesito y que se que también muchas personas necesitan.
También es cierto que hay personas que no tienen el mismo sentimiento hacia
Él pero es respetable, cada quien tiene derecho a ver la vida a su manera,
considero que cada quien debe creer y seguir lo que lo haga feliz, nadie tiene
derecho a opinar y mucho menos a criticar, porque la humanidad no es
perfecta, no somos seres superiores, así que lo que a mí me funciona no quiere
decir que sea lo único válido, y tampoco que funcione con los demás.

Yerilin Yineth Morales Sierra


Estudiante de Ingeniería Civil
Cód. 0171210058

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