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“Empanadas de fama”

¡Oiga y le cuento papito!; hoy voy llegando a dejar el correspondiente pedido de empanadas en el
aeropuerto, en el Olaya Herrera, son varios ejemplares los que a menudo dejo, se puede decir que
una de estas empanadas puede convertirse en la primera experiencia gastronómica de un turista
con la cocina local, ¡pura calidad llave!, de repente, me llama la atención un alboroto ni el macho
que viene de la zona de arribos, un poco de gente con más carteles que propaganda de políticos,
se les ve la emoción en la cara, mínimo viene alguien famoso, yo, continuo mi camino.

Cuando llegue donde María, una de las sardinas que me reciben el pedido, enseguida le pregunte
como quien no quiere la cosa, que cual era el motivo de toda esa revolución, ella, muy picara
como siempre me explico que hoy llegaba un tal kashinga, khachifa, algo así, un rapero gringo de
esos que son buenos con la vareta, ¡vea pues como es el mundo!, seguí mi rutina y en otro negocio
iba hacer la misma pregunta para confirmar pero me salió una cuchita que no creo que conozca
mucho de rapeo, por ende seguí con la repartición; Cuente y cuente ejemplares cuando de
repente la que bulla, ¡virgen santísima!, eso la gente parecía que había llegado el mismo
Jesucristo, termine de entregar el pedido con rapidez y Salí a chismosear cual era el alboroto.

Vea hermano no me lo va a creer pero eso como se le tiraban encima por una foto, el aeropuerto
estaba cual otro, el tal rapero quería aterrizar ahí por el cuento de Gardel y así fue. Yo, pelando
ojo por pura y física curiosidad; el man parece relajado, no habla mucho español, se ve joven, me
causa bastante curiosidad que mucha foto y tales pero nadie le pide que cante algo, debería
cantar, recuerdo la vez que me encontré aquí mismo con el ilustre Gallie Galeano, ¡el canto!, así
tiene que ser.

Después de 10 minutos de chisme, continúe con el recorrido, ya fuera del aeropuerto, pero
pensando, ahora no falta el periodista que le pregunte que como le parece el país, que si le gusta
la comida colombiana, que la mujeres y resto de pendejadas que solo muestran el complejo de
inferioridad de los colombianos ante el mundo, ¡que vaina tan jodida por dios santo!, o lo que es
peor, ahora le llevan unos trovadores que pa que conozca la música paisa, ¡que verracos tan
cansones, siempre con el mismo cuentico!. Me entretuve y se pasó el día, cuando de la nada me
entero que el mentado rapero ese, visito a don pablo, la tumba, me pareció buen gesto, pero
parece que al alcalde y a mucha gente no les gusto, haya ellos, como si se pudiera borrar el
pasado; el hecho es que el tal rapero que no canta me hizo el día, eso es lo bueno de llevar mis
empanaditas al Olaya, uno no sabe con qué personaje se va a tropezar.

Relato de ficción escrito por: “M A R T I A R E Z” (Jesús Alfredo Martínez Suarez cel: 3008505846)

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