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CARRERA DE ARQUITECTURA
CÁTEDRA TEORÍA Y ANÁLISIS DE
LA ARQUITECTURA II – NIVEL III
MANUAL DE CATEDRA
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UNIDAD Nº 02
RENACIMIENTO
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RENACIMIENTO Y HUMANISMO
El contexto europeo
Durante los siglos XV y XVI florece en Europa como un imponente movimiento artístico,
literario, científico y cultural, que tuvo profundas implicaciones y cambios políticos-sociales
en diferentes ámbitos. Los cuales los podemos compendiar en:
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Hubo progresos en la geografía, astronomía y la medicina. Hicieron valiosas
observaciones y notables trabajos los geógrafos Eneas Silvio, Paolo Toscanelli y Pedro
D´Ailly. Ellos coincidieron en que la tierra era redonda y no un disco aplastado, como
erróneamente se creía. En astronomía, Nicolás Copérnico afirmó que el sol era el centro del
sistema planetario (heliocéntrica) y no la tierra (teoría geocéntrica). Sus ideas encontraron
fuertes resistencias, pero fueron demostradas por Kepler y Galileo. La medicina hizo notables
adelantos con Vesalio, quien logró un mejor conocimiento del cuerpo humano mediante La
disección, y con Miguel Servet, quien descubrió la circulación menor de la sangre.
La brújula, que también llegó a China, fue aplicada a la navegación oceánica, lo que
brindó más seguridad que el sistema de viajar sin alejarse de las costas y guiándose por la
posición del sol y las estrellas. Este invento fue decisivo para los grandes descubrimientos
geográficos. Incluso conllevó al descubrimiento de un nuevo continente: América.
Los pensadores de la edad Media habían situado a Dios en el centro del Universo y habían
considerado la vida en la tierra, como un paso para lograr la vida eterna; pero los intelectuales
del renacimiento, en cambio colocaron al hombre en el centro del un mundo que consideraban
digno de ser vivido.El hombre comenzó a interesarse más por sí mismo y por las cuestiones
de la naturaleza, revalorizando la razón y su experiencia como fuentes de conocimiento y
otorgó mayor importancia a los éxitos de este mundo. Esta nueva valoración del hombre
junto con el desarrollo del espíritu crítico produjo, como lo mencionamos anteriormente,
avances en los aspectos esenciales de la sociedad, como la economía, la política, la ciencia y
el arte.
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Fig. 06 – FRANCESCO PETRARCA
(1304-74)
Uno de los estudiosos más importantes en la introducción del humanismo en Francia fue
Erasmo de Rotterdam, que también desempeñó un papel principal en su difusión por
Inglaterra. Allí, el humanismo fue divulgado en la Universidad de Oxford por los estudiosos
William Grocyn y Thomas Linacre, y en la Universidad de Cambridge por Erasmo y san Juan
Fisher. Desde las universidades se extendió por toda la sociedad inglesa y allanó el camino
para la edad de oro de la literatura y la cultura que llegaría con el periodo isabelino.
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En el siglo XIV se había iniciado en Italia un proceso de revalorización del trabajo del
artista que culminará en el Siglo XVI. Los anónimos artistas de la edad media dieron paso a
otros que firmaron sus obras y cuyos nombres definieron épocas y estilos. En esta nueva
valoración fue muy importante la aportación de los escritores de la época, que al abordar
temas relacionados con las artes (pintura, escultura) incorporaron la biografía de los artistas
como reconocimiento de la labor ejecutada. La nueva valoración social del artista estuvo en
relación con el mecenazgo, y su vinculación con la corte o un príncipe le permitían eludir el
pago de la cuota al gremio para poder ejercer su profesión. Esto sumado a la incorporación del
artista a grupos de humanistas vinculados a las cortes, establecía una distancia con respecto a
otros que seguían siendo considerados artesanos. Los argumentos esgrimidos por los artistas
en este proceso de sacar al arte de su consideración de artesano, fueron varios, demostrando
que el conocimiento científico (matemáticas, geometría, perspectiva, óptica) era
imprescindible para la creación de sus obras. Se trataba de defender al artista como alguien
que, a una gran formación científica, unía su ingenio y una capacidad de creación que se
plasmaba en obras que iban más allá de cualquier consideración artesanal.*
*Extarído de los libros “Historia 8” – Capítulo 4 - Ediciones Santillana 1997- L. Cattáneo, A. Cattaruzza, Gustavo L. Paz, F. Rocchi, A.
Calotto; “Historia de la Arquitectura” – Pág. 42/45- Editorial Konemann 1996 – Jan Gympel; “Historia del Arte” Tomo 25 El
Quatrocento italiano- Nieto, Cámara - y tomo 26 El Cinquicento y el Manierismo en Italia – Hernández Perera- Editorial Historia 16,
198; “Infopedia”. Historia Universal- Capítulos 22/30. TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia Lafer 1997.-
ARQUITECTURA RENACENTISTA
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Esta obra, junto a las investigaciones directas realizada por los arquitectos de la época en
las ruinas de la antigüedad, fue el punto de partida para la interpretación de los principios de
la arquitectura clásica. En ella se basa Alberti para su tratado ―De Re A edificatoria‖, que se
convirtió en referencia ya que de su libro parten la mayoría de los tratados posteriores, muy
abundantes en el Renacimiento.
Fig. 10–HOSPITAL DE LOS INOCENTES Fig. 11–IGLESIA SAN LORENZO Fig. 12–PALACIO MÉDICIS/RICHARDI
Fig. 13 – CUPULA BASILICA SAN PEDRO - ROMA Fig. 14 – SACRISTÍA Fig. 15 – FUENTES y JARDINES
CASTILLO CHENONCEAUX IGLESIA SAN LORENZO
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o La iglesia sigue ocupando el primer lugar entre los edificios (aunque en menor
proporción), pero aumenta notablemente el número de palacios y también el de edificios
civiles.
o Las fuentes, columnatas y otros monumentos ornamentales se integran en una nueva visión
del urbanismo.
o Respecto a las artes, los ideales renacentistas fueron la armonía y la proporción.
o Los materiales más utilizados en este período fueron la piedra, el mármol y el ladrillo.
o Utilizaron concepto científico de perspectiva lineal que hizo posible representar el espacio
tridimensional en una superficie plana.
o Un elemento que adquiere gran importancia es la cúpula.
En el siglo XV, Florencia fue el centro de las artes, con Boticelli aparecieron los
desnudos y los temas paganos de la antigüedad clásica, Brunelleschi rompió con el estilo
gótico y construyo la cúpula de la catedral de Florencia. Ghiberti y Donatello esculpieron las
primeras estatuas llenas de realismo, siguiendo los cánones greco-romanos.
Si bien la arquitectura se había resistido a los cambios, las innovaciones gestaron un
gótico híbrido como el desarrollado por Giovanni Pisano en el Camposanto de Pisa, ya que
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era gótico en la forma, pero revestido en mármoles y ordenado con otras proporciones que
diferían de las francesas.
La obra más importante que se estaba ejecutando en ese momento en Florencia, era la
catedral Santa María de Fiore, gran iglesia gótica proyectada en el 1300, a la cual había que
concluir, para ello se celebró un concurso en el año 1418 que fue adjudicado el proyecto de la
nueva cúpula, a Ghiberti y a Brunelleschi.
De ella escribió Alberti que era "amplia como para cubrir con su sombra todo el pueblo
toscano". Brunelleschi se enfrentó en esa obra al reto que supone trabajar sobre algo ya hecho.
No sólo existía ya el campanile de Giotto, verdadero símbolo del orgullo ciudadano, sino que
en la catedral había trabajado Arnolfo di Cambio y sólo quedaba por hacer la cúpula, de la
que incluso las medidas estaban ya dadas. Luego volvieron a concursar en el año 1436 para la
realización de la linterna, pero donde nuevamente salió triunfador Brunelleschi.
Al mismo tiempo, Brunelleschi unió las dos cúpulas por medio de costillas en los ángulos
y cinchó la cúpula interior con grandes anillos de vigas de madera unidas por medio de barras
de hierro. Esta combinación de sistema dinámico de la edad Media y estático de la antigüedad
es la peculiaridad del diseño de la cúpula de Florencia, a la vez que prestan al conjunto un
perfil apuntado, en armonía con las formas góticas del resto del duomo y del campanile. *
*Extraído del libro “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Primera Parte – Pág. 19/32 -Ediciones Akal
S.A. 1994 – Jean Castex
Fig. 19 – CATEDRAL
SANTA MARIA DE FIORE
Brunelleschi, antes de empezar las obras de la cúpula, en 1419 construyó el pórtico del
Hospital de Inocentes, considerada una de las primeras obras del renacimiento, también en
Florencia. En él encontramos dos elementos que tendrán gran continuidad en el
Renacimiento: una loggia o soportales de arcos de medio punto sobre columnas con una
esbeltez y ligereza de proporciones típicamente quattrocentistas, y la colocación de pequeños
frontones sobre los dinteles de las ventanas, decoración romana olvidada durante la Edad
Media.
Todos los elementos mencionados (columnas, arcos cornisas, frontones)
considerados por los eruditos como ―la vuelta a lo clásico‖; no es tan real ya que por ejemplo,
los arcos se apoyan sobre columnas delgadísimas tan diferentes a las del anfiteatro de Roma.
Además los griegos jamás usaron arcos y los romanos lo apoyaron sobre pilares cuadrados,
salvo excepciones. En cambio sí podemos encontrar en el románico florentino, arcos de medio
punto, columnas lisas y molduras clásicas.
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Fig. 20 – PÓRTICO DEL HOPITAL DE LOS INICENTES Fig. 21 – DETALLE DEL PORTICO
Si contemplamos este pórtico desde el interior, notaremos que los arcos no son solo
elementos arquitectónicos que sostienen la masa constructiva sobre el vacío, sino que han sido
utilizados como dos entidades geométricas opuestas: la superficie y la perspectiva en
profundidad.
Sobre una plataforma de nueve escalones se disponen nueve cubos cubiertos por cúpulas
semiesféricas y que forman los nueve tramos de un pórtico. La fachada es plana y lisa
horadada por trece ventanas con frontón situadas paralelamente sobre la alarga línea de la
banda. Hay nueve espacios y un plano… Los espacios son cubos y esferas, formas básicas a
partir de las que se engendran todas las demás y el plano del cuadrado con el que se
relacionan estos nueve espacios y que asegura su revelación perspectiva. La cuerda de los
arcos, la altura de las columnas y las distancias entre éstas son dimensiones idénticas. *
*Extraído del libro “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Primera Parte – Pag. 39 -Ediciones Akal S.A.
1994 – Jean Castex
La Tipología Religiosa
Pero las obras más puramente renacentistas de Brunelleschi son las iglesias de San
Lorenzo y el Espíritu Santo, también en Florencia.
Antes de proyectar estas iglesias, Brunelleschi inició en el año 1421, las obras de la
Sacristía de la Iglesia de San Lorenzo, consiste en un espacio cuadrado cubierto por una
cúpula sobre pechinas, en una de sus cuatro paredes se abre una capilla cuadrada y también
cubierta por una cúpula. Aquí demuestra uno de los principios fundamentales de la
perspectiva: la pluridimensionalidad del espacio.
Fig. 23 - VOLUMETRÍA DE
SACRISTÍA DE LA IGLESIA DE
SAN LORENZO DE FILIPPO
BRUNELLESCHI
Al otorgarle al espacio mayor (la sacristía) y al menor (la capilla) el mismo esquema
cúbico y la misma cubierta con cúpula, subraya que ambas unidades espaciales son iguales y
que su diferencia, es solo cuantitativa, depende de la distancia aparente, es decir, que su
relación es exclusivamente perspectiva. Por ello el espacio cúbico de la capilla está pensado
con un espacio lejano, igual que si se tratase de una intersección de la ―pirámide visual‖ más
próxima al ―punto de fuga‖. Los pilares empotrados que marcan los límites entre los dos
cubos espaciales de la sacristía y de la capilla, los que figuran en los ángulos, el friso y los
arcos están construidos en piedra serena, de color gris oscuro, para subrayar su presencia
sobre el blanco liso de los muros.*
*Extraído del libro “Historia del Arte” Volumen 14 - Pág. 19 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro
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Mientras se iban terminando las obras de la sacristía, Brunelleschi inició en 1423 la
Iglesia San Lorenzo, donde desarrolla en su interior una estructura ―basilical‖, repartida en
cinco volúmenes progresivamente ascendentes y simétricamente dispuestos. Se puede hablar,
por tanto, de tres grandes espacios:
1. Capillas entre contrafuertes en los extremos, elevados sobre escalones y abiertos la
nave por medio de grandes arcadas de medio punto. Estos arcos están separados por pilastras
corintias.
2. Las naves laterales tienen en planta la mitad de tamaño de la nave central y son, en
altura, superiores a las capillas entre contrafuertes, pero inferiores a la nave principal. Estas
naves laterales se hallan iluminadas por óculos abiertos al exterior sobre el entablamento de
los accesos a las capillas, proporcionando una luz difusa y serena. La cubierta es de bóveda
vaída, formando tramos que descansan en el muro exterior y en las columnas que dan paso a
la nave central.
3. La nave central es la de mayor altura de todas, permitiendo una iluminación por vanos
ubicados sobre las naves laterales. Esta nave se caracteriza por tener columnas con pedestal y
basa, fuste liso y estilizado y capitel corintio. Sobre cada capitel, y entre éste y el arranque de
los arcos, se ubica una fracción de entablamento, formado por un arquitrabe, donde el friso
está decorado con relieves y la cornisa con un voladizo. Sobre estas cornisas descansan los
arcos formeros de medio punto, que separan la nave principal de las laterales, con
ornamentación geométrica y molduras que los resaltan. Sobre los arcos, de nuevo un
entablamento, que culmina con una cornisa en la que descansa una baranda que cobija los
vanos de iluminación. La cubierta es plana ejecutada con un artesonado de madera.
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La disposición del conjunto de tres naves, la central más elevada que las dos laterales,
recuerda la estructura de las antiguas basílicas paleocristianas. La nave central descansa sobre
las dos laterales, reforzadas éstas por contrafuertes, entre los que se ha insertado ahora
pequeñas capillas que contribuyen a su refuerzo. Todo ello crea un conjunto unitario, sencillo
y armonioso. Un eje imaginario en el centro de la nave establece las líneas de simetría, pues a
un lado y a otro se repiten los mismos elementos estructurales y ornamentales. Brunelleschi
pretendía a través de este espacio armonioso, equilibrado y simétrico aplicar sus teorías de la
PERSPECTIVA. En San Lorenzo de Florencia crea una pirámide visual, por medio de una
sucesión de cubos progresivamente descendentes, que convergían en el altar, siempre que un
espectador se colocará en el centro mismo de la nave principal.
Si consideramos los tramos de las naves laterales, en el fondo de cado uno de los cuales un
arco abre paso a la capilla, veremos que la proporción entre el arco de la nave central y el de
la capilla correspondiente es de 5 a 3. Estas cifras demuestran que ambos arcos tienen el
―punto de fuga‖ común, y que para el espectador situado al medio de la nave central y que
contempla uno de los tramos, los dos arcos se presentan como dos intersecciones sucesivas de
la ―pirámide visual‖. Los arcos y el fuste de las columnas están construidos en piedra serena
gris oscuro para subrayar el papel que juegan de articulación en la sucesión de los espacios.
La misma graduación proporcional se aplica a la iluminación, las capillas laterales no tienen
aberturas al exterior, las bóvedas vahídas de las naves laterales reciben luz matizada
procedente de los óculos y la nave central está inmersa en un alta luminosidad uniforme que
le proporcionan las ventanas.
Con esta pirámide visual pretendía crear una arquitectura hecha a escala humana. Esta
obra estaba en función del hombre, y no de Dios, como en la Edad Media, se abandona la
verticalidad gótica, y son las líneas horizontales de las cornisas y otras molduras las que
marcan el ritmo del edificio. Sin embargo, la tendencia a la HORIZONTALIDAD, que
procura ser la predominante, se ve matizada por la superposición del entablamento
brunelleschiano en los capiteles, haciendo más elegantes los elementos sustentantes.
En definitiva, San Lorenzo de Florencia fue una obra que abrió nuevas vías a la
Arquitectura y es prototipo de iglesia cuatrocentista.
La otra basílica que proyectó en el año 1432, fue la Iglesia de Santo Spírito, también de
tres naves separadas por hileras de columnas de ―piedra serena‖ que sostiene arcos del mismo
material. También intercala trozos cúbicos de entablamento entre la columna y el arco, pero
es en esta obra donde se manifiesta nuevos avances en el dominio del espacio. La altura de la
nave central es exactamente el doble de su anchura, esta última dimensión es la misma de la
altura de los arcos y la distancia que hay entre éstos y el techo plano de la nave central. Los
tramos de las naves laterales, en cambio, tienen igual longitud que anchura, es decir, son
cuadrados; pero su altura, como en la nave central, es el doble de su anchura.
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Fig. 28 – PLANTA Y CORTES
IGLESIA SANTO ESPÍRITU
BRUNELLESCHI
El conjunto formado por una retícula de elementos dinámicos construidos con la ―piedra
serena‖ elimina la importancia de las superficies planas. Separando las capillas laterales,
coloca medias columnas empotradas que soportan los arcos de los nichos u hornacinas
laterales y las liga a los arcos torales, logrando producir un dinamismo en toda la estructura
sustentante, con ello consigue controlar el espacio haciendo unitaria su concepción.
La Capilla Pazzi (1429) es la única obra de Brunelleschi que tiene fachada exterior. Es un
pórtico, cuyas columnas lisas con capiteles corintios sostienen un entablamento, excepto en la
parte central, donde se abre un arco. Este pórtico de bóveda de cañón casetonada, es
interrumpida por una cúpula en su parte central. La función de esta fachada es separar el
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espacio ilimitado y lleno del sol exterior, universo geométrico interno, por eso sus adornadas
bóvedas y su pequeña cúpula crean una penumbra entre ambas y permiten que solo pueda
llegar al interior una luz alta y uniforme que no proyecta sombras. Aquí se puede apreciar el
sistema de módulos y la correspondencia entre las partes.
En el interior combina un eje longitudinal que marca el camino del altar, con una
tendencia a la centralización espacial mediante la cúpula, que descansa en dos muros y dos
arcos casetonados, cubriendo unas prolongaciones laterales que convierten en rectangular el
recinto. El altar está cubierto por una pequeña cúpula sobre pechinas, reducción de la que
cubre el espacio mayor. Los muros están sobriamente decorados con medallones cerámicos
que fueron realizados por Luca della Robbia y se ubican entre los pilares acanalados de
―piedra serena‖ adosados a los muros y sobre elevados por un pequeño basamento. La cúpula
mayor, perforada por pequeños óculos que iluminan el espacio desde arriba, fue decorada con
medallones con las imágenes de los cuatro evangelistas, ejecutados por el propio
Brunelleschi.
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significativamente en latín «De re a edificatoria''. Su preocupación fundamental son las
proporciones matemáticas como base de la belleza arquitectónica. Para ello se funda en la
obra del tratadista romano Vitrubio. La proporción áurea de Vitrubio, la que crea, según él, el
rectángulo más armonioso, es la de 1 (ancho) a 1,61 (alto). Alberti deriva de ella toda una
serie de proporciones, de forma tal que todos sus edificios pueden dividirse en elementos
geométricos numéricamente relacionados. Definió la belleza arquitectónica como el resultado
de la ―armonía y concordancia de todas las partes, de tal manera que nada se podría añadir ni
quitar o alterar sin empeorarlo‖ y ―la decoración como una especie de esplendor adicional y
aumento de la belleza‖.
Una de sus obra más representativas fue la Iglesia de San Andrés de Mantua (1470) que
sienta un precedente de la planta de una sola nave con una gran bóveda de cañón y cúpula en
el crucero, el esfuerzo de la bóveda de medio punto sobre la nave única se halla contrarrestado
por las capillas laterales; que ocupan el lugar antes reservado para las naves laterales. Estas
capillas se abren a la nave central mediante arcos alternativamente altos y anchos, y bajos y
estrechos. En los laterales de la nave central, aparecen secciones de muro con pilastras, que se
elevan hasta la cornisa principal como orden monumental. Los nichos murales entre ellas se
abovedan en el piso bajo con cañones transversales, sobre los cuales se horadada la pared con
ventanas individuales. El crucero soporta una cúpula; el coro desemboca en un ábside
aumentado y elevado.
Fig. 32 – PLANTA GENERAL Y VISTA INTERIOR DE LA IGLESIA SAN ANDRÉS DE MANTUA - ALBERTI
Los ejes transversales definidos por nichos laterales determinan el ritmo del recinto.
Alberti enlaza en construcción y carácter general con la edificación masiva de la época
imperial romana y encamina el lenguaje hacia la monumentalidad del alto renacimiento.
Fig. 33 – VISTA LATERAL DE LA NAVE CENTRAL Y VISTA EXTERIOR DE LA IGLESIA SAN ANDRÉS DE MANTUA
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También aquí se manifiesta la preocupación del uso racional de la iluminación, que
habíamos encontrado en Brunelleschi, es por ello que Alberti ilumina las capillas por medio
de ventanas termales y los pilares huecos, abiertos parcialmente al exterior, forman
―columnas‖ iluminadoras‖ que difunden la luz a través de óculos y a la pequeña estancia
cupulada, por medio de un linterna a la cual le llega luz a través del muro exterior horadado.
En la fachada principal de San Andrés de Mantua, los cuerpos laterales están ligados al
cuerpo central por medio de volutas, el segundo terminado en un frontón. Alberti une la
fachada de templo y el motivo del arco de triunfo por medio de la articulación de la fachada
con un orden monumental de pilastras.
Lo arquitectos posteriores perpetuarán en sus construcciones, las soluciones e
interpretaciones de la obra clásica halladas por él.*
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 14 - Pág. 22/31 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
- Pág. 487 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Primera Parte – Pág.
41/48 -Ediciones Akal S.A. 1994 – Jean Castex; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi
La Tipología Residencial
El palacio urbano ocupa un lugar importante en la temática renacentista, no solo por los
valores específicos de su desarrollo sino por las fuertes influencias que dejará en la
arquitectura occidental. Se adecuarán a soluciones variadas y de distintas épocas y lugares,
cuyo desarrollo mantiene hoy algunos de sus componentes significativos, más allá de la
evolución realizada en su materialización.
La nueva situación política y económica que se venía desarrollando en el Siglo XV,
benefició la formación de una elite (aristocracia y burgueses) que comprendieron la
importancia y el significado que la nueva arquitectura ofrecía como símbolo de la posición
que había adquirido dentro de la sociedad.
Esta tipología básicamente, parte de un esquema de organización alrededor de un patio o
cortile porticado, sobre el que abren todos los locales, ordenado en varios niveles,
generalmente de una planta baja y dos superiores.
En la fachada puede leerse los diferentes niveles, exteriorizados a través de molduras que
separan cada uno de ellos, con aventanamientos regulares y rematados son una gran cornisa.
También los niveles se manifiestan mediante el uso de distintos tipos de almohadillados y
constituye la base de la riqueza plástica del conjunto y en la que se hace énfasis ya que al estar
en contacto con el exterior juega un papel expresivo muy importante.
El conjunto se manifiesta como un volumen cúbico perforado, en su interior por otro cubo
de menores dimensiones (patio) y en el exterior, por aventanamientos regulares. Los
diferentes niveles se separar a través de cornisas y el último es rematado con un gran
cornisón, acentuando la horizontalidad del volumen y diseñado según los principios de la
simetría.
El destino de los locales respondía al programa de exigencias de acuerdo a las actividades
que se desarrollaban en él. Por lo general la planta baja, albergaba oficinas vinculadas con la
actividad comercial del propietario o destinadas a alquiler, vinculándose directamente a la
calle. También se ubican aquí cocinas, depósitos y otros locales de uso práctico. En el primer
piso, se encuentran los locales más importantes, es decir, los salones y cuartos destinados a la
vida social y de relación, además de los dormitorios del señor y los personajes más
importantes de la familia. De allí surge la denominación piano nobile. El segundo piso, es
ocupado por miembros menos importantes de la familia, niños y algunos partidarios y
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asistentes del jefe de familia. El entrepiso y el ático son habitados por los sirvientes. Esta
distribución jerárquica de la familia surge como consecuencia del uso racional de los
espacios, ya que el piano nobile es el más conveniente en su emplazamiento por estar
separado de la calle, alejado del polvo y del ruido, y por encontrase en el medio de la
construcción, el que está térmicamente mejor aislado.
El palacio se convierte en un edificio de prestigio social, tanto en su imagen exterior como
su decoración interior (pinturas), la rivalidad entre las grandes familias generará una
competencia por poseer los mejores palacios. *
*Extraído del libro “El Palacio Florentino” - Pág.10/12 – Ediciones Finnegans Libreros y Editores SRL 1984 – Ángel Miguel Navarro
El Palacio Pitti (1457), tiene aspecto de fortaleza, con sus espesos muros y pequeñas
ventanas, y responde poco a la idea de la clara y alegre Florencia. Se sitúa a las afueras con la
intención de poseer grandes jardines. Una parte del actual edificio se vincula al Quattrocento
mientras que la fachada fue prolongada más adelante. Brunelleschi apunta a una novedad
obtenida mediante la evolución de un ejemplo romano: el paramento almohadillado
enteramente, desde el suelo hasta el techo. El almohadillado se basa en matar las aristas
externas de cada sillar, de modo que sus límites quedan señalados por líneas entrantes. El
palacio desarrollado en tres niveles, presenta esta novedad de que toda la fachada y no sólo el
zócalo se lo decora en esta forma. En planta baja pocos huecos altos pero la planta noble muy
porosa, así como la segunda, no presentan jerarquía en altura. La entrada principal está situada
en el eje central y en la fachada posterior poseía un pórtico que asomaba a unos jardines. Con
diversas modificaciones, esta idea se repite mucho en Italia y también en España.
Esta obra con características del palacio florentino es almohadillada, siendo el primer
palacio renacentista con un pesado basamento rústico, en el primer piso vemos una sillería de
juntas rehundidas y en el segundo la superficie es lisa, rematado por una prominente cornisa
clásica que carece de friso y arquitrabe.
La división de los niveles no coincide con el límite suelo-techo de cada planta sino que las
cornisas corren a la altura de los antepechos de las ventanas. Inicialmente, la fachada, con
múltiples huecos de acceso que más tarde cerraría Miguel Ángel, presenta tres aberturas,
emplazadas simétricamente en el plano de la fachada, con arcos de medio punto cuyas
dovelas aparecen bien marcadas. Los dos pisos superiores tienen diez ventanas cada uno,
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ubicadas sin guardar relación con las aberturas del piso inferior rompiendo el principio de
simetría.
El patio central es porticado con arcos de medio punto sobre columnas y escudos encima
de la clave del arco (estilo gentile) repitiendo los alzados de fachada en la planta baja, por
encima de la arcada corren un friso y una cornisa que forma los antepechos de las ventanas
del piso superior. El interior presenta una interesante decoración y pinturas en las estancias.
Frente a la sobriedad de la fachada el interior es de considerable riqueza, reflejada en el patio.
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(proporciones), geométrico (agrupación de elementos) y armónico (la composición justa y
musical).
Este palacio es un modelo de palacio de ciudad, sin jardines, de aspecto más refinado
respecto del Palacio Pitti. Es de tres niveles y ocupa una manzana en planta. La planta baja
poco horadada, solo una entrada que da acceso a un patio interior. En el primer piso presenta
ventanas con arcos de medio punto con parteluz, vistas con anterioridad en la arquitectura
gótica, manteniendo un ritmo. Las ventanas apoyan en una línea, desapareciendo a exterior el
forjado, y en cierto modo ocultando la disposición interior de las estancias.
El almohadillado jerarquizado según la altura, es más fuerte en planta baja refinándose en
la altura, presentado en el arranque un banco corrido.
Aun no aparecen los órdenes en fachada, las plantas son independientes sin relación
vertical, sólo los ejes de las ventanas. En los maineles de las ventanas de orden clásico, se
ubica el escudo familiar. Todas las fachadas presentan un tratamiento homogéneo.
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El remate del edificio se plantea inicialmente con una pequeña cornisa. Con el tiempo, los
edificios tienden a poseer una imagen más propia del mundo antiguo donde se valora un
contundente remate, así que se modifica la idea inicial con una cornisa más potente cuyas
sombras arrojadas dan fuerza a la imagen del palacio.
En planta se organiza en torno a un patio resuelto a base de arcos. De crujía única, con una
distribución en estancias menores. En la planta noble las habitaciones son más amplias.
Cuenta con dos escaleras principales vinculadas a las crujías más amplias. Las escaleras
característicamente florentinas, desarrolladas en dos tramos entre muros sin expresión hacia el
exterior del edificio, están iluminadas por pequeñas ventanas, resultando oscuras y angostas.
En la segunda mitad del siglo, la arquitectura renacentista se había extendido por diversas
regiones italianas que siguen el ejemplo de Florencia más o menos de cerca, en general con
menor pureza estilística y mayor exuberancia decorativa.
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palacios venecianos, se solían cubrir con vidrios, como en este caso. Las ventanas dobles
divididas por una columnilla y abarcadas por un arco mayor, tienen todavía sabor gótico.
Esta decoración es menuda e invade en la cartuja de Pavía (como más tarde lo hará en
España), paramentos, dinteles, pilastras y zócalos. Profusamente decorada, presenta un
conjunto armónico de pequeñas logias, estatuas y medallones, sobre los cuales dominan las
ventanas bíforas y el pórtico, en el que fueron tallados un buen número de bajorrelieves.*
*Extraído del libro “El Palacio Florentino” - Pág. 13/43 – Ediciones Finnegans Libreros y Editores SRL 1984 – Ángel Miguel
Navarro; “Atlas de la Arquitectura II” – Pág. 450/455 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Saber ver la
arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi
Mencionamos anteriormente, los humanistas vuelven a los textos antiguos y los artistas
del renacimiento toman, según creen, al arte de la antigüedad. Las antiguas formas (Grecia-
Roma) sirven en el surgimiento de un nuevo lenguaje formal para los programas
contemporáneos.
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arquitectura) ―De Arquitectura‖ 10 Libros de arquitectura, publicado en 1452, promoviendo el
desarrollo de una arquitectura totalmente opuesta al gótico, con cuerpos claramente formados,
valores de superficie y articulaciones que imitan lo antiguo. Toda la belleza se confía a la
armonía de los elementos constructivos.
Por ello notamos que desde mediados del Siglo XVI aparecen dos corrientes principales
que compiten: un clasicismo académico y vitrubiano; y un manierismo dinámico, que
perviven en el Siglo XVII y XVIII en diferentes especies nacionales, regionales y personales
del Barroco europeo y su última fase creativa que será neoclasicista que no terminará hasta el
Siglo XIX.
o Toma de la antigüedad el ―Edículo‖ (templete que contiene una estatua, sirve de relicario,
etc.).
o Los portales se hicieron resaltar de igual modo o se estructuraron con arcos de ½ punto con
clave, se añadieron frisos con medallas y triglifos a las cornisas.
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o Los bordes de los techos se decoraron con balaustradas que poco a poco irán perdiendo
fuerza para reaparecer en el barroco.
o En el quattrocento había una correspondencia entre interior y exterior, pero... en el
cinquecento se intentó desarrollar los edificios proporcionalmente partiendo de su centro y
mostrar esta disposición orgánica también en la división exterior.
o Escultura: tiene en cuenta incrustaciones escultóricas y los planos generales se hacen de
acuerdo a dichas aplicaciones, ya sea dentro de hornacinas o como meras aplicaciones
sobre motivos arquitectónicos.
o Desaparece la ornamentación menuda y toda la belleza se confía a la armonía de los
elementos constructivos debidamente resaltados.
o Renace la planta circular o centrada, que Bizancio había tomado de Roma, porque la
obsesión de la cúpula se acentúa en todos los arquitectos y la mejor planta para recibir una
cúpula en un círculo o un cuadrado o una cruz griega.
78
El Papa le exige su rectificación bajo la amenaza de excomunión, Martín Lutero se
mantiene firme y en 1520, es expulsado de la iglesia, de allí en adelante sus seguidores
fueron llamados ―reformados‖ a ―protestantes‖.
A partir de allí se transforma en un problema político:
o Alemania, Países Bajos, Austria, sur de Italia y reinos españoles se alinean con el
papado.
o 1522-Príncipes alemanes apoyan reforma y se expande por Países Bajos, Suiza
Inglaterra, Escandinavia, Europa Central y Norte.
o 1536/9 Surge Calvinismo en Francia y 1532 la Iglesia Anglicana en Inglaterra.
79
En este período, la iglesia toma una nueva dimensión gracias a los Papas, que demandaron
mayor poder extendiendo los límites de los Estados Pontificios, dándole a Roma un papel
primordial y una nueva etapa de oro.
*Extraído del libro “Historia 8” – Capítulo 4 - Ediciones Santillana 1997- L. Cattáneo, A. Cattaruzza, Gustavo L. Paz, F. Rocchi, A.
Calotto.-
El papel avanzado de Florencia pasa a Roma de la mano de Julio II, que estaba
decidido a dar le a Roma el 1º lugar en el tablero mundial, pero con cierta premura ya que
sabía que el tiempo se le acababa pues ya contaba con 60 años.
Es así que la historia señala primero al Papa Julio II (1503/1513) y luego al Papa León X
(1513/1521) como los promotores de la traslación del Espíritu del Renacimiento desde
Florencia a Roma y sus nombres van unidos a artistas como Bramante, Rafael, Miguel Ángel,
entre otros.
Ambos papas de ilustres familias, disponían de medios de la Curia romana, no solo por los
diezmos de la iglesia, sino por la venta de indulgencias y dignidades, por lo cual el Rey de
España Carlos V (1516/1556) le señalaba a su hijo Felipe II como ―envidiable sistema de
ingresos‖. Es decir que no tuvieron falta de recursos para ejecutar sus proyectos. A ellos se les
unen mecenas, promotores junto a pontífices, cardenales y banqueros; que hermosearon Roma
hasta convertirla en el lugar más prestigioso de Europa.
Es así que Roma se convierte en el centro de atracción de la cultura, cuyo objetivo fue
―primero Italia y luego el mundo‖.
Fue así que Julio II decidió que antes de imponerse al mundo tenía que asentar el poder en
su propia casa.
Primero neutraliza a la nobleza y seguidamente después lanza un plan urbanístico
excepcional.
Convoca a Bramante:
1º- 1504 – Sistematización del Belvedere.
2º- 1505 - Reconstrucción de San Pedro (no lo reforma, lo demuele).
3º- 1507 – La ciudad será remodelada por nuevos trazados urbanos en los que se situarán
las sedes más importantes burocráticas (cancillería, tribunales).
Medidas basadas en un programa claro y de gran habilidad política
Saneamiento de la economía del Estado Pontificio, dinero que venía de toda Europa
utilizando las técnicas bancarias más avanzadas.
El Papa Julio II (1503-1513), creía que tenía la tarea de volver a levantar el imperio
romano, es decir Julio II sería el nuevo Julio Cesar, pensaba que ―una manera grande de hacer
arquitectura‖ era ―una manera grande de vivir y de hacer política‖. Sus objetivos serían
convertir a Roma en la Capital del Estado de la Iglesia Cristiana. Luego en el Pontificado de
Sixto V (1585-1590), Llamado ―restaurador Urbis‖ desarrolla un programa para transformar
la Roma Antigua en la Roma Cristiana.
Desarrolló u plan que consistía en dar conexión viaria, tanto funcional, simbólica y visual
a las siete (7) basílicas romanas, más otros lugares de culto, conformando un itinerario de
peregrinación.
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Fig. 45 - PLAN CONEXIÓN VIARIA
DE ROMA
1-Castillo Santángelo
2-Plaza del Popolo
3-Plaza Navona
4-Capitolio
5-Santa María Mayor
6-Basílica San Juan de Letrán
7-Coliseo
Se diseñaron tres calles principales que partían, en forma de radios, desde la Piazza del
Popolo hacia el centro de la ciudad. Construyó plazas y fuentes, restauró el acueducto Acqua
Felice y algunas antiguas iglesias, y se completó la cúpula de San Pedro.*
Pero para valorar tan importante obra, sería apropiado conocer el proceso evolutivo de la
Basílica San Pedro. Un poco de historia...
La Basílica de San Pedro es el principal templo de la Iglesia católica, ubicado sobre la
colina del Vaticano, en Roma, a la orilla derecha del río Tíber. Forma parte del territorio de la
Ciudad del Vaticano, el emperador Constantino la mandó construir hacia el año 320, en un
lugar donde la tradición cristiana suponía enterrados los restos del apóstol.
Nicolás V (1447/1455) concibió la idea de levantar una prestigiosa sede papal y encargó
su proyecto a León Battista Alberti, que tras muchos estudios encaminados a idear un gran
edificio unitario propuso reconstruir la vieja iglesia. El primer proyecto de restauración se
debe a Bernardo Rossellino, que propuso conservar el espacio del templo constantiniano
aumentando el ábside y el transepto; de todas sus intervenciones, interrumpidas a la muerte
del pontífice, tan sólo se conserva la capilla de Nicolás V, decorada con pinturas al fresco de
Fra Angélico.
En lugar de demolerla, los siguientes papas decidieron conservar la antigua basílica y
añadirle anexos: Pío II inició las obras de la logia de la Bendición, concluida bajo la tutela de
Alejandro VI.
Finalmente, el Papa Julio II decidió que la iglesia del príncipe de los Apóstoles tenía que
ser un templo colosal, por ello convocó a un concurso privado para el proyecto de un nuevo
templo la “Basílica de San Pedro”, donde predominó la idea de Donato Bramante, al que
albergaron hasta su muerte. El proyecto para un nuevo templo de San Pedro, cuya primera
piedra se colocó el 18 de abril del año 1506, nunca se ejecutó.
81
obras en Milán, como el ábside de Santa María delle Grazie (1492-1495), muestran la
influencia de León Battista Alberti y del renacimiento florentino, pero sobre todo la de
Leonardo da Vinci, del que tomó las plantas centralizadas rescatadas de la antigüedad como
modelos ideales para el nuevo clasicismo humanista.
El Templete de San Pedro es el punto de partida del estilo genuinamente romano del
renacimiento. Armonía de lo extremadamente pequeño (cella 4,5 m. de diámetro) que anuncia
y justifica la armonía de los extremadamente grande de la cúpula de la Basílica de San Pedro
(cúpula de 40 m. de diámetro) cuya base está a 60m. del suelo.
El templete se levanta en un patio, en cuyas diagonales se ubicarán pequeñas capillas de
planta central en forma de ―triple concha‖ (no ejecutadas). Este pequeño edificio circular, está
rodeado por un pórtico de columnas toscanas, el cuerpo central se eleva más, formando un 2º
piso con ventanas y rematado con una cúpula esférica.
Este peristilo circular de 16 columnas, está colocado sobre un pequeño basamento y
sostiene un friso con triglifos y metopas; además una diminuta balaustrada ciñe el cuerpo
superior como un cinturón transparente.
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Fig. 47 - TEMPLETE SAN
PEDRO
El cuerpo central está articulado con pilastras que se elevan en los mismos ejes de las
columnas, los paños intermedios se decoran con nichos sin estatuas, alternando uno
adintelado con otro de arco de medio punto y se cubre con una cúpula que recibe una pequeña
linterna.
Este templo se basa en la armonía de las partes de las cuales no se puede quitar ni añadir
nada sin perjudicar al junto, ideal del renacimiento.
Fig. 48 - CORTE ALZADO Y VISTA EXTERIOR DEL TEMPLETE DE SAN PEDRO – BRAMANTE
La fachada de órdenes monumentales en dos pisos, estaba flanqueadas por altas torres,
conformando un conjunto armónico, ideal de la belleza del renacimiento.
83
Fig. 49- PLANTA GENERAL DE LA
BASÍLICA SAN PEDRO POR DONATO
BRAMANTE
Fig. 50 - CORTE DE LA BASÍLICA SAN PEDRO Fig. 51 - FACHADA DE LA BASÍLICA SAN PEDRO
*Extraído del libro “Historia del Arte” Volumen 14 - Pág. 61/66 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarr; “Atlas de la Arquitectura II” –
Pág. 480/483 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Primera Parte –
Pág. 94/99 -Ediciones Akal S.A. 1994 – Jean Castex; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
84
A la muerte de Bramante continuó Rafael, por creer que sería el que más fielmente
realizaría el proyecto, pero debido a la falta de recursos no avanzó mucho. A su muerte le
siguió Antonio Sangallo. Luego a Miguel Ángel, que sobrevivió a todos, el Papa le confió su
terminación, la cual rechazó, situación no admitida ya que se le ordenó que la terminase y
tuvo que aceptar, corría el año 1547, y ya contaba con 72 años.
Miguel Ángel exigió que se le nombre Director de Obra, con todas las facultades de
quitar, añadir, etc. Sin mediar recompensa, solo por el amor a Dios.
La Biblioteca de San Lorenzo (1523-1559), los proyectos para San Giovanni dei Fiorentini
y la capilla Sforza (1559-1560), la Porta Pía (1561-1656) en Roma; cuatro obras que nos
muestran someramente la producción artística de Miguel Ángel, pintor, y sobre todo escultor
que no quería que se hiciera de él un arquitecto.
En los dibujos hallados, ninguno se corresponde en todos sus detalles con lo ejecutado, lo
que significa que Miguel Ángel no puede impedir repensar o volver a comenzar lo que acaba
de iniciar. Nos descubre una obra abierta e imposible de acabar, opuesto a los principios del
renacimiento. Es el método lo que opone a Miguel Ángel de los clásicos. No trabaja con
módulos, con escala, con medidas. Dibujaba con tiza a la aguada, el trazo en tinta con regla en
él es excepcional. Si bien realiza maquetas de madera, él prefiere la tierra que permite
remodelación.
Se aparta de los esquemas espaciales y del orden matemático de la articulación de las
partes, el espacio que trata de construir no es ese vacío tridimensional y diáfano de los
clásicos, es el receptáculo de los cuerpos y la luz se ve obligada a enfrentarse a la materia en
el conflicto fundamental de los elementos.
En la Basílica de San Pedro (1546-64), Miguel Ángel suprimió infinidad de detalles del
último proyecto de Sangallo (torres, agujas y columnata exterior) que le quitaban simplicidad
clásica, y considerando que esto determinaba un menor costo y mayor rapidez de ejecución
(ya que llevaban construyendo 50 años). Simplificó la planta (mantiene la idea general de
Bramante), quitando elementos accesorios que debilitan la construcción, pórticos y aberturas
que reducían resistencia a los muros. Es decir que varía la relación masa soporte/espacio
circundado, pasado de lo hueco a lo macizo.
Reemplaza primero la imagen espacial múltiple y la complicada estructura de recintos
secundarios por una galería continua detrás de pilares centrales con 4 cúpulas secundarias que
acrecientan la impresión de la principal, dándole un carácter dominante a la idea centralizada.
Transforma constructiva y formalmente el muro exterior en un cuerpo mural unitario con un
sistema de articulación interior y exterior y la dota de un eje principal con un solo acceso a
través de un pórtico columnado.
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Fig. 54 - BASÍLICA SAN PEDRO
Etapas de ejecución
Levantó la cúpula a una altura mayor que la proyectada por Bramante, que proyectó la
cúpula romana del Panteón grandiosa por dentro pero sin visualidad por fuera, en cambio
Miguel Ángel la sustituyó por una cúpula como la de Santa María de Florencia (doble
cascarón), lo que le quitaba al edificio en extensión se lo daba en altura, hoy de 131 m., que
domina el edificio. La cúpula ejecutada sobre un tambor, en el cual se abren ventanas
rectangulares como si fueran fachadas, coronadas por frontones alternados, triangulares y
curvos; separados por columnas pareadas.
Miguel Ángel muere en 1564, la cúpula estaba en su arranque, su sucesor fue Giacomo
della Porta quien alteró con gracia la linterna superior, casi barroca.
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La cúpula de Miguel Ángel penetra en el cuerpo de la basílica, se profundiza en ella por
medio de un pesado tambor, reforzado por columnas binadas, que en lugar de distinguir y
separar, insisten estáticamente. Los nervios se multiplican, el relleno no es una zona neutra,
ambos se encuentran para formar una poderosa masa plástica. El gran efecto consiste en la
relación entre la masa de la cúpula y la masa de la iglesia, es decir, entre los valores
volumétricos y macizos.
A excepción de la fachada, todo el exterior de San Pedro es obra de Miguel Ángel. La de
Bramante hubiera sido distinta con múltiples pórticos y galerías abiertas.
En el ábside se comprende el estilo de Miguel Ángel, sus altísimos muros curvos rematan
en un ático horizontal, que debía dar la vuelta a todo el templo, sostenido por colosales
pilastras corintias, de toda su altura. En los espacios libres se abren balcones y ventanas, de
formas civiles, pero tan grandiosas, que dan al edificio el carácter de religiosidad.
La obra de Miguel Ángel se pierde detrás de la impresión barroca de la plaza y la fachada,
ejecutada más tarde.
Tal fue efecto de la cúpula de San Pedro, que no hay iglesia por grande o pequeña que sea
que no quiera tener su cúpula. No solo en Italia sino en los demás países donde llegó el
renacimiento, siempre se repite el mismo tema, una iglesia de planta en cruz con una cúpula
sobre tambor en el crucero.
Miguel Ángel que había empezado relativamente tarde la profesión de arquitecto, a los 40
años, comenzó a trabajar en la fachada de San Lorenzo de Florencia, que nunca llegó a
realizarse.
Con la Biblioteca Laurenciana, y el Museo Mediceo realizados entre 1520 y 1534,
ubicada al lado de la iglesia de San Lorenzo, la famosa escalera, es un ejemplo de unión, entre
estructura y decoración.
Fig. 57 - PLANTA GENERAL DEL MONASTERIO, BIBLIOTECA LAURENCIANA E IGLESIA SAN LORENZO
El interior fue tratado plásticamente, concebido como una escultura. Miguel Ángel envió
los dibujos a Vasari que se encargó de ejecutarla en 1558.
Es la apoteosis del manierismo, construcción extraña con pilastras y cornisas empotradas
en el muro, como excavadas.
La escalera de triple rampa de escalones curvilíneos en la parte central y rectangular en las
laterales, propone una riqueza y complejidad de movimiento, que explotarán a fondo, los
arquitectos del Barroco.
El tratamiento de columnas dobles, en lugar de descansar sobre una base sólida se apoya
en un voladizo de los muros, sobre una especie de ménsula pequeña en forma de voluta. Están
―prisioneras‖ encastradas en el muro, niega el hacerlas brotar, reteniéndolas en el muro, dan la
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impresión de abandonar todo papel portante. Las columnas monolíticas trabajan como pilares
a contra lecho, soportan espesos cuerpos macizo sobre los que apoyan vigas. El muro situado
entre ellas culmina en su parte superior con un delgado tabique que oculta la decoración de las
ventanas.
Estas contradicciones se explican por el enfrentamiento entre dos principios antagónicos:
la columna quería brotar al espacio, pero no pueden hacerlo y el muro quería portar y surgir
también en el espacio, pero no lo hace, hasta el punto de que es horadado por ventanas que no
llegarán a abrirse.
Estas falsas ventanas pesadas con su color oscuro (como las columnas) son de un diseño
paradójico también, los pies derechos se afinan hacia la base y los capiteles que las coronan
son demasiados estrechos.
Con todo ello Miguel Ángel logró crear un edificio que ofrecía un marco digno para los
libros que por aquella época eran muy preciados. La impresión sacra de la biblioteca se debe a
que las estanterías recuerdan a los bancos de las iglesias y como éstos, están ordenados
verticalmente a un pasillo central.
La biblioteca (al igual que otras obras de Miguel Ángel) produce un efecto sosegado y
patético, no amable, sino grave, meditado hasta el último detalle, lleno de fuerza y dignidad.
A partir de 1531 y hasta su muerte 30años después residió en Roma, donde pintó el fresco
del Juicio Final y la Creación del Hombre en la Capilla Sixtina.
Fig. 60 - EL JUICIO FINAL Y LA CREACIÓN DEL HOMBRE - CAPILLA SIXTINA - FRESCOS DE MIGUEL ÁNGEL
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idiomas y llegó a ser una obra de referencia durante los siglos XVII y XVIII como catálogo de
composición clasicista. El libro se basa en la exposición gráfica de los órdenes de la
arquitectura y su desarrollo en diversas soluciones constructivas. Realizado a partir del
estudio de los monumentos antiguos, su principal éxito residió en su carácter práctico frente a
los tratados de Sebastiano Serlio, Alberti o el propio Vitrubio.
Iacopo Barozzi da Vignola (1507-1573), arquitecto italiano, uno de los más destacados del
bajo renacimiento, precursor del barroco y pionero del estilo asociado a la Contrarreforma.
Nació en Vignola, cerca de Módena, con el nombre de Giacomo Barozzi. El cardenal
Alejandro Farnesio (el futuro Pablo III) le llevó a Roma, donde comenzó trabajando como
pintor. Su actividad arquitectónica comenzó en Bolonia, pero en 1551 volvió a la ciudad
eterna como arquitecto del Papa Julio III, que le encargó su villa de recreo en las afueras de la
ciudad. La villa Giulia, realizada en colaboración con Giorgio Vasari y Bartolommeo
Ammanati.
Es de destacar, su proyecto para el Gesú, la iglesia principal de la Compañía de Jesús en
Roma, cuya construcción comenzó en 1568. La estructura interior del templo tuvo una
importancia decisiva para la evolución de los templos católicos de toda Europa, imbuidos en
la nueva ideología litúrgica de la Contrarreforma. Se necesitaba amplias salas (sin columnas)
para la predicación.
En ella recuperó el modelo de iglesia longitudinal de una sola nave y capillas laterales,
cubierta por una enorme bóveda de cañón sobre pilastras pareadas e iluminada por lunetos
practicados en la bóveda. Aparece como el desarrollo final de la idea iniciada por León
Batista Alberti en la iglesia San Andrés de Mantua.
Vignola en esta iglesia reduce la proyección lateral de los brazos de la cruz, acorta en la
proyección total la nave longitudinal y la ensancha hasta aproximadamente 17,5 m. a costa de
las laterales que se reducen a dos filas de capillas bajas, pequeñas y comunicadas entre sí,
ubicadas entre grandes contrafuertes.
El ritmo de pilares y nichos se hace uniforme, la articulación de las superficies es al
principio sencilla y clara, dentro del estilo del Alto Renacimiento. El espacio produce la
impresión de unidad, la independencia de las formas aisladas característica desaparece.
El cuerpo longitudinal, con el cañón y la cúpula sobre el alto tambor se dan paso uno a
otro espacialmente, la cúpula abre la nave hacia arriba. El ábside actúa como superficie curva
parte del espacio total, no como forma aislada (románico).
La incidencia luminosa a través de las grandes ventanas, a gran altura contribuye al efecto
unitario. El papel que juega la cúpula como elemento distribuidor de luz, que cae a raudales,
contrasta con la iluminación moderada de la nave y presbiterio. Por primera vez aparece este
elemento que sería de capital importancia en la arquitectura barroca: la luz.
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Los elementos individuales, así como los antes diferenciales, las dimensiones de longitud,
altura y anchura, ya no se controlan aisladamente con la vista, son absorbidos por la vastedad
del espacio.
El Gesú, responde a la exigencia litúrgica de un espacio unitario, con una fuerte
centralización y total disponibilidad.
La fachada del Gesú (1573) es de Giacomo della Porta, introdujo detalles de decoración
poco clásicos que son muestras del inicio del barroquismo.
Encima de la puerta hay un escudo del que cuelgan guirnaldas, dentro del estilo de Miguel
Ángel, pero más complicado y retorcido.
Fig. 62 - VISTA INTERIOR Y EXTERIOR DE LA IGLESIA DEL GESÚ - GIACOMO DELLA PORTA
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 16 - Pág. 60/96 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
- Pág. 480/496 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Segunda Parte –
Pág. 79/121 -Ediciones Akal S.A. 1994 – Jean Castex; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi
90
El palacio urbano era, ante todo la residencia familiar y representaba con su tamaño la
posición de la familia en la trama social.
Entre la casa de la ciudad y la casa campestre hay diferencia no solo formales, sino
subjetivas, como que el carácter de la casa urbana era esencialmente el de espacio privado: un
mundo cerrado que escondía su estructura interna tras gruesos muros. Además se veían
obligados a ser más moderados ―por el qué dirán‖, es por ello que en la casa campestre era
más viable la incorporación de mayor cantidad de adornos; pues se admite ―todo tipo de
alegrías y placeres‖.
Por ello no es llamativo que un mismo arquitecto empleara ―estilos‖ aparentemente
distintos en los palacios y villas.
En los palacios del Alto Renacimiento, igual que en el 400 encontramos cornisas que
dividen horizontalmente las fachadas y una cornisa final de mayores dimensiones, coronadas
por un ático o unas balaustradas ornamentadas con estatuas que ocultan la cubierta. Sigue
siendo un cubo con un vacío adentro, es decir cuatro cuerpos reunidos alrededor de un patio
central. Esta disposición responde a las exigencias de intimidad, garantizadas por el patio
central sobre el que se abren las puertas de las habitaciones, que se comunicaban entre sí por
corredores en forma de pórtico, galerías del patio.
Sigue estando compuesto por dos fachadas, la que da al patio es una galería con arcos y
columnas, la superior se trata como corredor cerrado con ventanas encima de los ejes de los
arcos y los entablamentos, que separan un piso de otro, correspondiente al orden de la
columna.
La fachada que da a la calle podemos sintetizarla en tipos sucesivos:
91
Luego los arquitectos desarrollan articulaciones en las fachadas de sus palacios
inspirándose en las ruinas romanas.
Con Alberti, en el Palacio Rucellei (1446), aparecen los órdenes superpuestos, la pared
está construida con sillares lisos, con ventanas separadas por pilastras planas que dividen los
paños casi iguales, cada piso un orden diverso: toscano más rustico en planta baja, jónico en
el medio y compuesto en el último. En cada piso un entablamento en correspondencia con el
orden de la columna de abajo. Todo el edificio ―enjaulado‖ en una malla basada en los
órdenes y la modulación.
Otros arquitectos aplicarán los órdenes clásicos superpuestos enmarcando las ventanas
que contrastan las lisas superficies murales.
Con Sangallo y Miguel Ángel, en el Palacio Farnesio (1517), la superposición de los
órdenes en las ventanas, la extraña manera de enmarcarlas, con ménsulas laterales, que no
sustentan nada y otras especiales, colocadas inmediatamente encima, sobre las que descansan
frontones curvos. Lo terminó con una saliente cornisa. El palacio muestra su volumen unitario
donde se acentúa su gravedad maciza.
Con una versión menos monumental aparecen en las afueras de Roma las villas
suburbanas.
Con Peruzzi, en la Villa Farnesina (1509), pilastras y anchas bandas de molduras
articulan la liza superficie mural en paños de las mismas dimensiones. La gran ventana repite
la proporción del paño en menor escala, las lucernas y el ático acentúan el eje y contribuyen a
un equilibrio óptimo.
El friso del ático decorado con guirnaldas y putti (cupidos) responde a la tendencia de
mayor ornamentación.
Por último se desarrolla un orden monumental de columnas o pilastras que recorren toda la
fachada.
Con Palladio, en el Palacio Valmarana (1565), Pilastras sobre altos zócalos encuadran
los cinco paños centrales de la fachada. Destacan escasamente del muro recorre toda la
fachada, que con su carácter monumental, está a pesar de ser clásica dentro de la corriente
manierista y precedente del barroco.
Entre los arquitectos de este periodo Andrea Palladio (1508-1580), fue el más destacado.
Formado como cantero en su nativa Vicenza, se convirtió en arquitecto hacia la mitad de su
vida. Sus obras más destacadas son una serie de villas en el campo que construyó próximas a
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Venecia, en el Véneto. Particularmente significativa es la villa Rotonda o Capra (1550-1551)
cerca de Vicenza. La que analizaremos seguidamente.
En los segmentos externos de la fachada, los vanos de las ventanas se adaptan también a
esta variable haciéndose más pequeños, tanto en planta baja como en el piano nobile.
La proyección vertical de la fachada se plasma con 2 recursos, en planta baja, ejecución
rústica, aparece una ventana de entresuelo sobre la de la planta, en vez de los relieves que se
ven sobre el resto de las ventanas. Y en la planta principal, las ventanas de los extremos son
las únicas rematadas con frontón triangular. El límite de las plantas, viene expresado por una
cornisa profusamente moldeada, a la que interrumpen las pilastras. Para las que sostienen la
cornisa del ático hay un orden menor de pilastras al lado de las colosales cuyos capiteles
separa ambas plantas,
Las pilastras van empotrándose más en la pared a medida que disminuye el peso a
soportar, provocando un retroceso de la pared. Los perfiles de las ventanas están débilmente
insinuados, llegando su altura hasta la cornisa del ático. Las balaustradas están limitadas por
el ancho de las ventanas acentuando la proyección vertical de la fachada. La horizontalidad
está marcada por el zócalo y el ático.
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El trazado del edificio muestra el principio de la construcción axial y simétrica, en la
planta: en el eje principal, los ejes secundarios y transversales, la estructura de las escaleras,
puertas, ventanas y nichos.
La planta proporciona, por la distribución de los espacios, la coordinación de sus
dimensiones y proporción de los ámbitos, una absoluta perfección.
Retomando las villas de campo que ejecutó Palladio, en Venecia, podemos mencionar a la
Villa Rotonda (1550), fue construida para un nuevo rico llamado Capra, el cual después de
haber sido refrendario de los papas Pío IV y Pío V, regresa a Vicenza enriquecido y solicita su
proyecto.
La planta es un cubo, en cada una de sus caras sobresale un pórtico columnado, que da a la
planta la figura de una cruz griega. En el centro hay una gran sala circular cubierta por una
cúpula y en los ángulos del cuadrado están dispuestos los dormitorios.
Está erigida sobre un basamento que no es otra cosa que el sótano donde se halla la cocina
y la administración. Sobre este sótano se conforman las terrazas a las que se sube por cuatro
monumentales escaleras, orientadas a los cuatro puntos cardinales. Las cuatro escalinatas y
sus correspondientes columnatas sostienen sendos frontones triangulares, inspirada en los
templos romanos.
La arquitectura romana del siglo XVI, produjo obras muy interesantes, como las villas de
recreo de los pontífices o de los poderosos cardenales que se consentían en regalarse
recíprocamente, eran casa de campo, llenas de hermosas obras de arte de la antigüedad clásica
y del renacimiento. Otras veces, familias tradicionales construían residencias menores en el
interior de la ciudad romana, donde la vida era menos ceremoniosa. Como por ejemplo los
Farnesio, además del gran palacio monumental que tenían en la ciudad, realizaron la conocida
como Pequeña Farnesina y adquirieron la de los Chigi, de Siena, que la conocemos como la
Villa Farnesina. Agustín Chigi era banquero y construyó esta obra como nido de amor para su
concubina, solicitándole el proyecto al arquitecto Baldassare, Peruzzi.
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Baldassare, Peruzzi (1481-1536), es uno de los mejores arquitectos del Alto
Renacimiento romano, sus obras fueron influenciadas por Bramante y Rafael, pero poseen
una delicadeza femenina que contrasta con la monumentalidad del primero y la gravedad del
segundo.
Sus primeros trabajos fueron como pintor y ayudó a Bramante en los diseños de la
Basílica de San Pedro. Su primera obra importante fue la Villa Farnesina (1508).
El proyecto era un cuerpo cuadrado con una logia abierta en el centro de la fachada al
jardín y alas que avanzan sobre él. Las habitaciones principales están en planta baja.
El exterior es de gran sencillez de líneas, pilastras y anchas bandas de moldura articulan la
lisa superficie mural en paños de iguales dimensiones. La decoración de la fachada es rica,
con dos órdenes de pilastras superpuestas. El friso del ático, decorado con putti y guirnaldas,
responde a la tendencia de una mayor riqueza y ornamentación. La gran ventana repite las
proporciones del paño menor, la lucernas y el ático acentúan los ejes y contribuyen a un
equilibrio óptimo.
La planimetría poligonal es debida a los trabajos iniciados por Antonio Sangallo, sobre los
que Vignola construyó un potente alzado animado por la alternancia de ventanas
rectangulares con arco y frontón triangular. Montaigne, humanista francés, describe con
admiración este palacio, ya que le sorprende que teniendo planta pentagonal parezca como si
tuviera planta cuadrada, y reconoce la bella proporción del patio circular.
96
Fig. 69 -VILLA FARNESE EN CAPRAROLA DE SANGALLO-VIGNOLA
Las escalinatas fueron trazadas con un sentido escenográfico, que la cualifican como
manierista. La forma de los bastiones militares que toman los pabellones de los ángulos es
también una característica de las trasformaciones del arte militar de ese siglo. *
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 16 - Pág. 60/96 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
- Pág. 425/459 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Tercera Parte –
Pág. 125/184 -Ediciones Akal S.A. 1994 – Jean Castex; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
Los ejemplos del siglo XV que destacan son las villas Medici, Palmieri y La Pietra,
situadas en las cercanías o en la propia ciudad de Florencia. En el siglo XVI la composición
97
de estos arquetipos se hizo más complicada, como muestran la Villa Lante en Bagnaia y la
Villa Farnese en Caprarola, ambas proyectadas por Iacopo da Vignola, las romanas Villa
Madama y la Villa d'Este en Tívoli.
*Extraído de los libros “Entender la Arquitectura” - Pág. 375/378 – Ediciones Gustavo Gili S.A. Barcelona 2003 - Leland M. Roth.-
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EL RENACIMIENTO EN EL RESTO DE EUROPA
El renacimiento italiano, fue visto por el resto de Europa como un auténtico modelo a
seguir, con un prestigio que no se cuestiona, identificado como ese modelo a ―lo romano‖,
digno de ser imitado. Lo italiano se pone de moda, con las mismas ideas de prestigio y
dignidad que los príncipes y mecenas, que los distintos estados italianos le dan. Este se ajusta
a los ideales y necesidades de las recién consolidadas monarquías europeas.
La iglesia, siempre había sabido el valor que para sus fines y mensajes, tenía el hecho
artístico y a su vez asume la idea de rango que aquel conlleva, como promotora y poseedora.
Así lo entendieron los humanistas luteranos, al igual que las instituciones municipales,
comerciales y poderosas familias.
El inicio de este proceso, fue marcado por un ―uso‖ indiscriminado de los elementos del
código renacentista, en ocasiones bastaba que no fuera gótico para aceptarse como válido.
Esto conducirá a las denominadas ―respuestas nacionales‖, que en definitiva no es otra
cosa que el uso indiscriminado de los elementos adecuados a la tradición local. Por ello ocurre
que determinados elementos, formas y motivos renacentistas, se integran en un modo diverso
al gótico, fundamentalmente.
Es así que es adoptado solo en los aspectos epidérmicos, en el primer tercio del Siglo XVI,
a medida que el renacimiento iba madurando, las formas se fueron haciendo cada vez más
austeras, tendiéndose también a estudiar más cuidadosamente la proporción y ubicación de los
detalles clásicos. En cuanto a la consolidación del artista en Italia y su prestigio social no va a
tener paralelo en el resto de Europa, donde el artista, salvo contadas excepciones, seguirá
arrastrando durante todo el período que nos ocupa una condición de quasi artesano.
El Renacimiento Español
Desde Italia, el renacimiento se extiende a los diferentes países europeos, que si bien lo
acogen no dejan las antiguas estructuras góticas.
A fines del siglo XV a España se acercaron gran cantidad de artista extranjeros, los Reyes
Católicos, así como ricos mercaderes, nobles y grandes eclesiásticos invitan a arquitectos,
escultores, pintores y tallistas a ejecutar diversidad de obras. Este traslado de artistas fue un
fenómeno general en Europa de entonces.
Es España una sola tradición artística de antigua raigambre se mantuvo en aquellos años:
el arte mudéjar, con todas sus formas de aplicación a la arquitectura. La combinación dentro
de un mismo edificio de las dos tradiciones peninsulares (gótica-mudéjar) no planteó
problemas desde el punto de vista estructural y mucho menos en la simbiosis de sus
respectivos sistemas ornamentales. Prueba de ello lo tenemos en los cimborrios de las
catedrales de Teruel, Zaragoza y Tarazona.
El proceso de renovación de las artes tuvo que confrontarse con la introducción de
determinadas soluciones y modelos, que procedentes del renacimiento italiano, se asociaban
desde comienzos del Siglo XVI a algunas familias más influyentes de la alta nobleza. La
adopción por parte de las mismas, aparece relacionada a su deseo de instrumentarlas como un
factor de diferenciación y de prestigio, frente al arte oficial y estandarizado de la monarquía
En España existieron dos tendencias: el plateresco (término acuñado en el siglo XVII por
Ortiz de Zúñiga cuando comparaba la menuda y rica decoración de las fachadas con las
labores de plateros) que abarca los tres primeros tercios del siglo XVI, y el purismo o
herreriano, más sobrio y centrado en el último tercio del siglo. En el primero, se funden
elementos propios del estilo gótico, con el mudéjar y con las innovaciones renacentistas.
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Desde el punto de vista de las construcciones destacan los paramentos almohadillados, el uso
de dos balaustradas con capiteles compuestos, bóvedas, bien de crucería, bien de medio cañón
con casetones, y el arco de medio punto. En cuanto a la ornamentación se refiere, se utilizan
las cresterías góticas y la decoración de grutescos aplicada a las pilastras, así como los
medallones con retratos o decoración fantástica.
A fines del siglo XV, el primer introductor del Renacimiento en España es Lorenzo
Vázquez de Segovia, que construyó el palacio de La Calahorra (1509), para el marqués de
Zenet. Este palacio fue continuado por Michele Carlone y representa la introducción a
España de los motivos decorativos lombardos, del concepto de cortile italiano y su sentido
focal de la simetría, aunque el tipo claustral de la escalera sea español.
Pero su obra más importante es el Colegio de la Santa Cruz (1489), de Valladolid, basado
en los mismos elementos, almohadillado, columna y pilar, el orden corintio la láurea y el
grutesco. Su entrada es un arco de medio punto entre pilastras y columnas, rematado con un
entablamento clásico y un tímpano de medio punto con la advocación del colegio y del
donante. En sus obras se manifiesta un notable contraste a pesar de ser realizadas en la misma
época y que son aún plenamente góticas. Algunas otras obras patrocinadas por la familia
Mendoza, y que le habían sido atribuidas, parece, según la crítica actual, que son de otros
autores.
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cristiano y anti musulmán, es un de las figuras más activas del Siglo XV. Esta obra encargada
por el cardenal Mendoza, y de estilo conocido como Cisneros, en honor al cardenal Cisneros.
La puerta encuadrada por pilastras que se encorvan en la archivolta, tiene un remate a
manera de templete con figurillas y candelabros, igual que una obra de platería; también las
ventanas superiores parecen compuestas de piezas aplicadas, pequeños elementos metálicos
retorcidos y afinados por el buril, que se ha unido formando un marco de piedra en miniatura.
En sus apuntes de arquitectura condensa las teorías arquitectónicas del humanismo y las
técnicas constructivas del gótico. En esta catedral, el sistema estructural gótico consigue
generar unos espacios más diáfanos y monumentales, en los que atiende por igual a las
necesidades funcionales de este tipo de edificios tradicionales y una nueva concepción
espacial acorde con los planteamientos humanistas.
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Fig. 75 - UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Fig. 76 - UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES
La Casa de las Conchas, las conchas que dan nombre al edificio, y que salpican toda la
fachada provocando un plástico y vital efecto de luces y sombras, son una manifestación
heráldica símbolo de la orden de Santiago a la que perteneció el dueño de la casa, el doctor
Talavera Maldonado.
En los huecos de las fachadas se entremezclan trazas aún góticas con elementos
decorativos naturalistas y heráldicos, así como motivos romanos, como la portada adintelada
o el pretil de los ventanales. Esta obra representa lo más importante del renacimiento
salmantino civil, obra de Diego de Siloé (1495-1563), uno de los máximos representantes del
paso del plateresco al estilo clasicista, sus edificios son en general monumentales y
equilibrados.
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Donato Bramante, diseñando una escalera monumental que se bifurca en dos tramos paralelos
al muro del fondo.
A lo largo del siglo XVI, el plateresco evoluciona hacia una utilización más sobria de los
elementos decorativos. Este período (a partir del segundo tercio del siglo) se llama plateresco
purista.
Su representante máximo en el centro de España es Alonso de Covarrubias (1488-1570),
empezó su carrera artística como escultor, característicos de su primera época son los patios
con grandes escaleras. En época posterior, la tendencia purista de Covarrubias se acentúa,
influido por el nuevo gusto bramantesco que se había impuesto en Italia. A este período
pertenecen el Alcázar (1537) y la Puerta de Bisagra (1559), ambos en Toledo. El Alcázar de
Toledo, tiene planta cuadrada con torres en las esquinas, patio central y monumental escalera
al fondo del mismo. En la fachada, la decoración se concentra en los huecos y en la parte
superior. En la portada, jambas y dovelas están almohadilladas. Dos columnas sostienen las
esculturas exentas de dos maceros (hombres que llevan la maza delante de los cuerpos como
señal de dignidad) que hacen guardia al escudo imperial colocado sobre la puerta. El último
piso es almohadillado y coronado por una balaustrada. En la Puerta de Bisagra, el
almohadillado rodea a la puerta, como única decoración. Sobre ella, otro gran escudo,
coronado por un frontón triangular.
Pedro Machuca (?-1550) es autor de una obra muy importante: el Palacio de Carlos V
en el recinto de la Alhambra de Granada., un imponente edificio renacentista encargado por el
emperador como residencia.
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En sus trazas se aprecia el contacto con la cultura del arquitecto romano Vitrubio a través
de los artistas italianos Rafael, Baldassare Peruzzi y, sobre todo, Giulio Romano. Se trata de
un edificio de planta cuadrada que introduce como elemento innovador un patio circular.
En su planta se destaca la armoniosa relación entre el cuadrado exterior, sólo roto en una
de las esquinas por una capilla ochavada, y el patio circular inscrito en él. Todo él está girado
respecto a la trama principal de los patios y edificios Nazaríes de la Alhambra. El patio tiene
un diámetro aproximado de 30 m, con una composición de alzados adintelados a base de dos
órdenes superpuestos.
El cuerpo bajo está cubierto por una bóveda de cañón. El aspecto global es de bastante
ligereza, en contraste con la poderosa pesantez de las fachadas, más próximas al espíritu
romano. Los principales materiales utilizados son la piedra caliza arenisca rojiza en todo el
palacio y el mármol grisáceo en las portadas. En sí misma, la obra de Machuca se adelanta a
su tiempo por la severidad de su decoración y la belleza de sus proporciones. Está sin
concluir, pero quedan planos y dibujos del proyecto.
Como mencionamos anteriormente en último tercio del siglo XVI en España se desarrolló
una corriente Purista o Herreriana, influida por la sobriedad y grandiosidad del Cinquecento
italiano. Toma su nombre de Juan de Herrera, el principal arquitecto de El Escorial, ya que
este monumento es su principal realización. Son pocos los monumentos propiamente
herrerianos en España, sin duda porque la fría grandiosidad de este estilo no encontró eco en
los artistas ni en el pueblo español, pero muchos de los elementos creados por Herrera se
manifiestan a lo largo del barroco, coexistiendo con otras corrientes muy distintas.
El Monasterio de San Lorenzo de el Escorial, construido entre 1563 y 1586 por el rey
Felipe II de España, es una villa elegida por el rey como capital del recién instaurado, estado
español. El principal motivo para su ejecución fuel el de disponer de un enterramiento
monumental para su dinastía y al mismo tiempo se convirtiera en símbolo de su reinado y
conmemoración a la batalla de San Quintín (1557-el ejército español derrota a tropas
francesas), acontecida el día de San Lorenzo. Abarca en su recinto una iglesia, un monasterio,
un palacio y un panteón. El conjunto uniforme de 208 m. x 162 m. de superficie es de cuatro
plantas de altura, realizado en granito con pronunciadas cubiertas de pizarra.
104
Sus enormes proporciones hacen difícil apreciar de cerca su belleza y quizá la mejor
manera de contemplarlo sea desde lo alto de los montes inmediatos, cuando de una mirada
puede abarcarse todo el conjunto en su hermoso emplazamiento natural.
Tradicionalmente suele decirse que tiene la forma de unas parrillas como recuerdo del
martirio del santo; en realidad, su plano es perfectamente funcional a partir de las premisas
sentadas por el rey. Es un inmenso cuadrado dividido en tres partes: la central, que
corresponde a la iglesia, con su gran patio de acceso, llamado de los Reyes; a la derecha, el
monasterio, cuyo claustro se llama patio de los evangelistas y a la izquierda, el palacio real.
Al fondo de la iglesia hay un corto cuerpo que se sale del cuadrilátero (según la versión
popular, el mango de la parrilla), que es una prolongación del palacio, desde la cual puede
verse el altar, situado muy alto. Bajo el altar se encuentra el panteón real.
Fig. 82 - PLANTA GENERAL DEL MONASTERIO EL ESCORIAL Y VISTA EXTERIOR DEL ACCESO PRINCIPAL
La fachada de la iglesia, muy sobria, tiene tres cuerpos, el primero con seis columnas de
orden gigante (es decir, abarcando dos filas de ventanas), el segundo con seis estatuas de
reyes bíblicos (que dan su nombre al patio) y el tercero coronado por un frontón roto por un
arco de medio punto que invade el tímpano, muestra de cómo la ruptura de elementos
decorativos (característica eminentemente barroca, como veremos) puede ir unida a una
clásica sobriedad en la decoración. La planta de la iglesia es cuadrada, con una anteiglesia con
un coro encima. Está cubierta por una gran cúpula y tiene dos torres a los lados de la fachada.
105
El claustro de la parte del monasterio se llama Patio de los Evangelistas, por las esculturas
que aparecen en su fuente central.
En las cuatro esquinas del conjunto hay otras cuatro torres. Las interminables y uniformes
filas de ventanas están divididas en la fachada principal por una portada que da paso al patio
de los Reyes. Consta de dos cuerpos. El inferior, que abarca tres pisos, está recorrido por
cuatro parejas de columnas que sostienen un entablamento; las dos parejas exteriores terminan
sobre el entablamento en pirámides rematadas por una esfera; las dos interiores se prolongan
en el segundo cuerpo, convertidas en pilastras; este segundo cuerpo sobresale de la altura de
la fachada y está coronado por un frontón. Las citadas pirámides con esferas (pirámide
herreriana o escurialense) son un elemento decorativo que se repite constantemente en El
Escorial y será imitado por muchos arquitectos barrocos dentro y fuera de España.
El autor del primer proyecto del Escorial fue Juan Bautista de Toledo. A su muerte se
encargó de las obras Juan de Herrera, que introdujo muchas modificaciones en el sentido de
simplificar el proyecto, como había ocurrido en San Pedro entre Bramante y Miguel Ángel.
Le prestó su ayuda el agustino (a esta orden se destinó el monasterio) fray Antonio de
Villacastín, que según parece tuvo notable influencia en el resultado final. Tradicional mente,
sin embargo, se considera a Juan de Herrera como el autor fundamental, hasta el extremo de
que el estilo de El Escorial se llama habitualmente herreriano.
106
Fig. 85 - CATEDRAL DE VALLADOLID - PLANTA GENERAL Y PERSPECTIVA
Es un edificio con una fuerte tendencia a la centralidad, al que, sin embargo, concibe sin
cúpula, se trata de contrarrestar con la importancia dada a los ejes longitudinales producto de
la relación de doble longitud de los mismos con respecto a la anchura. Junto al tema de las
medidas y las proporciones aparece la preocupación típicamente herreriana del respeto al
muro, únicamente articulado a través de puros elementos arquitectónicos tomados de la
gramática del clasicismo.
La fachada principal, de orden dórico, encuadrada, por dos torres, la entrada a base de tres
portadas, la central coronada por un arco termal y enmarcada por dos segmentos de dobles
columnas. El ritmo del vano triunfal, de doble anchura con respecto a los intercolumnios que
lo enmarcan se repite en las dos portadas laterales y se inspira en la idea de la «trabata
rítmica» que tan buenos resultados le había dado a Bramante en su proyecto de Belvedere
Vaticano.
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Fig. 87 - CATEDRAL DE VALLADOLID – VISTA INTERIOR
La misma idea de proporción vamos a encontrar en el interior del edificio, en sus capillas,
y en sus órdenes arquitectónico, el muro perimetral aparece articulado, a través de sencillas
pilastras toscanas, las portadas exteriores se resuelven en estilo dórico y el interior en corintio.
El resultado final de este complejo edificio tiende a destacar la idea de masa y de perfecta
volumetría cúbica por encima de cualquier otra solución y se adecua armoniosamente a los
principios herrerianos en cuanto a las ideas de simetría, proporción y gusto por las figuras
perfectas, desarrollando en el muro una articulación clasicista.
Continuador de Herrera fue su discípulo Francisco de Mora (m. 1610), que colaboró en
el monasterio de El Escorial y construyó la iglesia de El Escorial de Abajo.
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 18 - Pág. 01/23 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
– Pág. 479 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Historia del Arte” Volumen 28 –Renacimiento y Manierismo en
España- Ediciones Historia 16, 1889 –Miguel Ángel Castillo; “Entender la Arquitectura” Pág. 381/387- Editorial Gustavo Gili S.A.,
Barcelona 1999; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
El Renacimiento en Portugal
En Portugal durante el reinado de Manuel l que duro de 1495 a 1521 realizo el segundo
viaje de Vasco de Gama, estableciendo el comercio entre África y la India, esto aporto gran
riqueza al país que el rey destinó gran parte de los recursos al fomento de las artes entre ellos
la arquitectura. Las características arquitectónicas fuero los fustes salomónico y columnas,
pilastras, frisos, enmarcando vanos con labor escultórica clásica. También se caracteriza por
una decoración exuberante, con relieve vigoroso, superpuesta en amplias superficies lisas y
utilizando motivos vegetales y zoomorfos con elementos de la naturaleza y de la marina,
recuerdo de las expediciones marítimas portuguesas a Asia y a Extremo Oriente, a las que los
portugueses se dedicaron durante siglos.
Entre los arquitectos que representan la arquitectura renacentista de Portugal son:
Francisco de Arruda, Diego de Arruda y Juan de Castillo.
El panorama arquitectónico aparece dominado por el gótico manuelino, cuya frondosa
decoración, se ordena en forma simétricamente en torno a un hipotético vástago central a
modo de candelieri, permite que se incorporen algunos repertorios decorativos italianos.
La actividad del arquitecto Diego de Torralba (1500-1566), que abandona el estilo
manuelino para volcarse a uno más sencillo, austero e italianizante se visualiza en su obra
principal, el Monasterio de Cristo en Tomar (1557), empleando una galería abierta sobre
piso superior, es un inmenso cuadrado de más de 100 metros de lado y de cinco plantas de
108
estilo renacentista, construido dentro del más puro gusto italiano, completado por un gran
claustro en 1558. También diseñó el ábside de la iglesia de los Jerónimos en Belem (1540).
Otro arquitecto que se destaca es Filippo Terzi (1520-1597), ya en el último tercio del
quinientos, proporciona algunos ejemplos clasicista, como la lisboeta iglesia de San Vicente
de Fora que construye en el año 1582.
En la catedrales encontramos el renacimiento del quinientos, representado por la Iglesia
de los Jesuitas de Oporto (1590), que es típicamente manierista, con una fachada de dos
torres gemelas, obra de Baltasar Álvarez.
El arte del revestimiento de paredes, con baldosas esmaltadas, revela la influencia islámica
y anuncia la producción de azulejos que más tarde alcanzaría, en Portugal una tradición muy
estable.
*Extraído de los libro; “Infopedia”. Softkey, TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia Lafer
1997http://es.encydia.com/pt/Barroco_en_Portugal “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi;
El Renacimiento en Francia
Como en el resto de Europa, en Francia penetró el Renacimiento a principios del siglo
XVI, primeramente en detalles decorativos mal asimilados por artistas nativos y superpuestos
a la estética gótica. Más adelante, por medio de la obra de artistas italianos en ese país, va
profundizándose la influencia clásica y manierista.
El proceso de adopción del clasicismo, tiene el claro propósito de la cada vez más
Absoluta Monarquía, mediante el desarrollo de una serie de programas artísticos que,
estimulan las realizaciones en su entorno nobiliario, deseosos de imitar el proceder regio.
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Este proceso lo podemos dividir en tres etapas o estilos:
1. Estilo de transición: estructura gótica y ornamentación renacentista. La decoración se
inspira en la antigüedad. Los elementos franceses y los elementos italianos subsisten unos
junto a otros y sin penetrarse. Por ejemplo el ala del Castillo de Blois.
2. Estilo Francisco I: La ornamentación antigua invade todo el monumento. Las ventanas
están encuadradas por pilastras. Todos los castillos del Loira son de ese período.
3. Estilo Enrique II: La construcción se vuelve en sí clásica. Hay regularidad y armonía
perfectas en las construcciones, las cuales acusan un cambio. Por ejemplo el Louvre
En 1515 Francisco I añade un ala al Castillo de Blois (1515), en el que intervino fray
Giacondo de Verona, donde se destaca la escalera espiral, que se proyecta fuera de la
fachada y rompe las líneas del edificio con sus rampas inclinadas.
La escalinata lo tiene todo, pilastras, capiteles, pedestales, balaustrada, blasones heráldicos
y la salamandra emblema de Francisco I. El edificio está compuesto por cuatro pisos, desde el
sencillo bajo hasta el muy ornamentado del tejado. El edificio remata con un camino de ronda
sostenido por una cornisa de cartelas semiclásico. Tiene aún altos tejados con lucernas y las
chimeneas tradicionales. En la fachada que da sobre la ciudad, se visualiza el intento de crear
el efecto de una galería abierta, pero los constructores de tan escasa mente no comprendieron
el modelo y se limitaron a abrir una serie de ventanas cada una separada de la inmediata por
un muro. En el último piso existe una logia más lograda, a la italiana.
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Se dio por finalizado en el año1547. Se caracterizaba por el uso de un módulo cuadrado, la
instalación de ocho apartamentos independientes en cada planta y finalmente una escalera de
caracol que lleva a cada una de las torres.
Chambord tiene el aspecto de un castillo medieval con una gran torre del homenaje
cuadrada, flanqueada por cuatro torres circulares, a la que se ha añadido una escalera central
de doble revolución. Alrededor de esta torre se alzan construcciones más bajas, igualmente
flanqueadas por torres circulares. Los tejados están animados por múltiples chimeneas,
torretas y tragaluces de dibujos y dimensiones muy variados. Andrea Palladio cita y comenta
la sorprendente escalera de cuatro caracoles concéntricos, y los escritores del siglo XVI,
empezando por Rabelais, hacen de él un lugar de ensueño.
Primaticcio ejerció una influencia decisiva en el arte francés de aquel momento por su
trabajo junto con el pintor manierista italiano Rosso Fiorentino. Ambos pintores moderaron
las distorsiones más pronunciadas del manierismo italiano y crearon una variante estilística
más elegante y acorde con el gusto francés. De toda la obra de Primaticcio apenas se
conservan en la actualidad unos pocos ejemplos; de entre ellos, sus bocetos y dibujos, así
como los relieves en estuco proyectados para Fontainebleau —sinuosas figuras desnudas de
seres mitológicos— ponen de manifiesto su refinada sensualidad.
En tiempos de Enrique II se empieza (1546) la construcción del palacio del Louvre
(1546-51), bajo la dirección de Pierre Lescot (1500/15-1578), su única obra que se conserva
más o menos intacta es parte del gran patio, donde puso los cimientos del clasicismo francés.
Esencialmente decorativo, su estilo es muy francés carente de la monumentalidad de sus
contemporáneos italianos. Contó con la colaboración del escultor Jean Goujon y sus detalles
ornamentales son de gran refinamiento y delicadeza.
111
Fig. 93 - PALACIO DEL LOUVRE - PIERRE LESCOT
Poco más tarde, Philibert Delorme (1510-1570), principal arquitecto francés del siglo
XVI que, a través de sus obras y grabados, influyó en la instauración de la corriente clasicista
en su país. Después de su estancia en Roma (1533-1536), donde estudió los edificios de la
antigüedad clásica, realizó en Francia diferentes encargos para la Corona y la Iglesia, entre los
que sobresale el proyecto para el palacio de las Tullerías en París (comenzado en 1564), en
el cual aplica el llamado orden francés, que consiste esencialmente en que el fuste de la
columna está dividido en fajas en las que alternan una decorada con estrías y otra con relieves
decorativos.
Este palacio junto con el Louvre, cercanos el uno al otro, llegaron a unirse formando uno
solo, cuya construcción se continuó durante varios reinados siguientes hasta terminarse en
tiempos de Napoleón, para ser derruido en parte durante la Revolución francesa.
Sus obras destacan por las interpretaciones libres e imaginativas de las formas clásicas y
por la introducción en Francia de elementos arquitectónicos renacentistas, como la iglesia
centralizada cubierta por una cúpula (iglesia del château d'Anet, 1552).*
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 18 - Pág. 24/48 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
– Pág. 561/463 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Renacimiento, Barroco, y Clasicismo” – Tercera Parte –
Pág. 197/214 -Ediciones Akal S.A. 1994 – Jean Castex; “Historia del Arte” Volumen 30 – El Clasicismo Francés- Ediciones Historia 16,
1889 –Jesús Cantera Montenegro; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
112
El Renacimiento en Alemania
En Alemania la situación es parecida a la de francesa, los elementos de la nueva
arquitectura se utilizaron para decorar edificios que desde un gótico tardío prácticamente no
habían cambiado. Ejemplo de ello es la Casa del Flautista de Hamelin (1602), o casa del
cazador de ratones, emplazada en el poblado del mismo nombre, ubicado a orillas del río
Weser. En su interior se encuentran frescos que describe la leyenda.
El principal arquitecto del renacimiento alemán fue Elías Holl (1573-1646), alcanzó una
posición históricamente paralela a la de su contemporáneo Iñigo Jones en Inglaterra y De
Brosse en Francia. En 1602 fue nombrado arquitecto de la ciudad de Augsburgo,
desarrollando un extenso programa constructivo. El edificio más importante y renacentista es
el Ayuntamiento de Augsburgo (1615-1620), de un bonito, simple y severo edificio, bien
proporcionado y de marcada simetría.
En Baviera los Fugger, ricos banqueros, hacen un papel de mecenas semejante al de otras
grandes familias europeas, y su capilla funeraria en Augsburgo (1506), es el primer
monumento renacentista alemán; en ella, la parte escultórica es tan o más importante que la
113
arquitectónica. En algunos castillos se nota la influencia de las nuevas corrientes, sobre todo
en la decoración, aplicada sobre estructuras góticas.
En la segunda mitad del siglo XVI destacan, en escultura como en arquitectura, los artistas
flamencos italianizados.
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 18 - Pág. 69/92 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
– Pág. 446/447 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Historia del Arte” Volumen 30 – Ediciones Historia 16, 1889
–Jesús Cantera Montenegro; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
El Renacimiento en Inglaterra
En Inglaterra la arquitectura gótica se continuó empleando durante mucho tiempo y el
renacimiento apenas se reflejó en la construcción sacra, además los edificios profanos no se
inspiraron en él hasta finales del Siglo XVI. La gran influencia del renacimiento provino de
Venecia, de la mano de Andrea Palladio, dando el nombre de palladialismo a la arquitectura
europea clasicista desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII.
Otro arquitecto inglés del renacimiento tardío fue Iñigo Jones (1573-1652), había pasado
una temporada en Italia y se familiarizó con el lenguaje formal y clasicista de Palladio. En
1605 se unió a la corte real inglesa bajo el mecenazgo de Jaime I, y allí continuó durante el
reinado de Carlos I, trabajando como arquitecto y escenógrafo. En 1615 fue nombrado
inspector de obras del rey y comenzó a proyectar las residencias de la corona. Uno de sus
edificios más representativos es la austera Queen's House de Greenwich (Londres, 1617).
Sin embargo, su obra maestra fue la Banqueting House en Whitehall (Londres, 1619-
1622), el edificio, de forma cúbica, irradia la rigurosidad monumental y clásica. La fachada
114
del edificio de dos pisos está dividida por pilastras jónicas y corintias. Los tres ejes de las
ventanas centrales están ligeramente resaltados mediante columnas que sobresalen como
pilastras, el pórtico de entrada se situó a un lado del edificio para no perjudicar la uniformidad
de la fachada.
*Extraído de los libros “Historia de la Arquitectura” - Pág. 51 – Ediciones Konemann 1999 – Jan Gympel; “Atlas de la Arquitectura II”
– Pág. 446/447 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 -
Bruno Zevi.-
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Esta obra realizada por Cornelis Floris (1514/20-1575), escultor y decorador y principal
arquitecto del manierista del sur de los Países Bajos, entre sus obras se encuentra el Palacio
de Hansa, Amberes, (1564) y el Jubé de la catedral de Tournai (1572).
Manierista como el anterior, es Han Vredeman de Vries (1527-1606), quien con sus
obras de fantásticos modelos arquitectónicos eleva a niveles máximos esta tendencia.
Tratados de enorme difusión en el mundo nórdico tendrán reflejo en una serie de palacios
comunales como los de Aja (1563), Emden (1574), Haarlem (1593) o Leiden (1597).
*Extraído de los libros “Historia del Arte” Volumen 30 - Pág. 69/92 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II”
– Pag. 446/447 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Saber ver la arquitectura” – Editorial Apóstrofe 1998 -
Bruno Zevi.-
URBANISMO RENACENTISTA
En el campo del urbanismo, las ejecuciones resultan insignificantes si las comparamos con
las realizaciones arquitectónicas de la misma época. La labor creadora de los hombres del
renacimiento dependía de los ejemplos de la antigüedad, pero como todos ellos habían
desaparecido, estaban sepultados como en Pompeya, yacían en lejanas comarcas como la
Mauritania, la Numidia, la Cirenaica o en países greco-orientales que habían caído en poder
otomano, en consecuencia no había en que apoyarse.
Quedaban algunos pasajes poco claros del texto de Vitrubio que además carecía de
imágenes. Sus diez libros de arquitectura (De architectura) es el único tratado sobre esta
materia de la antigüedad que ha llegado a nuestros días. Consiste en una serie de disertaciones
sobre arquitectura, ingeniería, instalaciones sanitarias, hidráulica, acústica y otros aspectos de
la construcción. Gran parte del texto parece estar recogido de los tratadistas griegos, cuyas
obras desaparecieron con el paso del tiempo. En el libro I, capítulos VIII, IX y X, aparece la
descripción de lo que debe ser una ciudad que cumpla con los requisitos básicos de la doctrina
vitrubiana: Haec autem ita fieri debent, ut ratio firmatis, utilitatis, venustatis, -deben llevarse a
cabo de tal manera que se tenga en cuenta la resistencia, la utilidad, la gracia-.
116
Fig. 100 - REPRESENTACIÓN DE LA
CIUDAD IDEAL DE VITRUBIO
Es así que queda determinado en la interpretación del texto de Vitrubio, que la ciudad
ideal es poligonal de ocho o más lados, que tiende a una organización circular en último
término y por lo tanto posee un centro. Pero el problema comienza cuando se trata de la
disposición de las calles en el interior del ese perímetro, ya que enuncia ―se sitúan las calles
de tal suerte que los vientos atacando los ángulos que ellas formen se rompan o disipen‖, esto
ha dado lugar, a que dentro del octógono se emplacen una red de calles a escuadra con los ejes
principales girados convenientemente para que no coincidan con la dirección de los vientos
principales. Pero como la forma poligonal del perímetro conduce, por lógica geométrica, a la
disposición radial, no faltan entre los tratadistas del renacimiento estas soluciones que dan
lugar a la ciudad típica radio-céntrica. Tal el caso de la ciudad-utópica de Sforzinda,
proyectada por Antonio Averlino, en honor a los Sforza.
Es el diseño más completo y perfecto de una ciudad estelar, el mayor alarde por conseguir
una ciudad según los esquemas del renacimiento. Pero gran parte de la actividad urbanística
durante los siglos XV y XVI se refiere a reformas en el interior de viejas ciudades, que alteran
muy poco la estructura general. La ciudad medieval, sigue con sus plazas irregulares y
pintorescas y calles tortuosas.
Las intervenciones que se ejecutan en las ciudades se remiten solo a la apertura de algunas
nuevas calles con edificios solemnes y uniformes y la creación de plazas regulares o casi
regulares, para servir de marco a un monumento destacado, para honrar la estatua del rey o de
un príncipe o para representaciones o festejos públicos.
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Fig. 101 - CIUDAD DE PALMANOVA
Surge como consecuencia de una necesidad militar para protegerse de la amenaza turca.
Estas ideas son llevadas a cabo en una serie de intervenciones, como por ejemplo en calles
de trazado rectilíneo y de acompasada y uniforme arquitectura como la Vía Julia o en las
grandes alineaciones que trazará Sixto V (1585-1590) en el plano de la ciudad eterna. Dos
importantísimas radiaciones, una con el vértice en la Puerta del Pópolo y otra en santa María
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Mayor, cruzan una red de diagonales que intentan unir los puntos más significativos y sobre
todo las basílicas mayores por medio de alineaciones rectas. En los centros y cruces se
colocaron obeliscos. Fue llevado a cabo con vistas a las grandes peregrinaciones.
La Plaza de Pienza, trapezoidal agrupa cinco edificios: la catedral de fondo, el palacio del
Papa a la derecha, una casa de canónicos y un palacio Borgia (luego Obispado) a la izquierda
y el palacio municipal con su logia en el cuatro lado. Alberti es el diseñador de este proyecto
y es ejecutado por Rossellino. La plaza es una demostración concisa, una aplicación de la
nueva arquitectura. Los cinco edificios son concebidos conjuntamente en su variedad y
conjugados por una única perspectiva.
Su construcción por medio de mallas ortogonales trazan las diferentes plantas, incluido el
suelo, con su cuadriculado de travertino blanco sobre ladrillo dispuesto en forma de pez.
La perspectiva es manipulada alejando los planos laterales que delimitan (las fachadas de
los palacios), de ahí, la forma de trapecio, que hace avanzar la catedral. Aquí se comprende ya
que la unidad del conjunto no equivale a la uniformidad; las masas construidas no son iguales
y cada edificio evoca una tipología diferente.
La fuerte unidad del conjunto deriva de una relación que no se comprende hasta tanto no
se construye la plaza como un edifico negativo, la catedral y la plaza intercambian sus
cualidades: la plaza es una catedral descubierta y a la inversa. La manipulación perspectiva,
intensifica esta relación y agranda la imagen de la catedral. Mientras la catedral se aproxima a
la plaza y se suelda a la misma, a los lados la apertura de la perspectiva deja huir la mirada
hacia lo lejos. Se incorpora el paisaje al espacio urbano. Esta obra que pudo servir de
inspiración a la del Campidoglio preparada en 1536 por la llegada de Carlos V de Roma,
proyectada por Miguel Ángel, adelantándose a su tiempo, que fue terminada un siglo más
tarde, con absoluta fidelidad. Miguel Ángel imaginó esta plaza con un sentido de unidad y
orgánica correspondencia entre las partes, propias del barroco, ya presente en la concepción
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de la misma. El resto de Europa tardará algún tiempo en seguir las enseñanzas de Italia y
ornamentar sus ciudades con grandes plazas de espectacular y ordenada arquitectura.
Entre 1538 y 1539 se iniciaron las obras de remodelación de los edificios en torno a la
plaza del Capitolio (Campidoglio), sobre la colina del mismo nombre, corazón político y
social de la ciudad de Roma. La plaza fue concebida como un espacio ovalado donde se
colocó en su centro la antigua estatua ecuestre en bronce del emperador Marco Aurelio. En
torno a ella existía de la época medieval el Palacio de los Senadores, con una torre central y
elevado sobre un antiguo tabularium, también se encontraba construido posteriormente el
Palacio del Capitolio. Miguel Ángel completa la plaza levantando el edificio de los
Conservadores, formando un espacio abierto ligeramente trapezoidal. Todas las fachadas
tienen igual articulación y son de gran envergadura, pero subordinan su carácter individual
para generar un efecto de conjunto.
Fig. 103 - PLANTA GENERAL Y VISTA EXTERIOR DE LA PLAZA DEL CAPITOLIO – MIGUEL ÁNGEL
La plaza tiene un eje central marcado por la rampa y la escalera, que una vez que
ascendemos por ellas y arribamos a la plaza, el espacio delimitado por los edificios laterales
nos conduce la mirada al palacio central. En la mencionada plaza hallamos grupos
escultóricos, estatua ecuestre, portal central, una torre; este espacio oval lleno de dinamismo
se afirma con el tratamiento del pavimento ornamentado con una estrella de 12 puntas que
rodea a la estatua ecuestre.
*Extraído de los libros “Breve Historia del Urbanismo” Lección 6 - Pág. 109/135 – Alianza Editorial 1998 – Fernando Chueca Goitia;
“Atlas de la Arquitectura II” – Pág. 432/441 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; “Historia del Arte” Volumen 25
– El Quatrocento Italiano- Ediciones Historia 16, 1889 – Víctor Nieto y Alicia Cámara; “Saber ver la arquitectura” – Editorial
Apóstrofe 1998 - Bruno Zevi.-
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REFERENCIAS DE IMAGENES
Fig. 09-―De architectura‖ MARCO VITRUBIO POLIÓN (c. 70 a.C.-c. 25 a.C.); Fig. 10–HOSPITAL DE LOS
INOCENTES; Fig. 11–IGLESIA SAN LORENZO; Fig. 12–PALACIO MÉDICIS-RICHARDI; Fig. 13–
CUPULA BASILICA SAN PEDRO, ROMA; Fig. 14–SACRISTÍA IGLESIA SAN LORENZO; Fig. 15–
FUENTES y JARDINES CASTILLO CHENONCEAUX; Fig. 16–ITALIA DURANTE EL RENACIMIENTO;
Fig. 17-CUPULA DE LA CATEDRAL SANTA MARÍA DE FIORE; Fig. 18-CUPULA DE LA CATEDRAL
SANTA MARÍA DE FIORE; Fig. 19–CATEDRAL SANTA MARIA DE FIORE; Fig. 20–PÓRTICO DEL
HOPITAL DE LOS INICENTES; Fig. 21–DETALLE DEL PORTICO; Fig. 22–PLANTA Y VISTA DE LA
GALERIA DEL HOSPITAL DE LOS INOCENTES; Fig. 23-VOLUMETRÍA DE SACRISTÍA DE LA
IGLESIA DE SAN LORENZO DE FILIPPO BRUNELLESCHI; Fig. 24–PLANTA Y CORTE DE LA
SACRISTIA VIEJA; Fig. 25 Derecha–VISTA INTERIOR DE LA SACRISTIA; Fig. 26-PLANTA GENERAL,
VISTA DE LAS NAVE LATERAL Y CAPILLAS, IGLESIA SAN LORENZO; Fig. 27–VISTA DE LA NAVE
CENTRAL Y CRUCERO DE LA IGLESIA SAN LORENZO; Fig. 28–PLANTA Y CORTES - IGLESIA
SANTO ESPÍRITU, BRUNELLESCHI; Fig. 29–VISTA INTERIOR, IGLESIA SANTO ESPÍRITU
BRUNELLESCHI; Fig. 30–VISTA EXTERIOR Y CÚPULA INTERIOR DE LA CAPILLA PAZZI,
BRUNELLESCHI; Fig. 31–PLANTA Y CORTE DE LA CAPILLA PAZZI, BRUNELLESCHI; Fig. 32–
PLANTA GENERAL Y VISTA INTERIOR DE LA IGLESIA SAN ANDRÉS DE MANTUA, ALBERTI; Fig.
33–VISTA LATERAL DE LA NAVE CENTRAL Y VISTA EXTERIOR DE LA IGLESIA SAN ANDRÉS DE
MANTUA; Fig. 34–VISTA EXTERIOR DEL PALACIO PITTI, FILIPPO BRUNELLESCHI; Fig. 35-
PALACIO MÉDICI-RICHARDI, VISTA EXTERIOR ESQUINA, ACCESO Y DETALLE DEL BANCO
CORRIDO. OBRA DE MIGUEL ÁNGEL Y MICHELOZZO DI BARTOLOMMEO; Fig. 36-VISTAS DEL
PATIO INTERIOR DEL PALACIO MÉDICIS-RICHARDI; Fig. 37-PLANTA GENERAL Y VISTA
EXTERIOR DEL PALACIO RUCELLAI; Fig. 38-PLANTA GENERAL, CORTE Y VISTA EXTERIOR DEL
PALACIO STROZZI; Fig. 39-PLANTA GENERAL DE EMPLAZAMIENTO DE LA CATEDRAL Y EL
PALACIO PICCOLOMINI; Fig. 40-CARTUJA DE PAVÍA, GIOVANNI ANTONIO AMADEO : “Atlas de la
Arquitectura II” – Pág. 450/455 - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y Gunther Vogel; libros
“Historia del Arte” Volumen 14 - Pág. 22/31 – Ediciones Salvat 2000 – F. Navarro; “Infopedia”. Softkey,
TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia Lafer 1997;
http://www.kalipedia.com/arte/tema/edad-moderna/arquitectura-
quattrocento.html?x=20070718klparthis_73.Kes
http://www.bing.com/images/search?q=RENACIMIENTO+EN+EL+SIGLO+XV&form=QBIR
Fig. 41–VILLA FARNESINA, CASINO MEDICEO, MUSEO LOUVRE y PALACIO VALMARANA; Fig.
42–CUPULA SAN PEDRO, PLANTA CENTRADA, MUSEO DEL LOUVRE; Fig. 43-LA EUROPA
PROTESTANTE; Fig. 44-CONCILIO DE TRENTO; Fig. 45-PLAN CONEXIÓN VIARIA; Fig.46-SANTA
MARÍA DELLE GRAZIE, Fig. 47-TEMPLETE SAN PEDRO; Fig. 48-CORTE ALZADO Y VISTA
EXTERIOR DEL TEMPLETE DE SAN PEDRO, BRAMANTE,Fig. 49-PLANTA GENERAL DE LA
BASÍLICA SAN PEDRO POR DONATO BRAMANTE; Fig. 50-CORTE DE LA BASÍLICA SAN PEDRO;
Fig. 51-FACHADA DE LA BASÍLICA SAN PEDRO; Fig. 52- IGLESIA MARÍA DE LA CONSOLACIÓN
EN TODI, COLA DI MATEUCCIO DE CAPRAROLA; Fig. 53-IGLESIA DE SAN BLAS DE MONTE
PULCIANO, ANTONIO SANGALLO EL VIEJO; Fig. 54-BASÍLICA SAN PEDRO – Etapas de ejecución;
Fig. 55-BASÍLICA SAN PEDRO, FACHADA FRONTAL DE MADERNO-BERNINI; Fig. 56–FACAHADA
POSTERIOR DE MIGUEL ÁNGEL; Fig. 57-PLANTA GENERAL DEL MONASTERIO, BIBLIOTECA
LAURENCIANA E IGLESIA SAN LORENZO; Fig. 58 y 59–CORTE Y VISTA DE LA ESCALERA DE
ACCESO A LA BIBLIOTECA LAURENCIANA; Fig. 60-EL JUICIO FINAL Y LA CREACIÓN DEL
HOMBRE, CAPILLA SIXTINA, FRESCOS DE MIGUEL ÁNGEL; Fig. 61-PLANTA Y CORTE DE LA
IGLESIA DE GESÚ, IACOPO BAROZZI DA VIGNOLA; Fig. 62-VISTA INTERIOR Y EXTERIOR DE LA
IGLESIA DEL GESÚ, GIACOMO DELLA PORTA; Fig. 63–EVOLUCIÓN DE LA FACHADA DEL
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PALACIO RENACENTISTA; Fig.64-PLANTA GENERAL Y FACHADA DEL PALACIO VALMARANA,
PALLADIO; Fig. 65-PLANTA GENERAL DE VILLA LA ROTONDA, PALLADIO; Fig. 66-CORTE-VISTA
DE VILLA LA ROTONDA – PALLADIO; Fig. 67-VISTA GENERAL DE VILLA LA ROTONDA–
PALLADIO; Fig. 68-VISTA EXTERIOR E INTERIOR DEL SALÓN DE LAS PERSPECTIVAS; Fig. 69-
VILLA FARNESE EN CAPRAROLA DE SANGALLO, VIGNOLA; Fig. 70-JARDINES RENACENTISTAS
DE VILLANDRY, FRANCIA; Fig. 71-PLANTA GENERAL DE LA VILLA DEL LANTE; Fig. 72-VISTA
GENERAL DE LA VILLA DEL LANTE : “Entender la Arquitectura” - Pág. 375/378 – Ediciones Gustavo
Gili S.A. Barcelona 2003 - Leland M. Roth; “Historia del Arte” Volumen 16 - Pág. 60/96 – Ediciones
Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II” - Alianza Editorial 1999 - Werner Muller y
Gunther Vogel; “Infopedia”. Softkey, TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia Lafer
1997; http://www.bing.com/images/search?q=alto+renacimiento+en+italia&form=QBIR
Fig. 90-VISTAS EXTERIORES DEL CASTILLO DE BLOIS; Fig. 91-PLANTA GENERAL Y VISTA
EXTERIOR DEL CASTILLO DE CHAMBORD; Fig. 92-CASTILLO FONTAINEBLEAU, FRANCESCO
PRIMATICCIO; Fig. 93-PALACIO DEL LOUVRE, PIERRE LESCOT; Fig. 94-MUSEO DEL LOUVRE Y
PALACIO Y JARDINES DE LAS TULLERIAS : “Historia del Arte” Volumen 18 - Pág. 24/48 – Ediciones
Salvat 2000 – F. Navarro; “Atlas de la Arquitectura II” – Pág. 561/463 - Alianza Editorial 1999 - Werner
Muller y Gunther Vogel ; “Infopedia”. Softkey, TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia
Lafer 1997
http://www.bing.com/images/search?q=renacimiento+en+francia&form=QBIR
Fig. 95-VISTA EXTERIOR DE LA CASA DEL FLAUTISTA DE HAMELIN; Fig. 96- EL CASTILLO DE
HEIDELBERG; Fig. 97-AYUNTAMIENTO DE AUGSBURGO :“Historia del Arte” Volumen 30 –
Ediciones Historia 16, 1889 –Jesús Cantera Montenegro;
http://www.bing.com/images/search?q=renacimiento+en+alemania&form=QBIR; ; “Infopedia”. Softkey,
TLC Properties, Inc. Enciclopedia Temática Multimedia Lafer 1997
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