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Las disposiciones legales de carácter imperativo: Las legítimas. Son normas imperativas destinadas a garantizar que
determinados familiares participen en la sucesión abierta (testamentaria) imponiéndoselo así al causante (testador).
La libertad de testar se combina con una porción de los bienes (cuota) que la Ley dicta a favor de ciertos familiares
del difunto, otorgándoles derecho a ella, y que se denomina legitima.
En nuestro Código la importancia de la legítima supera a la propia libertad de testar.
La sucesión intestada. Regla de carácter supletorio aplicable en el caso de inexistencia o insuficiencia de sucesión
testamentaria. La propia Ley, como último recurso, designa a los sucesores de quien no ha deseado ejercitar su
libertad de testar. Son beneficiarios (junto al cónyuge viudo en su caso) los familiares en línea recta, por el siguiente
orden:
1.- Descendientes (si los hubiere los ascendientes quedan excluidos)
2.- Ascendientes (si el causante careciera de descendientes)
3.- Parientes en línea colateral hasta el 4º grado.
4.- En ausencia de los anteriores podría heredar el Estado o la CCAA.
LA HERENCIA
Según queda establecido en el Derecho de Sucesiones: “La herencia comprende todos los bienes, derechos y
obligaciones de una persona que no se extingan con su muerte “. En general, se entienden extinguidos en el
momento de la muerte cualquier titularidad de índole patrimonial que tenga carácter vitalicio: pensiones, usufructo,
etc. Tampoco pueden transmitirse las facultades de carácter personalísimo, las funciones o cargas familiares y las
facultades o derechos inherentes a la propia persona del difunto. Por diferentes razones, es el propio legislador el
que declara transmisibles algunas facultades de índole personalísima como las acciones de filiación, algunas de las
facultades que integran el derecho moral del autor, o el ejercicio de las acciones de protección del honor, intimidad y
la propia imagen.
Según el CC no forman parte de la herencia “las ropas, mobiliario y enseres que constituyan el ajuar de la vivienda
habitual común de los esposos, los cuales se entregaran al que sobreviva sin computárselo en su haber “
No se entenderán comprendidos en el ajuar las alhajas, objetos artísticos, históricos y otros de extraordinario valor.
924 cc)
SUCESION A TITULO UNIVERSAL Y A TITULO PARTICULAR
Según establece el CC, “el testador puede disponer de sus bienes a título de herencia o de legado “
Se llama heredero al que sucede a titulo universal y legatario al que sucede a título particular.
Las razones que nos permiten distinguir entre heredero o legatario son:
1ª razón: El heredero se subroga con carácter general en la posición que anteriormente ocupaba el causante
(suceder a titulo universal), su posición le permite seguir siendo titular de la mayor parte de las relaciones jurídicas
que hasta el fallecimiento tenía el causante, en la misma posición que este tenía, haciéndolo además a título
universal.
2ª razón: Cómo regla el heredero responde de las deudas y cargas hereditarias. Frente a esta responsabilidad del
heredero el legatario es un mero sucesor a título particular. Solo resulta beneficiado por la atribución testamentaria,
solo resulta beneficiado por bienes o derechos concretos de la herencia, de carácter singular, y que, en general
puede desentenderse de la suerte de la herencia en su conjunto, así como de las deudas hereditarias, pues no es
responsable de ellas.
Otras diferencias técnicas entre la condición de heredero y legatario es que: los herederos adquieren ipso iure la
posesión civilísima de los bienes hereditarios, y la condición de heredero implica la aceptación del instituido. Por su
parte, los legatarios han de solicitar la posesión a los herederos y el legado se adquiere ipso iure.
Mientras el heredero no lo es hasta que acepta en la fase de delación la herencia, el legatario lo es por estar así
establecido en el testamento)
1-Apertura de la sucesión (examen): Coincide con el fallecimiento del causante. La muerte genera la extinción de la
personalidad del difunto, y, por tanto, que todas las posiciones y relaciones jurídicas quedan sin titular. Tales
titularidades, siempre que no se extingan con su muerte, pasan a sus herederos.
2- Fase de vocación: equivale a determinar, primero, quienes son los herederos.
-Fase de delación, coincide con el momento en que el heredero es llamado, le es deferida (ofrecida) de forma
concreta la herencia, para que manifieste si la acepta o repudia. (ius delationis)
La necesidad de distinguir ambas fases viene determinada por el hecho de que en la mecánica sucesora la vocación
no coincide en todos los casos con la delación. Puede ser llamado a la herencia un nasciturus (concebido no nacido)
existe vocación, pero no delación “hasta el momento en que siendo ya persona quienes hayan de representarlo
puedan manifestarse acerca de la aceptación de la herencia
“Igualmente puede darse el caso de que la institución de un heredero cualquiera quede sometida a condición
suspensiva, o cuando el testador instituye una fundación en su testamento.
3-Fase de aceptación y adquisición de la herencia. Nuestro ordenamiento exige que para ser considerado heredero
ha de preceder la aceptación de la herencia. Por tanto, exista Delación, o solo Vocación mientras los herederos no
se hayan pronunciado en favor de la aceptación de la herencia, nos encontraremos frente a la situación conocida
con el nombre de HERENCIA YACENTE.
Para que tenga lugar de forma efectiva el derecho de transmisión (ius transmissionis) es primordial que el
transmisario acepte la herencia del transmitente.
El transmisario puede optar por:
. - Aceptar la herencia del transmitente y la del causante.
. -Aceptar la herencia del transmitente y repudiar la del causante
. - Repudiar la herencia del transmitente y en este caso pierde el derecho sobre la del causante.
La cuestión fundamental que plantea el derecho de transmisión consiste en si el transmisario, en el caso de
aceptar sucesivamente ambas herencias, sucede al transmitente o al causante. (caso primero)
Establece la Doctrina, que el ius transmissionis es aplicable a cualquier tipo de sucesión, sea testamentaria o
intestada, y que la sucesión iure transmissionis carece de sentido respecto a los legados al no requerir esta
aceptación propiamente dicha. (El Derecho de Transmisión se aplica a la herencia y no a los legados)
El Derecho de Acrecer en la Sucesión Intestada (examen). El derecho de acrecer no sería aplicable en la sucesión
intestada, dado que el pariente de grado más próximo excluye al más remoto salvo en el caso de que tenga lugar el
derecho de representación.
Sin embargo, el CC establece que “en las sucesiones legítimas (intestadas) la parte del que repudia la herencia
ACRECERA SIEMPRE A LOS COHEREDEROS “
Dispone pues la normativa que “entre los herederos forzosos (legitimarios) el derecho de acrecer solo tendrá lugar
cuando la parte de libre disposición se deje a dos o más de ellos, o a alguno de ellos y un extraño “Es decir cuando
hay un llamamiento conjunto que recae sobre el tercio de libre disposición.
HAY QUE TENER EN CUENTA LO SIGUIENTE:
“Si la parte repudiada fuese la legitima sucederán en ella los coherederos, POR SU DERECHO PROPIO Y NO POR EL
DERECHO DE ACRECER “