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Portada Arqueo individual_PortadaArqueo 28/02/16 21:36 Página 1

Cómo sobrevivir con dos

Cómo piedras y un cerebro


pretende mostrar al
gran público algunos

sobrevivir de los grandes logros


prehistóricos de la
humanidad. Buena parte de las

con dos piedras experimentaciones publicadas en


esta obra requieren sólo interés y
pericia para ser realizadas por los

y un cerebro lectores. Esperamos que se


transformen en consumados
artesanos siguiendo las
indicaciones visuales y los textos
Manual práctico de Arqueología Experimental proporcionados en este libro.
Contiene también una puesta al
día de los hallazgos arqueológicos
J. CARLOS DÍEZ
de dichos objetos en Europa y
JAVIER NASTRI
Editores
Sudamérica, regiones en las que
los autores desarrollan sus
investigaciones y que permiten al
lector profundizar en el
conocimiento comparado del
Patrimonio Arqueológico.

DIARIO DE LOS YACIMIENTOS DE LA SIERRA DE

atapuerca
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Cómo
sobrevivir
con dos piedras
y un cerebro
Manual práctico de Arqueología Experimental
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Cómo
sobrevivir
con dos piedras
y un cerebro
Manual práctico de
Arqueología Experimental

J. Carlos Díez
Javier Nastri
Editores
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DIARIO DE LOS YACIMIENTOS DE LA SIERRA DE

EDITA: atapuerca
Plaza Alonso Martínez, 7. Of. 91
09003 Burgos. España

EDITORES CIENTÍFICOS: J. Carlos Díez y Javier Nastri


AUTORES: Miguel Ángel Pérez Moral, Marcos Terradillos Bernal, Alberto Pérez,
Rodrigo Alonso Alcalde, Javier Nastri, J. Carlos Díez Fernández-Lomana
DISEÑO Y MAQUETACIÓN: David Velasco y Alberto Labarga

ISBN: 978-84-614-7867-5
D.L: BU-47-2011

CREATIVE COMMONS
Reconocimiento (Attribution). En cualquier explotación de la obra autorizada
por la licencia hará falta reconocer la autoría.
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no incluye la transformación para crear una obra derivada.
No Comercial (Non commercial): La explotación de la obra queda limitada a
usos no comerciales.
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Cómo
sobrevivir
con dos piedras
y un cerebro
Manual práctico de Arqueología Experimental

Miguel Ángel Pérez Moral


(Capítulos 3, 6, 7, 8, 9, 13, 14, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 27)

Marcos Terradillos Bernal


(Capítulos 1, 2, 4, 5, 10, 11, 12, 15, 22, 23, 24)

Alberto Pérez
(Capítulos 2, 5, 10, 11, 13, 19, 21, 24, 26)

Rodrigo Alonso Alcalde


(Capítulos 1, 3, 4, 8, 17, 25, 26, 27)

Javier Nastri
(Capítulos 9, 14, 16, 20, 21, 22, 23)

J. Carlos Díez Fernández-Lomana


(Capítulos 6, 7, 12, 15, 18, 27)
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Índice

1 Bifaz 17
2 Instrumento pulimentado 21
3 Hoja de laurel 25
4 Técnica levallois 29
5 Descarnado 33
6 Lámpara de tuétano 37
7 Aguja en asta 41
8 Arpón 45
9 Bastón de mando 49
10 Hacha de metal 53
11 Cerámica 57
12 Manos en negativo 61
13 Venus 65
14 Plaqueta grabada 69

9 13
Javier Nastri J. Carlos Díez Fernández-Lomana
¿Qué es la Arqueología? La Arqueología Experimental:
instrumento de ciencia y
divulgación
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15 Fuego 73
16 Jabalina 77
17 Propulsor 81
18 Flauta 85
19 Bramadera 89
20 Cestería 93
21 Telar 97
22 Calzado 101
23 Raspador enmangado 105
24 Arco y flecha 109
25 Hoz 113
26 Honda 117
27 Cabaña 121

125 130
Rodrigo Alonso Alcalde Alberto Enrique Pérez y María Valeria Torres
La Sierra de Atapuerca, Experiencias experimentales
una forma activa y reflexión pedagógica en San Martín
de acercarse al pasado de los Andes, Patagonia, Argentina
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¿Qué es la Arqueología?
JAVIER NASTRI.
CONICET. Universidad Maimónides / Universidad de Buenos Aires.
Hidalgo 775. 1405 Buenos Aires. Email: nastri.javier@maimonides.edu

La figura del arqueólogo es rápidamente identificada con la de aquel que


excava la tierra buscando huesos u otros objetos materiales del pasado.
Si bien esa idea no es desacertada, es incompleta y merece ser objeto de
aclaración, en la medida en que la problemática de la definición de la
arqueología involucra interesantes cuestiones en torno a la diversidad
cultural humana, sus cambios a lo largo del tiempo y las vías para su
conocimiento científico.

P
ara los griegos, creadores del término, la “ciencia de los comienzos” denotaba una extensión cro-
nológica de la Historia hacia lo más remoto del pasado. Antes que en el registro de ese pasado, la
atención estaba puesta en especulaciones acerca de cómo pudo generarse el estado presente de co-
sas. No obstante, ya para entonces existían antecedentes de la exhumación de objetos del pasado. En el
Egipto dinástico (siglos XIII-XII a.C.) y en la China antigua (siglo II a.C.) dicha exhumación se llevó adelante
en el marco de actividades destinadas a la restauración de antiguos cultos. En otras ocasiones, el fin era
el contrario: “la purificación religiosa”; como el caso de los atenienses del siglo V a.C. Luego, durante la
Edad Media, no se desarrolló en Europa un interés específico de búsqueda de restos materiales del pasado,
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10 ¿Qué es la Arqueología?

pero debieron generarse explicaciones para dar ricanos y asiáticos tuvo una importancia funda-
cuenta de hallazgos casuales frecuentes. De esta mental en este reconocimiento.
manera puntas de proyectil paleolíticas fueron in- Podemos señalar entonces que para que la ar-
terpretadas como restos de flechas lanzadas por queología tenga lugar hacen falta tanto objetos del
duendes; las vasijas neolíticas de Europa central pasado como ideas o informaciones acerca de for-
fueron tenidas por plantas que crecían por genera- mas de vida alternativas, así también como una
ción espontánea; y las ruinas romanas en suelo motivación de relevancia social. Es posible recono-
francés fueron atribuidas a ciertos santos o a Car- cer estos tres elementos en el nacimiento de la ar-
lomagno. Cuando en el Renacimiento las ruinas ro- queología científica a comienzos del siglo XIX. Para
manas comenzaron a ser reconocidas como tales, entonces, la situación de relativo atraso de Dina-
fue un creciente sentimiento de identificación de marca en el contexto de Europa volcó a muchos da-
los intelectuales europeos con el pasado clásico, vis- neses de clase media en favor de un nacionalismo
to ahora como glorioso, el que imprimió un fuerte compatible –a diferencia del caso de los anticuarios
incentivo para el estudio y la conservación de las ingleses– con los ideales de la Ilustración. De esta
antigüedades. manera Christian Thomsen, encargado de catalo-
De lo anterior podemos concluir que, si bien por gar la colección reunida por la Real Comisión Da-
un lado es necesario un fuerte interés –político, re- nesa para la Preservación y Colección de Antigüe-
ligioso o económico– para que se lleven adelante dades, produjo el esquema de las Tres Edades: De la
los costosos trabajos de exhumación arqueológica, piedra –Del bronce– Del hierro1; un modelo cohe-
por otra parte los objetos materiales del pasado tie- rente de variación en el tiempo de los objetos pre-
nen la capacidad de presentarse sin aviso, denun- históricos sobre la base del análisis de sus materias
ciando la existencia de mundos y realidades alter- primas, su estilo, su decoración y el contexto de su
nativas, de siglos o milenios atrás. La “ciudad pro- descubrimiento. El trabajo de Thomsen de 1826
hibida” de El planeta de los simios, y la semienterrada aportaba elementos tanto para el planteamiento
Estatua de la Libertad del final de su versión fílmica de esquemas de cambio cultural en el tiempo como
más popular, constituyen un buen ejemplo respec- para la identificación arqueológica de pueblos y sus
to de la importancia de conocer la realidad del pa- movimientos en el espacio. El primer aspecto fue
sado. Y si recién en el siglo XVIII fue aceptada la el privilegiado por la naciente tradición anglo-fran-
idea del origen antrópico de los artefactos de piedra cesa de arqueología paleolítica, la cual, munida de
paleolíticos, el arribo a Roma, tiempo antes, de al- la idea de una gran antigüedad para el pasado hu-
gunas colecciones de artefactos de indígenas ame- mano y con estrechos contactos con la geología, pu-
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¿Qué es la Arqueología? 11

do desarrollar un método de obtención de datos ar- histórica. La existencia de numerosas poblaciones


queológicos basándose en la excavación sistemáti- aborígenes fomentó el desarrollo de una fuerte tra-
ca. Fue entonces cuando surgió la noción de que el dición etnológica o antropológica, en el marco de
desarrollo cultural de un pueblo y hasta de toda la la cual se insertó la arqueología, encargándose del
Humanidad podía representarse a través de una su- estudio del desarrollo cultural de las sociedades
cesión de etapas documentadas en el corte estrati- (pues las poblaciones humanas que inmigraron al
gráfico de un yacimiento. La mayor parte de ese continente ya eran anatómicamente modernas) a
largo lapso temporal, mensurable a partir de obser- lo largo del tiempo.
vaciones geológicas, fue denominado Prehistoria,
distinguiéndolo del tipo de representación genera- ANTROPOLOGÍA
da a partir de la lectura de documentos escritos, pa- Física Cultural
ra entonces ya con una larga tradición de trabajo Presente Antropobiología Etnografía y
en Occidente. Lingüística
Al igual que en el caso de la Historia, la Prehisto- Pasado Paleoantropología Arqueología
ria designa tanto al pasado estudiado como al estu- prehistórica
dio de ese pasado, haciendo referencia a una ar-
queología del tiempo más remoto, distinta de la De esta manera la antropología fue redefinida
arqueología de las civilizaciones de la antigüedad en el siglo XX como el estudio de la Humanidad tan-
clásica. Mientras que esta última tiene un estrecho to en su dimensión física como en su dimensión
contacto con la historia antigua generada a partir cultural, distinguiendo a su vez la modalidad tem-
de los textos principalmente griegos y romanos, la poral del estudio, sea que se realice este en relación
prehistoria (o arqueología prehistórica) tiene más con el presente o con el pasado de la sociedad en
vinculaciones con las ciencias naturales (geología, cuestión. En este marco antropológico es de desta-
paleontología, biología, etc.), con las que mantiene car la influencia que la teoría desarrollada en el ám-
un activo intercambio acerca de las condiciones del bito de los estudios etnográficos ha tenido sobre la
entorno cuaternario en el cual vivió el hombre pre- arqueología en las últimas décadas, así también co-
histórico y en cuya matriz se conservan sus restos. mo la teoría social en general. El funcionalismo, el
En América, donde son escasos los textos escri- estructuralismo, el marxismo, el postestructuralis-
tos conservados de civilizaciones antiguas (y no to- mo, la hermenéutica y la fenomenología han sido
dos ellos han podido ser descifrados hasta el mo- marcos usados en la interpretación de los contextos
mento), la arqueología es siempre arqueología pre- recuperados a partir de técnicas y métodos arqueo-
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12 ¿Qué es la Arqueología?

lógicos. Por otra parte, una corriente de arqueólo- cial y los estudios culturales, ha conducido a am-
gos apeló a la teoría darwiniana para el estudio de pliar el objeto de la arqueología. De una “práctica
dichos contextos en términos evolutivos, buscando científica consistente en la recuperación de testi-
desarrollar herramientas teóricas originales. Pero monios materiales del pasado de la Humanidad,
lo que todas estas diferentes vertientes tienen en con el fin de conocer las formas de vida pretéritas
común es la batería de técnicas y procedimientos y sus cambios a lo largo del tiempo”, hoy la arqueo-
de las ciencias naturales que constituyen un punto logía enfatiza además el estudio de la relación entre
de apoyo fundamental para la realización de infe- sociedad y cultura material, superando de esta ma-
rencias a partir de los restos materiales. De esta ma- nera la limitación a la dimensión pasada. Esta no-
nera ha surgido la arqueometría, como una rama vedad es una muestra del carácter vivo y dinámico
dentro de la arqueología dedicada al desarrollo y de la disciplina, que ha renovado su utilidad social
aprovechamiento de la información generada por en el contexto del creciente interés de la sociedad
los estudios físico-químicos sobre objetos y restos contemporánea por la dimensión material del
arqueológicos. mundo social y del reconocimiento de la diversidad
El crecimiento de la arqueología ha sido tan im- cultural actual, resultado de trayectorias históricas
portante en las últimas décadas que incluso se han diferentes a lo largo y a lo ancho del planeta. El co-
desarrollado estudios en relación con contextos his- nocimiento detallado de dichas trayectorias contri-
tóricos más recientes, de los cuales se disponen de buye a un más profundo conocimiento de la natu-
fuentes escritas. La arqueología histórica ha emergido raleza del género humano y al fortalecimiento de
así como una disciplina que contrasta la informa- identidades durante largo tiempo reprimidas u
ción de las fuentes escritas con el registro material ocultadas, a la vez que constituye una oportunidad
o bien busca recuperar el pasado de actores sociales para el desarrollo económico de las áreas en las que
subalternos –por ejemplo los esclavos–, cuyos mo- se recuperan los restos. Objetos, interpretaciones
dos de vida no aparecen representados en la histo- y su relevancia social, continúan impulsando el cre-
ria escrita o bien dicha representación se encuentra cimiento de una práctica que no deja de transfor-
bajo la sospecha de haber sido tergiversada en favor mar el paisaje a través de la significación y valori-
de los intereses de las clases dominantes. zación del mismo como producto de millones de
Finalmente, la larga experiencia de trabajo con años de acciones y pasiones humanas.
fuentes de cultura material, junto con el reconoci-
1
miento de la inextricable articulación de los objetos Luego generalizada como: Paleolítico (desde hace 2,5 mi-
llones de años) - Neolítico (desde hace 10.000 años) - Edad de los
con las relaciones sociales por parte de la teoría so- Metales (desde hace 6.000 años).
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La Arqueología Experimental:
instrumento de ciencia
y divulgación
J. CARLOS DÍEZ FERNÁNDEZ-LOMANA
Área de Prehistoria. Universidad de Burgos. Plaza Misael Bañuelos s/n. 09001 Burgos.
Email: clomana@ubu.es

LOS ASPECTOS CIENTÍFICOS


Suele entenderse por Arqueología Experimental el procedimiento seguido
en el momento presente para reproducir los objetos del pasado. Y es
precisamente la palabra procedimiento la que permite establecer
diferentes vías de aproximación y la que posibilita que pueda distinguirse
entre lo que es arqueología y lo que no lo es, y, dentro de la primera
acepción, las facetas científicas, educativas y lúdicas a la hora de
aproximarnos a la Arqueología Experimental en el momento presente.

P
or ejemplo, podríamos sugerir que la Arqueología Experimental, en lo que tiene que ver con la
copia o replicación de objetos anteriores, hunde su historia en el remoto pasado. Todos estamos
familiarizados con las numerosas esculturas realizadas por los romanos, en los primeros siglos de
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14 La Arqueología Experimental: instrumento de ciencia y divulgación

nuestra era, imitando la anterior estatuaria griega. cación de instrumentos de labranza y lascas de pe-
Por supuesto, nosotros no consideramos que dichas dernal para los trillos empleados en la siega. Su do-
obras romanas deban incluirse dentro de lo que minio del desbastado del sílex y su red de desplaza-
ahora denominamos como Arqueología Experi- mientos por todo el interior peninsular les hizo
mental, ya que mimetizar obras pasadas sin que consumados continuadores de la tradición neolíti-
exista un afán de conocer dicho pasado y de desen- ca de instrumental para la siega del cereal. Sus la-
trañar las distintas posibilidades que tenían los bores artesanales se basaban en métodos que po-
griegos para realizar tales esculturas, cae fuera de dríamos denominar científicos: conocimiento de
lo que debe ser la arqueología. canteras, desbastado, creación de proformas, aban-
De la misma forma, podríamos considerar que dono de cuchillas con impurezas o corteza, frag-
hay programas de televisión, basados en un remedo mentación precisa de las láminas, retoque cuando
de la vida primitiva, con actores que nos enseñan era necesario… ¿Es arqueología experimental? De
a sobrevivir en ambientes pretecnológicos, que nuevo debemos decir no. Se usaban materiales po-
pueden inscribirse en la arqueología experimental, co prehistóricos, como los aserraderos, prensado-
ya que buscan reproducir o imitar, de una forma ras, mazas de acero, etc.; y además no pretendían
más o menos lúdica, condiciones pasadas. La fina- emular objetos pasados, solo reproducir un instru-
lidad de estas aproximaciones es no solo el entre- mental que era útil en la sociedad histórica en la
tenimiento; también en ocasiones contemplan as- que vivían.
pectos didácticos o de divulgación general. Tienen Como decíamos con anterioridad, no basta co-
así mucho de experimental, pero poco de arqueo- piar y no basta realizar acciones educativas o lúdi-
logía, estando más próximos a la etnografía (cono- cas, ni siquiera un cierto conocimiento científico
cimiento de grupos históricos con modos de vida de los objetos y su tratamiento; para que haya ar-
preindustriales) o a la biología (conocimiento del queología experimental debe existir una conscien-
comportamiento de plantas y animales). Un acer- cia de lo que se pretende fabricar, del objetivo,
camiento arqueológico es muy difícil para estos realizarlo reiteradamente, aplicando todo el rigor
programas, ya que los entornos actuales en poco se posible y contrastando el resultado con el objeto ar-
asemejan a los pasados, en particular a nivel ecoló- queológico para verificar si acciones y resultados
gico y social. son pertinentes (Baena, 1997). Cuantos más facto-
Podemos poner un último ejemplo. Los “trille- res de los enumerados sean aplicados, más cientí-
ros” de Cantalejo, en Segovia, se hicieron famosos fica y de mayor poder explicativo y predictivo será
entre los siglos XVII al XX por su pericia en la fabri- la investigación realizada.
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La Arqueología Experimental: instrumento de ciencia y divulgación 15

La Arqueología Experimental parece que surge to editorial nos ilustra sobre cómo hay numerosas
hacia finales del siglo XIX en la Unión Soviética, y personas en el mundo a las que les encanta ver có-
han sido los países de la Europa nórdica y anglosa- mo se hacen objetos antiguos, intentar aprender a
jones (EE.UU., Reino Unido y Australia) los princi- realizarlos por su cuenta y las diversas posibilida-
pales impulsores de esta vía de investigación (Coles, des que existen para sacar partido a las materias
1973), siendo en el Estado español las ciudades de primas naturales. La revista mezcla los aspectos ar-
Madrid (Javier Baena, UAM) y Barcelona (X. Terra- tesanales y los lúdicos, y trata de forma correcta los
das, CSIC) las más activas en esta materia. Se parte elementos históricos y los conocimientos que pue-
de la premisa de que la comprensión de los objetos den extraerse de la naturaleza.
y acciones del pasado será más acertada si somos El relativo éxito de la revista nos permite aper-
capaces de reproducirlas en la actualidad, con me- cibirnos que la Arqueología Experimental, aligera-
dios idénticos o similares a los que se disponía en da de sus contenidos más especializados, tiene un
la Prehistoria. Igualmente, se considera que deter- gran potencial para llegar a colectivos amplios, lo
minados problemas apreciados en el registro ar- que puede utilizarse como vehículo de conocimien-
queológico solo pueden solventarse siendo capaces to del pasado, como modo de aprendizaje y trans-
de evaluar si distintos medios dan semejantes solu- misión de cultura.
ciones y/o surge una variabilidad de resultados con Las ganas de formarse e instruirse son uno de los
el empleo de una sola técnica. Partiendo así del ele- principales requisitos del aprendizaje, y nadie pa-
mento arqueológico, intentamos realizar una apro- rece dudar que el trabajo experimental lúdico, tan-
ximación científica que nos permita plantear una to a nivel individual como en equipo, es una herra-
hipótesis sólida sobre el mecanismo concreto, el mienta de primer orden para la comprensión. Unir
proceso de trabajo, que la generó. por consiguiente enseñanza y esparcimiento con-
vierte en protagonistas activos de la prehistoria a
LOS ASPECTOS EDUCATIVOS Y LÚDICOS los alumnos, los cuales de manera amena aprenden

L a principal revista relacionada con la arqueolo-


gía experimental que existe en el mercado es
Bulletin of Primitive Technology, de Idaho (USA), la cual
a conocer y (como resultado) valorar el Patrimonio
arqueológico (Alonso et al., 2004-05).
En los últimos años es frecuente la creación de
desde 1991 aborda, dirigiéndose al gran público, empresas (Paleorama, Era Arqueología, Schola Ac-
cualquier aspecto relacionado con las sociedades o tiva, etc.) dedicadas a la transmisión de conoci-
prácticas preindustriales. El Boletín, por tanto, no mientos arqueológicos. Suelen dirigirse a escolares
pretende realizar ciencia arqueológica, pero su éxi- y organizan talleres en los que, guiados por un es-
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16 La Arqueología Experimental: instrumento de ciencia y divulgación

pecialista, los participantes acceden a la teoría y a BIBLIOGRAFÍA:


ALONSO, R., CUARTERO, F. y TERRADILLOS, M. (2004-2005):
las técnicas arqueológicas mediante la participa- “II Jornadas de Arqueología Experimental. La experiencia como
ción activa. Igualmente en las universidades se re- forma de conocimiento del pasado”. Revista Atlántica-Mediterránea
alizan, de manera algo menos lúdica y más cientí- de Prehistoria y Arqueología Social, 7: 251-256.
fica, cursos relacionados con la arqueología expe- BAENA, J. (1997): “Arqueología Experimental, algo más que
rimental, o en los que la experimentación cobra un un juego”. Boletín de Arqueología Experimental, 1: 4-5.
papel relevante. La didáctica en los museos es tam-
COLES, J. (1973): Archeology by experiment. Hutchinson and Co.
bién un apartado ya consolidado en Europa occi-
Ltd. Londres
dental. En resumen, hay cada vez más modalidades
educativas y de entretenimiento que intentan en-
señar la Prehistoria de manera participativa.

SOBRE ESTE LIBRO

F ruto de dichos planteamientos surge este libro,


con el que pretendemos dirigirnos a un público
variado. Sobre todo, a lectores interesados en las
técnicas del pasado y que deseen realizar algunos
de los modelos que proponemos. Consideramos
que de esa manera el libro puede convertirse en un
instrumento de solaz, pero también de educación
para conocer la evolución tecnológica, la Prehisto-
ria y el Patrimonio arqueológico.
En esta obra convergemos arqueólogos españoles
y argentinos, personas vinculadas a la universidad y a
los museos, a la carrera científica y a las empresas de
divulgación. Unimos la sinergia generada en Atapuer-
ca (Burgos, España) para crear un modelo de taller es-
cuela en San Martín de los Andes (Neuquén, Argenti-
na). Esperamos que la creación de este manual de Ar-
queología Experimental contribuya así a la educación
de un mayor número de personas en ambos países.
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Arqueología Experimental 17

1 Bifaz
La navaja suiza
de la prehistoria
También conocidos como hachas de mano, los
bifaces son uno de los objetos más
emblemáticos del Paleolítico inferior. “Bi” dos,
“faz” cara, estos instrumentos se conseguían
mediante la talla de las dos caras principales
de una roca. Sus formas y tamaños fueron
cambiando a lo largo del tiempo desde su
aparición en África hace 1,6 millones de
años. El estudio de muchas de las huellas de
uso de los filos de bastantes de estos objetos
ha demostrado que fueron multifuncionales, es
decir, sirvieron tanto para trabajar las pieles como
para cortar la madera y cavar en el suelo, así
como para descarnar animales.

Terradillos Bernal, M., Alonso Alcalde, R. (2011) Bifaz


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BIFAZ
NECESITAMOS
w Materia prima w Percutor duro w Percutor blando w Abrasionador w Trozo de cuero
(sílex o cuarcita) (cuarcita) (asta o hueso) (arenisca)

E
l artefacto multiuso. Este instru- gazando la pieza con golpes periféricos alternantes
mento es obtenido principalmente sobre las dos caras; después de un primer golpe dare-
a partir de riñones o grandes lascas mos la vuelta a la piedra mellada para conseguir me-
de sílex, tiene las dos caras talladas y pre- diante otro golpe certero una nueva extracción; ade-
senta dos aristas laterales que convergen más, así lograremos producir adecuadas plataformas
en una punta. Los bifaces están trabajados de percusión.
en forma radial, golpeados a lo largo de to- El resultado final de esta primera fase será la obten-
do su borde, y así se consigue un filo continuo. Estas ción de un bifaz tosco, espeso y con las aristas sinuosas.
hachas de mano son piezas simétricas, por lo que el Con la utilización de un percutor duro es muy difícil
tallador debe tener una imagen en la cabeza de lo que eliminar toda la corteza y crear una forma delgada; así,
quiere conseguir y cada uno de sus movimientos están en la segunda fase vamos a emplear un percutor blando
medidos, es decir, no los da sin más. Los bifaces son (asta de ciervo) para conseguir unas extracciones más
herramientas multiuso, versátiles, que sirven para largas y delgadas. Con el percutor blando, y a través de
cortar, tajar, raspar y trabajar la madera. Son auténti- nítidos y contundentes golpes, produciremos extrac-
cas navajas suizas de la Prehistoria. ciones claras. Estos golpes se realizarán en zonas espe-
cíficas del borde con el fin de eliminar abultamientos
MATERIA PRIMA> Para la realización experimental del y accidentes de talla producidos por el percutor duro.
bifaz hemos elegido la materia prima más común de Durante esta fase se pretende obtener una aproxima-
la Sierra de Atapuerca, el sílex neógeno. Entre los can- ción definitiva a la morfología de la pieza. En la tercera
tos que hemos encontrado en el campo, hemos selec- y definitiva fase, vamos a emplear de nuevo un percu-
cionado el que presentaba una forma más tabular, ya tor blando y de reducido tamaño para configurar defi-
que son los que mejor se adecuan a este tipo de tra- nitivamente los bordes a través de pequeños retoques
bajo. La materia prima la vamos a apoyar en el muslo que eliminarán las imperfecciones en las aristas.
izquierdo con un cuero para evitar accidentes. Esta Para crear un bifaz delgado, en las diferentes fases
forma de sujeción va a proporcionar mayor firmeza nos deberemos preocupar por crear adecuadas plata-
y con ella evitaremos las vibraciones. En un primer formas de percusión. Así, abrasionamos con una are-
momento decidiremos dónde situamos la arista se- nisca todos los bordes demasiado finos para que estos
gún la forma que presenta esta materia prima. La pri- puedan aguantar el golpe. De la misma forma, los filos
mera fase del trabajo tiene como objetivo la creación demasiado gruesos los adelgazaremos con extraccio-
de una preforma de “lágrima” a través de la percusión nes alternantes. Además de crear el bifaz, hemos pro-
directa con percutor duro. Hemos seleccionado uno ducido una gran cantidad de lascas de gran tamaño.
de cuarcita con forma ovalada sin extremos apunta- Estas lascas las podremos reutilizar mediante el reto-
dos. Poco a poco, iremos eliminando la corteza y adel- que, como veremos en próximos capítulos.
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PASO A PASO. Las lascas y riñones de sílex neógeno, el material más común en la Sierra de Ata-
puerca, son la materia prima con la que los antiguos pobladores elaboraban sus bifaces. Para ello, elegían
nódulos tabulares y los apoyaban sobre un pedazo de piel en el muslo para iniciar los procesos de talla.

1 CREAR LA ‘LÁGRIMA’.
Con un percutor duro de
cuarcita se elimina la
corteza y se adelgaza la
2 AFINANDO LA
FORMA. Con un
percutor blando de asta
de ciervo se eliminan abulta-
3 EL RETOQUE. Es
la última etapa, en
la que se
sigue empleando
pieza, a través de mientos y accidentes de talla, a un percutor
golpes periféri- través de golpes nítidos y blando de reducido
cos alternan- contundentes en zonas tamaño. Con este
tes sobre las específicas del borde. En todo el percutor se
dos caras. proceso van surgiendo lascas eliminan las
Así se anchas. En esta fase se obtiene últimas imperfec-
crea una forma casi definitiva. ciones de las
un aristas, que son la
bifaz parte activa del
tosco que bifaz, agarrado y
necesitará utilizado para
ser múltiples actividades.
regulariza-
do.
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20 Arqueología Experimental BIFAZ

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
sta es la pieza más característica del modo n América los bifaces están presentes también
E tecnológico 2 o Achelense. Los primeros bifaces
fueron descubiertos por John Frere hacia 1797 en
E desde una fecha muy temprana pero no son
equivalentes al Modo 2 de Europa o África ya que
Suffolk (Inglaterra). Durante el siglo XIX herramien- fueron manufacturados y usados por hombres y
tas de este tipo fueron encontradas en las terrazas mujeres de nuestra misma especie. Coexistieron con
del Somme (Francia), San Isidro (Madrid, España) o instrumentos líticos alisados y pulidos, tecnologías
en la Caverna de Kents (Inglaterra). En la actualidad laminares e instrumentos confeccionados sobre
el yacimiento más antiguo con bifaces es el de Konso otras materias primas, como hueso y madera.
Gardula (Etiopía) con casi 1.600.000 años. Fuera de Además de su utilidad como herramienta para la
este continente los primeros bifaces se han localiza- realización de una diversidad de tareas, el bifaz fue
do junto al río Jordán en el yacimiento de Ubeidiya un eficiente medio para el transporte de materia
(Israel). En Europa estas hachas de mano tienen prima, dado que a partir de la reducción del mismo
menos de 600.000 años, como las se podían manufacturar
documentadas en Notarchirico múltiples herramientas más
(Italia), Sima de los Huesos pequeñas. En la región
(Sierra de Atapuerca, pampeana de Sudamérica
España) o en los niveles se han encontrado escondri-
más antiguos de la jos donde se almacenaban
Cueva de l’Aragó bifaces a modo de reserva
(Francia). Entre los para su uso en un tiempo
450.000 y los 200.000 futuro. En la imagen, un
años la producción de bifaz de basalto de aproxi-
bifaces se extiende madamente 1.000 años de
por toda Europa. antigüedad, procedente de
la zona de San Martín de los
Andes, en la porción norte y
boscosa de la Patagonia
argentina.

Bifaz de Sima de los Huesos| EIA Bifaz. Museo Primeros Pobladores, Chapelco,
San Martin de los Andes | ALBERTO PÉREZ
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Arqueología Experimental 21

2 Instrumento pulimentado
Hachas y azuelas,
tecnología neolítica
La transformación de los grupos humanos en
agricultores y pastores fue una auténtica revolución
que acarreó una renovación en gran parte del
repertorio tecnológico de estas sociedades. Se hizo
necesario generar nuevos instrumentos, más
resistentes, que permitieran labrar las tierras o talar
los árboles. Como respuesta a estas necesidades surgió
una innovadora modalidad de trabajar la piedra, el
pulido. Para ello se sirvieron de rocas de origen
metamórfico, que fueron moldeando mediante el roce
continuado contra una piedra abrasiva, como por
ejemplo las areniscas. De esta manera se obtuvieron
instrumentos de una mayor dureza y resistencia que
los objetos obtenidos hasta ese momento a partir de la
talla lítica.

Terradillos Bernal, M., Pérez, A. (2011) Instrumento pulimentado


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INSTRUMENTOS PULIMENTADOS
NECESITAMOS
w Roca metamórfica w Percutor muy duro w Pulidor de arenisca w Mango opcional (sauce,
(ofita, anfibolita o sílex, cuero, adhesivo y
cuarcita) cuerda)

E
l desarrollo de esta técnica implica un mente húmedo para el pulido general y uno manual
cambio en la elección de las materias para los retoques finales. El movimiento que emplea-
primas (aunque a veces coinciden). Para mos es uniforme y continuo, que aplica la abrasión so-
la confección de las hachas y azuelas pulimen- bre la misma zona de la pieza una y otra vez. El reco-
tadas se requieren rocas que presenten una rrido es de vaivén sobre el eje longitudinal (con movi-
gran resistencia a la fractura y a la erosión. La mientos que siguen la misma dirección, pero sentidos
más habitual es la roca metamórfica (dioritas, opuestos alternados). En esta fase se dota progresiva-
ofitas, anfibolitas o serpentinas). Ante la difi- mente a la pieza de abrasión (desgaste por fricción),
cultad en ocasiones de encontrar este tipo de materia- de un pulimento (alisado) y de un bruñido (proporcio-
les, para la realización de esta experimentación he- na brillo).
mos optado por los cantos de cuarcita, que, aunque En la fase siguiente, con un abrasionador de mano
no son muy resistentes, tienen una textura muy apro- de arenisca vamos a pulir los últimos detalles y a do-
piada para el pulido y son fáciles de encontrar. tarlo de la forma definitiva. En esta experimentación
Hemos seleccionado dos cuarcitas de grano fino, se suelen emplear de 8 a 10 horas.
sin fisuras, de entre 10 y 20 cm de longitud, que pre- Las hachas y las azuelas pulimentadas se usaron
sentan un escaso grosor y una forma paralelepípeda. normalmente con un mango que las dotara de mayor
En el extremo en que decidamos situar el frente activo efectividad. Para ello vamos a emplear un enmangue
de nuestro instrumento vamos a aplicar una talla uni- directo macho del hacha sobre un mango de madera.
facial o bifacial con percutor duro, para adelgazar el Al mango le hemos realizado previamente un orificio
canto y realizar una primera preforma (desbaste). El en la zona superior lateral donde entrará el hacha. Los
filo de las hachas se sitúa de forma simétrica mientras mangos suelen ser de maderas verdes de escasa dure-
que el de las azuelas forma un bisel. En una segunda za como el sauce, haya o pino. Para ajustar el hacha al
fase, también empleando la percusión directa, se re- orificio utilizamos unos pequeños recortes de cuero
aliza un piqueteado o martilleo golpeando la superfi- y lo fijamos con una resistente cuerda de cáñamo que
cie con un pequeño percutor de cuarcita para eliminar previamente hemos raspado y trenzado.
pequeños accidentes del canto o producidos por la ta- Para la azuela también hemos empleado un mango
lla. El piqueteado se ejerce sobre toda la superficie a de madera de pino y ligaduras de origen vegetal, pero
excepción del filo, ya que este presenta una escasa re- además hemos aplicado un adhesivo como es la cera
sistencia y podría quebrarse. natural. La azuela enmangada la podemos utilizar co-
Una vez que la materia prima presenta la forma de- mo una azada actual, para horadar la superficie del te-
seada vamos a aplicar un rozamiento continuado con- rreno mediante una perforación directa o arrastre pa-
tra una roca que proporcione abrasión, que lo desgas- ra la siembra. Algunas azuelas también se pueden em-
te, con un bloque durmiente de arenisca constante- plear para el trabajo de la madera.
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PASO A PASO. Los objetos pulimentados proporcionan una mayor dureza y mayor resis-
tencia de sus filos y extremos al desgaste pero requieren para su realización un trabajo muy largo,
tanto para seleccionar la materia prima como para realizar el propio pulido.

1 TALLA BIFACIAL. Aplica-


mos una talla bifacial directa
con percutor duro para
adelgazar el canto y realizar una
primera preforma (desbaste) de los
cantos de cuarcita.

4 RETOQUE. Retocamos el
trabajo con un abrasionador
manual de arenisca.

2 PIQUETEADO. Se
realiza un piqueteado o
martilleo golpeando la

Fotografías realizadas con la colaboración de Talía Lazuén.


superficie con un pequeño
percutor de cuarcita para
eliminar pequeños accidentes
del canto o producidos por la
talla.

3 ROZAMIENTO.
Realizamos un rozamiento
5 ENMAN-
GUE. Realiza-
mos un enman-
gue directo, macho y
continuado contra una roca lateral mesial en un
que proporcione abrasión, un mango de madera y lo
bloque de arenisca durmiente fijamos con ligaduras
húmedo, que desgaste las cuarcitas. y adhesivos.
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24 Arqueología Experimental INSTRUMENTOS PULIMENTADOS

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
l término Neolítico apareció en 1856, definido por os instrumentos líticos manufacturados por
E J. Lubbock, y hace referencia etimológicamente a
un cambio tecnológico: la aparición entre los útiles
L picado, abrasión y pulido están presentes desde
momentos muy tempranos en América. Esta
prehistóricos del utillaje de piedra pulimentada. La tecnología se aplicó tanto a la elaboración de
neolitización y la aparición de esta nueva tecnología herramientas vinculadas al procesamiento de
se produjeron en Europa a través de la difusión de recursos vegetales y minerales (hachas, clavas,
estas innovaciones a partir de la zona del Próximo azadas, molinos y manos), como a la caza (por
Oriente y por procesos autóctonos posteriores. En ejemplo los esferoides conocidos como boleadoras) y
Próximo Oriente este hecho tuvo lugar hace unos también a la exhibición de estatus social (bastones
11.000 años y finalizó en el viejo continente hace insignia). Las hachas salineras de la Patagonia
unos 6.000 años. Ante la aparición de tenían un sistema de enmangado singular. Era
nuevas necesidades tecnológicas introducida la parte proximal, sector sin pulir,
frente al cambio hacia una dentro de un corte realizado en un árbol. Una vez
economía productiva (mediante cicatrizado el mismo alrededor del hacha de piedra,
la agricultura y la ganadería), se procedía a talar la madera del mango, obtenien-
se desarrollaron en aquellas do una perfecta unión entre este y la hoja del hacha.
fechas estos nuevos instru- Muchas se han conservado intactas dentro de las
mentos. minas de sal por más de 1.000 años. En la imagen,
un hacha de piedra pulida con surco para el
enmangue y decoración esculpida antropomorfa,
procedente del noroeste argentino y correspondien-
te al Periodo Formativo (600 a.C.-600 d.C.).
Hacha en fibrolita de La
Caramucha (Atapuerca,
Burgos). | EIA

Hacha pulimentada, Argentina. | ALBERTO PÉREZ


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Arqueología Experimental 25

3 Hoja de laurel
Cuchillos
en vidrio
Durante el Paleolítico
superior nuestros
antepasados comenzaron a
fabricar herramientas de
piedra de una extraordinaria
factura. Las hojas de laurel
son instrumentos líticos
apuntados, cuya forma recuerda a las hojas de este tipo de
árboles, están talladas por ambas caras y son muy
estilizadas. Estos objetos iban enmangados y bien pudieron
servir tanto como puntas de proyectil como de cuchillos.
Para su fabricación utilizaron piedras de muy buena
calidad, como la obsidiana o el sílex. La talla de estos
objetos entraña una dificultad, la cual ha sido relacionada
por algunos arqueólogos con la aparición de los primeros
artesanos especializados dentro de los grupos humanos.
Pérez Moral, M. Á., Alonso Alcalde, R. (2011) Hoja de laurel
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HOJA DE LAUREL
NECESITAMOS
w Obsidiana o sílex w Percutor duro de w Percutor blando y w Abrasionador w Cuero o piel
cuarcita presionador en asta pequeño de
de ciervo arenisca

L
a experimentación propuesta nos per- >ELABORAMOS LA HOJA DE LAUREL. Para empezar ex-
mite acercarnos al conocimiento de los traeremos una lasca gruesa o una lámina de obsidiana,
útiles realizados por las sociedades pre- a partir del bloque con el que contamos. Para su con-
históricas de nuestra misma especie (Homo sapiens). Pa- secución prepararemos el bloque teniendo en cuenta
ra ello vamos a fabricar una hoja de laurel. Su nombre sus facetas para poder sacar una lasca lo más plana po-
deriva de la similitud que presentan estas piezas líti- sible, y nos serviremos de un percutor duro de cuarci-
cas con las hojas del árbol del laurel. El uso y función ta. A partir de ese momento, nuestra misión será ir re-
de estas hojas de laurel ha sido muy discutido, y son duciendo su espesor con pequeñas extracciones, con
varias hipótesis las que plantean los diferentes inves- un percutor en asta de ciervo, hasta que hayamos con-
tigadores. Presumiblemente estas herramientas líti- seguido rebajar lo suficiente para poder empezar la ta-
cas, que son muy largas y finas, pudieron ser puntas lla por presión. Nos serviremos de la punta de un can-
arrojadizas en los extremos de lanzas o venablos, pu- dil de asta de ciervo para ir retocando la lasca. Para ello,
dieron ser enmangadas y parecerse a nuestros cuchi- con un trozo de piel envolveremos la lasca y, apoyán-
llos actuales, e incluso tratarse de una pieza con una dola en nuestra propia mano, ejerceremos una fuerte
estética muy cuidada con uso simbólico. La diversidad tensión con el candil que nos permitirá conseguir las
formal de estas hojas líticas (laurel, sauce) sirve en mu- lascas que irán rebajando la pieza. Es muy importante
chas ocasiones para diferenciar las distintas fases del que antes de presionar para hacer las extracciones, ge-
Solutrense, periodo incluido dentro del Paleolítico su- neremos cierta abrasión en los filos, para fortalecerlos.
perior. Los retoques serán planos, e iremos simultaneando las
>COMENZAREMOS buscando los materiales que usare- dos caras, ya que estos útiles presentan una talla bifa-
mos para realizar nuestra hoja de laurel. El soporte cial y un filo cortante por todo su alrededor.
que emplearemos en esta ocasión será la obsidiana. >PARA ACABAR. Debemos dar a este útil Solutrense
Esta roca es de origen volcánico, y por tanto difícil de una forma oval. Algunas hojas pueden alcanzar los
hallar en el territorio peninsular. Sus características 20 centímetros de longitud, con una anchura de 6
nos permitirán trabajar con gran exactitud la elabo- centímetros y un grosor de 1 centímetro. Algunos in-
ración del útil. La mayor parte de las hojas de laurel vestigadores defienden que es muy probable que es-
halladas en yacimientos arqueológicos de la Península tos útiles líticos fueran sometidos a tratamientos tér-
han sido realizadas en sílex. Necesitamos un percutor micos para facilitar la talla. El acabado de la pieza nos
en asta de ciervo (percutor blando), un candil para la invita a pensar que la belleza, la simetría y la gran ha-
talla por presión, un retal de piel que nos proteja de bilidad por parte de nuestros antepasados muestran
la finas y cortantes lascas que saltarán en la realiza- un perfecto dominio de la técnica, y que probable-
ción de la hoja de laurel y una piedra en arenisca, que mente este instrumento no solamente tuvo una fun-
emplearemos para la abrasión de los filos. ción utilitaria.
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PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar este trabajado útil en obsidiana o en sílex.Vivió
su apogeo durante el periodo Solutrense, pero muchos milenios después, durante el Calcolítico (hace
unos 3.000 años), volvió a cobrar vigencia en una sociedad muy belicosa.

1 SOPORTE DE
OBSIDIANA. El soporte
elegido para realizar la hoja de
laurel, en esta ocasión, será la
obsidiana.

3
lasca.
PERCUTOR BLANDO. El
percutor en asta de ciervo nos
facilitará el rebajado de la
5 PRESIÓN CON EL
CANDIL. Un candil en
asta de ciervo nos
permitirá tallar mediante

2
presión.
EXTRACCIÓN DE UNA
LASCA. Un percutor duro en
cuarcita nos servirá para
conseguir la lasca.

4 ABRASIÓN. Con el fin de


fortalecer los filos sobre los
que se va a presionar. 6 FINALIZADA: Resultado
tras la elaboración de la
compleja hoja de laurel.
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28 Arqueología Experimental HOJA DE LAUREL

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
stas puntas u hojas de laurel son halladas en uchos de los cabezales líticos más tempranos,
E yacimientos con restos líticos correspondientes a
la etapa cultural conocida como Solutrense (este
M asociados a sitios de caza colectiva, pueden
englobarse dentro de la tecnología conocida como
nombre viene del yacimiento francés de Solutré –la bifaces-hojas de laurel. Entre estas son conocidas las
hoja de laurel de la imagen ha sido hallada en puntas Clovis, por ejemplo, y varios ejemplos de
ese lugar–), un momento con grandes logros Plainview y Folsom, en América del Norte. En
de talla, como es la inclusión del retoque Sudamérica se los asocia también a soportes o
plano y la talla por presión. La cronología núcleos bifaciales o puntas de lanza. En
de este período del Paleolítico superior se Norpatagonia, varios cabezales hoja de
encuentra alrededor de los 18.000- laurel manufacturados en obsidianas,
20.000 años. En Francia son numerosos de fuentes muy localizadas y de
los yacimientos que cuentan con estos distribución acotada, han sido
restos líticos. En la Península Ibérica la recuperados en cementerios o
mayor parte de yacimientos con escondrijos, como mecanismo de
secuencias estratigráficas solutrenses almacenamiento de materia
los encontramos en el norte, en prima y de reserva de una
Asturias (Cueva de las Caldas, La Riera, herramienta versátil y multi-
Cueto de la Mina), y en Cantabria funcional como el bifaz. En la
(Chufín, Altamira, Cueva Morín), imagen, una punta de proyectil
aunque debemos destacar también de forma lanceolada tallada en
otros yacimientos, como El Sotillo en obsidiana procedente del sitio
Madrid, Cueva Ambrosio (Almería) y la Corral de Piedra, en la provincia
Cueva del Parpalló en Valencia. de Neuquén (Argentina).

Hoja solutrense | MUSÉE SAINT-GERMAIN-EN-LAYE Punta del Museo Regional de Junín de los Andes | ALBERTO PÉREZ
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Arqueología Experimental 29

4 Técnica levallois
Lascas
a la carta
El linaje de los neandertales desarrolló
este método de talla que consiste en la
obtención de lascas, láminas o puntas
cuya morfología y dimensiones están
predeterminadas a través de una
preparación especial de los núcleos. Es
la predeterminación la que confiere a
este método una relevancia especial, ya
que implica una idea previa del
producto deseado. Cada lasca obtenida
condiciona las siguientes extracciones, y
de esta forma se planifica y sistematiza todo el
proceso de talla. El método levallois no solo implicó
una revolución en la tecnología de piedra sino
también en los procesos de aprendizaje de estos
grupos humanos.
Terradillos Bernal, M., Alonso Alcalde, R. (2011) Técnica Levallois
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TÉCNICA LEVALLOIS
NECESITAMOS
w Soporte de sílex o cuarcita alargado w Percutores duros de cuarcita de varios tamaños

D
entro del método levallois pode- son centrípetos, subparalelos al plano frontal, profun-
mos distinguir al menos dos tipos dos y generan una convexidad regular similar a la del
de modelos. El primero y más co- caparazón de una tortuga. Esta convexidad es la que
mún es el que proporciona varias lascas va a determinar la morfología y tamaño del producto
predeterminadas (de menores dimensio- preferencial.
nes) a partir de varias preparaciones del >LA PERCUSIÓN. Una vez que disponemos de la con-
núcleo. El segundo y más complejo es el denominado vexidad deseada debemos decidir desde qué extremo
levallois de lasca preferencial, con el que se extrae una del canto efectuaremos la percusión que va a extraer
única lasca en cada serie de preparación. En este capí- la lasca preferencial. En el momento en el que se ha
tulo se va a describir el proceso de obtención de una decidido la ubicación del punto de impacto debemos
lasca preferencial. Para la realización de este método corregir la angulación (entre 80 y 90º) y adaptar el pla-
de talla los homínidos seleccionaron las mejores ma- no de percusión a través del facetado, que consiste en
terias primas. En este caso hemos optado por una una serie de retoques en la plataforma de percusión.
cuarcita de excelente calidad (facies Utrillas). El for- Este facetado se realiza con un percutor de cuarcita
mato inicial que debemos seleccionar es un canto ro- de menores dimensiones.
dado, alargado y espeso (aunque no esferoidal). La téc- >PRECISIÓN EN EL IMPACTO. Desde este extremo fa-
nica de talla durante todo el proceso es la percusión cetado se realiza un único impacto de importante in-
directa con percutor duro, bifacial y periférica. El per- tensidad en el sentido del eje longitudinal de la futura
cutor es otra cuarcita de un tamaño dos tercios menor lasca. El golpe debe ser muy preciso y requiere de una
que la matriz. gran experiencia. El producto obtenido tendrá una
>ESTUDIAR LA TALLA. Antes de iniciar la talla debe- morfología poligonal, será más largo que ancho, pla-
mos imaginar una arista sagital que divida en dos ca- no, tendrá una anchura en el talón de entre 0,5 y 1 cm
ras el canto y jerarquizar cuál de ellas será en la que y negativos anteriores centrípetos (propios de la pre-
se desarrolle el lascado predeterminado. La talla co- paración del núcleo). Este proceso puede finalizar en
mienza en la cara inferior, efectuando una serie de ex- este punto, repetirse tantas veces como sea posible a
tracciones perimetrales y secantes que normalmente elección del tallador o combinarse con una reducción
son cortas y cuyo objetivo es activar un ángulo correc- de lascas recurrentes en las que el riesgo de fracaso es
to para eliminar el córtex y generar una convexidad menor. Si una vez generada la convexidad en el núcleo
en la cara principal o superior. Una vez realizadas es- no nos sentimos convencidos de ser capaces de ex-
tas extracciones giramos el canto y comenzamos la re- traer con seguridad una lasca preferencial, podemos
ducción de la cara principal. Los impactos se realizan optar por realizar la extracción desde uno de los late-
desde los negativos de la cara inferior que funcionan rales (variedad Victoria West) o generar productos re-
como plataforma de percusión. Estos levantamientos currentes de menores dimensiones.
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PASO A PASO. Nos preparamos para obtener lascas por el método levallois, ba-
sado en la extracción de un objeto preconfigurado en la mente del artesano. Este método
se usó tanto para extraer grandes cuchillos como láminas y puntas.

1 SELECCIÓN.
Elegimos un canto rodado
alargado y espeso de una
cuarcita de excelente calidad y
2 PLANIFICACIÓN.
Realizamos una serie de
extracciones perimetrales,
secantes y cortas en la cara inferior.
4 PRECISIÓN. Facetamos el
punto en el cual vamos a
realizar el impacto.

planificamos la secuencia de talla Efectuamos una talla centrípeta y


y el producto que deseamos cubriente en la cara superior.
obtener.

3 PREPARACIÓN.
Seleccionamos la dirección de
extracción de las lascas.
5 RESULTADO.
Obtenemos una lasca
preferencial.

Neandertal | FUNDACIÓN LA CAIXA. ESCULTOR: QUAGGA Y ASOC. DIBUJOS: MARCOS TERRADILLOS


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32 Arqueología Experimental TÉCNICA LEVALLOIS

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa
s difícil determinar cuándo y cómo el ser humano generalización se produce en el
E estuvo capacitado para desarrollar un proyecto
mental compuesto de varias fases de talla sucesivas y
Paleolítico medio y es el principal
fósil guía que lo define. El origen de
una imagen virtual del producto final deseado. El este método podría estar en los núcleos
origen de la extracción de lascas predeterminadas se centrípetos perimetrales (por Cueva de
Engihoul, Engis,
inicia en África con el método kombewa en el Paleolíti- ejemplo, los discoides) o en la Bélgica. Paleolítico
co inferior final. El levallois está identificado desde configuración de bifaces en los que superior | SOC.
WALLONIE
momentos iniciales del Achelense europeo en yaci- la arista sagital tiene una posición
mientos del norte de Francia como Saint Acheul y asimétrica. En la Península Ibérica hay un amplio
Cagny la Garenne hace unos 550.000 años. De esta conjunto de yacimientos en los que se ha desarrollado
forma, su origen convive con la producción de grandes el método levallois, siendo los más antiguos los de
hachas de mano (bifaces y hendedores), pero su Galería y Gran Dolina, hace unos 350.000 años.

Sudamérica
ado que esta tecnología forma parte del Modo 3 predeterminada es parte del
D europeo-africano, característico y fósil guía para
la identificación de la presencia del linaje de los
acervo tecnológico y cultural
de nuestra especie también, y
neandertales, no es esperable en el registro del que ha convivido en América
continente americano, producido exclusivamente por con otros tipos de soportes prepara- Raspador de
Homo sapiens. No obstante, algunos arqueólogos dos para la extracción de lascas y Intihuasi. Colección
González, Museo de
especialistas en talla experimental han replicado la láminas. En la imagen, un raspador La Plata | JAVIER NASTRI
secuencia de producción de un tipo de lascas en la procedente de la Gruta de Intihuasi,
Patagonia argentina, llegando a la conclusión que la en la provincia argentina de San Luis, y utilizado
extracción de las mismas deriva de una preparación alrededor de los inicios de la era cristiana, que exhibe
singular de los núcleos similar al levallois. Esto huellas de producción con una técnica similar al
significa que esta técnica para extraer lascas de forma levallois europeo.
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Arqueología Experimental 33

5 Descarnado
El aprovechamiento
cárnico prehistórico
Hace 2,5 millones de años los homínidos
comenzaron a complementar su dieta
con proteínas de origen animal. Esto fue
un hito esencial en nuestro proceso
evolutivo ya que el consumo de carne
favoreció el crecimiento del cerebro.
Además, la incorporación de la carne a la
dieta disminuyó enormemente el gasto
energético relacionado con los procesos
de digestión de los alimentos. De esta
manera los homínidos pudieron obtener alimentos con una alta
cantidad de nutrientes y cuya digestión era más sencilla que los
de origen vegetal. Para obtener estos alimentos fabricaron sus
primeras herramientas de piedra. De esta forma vemos cómo el
consumo de carne incentivó la aparición de la tecnología.

Terradillos Bernal, M., Pérez, A. (2011) Descarnado


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DESCARNADO
NECESITAMOS
w Un animal w Un repertorio variado de
cuchillos de sílex

P
ara realizar el descarne de un animal piel tensada en el suelo y eliminamos la materia adi-
únicamente se necesita un mínimo posa así como los restos de carne con raspadores en-
repertorio de piezas líticas. Las lascas mangados y varias lascas retocadas (un filo bruto po-
con filo bruto serán las utilizadas para las dría cortar la piel en un descuido). La piel nos podrá
actividades de corte, y las de filo retocado servir como vestimenta o para confeccionar la cubier-
se emplearán para limpiar las pieles. La materia prima ta de una cabaña.
empleada para la producción de estos soportes debe >DESMEMBRAR. El siguiente paso consistirá en separar
producir filos regulares y duraderos. Del mismo mo- cada uno de los miembros de la cabra: primero la ca-
do, se han empleado instrumentos enmangados para beza, pasando por las extremidades y finalmente la
hacer viable el uso de las piezas más pequeñas. Hemos carne de los lomos. Las incisiones destinadas a este fin
recurrido al sílex como materia prima lítica, y se han deben cortar los tendones y percutir en las inserciones
extraído las lascas por percusión directa con percutor de los huesos. Una vez desmembrado será mucho más
duro. fácil su transporte, si fuera necesario. De las pezuñas
El animal seleccionado ha sido una cabra, adquiri- extraeremos cuidadosamente la carne, para su poste-
da a un ganadero y sacrificada por un veterinario se- rior consumo, mientras los tendones, una vez secos,
gún los cauces legales. los emplearemos para realizar cordaje y poder enman-
Para descarnar a este animal, el primer paso con- gar nuevos instrumentos.
siste en abrir el vientre para extraer las vísceras. Una De la gran pieza que nos ha quedado, el costillar,
vez limpias pueden ser empleadas para transportar lí- debemos separar la carne de todas y cada una de las
quidos o para realizar diferentes cordajes. Esta fase costillas con una lasca muy cortante.
debe realizarse con sumo cuidado, ya que si se perfora Muchos de los huesos nos pueden ser de gran uti-
el estómago el hedor sería insoportable y el sabor de lidad para realizar nuevas experimentaciones. Así,
la carne se alteraría negativamente. El cuerpo lo he- conservaremos los metápodos para utilizarlos como
mos abierto con un útil enmangado, y el esternón se mangos; con las costillas (si son muy largas) podremos
ha fracturado con una gran lasca de filo bruto. confeccionar un arco para crear fuego por fricción de
>SEPARAR LA PIEL Y LA CARNE. El siguiente paso es se- madera. Incluso podemos utilizar la grasa de la cabra
parar la piel de la carne. Para ello realizamos unas in- como colágeno natural, o para protegernos del frío,
cisiones en las pezuñas y cortamos longitudinalmente aplicada directamente en el cuerpo.
la piel de los muslos y el cuello hasta llegar a la ingle Una importante aplicación de esta experimenta-
en la zona trasera y al pecho en la delantera. Agarran- ción es el estudio de los patrones de marcas de corte
do la piel desde las extremidades y con una lasca ire- que hayamos producido. Estas marcas se encuentran
mos arrancándola muy lentamente para evitar que se principalmente en las zonas de más resistencia, sobre
rompa. Una vez finalizado este proceso, estiramos la todo en las áreas donde se insertan los tendones.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 35

PASO A PASO. Los procesos de descarne se pueden estudiar a través de las marcas de corte y de
las marcas de fracturación de los huesos que se producen de manera involuntaria en los procesos carniceros.
El consumo de carne fue uno de los factores principales que desencadenaron el crecimiento cerebral.

2 LAS VÍSCERAS. El primer


paso para descarnar el animal
consiste en abrir el vientre
para poder extraer las vísceras. Pero
ha de realizarse con precaución para
no perforarlas.

1 MATERIALES
Y ANIMAL. Obtenemos
una cabra y producimos una
4 LA CARNE. Separamos cada
uno de los miembros de la
cabra y extraemos la carne de
las costillas, con una lasca que posea
serie de grandes lascas de filo bruto un filo muy cortante.
y enmangamos algún instrumento
y lascas pequeñas.

3 LA PIEL. Separamos la piel


de la carne comenzando con
unas incisiones en las pezu-
ñas. Agarramos la piel y la iremos
Una importante
aplicación de esta
experimentación
es estudiar las
marcas de corte.
arrancando muy lentamente para
evitar que se rompa. La piel se estira
y se limpia.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 36

36 Arqueología Experimental DESCARNADO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
esde que los homínidos comenzaron a realizar videncias de desarticulación de animales y
D instrumentos sobre piedra y a consumir carne,
las marcas de corte aparecen abundantemente en el
E descarne están presentes desde momentos muy
tempranos, ya que el colonizador de América, el
registro fósil (desde hace 2,6 m.a. en Etiopía). De esta Homo sapiens, era un poderoso cazador. Para
manera se deduce la íntima unión que existe entre algunos investigadores la ocupación de América
tecnología y consumo de carne. En Europa todos los pudo ser producto del seguimiento de las socieda-
yacimientos antiguos presentan actividades de des cazadoras del Paleolítico superior siberiano
descarne de animales, incluyendo a los humanos. El sobre las manadas de animales que migraban hacia
yacimiento Sima del Elefante, en Atapuerca, es uno América por el puente terrestre de Beringia. Al
de los más tempranos (1,2 m.a.) en los que se docu- carroñeo y caza ocasional
mentan procesos carniceros sobre animales tan de los grandes mamífe-
variados como los cérvidos, grandes bóvidos, conejos ros pleistocénicos siguió
o tortugas. la explotación intensi-
va de la fauna holocé-
nica. Con la domestica-
ción del camélido en los
Andes la caza no perdió
importancia. En la imagen,
un fragmento de tibia de
Hueso de mamífero con marcas de corte en Galería
(Sierra de Atapuerca, Burgos). Paleolítico inferior | EIA
camélido hallada en el sitio Tibia descarnada en Morro del
Fraile | JAVIER NASTRI
Morro del Fraile 1, en la
Sierra del Cajón, provincia de Catamarca, Argentina.
En el fragmento, fracturado por acción humana, se
registran varias marcas de corte efectuadas por
consumidores que practicaban una economía
productiva (agrícola y ganadera) entre los siglos IX y
XI de la era cristiana.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 37

Arqueología Experimental 37

6 Lámpara de tuétano
Luz sin humo

La domesticación del fuego facilitó a los grupos humanos


adentrarse en el mundo de la oscuridad y de la noche.
Para ello desarrollaron toda una serie de lámparas y
antorchas que les permitió, entre otras, cosas recorrer e
iluminar el interior de las cuevas. Como combustible de
las lámparas solían emplear grasa o tuétano, mientras
que las mechas las realizaron a base de fragmentos de
cuero o fibras vegetales. Hoy en día sabemos que muchas
de las pinturas rupestres se realizaron a la luz de una
lámpara de tuétano. Este material, a diferencia de las
antorchas, no produce
humo y en la mayoría
de estos paneles no
existen manchas de
humo.

Pérez Moral, M. Á., Díez Fernández-Lomana, J. C. (2011) Lámpara de tuétano


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 38

LÁMPARA DE TUÉTANO
NECESITAMOS
w Soporte de piedra w Hueso (p. ej. fémur w Percutor de piedra w Fibra vegetal w Fuego
cóncavo o húmero)

L
a importancia de la lámpara de tué- del “hueso de caña”. Para ello golpearemos con un
tano deriva de que en muchas de las percutor de tamaño medio (una piedra de cuarcita) el
cuevas en que aparece arte parietal, hueso y tras romperlo enseguida apreciaremos una
las pinturas las localizamos en lugares ale- grasa blanquecina en el interior del hueso. Poco a po-
jados de la luz natural. Las sociedades pre- co, iremos depositando la médula en la cavidad de la
históricas tienen que llevar a cabo cierto piedra seleccionada para ejecutar nuestra lámpara;
alumbrado para poder pintar, y para ello para ello nos podemos servir de una rama, una lámina
se van a servir de lámparas de tuétano, cuyo combus- de sílex, o incluso de nuestros propios dedos. Coloca-
tible procede de grasas animales que no desprenden remos la cantidad dependiendo del tamaño de la
humo, y por tanto no estropean las pinturas ni man- oquedad, sin que llegue nunca a rebosar. Tenemos que
chan las paredes. decir que esta grasa no solo ha servido como combus-
En primer lugar, necesitamos encontrar un soporte tible de estas lámparas, sino que también ha sido uti-
que nos facilite poder elaborar nuestra lámpara para lizada por las poblaciones prehistóricas e históricas
iluminarnos en la oscuridad. Seleccionaremos una como sustento alimenticio. Efectivamente, posee gran
piedra de un tamaño similar a nuestra mano para que cantidad de proteínas, y son muchos los yacimientos
nos sea cómodo transportarla de un lugar a otro. Ne- prehistóricos en los que encontramos gran cantidad
cesitamos que la piedra escogida presente una cierta de huesos machacados con el fin de acceder a esta mé-
cavidad natural para poder depositar en ella el tuéta- dula interna por parte de las sociedades cazadoras-re-
no. Es fácil hallar una que haya sufrido diferentes ac- colectoras.
ciones térmicas y que muestre cierta concavidad. La >LA LLAMA VACILANTE. Vamos a hacer la mecha para
piedra la prepararemos, limpiándola, incluso retocan- la lámpara. Para ello realizaremos un trenzado a par-
do alguna arista que pueda estorbarnos. Una vez he- tir de fibras vegetales que debe alcanzar una longitud
cho esto, procederemos a conseguir el tuétano, la mé- aproximada de unos cuatro o cinco centímetros. A
dula ósea, de la caña. Para ello, precisamos de un hue- continuación, hundiremos la mecha vegetal en el tué-
so de gran tamaño. Para que podamos contar con ma- tano, dejando que asome alrededor de dos centíme-
yor cantidad de combustible para nuestro candil, nos tros. Al encender la mecha de nuestra lámpara, ense-
serviremos de un hueso de un bóvido, preferiblemen- guida comprobaremos cómo se empieza a fundir la
te de la pata, por la importante concentración en ella grasa, la cual por capilaridad irá subiendo por la me-
de la sustancia buscada. Hay que destacar cómo el tué- cha, sirviendo de combustible a la llama. El resultado
tano tendrá la misma función que la cera de una vela, conseguido es una luz cálida, intensa, de duración pro-
es decir, alimentar como combustible la llama. longada, sin humo ni olor y que no ennegrece las pa-
>CONSECUCIÓN DEL TUÉTANO. Con el soporte de la redes. Es la iluminación perfecta para pintar en el fon-
lámpara preparado procederemos a extraer el tuétano do de una cueva.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 39

PASO A PASO. Con el progresivo dominio del fuego, el ser humano pudo enfrentarse al
frío y a los carnívoros, pero sobre todo a un enemigo sin duda más inquietante, la oscuridad. Con
la tenue luz de sus lámparas penetró y habitó en galerías, cuevas y simas.

1 SELECCIÓN DE LA
PIEDRA. Buscaremos una
piedra que se adapte a nuestra
mano, y que presente una oquedad
5 FUEGO. La percusión de
piedras o la fricción de madera
nos permitirán acceder al
fuego igual que en las sociedades
para poder depositar el tuétano. prehistóricas.

3 TUÉTANO EN LA
LÁMPARA. Iremos vertien-
do cuidadosamente la grasa
medular que servirá de combustible
a nuestra experimentación.

2 MACHACANDO EL
HUESO. A partir del hueso
de la pata de un bóvido,
procederemos a romperlo con el fin
de conseguir la médula que
contiene.
4 MECHA VEGETAL.
Diferentes fibras vegetales
trenzadas nos permitirán
contar con la mecha para nuestro
candil.

6 LUZ EN
LA OSCURIDAD. Tenemos
nuestra lámpara de tuétano
finalizada para poder iluminarnos
en la penumbra.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 40

40 Arqueología Experimental LÁMPARA DE TUÉTANO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os hallazgos de pinturas en muchas cuevas, las n América se han hallado piezas de piedra y
L cuales no presentaban marcas de hollín, nos
demostran el empleo de estas lámparas de tuétano.
E cerámica que demuestran la existencia de
tecnología para la iluminación por medio de
Evidencias de estos dispositivos de alumbrado los lámparas de aceite. En la imagen, un recipiente de
tenemos en cuevas francesas como la hallada por piedra usado por los aborígenes de la Sierra de San
Rivière en La Mouthe, Dordoña, en Lascaux (lámpara Luis, en el centro-oeste argentino, quienes eran
de la imagen) o Cheval. También el padre Carballo activos productores de arte rupestre en cuevas y
encontró una en El Pendo (Cantabria). Todas ellas son aleros con escasa iluminación.
similares a la realizada en la experimentación. Ejemplares de lámparas correspondientes a la época
Sabemos también del empleo de estas lámparas por agroalfarera (desde hace unos 3.000 años) han sido
parte de los bosquimanos en sus rituales cavernarios. recuperados en contextos arqueológicos diversos,
como sitios de habitación, centros ceremoniales o
cámaras sepulcrales. En los Andes, donde durante
siglos se practicó la extracción periódica de los
restos mortuorios de los antepasados para la
participación en diversas ceremonias, las lámparas
resultaron un elemento muy necesario para la
eficiente realización de dichos actos rituales, los
cuales tuvieron una importancia fundamental en la
reproducción del orden social amerindio.

Lámpara de Lascaux, Dordoña, Francia.


Magdaleniense| MUSÉE AUX EYZIES-DE-TAYAC.

Lámpara de Colección particular| JAVIER NASTRI


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Arqueología Experimental 41

7 Aguja en asta
Diseñadores
de la Prehistoria
Es impensable plantear la llegada de grupos humanos a
latitudes donde el frío es una constante sin imaginar que
tuvieron que ir protegidos de algún tipo de ropajes. Sabemos
que desde hace 400.000 años los grupos de cazadores y
recolectores de la especie Homo heidelbergensis trabajaban las
pieles; sin embargo las primeras agujas no aparecen hasta
miles de años más tarde, durante el Paleolítico superior, y
fueron fabricadas por nuestra especie, Homo sapiens.
Las agujas se realizaron en
hueso y en asta y sirvieron para
crear ropajes compuestos a
partir de diferentes fragmentos
de pieles curtidas. Con el paso
del tiempo estas agujas fueron
sustituidas por otras de metal.

Pérez Moral, M. Á., Díez Fernández-Lomana, J. C. (2011) Aguja en asta


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 42

AGUJA EN ASTA
NECESITAMOS
w Asta de ciervo w Cuchillos, buriles y w Piedra de arenisca w Hilo de tendones
perforador de sílex

L
a experimentación que proponemos nos >AGUZAR LA VARILLA. Con la varilla preparada proce-
permite acercarnos al conocimiento de la deremos a trabajar y darle forma. Mediante una lasca
indumentaria prehistórica. Con el paso del de sílex con filo bruto, iremos aguzando la varilla con
tiempo, no nos han llegado los diferentes tipos el fin de conseguir la morfología anhelada. Hay ahora
de vestimenta debido a que los materiales em- que delimitar el tamaño de la misma y retirar el tejido
pleados son perecederos (pieles de animales). esponjoso. Debemos buscar formas redondeadas que
Por el contrario, sí contamos con numerosos restos ar- posteriormente se refinarán. Una vez que tenemos
queológicos cuya función está asociada a la confección cierta hechura nos serviremos de una piedra arenisca,
de ropaje. Nos referimos a raspadores, raederas o agu- cuyo poder abrasivo facilitará el trabajo de pulido. Fro-
jas en hueso. Nuestra intención es reproducir una agu- taremos constantemente la varilla para conseguir ter-
ja afín a las halladas en diversas cavidades del Norte sura, brillo y la forma querida. Tenemos que decidir
peninsular. Aunque vamos a utilizar asta para su rea- cuál de los extremos será la punta, para incidir con es-
lización, también las podemos encontrar en hueso, pecial ahínco, ya que nos interesa que este extremo
marfil y en madera. quede bien apuntado para poder atravesar sin dificul-
En primer lugar nos serviremos de un asta de cier- tad las pieles. En el extremo opuesto haremos el ojo.
vo para lograr el material sobre el que vamos a ejecu- Es importante que el pulido sea homogéneo, porque
tar la aguja. Para conseguirla podemos acercarnos al cualquier irregularidad obstaculizaría el cosido.
monte en primavera, donde hallaremos algunas de >EL OJO. Configurada la aguja, nos serviremos de un
las astas de muda desprendidas por los ciervos anual- taladro para crear el ojo para poder introducir el “hi-
mente. Una lasca con filo bruto o un buril de sílex nos lo”. El taladro que usaremos es una punta de sílex bi-
servirá para delimitar, dibujar y marcar la varilla que selada insertada en una varilla de madera. En esta oca-
queremos extraer del asta, para posteriormente hacer sión, debemos tener en cuenta que la punta del tala-
el útil deseado. Para su configuración, lo recomenda- dro tiene que ser de muy pequeño tamaño, ya que el
ble es que esa varilla ronde los 8-10 centímetros de orificio que vamos a producir así lo requiere. Con
longitud y un centímetro de anchura, con el fin de fa- nuestras manos haremos rotar el taladro, que irá per-
cilitar el trabajo posterior en el pulido. Una vez deli- forando progresivamente la varilla. Pero también nos
mitada la varilla, poco a poco iremos incidiendo y ra- podemos servir de un arco que hará rotar el taladro
nurando con la lasca de sílex, para cortar, separar e ir mucho más rápido.
ahuecando la caña del asta que nos servirá de soporte Ahora necesitamos el hilo. Para enhebrarlo nos ser-
para nuestra futura aguja. Este trabajo puede resultar viremos de fibras vegetales o tendones, aunque tene-
costoso debido a la dureza del tejido cortical de la mos que conseguir que el “hilo” que creemos sea muy
cuerna. Esta dureza es seguramente lo que atrajo a los fino. Introducido el tendón, estamos listos para coser
primeros costureros para seleccionar esta materia. las diferentes pieles que servían de indumentaria.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 43

PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar esta manifestación ósea, asociada a la elaboración de vestimenta,
herramienta doméstica común en yacimientos del Paleolítico superior.

1 ASTA DE CIERVO. La
muda de la cuerna del ciervo
nos servirá para conseguir el
soporte óseo.
3 PULIMENTO. Una piedra
arenisca nos sirve para pulir,
limar y alisar la varilla,
dándole la forma deseada.
5 ENHEBRANDO. Tendones
y fibras vegetales nos servirán
como “hilo” para poder coser
las pieles.

2 LA RANURA. Con la lasca


de sílex delimitaremos el
tamaño de la futura aguja.
4 TALADRO PARA EL OJO.
Agujereamos la aguja con un
taladro. 6 COSIENDO. Un manto, un
faldón, un bolso… diseñar y
coser.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 44

44 Arqueología Experimental AGUJA EN ASTA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
on numerosos los yacimientos prehistóricos l uso de agujas de hueso está ampliamente
S donde encontramos agujas en hueso, correspon-
dientes al Paleolítico superior y elaboradas por
E documentado en ambos hemisferios y desde
épocas tempranas. Se las encuentra en grupos
Homo sapiens. Se localizan agujas, pero también cazadores recolectores como una herramienta muy
varillas; estas son iguales a las agujas, pero la valiosa y conservada, a menudo como parte del
diferencia que presentan es que no están acompañamiento o ajuar de los difuntos. Luego en
perforadas, no presentan el ojo para ser enhebra- sociedades en las cuales desarrollaron la tejeduría,
das. La mayor parte de ellas pertenecen al la cestería y la textilería, la producción de estos
Magdaleniense (aproximadamente 15.000 instrumentos adquirió una escala mayor.
años). En el norte peninsular hallamos muchos En la imagen, una aguja confeccionada en
yacimientos de estas cronologías. Encontramos hueso de camélido procedente del noroeste
agujas en Altamira o El Pendo (Cantabria), Las argentino y perteneciente al Periodo de
Caldas (Asturias), Alós de Balaguer (Lérida), pero Desarrollos Regionales (1000-1480 d.C.). La
también en Mosseguellos de Vallada (Valencia), vestimenta tenía en el mundo andino una
Estebanvela (Segovia), etc. Carnac, en Francia, importancia destacada. Además de consti-
cuenta con interesantes ejemplos. Allí donde se tuirse en un indicador de la posición social
establece Homo sapiens queda patente el uso y del individuo que la portaba, era un medio
el empleo de las agujas, que están mostrando la para el establecimiento de relaciones
importancia de cubrirse y protegerse del frío. sociales a través de su intercambio, a la vez
que un vehículo de exhibición de símbolos
Aguja de hueso de la Edad del icónicos de carácter religioso.
Bronce (Portalón de Cueva Mayor,
Sierra de Atapuerca) | ELENA LACASA
Aguja de la Fundación Condorhuasi | JORGE FERNÁNDEZ CHITI
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 45

Arqueología Experimental 45

8 Arpón
Perfeccionando
la pesca
Hace 100.000 años los grupos
humanos comenzaron a explotar
sistemáticamente los recursos animales
de ríos, lagos y mares. De esta manera,
la pesca comenzó a ser una nueva forma
de obtener alimento. Capturar un salmón
o una trucha utilizando una simple lanza
de madera no es nada fácil. A partir de
materiales como el hueso y las astas,
nuestros antepasados fabricaron una
panoplia de instrumentos, que enmangados
sobre un astil de madera, les permitió pescar con una mayor
efectividad. Los arpones, objetos apuntados que presentan los
bordes dentados, son los instrumentos más representativos del
desarrollo de la pesca por parte de estas poblaciones.

Pérez Moral, M. Á., Alonso Alcalde, R. (2011) Arpón


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 46

ARPÓN
NECESITAMOS
w Asta de ciervo w Lascas, puntas y w Abrasionador de w Cordaje vegetal
buriles de sílex arenisca

L
a experimentación propuesta nos y rectas. El trabajo en la arenisca nos permitirá conse-
permite acercarnos a la pesca prehis- guir zonas apuntadas en los extremos. Debemos pulir
tórica. Aparte del uso de arpones, las dos caras, haciendo hincapié en la ventral por la
también se servirían de redes, pesca a ma- presencia en ella de tejido esponjoso. Finalizado el pu-
no, represas, anzuelos, lanzas, etc., para lido del soporte, procederemos a crear las hileras de
complementar su dieta con nutrientes de dientes en forma de sierra.
origen fluvial. La diversidad formal (distinguiendo gro- Algunos arpones presentan una o dos filas de dien-
sor y disposición de una o dos hileras de dientes) y la tes. Nosotros realizaremos una, y para ello, sirviéndo-
presencia de ornamento en los arpones sirven en mu- nos de lascas de sílex y un buril, iremos ejecutando los
chas ocasiones para diferenciar las distintas fases del dientes, los apéndices que harán que el animal apre-
Paleolítico superior avanzado en Europa. sado tenga muy difícil desprenderse del arpón. Hemos
Con muy pocos elementos vamos a fabricar este efectuado dos dientes en nuestro arpón, que seguida-
instrumento. Lo primero es seleccionar el soporte. Po- mente puliremos para evitar pequeños restos y reba-
demos elegir entre una cuerna de ciervo o huesos lar- bas que hayan quedado con nuestra acción. El arpón
gos de animales de gran tamaño (caballo, vaca, etc.). ha sido terminado, pero lo enmangaremos para faci-
Nosotros hemos elegido un asta de muda por su gran litar la función del útil ejecutado. Estos enmangues
resistencia. Seguidamente, hay que extraer la profor- no han llegado a nuestros días.
ma del asta de ciervo. Para ello marcaremos en el asta >A PESCAR. El arpón ha sido finalizado, pero para pro-
(humedecer siempre para facilitar el trabajo) una va- ceder al enmangue realizaremos, en el extremo
rilla que será la matriz del arpón, que mida alrededor opuesto al apuntado, un agujero donde podamos atar
de 20 cm de longitud y 3 cm de grosor. Creando una la cuerda que la unirá a un mango de madera. El agu-
sección iremos delimitando y definiendo la varilla. Es jero lo realizaremos con un taladro con punta en sílex,
un trabajo que puede llevar algo más de una hora, con y para facilitar el trabajo recurriremos a un arco. Uti-
constantes pasadas mediante lascas cortantes. Extraí- lizaremos fibras vegetales trenzadas o tendones como
da la vara, procederemos a dar la forma característica cuerda que ataremos al agujero creado en el arpón, y
de los arpones. al mango. El arpón óseo lo colocaremos en uno de los
>ELABORAMOS EL ARPÓN. Los arpones presentan me- extremos del mango, enmangado pero que permita
didas diversas. Nosotros realizaremos uno que medirá la repentina salida ante el ataque a un animal, impi-
alrededor de los 10 centímetros de largura, 1,5 centí- diendo la huida por la cuerda unida al astil de madera.
metros de anchura y 0,5 de grosor. Podemos decorar con motivos sencillos el arpón. En
Para ello, y sirviéndonos de lascas con filo bruto y algún arpón arqueológico han sido localizadas unas
una piedra que facilite el pulido (arenisca), iremos cre- pequeñas ranuras que pudieron servir para canalizar
ando la morfología deseada, buscando formas planas la sangre del animal y facilitar el desangrado.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 47

PASO A PASO. Manual para elaborar este dispositivo, asociado a la pesca prehistórica. Es muy
probable que lanzas y azagayas (varillas cortas) se usaran al principio. El arpón enmangado facilitaría con
posterioridad la pesca.

1 SELECCIONANDO UNA
CUERNA. La cuerna, el asta
de un ciervo, nos servirá como
soporte.
3 PULIENDO. Una piedra
arenisca para pulir la varilla
extraída de la cuerna y
configurar la morfología
deseada.

5 TALADRANDO. Un
taladro con punta en sílex nos
permitirá agujerear el arpón.

2 EXTRACCIÓN DE LA
VARILLA. Sirviéndonos de
un buril, procederemos a
conseguir la varilla para realizar
nuestro arpón.

4 PROYECTILES. Dureza,
aerodinámica… Proyectiles
con el fin de atacar a animales,
pero también con fines guerreros.

6 A PESCAR. Con el arpón


preparado y un objetivo nos
dispondremos a pescar.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 48

48 Arqueología Experimental ARPÓN

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
xisten evidencias de cómo los neandertales ya se n América, uno de los complejos tecnológicos más
E aprovechaban de los recursos fluviales (se han
hallado restos de peces en yacimientos del Paleolítico
E elaborados para la apropiación de recursos
naturales fue aquel destinado a la caza de pinnípe-
medio), pero va a ser a partir del Paleolítico superior, dos, desde hace mas de 8.000 años. Principalmente
en sus últimas fases, cuando aparecen anzuelos, los diferentes grupos esquimales en el hemisferio
arpones… Son muchos los yacimientos magdalenien- Norte y los canoeros yamanas y alakalufes del
ses que presentan este tipo de útiles, que perduran extremo sur del continente. Estos grupos manufactu-
hasta el Mesolítico. En cavidades del raban instrumentos compuestos de astiles de
Cantábrico (El Pendo, Altamira, Mirón, Los madera, arpones removibles de hueso de ballena o
Azules, La Pila…) se han localizado numero- pinnípedos ligados al astil por medio de una cuerda
sos arpones. En diversas situaciones estos trenzada de cuero o fibra vegetal, y esta a su vez
arpones actúan como fósil-guía para unida a flotadores de cuero o estómagos de pinnípe-
asociarlo a una fase u otra (Magdaleniense dos. En la imagen, arpones procedentes de la costa del
o Aziliense), ya que presentan unas canal de Beagle, en la Tierra del Fuego. Los arpones de
morfologías y decoraciones determinadas. hueso tienen una importante distribución en la
En algunos casos el trabajo, decoración y porción sur de la costa pacífica, pero también se los
elaboración del arpón han sido tan encuentra en contextos de cazadores, recolectores y
correctas que algunos investigadores pescadores ribereños y lacustres amazónicos, e
lo asocian a un objeto con una impron- incluso en la región pampeana y litoral bonaerense.
ta ritual o simbólica.

Arpón aziliense. Mas d'Azil, Francia | MUSÉE DE TOULOUSE Arpones de Tierra del Fuego | FUNDACIÓN NICOLÁS GARCÍA URIBURU
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 49

Arqueología Experimental 49

9 Bastón de mando
Arte
y utilidad
Dentro del instrumental característico del
Paleolítico superior, siempre ha despertado
curiosidad entre los arqueólogos el
descubrimiento de unos objetos con forma de
bastón que presentan en uno de sus extremos
una gran perforación. Estos instrumentos se
fabricaron sobre asta y en muchas ocasiones
están bellamente decorados mediante la técnica
del grabado. La espectacularidad de estas
decoraciones hizo que las primeras
interpretaciones de para qué sirvieron estos
instrumentos se relacionaran con objetos
valiosos y cargados de un gran simbolismo. De
esta manera, estos elementos se relacionaron
con posibles bastones de mando pertenecientes
al supuesto “jefe” de la tribu.
Pérez Moral, M. Á., Nastri, J. (2011) Bastón de mando
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 50

BASTÓN DE MANDO
NECESITAMOS
w Cuerna de ciervo w Lascas, buriles y puntas w Abrasionador de w Pigmentos opcionales
o perforador de sílex arenisca

L
a experimentación propuesta per- arenisca, que nos permitirá moldear y abrasionar la
mite acercarnos al conocimiento de corteza rugosa del asta. En algunos bastones arqueo-
la fabricación de estos útiles artísti- lógicos es tal el trabajo, la precisión y el cuidado esté-
cos-funcionales, realizados por las socie- tico del pulido que recrean la forma de la cabeza de
dades prehistóricas de nuestra misma es- un caballo, resaltando orejas y hocico, como ocurre
pecie (Homo sapiens). Para ello vamos a ela- en la Cueva de El Pendo, en Cantabria.
borar un bastón de mando sobre asta de > PULIENDO EL ASTA. La labor de abrasión mediante la
cérvido. Son numerosas las hipótesis sobre su función: arenisca nos permitirá ir configurando el útil que que-
algunos creen que pudieron representar cierto orden remos recrear. Por esta razón, es importante que pu-
o jerarquía social; o que muestran un significado reli- lamos bien todas las uniones con los candiles y la pri-
gioso, con gran carga simbólica; se especula sobre si mera capa del asta, con fines estéticos. Este trabajo
la perforación se puso al servicio de la luz de los gran- nos llevará bastante tiempo, pero se verá recompen-
des astros; también, que el agujero que presentan pu- sado con el resultado, ya que quedará un objeto muy
do hacerles servir como propulsores para lanzar pro- brillante. Seguidamente recurriremos a la decoración
yectiles o para enderezar las puntas de flecha, lanzas característica en este tipo de piezas de arte mueble.
y varillas óseas mediante el calor (hipótesis apoyada Para ello, a partir de un buril de sílex, iremos graban-
en estudios etnográficos, ya que los esquimales tienen do las imágenes que creamos convenientes. En basto-
un objeto muy parecido que usan para enderezar). De nes de mando arqueológicos aparecen representados
todos modos, son piezas de gran belleza artística que grabados animales como caballos, peces, ciervos, re-
presentan normalmente una interesante decoración. nos, cabras, bisontes, etc. Aunque también aparecen
Para realizar nuestro bastón de mando, recurrire- representados elementos abstractos que tienden a las
mos a los materiales que en el pasado emplearon las formas geométricas.
sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico su- > PARA ACABAR. Es muy agradable a nivel visual dar
perior. Como soporte, nos vamos a servir de la cuerna cierto colorido al bastón. Sirviéndonos de pigmentos
de un ciervo, ya que la mayoría de los “bastones de naturales como el ocre, procederemos a colorearlo
mando” arqueológicos encontrados en Europa han si- con las manos. Únicamente nos falta agujerear, per-
do elaborados en este material. Lascas de sílex con forar en uno de sus extremos, en uno de los arranques
buen filo nos servirán para cortar y delimitar el tama- de los candiles, para conseguir recrear la oquedad que
ño del artilugio que vamos a realizar, ya que tenemos presentan estos artilugios y que ha planteado a los di-
que ir cortando el tallo principal del asta y el arranque ferentes investigadores el establecer diversas funcio-
de uno o dos candiles. Esta labor es costosa, ya que la nes de uso. Para realizar la perforación usaremos un
dureza del tejido esponjoso del asta dificultará nues- taladro con punta de sílex, que será ayudado por
tro trabajo. Para el pulimento utilizaremos una piedra un arco para facilitar nuestro trabajo.
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PASO A PASO. Cortes, abrasión, perforación y dibujos son la base de los denominados “bastones de
mando”, objeto que es muy probable que no tenga nada que ver con jerarquías y sí con funciones artesanales
y simbólicas que por el momento desconocemos.

3 GRABANDO CON EL
BURIL. Una lasca de sílex con
retoque de buril, para los
grabados animales.

1 SOPORTE EN ASTA.
El soporte elegido para realizar
el bastón de mando será asta
de ciervo.

5 TALADRANDO:
Taladraremos un agujero para
buscar similitud con los
hallados en yacimientos
arqueológicos.

2 ABRASIÓN Y PULIDO.
Una piedra arenisca nos
servirá para pulir la corteza
rugosa del asta.

6 FINALIZADO. Resultado
tras la elaboración de esta
pieza de arte mueble.

4 CON EL PIGMENTO:
Pigmentos de origen natural,
como el ocre, nos permitirán
decorar el útil.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 52

52 Arqueología Experimental BASTÓN DE MANDO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
stos bastones de mando comienzan a prevalecer os artefactos que podemos identificar más
E en yacimientos con restos arqueológicos
correspondientes a la etapa cultural conocida como
L claramente o adscribir funcionalmente a
bastones de mando, al menos arqueológicamente,
Magdaleniense (15.000 años), aunque su origen lo se remontan a momentos tardíos de la forma de
encontramos en el Auriñaciense (35.000 años). En la vida cazadora recolectora. Las cabezas clavas
Península Ibérica aparecen en la mayor parte de ornitomorfas de la Patagonia, como la que se ilustra
yacimientos con secuencias estratigráficas en la imagen, consisten en artefactos líticos que no
magdalenienses. Los encontramos en el norte poseen atributos utilitarios y que en varios casos
peninsular: Cueva del Castillo, han sido reconocidos etnográficamente como
Cueva del Valle, Cueto de la bastones de mando que identifi-
Mina, Cueva de El Pendo, caban a los líderes tempora-
Cueva de Altamira, Cueva del rios mapuches elegidos en
Pindal… En Francia, también el marco de situaciones
encontramos ejemplos en la bélicas. Este cetro era
Cueva de Mas d’ Azil o en la alimentado con la
Cueva de Gourdan. Muchos sangre de los guerreros
de ellos aparecen adversarios en las
decorados con animales ceremonias de sacrificios
o moldeados con de prisioneros de gran
apariencia fálica. prestigio social.

Bastón de mando de La Peyzie | MUSEO DE LES EYZIES DE TAYAC Toki araucano | FUNDACIÓN NICOLÁS GARCÍA URIBURU
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 53

Arqueología Experimental 53

10 Hacha de metal
El poder
del metal
Desde sus orígenes, el ser humano ha utilizado los materiales
disponibles en su entorno, como piedras, huesos o maderas,
para ir fabricando herramientas y otros elementos. El
descubrimiento y desarrollo de la metalurgia, hace apenas unos
7000 años, supuso una auténtica revolución en la forma de
producción de los objetos. Las hachas, puntas o punzones,
primero de cobre, luego de bronce
y finalmente de hierro, fueron
sustituyendo progresivamente a
las herramientas de piedra. El
desarrollo de la metalurgia no solo
afectó a los procesos de producción
de objetos sino que tuvo repercusiones
en la organización social de los grupos
humanos.

Terradillos Bernal, M., Pérez, A. (2011) Hacha de metal


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 54

HACHA DE METAL
NECESITAMOS
w Mineral de w Mortero y w Crisol de ce- w Fuego w Carbón w Fuelles w Molde de w Mango de
cobre (p. ej. yunque rámica y blo- vegetal arenisca madera y
malaquita) ques de arcilla fibras

I
nicialmente, la metalurgia no modifi- mente perforados. En estas perforaciones se colocan
có de una forma relevante la economía dos fuelles que permiten aumentar la intensidad de
ni la tecnología sino que desempeñó la combustión, por lo que será más sencillo alcanzar
un papel decorativo y de prestigio (dentro una temperatura cercana a los 1000º C (si no, debere-
de un proceso de complejización social mos contribuir con nuestros pulmones). Es importan-
con la aparición de las primeras jefaturas). te que los fuelles dirijan el aire directamente sobre el
Las ventajas del metal sobre los recursos combustible y no sobre el mineral, para que de esta
líticos son su maleabilidad y, sobre todo, la capacidad forma se generen unas condiciones reductoras.
de reaprovechamiento. El crisol situado en el centro del horno en el que se
>LA METALURGIA DEL COBRE. Dentro de los diferentes va a reducir el metal se recubre de carbón vegetal y
metales empleados en la Prehistoria, en esta ocasión se introducen pequeñas gravas que favorecerán la
hemos optado por tratar la metalurgia del cobre, por conservación de altas temperaturas y permiten que
ser la más antigua y por requerir menor temperatura. escape el humo. En el momento en el que la combus-
El cobre también se puede trabajar en frío con un pro- tión sea intensa y homogénea (usando la acción de los
ceso de martilleo pero con el calor aumenta su male- fuelles) se añade en las ascuas el polvo de marcasita.
abilidad y disminuye su fragilidad. Con el calor que se genera en el interior del horno
En esta experimentación se va a describir el proce- las impurezas van liberándose en forma de monóxido
so de obtención de un metal fundido (cobre) a partir y dióxido de carbono, reduciendo la malaquita a un
de un mineral metálico (carbonato de cobre). La ma- cobre relativamente puro. Una vez obtenida la tem-
teria prima que hemos seleccionado para este proceso peratura de fundición, el cobre y la ganga se separan.
es la malaquita (por su alto contenido en cobre). En Una parte importante de la escoria queda en el horno,
una primera fase, el mineral debe ser triturado con mientras que las impurezas del mineral flotan en el
un percutor sobre un yunque para facilitar el fundido. metal fundido y pueden ser fácilmente retiradas. Para
Un elemento esencial en este proceso es el horno. separar el mineral de las impurezas solo es necesario
Estas estructuras en las que se funde el metal tuvieron golpear esta masa con un percutor y un yunque y ob-
su punto de partida en la experiencia de los alfareros, tendremos las pepitas de cobre.
que progresivamente mejoraron el aporte calorífero. Una vez que se ha fundido el mineral, podemos ela-
Buscando la menor complejidad posible en la fabrica- borar instrumentos vertiendo el metal fundido en
ción de esta estructura, se ha excavado un orificio en moldes. El molde se puede realizar con un bloque de
el terreno de unos 40 cm de diámetro. En el interior grandes dimensiones de arenisca sobre la que se talla
del agujero se ha depositado una cerámica, que fun- la forma del objeto deseado (hacha, punta, etc.). Final-
cionará como crisol. En los laterales de esta estructura mente, el instrumento metálico puede enmangarse
se colocan dos bloques de arcilla refractaria previa- con mangos de materiales orgánicos.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 55

PASO A PASO. La metalurgia del cobre es la más antigua. Se realiza con malaquita
por su alto contenido en cobre. Los fuelles son de gran importancia, para dar homogeneidad
calorífica a todo el proceso. Conviene disponer de guantes aislantes al calor.

1 MALAQUITA.
Obtenemos la malaquita y la
machacamos en un yunque. 3 PREPARACIÓN. Se
añaden dos bloques de arcilla
refractaria y se colocan los
fuelles.
5 RESULTADO. Obtenemos el cobre
con impurezas (que se eliminan por
machacado).

2 PLANIFICACIÓN.
Realizamos un agujero e
introducimos un crisol.
4 MÁS ELEMENTOS. Se
añade la malaquita al horno.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 56

56 Arqueología Experimental HACHA DE METAL

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os homínidos se han visto atraídos por los l desarrollo de la metalurgia fue una de las
L minerales metálicos desde el Paleolítico. Los
óxidos de hierro (ocres) han sido utilizados desde
E innovaciones tecnológicas más importantes del
Holoceno tardío, el cual abarca los últimos 3.000
hace uno 350.000 años en Terra Amata (Niza, años en el continente americano. Originalmente
Francia) con un tratamiento térmico que acentúa la destinado principalmente a la expresión de estatus
intensidad del color. En Shanidar (Irán) se ha identifi- sociales y mensajes ideológicos, los artefactos de
cado el objeto de cobre (colgante) más antiguo, con metal constituyeron un elemento de importancia
11.500 años. Hace unos 8.500 años se comienzan a en la legitimación y reproducción de órdenes
desarrollar objetos ornamentales y alfileres de cobre sociales desiguales, desde Mesoamérica hasta el
realizados con la técnica del martilleado mundo andino. Luego se extendió a artefactos de
en frío (Montes Zagros y Anatolia). El uso ordinario, aumentando la eficiencia en la
cobre comenzó a fundirse y a introdu- realización de actividades productivas. De esta
cirse en crisoles y moldes desde hace manera el dominio de la técnica metalúrgica
unos 6.500 años (Tal-i-Blis, Montes impactó a su vez sobre las otras ya existentes, en la
Zagros, Irán) y rápidamente se medida en que permitió disponer de instrumentos
establecieron centros especializados de mantenimiento más resisten-
en la reducción de este metal. Hace tes y durables. En la imagen se
5.000 años el trabajo de cobre se puede apreciar el diseño de un
difunde por Europa central y el personaje zooantropomorfo, con
Mediterráneo. En la Península atributos de estatus (orejeras),
Ibérica su aparición se puede grabado en la hoja de un hacha de
relacionar con la cultura megalí- bronce de uso ceremonial. Corres-
tica mientras que su generaliza- ponde a las sociedades agroalfare-
ción se produce en la época ras del periodo de Integración
campaniforme. Regional (600-900 d.C.) del
noroeste argentino (provincias de
La Rioja y Catamarca).

Hacha grabada | Museo Etnográfico


Hacha de El Mirador, Atapuerca, de la Universidad de Buenos Aires.
Burgos. | SERGIO MORAL
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 57

Arqueología Experimental 57

11 Cerámica
La revolución
en la cocina
La fabricación de recipientes de cerámica está reconocida como
uno de los más destacados avances de la Prehistoria. Desde hace
unos 10.000 años en Eurasia, las ollas se utilizaron para cocinar
los alimentos, ya que la cerámica resiste muy bien el calor.
Mientras, los cuencos y vasijas sirvieron para almacenar
alimentos y líquidos. Pero la producción de elementos cerámicos
no se limitó al ámbito del procesado de
alimentos, sino que el barro cocido
fue utilizado incluso antes por los
últimos grupos de cazadores y
recolectores para fabricar
estatuillas y otros elementos de
adorno. Se inició así una práctica
artesanal que ha perdurado hasta
nuestros días.

Terradillos Bernal, Pérez, A. (2011) Cerámica


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 58

CERÁMICA
NECESITAMOS
w Arcilla w Agua w Tamiz fino w Desgrasante w Decorador w Fuego
(caliza y mica) opcional (buril
o concha)

L
a materia prima principal de la cerá- na de la pieza y con rollos más reducidos conseguire-
mica es la arcilla. Normalmente tie- mos el efecto contrario. En la experimentación vamos
ne numerosas impurezas en forma a utilizar estas técnicas combinadas; en la zona infe-
de pequeños cantos y “desechos naturales”, rior del recipiente emplearemos la primera, y en el
así que es esencial realizar una preparación cuello y el borde añadiremos los churros.
previa. Para ello vamos a sumergir la arcilla en un re- Cuando hemos elaborado la forma de la pieza y
cipiente con agua y la removemos con fuerza. La de- aún está en estado plástico, vamos a alisar las irregu-
jamos en remojo alrededor de dos días. Una vez que laridades con las yemas de los dedos y a realizar las de-
la arcilla está diluida en su totalidad, se tamiza para coraciones. Las principales técnicas decorativas son la
separarla de las gravillas y demás impurezas, y se deja incisión y la impresión. Realizaremos unas incisiones
secar. Una vez decantada es recomendable añadir des- a lo largo del perímetro de la cerámica utilizando un
grasantes para evitar que se agriete en el modelado o buril de sílex para dibujar dos líneas más o menos pa-
en la cocción. Estos desgrasantes pueden ser peque- ralelas. En la zona superior realizamos impresiones
ños fragmentos de caliza, cuarcita, mica, feldespato, con una pequeña concha (decoración cardial).
conchas o tallos vegetales. Una vez que hemos conseguido la forma definitiva
>EL MODELADO. Fase en la que se trabaja la arcilla en del recipiente procedemos a su secado. En el secado
estado fresco. Vamos a analizar las dos técnicas más no debemos exponer la pieza directamente al sol y
empleadas en la Prehistoria. La primera de ellas se de- nos preocuparemos de que reciba calor homogéneo
nomina técnica de vaciado, y consiste en introducir para evitar que se rompa cuando la cozamos.
los pulgares en el interior de una bola de arcilla (de 2 >LA COCCIÓN. Es la fase más importante. Este proceso
kg como máximo) y presionar hacia el exterior para solidifica la arcilla al hacer que pierda toda el agua.
formar unas paredes más o menos gruesas. Para evitar Depositamos el cuenco en el suelo, y sobre él realiza-
que las paredes se agrieten por el calor y la sequedad mos directamente una hoguera con una entrada de
de las manos debemos humedecer la pasta; de esta aire (cocción de tipo oxidante). El fuego lo alimenta-
forma, a la vez, alisaremos el recipiente. Esta técnica remos poco a poco con ramas secas (no debe produ-
se emplea para producir piezas de pequeño tamaño. cirse un calentamiento brusco) y tendremos que lo-
La segunda técnica es la denominada de churros. grar una temperatura mínima de 600º C. El proceso
Se parte de una base circular y progresivamente su- de cocción durará entre 40 y 60 minutos.
perponemos churros de arcilla de grosor variable en Finalizada la cocción, no debemos dejar que el re-
forma de anillos. Estos churros los realizamos presio- cipiente se enfríe de forma brusca. Lo dejaremos unas
nando y alargando con la mano una porción de arcilla 24 horas debajo de las brasas hasta que pierda el calor.
contra una superficie plana. Con rollos más amplios Es recomendable cocer varias cerámicas a la vez por
conseguimos curvar hacia fuera una determinada zo- si acaso alguna se nos rompe.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 59

PASO A PASO. La arcilla es una sustancia mineral compuesta de silicatos de aluminio hi-
dratados. La producción de un recipiente de cerámica tiene varias fases: la preparación de la materia
prima, el modelado, el acabado, el secado, la cocción y el enfriamiento final.

1 MATERIA PRIMA. Lo
primero que debemos hacer es
preparar la materia prima
para que pueda ser trabajada; para
ello separamos la arcilla de las
gravas e impurezas.

3 DECORACIÓN. Alisamos
las imperfecciones y realiza-
mos decoraciones incisas e
impresas.
5 FUEGO. Depositamos la
cerámica en el suelo, y sobre él
realizamos una hoguera con
una entrada de aire. El fuego lo

2 FORMA. Damos forma a la alimentaremos poco a poco con


cerámica con la puesta en ramas secas entre 40 y 60 minutos.
práctica de dos técnicas. La
primera es el vaciado, mediante el
cual formamos las paredes introdu-
ciendo los pulgares en una bola de
arcilla. Con la segunda técnica
superponemos
churros más o menos
gruesos.

4 SECADO. Procedemos a su
secado para que pierda el
agua y se produzcan las
reacciones fisicoquímicas que la 6 REPOSO. Dejamos
la cerámica 24 horas en la
hoguera sin retirar las brasas
van a endurecer. para evitar que el estrés térmico
la rompa.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 60

60 Arqueología Experimental CERÁMICA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os primeros objetos de cerámica no tienen nada l igual que en el resto del mundo, los orígenes
L que ver con recipientes ni vasijas. En el yacimiento
del Paleolítico superior de Dolní Vestonice (República
A de la alfarería en América se asocian a nuestra
especie, en el marco de economías cazadoras,
Checa) se ha encontrado una Venus modelada en recolectoras y pescadoras. Su antigüedad máxima
arcilla y posteriormente cocida de hace 27.000 años. se remonta a los 7.000 años antes del presente. A
Los primeros recipientes cerámicos se han descubier- diferencia de otros continentes, la técnica de rodete
to en Asia en la Cueva de Yuchanyan (China) hace o chorizo fue la predominante desde sus comienzos,
18.000 años y la cultura Jomon, la cual se desarrolló aunque también se usó el modelado de placas de
en Japón hace unos 12.000 años. En Oriente Próximo cerámica, el uso de moldes y la técnica de vaciado. El
las primeras cerámicas las encontramos hace 8.900 torno fue introducido por los españoles.
años en Tell Sabi Abyad (Siria) y los vasos cilíndricos La cerámica fue una tecnología que revolucionó
con decoración incisa de Tell Mureybet (Siria). las pautas culinarias, permitien-
Mientras, en Egipto se ha encontrado un bol de do ampliar y diversificar la
cocina de hace 6.700 años en el Fayum. Por su parte dieta, así también como
las primeras vasijas de la Península Ibérica se aumentar la escala de produc-
generalizaron hace 7.000 años. ción de alimentos. Al mismo
tiempo constituyó un soporte
simbólico muy poderoso para
la comunicación de identida-
des étnicas y estatus sociales.
En la imagen, una urna
funeraria para párvulos de
los indios calchaquíes (1.000-
1.600 d.C.) del Norte argentino,
cuyo simbolismo estaba organiza-
do en torno al concepto andino de
dualidad.
Vaso a la almagra de Zuheros (Córdoba). Neolítico. Urna calchaquí. Museo Etnográfico de la Universidad de
MUSEO ARQUEOLÓGICO DE CÓRDOBA Buenos Aires. | JAVIER NASTRI
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 61

Arqueología Experimental 61

12 Manos en negativo
Un ejemplo
de creatividad artística
El desarrollo de la capacidad artística ha sido una de las grandes
adquisiciones que han marcado el proceso evolutivo. El arte es un
atributo indispensable del ser humano; con su aparición se generaron
una nueva realidad simbólica y nuevas formas de comunicación. Hace
100.000 años los primeros Homo sapiens abandonaron su África natal, y
su progresión geográfica a lo largo de los diferentes continentes se
puede rastrear siguiendo los numerosos elementos
artísticos que fueron plasmando. Dentro de los
elementos pictóricos las manos en negativo,
conseguidas silueteando su contorno, son
uno de los elementos artísticos más
antiguos y más interesantes. En ocasiones
también se realizaban manos en positivo
logradas mediante la impresión directa de
las mismas sobre una pared.

Terradillos Bernal, M., Díez Fernández-Lomana, J. C. (2011) Manos en negativo


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 62

MANOS EN NEGATIVO
NECESITAMOS
w Pigmento w Machacador w Disolvente w Pincel (pelo de w Caña o junco w Cuchillo de
(p. ej., ocre o de piedra (agua) caballo o rama sílex
carbón) verde)

P
ara la realización de estas manos en ne- con una fuerte concavidad para contener el ocre di-
gativo necesitamos básicamente un pig- suelto en agua, y dos tubos huecos con los que proyec-
mento y un disolvente, que perfecta- taremos la pintura. Estos tubos los podemos obtener
mente puede ser agua. La naturaleza nos pro- cortando el tallo de una caña o de un junco o utilizan-
porciona una gran variedad de pigmentos que do los huesos de los pájaros, que son huecos. Lo más
podemos aprovechar (el amarillo de la limonita, el rojo sencillo es obtener los tubitos cortando el tallo de un
del ocre y las hematitas, el negro del carbón, el azul y junco seco. Para ello utilizaremos una lasca con filo
el verde de las malaquitas y las azuritas, el blanco del fresco y cortaremos muy lentamente en las zonas pró-
caolín...). El pigmento más utilizado en todas las técni- ximas a los nudos. Para utilizar el aerógrafo debemos
cas, temáticas y regiones del globo terráqueo es el ocre, colocar uno de los tubos en contacto con la disolución,
mineral que fácilmente podemos obtener en zonas ar- y el otro lo colocaremos muy cerca del extremo que
cillosas. El ocre en forma de roca se machaca con un sobresale del primero formando un ángulo cercano a
percutor hasta conseguir convertirlo en polvo y se di- los 45º. Al soplar desde el segundo tubo se produce lo
suelve en agua (lo más sencillo) o grasa licuada. que se conoce como principio Venturi, es decir, saca-
>TÉCNICAS DE DIFUSIÓN. Las manos en negativo se han mos el aire del primer tubo y rápidamente éste se re-
realizado a partir de la difusión o pulverización de pig- llena de pintura y, como seguimos soplando, cuando
mentos diluidos sobre una mano apoyada en la pared el pigmento llegue a la punta saldrá proyectado hacia
de una cueva. Para difuminar pintura existen diversas la mano y la pared. Cuanto más diluido esté el pig-
técnicas. La primera de ellas sería la del estarcido, ba- mento, mayor debe ser la distancia entre el aerógrafo
sada en proyectar la pintura desde la boca directamen- y la mano, pero por término medio esta debe ser de
te a la pared o soplar el pigmento a través de una caña, entre 15 y 20 centímetros. La persona que posa la ma-
un hueso hueco o un junco. Esta técnica presenta la no en la pared podrá utilizar la izquierda o la derecha
problemática de que la pintura no queda bien dirigida pero en la pintura rupestre predomina la zurda. De
y quedan borbotones muy localizados. igual forma puede ocultar dedos (algo sumamente co-
La segunda técnica implica la utilización de un pin- mún) o repintar alguno con un pincel una vez finali-
cel que puede estar realizado con pelo de caballo o con zada la proyección con el aerógrafo. Si la pared o el te-
el machacado de la punta de una rama verde. Este pin- cho son porosos y las condiciones de conservación son
cel se empapa de ocre disuelto y se salpica la pared favorables, nuestra mano en negativo podrá perdurar
con la mano interpuesta. La tercera y más interesante a lo largo de miles de años.
técnica es la que utiliza un aerógrafo prehistórico. Además de para producir manos en negativo, algu-
El aerógrafo paleolítico es un instrumento relati- nos aerógrafos también fueron utilizados para deco-
vamente sencillo. Para su producción solo necesita- rar el interior de figuras animales dotándolas de un
mos una concha, una cáscara de fruto o una piedra gran naturalismo.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 63

PASO A PASO. La plasmación de una mano en negativo se puede realizar siguiendo di-
versas técnicas, pero la más común durante el Paleolítico es la que utiliza el aerógrafo, ya que se
logran resultados muy similares a los de las cavernas de la Prehistoria.

3 LA TÉCNICA. El ocre
disuelto se dispone en la
concha y lo proyectamos con
los dos tubos. Un tubo en contacto
con la pintura y con el otro sopla-
mos.

1 MACHACANDO EL
OCRE. Machacamos la roca
de ocre hasta conseguir
convertirla en polvo y la disolvemos
4 ¡LA MANO QUIETA!
Pulverizamos la pintura a
entre 15 y 20 centímetros de la
pared. La mano debe permanecer
en agua (lo más sencillo) o grasa pegada y quieta.
licuada.

2 EL AERÓGRAFO. El
aerógrafo lo producimos con
una concha y dos tubos
huecos que hemos obtenido al
cortar un junco seco con una lasca. 5 LOS ÚLTIMOS
RETOQUES. Una vez
plasmada la mano podemos
repintar alguno de los dedos.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 64

64 Arqueología Experimental MANOS EN NEGATIVO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
s muy difícil determinar el momento exacto en as improntas negativas de manos son un motivo
E que los homínidos comienzan a desarrollar sus
capacidades simbólicas relacionadas con el arte.
L frecuente en el arte rupestre del continente
americano. Su ejecución pudo efectuarse por medio
Realmente nuestra especie no es la única que ha de pinceles o hisopos, o también soplando la pintura.
realizado plasmaciones artísticas: Homo heidelber- Para este último procedimiento podían valerse de la
gensis ya realizó alguna representación escultórica boca o de tubos de hueso, como ha sido documenta-
femenina y los neandertales decoraban esqueletos do en la patagónica Cueva de las Manos Pintadas, en
humanos con pequeñas manchas de pigmentos. Pero el denominado Cañadón del río Pinturas. Las
es con Homo sapiens cuando se produce una genera- improntas negativas corresponden en su abrumado-
lización del arte. Este
hecho no está relacionado
con capacidades intelec-
tuales o simbólicas, sino
con la necesidad de
desarrollar un sistema de
comunicación. Las
primeras manos en
negativo conocidas se
representaron en las
cuevas de Cosquer ra mayoría a manos izquierdas y los colores más
(Marsella) y Gargas usados son el rojo, el negro y el blanco. La técnica
(Pirineos de Ariège) hace negativa también se usó en la representación de la
aproximadamente 27.000 impronta de otras extremidades y especies: pies
años. Los principales conjuntos de manos en negativo humanos y patas de guanaco, ñandú y puma. Los
de la Península Ibérica se han realizado en fechas negativos de manos se remontan a una antigüedad
posteriores, con el Magdaleniense (17.000-13.000). Los de 9.000 antes del presente (a.p.) en la Patagonia
aerógrafos identificados en el registro arqueológico central y perduraron poralo menos hasta el 3.000
son muy escasos por los problemas de conservación a.p. En los tiempos más antiguos formaban conjun-
que presentan, aunque hay un buen ejemplo en tos muy numerosos, mientras que hacia el final de su
Altamira. época de vigencia eran pintados por lo general en
forma aislada.
Mano pintada. Cueva de Pech Merle, Lot, Francia. Solutrense | Cueva de las Manos Pintadas, Argentina | ALBERTO PÉREZ
WIKIMEDIA COMMONS
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 65

Arqueología Experimental 65

13 Venus
Venus de piedra

Las manifestaciones artísticas


han acompañado a nuestra
especie desde sus inicios. A
grandes rasgos distinguimos
entre arte rupestre, realizado
sobre paredes, y arte mueble o
mobiliar, denominado así
porque se lleva a cabo sobre
soportes, útiles, etc., que se pueden transportar de un lado a
otro. Dentro de este último tipo de arte se encuentran las
denominadas venus. Este tipo de estatuillas se realizaron
durante el Paleolítico superior y son representaciones
femeninas, en las cuales por lo general se destacan algunas
partes de su anatomía, como los senos y los glúteos, así como
sus tocados. Para su ejecución se emplearon materiales tan
diversos como la caliza, el barro o el marfil.

Pérez Moral, M.A., Pérez, A. (2011) Venus


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 66

VENUS
NECESITAMOS
w Arcilla w Agua w Buril de sílex y/o aguja w Fuego
de hueso

L
a experimentación a desarrollar nos siempre de agua, ya que la arcilla se hace así más plás-
permite acercarnos al conocimiento tica y nos permite trabajar mejor.
del arte mueble en la prehistoria. Pa- > “CON LAS MANOS EN LA MASA”. Con el material pre-
ra ello vamos a elaborar una estatuilla fe- parado, extenderemos la arcilla, y con agua iremos poco
menina en arcilla, similar a las correspon- a poco amasándola para darle mayor plasticidad. Si la
dientes al Paleolítico superior. arcilla no está tratada industrialmente es fácil que nos
Estas figurillas en bulto redondo, conocidas como encontremos con piedras que puedan dificultar nuestro
Venus, han sido encontradas desde los Pirineos fran- trabajo, por tanto las iremos retirando. A la hora de mo-
ceses hasta Siberia y aparecen realizadas en piedra (ca- delar tenemos la opción de, a partir de un bloque de ar-
liza, arenisca, esteatita), en marfil y en arcilla. A la ma- cilla, ir retirando la sobrante a la vez que vamos dándole
yoría de estas estatuillas esteatopígicas (de abundante forma. Pero también y más aconsejable es, debido a las
grasa) se les atribuye una edad Gravetiense y mues- formas redondeadas que presentan estas venus, ir ge-
tran gran maestría por parte de los artesanos prehis- nerando bolas de diversos tamaños, una para la cabeza,
tóricos. otra para el tronco, para las piernas…, para seguida-
En primer lugar, podemos servirnos de alguna de mente unirlas y empezar con nuestras manos a crear
las numerosas venus arqueológicas encontradas como lo deseado. En las venus prehistóricas realizadas en ar-
modelo. Para nuestra experimentación, y debido a la cilla suelen quedar patentes las huellas digitales del
complejidad que puede tener el realizar nuestra figu- artesano. Nuestra habilidad permitirá recrear un pare-
rilla en materiales pétreos o marfil, hemos decidido cido razonable a las estatuillas prehistóricas.
modelarla en arcilla. Existen ejemplos en este mate- > PARA FINALIZAR. Concluimos los pasos indicados y,
rial, que posteriormente se introducían en el fuego con la estatuilla configurada, vamos a proceder a tra-
para asegurar su durabilidad. zar mediante un buril o un alfiler los trazos. Estas
> BUSCANDO BARRO. La arcilla la podemos obtener en venus aparecen generalmente desnudas intenciona-
un paseo por el campo, pero también en una tienda damente, con cierto erotismo y muy marcados sus ór-
donde vendan material artístico. Nosotros hemos ganos sexuales (senos, pubis, vulva, nalgas…), aunque
aprovechado una visita a las cercanías de la Sierra de podemos encontrar también cintos, manos atadas por
Atapuerca, donde hemos cogido alrededor de un kilo. una cuerda, tocados en la cabeza…, pero con ausencia
Hemos de entender que el tamaño de estas venus os- de rasgos faciales. La siguiente tarea que hubiéramos
cila en general entre los 4 y los 25 centímetros de lar- evitado con un material duro es la cocción. Nosotros
go y los 5 y 10 de anchura. Serán nuestras manos las hemos cubierto con un poco de tierra la estatuilla y la
que se encarguen de modelar la figura. Necesitaremos hemos metido bajo una hoguera. El resultado es una
un buril en sílex o un alfiler en hueso que nos permi- figura muy parecida a las del pasado, pero con un sig-
tan trazar en la arcilla algún dibujo. Nos serviremos nificado simbólico totalmente distinto.
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PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar una de las manifestaciones artísticas más
enigmáticas y publicitadas de nuestra Prehistoria. Aunque hay alguna figura masculina, casi siem-
pre corresponden al sexo femenino.

1 EN BUSCA DE ARCILLA.
Un simple paseo nos permite
encontrar arcilla para elaborar
nuestra estatuilla.
5 CON EL FIN DE QUE
PERDURE. A la hoguera,
para que la arcilla se endurez-
ca y nuestra obra perdure.

3 CREAMOS BOLAS. Para


facilitar nuestro trabajo
crearemos bolas que uniremos
para posteriormente modelar
nuestra estatuilla.

4 TRAZANDO CON
ALGO PUNZANTE.
Un alfiler nos servirá para
ir dibujando algún rasgo que
6 IMITANDO AL PASADO.
Ya tenemos la estatuilla cocida
con ligera semejanza a la de
Willendorf.

2 AMASANDO. Iremos
trabajando la arcilla con el fin
de ir dándole consistencia,
retirar las impurezas y eliminar las
creamos conveniente.

burbujas de aire de su interior.


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68 Arqueología Experimental VENUS

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
on numerosas las estatuillas que han aparecido l arte mueble es muy antiguo en el territorio
S en diferentes yacimientos: Willendorf (Austria),
Lespugue, Grimaldi y Tursac (Francia), Dolní Vestoni-
E americano, desde la presencia de tallas de
madera naturalistas de guanacos de mas de 8.000
ce (República Checa), Savignano (Italia)… Existen años de antigüedad en la Puna argentina, hasta
unas características comunes a todas ellas, como una gran cantidad y diversidad de artefactos
cierta obesidad, gravidez, senos grandes, pubis muy modelados o decorados, soportes de símbolos y
marcado, brazos de pequeño tamaño, pies puntiagu- medios de comunicación no verbal, como las placas
dos, cara inexistente… Pero siempre podemos hablar grabadas, bastones de mando, figuras modeladas
de gran exageración de los órganos sexuales. Parece en arcilla o talladas en madera o piedra, adornos
que quieren transmitir cierta belleza, elegancia y corporales como collares de dientes de cánidos y
aspecto juvenil. Más difícil es conocer el significado posteriormente de
de estas estatuillas. Algunos investigadores hablan moluscos marinos.
de posibles representa- Figuras como las
ciones de antepasados, venus europeas
de deidades, de la tienen su parangón
madre tierra, muñe- en América con las
cas… Pero la hipótesis representaciones de
más extendida sugiere las venus modeladas
que estas figurillas en arcilla en la
estén asociadas con la cultura Valdivia de
abundancia, la fecundi- Ecuador, datadas en
dad y, por tanto, con la más de 7.000 años de
perpetuación de la antigüedad. En la
especie. En la imagen imagen, dos figurinas de arcilla procedentes del
aparece una de las sitio Potrero de Garay, valle de Los Reartes, en la
estatuillas más provincia de Córdoba, Argentina. Allí los fechados
conocidas: la Venus de más tempranos de contextos con estos objetos son
Willendorf. de 1.000 a.p. y llegan hasta la época colonial.

Venus de Willendorf, Austria | DIEGO ARCEREDILLO Figurinas de Garay | SEBASTIÁN PASTOR. ED. BRUJAS
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Arqueología Experimental 69

14 Plaqueta grabada
Con el arte
“a cuestas”
En la actualidad estamos
rodeamos de elementos de
arte mueble, es decir,
objetos decorados que
podemos transportar de un
lado a otro. Durante el
Paleolítico superior
europeo, o quizá incluso
con anterioridad, comenzaron a aparecer este tipo de piezas. Dentro
de estos ejemplares destacan las plaquetas grabadas. Estos objetos son
fragmentos de roca generalmente plana cuyas caras están decoradas
con diferentes motivos grabados o pintados, como animales o trazos
geométricos. Recientemente en la cueva de Abauntz (Navarra) se ha
descubierto el primer posible mapa, realizado sobre una plaqueta
hace 14.000 años.

Pérez Moral, M. Á., Nastri, J. (2011) Plaqueta grabada


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PLAQUETA GRABADA
NECESITAMOS
w Buriles y lascas de sílex w Soporte en pizarra, w Pigmentos y pinceles opcionales
cuarcita o hueso

L
a experimentación a desarro- Dependiendo de la dureza del soporte elegido, pue-
llar nos permite acercarnos al de ser más o menos costoso el trazado en la misma.
conocimiento del arte mobiliar Los buriles que hemos seleccionado los hemos fabri-
en la Prehistoria, y para ello vamos a cado en sílex, por su dureza y resistencia. Finalizado
elaborar un grabado en cuarcita. Aun- el proceso, habremos conseguido emular a los prime-
que otras especies como los Homo heidelbergensis o los ros artistas del Paleolítico superior. Los temas preferi-
Homo neandertalensis pudieron realizar objetos artísti- dos, según nos muestran los diferentes grabados ar-
cos, podemos señalar que serán los Homo sapiens quie- queológicos, son los faunísticos y, en menor medida,
nes produzcan la mayoría de las manifestaciones ha- los antropomorfos. El grabado de la cuarcita (en el que
lladas; por tanto, será a partir del Paleolítico superior aparece representado un mamut) será resaltado con
cuando comience a proliferar todo este tipo de repre- carbón vegetal.
sentaciones artísticas. Necesitamos varios buriles de >COLOREANDO. Ahora, siguiendo los pasos anteriores,
sílex y algunas lascas con filo bruto, así como un canto pero esta vez grabando en una pizarra y cambiando
plano de cuarcita, un fragmento de pizarra o un trozo de motivo, procederemos a dar color a la imagen re-
de hueso plano. Cualquier soporte plano puede ser- presentada. Para ello elaboraremos nuestros pigmen-
virnos. Si queremos dar con posterioridad color al gra- tos a partir de diferentes minerales que existen en la
bado realizado, recurriremos a pigmentos naturales naturaleza, como son el ocre o la limonita, pero tam-
(ocre, almagre, limonita, carbón vegetal…). Una vez bién podemos utilizar carbón vegetal (madera quema-
reunidos los materiales, para la selección del motivo da). Si queremos ahorrarnos trabajo podemos encon-
podemos servirnos de alguna imagen del registro ar- trar todos estos pigmentos naturales en tiendas espe-
queológico o dar rienda suelta a nuestra imaginación. cializadas.
En primer lugar, seleccionaremos el soporte donde Para pintar, podemos usar las yemas de nuestros
vamos a realizar el grabado. Según en qué zonas, la dedos, pero también podemos improvisar un pincel,
materia prima como la pizarra es difícil de encontrar, a partir de una rama fresca machacada por uno de sus
más sencillo será hallar cuarcita. Para grabar, marcar extremos, y separando los filamentos vegetales a mo-
la imagen, utilizaremos tanto los buriles como las las- do de cerdas.
cas de filo bruto. Con el carbón vegetal marcaremos el contorno
>EL GRABADO. Con el buril y el soporte elegido empe- del dibujo, y posteriormente con los pigmentos y
zamos a realizar el dibujo. Es recomendable marcar un poco de agua iremos pintando el interior. Pode-
suavemente la representación antes de comenzar a mos mezclar los pigmentos para conseguir diferen-
trabajar con el buril. Una vez esbozado levemente el tes colores. Para lograr un mayor realismo podemos
dibujo, procederemos con el buril a grabar presionan- incluso aprovechar el relieve y las irregularidades
do a base de finas incisiones. de la piedra.
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PASO A PASO. El significado de estos grabados prehistóricos es muy complejo, pero han
sido asociados a motivos estéticos, medio de comunicación gráfica, magia, simbolismo, diferen-
ciación social, comercio, etc.

3 GRABADO
FINALIZADO. Finalizado el
grabado, hemos decidido
remarcar el contorno del animal
empleando un carbón vegetal.

1 ELABORANDO UN
BURIL. A partir de una
lasca de sílex, y golpeándo-
la sagitalmente, conseguimos
este útil que nos permitirá
grabar en la cuarcita y en la
pizarra.

5 COLOREANDO. Con
nuestros dedos o pinceles
hechos a partir de ramas
frescas iremos pintando el animal.

4 PIGMENTOS. Vamos a
proceder a pintar la cabeza del
caballo, que hemos grabado en
una pizarra. Para ello, contamos con
los pigmentos extraídos de minera-
les (ocre y almagre) y del carbón
vegetal.

2 GRABANDO. Hemos
elegido dibujar un mamut.
Primero con una lasca,
marcaremos el dibujo suavemente, 6 RESULTADO. Podemos
comprobar cómo hemos
realizado unos grabados que
para posteriormente con el buril pueden adornar cualquier rincón de
grabar la imagen que pretendemos. nuestra casa.
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72 Arqueología Experimental PLAQUETA GRABADA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
umerosas son las muestras de este tipo de as placas grabadas son artefactos muy
N manifestaciones ideográficas cuya función y
significado muchas veces es desconocido, suscitando
L emblemáticos del territorio norpatagónico
durante el Holoceno tardío. Se trata de fragmentos
muy variadas teorías. El reducido tamaño de estas de rocas ornamentadas con motivos geométricos
placas se ha relacionado tradicionalmente con su lineales, simples y complejos como rectángulos,
mejor transporte por parte de los grupos humanos. cruces, rombos y círculos. Comparten motivos
Estos grabados en placa son muy útiles cuando son decorativos con las denominadas “hachas en ocho”
hallados en un contexto estratigráfico definido, que de la Patagonia, con las “clavas insignia” araucanas
nos permitirá comparar motivos, técnicas y estilos, y otros soportes transportables. No obstante, la
así como analizar su distribución geográfica. En los decoración grabada sobre piedra no es exclusiva de
grabados localizados predominan las representacio- las tierras bajas de Pampa y Patagonia. En el centro
nes de animales, aunque no solo nos encontramos y norte del país también está presente. En
dibujos figurativos, también abundan los dibujos la imagen, una pequeña placa con
abstractos. Dentro de las placas grabadas destacan la forma de punta de proyectil y con
placa de Villalba (Soria), Parpalló (Valencia) y las de trazos rectilíneos grabados
La Madeleine (Dordogne, Francia), o el canto grabado procedente de las ruinas de Tastil
de la Cueva del Castillo (Cantabria). (1.000-1.480 d.C.), en la quebrada
del Toro (provincia de Salta), una
fortificación natural que albergó
una numerosa población
sedentaria de economía
agroalfarera, hasta el momento de
la invasión incaica.
Placa de pizarra grabada de Villalba, Soria. Placa grabada de Tastil, Fundación
Magdaleniense | SERGIO RIPOLL Azara. | JAVIER NASTRI
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Arqueología Experimental 73

15 Fuego
El misterioso
y evocador fuego
La conquista del fuego ha sido uno de los grandes
hitos de la evolución humana. Gracias a él los
homínidos consiguieron alargar las horas de luz,
calentarse en los momentos más fríos, seguridad ante
los depredadores y mejorar la calidad del sílex.
Además, el fuego favoreció las relaciones sociales
entre los miembros de los diferentes grupos de
cazadores-recolectores. Junto a las hogueras
comenzaron a generarse reuniones donde
compartirían experiencias o trasmitirían a los más
pequeños todo su legado cultural, fomentando de
esta manera un mayor desarrollo del lenguaje.
Hay diversas formas de producir fuego. Las primeras
utilizadas fueron a través de la percusión de algunas
rocas como la marcasita y la fricción a partir de un
bastón y una tablilla de maderas secas.
Terradillos Bernal, M., Díez Fernández-Lomana, J. C. (2011) Fuego
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FUEGO
NECESITAMOS
w Sílex w Óxidos de w Yesca w Madera w Cuchillo de w Pomo w Nido
hierro (pirita (hongos o (p. ej. naranjo sílex opcional (ej. (cáñamo y
o marcasita) paja) o chopo) taba de vaca) paja)

L
a primera técnica consiste en gol- se seleccionan maderas blandas, como la de chopo. Es
pear en repetidas ocasiones un frag- imprescindible hacer unas ranuras a las tablillas para
mento de sílex contra el lateral de que entre aire y se produzca la oxigenación; sin la rea-
una roca rica en óxido de hierro (pirita o lización de estas cuñas sería un trabajo infructuoso.
marcasita, por ejemplo), para obtener Al girar el palo sobre la tablilla (justo en el vértice pro-
chispas que recoja un elemento natural ducido por la ranura), la punta se calienta. La fricción
que prenda fácilmente; para este propósi- hará que, poco a poco, el bastón perfore la tablilla
to podemos elegir ciertos hongos secos, paja o incluso produciendo cenizas. Si tenemos suerte, las cenizas
estiércol. De estos tres tipos de yesca, cabría destacar, caerán en la muesca realizada y producirán una brasa.
por su importancia, una especie de hongo seco cono- Existen dos formas de girar el bastón: con las manos
cido con el nombre de hongo yesquero, cuyos filamen- o con un arco. Si elegimos la primera de las dos alter-
tos permitirían conservar y transportar el fuego una nativas, resultará un trabajo muy lento y cansado, ya
vez producido. Crece en diferentes tipos de árboles que cuando las manos llegan a la zona inferior del pa-
(sauces, hayas, robles, encinas o abedules), adosándose lo deberemos parar para volver a subirlas, perdiendo
a su tronco, y alcanza unas dimensiones mayores que el calor ya creado. En cambio, con el arco es muy sen-
las de otros hongos de sus mismas características. cillo, ya que, una vez que el bastón está enroscado en
La pirita y la marcasita son minerales muy comu- la cuerda, con un único golpe de brazo girará nume-
nes que están compuestos de hierro y sulfuros, mate- rosas veces. Necesitaremos un pomo para sujetar el
riales que producen chispas al sufrir una percusión bastón sin quemarnos la mano. Se suele emplear una
con un fragmento de sílex. Para aprovechar correcta- taba de vaca o un trozo de madera, engrasándolo para
mente esta característica, es necesario dirigir las que el bastón gire con fluidez
chispas, con gran puntería, hacia el extremo de un pe- Una vez producida la brasa mediante fricción o en-
queño fragmento de hongo que situaremos a una dis- cendido el hongo por percusión, debemos transpor-
tancia de entre 3 y 10 cm. Con esta técnica, en condi- tarlos hacia un “nido” seco y compacto, que habremos
ciones favorables, podemos producir chispas en 5 se- realizado, previamente, con cáñamo, paja seca y ane-
gundos y fuego en, aproximadamente, un minuto. La as. Introducidos ya en el nido, lo cerraremos y sopla-
yesca puede mantenerse durante horas si hay aire. remos con fuerza para que el foco de calor no se dis-
>FRICCIÓN. La segunda técnica es algo más complicada perse. En algunos casos, el soplar con tanta fuerza pue-
pero más efectiva. El método consiste en frotar un pa- de producir un pequeño mareo; si así fuera, la oxige-
lo seco contra una plancha de madera. El palo debe nación podríamos realizarla moviendo el brazo de
ser recto y de una dureza superior a la de la tablilla, arriba hacia abajo con energía. Una vez producida la
para que pueda perforarla. Normalmente se eligen llama, echaremos el nido a una zona del suelo rodea-
bastones de naranjo, laurel o haya; y para las tablillas da de guijarros y lo alimentamos con ramas secas.
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PASO A PASO. Principalmente existirían dos técnicas para producir fuego en la Prehis-
toria. La primera es la percusión de rocas y la segunda es la fricción de madera. Ambas nos ga-
rantizan un resultado óptimo en menos de 5 minutos.
Marcasita. Pirita.

2 FRICCIÓN. La segunda
técnica consiste en frotar un
palo seco contra una plancha
de madera. Al girar el palo sobre la
3 TRANSPORTAR LA
BRASA. Debemos transpor-
tar la brasa o el hongo yesquero
hacia un “nido” compacto que hemos
tablilla, se produce calor. La fricción realizado previamente con cáñamo,
hará que poco a poco el bastón paja seca y aneas.
perfore la tablilla y produzca una
brasa.

Después de la fricción, la brasa


permanece dentro de la madera.

1 PERCUSIÓN. La primera
técnica consiste en golpear un
fragmento de pirita o una
marcasita contra un sílex para
obtener chispas que caigan sobre la
yesca preparada.
Fomes fomentarius, más
conocido como hongo yesquero.
4 CONSOLIDAR EL
FUEGO. Una vez introduci-
da la brasa en el nido, lo
cerramos y soplamos con fuerza o lo
oxigenamos con el brazo.

Dos maneras
de conseguir
fuego a
través del
Utensilios necesarios sistema de
para hacer fricción.
fuego por fricción.
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76 Arqueología Experimental FUEGO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os primeros elementos quemados se han localiza- a especie que colonizó el continente americano
L do en los yacimientos keniatas de Chesowanja y
Koobi Fora, de 1.500.000 años. Sin embargo se duda
L alrededor de 20.000 años atrás ya tenía el
conocimiento para producir fuego, por lo cual
sobre el carácter antrópico de estos fuegos. En evidencias del mismo siempre están presentes en el
Oriente Próximo se han encontrado numerosos registro arqueológico del continente mientras haya
restos carbonizados de hace 790.000 años en buenas condiciones de preservación de restos
Ghesher Benot Yaakov. Las evidencias aumentan a orgánicos. Tal es el caso de la Puna argentina, de
partir de los 400.000 años con los hogares de Menez donde procede el equipo de madera para el encen-
Dregan y Terra dido de fuego por fricción ilustrado en la fotografía.
Amata (Fran- Tal objeto tiene una antigüedad de más de 5.000
cia), Vértesszö- años, época en la que en los Andes del sur socieda-
llös (Hungria), des de cazadores recolectores estaban experimen-
Beeches Pit tando técnicas de domesticación animal y vegetal.
(Inglaterra), Para épocas posteriores, una vez domesticado el
Bilzingsleben camélido en los Andes, se empleaban unas trabas de
(Alemania) o madera para sujetar las cargas en el lomo de dichos
Torreinpietra animales, que también eran utilizadas para el
(Italia). En la encendido del fuego por fricción.
Península
Ibérica las
Hogar del Romaní. Paleolítico medio | EIA evidencias más
remotas son los
hogares de la Cueva de Bolomor (Valencia), de hace
250.000 años. Frente a esto las pruebas arqueológi-
cas más antiguas de elementos de producción son
mucho más recientes, como la marcasita de Chaleux
(Bélgica), de hace 12.500 años.

Kit en madera de La Puna argentina | MUSEO


ETNOGRÁFICO DE BUENOS AIRES
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 77

Arqueología Experimental 77

16 Jabalina
Armas
de largo alcance
Muchas veces nos hemos preguntado cómo los grupos paleolíticos
podían cazar grandes mamíferos, como elefantes, hipopótamos o
rinocerontes. Las primeras evidencias que tenemos de herramientas
de caza a distancia son de hace unos 400.000 años y fueron
producidas por la especie Homo heidelbergensis. Estas jabalinas fueron
fabricadas en madera y están apuntadas en sus extremos. Cuando los
grupos humanos fueron
capaces de dominar el fuego
lo utilizaron para enderezar
este tipo de instrumentos
y para endurecer sus
extremos. De esta
manera las jabalinas
ganan en resistencia,
aumentando la capacidad de penetración
en su utilización durante la caza.
Pérez Moral, M. Á.,
Nastri, J. (2011) Jabalina
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JABALINA
NECESITAMOS
w Vara de madera dura (tejo o abeto) w Cuchillos y muescas de sílex w Fuego opcional

L
a experimentación propues- ción, y para evitar causar daño, nos serviremos de
ta permite acercarnos al co- una rama que cuente con un grosor y largura impor-
nocimiento de la caza pre- tante, y cierto enderezado.
histórica de una forma amena y >TRABAJANDO LA MADERA. Con la rama seleccionada,
divertida. Para ello fabricaremos una jabalina, un tipo conseguida a partir de los restos de poda, nos dispo-
de lanza que era arrojada desde la distancia para evitar nemos a retirar las pequeñas ramas para facilitar la
riesgos. Estos útiles, asociados a la caza, los encontra- consecución de la jabalina. Es importante que la rama
mos en pocas ocasiones en el registro arqueológico, mida aproximadamente doscientos centímetros de
ya que la madera presenta enormes problemas de con- longitud y unos cinco centímetros de diámetro con
servación. Aun así, para el mejor conocimiento de es- el fin de simular las jabalinas del yacimiento alemán.
tos instrumentos, emplearemos la información apor- Su peso puede rondar los dos kilos. Para el desrami-
tada por los importantes hallazgos realizados en 1995 ficado podemos utilizar nuestras manos, pero tam-
en el noroeste de Alemania: las jabalinas de Shönin- bién nos podemos servir de una lasca de sílex con filo
gen. Son las herramientas más antiguas asociadas a la sin retocar para cortarlas. El siguiente paso es el des-
caza prehistórica, utilizadas por las sociedades caza- cortezado y el tallado. Iremos retirando la corteza de
doras- recolectoras de hace unos 400.000 años. la rama con la finalidad de dejarla limpia, utilizando
En primer lugar necesitamos encontrar un soporte lascas de sílex y muescas para facilitar nuestra acción.
que nos facilite elaborar nuestra jabalina. Para llevar Elegiremos uno de los extremos para establecer la
a cabo nuestra experimentación tendremos en cuenta punta, extremo que apuntaremos, y donde institui-
las ya mencionadas jabalinas de Shöningen. Según los remos el punto de gravedad, dejando mayor grosor y
estudios realizados podemos saber que la ubicación peso que en el resto de la rama. Con ello facilitaremos
del centro de gravedad se localiza cercano a la punta, que las jabalinas alcancen mayor distancia.
jugando con los pesos y contrapesos. Esta caracterís- >A CAZAR. Con la jabalina terminada, podemos que-
tica nos indica que el fin era cazar desde una distancia mar la punta con el fin de endurecerla, logrando así
larga. una mayor resistencia. También podíamos haber uti-
Emplearemos la madera para su fabricación. lizado el fuego para enderezar la rama. Únicamente
Aconsejamos tejo o abeto por su dureza y resistencia. nos falta una diana para poder mostrar nuestras ha-
La madera que usaron los grupos humanos en Shö- bilidades y puntería con la jabalina. Por supuesto, en-
ningen es abeto. Además, las jabalinas de este yaci- contrar en un yacimiento con cronologías tan anti-
miento están realizadas con los troncos de árboles guas este tipo de restos resulta muy interesante,
jóvenes, aprovechando la cercanía de la raíz, por su porque nos hablan de organización, comunicación,
mayor dureza, para establecer la punta y su centro estrategias de subsistencia… además de ser una he-
de gravedad. Nosotros para nuestra experimenta- rramienta elaborada por otras herramientas.
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PASO A PASO. Es muy probable que las jabalinas concebidas para la caza a distancia
corta antecedan a las jabalinas realizadas para la caza a gran distancia. Las diferencias entre unas
y otras se basan en dónde se sitúa el mayor peso del arma.

1 SELECCIÓN DE LA
RAMA. Buscaremos la rama
de un árbol que nos permita
realizar nuestra lanza. Aconsejamos
5 FUEGO. El fuego nos servirá
para enderezar la madera y
endurecer la punta.

tejo o abeto.

2 DESRAMANDO.
Retiraremos con una lasca de
sílex las diversas ramas que
nacen a lo largo de la vara de
3 DESCORTEZANDO.
Iremos retirando la corteza
para poder tallar la madera.

madera.

4 SACANDO PUNTA.
Uno de los extremos lo
apuntaremos, estableciendo
así el punto de gravedad. 6 CAZANDO. Con la jabalina
preparada y una diana nos
dispondremos a lanzarla.
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80 Arqueología Experimental JABALINA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
n 1995 son halladas en Shöningen, al noroeste de a presencia de jabalinas de madera fue amplia-
E Alemania, restos de unas jabalinas en una
excavación ubicada en una mina de lignito a cielo
L mente documentada por la etnografía, así
también como es mencionada en numerosos
abierto. El equipo de Hartmut Thieme localiza ocho documentos escritos del tiempo de la conquista y
jabalinas con una cronología de 400.000 años, lo posteriores. El uso de cabezales de piedra se asocia a
que las convierte en las herramientas de madera cierta escasez de materia prima vegetal adecuada y
más antiguas de la Humanidad. Increíblemente, se a la efectividad buscada en el
han conservado gracias a las condiciones de alta arma. Lo cierto es que este
humedad y a la presencia de lignito en el yaci- tipo de arma ha coexistido
miento. Una de las jabalinas aparece debajo de con otras tales como el
una pelvis fósil de caballo, lo que sugiere propulsor (lanzadera o
pensar en una acción de caza. Aunque atlatl), el arco y flecha, e
aparecen fragmentadas, medían más de dos incluso la boleadora. Regis-
metros de longitud y su diámetro ronda los tros etnográficos muestran
cinco centímetros. Los estudios realizados que un mismo cazador
permiten mostrar cómo la intención de puede equiparse y transpor-
alcanzar el máximo grosor y peso en la tar arco y flecha o cerbatana
parte delantera tenía como finalidad ser y al mismo tiempo una
lanzadas. Por lo tanto, hablamos de jabalina de madera en una
jabalinas, y no de picas. incursión de caza. En la
Representación de
imagen, una representación jabalinas. Museo
pintada sobre cerámica Etnográfico de Buenos
Jabalina de Schöningen (Alemania) | H. THIEME Aires | JAVIER NASTRI
modelada de un individuo
portando varias armas compuestas por varas, entre
ellas una lanza o flecha con cabezal separado
(Periodo Intermedio Temprano de los Andes
Centrales, 250 a.C.-500 d.C.).
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 81

Arqueología Experimental 81

17 Propulsor
Caza desde
la distancia
La caza ha sido una de las principales formas de obtención de
alimento durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva.
A lo largo de la misma se han ido mejorando los sistemas de
caza y los instrumentos vinculados con esta actividad.
Durante el Paleolítico superior, el descubrimiento del propulsor
marcó un antes y un después en el mundo cinegético. Este
instrumento permite arrojar los venablos a distancias de más
de 75 metros. De esta manera disminuyó el factor de riesgo del
cazador ya que le permitió atacar a sus presas desde una
mayor lejanía. Para su fabricación generalmente
se utilizaron fragmentos de astas, los cuales se
solían decorar con motivos animales.

Pérez Moral, M. Á., Alonso Alcalde, R. (2011) Propulsor


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PROPULSOR
NECESITAMOS
w Ramas w Plumas w Fibras vegetales w Cuchillos o lascas w Punta de sílex y
de sílex tendones
(opcionales)

L
a experimentación propuesta permi- ando para ello alguna lasca de sílex. También pode-
te acercarnos al conocimiento de la mos tallar la madera intentando realizar alguna cabe-
caza prehistórica a distancia de una za de bisonte, reno, etc., como los localizados en los
forma amena y divertida. Para ello vamos yacimientos de Mas d´Azil en Francia, o La Garma en
a fabricar un propulsor con su correspon- España.
diente venablo. Estos instrumentos co- >EL VENABLO. A continuación realizaremos el venablo.
menzarán a aparecer en la Península Ibé- La rama elegida para esta función debe ser larga, pero
rica durante el Paleolítico superior, coincidiendo con sobre todo recta y tersa. Uno de los extremos lo afila-
la llegada de los grupos de Homo sapiens. remos sacándolo punta, la cual podemos endurecer
En primer lugar, sugerimos un paseo por el campo al fuego. También, en vez de aguzar el venablo, pode-
donde poder abastecernos de los materiales necesa- mos insertar una punta de sílex o de hueso (azagaya)
rios. Para el propulsor se recomienda una rama con que sujetaremos mediante la utilización de cordajes
un diámetro de tres a seis centímetros y que presente vegetales, tendones o adhesivos naturales como la re-
varios brotes o arranques de ramas. Para esto procu- sina. En el otro extremo del venablo realizaremos un
ramos utilizar ramas encontradas en el suelo, evitan- pequeño rebaje, mediante una lasca de sílex ligera-
do arrancarlas, para así no deteriorar nuestro paisaje. mente apuntada, que permita engarzarse en el pro-
Del mismo modo, para realizar el venablo buscaremos pulsor y facilite la sujeción del mismo con el apéndice
otra rama, pretendiendo que esta sea más larga (de del brote de rama que habíamos ya creado antes. Para
unos 150 cm), lo más recta posible y con un diámetro terminar, junto a este extremo del venablo colocare-
aproximado de un centímetro. mos dos o tres medias plumas que darán estabilidad
>EL PROPULSOR. Una vez seleccionada la rama, delimi- y equilibrio al mismo cuando sea lanzado. Para la fi-
taremos la longitud de la misma cortándola con una jación de las plumas al venablo podemos utilizar tam-
lasca de sílex. La longitud recomendada para el pro- bién fibras vegetales.
pulsor es de treinta a cuarenta y cinco centímetros. Es >DE CAZA. Una vez elaborados el propulsor y el vena-
necesario a la hora de cortar la rama dejar en un ex- blo, podemos poner en práctica su función, imitando
tremo el nacimiento de un brote para poder utilizarlo a nuestros antepasados a su llegada al continente eu-
como punto de empuje del venablo. Con la rama de- ropeo. Utilizando una alpaca de paja y pintando un
limitada, comenzaremos a limpiar la corteza, con una animal en ella, nuestra misión, como si de una diana
lasca de filo bruto. Terminada esta acción, aguzamos se tratase, es darle caza. Hagamos una pequeña carre-
el nacimiento del brote de tal forma que realicemos ra y tomemos impulso, procurando lanzar el venablo
un apéndice de unos 5 cm que nos permita, posterior- sin soltar el propulsor. Comprobaremos cómo la dis-
mente, sujetar el venablo. Finalmente podemos deco- tancia y la precisión son dos aspectos importantes y
rar el propulsor realizando diversos grabados emple- difíciles de controlar.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 83

PASO A PASO. Para los grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico fue fundamental contar con armas de estas
características. Cuando tengamos realizada la experimentación, nos daremos cuenta de la importancia del propulsor.

1 MATERIAL. Selecciona-
mos el material para
trabajar. Aquí tenemos una
rama con un brote que nos
3 PROPULSOR. El venablo
debe ser largo y, sobre todo,
muy recto. Acabado el venablo,
apuntado y endurecido, buscamos
5 AL ATAQUE. Con el propulsor
y el venablo terminados,
podemos marcarnos objetivos
para mostrar nuestras habilidades.
permitirá utilizarlo empujando unas plumas. Comprobaremos la distancia a la que
el venablo. llegamos y con entrenamiento
ganaremos puntería.

2 LIMPIEZA. Preparamos el
material. Vamos limpiando la
rama con una lasca. También
podemos tallar algo en la madera
para adornar el propulsor.

6 ¿CÓMO
AGARRAR? Es
importante la
colocación de la mano

4 LAS PLUMAS. Permitirán en el propulsor. Después


volar y planear mejor el dirigimos nuestro brazo
venablo. Las plumas utilizadas hacia atrás y lanzamos.
son de buitre, pero podemos utilizar
las de otras aves. Ataremos las
plumas al
venablo con
fibras vegeta-
les.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:09 Página 84

84 Arqueología Experimental PROPULSOR

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os propulsores comienzan a aparecer en el a caza con propulsores parece tener gran
L continente europeo con la llegada de los Homo
sapiens (Paleolítico superior). Estos instrumentos van
L antigüedad en el continente americano, no
sabemos si se trata de una tecnología portada por
a permitir alargar artificialmente nuestro brazo. Con los colonizadores del continente hace más de 10.000
ellos conseguiremos arrojar los venablos a una años o si es un desarrollo independiente. Lo cierto es
mayor distancia y con mucha más precisión, sin que se han encontrado recientemente en suelos
apenas hacer esfuerzo. Muchos de los propulsores anaeróbicos restos de propulsores en el hemisferio
hallados aparecen muy deteriorados por el paso del norte que postulan su uso por parte de cazadores
tiempo, aunque también demuestran la belleza y paleoindios. En Sudamérica, algunos propulsores
minuciosidad con que la mayoría de ellos fueron compuestos de venablo de madera muy ornamen-
decorados. La utilización de los propulsores permite tada, con un gancho de hueso o de piedra, han sido
alcanzar distancias considerables, incluso de más de hallados en excelente estado de conservación en
100 metros. Esa adaptación fue utilizada por los cuevas de la Puna argentina, datados en más de
grupos humanos para 5.000 años de antigüedad. En la imagen, dos
evitar el peligro que ganchos de propul-
suponía la caza de cerca. sores de piedra de
Numerosos restos de aproximadamente
propulsores se han localiza- la misma época que
do en yacimientos del los de la Puna,
Paleolítico superior de la recuperados en la
Propulsores de Intihuasi,
zona franco-cantábrica. Gruta de Intihuasi, Colección González, Museo
provincia de San de La Plata. | JAVIER NASTRI
Propulsor de Mas d'Azil, Ariège,
Francia. Magdaleniense. | MINISTÈRE Luis, Argentina. El
DE LA CULTURE. uso del venablo continuó vigente en sociedades
complejas, conviviendo con el arco y la flecha y otros
sistemas de armas.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 85

Arqueología Experimental 85

18 Flauta
Suena la flauta
La música, además de ser una
forma de manifestación
artística, es un sistema de
comunicación a través del
cual podemos trasmitir
conceptos, ideas o expresar
sentimientos. Hoy en día sería
imposible imaginar un mundo sin
música. Esta forma de expresión la utilizamos de manera
sistemática desde el Paleolítico superior.
En este periodo comenzaron a aparecer los primeros
instrumentos, como flautas y silbatos. Muchos se elaboraron a
partir de huesos largos de aves. Para facilitar su vuelo, los huesos
de estos animales están huecos, y de esta manera nuestros
antepasados podían obtener buenos conductos para realizar
sus primeras composiciones.

Pérez Moral, M. Á., Díez Fernández-Lomana, J. C. (2011) Flauta


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FLAUTA
NECESITAMOS
w Hueso de ave (fémur o tibia de w Cuchillos y perforador de sílex w Cocción opcional
pavo)

E
n varios yacimientos europeos han puedan quedar adheridos, sirviéndonos de nuevo de
sido encontrados varios restos de úti- una lasca de sílex. También antes del proceso señalado
les sonoros. Podemos hacer una cla- se puede cocer la pata para que el hueso salga sin nin-
sificación de estos instrumentos dividién- gún problema. Mediante una lasca de sílex con filo
dolos en: percusión, cuerda y viento, estos bruto empezaremos a serrar los extremos del hueso
elaborados en hueso y asta. que facilitarán las corrientes de aire al soplar y el va-
Es cierto que nos movemos en un campo polémico, ciado del posible tuétano. Nos podemos servir de una
ya que algunos restos han sufrido tal deterioro que di- fina rama para extraer la posible médula ósea muy lí-
ficulta el determinar su función. Lo que se ha locali- quida. Es recomendable lavar el hueso con el fin de
zado en excavaciones arqueológicas son silbatos sobre limpiar los restos de sangre, incluso llevar a cabo la
falanges y flautas en hueso largo de ave con pequeños cocción del mismo para desinfectarlo.
orificios, muchas de ellas con incisiones lineales. >A TOCAR. Finalizados los pasos indicados vamos a pro-
Necesitamos un soporte para la flauta. Al igual que ceder a crear nuestra flauta, inspirada en las primeras
en yacimientos arqueológicos, recurriremos a un hueso que nuestros ancestros elaboraron.
de ave. La peculiaridad de estos huesos es que en su in- Tenemos el soporte óseo preparado, hueco y lim-
terior son huecos, por tanto nos facilita el trabajo, ya que pio. Ahora hay que crear unas pequeñas oquedades a
no cuenta apenas con tejido esponjoso. Son recomenda- lo largo del hueso, las cuales, cubiertas o descubiertas
bles huesos que midan alrededor de 15 a 20 centímetros. con los dedos, originarán diferentes sonidos. Esos ori-
Para la experimentación hemos recurrido a un “muslo” ficios los podemos hacer sirviéndonos de una lasca de
de pavo. Procedemos a descarnarlo con el fin de acceder sílex con retoque de buril o con un taladro. Nosotros
al hueso que utilizaremos para nuestra labor. Compro- hemos decidido utilizar el segundo. Para mayor rapi-
baremos cómo podemos ir consiguiendo la carne, la piel, dez podemos usar un arco para el taladro, ya que con
los tendones… que podremos utilizar posteriormente menor trabajo conseguiremos lo pretendido en me-
para darles una función en alimentación, cordajes, etc. nos tiempo. Poco a poco, iremos agujereando el hue-
En el descarne nos serviremos de unas lascas de sí- so, con la prevención de no forzarlo, ya que mucha
lex con filo bruto para poder cortar la carne. Una vez presión podría partir o encasquillar nuestra flauta. En
retirada, podemos observar cómo la acción cortante nuestra experimentación hemos reproducido cuatro
ha dejado en el hueso unas ligeras marcas de corte, las orificios, y uno cercano a la embocadura. Terminada
cuales aparecen en los huesos de muchos yacimientos esta acción, y soplando suavemente por la embocadu-
arqueológicos y que evidencian actividad antrópica. ra, empezarán a salir algunos sonidos que nos trans-
>”ENTRE PITOS Y FLAUTAS”. Con el hueso descarnado, portarán a aquellos ecos que escucharon nuestros an-
procederemos a limpiarlo de los restos de carne que tepasados.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 87

PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar este dispositivo sonoro, documentado en
varios yacimientos arqueológicos de hace 12.000 años y asociado a las primeras formas musi-
cales. Flautas y silbatos se basan en la emisión y salida de aire controladas.

1 DESCARNANDO UNA
PATA DEL AVE. Una lasca
de sílex con filo bruto nos
servirá para ir retirando la carne del
5 TALADRANDO.
Realizaremos los orificios de la
flauta sirviéndonos de un
taladro de sílex.
hueso.

3 CORTANDO LAS
EPÍFISIS, los extremos del
hueso, para que el aire pueda
discurrir por su interior vaciado.

2 CONSIGUIENDO EL
HUESO. Nos interesa que el
hueso quede limpio para la
6 QUE SUENE LA
FLAUTA. Con la
flauta finalizada
nos queda coger aire
y empezar a soplar
realización de la flauta. Limpiamos
para que salgan
toda la carne adherida.
distintas notas.

4 APROVECHAMIENTO.
Carne, piel, tendones, tuétano,
hueso… Alimento, cordajes,
combustible… Todo sirve.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 88

88 Arqueología Experimental FLAUTA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
n numerosas cuevas han sido hallados huesos de nstrumentos de viento como flautas y ocarinas
E ave con oquedades, asociados a instrumentos
musicales. Es el caso de la cueva del Castillo, Rascaño,
I están presentes en buena parte del continente
durante el Holoceno tardío. Para la confección de
la Paloma, Isturitz, la Güelga…, todas ellas en el flautas se empleó la madera, la piedra y sobre todo
Norte peninsular, y que presentan una morfología el hueso. En los Andes hay registros de flautas
similar, una idéntica decoración y una cronología realizadas en tibiotarsos de cóndor, un ave muy
correspondiente al Magdaleniense. Por tanto, usadas valorada en las religiones precolombinas, por lo cual
por el Homo sapiens durante el Paleolítico superior. un instrumento confec-
cionado a partir de partes
de dicha especie debió
tener una significación
especial para su uso en
las ceremonias. Entre los
grupos araucanos, era
habitual que después de
Flauta de Geissenklöstende | UNIVERSIDAD DE TÜBINGEN la ejecución de un gran
guerrero adversario, y con
En Geissenklöstende (Alemania), hay un cúbito de motivo de incorporar su
cisne de unos 36.000 años que simula una flauta. poder, se descarnara su
También en Les Trois Frères (Francia) existe una cuerpo y, mientras se
pintura de una especie de hechicero que parece comían algunas partes como el corazón y se bebía
llevar un instrumento musical, al igual que la Venus su sangre, se hacían sonar flautas manufacturadas
de Laussel (un cuerno). Más polémica ha ocasionado con las tibias recién descarnadas del guerrero.
un fémur de oso extraído en el yacimiento esloveno En la imagen, una flauta de piedra del Periodo de
de Divje Babe, de 60.000 años, asociado a los Desarrollos Regionales (1.000-1.480 d.C.) del
neandertales, del cual algunos investigadores dudan noroeste argentino.
de que sea una flauta y defienden la acción carnívo-
ra en el propio hueso. Flauta de piedra | ALBERTO PÉREZ
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 89

Arqueología Experimental 89

19 Bramadera
Voces del viento

La comunicación a
distancia es algo
esencial en las
sociedades actuales.
Las bramaderas, chiringas
o zumbadoras fueron los primeros
instrumentos diseñados durante el Paleolítico
superior para ser escuchados a cierta distancia. Estos se
realizaron en hueso y en madera y su utilización ha
perdurado hasta nuestros días por parte de los aborígenes
australianos. Muchas de ellas aparecen bellamente grabadas
y pintadas. Su utilización se ha relacionado tanto con la
comunicación entre personas como con la caza, ya que el
sonido que se consigue, similar a los bramidos, pudo ser
utilizado como reclamo en las cacerías de cérvidos.

Pérez Moral, M. Á., Pérez, A. (2011) Bramadera


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 90

BRAMADERA
NECESITAMOS
w Rama dura, p. ej., haya w Cuchillos o lascas de w Perforador w Cordaje
sílex

L
a bramadera, con muchos nom- para rematar el instrumento. Es interesante que agu-
bres en las diversas culturas que dicemos los bordes de la bramadera para que la firme-
lo han usado, es uno de los ins- za contra el viento sea mayor.
trumentos hallados en yacimientos Seguidamente, procederemos a realizar una perfo-
prehistóricos asociados a la comunicación (en la pelí- ración en uno de los extremos para atar el cordaje con
cula Cocodrilo Dundee, el protagonista la usa para fibras vegetales. El conducto lo haremos con un tala-
comunicarse). Es complejo determinar su verdadera dro sirviéndonos de un arco, aunque también pode-
función en la Prehistoria pero el sonido conseguido mos utilizar un buril de sílex. La perforación no ha de
gracias a su utilización nos hace pensar que la impor- ser de gran tamaño, basta con que entren las fibras ve-
tancia del mismo se basa en ese bramido. Más difícil getales que anudaremos. La largura del cordaje influi-
es pensar el significado del zumbido. Sabemos que se rá en el sonido, pero nosotros hemos contado con un
ha usado como instrumento musical, que en Australia metro y medio.
el sonido ha sido asociado a la voz de los antepasados Tanto la madera como el hueso nos permitirán
(churingas), en el Pirineo los pastores la han utilizado plasmar grabados para adornar la bramadera. Las ha-
para espantar a los lobos (roncadoras) y los indios ame- lladas en hueso, en yacimientos arqueológicos, pre-
ricanos para invocar a la lluvia. sentan escenas naturalistas y también símbolos esque-
Como soporte para elaborar la bramadera pode- máticos.
mos utilizar hueso o madera. Para hacer el instrumen- >EL TELÉFONO DE LA PREHISTORIA. Con la bramadera fi-
to en hueso es recomendable uno de gran tamaño, de nalizada, indicaremos los pasos a seguir para poder
macrofauna: una costilla o una escápula. Nosotros rea- reproducir el sonido. Con el cordaje enrollado en
lizaremos la bramadera con madera. Es aconsejable nuestra mano, empezaremos a facilitar el giro de la
que sea de unos 25 o 30 cm de largo, una anchura de bramadera. Podemos voltearlo por encima de nuestra
7 a 10 cm y un grosor de 1 cm. Lo que se pretende es cabeza, pero también cercano a nuestro cuerpo. He-
que la zumbadora alcance las medidas citadas, porque mos de tener cuidado de no golpearnos.
el sonido que emulará el útil, que es realmente lo que La intensidad con la que giremos la bramadera in-
queremos conseguir, será más impactante. fluirá en el volumen del zumbido o bramido del ins-
La madera que usaremos es de haya; tenemos que trumento. Por supuesto, lo oiremos mejor en un lugar
emplear una dura para dar mayor estabilidad a la zum- cerrado (cueva) que en un espacio abierto.
badora. A partir de lascas con filo bruto iremos traba- El bramido se genera a partir de la resistencia del
jándola para conseguir la morfología conveniente. aire con el desplazamiento del útil. Lo que hace, en
>QUE EMPIECE A SONAR. Preparado el soporte de la bra- cierta manera, la bramadera es cortar el aire. El largo
madera, y habiéndole dado una forma elíptica con de la cuerda y la intensidad con que giremos el instru-
cuerpo de pez, podemos servirnos de un denticulado mento nos permitirá recrear diferentes sonidos.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 91

PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar este instrumento, asociado por muchos
investigadores a la comunicación, que se basa en la acción del viento al hacer vibrar un objeto
más o menos plano.

1 SELECCIÓN DE LA
MADERA. Recomendamos
una madera dura (haya, roble,
pino…), para posteriormente
5 RESULTADO. Resultado de
bramaderas realizadas
mediante la Arqueología
Experimental. Atamos un cordel en el
trabajar con lascas de sílex y darle la agujero. Así está lista la bramadera.
morfología conveniente.

3 A TALADRAR. Para poder


atar el cordaje, que hemos
hecho de fibras vegetales y

2 TALLAMOS sirviéndonos de un arco, agujereare-

6
Y CREAMOS. A partir de mos uno de los extremos con un
QUE SUENE EL
taladro que cuente con una punta
lascas con filo bruto, iremos BRAMIDO. Con las
poco a poco quitando la corteza y en sílex.
instrucciones citadas anterior-
generando la forma elíptica que nos mente empezamos a provocar el
interesa. Luego, con un denticulado sonido que pretendemos.
podemos rematar las aristas.

4 GRABAN-
DO. Muchas
de las
bramaderas
presentan diferente
ornamentación;
procederemos a
realizar adornos
esquemáticos.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 92

92 Arqueología Experimental BRAMADERA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
as bramaderas que se han hallado en la Península o existen en América muchos registros de la
L Ibérica están realizadas en hueso, sobre costillas
de bóvidos. Destacan las encontradas en el norte
N existencia de estos instrumentos. Pero hay
reportes etnográficos que detallan el uso de
peninsular, del Paleolítico superior, en cuevas como instrumentos similares a los conocidos en Europa
Altamira, Cueva de la Paloma, Aitzbitarte o El Pendo, como bramaderas, utilizados en ceremonias para
estudiadas por J. M. Barandiarán. Algunas que su sonido invocase a elementos de la naturaleza
zumbadoras presentan decoración y a los antepasados, por ejemplo, para propiciar la
naturalista y esquemática, como en el lluvia. En la imagen, tres silbatos de cerámica
caso del fragmento de bramadera de modelados con forma humana que, colocados sobre
El Pendo, donde aparecen representa- las tumbas, sonaban activados por el viento. Esta
dos renos. El investigador dudaba de sociedad del Periodo Intermedio Temprano (250 a.C.
la función de las bramaderas como -500 d.C.) del desierto del sur del Perú es conocida
instrumentos musicales. Más por los famosos geoglifos, que formaron parte de
ejemplos encontramos en la elaborados universos simbólicos y rituales, en los
Dordoña (Francia); destaca la cuales la música (así como también la danza,
bramadera de La Roche Landine. ilustrada en numerosas efigies modeladas en
cerámica) tuvo un papel protagónico.
Bramadera incisa y cubierta de ocre
de La Roche Landine, Dordoña,
Francia. Magdaleniense. | MEC

Figuras mortuorias-silbatos Nasca | FUNDACIÓN URIBURO


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Arqueología Experimental 93

20 Cestería
Quien hace
un cesto…
Durante la Prehistoria, además de la
utilización de materiales como el cuero
o la cerámica, los grupos humanos se
sirvieron de fibras vegetales como el
mimbre o el centeno para fabricar
recipientes y otros objetos. El desarrollo
de la cestería permitió a nuestros
antepasados abrir una nueva forma de
producción de objetos tan variados como
cuerdas, canastos o sandalias. El carácter
perecedero de los materiales empleados para
la fabricación de los mismos hace que las
primeras evidencias que tenemos de esta nueva
forma de trabajo se limiten a unos pocos hallazgos y a varias
improntas dejadas sobre barro seco y recipientes cerámicos.

Pérez Moral, M. Á., Nastri, J. (2011) Cestería


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 94

CESTERÍA
NECESITAMOS
w Tallos de centeno o w Hilo y ramas de zarza w Aguja o lezna de hueso w Agua
mimbre

L
a elaboración de cestería es una de las teno, que apiñaremos paralelamente. Este manojo de-
tecnologías más antiguas de la Huma- be ir muy prensado y atado, para conseguir lo cual
nidad y su comienzo estaría asociado usaremos la parte de la caña de una rama de zarza, a
al Neolítico. Las nuevas formas de produc- la que hemos quitado sus pinchos y limpiado. Es muy
ción basadas en la agricultura y la ganadería importante que, mientras dura la fabricación del ces-
generaban excedentes que era necesario al- to, tengamos estas tiras (que funcionarán como fibras
macenar en recipientes. Junto a estos cestos de unión) en un cubo con agua, humedecidas para fa-
se empezaron a realizar otros objetos con fibras vorecer el trabajo, la elasticidad, la flexibilidad y la re-
vegetales, como sandalias. Los hallazgos arqueo- sistencia. Para la formación de la base, iremos recre-
lógicos sitúan la ejecución de estos enseres a partir de ando una espiral; por tanto, desde la punta, iremos
la sedentarización de las sociedades cazadoras-reco- enrollando poco a poco, mientras vamos uniendo de
lectoras del Paleolítico. Los diversos tamaños y mor- forma muy comprimida y bien rematada cada tramo
fologías irían relacionados con la función de estas ces- muy corto con la tira de zarza en sentido transversal,
tas: almacenar cereal, acopiar semillas, tubérculos o con el fin de que el cesto aguante mayor peso.
frutos recolectados, etc. >HACIA ARRIBA Y CERRANDO. Para finalizar, y una vez
Necesitamos para nuestra experimentación tallos delimitada la plataforma del cesto, que nos marcará
de centeno: este cereal será el material primordial. su tamaño, continuaremos elevando las paredes de la
Aunque también podíamos emplear mimbre, sauce, misma manera, uniendo y atando poco a poco. Iremos
sarga, etc. Para atar y unir los pequeños manojos de alimentando con más centeno el haz sobre el que es-
centeno utilizaremos como hilo una cañada de zar- tamos trabajando, juntándolo, prensando, uniendo y
za, que nos permite contar con una tira muy fina y colocando simétricamente, al igual que la tira de zar-
resistente. Haremos una selección de las pajas de za, cuando se nos agote. Para introducirla, usaremos
centeno: las más gruesas nos servirán para la base, una punta en hueso (ver capítulo correspondiente)
ya que necesitamos un mayor aguante y resistencia, que abrirá paso entre el manojo de centeno acumula-
y las más largas nos facilitarán la elaboración de las do. Una vez que consideremos que la altura de las pa-
paredes del cesto. Pero fundamental será el empleo redes es la adecuada, la terminaremos rematando y
de nuestras manos, nuestros dientes y algún útil que cortando las fibras vegetales sobrantes.
nos permita agujerear el haz de centeno (aguja en Finalizaremos nuestro cesto elaborando una tapa.
hueso o lezna), para poder introducir la tira de una Para ello usaremos la técnica en espiral de la misma
rama de la zarzamora. manera que como habíamos elaborado la base de la
>TRENZANDO Y ENTRELAZANDO. Con los materiales cesta. La tapa quedará rematada en su parte superior
preparados, se procederá a realizar la base del cesto. con una pequeño asa, para la que utilizaremos alguno
Para ello, se seleccionará un manojo de la paja del cen- de los retales de zarza sobrante.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 95

PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar un cesto que puede servir para almacenar frutos
y cereales. Las materias vegetales son la base para realizarlo, además de fuerza y pericia en las manos
para prensar y trenzar.

1 MANOJO
DE CENTENO.
La confección de cestos puede
hacerse con mimbre o emplear paja
de centeno.

3
cesto.
A COSER. Una tira de una
rama de zarza será el hilo que
nos permita coser y unir el

Taller de cestería realizado en las II


Jornadas de Arqueología Experimental de
la Universidad de Burgos.

2 NUESTRAS MANOS.
Son las herramientas

5 RESULTADO. El tamaño y
principales, que nos permitirán
ir confeccionando el cesto. la morfología variará según la
función.

4 TÉCNICA EN ESPIRAL.
Crearemos una espiral para
fundamentar la base.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 96

96 Arqueología Experimental CESTERÍA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
l carácter perecedero de las fibras vegetales con sta tecnología se encuentra muy difundida en el
E las que se han realizado estos cestos hace muy
difícil que hayan llegado a nuestros días. Pero esta
E continente americano desde épocas tempranas,
con registros desde aproximadamente 8.000 años
debió de ser una de las tecnologías más antiguas de antes del presente, conservados en ambientes secos,
las generadas por el ser humano, ya que buena parte como la puna. En ambientes más húmedos existe
de las actividades de acopio de alimento requieren evidencia indirecta, como improntas en negativo
contenedores para su transporte y sobre suelos arcillosos o en las bases de las vasijas
la cestería pudo ser una de las cerámicas para cuya confección se usaron de
opciones preferentes. Sin moldes. Desarrollada con anterioridad a la alfarería,
embargo, su produc- la cestería luego sirvió como estructura y paso
ción no se generali- previo en el desarro-
zará hasta la llo evolutivo de la
aparición de los cerámica, habién-
excedentes dose recuperado
agrícolas en el cuencos de
Neolítico. Existen cestería vegetal
ejemplos muy cubiertos de
representativos de arcilla. A lo largo de
restos de cestería milenios, las cestas
conservada, como los cestos han servido como
y sandalias en la Cueva de los urnas funerarias,
Impronta de cestería de
Murciélagos en Albuñol vestimenta, contenedo- Cesto. Fundación Nicolás
Villargamar, Museo de (Granada) y la impronta de res de alimentos, trampas García Uriburu| ALBERTO PÉREZ
Burgos| CARLOS DÍEZ cestería expuesta en el Museo para pesca e incluso, con una
de Burgos procedente del barrio de Villargamar (en trama muy apretada, sirvieron de contenedor y
la imagen). Actualmente son muy pocas las personas medio de transporte de agua entre los yamanas y
que trabajan la cestería, ya que se trata de un oficio onas de Tierra del Fuego. En la imagen, un ejemplar
muy duro, costoso y poco valorado. usado por los indígenas copiapó del Brasil.
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Arqueología Experimental 97

T
21 Telar
El desarrollo
del vestido
La utilización de pelo de animales y fibras
vegetales para elaborar tejidos fue una
práctica habitual que comenzó a desarrollarse en
la Prehistoria. Aparte de la vestimenta, estos
elementos sirvieron para hacer recipientes,
mantas y un sinfín de nuevos objetos
relacionados con la vida cotidiana de los grupos
humanos. Por desgracia, el carácter perecedero
de los materiales empleados para fabricar estos
elementos hace que conozcamos la utilización de estos
objetos a partir de los instrumentos empleados para la
fabricación de los mismos. Los telares son un buen ejemplo de ello. Los
telares parece que comenzaron a usarse a partir del Neolítico, como
demuestran las fusayolas o pesas de telar, que tanto de piedra como de
cerámica comienzan a aparecer en yacimientos de este periodo.

Pérez Moral, M. Á., Nastri, J., Pérez, A. (2011) Telar


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 98

TELAR
NECESITAMOS
w Grandes ramas w Cordaje de fibras w Fusayolas de barro w Lana de oveja w Aguja de hueso
rectas de madera vegetales o piedra lavada opcional

P
ara la elaboración del telar seguire- >TRABAJANDO EL BARRO. El siguiente paso es elabo-
mos los pasos y procedimientos que rar las fusayolas o pesas de telar, que ataremos en el
probablemente emplearon nuestros extremo inferior de los hilos que cuelgan, dispuestos
antepasados. Hay que destacar que se re- para poder crear esta manufactura textil. Para las pe-
currirá a la información procedente de in- sas de telar se pueden emplear piedras o barro cocido.
vestigaciones arqueológicas y también la Hay que tener en cuenta que se necesita algo pesado
que aportan estudios antropológicos y et- que tense los hilos. Para este telar se ha elegido traba-
nográficos sobre la realización de este tipo de inge- jar arcilla, que luego será cocida con la intención de
nios. Para las primeras sociedades agrícolas y ganade- asegurar su durabilidad. Por tanto, con nuestras ma-
ras, la construcción del telar favoreció la elaboración nos iremos dando forma a las quince fusayolas, que
de prendas más útiles y duraderas, frente a las pieles rondarán los 300-500 gramos. Recurriendo a piezas
de animales curtidas con raspadores que utilizaron arqueológicas de ejemplo, procederemos a una deco-
las sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico. ración incisa, realizada con una aguja de hueso, recre-
Avances en el Neolítico como la cocción del barro (fu- ando motivos geométricos y circulares.
sayolas) y el cultivo de nuevos productos como el al- >PARA FINALIZAR. Con la estructura de ramas, los
godón y lino facilitaron el auge e importancia de los hilos colgando y las fusayolas tensando, tenemos todo
telares. preparado para comenzar a trabajar con la lana deri-
>BASTIDOR. Necesitamos seleccionar cinco ramas que vada del esquileo de las ovejas, que será lavada y tra-
servirán para generar la estructura que emplearemos tada para poder empezar a tejer. Crearemos un ovillo
como bastidor del telar. El tamaño puede variar según con el fin de facilitar los giros y movimientos. Poco a
las prendas que vayamos a confeccionar. Para esta ex- poco, se irán pasando los filamentos de la lana entre
perimentación se han elegido dos ramas que medirán cada uno de los hilos colgantes del travesaño superior
en torno a los ciento cincuenta centímetros, que plan- del bastidor. Al ir girando el ovillo iremos anudando
taremos verticalmente, y otras tres ramas de un metro para configurar el tejido. Confeccionada una fila, la
aproximadamente que colocaremos transversalmen- ajustaremos, y así sucesivamente con el resto. Esta la-
te cada cincuenta centímetros. Para la unión y el atado bor es costosa y requiere de paciencia. En la experi-
de las ramas usaremos fibras vegetales trenzadas que mentación llevada a cabo se ha tardado alrededor de
actuarán como una cuerda. Por tanto, en los diferen- una hora en el tejido del paño. Nos podemos ayudar
tes puntos de unión, iremos anudando y atando las ra- de una aguja en hueso, que abrirá paso para facilitar
mas con el fin de crear una estructura consistente, que la creación del atuendo escogido. Finalizado el telar,
soporte la labor posterior de tejido. El bastidor confi- podemos empezar a trenzar y producir prendas de
gurado servirá para poder tensar los hilos sobre los manera similar a nuestros antepasados en los tiempos
que iremos tejiendo y trenzando la lana. del Neolítico y de la Edad del Bronce.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 99

PASO A PASO. Nos preparamos para elaborar un telar que facilitó la creación de atuen-
dos en la prehistoria reciente. La base es sin duda la lana de los ovicápridos (ovejas y cabras)
que nos van a suministrar la necesaria materia que se transformará en paños y vestimentas.

1 SELECCIÓN DE RAMAS.
Las ramas serán empleadas
para crear el bastidor sobre el
que elaboraremos
el telar.

3 FUSAYOLAS. Con arcilla


generaremos los pesos para
tensar los hilos.
5 TEJIENDO. La lana se irá
cruzando, anudando, tejiendo.

2 CREANDO LA
ESTRUCTURA: Fibras
vegetales servirán para ir
uniendo las ramas.
4 HILOS EN EL
BASTIDOR: Ataremos en la
rama superior los hilos que
colgarán. 6 RESULTADO. Telar
acabado que nos permitirá
realizar tejidos.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 100

100 Arqueología Experimental TELAR

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
l origen de las telas se remonta al Paleolítico l telar usado en los Andes consiste en dos barras
E inferior, como constatan las numerosas herra-
mientas con desgastes en sus bordes relacionados
E paralelas entre las cuales se coloca la urdimbre
de manera continua y en forma de 8. En la variante
con el curtido de las pieles. Para documentar la horizontal de telar, las dos barras paralelas que
producción de tejidos a partir de fibras animales o sostienen la urdimbre se atan a cuatro estacas
vegetales es necesario clavadas en el suelo; mientras que en el telar de
avanzar hasta el cintura, la parte superior se ata a un elemento
Neolítico. Como fijo –como un árbol– y la parte inferior va sujeta
anteriormente se ha mediante una faja a la cintura de la persona
comentado, los mate- tejedora. Este hecho permite regular la tensión de la
riales para la construc- urdimbre acercándose o alejándose del punto de
ción de los telares son sujeción del telar. Son muy escasos los restos de
efímeros, no se suelen telares arqueológicos conservados. En cambio las
conservar (la lana, la pesas de los husos para hilar la lana, usualmente de
madera...), y únicamen- cerámica o de piedra, constituyen uno de los ítems
te las pesas de telar en más frecuentes en el registro de las sociedades
Fusayolas y pesas de El
Amarejo, Bonete, Albacete| piedra, marfil, bronce o agroalfareras. En la imagen, un huso con peso de
IGNACIO ARANDA barro y las fusayolas cerámica procedente del noroeste argentino. Las
(que forman parte de prendas tejidas de lana o de algodón se preservan
los husos) certifican la existencia de estos instru- bien en las zonas más secas de los Andes centrales.
mentos textiles. De esta forma, el aprovechamiento
de las fibras está escasamente identificado en el
Neolítico europeo y únicamente se generaliza en la
Huso para hilar la lana. Fundación Azara| JAVIER NASTRI
Edad del Bronce. A partir del momento en que las
sociedades comienzan a sedentarizarse empiezan a
aparecer fusayolas, pesas de telar y fragmentos de
tejidos. En la imagen, fusayolas y pesas.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 101

Arqueología Experimental 101

22 Calzado
Los primeros
zapateros
En la actualidad son pocos los sitios, como las playas,
por los cuales seguimos andando descalzos. En sus
orígenes funcionó como método para preservar los
pies del frío, las piedras o los animales venenosos,
mientras que hoy en día refleja aspectos sociales tan
diversos como la estética, el estatus económico y las
tradiciones culturales. El calzado es un invento
relativamente reciente y la generalización de su uso
favoreció un cambio físico en el grosor de la
epidermis y en la morfología
de la articulación de los
metatarsos y
falanges.

Terradillos Bernal, M., Nastri, J. (2011) Calzado


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 102

CALZADO
NECESITAMOS
w Lascas, perforador y w Cuero de animal w Aguja de asta w Hilo de bramante
raspador de sílex

E
l calzado es un invento rela- laterales cortamos en línea recta con dos dedos de
tivamente reciente, lo que margen y en la zona posterior (en el talón) de tres de-
implica que el ser humano, dos. El corte lo realizamos con una lasca (el filo bruto
en el largo camino de la evolución, es el que mejor corta). Para la zona superior del pie
ha sido casi siempre un viajero descalzo (aunque con cortamos un trozo de cuero con la forma del empeine
una piel más gruesa y rugosa). sin respetar ninguna franja extra.
>“TE HACES CAMINO AL ANDAR”. Dentro de los diferen- Para facilitar el cosido de estas dos piezas realiza-
tes modelos de calzado empleados en la Prehistoria, mos una serie de agujeros con un perforador con el
en este capítulo se ha optado por el mocasín, al ser el extremo distal muy estrecho para evitar que el agua
más antiguo reconocido. Este mocasín que vamos a se filtre por estas zonas. Las perforaciones se efectúan
confeccionar esta basado en modelos etnográficos de tanto en el talón como en el empeine (unión de las dos
los nativos americanos. piezas) permitiendo de esta forma cerrar el pie. Los
El mocasín es un calzado de cuero, por lo que el pri- agujeros tienen una separación aproximada de 10
mer paso de todos en su preparación será separar la mm, por lo que para un pie con una talla 42 se reali-
piel de la carne del animal (en este caso una oveja). Es- zan unas 30 perforaciones en la zona delantera y 4 o
te proceso se inicia con la realización de unas incisio- 5 en la trasera.
nes en las pezuñas y continúa con unos cortes longi- >HACIENDO LA HORMA. Para finalizar la confección del
tudinales a lo largo de las cuatro extremidades que se mocasín no queda más que realizar el cosido. Emple-
extienden hasta el vientre. Finalmente, agarramos la amos una aguja que hemos hecho en asta de ciervo (a
piel desde los metápodos, tiramos de ella y suavemen- partir de una pequeña varilla) e hilo de bramante (fi-
te la arrancamos. bra vegetal). Para garantizar la resistencia del mocasín
Estiramos la piel en el suelo, eliminamos los restos realizamos dos pasadas con la aguja (una externa y
de carne y grasa con el uso de un raspador enmangado una interna) lo que favorece también su estética.
y esperamos a que se seque. En la superficie externa Como el Homo sapiens es un homínido coqueto va-
de la piel también realizamos un raspado para elimi- mos a añadir un adorno para recoger las alas laterales.
nar el pelo del animal con lo que evitaremos los pará- Para tal fin, efectuamos un cosido especial con tiras
sitos. En el momento en que la piel está seca procede- del propio cuero que hemos cortado con una lasca. Al
mos a añadirla polvo de ocre para favorecer su conser- ser estas tiras más gruesas que el propio hilo necesi-
vación y para teñirla. tamos unas perforaciones más amplias (en cada late-
Una vez preparada la piel llega el momento de rea- ral dos en los extremos y dos en el centro). Pasamos el
lizar los patrones. Situamos nuestro pie sobre la zona cordón con la ayuda de un punzón y anudamos. Una
deseada y vamos a cortarla. En la zona de la punta de vez finalizado el mocasín no queda más que andar y
los dedos mantenemos un margen de un dedo, en los andar… y presumir.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 103

PASO A PASO. El calzado ha mejorado nuestra calidad de vida, favoreciendo incluso cambios en
la epidermis y en la morfología de los huesos y las articulaciones de los pies. El cuero, cortado con pericia y
de varios grosores, es la base para hacer unos mocasines.

4 TALADRANDO. Con ayuda


de un perforador de sílex
realizamos los agujeros.

1 DESPELLEJADO.
Con las lascas separamos la
piel de la carne del animal.

3 OBTENIENDO EL
PATRÓN. Recortamos el
fragmento de piel según el
tamaño del pie.

5 DANDO FORMA. Para


ello nos servimos de una aguja
de hueso y un cordel de
bramante.

2 PREPARAMOS LA PIEL
estirándola, limpiándola,
curtiéndola y secándola.

6 NO ME PISES QUE
LLEVO...
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 104

104 Arqueología Experimental CALZADO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
Las primeras evidencias indirectas del uso de n la zona andina el calzado más difundido fue
L calzado se remontan a hace unos 40.000 años. En
la cueva de Tianyuan, en China, se han recuperado
E una sandalia consistente en un cuero para la
planta del pie, sujetado por medio de un lazo fino
huesos humanos del pie que carecen de las que pasa por entremedio del dedo gordo y su
patologías clásicas relacionadas con los largos contiguo, uniéndose por encima del empeine con
desplazamientos con los pies descalzos. En algunas otros dos lazos de tientos que sujetan el tobillo y
pinturas rupestres del Paleolítico superior de la amarrados, a su vez, al cuero de la planta. En la
Península Ibérica y Francia se han reconocido trazos imagen, un ejemplar recuperado en la Puna
que parecen indicar la argentina y correspondiente al Periodo de Desarro-
presencia de calzado. En el llos Regionales (1000-1480 d.C.). Los poblados de
yacimiento de la Caverna del esta época se emplazaban sobre
Guerrero, en Israel, se faldeos y cumbres cubiertas de
identificaron unas sandalias clastos, lo cual hacía muy
de cuero en una tumba de hace difícil el movimiento
6.000 años. El zapato de cotidiano sin una
cuero conservado más adecuada protección del
antiguo procede de pie. La voz “ojota” constitu-
un yacimiento ye una castellanización del
armenio y término quechua “ushuta”,
tiene unos 5.500 el cual designaba en tiempos
años. Se trata de un de los incas a este tipo de
mocasín de piel de calzado, similar en su forma y
Calzado de La Puna
vaca, del actual estructura a las sandalias de argentina | MUSEO
número 37 y baño modernas. En la actuali- ETNOGRÁFICO DE LA
Calzado de Otzi (5.300 a.p.). UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
South Tyrol Museum of excelentemente dad la población montañesa de
Archaeology | DON HITCHCOCK conservado. Varios la zona sigue utilizando este tipo de calzado
centenares de años más artesanal, aunque los materiales tradicionales son
moderno es el calzado de Otzi, la momia del suplantados por otros modernos y resistentes, como
Calcolítico descubierta en los Alpes. Lo más la goma de neumáticos.
destacado de sus zapatos es que son impermeables,
están forrados de heno y se ataron con fibras
vegetales y cuero.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 105

Arqueología Experimental 105

23 Raspador enmangado
El primer paso
para alargar el brazo
Desde hace 300.000 años, gran
parte de las herramientas de piedra
realizadas por las diferentes especies
humanas fueron diseñadas para ser
enmangadas. Los sistemas de
enmangue supusieron una importante
revolución tecnológica ya que cambiaron
notablemente el rendimiento de los útiles, mejorando
su eficacia y resistencia. Por lo general, la mayoría de los
utensilios que se diseñaron para ser enmangados (como los
raspadores) son de menor tamaño que los instrumentos
fabricados para ser usados directamente con la mano (como
por ejemplo los bifaces). Los enmangues se pueden realizar
combinando diferentes elementos como tripas de animales,
tendones, resinas o fibras vegetales como el cáñamo.

Terradillos Bernal, M., Nastri, J. (2011) Raspador enmangado


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 106

RASPADOR ENMANGADO
NECESITAMOS
w Materia w Lasca w Percutor w Rama de w Cuero w Fibras animales w Cola w Fuego
prima cortante duro madera vegetales (tendones (resina o opcional
(sílex) (sílex) (cuarcita) (sauce) (cañas) o o tripas) brea)

E
n un primer momento se debe daje. Para este enmangue se ha utilizado el bramante,
realizar el raspador. Para ello se que son fibras de cáñamo trenzadas que ofrecen una
selecciona un sílex de buena gran resistencia. También podemos utilizar tendones;
calidad. Extraeremos lascas a partir el tendón debe secarse hasta que alcance una deter-
de percusión directa con percutor du- minada dureza. Una vez seco se separan las fibras ma-
ro y se selecciona una de ellas que po- chacándolas con una piedra en un yunque. El cuero
sea un frente distal espeso. Sobre este frente se efectúa también es una materia óptima para realizar el corda-
un retoque con un percutor de dimensiones muy re- je. Para ello, con un cuchillo se cortan tiras finas y lar-
ducidas, que producirá un extremo no demasiado am- gas, se aplican sobre el útil enmangado y se espera a
plio, abrupto y redondeado. Con el mismo retocador que se sequen antes de usarlo. Si utilizamos tripas de-
se modifica el talón, adelgazando la zona proximal pa- bemos lavarlas y escurrirlas, y, antes de que se sequen,
ra facilitar el enmangue. aplicarlas sobre la zona a unir.
En la segunda fase, una vez realizado el raspador, Una vez que la zona terminal del mango está cu-
vamos a seleccionar un vástago de madera adecuado, bierta con el cordaje, se impregna en abundante cola
siendo las maderas verdes y poco duras las más propi- para que asegure la resistencia de las ligaduras. El ad-
cias. Hemos optado por una rama de sauce. Abrimos hesivo seleccionado para esta pieza es la resina, un
la madera en sentido horizontal con un hendedor o material muy fácilmente adquirible en la naturaleza.
con una gran lasca, que haga la función de cuña, y un Las resinas de mejor calidad son las que ofrecen las co-
percutor para que encaje la pieza. Una vez abierta la níferas (pino, abeto). Para usar la resina natural es ne-
rama de sauce en su zona terminal se debe realizar cesario calentarla entre tres y cuatro minutos y apli-
una hendidura, necesaria para hacer un hueco que carla sobre la pieza. Como en el caso de las ligaduras,
permita acoplar la pieza dentro del mango. Para ase- podemos utilizar otros tipos de colas naturales. El as-
gurar una perfecta sujeción, se envuelve la zona pro- falto o brea se puede obtener directamente de ciéna-
ximal del raspador en un trozo de cuero, que realizará gas o en las droguerías. Se utiliza mezclado con ceniza
la función de pieza intermedia; así, evitaremos o mi- de madera y manteca. Otra forma de unirlo es obte-
nimizaremos que el mango se agriete o se rompa una niendo colágenos, que se consiguen cociendo pieles,
vez que lo utilicemos. huesos y cartílagos hasta conseguir una gelatina.
Posteriormente, se encaja el útil en el hueco reali- Antes de utilizar el instrumento enmangado, siem-
zado anteriormente y se fija la pieza al vástago de ma- pre debemos esperar a que seque la cola. Los raspado-
dera utilizando sucesivas capas de fibras vegetales o res se han relacionado tradicionalmente con el
animales. Las ligaduras pueden ser utilizadas de forma curtido de las pieles. Para curtir las pieles, podemos
aislada o combinadas con adhesivos. La naturaleza empujar el instrumento hacia delante (corte positivo)
nos ofrece múltiples posibilidades para realizar el cor- o hacia atrás (corte negativo).
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 107

PASO A PASO. Se requiere una lasca ancha de buen sílex para hacer el raspador, una rama no
demasiado dura que nos va a servir para engarzar en ella el instrumento de piedra, cordaje y cola para
asegurar su fijación y firmeza. El frente del raspador se reaviva cuando observamos excesivo desgaste.

2 ABRIMOS EL VÁSTAGO
DE MADERA. Con una
lasca afilada que será utiliza-
da como cuña o con un hendedor, y
un percutor, se abre horizontalmen-

3
te la rama. Una vez abierta, se FIJAMOS EL RASPADOR
realiza una hendidura, necesaria AL MANGO. Se encaja el
para formar el hueco que permita raspador en el hueco realizado
encajar el instrumento. anteriormente y se fija la pieza al

1 PRODUCCIÓN
DEL RASPADOR.
Entre las lascas
producidas por percusión
Fibra vegetal (bramante). vástago de madera utilizando
sucesivas capas de fibra vegetal (en
directa con percutor duro,
concreto, bramante) impregnadas
seleccionamos la que tenga
en abundante resina natural. Se
un frente distal espeso. Con
espera a que seque el colágeno y ya
un retocador configuramos
se puede utilizar. Este instrumento
un filo abrupto y semicircu-
está tradicionalmente relacionado
lar. Para facilitar el enman-
con el curtido de las pieles.
gue adelgazamos la zona
proximal.

Cola de pescado,
cera y resina.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 108

108 Arqueología Experimental RASPADOR ENMANGADO

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
ealmente es difícil encontrar en el registro n América la presencia de instrumentos enman-
R instrumentos enmangados ya que la mayoría de
los mangos se realizaron en madera y estos rara vez
E gados ha sido mayormente inferida por algunos
atributos de los instrumentos de piedra. Tanto en
se conservan. La traceología es la disciplina que se América del Norte como en Sudamérica se interpre-
encarga de estudiar las marcas y huellas de uso que tó la presencia de escotaduras o muescas laterales
quedan en las herramientas. Esta disciplina embotadas en raspadores como
nos ha permitido reconocer evidencia de un sistema de
determinados tipos de enmangado. En la Patago-
retoque cuya finalidad fue nia se registraron
ayudar a la sujeción de la etnográficamente dos
herramienta de piedra tipos diferentes de
sobre el mango. El estudio enmangado de raspado-
de algunas fracturas en res, uno con una madera
muchas piezas, las cuales flexible doblada y ligada
aparecen partidas por la con tientos de cuero; y
mitad (fracturas transversales otro en el cual se adhiere la
por flexión) han sido pieza lítica con resina vegetal
interpretadas como fractu- en una escotadura de un trozo
ras intencionales para el de madera. En sitios de la
enmangue. A partir de los provincia de Santa Cruz se han
350.000 años aparecen raspado- recuperado raspadores enmangados en huesos, con
res en muchos yacimientos europeos. Con el paso del ligaduras de cuero acolchadas con vellones de lana
tiempo, estos fueron reduciendo de tamaño. El de guanacos.
proceso de reducción de los mismos está relacionado
con el desarrollo de los mangos, los cuales se genera-
Raspador de Alero Nestares, Río Negro, Argentina. | EDUARDO CRIVELLI
lizaron durante el Paleolítico superior.

Raspador de sílex de San Millán de Juarros. | MIGUEL ÁNGEL PÉREZ


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 109

Arqueología Experimental 109

24 Arco y flecha
La revolución
de la caza
Hasta la aparición de la ganadería, la caza ha sido la
forma esencial utilizada por los grupos humanos para
obtener carne. Tras una primera etapa caracterizada
por el carroñeo, las poblaciones comenzaron a
fabricas jabalinas, a las cuales progresivamente
se fueron añadiendo puntas de piedra y hueso.
Los primeros arcos documentados apenas
superan los 12.000 años; sin embargo su
aparición fue una revolución en los
sistemas de caza ya que su
utilización sirvió para aumentar
sustancialmente la distancia respecto a la
presa, la potencia de tiro y la precisión a la
hora de abatir un animal.

Terradillos Bernal, M., Pérez, A. (2011) Arco y flecha


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 110

ARCO Y FLECHA
NECESITAMOS
w Maderas w Cuchillos hachas de w Azuela o w Fibras tendón de w Plumas w Percutor wFuego
(p. ej., olmo variados piedra) cepillo de variadas caballo y de buitre y punta de opcional
y avellano) (lascas o piedra (p. ej., tripas) piedra

P
ara la realización de un arco y cesaria para un correcto uso. Para ello debemos, de
una flecha necesitaremos la ob- manera únicamente provisional, unir los extremos
tención de diferentes clases de del arco con una cuerda que hemos realizado trenzan-
maderas. Para el arco, la madera más uti- do fibras de tendón de Aquiles de un caballo. Una vez
lizada ha sido la de tejo, aunque es reco- tensada la cuerda, la zona central del arco debe distar
mendable utilizar maderas de otras especies, como el unos 20 cm de esta, para no recibir latigazos en la mu-
olmo o el abedul, ya que el tejo está actualmente pro- ñeca a la hora de disparar. Cuando nos hayamos ase-
tegido. Para la realización de la flecha vamos a utilizar gurado que el arco presenta esa correcta curvatura,
una varilla de avellano ya que es un tipo de madera vamos a pasar a realizar el trabajo fino con una peque-
que se endereza sin demasiadas complicaciones. La ña azuela y el cepillo, con los que eliminaremos todas
madera que utilicemos para fabricar el arco no debe las irregularidades. Cuando tengamos el arco sin asti-
tener muchos nudos y debe estar seca. Para secarla po- llas lo vamos a pulir con una muesca de sílex. Para fi-
demos introducir una rama, seleccionada por su elas- nalizar el arco, vamos a realizar unas pequeñas inci-
ticidad, debajo de un fuego, para que solo se vea afec- siones en los extremos con una lasca para una correc-
tada por el calor y no por las llamas. Así, se va a desa- ta sujeción de la cuerda.
rrollar un proceso de deshidratación que durará una LA FLECHA>Para la realización de la flecha el primer
o dos horas, según el grosor de la rama. Una vez calen- paso consiste en eliminar la corteza de la rama de ave-
tada hay que dejarla secar varios días antes de trabajar llano y pulirla con las mismas herramientas utilizadas
con ella. en el arco. En la zona trasera de la flecha (la zona de
DESCORTEZADO Y REDUCCIÓN> El descortezado lo va- la rama más alejada del tronco) se fijarán de forma
mos a realizar con un cepillo formado por una lámina perpendicular tres medias plumas de buitre con fibras
insertada en la proximidad del punto de unión de dos de tendones de animales. En la zona delantera enman-
ramas. Este instrumento es de muy fácil manejo y nos garemos una punta realizada en sílex (lasca con un
permitirá eliminar la corteza y las irregularidades que frente de menos de 45º) o simplemente la calentare-
producirá la talla de una forma muy sencilla. La reduc- mos para endurecerla. Si deseamos realizar una punta
ción se realiza con un hacha enmangada, y debe estar de gran calidad se deben escoger lascas de buen sílex
encaminada a la búsqueda de la forma definitiva del y realizar un retoque plano y profundo, que reduzca
arco. Se perseguirá conseguir unos extremos (o palas) el espesor del soporte y forme las aletas y el pedúncu-
planos y una zona central (o mango) un poco más lo. Este retoque se realiza con un compresor de asta
gruesa. Este es un trabajo lento y exigirá varios reavi- de cérvido.
vados de estas herramientas de corte. El último trabajo para finalizar la flecha será la pro-
Antes de pasar al trabajo fino debemos considerar ducción de una ranura, con una lasca de sílex, que per-
si el trabajo en el arco ha producido la curvatura ne- mita el encaje con la cuerda del arco.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 111

PASO A PASO. La producción de un arco neolítico requiere que el artesano realice un trabajo paciente durante
las diversas fases de fabricación. El trabajo se inicia seleccionando una madera de elasticidad y dureza óptima, y terminará
con el pulido y el acople del cordaje.

4 FASE FINAL. El
arco se pule con una
muesca de sílex, se
realizan las ranuras en
los extremos para
instalar la cuerda y se ata esta.

1 ELIMINACIÓN DE
LA CORTEZA. El descorteza-
do de la rama seleccionada se
realiza con un cepillo. Este instrumen-
to es de muy fácil manejo y nos
permitirá eliminar la corteza de una
forma rápida y limpia. 3 LA CURVA-
TURA. Unir los extremos del
arco con la cuerda tensada. La
zona central del arco debe distar unos

2 REDUCCIÓN DE LA 20 cm de la cuerda, para que esta no


RAMA. Se talla con un hacha
enmangada buscando la forma
deseada, en la que las paletas deben
ser finas y el mango grueso.
nos golpee en el disparo.

5 LA FLECHA. Se elimina la
corteza de la rama de avellano
y se pule. En la zona trasera de
la flecha se fijan tres medias
plumas de buitre. En la zona
delantera enmangaremos
una punta realizada en
sílex o simplemente se
calienta para endurecerla. El
último paso es la produc-
La cuerda ha sido realizada ción de una ranura.
trenzando fibras de tendón
de Aquiles de un caballo.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 112

112 Arqueología Experimental ARCO Y FLECHA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
lgunos arqueólogos han visto la primera n el continente americano la aparición del arco y
A representación de un arquero en una plaqueta
grabada de la Cueva de Fadets (Francia) hace unos
E flecha es asociada a una nueva estrategia de
caza, que posibilita una mayor distancia entre el
12.000 años. Sin embargo, los primeros arcos cazador y la presa, muy adecuada para el sosteni-
documentados aparecen en el norte y este de Europa miento de una dieta generalizada. Dado que los
en los yacimientos de Elm (Dinamarca) y Stellmoor elementos de madera no suelen conservarse, su
(Alemania) hace 11.500 años. Durante el Mesolítico se antigüedad más allá de los últimos 2.000 años es
generalizan este tipo de hallazgos en los yacimientos materia de especulación, principalmente en
de Holmegaard, Muldb- relación con la morfología y las características
jerg y Braband en aerodinámicas potenciales de los cabezales de
Dinamarca o Wis en
Rusia. Algo más recientes
son el arco neolítico de
tejo de Meare Heath
(Inglaterra) o el de
Charavines (Francia),
ambos de hace unos
5.000 años. Junto a esto
algunos investigadores piedra. Es una tecnología aún en uso en sociedades
proponen que el arco amazónicas que mantienen su modo de vida
pudo empezar a usarse tradicional. Fue también un arma letal en la guerra,
mucho antes. La experi- ya que desde Four Corner en Estados Unidos hasta
mentación lanzando flechas demuestra Lihuel Calel en las pampas argentinas existen
astillamientos y fracturas diagnósticas de la evidencias de ejecuciones masivas con esta arma
existencia de arcos al final del Palaeolítico medio. compuesta. En la imagen, un grupo de arcos de los
aborígenes amazónicos.

Puntas de flecha fracturadas de Oscurusciuto (Italia). Arcos amazónicos | COLECCIÓN FUNDACIÓN NICOLÁS GARCÍA URIBURU
Paleolítico medio. | P. VILLA ET AL. JAS
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 113

Arqueología Experimental 113

25 Hoz
Los agricultores
del ayer
Hace unos 10.000 años, ya nada volvió a ser
como antes. Los grupos paleolíticos de
cazadores y recolectores fueron cambiando
sus formas de obtener alimento para dejar
paso a un nuevo modo de vida protagonizado
por la agricultura y la ganadería. El desarrollo de
estas actividades marcó el inicio de un proceso de
transformación del medio que aún continúa en
nuestros días. De la misma manera, se generó un
nuevo repertorio instrumental relacionado con estas
nuevas formas de producción de alimentos. Las hoces
son un buen ejemplo de ello. Las primeras eran
simplemente una gran lámina de sílex enmangada en un
trozo de madera o de asta. Con el paso del tiempo estas
se hicieron más complejas, mejorando su funcionalidad.

Pérez Moral, M. Á., Alonso Alcalde, R. (2011) Hoz


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 114

HOZ
NECESITAMOS
w Rama arqueada w Láminas y un buril de w Percutor blando (asta de w Adhesivo de resina o cola
sílex ciervo)

E
n esta ocasión vamos a elaborar un útil que sur- cleo de sílex empezaremos a extraer láminas. Para fa-
ge en el Neolítico, ante la necesidad de cortar y cilitar su consecución, utilizaremos un percutor blan-
recoger el cereal y otros vegetales de manera in- do (asta de ciervo, madera de boj...), lo que nos permi-
tensiva. tirá conseguir lascas de sílex alargadas y finas que fa-
En el registro arqueológico no solemos recuperar ciliten el enmangado.
la madera, pero encontramos en muchas ocasiones Podemos seleccionar láminas que presenten una
los “dientes de hoz”. Estas láminas o lascas de sílex longitud de tres o cuatro centímetros de largo para fa-
que presentan un filo denticulado iban enmangadas cilitar posteriormente el encajamiento en la ranura
en madera, la cual es difícil que se conserve con el pa- del mango. Una vez que contemos con las láminas que
so del tiempo. nos permitan abordar la hoz, empezaremos a crear
La hoz ha llegado a nuestros días con mínimos pequeñas muescas en uno de sus bordes con el propó-
avances, y actualmente se sigue utilizando. sito de crear un filo dentado. Para tal fin, nos podemos
>SELECCIONAR LA MADERA. En primer lugar, seleccio- servir de un candil de asta de ciervo que usaremos co-
naremos una rama que presente un buen arquea- mo presionador.
miento y una zona más rectilínea que nos servirá lue- >PARA FINALIZAR. Con el mango de la hoz terminado,
go de mango. Es muy importante la encorvadura, ya y los dientes de hoz finalizados, procederemos a ir in-
que dicha zona será el área activa de la hoz, que favo- sertándolos cuidadosamente. Antes habremos exten-
recerá el poder segar el cereal. Las dimensiones reco- dido en la acanaladura el pegamento elaborado a par-
mendadas de la rama son de cuarenta a sesenta tir de resinas vegetales, cera, cola de pescado u ocre.
centímetros de largura y con un grosor de unos tres o Colocaremos los diferentes dientes intentando que va-
cuatro centímetros. Con la rama cortada y delimitada yan encajando los unos junto a los otros, con el fin de
procederemos a la limpieza de la corteza con una las- conseguir un filo continuo y uniforme.
ca de filo bruto. El mango de la hoz puede decorarse Como remate, y con la misma cola, iremos relle-
con posterioridad mediante incisiones formando mo- nando posibles huecos para dar consistencia a los
tivos variados. dientes de hoz. Seguidamente, y para contar con un
Terminada esta acción, dejaremos unos diez centí- mejor acabado, eliminaremos del mango y de los
metros para poder empuñar la hoz, y en la parte de la dientes de hoz con pequeñas lascas los posibles restos
rama donde presente el arqueamiento cóncavo pro- de pegamento. Podemos envejecer el útil creado man-
cederemos a realizar una acanaladura con el buril, te- chándolo con tierra, incluso coloreándolo con pig-
niendo en cuenta el grosor de las láminas, con el fin mentos naturales.
de insertar posteriormente los dientes de hoz. El resultado final nos permitirá contar con una hoz
>DIENTES DE HOZ. Preparada la rama, procederemos a muy similar a la que pudieron utilizar los primeros
realizar los dientes de hoz. Para ello, a partir de un nú- agricultores.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 115

PASO A PASO. Las nuevas actividades económicas del Neolítico ocasionaron la aparición de distintos elementos:
la hoz, la azuela, el molino... asociados a la agricultura y a la ganancia de terreno para pastos.

1 ELIMINANDO LA
CORTEZA. Elegida la
rama, poco a poco
iremos pelando la corteza,
3 FILOS DENTADOS. En las
láminas, valiéndonos del
candil de un asta de
ciervo, iremos creando
sirviéndonos de una lasca de pequeñas muescas que
sílex. Es importante que la nos permitan contar con
rama cuente con cierta un perfil dentado.
curvatura.

5 A SEGAR. Terminada la hoz,


podemos emular a los
agricultores del Neolítico.

4 COLOCANDO LOS
DIENTES DE HOZ. En la
canaladura añadiremos las
resinas vegetales para fijar los
dientes de hoz. Intentamos que las
láminas vayan encajando unas con
otras para conseguir un filo
continuo.

2 LA ACANALADURA.
Debemos crear un ranura en el
que irán incrustados y
pegados los dientes de hoz. Una
6 HOZ DE AYER
Y DE HOY.
Comparamos
lasca de sílex con retoque de buril una hoz actual con la
nos permitirá ir creando un surco realizada en la
para insertar las piezas. experimentación. Comproba-
mos la similitud entre ellas.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 116

116 Arqueología Experimental HOZ

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa
a aparición de la agricultura originó la creación de filos continuos mediante engarces. Las primeras hoces
L diversos útiles que facilitaron las labores
relacionadas con el trabajo del campo,
del Neolítico estarían elaboradas con simples
láminas, insertadas de forma rectangular.
lo que ha permitido conseguir Las muescas que presentan los dientes de
recursos alimenticios sin tener hoz que nosotros hemos realizado serían
que desplazarnos grandes características a partir del periodo
distancias. Las piezas denticuladas Calcolítico.
son muy antiguas, pero al principio
no estaban asociadas a la creación de Diente de hoz de Atapuerca | EIA

Sudamérica
n América la estas acciones dejan huella
E producción de
alimentos fue un
en el registro
arqueológico:
proceso gradual y de representaciones de
desarrollo variable según las regiones. En rebaños o campos cultivados en el arte rupestre;
los distintos ambientes del continente, tales como las aparición de nuevas tecnologías como pesos de palos
franjas costeras, los desiertos de altura, los bosques y cavadores y azadas; textilería de lana animal; restos de
las selvas, se dieron cambios variados o similares pero vegetales cultivados, etc. En la imagen, un cuchillón de
en diferente orden de sucesión, que finalmente madera empleado en la cosecha de maíz por parte de
desembocaron en la adopción de prácticas de los aborígenes que habitaron el sitio de Tastil durante
domesticación animal y vegetal. Desde la elección de el Período de Desarrollos Regionales (1.000-1.480 d.C.)
ciertas especies para su cuidado, la eliminación de del noroeste argentino.
plagas y predadores, hasta llegar al control total del
ciclo de reproducción de algunas especies, muchas de Hoz de Tastil. Museo de Antropología de Salta | JAVIER NASTRI
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 117

Arqueología Experimental 117

26 Honda
David
contra Goliat
A lo largo de mucho tiempo los grupos de cazadores
paleolíticos pudieron estar arrojando piedras con el
objetivo de abatir a sus presas. La utilización de cuerdas
para arrojar estos elementos, bien de forma directa
(boleadoras) o ayudados de una pequeña bolsa o
canastillo (honda), fue una auténtica revolución ya que
se ampliaron sustancialmente las distancias de tiro,
favoreciendo así la seguridad de los cazadores. Toda
honda consta de dos partes: una
serie de cuerdas que permiten
arrojar el proyectil a mucha
distancia y una especie de bolsa que
sirve para mejorar la sujeción de la
piedra o pella de barro usada como
proyectil.

Pérez Moral, M. Á., Alonso, R., Pérez, A. (2011) Honda


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HONDA
NECESITAMOS
w Cuero w Cordaje vegetal o animal w Punta o perforador de w Bolas de arcilla o piedra
sílex

L
a experimentación propuesta permite acer- > EN BUENA HONDA. Comenzaremos a elaborar nues-
carnos al conocimiento de la caza prehistó- tra honda con los materiales seleccionados. Empeza-
rica a distancia a partir de muy pocos ele- remos con la tira de cuero que servirá como soporte
mentos. Para ello vamos a fabricar una honda, para el proyectil. Con las medidas recomendadas pro-
seguramente una de las armas más antiguas de cederemos a agujerear la piel curtida para, posterior-
la Humanidad, que permitía atacar a los diferen- mente, pasar la cuerda. Haremos dos agujeros de pe-
tes animales, y posteriormente usada con fines queño tamaño en los dos extremos. Seguidamente,
bélicos, desde una distancia que nos permite evi- para realizar el cordaje, utilizaremos fibras vegetales
tar grandes riesgos. Este útil lo encontramos en pocas que iremos trenzando para dar cierta rigidez y consis-
ocasiones en el registro arqueológico, ya que la natura- tencia a la cuerda que estamos creando. Aconsejamos
leza perecedera de sus materiales no ha permitido que que la cuerda cuente con unos cincuenta o sesenta
se conserve. No obstante, sí que han llegado a nuestros centímetros de largo para cada extremo, para favore-
días los diversos proyectiles empleados, a veces difíciles cer y facilitar el lanzamiento. Al final del cordaje cre-
de identificar. Aunque no existen vestigios paleolíticos, aremos un asa para poder voltear correctamente la
debemos pensar que es seguramente a finales de este honda. Finalizado el artilugio, buscaremos los dispo-
periodo cuando las sociedades cazadoras-recolectoras sitivos que arrojaremos. En esta ocasión, invitamos a
los empleen como arma de caza. buscar piedras que podemos encontrar en un paseo,
En primer lugar necesitamos encontrar los mate- pero seleccionando morfologías que tiendan a la re-
riales. Como base para el proyectil, como cavidad mol- dondez, buscando una mejor aerodinámica.
deable y flexible donde introduciremos la bola de ar- >A CAZAR. Con la honda terminada únicamente nos
cilla, piedra… que arrojaremos, utilizaremos cuero. queda poner en práctica el arma procesada. Para ello
Necesitaremos un retal de piel curtida que cuente con buscaremos objetivos que nos permitan poner a prue-
unos 10 centímetros de largo por 8 centímetros de an- ba nuestra puntería. Llegar a controlar con precisión
cho. Este receptáculo flexible necesita dos cuerdas que la honda, manteniendo cierta potencia, puede ser di-
ataremos a los extremos. En este caso podemos usar ficultoso. Agarraremos la honda por las dos asas que
tendones, lino, crines… Nosotros emplearemos fibras habíamos dejado en los extremos. Colocaremos el pro-
vegetales que trenzaremos, entrelazaremos y tejere- yectil seleccionado en la tira de cuero y, suavemente,
mos. Por ahora tenemos material para nuestro artilu- iremos girando, volteando la honda, ganando poco a
gio, pero nos faltan los proyectiles. Teniendo en cuenta poco rapidez con el fin de que adquiera velocidad.
hallazgos arqueológicos, podemos recurrir a bolas de Cuando creamos que cuenta con la potencia y la cele-
arcilla secadas al sol o piedras naturales redondeadas. ridad suficiente, soltaremos solo una de las cuerdas
Todos estos proyectiles deben contar con dureza, bue- para que el proyectil salga disparado, consiguiendo al-
na aerodinámica y un peso que ronde los 100 gramos. canzar grandes distancias.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 119

PASO A PASO. El lanzamiento de piedras debió comenzar arrojando cantos de río,siendo


la honda y las boleadoras posteriores. La diferencia entre estas se basa en si el proyectil es arrojado
(en las hondas) o es toda la estructura la que se lanza (en las boleadoras).

3 ACABADA LA HONDA.
Ataremos las cuerdas a los dos
extremos de la tira de cuero. 5 HONDAS. Se pueden
realizar con materiales
diferentes.

1 PREPARANDO EL
CUERO. Buscaremos un
pequeño retal de cuero que

6
agujerearemos en sus extremos. CAZANDO. Con la honda
preparada y un objetivo nos
dispondremos a disparar.

2 TRENZANDO LAS
FIBRAS VEGETALES.
Fibras vegetales trenzadas nos
permitirán contar con una 4 PROYECTILES. Dureza,
aerodinámica… proyectiles
con el fin de atacar a animales,
resistente cuerda. pero también con fines guerreros.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 120

120 Arqueología Experimental HONDA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa
a realización de hondas con materiales perecederos mundo romano son abundan-
L dificulta la conservación y el hallazgo de estos
artilugios. En ocasiones se han encontrado bolas que
tes las representaciones de
honderos en murales, cerámicas,
presentan cierta esfericidad correspondientes al ánforas,monedas (en la imagen)…
Paleolítico superior, pero es difícil determinar si También los proyectiles en algunos
Moneda griega de
realmente se trata de proyectiles para honda. Menos casos llevaban inscrito el nombre del Panfilia. Siglo IV |
problemas existen durante el Neolítico, donde aparecen líder al que pertenecía el hondero. MUSÉE DE LYON

bolas de arcilla secadas al sol que claramente se Los honderos de las Islas Baleares han
empleaban con la función citada. Existen numerosos ocupado un papel relevante desde el pasado (Baleares
yacimientos en Anatolia, Catal Hüyük (actual Turquía) y en griego significa lanzadores). Tal era su destreza con
Oriente Próximo donde han sido hallados estos esta arma que eran contratados como mercenarios por
proyectiles con fines bélicos. En Egipto, Grecia y en el los distintos ejércitos de la Antigüedad.

Sudamérica
os pueblos precolombinos disponían de varios tipos recuperación de textiles de
L de armas tanto para la caza como para la guerra.
Por ejemplo, en la Patagonia argentina y en la Arauca-
hondas con decoración
policroma de figuras geomé-
nia chilena el uso de la honda se daba en sociedades tricas, por ejemplo en la
que disponían de arco y flecha, boleadoras, bolas península de Paracas y el valle de
Bola de honda.
arrojadizas y rompecabezas. Un gran número de Nazca. En el valle de Santa María, del Fundación Azara |
esferoides manufacturados por abrasión y pulido o norte argentino, se recuperaron JAVIER NASTRI

modelados y cocidos en arcilla han sido recuperados acumulaciones de piedras de honda


en sitios arqueológicos holocénicos correspondientes en atalayas, dispuestas a lo largo de muros defensivos
tanto a sociedades cazadoras recolectoras como de los asentamientos de piedra sobre las laderas de las
agroalfareras. En sitios de Perú y Bolivia la buena montañas. En la imagen, una piedra de honda
conservación de restos orgánicos ha permitido la procedente del noroeste argentino.
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Arqueología Experimental 121

27 Cabaña
Bajo techo

Durante muchos años se ha trasmitido la idea de que nuestros


antepasados solamente vivían en cuevas. Esta visión es totalmente
errónea, más teniendo en cuenta que muchos de los yacimientos
importantes para el estudio del proceso evolutivo son yacimientos al
aire libre. Los grupos humanos a lo largo del
tiempo, para refugiarse de las inclemencias
meteorológicas, han construido parapetos y
cabañas. Para generar el armazón de las
mismas se sirvieron de maderas o huesos de
grandes mamíferos, como por ejemplo de
los mamuts. Mientras, las techumbres se
construían a partir de fibras vegetales o
pieles, las cuales eran sujetadas
mediante cuerdas de los mismos
materiales.

Pérez Moral, M. Á., Alonso Alcalde, R., Díez, C. (2011) Cabaña


LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 122

CABAÑA
NECESITAMOS
w Tres ramas largas y w Ramas largas y w Cuchillos de sílex w Cuerdas de fibra w Pieles, juncos,
gruesas otras cortas flexibles vegetal carrizo y paja

L
a experimentación propuesta permite co- ramas que surjan de los postes con los que vamos a
nocer cómo eran esas construcciones y cuá- trabajar. Seguidamente con los tres postes (ramas)
les eran las maniobras de erección utiliza- principales procederemos a su colocación; los extre-
das, ya que las cabañas prehistóricas no han mos de menor grosor que quedarán en la parte supe-
llegado a nuestros días debido a la naturaleza de los rior serán atados con cuerda (fibras vegetales trenza-
materiales usados, de origen vegetal. Para nuestra ex- das), para generar cierta firmeza. Proyectados los pos-
perimentación utilizaremos materiales y procedimien- tes principales, realizaremos unos agujeros de unos
tos al alcance de las sociedades paleolíticas. La estruc- 20 centímetros de profundidad para introducirlos y
tura que vamos a llevar a cabo surge del modelo etno- sustentar el armazón de la cabaña. Estos agujeros los
gráfico empleado por los cazadores-recolectores sub- rellenaremos de piedras y tierra. Colocaremos postes
actuales de Norteamérica, conocido como “tipi”, y de auxiliares (con características similares a los princi-
los restos de un yacimiento arqueológico correspon- pales) y empezaremos a unir con pequeñas ramas fle-
diente al Pleistoceno superior (Pincevent, Francia). xibles de unos 60 a 80 centímetros los diferentes pos-
En primer lugar, necesitamos encontrar los mate- tes transversalmente. Para ir uniendo estas “ramillas”
riales que nos servirán para erigir nuestra cabaña. Un nos serviremos de fibras vegetales. Hemos colocado
paseo por el campo nos ayudará con esta labor: tres alrededor de 15 ramas transversales. Lo que hemos
ramas que serán la base de la estructura, por tanto nos conseguido es crear una estructura firme, segura y es-
interesa que sean largas, alrededor de los dos metros table, que aguantará perfectamente las inclemencias
y medio, y que cuenten con un grosor de unos 10 cen- atmosféricas.
tímetros; otras tres ramas auxiliares, con la misma > A RESGUARDARSE. Solo nos queda cubrir el esquele-
longitud, pero con un grosor menor. Para la consisten- to de la cabaña para protegernos de la lluvia, la nieve,
cia de la estructura escogeremos pequeñas ramas que el viento… Para ello hemos tomado juncos y carrizo
uniremos transversalmente a las ramas principales. que iremos colocando sobre la estructura. Después
Para cubrir la estructura y ofrecer impermeabiliza- ataremos los haces de juncos a las ramas transversa-
ción usaremos materiales de origen vegetal, pero con les para favorecer su fijación. El procedimiento em-
poco peso, para que no sufra la cabaña. Con esta in- pleado para tramar es un trenzado en el que los haces
tención hemos seleccionado los juncos que crecen a se fijan de forma alterna entre los travesaños, de la
la orilla del río y una piel curtida. Piedras, tierra, algu- parte inferior a la superior; esto nos permite econo-
na lasca de sílex… y manos a la obra. mizar al máximo la cuerda empleada, ya que los ha-
> CONSTRUYENDO. Con el material conseguido, bus- ces se sustentan por la propia presión. Elaborada la
caremos el lugar donde ubicar nuestra cabaña; reco- techumbre y garantizada la impermeabilización, po-
mendamos un lugar llano. Es importante que limpie- demos arropar nuestra cabaña con pieles curtidas pa-
mos con una lasca de sílex con filo bruto las pequeñas ra mayor protección. La cabaña está terminada.
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PASO A PASO. Nos preparamos para construir esta estructura asociada al hábitat de las sociedades
paleolíticas. Hay una gran variedad de cabañas, que dependen de la temperatura y la humedad circundante,
del número de ocupantes, de las funciones que se realicen en su interior y de las tradiciones culturales.

1 SELECCIÓN DE LAS
RAMAS. Buscaremos ramas
que nos permitan realizar la
estructura de la cabaña.
3 ATANDO. Uniremos las
diferentes ramas con cuerda
trenzada a partir de fibras
vegetales.
5 LA CUBIERTA. Juncos que
encontramos cercanos a los
ríos nos servirán para proteger
la cabaña.

2 DESRAMANDO. Con una


lasca de sílex iremos retirando
las ramitas que nacen de
4 FIRMEZA PARA LAS
RAMAS. Clavaremos el
poste en un agujero,
ayudándonos de tierra y piedras 6 A RESGUARDARNOS. La
cabaña está acabada; hoy
podemos pasar la noche
nuestra vara de madera. para dar estabilidad al armazón. protegiéndonos del mal tiempo.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 124

124 Arqueología Experimental CABAÑA

REGISTRO ARQUEOLÓGICO

Europa Sudamérica
os grupos humanos del Paleolítico eran socieda- esde el inicio de la ocupación o colonización de
L des cazadoras-recolectoras y nómadas. Ese
movimiento de estos grupos no impidió que
D América el Homo sapiens ha implementado
diferentes estrategias para resguardarse de las
construyeran estructuras habitables, para pasar una inclemencias del tiempo. Al uso circunstancial de
temporada instalados en un lugar (campamento de reparos rocosos desde hace mas de 11.500 años se
verano, etc.), como muestran los yacimientos suma la elaboración de complejas estructuras,
arqueológicos. En algunas excavaciones se encuen- algunas poco móviles, como el caso de las cabañas,
tran los agujeros de los postes, en otras se hallan tiendas o carpas de estructura de madera y cobertu-
restos de industria lítica perfectamente delimitados ra de cuero de mastodontes (el proboscidio sudame-
y definidos, dentro de lo que en el pasado fuera una ricano) de Monteverde, en la región centro sur de
cabaña. Podemos hablar de fabricación de estructu- Chile, en una localización próxima a zonas pantano-
ras habitaciona- sas y boscosas.
les en el Pleistoce- Durante el
no medio, como Holoceno
se documenta en tardío se
yacimientos advierte una
franceses: notable
Soleihac, Lazaret diversificación
y Terra Amata de estructuras
(aquí la cabaña habitacionales
Cabaña de Terra Amata, Francia. Museo presentaba una Cabaña del Chubut. Museo Leleque | o de reparo
de Tautavel | CARLOS DÍEZ ALBERTO PÉREZ
planta oval de 10 instaladas en
metros de largo y cuatro de ancho; en el interior se zonas abiertas, y compuestas por estructuras de
han localizado restos de talla de útiles líticos y una madera y coberturas de cuero y vegetales, con y sin
hoguera central). También destacan las cabañas desniveles en el suelo. En la fotografía, una estructu-
realizadas a partir de huesos de mamut, como la ra recubierta de cueros, denominada toldería, en
ucraniana de Mezhirich. uso en la Patagonia en tiempos históricos.
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La Sierra de Atapuerca,
una forma activa
de acercarse al pasado
RODRIGO ALONSO ALCALDE
Museo de la Evolución Humana. Resp. Didáctica y Dinamización
Paseo Sierra de Atapuerca, s/n. 09002 Burgos. ralonso@museoevolucionhumana.com

Durante mucho tiempo la Arqueología fue una disciplina que se basó


únicamente en la búsqueda de objetos. Una vez descubiertos se clasificaban
según sus formas, funciones, materiales y finalmente se ordenaban
cronológicamente. De esta manera se generaron importantes colecciones
formadas por objetos de una bella manufactura; sin embargo estas
colecciones rara vez contenían instrumentos a medio elaborar.

E
sta forma de practicar arqueología condicionó en gran medida las investigaciones, las cuales se
centraron en la clasificación cronológica de los objetos sin atender a cómo se desarrollaron los
procesos de producción de los mismos. Dicho en otras palabras, es como si hoy en día investigára-
mos sobre el mundo del automóvil y nos centráramos exclusivamente en analizar los coches (producto
final) sin atender a los procesos de fabricación de cada una de sus piezas y su montaje correspondiente
(productos intermedios).
La situación comenzó a cambiar a partir de los años 60 del siglo pasado, cuando los planteamientos
teóricos comenzaron a desarrollar el concepto de “cadena operativa” (Mauss, 1947 y Leroi-Gourham,
1964). Según esto los objetos arqueológicos se entienden como toda una serie de procesos técnicos y tec-
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 126

126 La Sierra de Atapuerca, una forma activa de acercarse al pasado

nológicos que van desde la selección de la materia inversión de tiempo y esfuerzo en la fabricación
prima hasta el abandono del elemento realizado, de un punzón de hueso es menor que la de uno de
pasando por su producción y utilización. De esta metal?).
forma se inició una nueva etapa en el campo de las Esta forma de acercarnos al pasado fue rápida-
investigaciones sobre nuestro pasado, ya que para mente aplicada al campo de la museología en el nor-
comprender estos procesos tecnológicos empeza- te de Europa, donde en la década de los 70 comen-
ron a replicarse intentando emular las formas en zaron a aparecer los primeros parques arqueológicos
que nuestros antepasados fabricaron un bifaz, pro- (Coles, 1973). De esta manera se lograban reproducir
dujeron fuego o realizaron una cerámica. Comenzó no solo instrumentos o procesos tecnológicos sino
así a dar los primeros pasos una nueva disciplina incluso poblados. La gente se acercaba a estas in-
que hoy conocemos con el nombre de Arqueología fraestructuras divulgativas no solo a observar cómo
Experimental. eran las diferentes construcciones, sino para ver de
En la actualidad esta disciplina es una de las he- primera mano cómo se puede hacer fuego a partir
rramientas en auge en el campo de la investigación de madera o de qué manera se obtiene el bronce. Se
arqueológica ya que se ha mostrado como una ex- generaron toda una serie de Parques que recreaban
celente metodología en la verificación de hipótesis cómo fue la vida en el pasado, lo que sin duda ayudó
(Alonso et al., 2010). La reproducción experimental a acercar el mundo de la Prehistoria en particular y
de todo proceso tecnológico nos permite abordar de la Arqueología en general a una amplia parte de
un problema concreto (por ejemplo, a qué se de- la ciudadanía de estos países. La construcción de este
ben ciertas marcas en un hueso) controlando todo tipo de infraestructuras divulgativas se fue exten-
el proceso productivo (desde la obtención del hue- diendo por toda Europa, llegando a España a finales
so hasta su utilización, por ejemplo, como un pun- de la década de los 90 (VV.AA., 2005).
zón). De esta manera obtenemos una perspectiva
global y una secuenciación de todo un proceso que LA EXPERIMENTACIÓN, UNA HERRAMIENTA
nos permite responder tanto a cuestiones más con- DIDÁCTICA EN LA SIERRA DE ATAPUERCA
cretas (si las marcas son de la utilización de ese
hueso como una herramienta para coser pieles) co-
mo generales (la utilización de este tipo de mate-
D esde las primeras experiencias de difusión rea-
lizadas por el Equipo de Investigación de Ata-
puerca (EIA) se tuvo en cuenta que una forma amena
riales en sociedades que controlan la metalurgia a de dar a conocer los resultados de las investigaciones
qué responde: ¿a tradiciones culturales? o ¿a un realizadas en estos yacimientos podía venir de la ma-
mero hecho de rentabilidad económica ya que la no de la Arqueología Experimental. En 1996, duran-
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 127

La Sierra de Atapuerca, una forma activa de acercarse al pasado 127

te la celebración de las primeras jornadas de puertas do en los trabajos de excavación, de laboratorio, es-
abiertas, la visita a los sitios arqueológicos se com- taban realizando sus tesis doctorales, etc.); de esta
plementaba con demostraciones de talla lítica. Esta forma conocían de primera mano no solo la reali-
actividad permitió a los visitantes acercarse a la rea- dad arqueopaleontológica de los yacimientos sino
lidad arqueológica de una forma totalmente diferen- algo más importante, la realidad de todo lo que con-
te a las fórmulas desarrolladas hasta el momento, lleva un Proyecto de Investigación.
pudiendo incluso llevar a cabo experiencias perso- El auge que a finales de los 90 en Europa estaba
nales de talla, en las cuales los visitantes pudieron adquiriendo el denominado “turismo cultural” (Ri-
intentar replicar herramientas de piedra similares chards, 1996) motivó el diseño de nuevas infraes-
a las documentadas en los yacimientos. tructuras que aunaran la difusión y la divulgación.
La buena acogida que tuvieron estas actividades, El desarrollo que en esos momentos estaban tenien-
así como la relevancia tanto nacional como inter- do en España los parques arqueológicos como nue-
nacional que estaban adquiriendo los yacimientos, vas instalaciones divulgativas también se materia-
motivó que a partir de 1998 comenzaran a sistema- lizó en la Sierra de Atapuerca en el cambio de siglo.
tizarse las visitas a la Sierra de Atapuerca (Moreno La Junta de Castilla y León, con el asesoramiento del
y Fernández, 2001). La singularidad de estos yaci- EIA, decidió apostar por esta nueva fórmula de dar
mientos, en los cuales la parte visitable se limita a a conocer la realidad arqueopaleontológica de la Sie-
las secciones estratigráficas y suelos de excavación rra. Así, en el verano de 2001 se inauguró en la loca-
de los mismos, elementos poco espectaculares y di- lidad de Atapuerca, a escasos 5 km de los yacimien-
fíciles de comprender, motivó que se tuviera que tos, el Parque Arqueológico de Atapuerca. Este re-
formar un equipo de divulgación que traspasara la curso podemos definirlo como “un recinto visitable
figura tradicional del “guía clásico”. Nacieron así estructurado de tal manera, que el visitante pueda
un nuevo elemento fundamental en la divulgación acercarse de forma dinámica y participativa a la ar-
de Atapuerca: los “guías intérpretes” (Moreno et al., queología de la Sierra” (Luque, 1999).
2004). Frente a los guías clásicos, cuya formación, El Parque está articulado en tres grandes áreas
por lo general, responde a parámetros marcada- coincidentes con los tres periodos en los que se ha
mente positivistas, surgió una nueva forma en el dividido tradicionalmente la Prehistoria (Paleolíti-
diseño y la articulación de las visitas a estos yaci- co, Neolítico y Edad de los Metales). Este tipo de es-
mientos. Los nuevos equipos de guías intérpretes tructuración permite generar en el visitante una
estaban formados por personas que de una manera lectura cronológica de la Prehistoria tomando co-
u otra estaban vinculados al EIA (habían participa- mo base los resultados de las investigaciones rea-
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 128

128 La Sierra de Atapuerca, una forma activa de acercarse al pasado

lizadas en la Sierra de Atapuerca. Para articular to- tura cultural, promovida por la Junta de Castilla y
do esto, en el Parque Arqueológico se realizan vi- León, nace con el objetivo de convertirse en un re-
sitas didácticas en las cuales el guía intérprete lleva ferente internacional en el campo de la Evolución
a cabo diferentes demostraciones de talla, arte, tiro Humana. En él se albergan los fósiles y restos ar-
y producción de fuego. Durante todas ellas el visi- queológicos más significativos descubiertos en los
tante tiene la posibilidad de experimentar cómo yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Junto a este
fueron todos estos procesos, lo que le permite ac- legado patrimonial se ha generado un discurso mu-
ceder al conocimiento de una manera eminente- seográfico que nos permite profundizar en nume-
mente práctica y divertida (Alonso y Cuartero, rosos aspectos evolutivos que nos ayudan a com-
2005). Estas actividades se han elaborado a partir prender lo que somos hoy en día, a partir de los da-
del rigor científico de disciplinas como la Arqueo- tos que disponemos de lo que fuimos en el pasado.
logía Experimental y la Etnoarqueología. La apli- El MEH es la cabecera del Sistema Atapuerca; Cul-
cación de estas herramientas permite acercar al tura de la Evolución. Esta nueva figura es un “sistema
gran público de una manera amena cómo se pro- integrado de gestión y colaboración entre diferen-
dujeron los principales avances tecnológicos acon- tes equipamientos, centros, servicios y departa-
tecidos durante la Prehistoria (diferentes formas mentos, con los objetivos de valorizar, explotar y
de tallar la piedra, cómo hacer herramientas en enriquecer los recursos culturales y científicos aso-
hueso, de qué manera se puede fabricar una cuer- ciados a los yacimientos arqueo-paleontológicos de
da, etc.) (Luque, 2001). Sin embargo no debemos la Sierra de Atapuerca” (BOCYL 39/2009). A nivel di-
olvidar que la Arqueología Experimental es mucho vulgativo el Sistema Atapuerca cuenta con los si-
más que un juego (Baena, 1997, Ramos et al., 2007), guientes recursos: MEH, centros de recepción de
es una excelente herramienta didáctica que supera visitantes de Ibeas y Atapuerca, yacimientos visita-
con creces su factor lúdico para, mediante la expe- bles de la Trinchera del Ferrocarril y el Parque Ar-
rimentación, dar a conocer empíricamente cómo queológico de Atapuerca. Toda esta serie de recur-
realmente se desarrollaron estos procesos tecno- sos permiten al visitante:
lógicos en el pasado. 1. Conocer in situ los yacimientos de la antigua
Trinchera del Ferrocarril (declarados junto al resto
SISTEMA ATAPUERCA, HACIA UN NUEVO de yacimientos de la Sierra, Patrimonio Mundial
MODELO DE GESTIÓN por la Unesco en el año 2000).

E l Museo de la Evolución Humana (MEH) se inau-


guró en Burgos en 2010. Esta nueva infraestruc-
2. Visitar el MEH, donde además de contemplar
los fósiles más importantes descubiertos en Ata-
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La Sierra de Atapuerca, una forma activa de acercarse al pasado 129

puerca podrá profundizar sobre numerosos aspec-


LEROI-GOURHAN, A. (1964): Le geste et la Parole. Paris.
tos relacionados con la Evolución Humana.
3. Participar de forma activa en la visita al Parque LUQUE, M. (2001): “Prohibido no tocar”. Iber: Didáctica de las
Arqueológico, donde gracias a la Arqueología Ex- ciencias sociales, geografía e historia, 29: 37-44.
perimental podrá conocer de forma entretenida có- LUQUE, M. (1999): Informe Técnico Proyecto del Parque Arqueoló-
mo se produjeron los procesos tecnológicos más gico de Atapuerca. Servicio Territorial de Cultura de Burgos, Junta
importantes acontecidos durante la Prehistoria. de Castilla y León. Burgos. Inédito
4. Realización de diferentes talleres didácticos
MAUSS, M. (1947): Manuel d´Ethnographie. Payot. Paris.
tanto en el MEH como en el Parque Arqueológico.
Todas estas posibilidades configuran el Sistema MORENO, V., ALONSO, R., CARRANCHO, Á., FERNÁNDEZ,
Atapuerca como un espacio abierto, en el cual el vi- E., RUIZ, L., SANTAMARÍA, B. y TERRADILLOS, M. (2004): “La So-
cialización del Conocimiento Científico en Atapuerca a través
sitante tiene la posibilidad de acercarse a la historia de los Guías Intérpretes”. Ethel Allué, Josep Martín Antoni Ca-
de nuestros antepasados de una forma amena y di- nals y Eudald Carbonell (eds.). Actas del I Congreso Peninsular de Es-
vertida, sin perder de vista en ningún momento el tudiantes de Prehistoria (Tarragona, 8-11 de abril de 2003). Universitat
Rovira i Virgilli. Tarragona: 421-424.
rigor científico de un equipo que lleva trabajando
en este territorio durante más de 30 años. MORENO, V. y FERNÁNDEZ, E. (2001): “La difusión de la in-
vestigación en la Sierra de Atapuerca. Actividades y reflexiones
BIBLIOGRAFÍA: desde el Aula Arqueológica Emiliano Aguirre”. Iber: Didáctica de
ALONSO, R., TERRADILLOS, M. y DÍEZ, C. (2010): “Arqueolo- las ciencias sociales, geografía e historia, 29: 27-36.
gía Experimental, una herramienta para el conocimiento de la
Prehistoria”. C. Caballero Sahelices, M. A. Moreire y J. A. Meneses RAMOS, M. L., GONZÁLEZ, J. E. y BAENA, J. (2007): Arqueología
Villagrá (Coords.). III Encuentro Iberoamericano sobre Investigación en experimental en la Península Ibérica: investigación, didáctica y patri-
Enseñanza de las Ciencias. Universidad de Burgos. Burgos: 545-556. monio. Asociación Española de Arqueología Experimental. San-
tander.
ALONSO, R. y CUARTERO, F. (2005): “El Parque Arqueológico
de Atapuerca: discurso y recursos de un centro de interpreta- RICHARDS, GREG (1996): Cultural Tourism in Europe. CAB. In-
ción”. III Congreso Internacional sobre Musealización de Yacimientos ternational. Wallingford.
Arqueológicos. De la excavación al público. Procesos de decisión y creación
de nuevos recursos (Zaragoza, 15-18 noviembre de 2004). Ayuntamien- VV. AA. (2005): III Congreso Internacional sobre musealización de
to de Zaragoza e Institución Fernando el Católico, C.S.I.C. Zara- yacimientos arqueológicos. De la excavación al público. Procesos de deci-
goza: 217-219. sión y creación de nuevos recursos (Zaragoza 15-18 de noviembre de
2004). Ayuntamiento de Zaragoza e Institución Fernando el Ca-
BAENA PREYSLER, J. (1997): “Arqueología Experimental, al- tólico. Zaragoza.
go más que un juego”. Boletín de Arqueología Experimental, 1: 1-2.

COLES, J. (1973): Archaeology by Experiment. H. Co. London.


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Experiencias experimentales:
una propuesta a partir de la articulación entre la investigación arqueológica
regional y la reflexión pedagógica de los contenidos escolares para la
comprensión del pasado en San Martín de los Andes, Patagonia, Argentina.

ALBERTO ENRIQUE PÉREZ Y MARÍA VALERIA TORRES


Universidad de Buenos Aires, FHN Félix de Azara, Parque Nacional Lanín. Elordi S/N.
(8370). San Martín de los Andes, Neuquén. Email: arqueo.meliquina@gmail.com.ar
Dirección de Programas Focalizados, Secretaría de Desarrollo Humano, Municipalidad
de San Martín de los Andes. Drury y Fosbery S/N (8370) San Martín de los Andes,
Neuquén. Email: valeriatorres92@yahoo.com.ar

Nos asentaremos en este texto sobre algunos puntos que nos parecen
claves y oportunos para la promoción de aprendizajes significativos en
los alumnos de San Martín de los Andes de la mano de aportes
teóricos–metodológicos de la Arqueología Experimental realizando un
trabajo interdisciplinario desde la didáctica de las ciencias sociales.
LibroArqueologia_Maquetación 1 08/05/12 00:10 Página 131

Experiencias experimentales 131

P
artimos de considerar que las explicaciones te, es muy poca la investigación al respecto con la
formuladas dentro del dominio de conoci- que se cuenta, pero todo hace suponer que en el ca-
miento de las ciencias sociales son sumamen- so del conocimiento social e histórico la resistencia
te complejas ya que se debe atender a la interacción al cambio será mucho mayor debido a la influencia
de diversos factores constitutivos de la realidad so- de los valores” (Carretero, 2008). Es decir, con el so-
cial. La enseñanza de la Historia y en particular de lo hecho de que se les presente a los alumnos la ex-
la Prehistoria a partir de información generada por plicación expositiva de un contenido desde el para-
medio de los métodos y modelos de la ciencia que digma de la complejidad no implica que la com-
conocemos como Arqueología implica la trans- prendan ni modifiquen sus teorías implícitas sobre
misión de un conocimiento destinado a la com- los contenidos sociales. Para muchos estudiantes,
prensión del pasado desde herramientas concep- reconstruir el contexto en el que surgió un concep-
tuales que tienen sentido en el mundo presente to de la Prehistoria parece comportar una dificultad
(Binford, 2004). Esta premisa ya nos encuadra en considerable; por esta razón, tienden, por ejemplo,
sostener que la enseñanza de las ciencias sociales a juzgar a los personajes históricos según valores
debe preocuparse por esa complejidad y por cómo actuales y no según los valores propios de la época
los alumnos “explican” y “comprenden” la misma. en la que se inscribieron.
Sin embargo, y tal como lo indican muchos estu- Asimismo, el atravesamiento de los valores en
dios, las características de los contenidos escolares todo discurso se presenta con fuerza en la presen-
y su forma de presentación mayoritariamente pre- tación del discurso histórico ya que la influencia
sentan al conocimiento como acabado y ahistórico del contexto socio-histórico determinará una for-
junto con una concepción de ciencia como empi- ma particular de ver el mundo. Esto adopta un es-
rista, ateórica, aproblemática, acumulativa y social- tilo peculiar en la institución escolar, donde los va-
mente neutra (Gil Pérez, 1994). lores cumplen, además, otra función como instru-
A su vez, y posicionándonos en los alumnos, tal mentos de hegemonía. Esto implica que entre las
como afirma Carretero, “como se plantea en las cla- múltiples lecturas posibles sobre los acontecimien-
ses de didáctica de las ciencias naturales, las inves- tos del pasado, se seleccionan aquellas que resultan
tigaciones (…) han mostrado que una serie de con- funcionales a los sectores dominantes e intentan a
ceptos esenciales para la comprensión de dichas partir de ellas generar una identidad colectiva co-
disciplinas requieren un proceso de cambio con- mún, situación extremadamente compleja en un
ceptual en el alumno (...) ¿Dicha reestructuración territorio fronterizo y multiétnico como buena par-
será igual en el caso de la historia? Lamentablemen- te del Parque Nacional Lanín, abordado además
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132 Experiencias experimentales

desde una experiencia novedosa y pluralista como ginarios nos demuestra en primera medida cómo
su sistema de co-manejo (Carpinetti, 2006). está el grado de avance de las investigaciones ar-
Si la enseñanza de la Historia no explicita que queológicas en otras partes del mundo, para así in-
las miradas sobre el pasado pueden ser múltiples y dagar y problematizar sobre el estado del conoci-
están condicionadas por factores tan diversos como miento en una escala local, como de San Martín de
el contexto, la visión de la Historia como ciencia, los Andes. En segundo lugar, cómo han influido las
la concepción sobre el modo en que se desenvuel- experiencias de los arqueólogos en trabajos cientí-
ven los acontecimientos, entre otros, los alumnos ficos, mediante su participación en actividades mu-
no llegan a adquirir herramientas de reflexión para seográficas y divulgativas en otras partes del mun-
comprender el pasado. do, como las emprendidas junto a los investigadores
Con este marco teórico de base, se propone la de la Universidad de Burgos en varios yacimientos
utilización de los aportes de la Arqueología Experi- de localidades de Castilla y León, Madrid, Galicia,
mental que habilita a los estudiantes la vivencia en Barcelona, Valencia y País Vasco, entre otras, para
la construcción y reconstrucción de algunos proce- el trabajo iniciado en la articulación entre profesio-
sos y pasos en la formación de herramientas, situa- nales de diferentes disciplinas (educación, arqueo-
ciones cotidianas de los pueblos originarios del Par- logía, antropología, museografía, historia), que in-
que Nacional Lanín que les permitirían: tentan la difusión del patrimonio cultural a nivel lo-
— Comprender, desde la resolución práctica, la cal, buscando contribuir a una comprensión más
reconstrucción histórica en la localidad (San Martín profunda de la identidad regional.
de los Andes, Parque Nacional Lanín) de una situa- Además, dado que se ha socializado entre los
ción social compleja atravesada por múltiples fac- distintos equipos bibliografía elemental para la
tores y planos. puesta en marcha de nuestro trabajo, los educado-
— Entender que es una interpretación teórica res fueron los primeros en recibir formalmente la
desde una perspectiva de análisis con un modelo capacitación a partir de charlas y reuniones sobre
de análisis (rol de la investigación). este estado de avance de los estudios arqueológicos
— Ubicar las reconstrucciones experimentales del Parque Nacional Lanín y tejido urbano de San
en un tiempo y espacio pertinentes (contextualiza- Martín de los Andes, que, publicado mayormente
ción histórica de las situaciones). en revistas científicas especializadas, no contaba
El posicionamiento de la mirada en la reconstruc- con la trasferencia adecuada para ser incorporada
ción de los procesos y pasos en la fabricación de ar- por los educadores como herramienta de valor para
tefactos y estructuras utilizadas por los pueblos ori- explicar los procesos históricos de la localidad mu-
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Experiencias experimentales 133

cho antes de su fundación en 1898. En el marco del zo por lograr que todos los que conforman la comu-
Taller-Escuela de Arqueología puesto en marcha en nidad participen activamente y accedan a novedosa
la localidad de San Martín de los Andes patrocinado información para ampliar nuestro conocimiento
por la Agencia Española de Cooperación Interna- sobre la identidad local.
cional (AECI) y llevada adelante por investigadores
de la Universidad de Burgos (España) y la Universi- LOS APORTES DE LA EXPERIMENTACIÓN
dad Maimónides (Argentina), se convocó a personas
interesadas para su capacitación. La organización
de una muestra de material y actividades itineran-
L as experimentaciones desarrolladas en este li-
bro, donde se exponen casos de valor global ex-
puestos desde casos concretos de situaciones y
tes preparadas por profesionales idóneos nos está yacimientos de España, donde han colaborado in-
permitiendo abrir el abanico de posibilidades para vestigadores de San Martín de los Andes, incluyen
difundir nuestro mensaje a una mayor variedad de detalles de sus correlatos americanos, con un buen
actores sociales, donde nos interesa fundamental- número de ejemplos de Argentina, incluidos casos
mente la participación de los sectores escolares, co- puntuales de información obtenida de estudios ar-
mo forma de perpetuar el valor del patrimonio ar- queológicos del Parque Nacional Lanín y Ejido ur-
queológico local. La capacitación a docentes, las bano de San Martín de los Andes. Estos estudios ex-
charlas y/o talleres para el público en general, la ge- perimentales pueden ser entonces un medio para
neración de materiales y/o actividades pedagógicas, la transferencia de muchos conocimientos arqueo-
el trabajo mancomunado entre profesionales de lógicos y para la valorización de los resultados de
distintas áreas del Parque Nacional Lanín, el Centro los trabajos locales y herramienta para construir
de Ecología Aplicada de Neuquén, el Área de Pro- futuras líneas de trabajo para la enseñanza y la di-
gramas Focalizados de la Secretaría de Desarrollo vulgación de estos conocimientos. En este caso se
Humano Municipal, la Universidad del Comahue y presentan aportes experimentales que incluyen di-
la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, versos temas y diversas regiones, pero parte de un
junto a la colaboración para la difusión aportada conocimiento general y de utilidad pedagógica por
por representantes lonkos y werkenes de las comu- constituir ejemplos transferibles a cualquier parte
nidades originarias mapuches de la localidad, la del mundo y por contener además notas de detalle
Fundación San Martín de los Andes, la Asociación sobre su respectivo contexto en nuestro continente
de Guías Profesionales de Turismo, la Biblioteca Po- o, en suma, en nuestra especie.
pular La Cascada y centros culturales cooperativos Coincidiendo con Benejam (2000) en su propo-
como Cotesma, entre otros, nos muestra el esfuer- sición de conceptos estructurantes para la organi-
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134 Experiencias experimentales

zación de los contenidos a enseñar, la utilización entrada motivadora para alumnos y docentes tan-
de la perspectiva de la Arqueología experimental to porque habilita un eje –organizador de los con-
podría tomar como eje el concepto de historicidad tenidos– como por poner al alumno en una posi-
en la ciencia, donde el rol del investigador y su pers- ción activa en la construcción y reconstrucción de
pectiva de análisis ocupa un lugar central; en este esos contenidos.
caso, en la comprensión de las diferentes esferas La Arqueología actualmente se encuentra en
tecnológicas que emplearon los grupos humanos una etapa de gran diversidad teórica e incluso uti-
para realizar sus distintas actividades. Desde este liza muchos modelos y métodos de las ciencias na-
marco, podría trabajarse desde el paradigma de la turales (Trigger, 2006). Desde el punto de vista edu-
complejidad poniendo al alumno en una situación cativo, debería otorgarse, en nuestra opinión, una
activa frente a la vida en las sociedades del pasado gran importancia a la reflexión de los alumnos so-
a través de la construcción in situ de herramientas/ bre este asunto. Creemos, en efecto, que en la me-
procesos de las mismas. dida en que se enfrenten con cuestiones como estas
La propuesta tiene como sustento algunas ideas- los alumnos aprenderán que la historia es algo más
claves desde la didáctica de las ciencias sociales. Da- que una simple colección de nombres y fechas, y
do que la enseñanza busca propiciar tareas que per- que, como disciplina, es capaz de formular modelos
mitan una aproximación a la posibilidad de pensar o estructuras sobre los individuos, las sociedades y
categorías conceptuales, se intenta desde este mar- los procesos sociales. Ahora bien, las propuestas
co “encuadrar las ideas de los alumnos dentro de que se construyan a partir de este disparador deben
estructuras más significativas. No se trata simple- posicionarse en un modelo que entienda a la trans-
mente de explicar información sino de plantear posición didáctica como buscadora permanente de
preguntas, situaciones que permitan a los niños y sentido y compartir que “la transposición didáctica
jóvenes reformular sus ideas en un marco más es inevitable, pero debe ser rigurosamente contro-
complejo” (Iaies y Segal, 1994). lada” (Lerner, 1994). Es inevitable porque la inten-
Así como esta obra, extracto de años de trabajo ción de la enseñanza hace que se modifique nece-
promovido y difundido por el Diario de Atapuerca, sariamente el objeto en cuestión. Debe ser riguro-
en la presentación de esta edición de la Arqueolo- samente controlada de manera tal que garantice la
gía Experimental, se sostiene que esta disciplina semejanza entre lo que se enseña y lo que se pre-
se ha convertido en un magnífico método didácti- tende que los alumnos aprendan. Además, es nece-
co para presentar al público la vida de las socieda- sario tener en cuenta que el saber escolar y el saber
des del pasado; consideramos que es una puerta de científico son diferentes, que tienen finalidades y
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Experiencias experimentales 135

características propias aun cuando los saberes a en- CARRETERO, M. (2008): Didáctica de las ciencias sociales. Clase
Nº 17, Material interno de la Diplomatura Superior en Construc-
señar tomen como referencia los saberes científi- tivismo y Educación, FLACSO, Argentina.
cos. Es preciso aclarar que los saberes científicos no
son los que definen lo que se pretende enseñar, la CARPINETTI, B. (2006): Derechos Indígenas en el Parque Nacional La-
nín. De la expulsión al co-manejo. Administración de Parques Naciona-
elección no es de carácter científico sino que es de les.
carácter político.
El punto, entonces, es que el público en general GIL PÉREZ, D. (1994): “Diez años en investigación en didác-
tica de las ciencias: relaciones y perspectivas”. Enseñanza de las
y los alumnos en particular comprendan que no to-
Ciencias. Barcelona.
das las narraciones son igualmente válidas. El rela-
to histórico que se construye a partir del trabajo ar- IAIES, G. y SEGAL, A. (1994): “La escuela primaria y las cien-
queológico no es una simple sucesión de hechos cias sociales: una mirada hacia atrás y hacia delante”. Aisenberg,
B. y Alderqui, S. (eds.). Didáctica de las ciencias sociales. Aportes y re-
protagonizados por unos héroes, sino un relato flexiones. Editorial Paidós. Buenos Aires.
complejo no escrito realizado por personajes anó-
nimos, que da lugar a una pluralidad de voces, que LERNER, D. (1994): “Capacitación en servicio y cambio en la
propuesta didáctica vigente”. Lectura y Vida. Año 15, 3.
explicita, que constituye una interpretación de
acuerdo con un punto de vista, que da lugar a la ac- LERNER, D. (1996): “La enseñanza y el aprendizaje escolar.
ción de diversos actores con sus respectivos intere- Alegato contra una falsa oposición”, en Castorina, J. et al. Piaget
– Vigotsky: contribuciones para replantear el debate. Editorial Paidós.
ses, que es producto de un tiempo y un espacio, y
Buenos Aires. Argentina.
que se refiere a otro tiempo y a otro espacio que
pretende explicar en sus múltiples características. TRIGGER, B. (2006): History of Archaeological Thought. Cam-
bridge University Press.
BIBLIOGRAFÍA:
AISENBERG, B. (2000): “Los conocimientos previos en situa-
ciones de enseñanza de las ciencias sociales”. Castorina y Lenzi.
La formación de los conocimientos sociales en los niños. Investigaciones
psicológicas y perspectivas. Editorial Gedisa. Barcelona.

BENEJAM ARGUIMBAU, P. (2000): “La selección de conceptos


claves disciplinares en la enseñanza de las ciencias sociales”. In-
troducción del libro: Baltiori, R. y Casas, M. El conflicto y la diferen-
ciación. Conceptos clave en la enseñanza de las ciencias sociales. Editorial
Milenio Lérida (España).

BINFORD, L. R. (2004): En Busca del Pasado. Descifrando el Registro


Arqueológico. Editorial Crítica. Barcelona.
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Glosario

ALTAMIRA (Cantabria): La primera cueva en las que una interesante colección de arte parietal y mo-
se encontró decoraciones rupestres paleolíticas, biliar. En 2008 fue declarada Patrimonio de la
denominada como la “capilla sixtina” del arte Humanidad.
paleolítico. DECORACIÓN IMPRESA: Huella que sobre la super-
ANTROPOMORFO: De forma o apariencia humana. ficie blanda de la arcilla provoca la presión de
ARENISCA: Roca sedimentaria formada por arena objetos.
de cuarzo cuyos granos están unidos por un ce- DECORACIÓN INCISA: Se realiza desplazando so-
mento silíceo, arcilloso, calizo o ferruginoso. bre la superficie blanda de la arcilla un objeto
AURIÑACIENSE: Etapa cultural de transición entre duro afilado, de forma que este genere una lí-
el Musteriense y el Paleolítico superior. Aproxi- nea.
madamente de hace unos 35.000 años. DENTICULADO: Instrumento sobre lasca realizado
AZILIENSE: Fase cultural final del Paleolítico supe- mediante retoques no contiguos que forman un
rior en el Cantábrico. frente dentado.
BURIL: Instrumento lítico que conseguimos me- DESBASTE: Talla directa previa dirigida a la elimi-
diante un retoque sagital, cuyo filo plano y re- nación de las zonas más bastas del nódulo o can-
sistente nos permite trabajar la piedra, el hueso to que se va a trabajar.
o madera. DESGRASANTE: Cualquier aditivo empleado para
CARPOLOGÍA: Ciencia que estudia los frutos y las hacer más maleable y resistente la arcilla.
semillas, mediante la cual podemos acercarnos DOLMEN: Monumento funerario megalítico, com-
al conocimiento y desarrollo del paisaje. puesto de una o más lajas colocadas de plano so-
CÓRTEX: Es la capa superficial de una roca, la cual bre dos o más piedras verticales.
suele presentar un color y/o una textura distinta EPÍFISIS: Cada una de las dos extremidades de un
a las capa internas del mismo. hueso largo. En el medio, entre ambas, habla-
CUERNO: Protuberancia dura y puntiaguda de al- mos de diáfisis.
gunos cuadrúpedos, como la cabra, el rinoce- ESTEATOPIGIA: Palabra de origen griego, significa
ronte, el toro y otros bovinos. “grasa en los glúteos”, y en menor medida en
CUEVA DE EL PENDO (Cantabria): Yacimiento con muslos y piernas.
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ETNOGRAFÍA: Disciplina de la Antropología que MAGDALENIENSE: Cultura del Paleolítico superior


tiene como fin el estudio de los pueblos y grupos final, desarrollada entre el 17.000 y el 13.000 an-
humanos. tes del presente.
FACETAR: Método de talla que consiste en generar MUSTERIENSE: Una de las variedades del Modo tec-
pequeñas extracciones en la plataforma de per- nológico 3. Se desarrolló entre 300.000 y 30.000
cusión con el objetivo de controlar el ángulo de años en Eurasia. Se caracteriza por herramientas
golpeo. más pequeñas, especializadas y eficientes que en
FALANGES: Cada uno de los huesos alargados de los el Paleolítico inferior, generalmente sobre lascas.
dedos. NÓDULO: Cualquier base natural utilizada tanto
GELIFRACCIÓN: Proceso de fragmentación de la ro- para la confección de un instrumento como pa-
ca producido por el hielo y deshielo del agua ra la preparación de un núcleo.
que se ha introducido en las fisuras de las rocas. PALEOLÍTICO SUPERIOR: Último periodo del Paleo-
GRAVETIENSE: Fase cultural del Paleolítico supe- lítico, que abarcaría desde los 35.000 hasta los
rior que abarca de los 27.000 a los 20.000 años. 10.000 años.
INCISIÓN: Hendidura poco profunda realizada con PALINOLOGÍA: Ciencia que estudia el polen y espo-
un instrumento cortante. ras de las plantas, permitiendo con ello el cono-
cimiento de la vegetación del pasado.
KOMBEWA: Método de talla predeterminada en la
que se obtienen una o varias lascas a partir de la PERCUTOR: Es el instrumento de golpeo empleado
explotación del bulbo de otra lasca mayor que para trabajar sobre núcleos y/o lascas, que ge-
cumple la función de núcleo. neralmente se presenta en forma de canto o
guijarro.
LASCA: Es un fragmento de piedra desprendido por
percusión o presión de un nódulo o núcleo. PERFORADOR: Útil que sirve para hacer agujeros. Si-
milar a un taladro, y realizado en piedra o hueso.
LIMONITA: Hidróxido de hierro procedente de la al-
teración de otros minerales férricos. De color PLATAFORMA DE PERCUSIÓN: Superficie natural
pardo oscuro, cuenta con numerosas variedades. o preparada sobre la cual se aplica la fuerza de
la percusión para la producción de lascas.
MACROFAUNA: Animales de gran tamaño, cuyo
peso en vida supere los 15 kilos (bóvidos, équi- PLEISTOCENO: Periodo geológico que abarca la his-
dos…). toria de la Tierra desde hace 2,5 millones de
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años hasta hace poco más de 10.000. Se subdivi- TALLA POR PRESIÓN: Forma de talla que consiste
de en tres épocas: inferior, medio y superior. en aplicar una fuerte presión sobre un punto del
RAEDERA: Útil lítico prehistórico fabricado sobre borde de la pieza a tallar utilizando un presio-
una lasca con un borde que presenta retoques nador.
continuos y regulares. TALÓN: Pequeña parte desprendida del plano de
RETOQUE: Levantamientos practicados, normal- golpeo que conserva señales del punto de im-
mente sobre una lasca, con el fin de generar un pacto y muestra las eventuales preparaciones
útil. Se distinguen dos tipos: el de acomodación del plano de percusión. El talón se sitúa en la ex-
y el de uso. tremidad proximal de la lasca.
ROCAS METAMÓRFICAS: Rocas que se han forma- TEJIDO ESPONJOSO: Estructura porosa que existe
do a partir de otras rocas que han sufrido altas en gran número de huesos, en cuyo interior se
presiones y/o temperaturas. Por ejemplo, la encuentra la médula ósea.
cuarcita o el granito. TRACEOLOGÍA: Disciplina que nos permite cono-
RETOQUE PLANO: El ángulo de retoque es igual o cer mediante el estudio del desgaste del filo o
menor a 20 grados. En las “hojas de laurel” las huellas de uso de los útiles líticos, las posibles
extracciones por retoque plano abarcan toda la funciones en que pudieron ser empleados.
cara de la hoja. VICTORIA WEST: Variable del método levallois en
SÍLEX: También conocido como pedernal, es una la que se extraen las lascas (preferenciales o re-
roca que se caracteriza por sus grandes cualida- currentes) desde los laterales del núcleo siguien-
des para la talla. Es la materia prima más utili- do el eje transversal.
zada a lo largo de la Prehistoria. YUNQUE: Piedra de superficie regular sobre la cual
SOLUTRENSE: Etapa cultural del Paleolítico supe- se talla o retoca por percusión directa.
rior caracterizada por hojas o puntas líticas. En-
tre el Gravetiense y el Magdaleniense.
TALADRO: Varilla de madera que lleva en uno de
los extremos enmangado una punta en sílex,
con retoque alternante y abrupto que facilita la
perforación.
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Agradecimientos

L a gran mayoría de las experimentaciones se realizaron en el Laborato-


rio de Prehistoria de la Universidad de Burgos, Universidad a la que
agradecemos todas las facilidades dadas. Han ayudado y aconsejado Diego
Arceredillo, Marta Navazo, Sandra Pérez, María del Carmen Alameda, Ser-
gio Moral y José Antonio Rodríguez Marcos. Las prácticas que debían ha-
cerse en el campo se realizaron en Melgar de Fernamental. Muchos expe-
rimentos fueron apoyados y guiados por Felipe Cuartero, del Museo de los
Orígenes (Madrid).
La iniciación en la Arqueología Experimental vino apoyada por los ges-
tores del Parque Arqueológico de Atapuerca, primero con Arqueocio, des-
pués Paleorama-Schola Activa y en la actualidad por Sierra Activa.
Por supuesto a la AECID, del Ministerio de Asuntos Exteriores de Es-
paña, quien, a través de dos proyectos de Investigación y Cooperación Cul-
tural entre la Universidad Maimónides de Buenos Aires y la Universidad
de Burgos, ha financiado gran parte de este trabajo.
Siempre hemos contado con la desinteresada colaboración de dos fun-
daciones que aspiran al conocimiento y difusión de nuestro Patrimonio:
la Fundación Atapuerca en España y la Fundación Félix de Azara en Ar-
gentina.
Miguel Ángel Pérez Moral trabaja con escolares y visitantes en el Museo
de Burgos. Marcos Terradillos Bernal en el Museo de la Evolución Humana
de la misma ciudad, habiendo disfrutado cuatro años de una beca de la
Fundación Duques de Soria-Fundación Atapuerca.
Portada Arqueo individual_PortadaArqueo 28/02/16 21:36 Página 2

a Arqueología Experimental puede ser un

L instrumento de ciencia, divulgación y


entretenimiento, y este libro aspira a cubrir esas
tres facetas. Contiene 27 experimentaciones en las que se reproducen, con materiales y
técnicas tradicionales, los objetos y avances más importantes de nuestro pasado
Colaboran:
preindustrial, realizados por profesionales de la docencia, la investigación y la didáctica.
Cómo sobrevivir con dos piedras y un cerebro aspira a convertirse en el primer manual que
surge en lengua castellana sobre Arqueología Experimental, por lo que puede ser útil
para docentes y alumnos en historia y tecnología, para guías de parques arqueológicos y
Escuelas-Taller. Su escritura, alejada de tecnicismos o de lenguaje científico, se ha
concebido para animar a jóvenes y curiosos a que repliquen los experimentos
realizados, y encuentren entretenimiento y diversión mientras imitan a nuestros
antepasados prehistóricos y aprenden de sus enormes y trascendentales logros.

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