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2. CONCEPTO DE ARQUEOLOGÍA
1. Definiciones
Siete definiciones de Arqueología desde el s. XVIII hasta mediados del s. XX (a partir
de Glynn Daniel):
1. Alexander Gordon (1726) en Itineraium Septentrionale
2. Sigfried J. De Laet (1957) en su Archaeology and its problems
3. En 1960, Robert J. Braidwood, en Archaeologist and what they do
4. Sir Leonard Woolley (1930) en Digging Up the Past
5.Sir Mortimer Wheeler (1954) en Archaeology from the Earth Grahame 6. D. Clark (1957) en
Archaeology and Society Stuart Piggott (1959) en Approach to Archaeology
• es una ciencia independiente, por lo tanto, no auxiliar, ni una rama de los estudios históricos
junto a la epigrafía, la paleografía, la diplomática y la numismática;
• se dedicaba a escribir la historia de las culturas del pasado, pero de igual manera puede
investigar la sociedad del presente que del pasado (ahí tenemos la arqueología industrial)
• su objeto de análisis son los restos materiales provenientes de la actividad humana, que rescata
e interpreta a través de un determinado método de trabajo y del empleo de unos instrumentos y de
unas tecnologías que, en efecto, comparte con otras disciplinas.
La arqueología es pues tanto una actividad física de campo como una búsqueda intelectual en el
estudio o el laboratorio y esto forma parte de su gran atractivo. La deliciosa mezcla de peligro y labor
detectivesca también la han convertido en el vehículo perfecto para escritores de ficción y cineastas,
desde Agatha Christie con Asesinato en Mesopotamia hasta Steven Spielberg con Indiana Jones.
Por mucho que estas imágenes se alejen de la realidad, la verdad esencial de que la arqueología es
una búsqueda excitante – la búsqueda de conocimiento de nosotros mismos y del pasado humano.
Pero ¿como se relaciona la arqueología con disciplinas como la antropología y la historia, vinculadas
al estudio del hombre? Y ¿la arqueología es una ciencia?
Pero una de las tareas más arduas para el arqueólogo en la actualidad es saber cómo interpretar la
cultura material en términos humanos. ¿cómo se utilizaron esos recipientes? ¿por qué algunas casas
son circulares y otras redondas? …... Aquí los métodos de la arqueología y la etnografía se
superponen. En las últimas décadas, los arqueólogos han desarrollado la etnoarqueología, en la que,
al igual que los etnógrafos, viven con comunidades contemporáneas, pero con el propósito
específico de entender cómo usan la cultura material dichas sociedades (cómo fabrican sus útiles y
sus armas, por qué construyen sus asentamientos, dónde lo hacen, etc)
Por esta razón, es bastante común la distinción que se hace entre prehistoria -el
periodo anterior a la escritura- e historia en sentido estricto, que supone el estudio
del pasado a través de la evidencia escrita. No obstante, la arqueología puede
contribuir en gran medida a la comprensión incluso de aquellos periodos y lugares
donde existen documentos, inscripciones, y otras evidencias literarias. Con
frecuencia es el arqueólogo quien primero descubre estos testimonios.
Dado que el propósito de la arqueología es la comprensión del género humano, constituye una
disciplina humanística, una ciencia humana. Y ya que se ocupa del pasado del hombre, es una
disciplina histórica. Pero se diferencia del estudio de la historia escrita-aunque la utiliza- en un
aspecto fundamental. El material que encuentra el arqueólogo no nos dice de forma directa qué
debemos pensar. El registro histórico hace declaraciones, ofrece opiniones, emite juicios (aunque
estas declaraciones y estos juicios deban ser interpretados). Los objetos que descubren los
arqueólogos, por su parte, no dicen nada de sí mismos directamente. Somos nosotros, en el
presente, los que debemos darle sentido.
Desde este punto de vista, la práctica de la arqueología es bastante similar a la del científico. El
científico recoge datos (evidencias), realiza experimentos, formula una hipótesis (una proposición
para explicar los datos), contrasta la hipótesis con los datos y, como conclusión, elabora un modelo
(una descripción que parece idónea para resumir el patrón observado en la evidencia). La
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez
arqueología es similar en muchos aspectos. El arqueólogo tiene que desarrollar una imagen del
pasado, del mismo modo en que el científico ha de elaborar una visión coherente del mundo natural.
No aparece ya hecha.
En resumen, la arqueología es tanto una ciencia como una disciplina humanística. Refleja la
inventiva del moderno científico al igual que la del historiador actual.
Hoy en día, la arqueología no es una sino muchas arqueologías diferentes, unidas, no obstante, por
los métodos y planteamientos comunes. Ya hemos llamado la atención sobre la distinción existente
entre la arqueología del largo período prehistórico y la época histórica. A menudo esta división
cronológica se acentúa con nuevas subdivisiones, de forma que los arqueólogos dicen
especializarse en las etapas primitivas (la Antigua Edad de Piedra o Paleolítico, Neolítico, Edad del
Bronce, etc) o las más recientes (las grandes civilizaciones de América y China, la egiptología, la
arqueología clásica de Grecia y Roma antiguas, etc). Uno de los avances de las 2 o 3 últimas
décadas lo ha constituido la toma de conciencia de que la arqueología puede contribuir en gran
medida, no sólo a la comprensión de la prehistoria y la historia antigua, sino también de las etapas
históricas más recientes. En Norteamérica y Australia se ha desarrollado de forma importante la
arqueología histórica -el estudio arqueológico del asentamiento colonial y postcolonial en dichos
continentes- en la misma medida en que lo han hecho sus análogas europeas, la arqueología
medieval y postmedieval. De modo que, hablemos del Jamestown colonial en los Estados Unidos o
en Londres, París o Hamburgo de la Europa medieval, la arqueología constituye una fuente de
evidencias fundamental.
Por ejemplo, el estudio de las prácticas de sacrificio entre cazadores- recolectores actuales llevado a
cabo por Lewis Binford entre los esquimales Nunamiut de Alaska, le ha proporcionado nuevas ideas
sobre el modo en que se puede haber formado el registro arqueológico, permitiéndole reevaluar los
restos óseos de animales comidos por hombres primitivos en otras partes del mundo. Estas
investigaciones no se limitan a comunidades simples o a grupos reducidos.
En Tucson, Arizona, el Proyecto Garbage, un studio sociológico y arqueológico creado por Willian L
Rathje, implica la recogida de basuras de los cubos de un sector de la ciudad y la cuidadosa
clasificación de su contenido en el laboratorio. Esta desagradable tarea ha proporcionado algunas
revelaciones valiosas e inesperadas sobre le patrón de consumo de la población urbana actual – y
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez
Los resultados han demostrado que la información que la gente proporcionó libremente acerca de
sus hábitos de consumo no siempre coincide con el contenido de sus contenedores de residuos. Por
ejemplo, el consumo de alcohol ha demostrado ser significativamente mayor en la realidad que en
los cuestionarios cumplimentados por las personas estudiadas.
Estos hallazgos ponen en duda la fiabilidad de los registros históricos, cuando se aplica a los sitios
arqueológicos en general y seguir un enfoque processualista presiona o perjudica en los beneficios
del análisis científico.
Desde entonces, el proyecto se ha expandido a otras ciudades de Estados Unidos y se ha llevado a
cabo la excavación de vertederos.
3. Tipos de arqueología
ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA
Puede definirse como el estudio con técnicas arqueológicas de las sociedades prehistóricas a través
de sus restos materiales.
• ¿cuáles son las sociedades prehistóricas? Son las sociedades del pasado que no conocieron la
escritura, quedan fuera las sociedades actuales ágrafas que son objeto de estudio de la Antropología
o la Etnografía
• El término 'Prehistoria' como referente de la fase previa a la escritura ya fue acuñada a finales del
siglo XIX, nace de la mano de la ciencia arqueológica preocupada por determinar la antigüedad de la
tierra. Es un término utilizado:
– como período histórico, la interpretación, la síntesis y el acercamiento a aspectos no materiales
de la cultura
– como arqueología prehistórica que asume la dimensión técnica y metodológica
La Prehistoria, por lo tanto, es una parte de la Historia que construye sus explicaciones a partir de
fuentes materiales, las únicas disponibles y que utiliza métodos arqueológicos.
– Prehistoria Antigua (Paleolítico y Mesolítico)
– Prehistoria Reciente (Neolítico y Edad del Bronce), variaciones cronológicas según las áreas
culturales
ARQUEOLOGÍA PROTOHISTÓRICA
Los franceses inventaron, además del término préhistoire, el de protohistoire. Pero no ha sido asumido
por todas las áreas, por ejemplo, en las IIBB sólo utilizan el término de prehistoria
Significa 'primera historia' designa el período del pasado en el que ciertos pueblos, aun careciendo de
escritura, coexisten con otros que ya la poseían, lo que posibilitó la concentración de testimonios
literarios o tradiciones originariamente orales.
El concepto de Protohistoria se aplica al momento en que una sociedad comienza a tener contacto con
la escritura, bien utilizándola directamente (aunque no sepamos descifrarla) o bien de forma indirecta a
través del contacto con otras culturas que ya la poseen.
La protohistoria comenzó en el momento de la aparición de la escritura en Mesopotamia a finales del IV
milenio, pero la adopción de la escritura no es un fenómeno universal y su cronología varía de unos
lugares a otros.
En la P. Ibérica la escritura parece en relación con las colonizaciones fenicias y griegas del I milenio a. C.
mientras que en Escandinavia la escritura rúnica se introdujo en nuestra era (s. II d.C.) y no se
generaliza hasta la Edad Media.
La Arqueología Protohistórica en la P. Ibérica abarca el periodo que va desde el Bronce Final (s. IX-VIII
a.C) a la romanización.
Su carácter transicional implica que puede ser estudiada tanto desde la prehistoria, en cuanto que es el
final de un proceso, como desde la Arqueología Clásica en tanto que es formación de una nueva
estructura social.
La arqueología Protohistórica de la Península Ibérica parte de las culturas protourbanas del Bronce Final,
especialmente del área de Tartessos, para abarcar el impacto de las colonizaciones orientales y su
influencia en la formación de las distintas culturas indígenas de la Edad del Hierro (iberos, celtas,
celtibéricos, castreños) y concluir con el estudio de su paulatina integración en la cultura romana.
Es una arqueología de gran tradición científica cuyos orígenes se remontan al impacto que produjo en
Europa el descubrimiento a finales del s. XIX de la cultura Ibérica. Los grandes descubrimientos de los
restos arquitectónicos y escultóricos del Cerro de los Santos de Albacete en 1869 y el descubrimiento de
la Dama de Elche en 1897 marcaron el nacimiento de la Arqueología Protohistórica Ibérica que despertó
el interés de numerosos investigadores extranjeros.
La década de los 20 y 30 del s. XX se realizan excavaciones en yacimientos levantinos y se descubre la
cerámica ibérica de gran originalidad decorativa que despertó el interés en la comunidad científica.
Cerámica ibérica
Cerro de los Santos Crátera de Tolmo
Dama de Elche y reconstrucción
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez
En esta misma época se inician los estudios sobre Tartessos llevados a cabo por Schulten en los
que se combinan los datos arqueológicos y las fuentes escritas. Estudios que tuvieron una gran
difusión en Europa y marcan el inicio de los estudios tartésicos.
Tras la Guerra Civil hay que destacar los trabajos sobre la colonización griega centrados en
Ampurias y en el estudio de la cerámica importada.
A partir de los años 70 del s. XX se intensifican los estudios sobre el mundo fenicio llevados a cabo
sobre todo por el Instituto Arqueológico Alemán. Estos estudios demuestran la importancia de la
colonización fenicia del S de la Península con el descubrimiento de numerosas factorías que
jalonaban las costas del SE peninsular.
Hallazgos espectaculares como la dama de Baza, las esculturas de Porcuna y Pozo Moro han
contribuido a divulgar la cultura Ibérica, abriendo nuevas líneas de investigación. En los últimos
años se desarrolló el conocimiento de aspectos como el urbanismo, el mundo funerario, lugares de
culto, cerámica y sobre todo iconografía, que se plasmó en la celebración de varios congresos y
exposicione.
En los últimos años asistimos al desarrollo de las Arqueologías 'no ibéricas' como son las culturas
celtas y celtíberas que están en directa relación con el creciente interés europeo por el pasado
céltico.
Su objeto de estudio son las primeras sociedades del Viejo Mundo que conocieron la escritura.
Dichas culturas se desarrollan en un medio geográfico concreto: Tierras de Anatolia, valles del
Tigris y Éufrates, la meseta de Irán, la franja costera del Levante y el tramo inferior del Nilo.
Abarca un periodo cronológico que va desde el IV milenio a.C. hasta el cambio de Era.
A diferencia de los estudios clásicos que gozaban de una importante tradición filológica, los
estudios orientales carecían de testimonios escritos, salvo algunas referencias bíblicas, griegas y
latinas.
El interés por Egipto surge a partir de la campaña napoleónica de 1798 y a partir de entonces se
realizan grandes expediciones que dan origen a numerosas publicaciones.
El desciframiento de la primera mitad del siglo XIX de la escritura cuneiforme y la jeroglífica
permitió establecer las primeras ordenaciones cronológicas.
No obstante hay que llegar a la segunda mitad del siglo XIX para ver los primeros intentos de
realizar una labor arqueológica metódica. Destaca el arqueológo francés Mariette que creó el
'servicio de antigüedades' para controlar las excavaciones y el Museo Egipcio. Destaca también
Petrie que escribió obras de gran interés y realizó seriaciones cronológicas de gran importancia
para la zona.
Entre tanto la Arqueología Oriental se movía en los márgenes del expolio sistemático llevado cabo
sobre todo por los franceses y británicos.
Con posterioridad a la descolonización del Próximo Oriente los trabajos continuaron a cargo de
instituciones locales en colaboración con misiones extranjeras. Las actividades arqueológicas de los
años 60 y 70 del s. XX se encaminaron a frenar el expolio que realizan los países desarrollados y se
potencia la conservación 'in situ' de los restos. Este fructífero período que podríamos considerar de
afianzamiento de una conciencia nacional del patriotismo arqueológico fue truncado por la recesión
económica y la escalada de la conflictividad social y bélica de la región.
La investigación sobre Egiptología y Arqueología del Próximo Oriente en las Universidades y museos
españoles carece de tradición en comparación con otros países. No obstante España lleva a cabo
misiones arqueológicas en Egipto, Siria e Israel o Jordania, cuya continuidad depende de la estabilidad
política de los países donde se practica. Las universidades más involucradas en estos trabajos son la de
Madrid, Barcelona y Coruña.
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez
ARQUEOLOGÍA CLÁSICA
Se entiende por Arqueología Clásica la ciencia que estudia el mundo griego y romano. Como disciplina
arqueológica nació a partir de los trabajos de Winckelmann en el siglo XVIII. Con anterioridad el interés
por el pasado era sólo un afán de coleccionismo.
Para Buckhardt (1818-1897) la Arqueología Clásica se ocupa del estudio del aspecto material de las
culturas griegas y romanas, sus precedentes, las culturas coetáneas y las que le sucedieron de manera
inmediata. Es decir, el estudio de Grecia y Roma, y admite salir de los límites así marcados únicamente
para buscar precedentes, influencias o herencias posteriores.
Hay especialistas de la misma escuela alemana que delimitan aún más el campo de la disciplina. Por
ejemplo, Rumph considera que 'la primera tarea de la Arqueología es el estudio del arte figurativo de la
antigüedad griegos y romanos, que tan notablemente supera el arte de aquellos otros pueblos a quienes
los antiguos denominaron bárbaros'.
Este concepto de Arqueología mantenido con mayor o menor amplitud de límites por especialistas
alemanes se aproxima al concepto de Arqueología Clásica que tenían los italianos. Para Bianchi
Bandinelli (1900-1975), al Arqueología estudia:
1. El arte figurativo de toda clase de obra, de cualquier materia, forma o destino.
ornamental
3. La topografía, es decir, la reconstrucción de los centros habitados, vías de comunicación y
por renovarse continuamente, adopta todo cambio de fabricación, de estilo, de corriente mercantil.
5. La numismática, que tiene gran importancia para la reconstrucción de la economía, de las corrientes
Es curioso señalar que los grandes destructores del mundo clásico no fueron los del medievo sino los
mecenas renacentistas debido al interés anticuarista y su afán de adornar sus palacios con restos
clásicos.
ARQUEOLOGÍA MEDIEVAL
La historia de las sociedades medievales hecha con fuentes escritas, cuenta con una tradición de estudio
y con una infraestructura científica muy superior respecto a la que dispone la Arqueología Medieval. No
hay que olvidar que la génesis de la Arqueología Medieval como disciplina ha estado fuertemente
influenciada por la propia Historia Medieval en tradiciones de estudio como la francesa, italiana o
española.
El crecimiento del número de fuentes documentales disponibles para analizar la evolución de la sociedad
que tiene lugar a partir del s. XI en Occidente obliga al arqueólogo que se ocupa de estos períodos a
utilizar de forma crítica este complejo y difícil registro informativo.
Hay que partir de una consideración importante en la que coinciden distintos autores que se han
ocupado de la cuestión: el registro material y el registro documental son diferentes y son difícilmente
complementarios, o al menos es preciso llevar a cabo esta complementación teniendo en cuenta
numerosos condicionantes que influyen en esta interacción.
La naturaleza de la información es de documentos escritos y restos materiales es distinta, de tal manera
que habrá información que podremos obtener de una y no de otra o viceversa. El problema que se
planea en la actualidad es pues cómo se construye el relato histórico a partir de registros informativos de
distinta naturaleza.
2. Construir el documento arqueológico sin tener en cuenta las cuestiones planteadas ni desde la
historiografía ni desde la propia arqueología, sino que existe sólo la preocupación de excavar y
elaborar catálogos y tipologías sin ir más allá (esta es la forma de trabajar de la arqueología de
gestión, preocupada por cumplir los trabajos y la entrega de memorias que se imponen desde la
administración).
Son pocos los estudios que combinan de forma equilibrada ambos tipos de registro, el documental y el
material.
La práctica de la Arqueología Medieval es reciente, ya que se ha desarrollado en la segunda mitad del s.
XX, salvo en aquellos países donde no existe fase clásica, como es el caso de los países eslavos y del
norte de Europa, en Suecia se puede rastrear los inicios de la arqueología medieval en 1919.
Se puede rastrear el comienzo de la arqueología a partir de las fechas de fundación de las revistas
especializadas:
- Medieval Archaeology – 1957
- Archéologie Médiévale – 1971
- Zeitschrift für Archäologie des Mittellalters – 1973
- Archeologia Medievale -1974
- Boletín de Arqueología Medieval -1986
En Gran Bretaña, a partir de la II Guerra Mundial, a raíz de la excavación en las ciudades medievales
que se intentan restaurar y rehabilitar, destruidas por la guerra se le ofrece la oportunidad a los museos
la oportunidad de analizar las fases iniciales de numerosas ciudades. Hacia los años 60 se desarrollarán
actividades vinculadas a la arqueología urbana, siendo importante para su definición. En la actualidad,
existen cientos de profesionales dedicados al desarrollo del fenómeno urbano en época medieval
trabajando en más de una cincuentena de equipos.
De forma paralela se desarrollará el estudio del mundo rural, pues la mecanización del campo tras la
guerra implicó un aumento progresivo de la destrucción del patrimonio arqueológico. Se encargan de
excavar los denominados ‘despoblados’ (poblados abandonados), a partir de la documentación histórica,
llegaron a detectarse más de 13.000 aldeas existentes en Inglaterra en el año 1066, momento de la
conquista normanda.
Además del estudio de los patrones de doblamiento rural y urbano, el estudio de iglesias y monasterios
permitió realizar estudios paleoantropológicos de gran interés. Asimismo se ha profundizado en el
estudio de las estructuras productivas.
En Francia, la tradición anticuaria, del XVIII parece más fuerte, mostrando interés por los castillos y
catedrales, pero nuevamente hasta mediados del s. XX no se constituirá como disciplina. Al igual que los
británicos se desarrollará una arqueología medieval preocupada por la formación de las aldeas feudales
y sentar las bases para la definición de una sólida arqueología rural. Si bien existe una fuerte relación
entre la arqueología medieval y la historiografía, haciendo incluso que los historiadores documentalistas
sean los que tienen más en cuenta las fuentes arqueológicas. Se ha prestado asimismo preocupación
por el mundo rural más antiguo, entre el IV y VIII, a la cultura material como elemento para la datación,
así como analizar problemas de producción y circulación de esos materiales en el mundo medieval,
siendo la bibliografía francesa preocupada por las relaciones con el Mediterráneo. La arqueología
preventiva, también iniciada en los años 70 del siglo pasado será clave para impulsar los estudios en
arqueología medieval.
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez
En Italia, a pesar de haber tenido un proceso de formación y maduración más lento, ha jugado un papel
más significativo en la construcción disciplinar, tanto en sus aportaciones metodológicas como en las
teóricas. Al igual que el caso francés el papel de los historiadores ha sido fundamental en la construcción
de las bases disciplinares. En la actualidad es un marco de referencia europeo. Asimismo su influencia
en el desarrollo de la Arqueología Medieval en España ha sido más significativa que otras experiencias
europeas.
En España, su práctica es reciente. Hay un desarrollo de la Alta Edad Media desde una perspectiva de
la ‘arqueología visigoda’, una segunda corriente orientada al estudio del registro material andalusí (sobre
todo con miradas hacia edificios monumentales como la Alambra o la mezquita de Córdoba). Desde la
Arqueología andalusí se introdujo la arqueología medieval en la universidad española por primera vez, a
través de la creación de la cátedra en 1912 de arqueología arábiga. En los años setenta, en Cataluña se
empiezan a desarrollar preocupaciones por la arqueología medieval que se lleva a cabo en el resto de
Europa. Pero sólo hasta los años 80 no se realiza el primer congreso de Arqueología Medieval Española
(1985 en Huesca). En la actualidad no se ha logrado todavía la consolidación en el ámbito académico en
España, a pesar de la existencia de un gran desarrollo de investigaciones tanto en el ámbito urbano
como rural, sobre iglesias y conjuntos monumentales y el desarrollo de la denominada arqueología de la
arquitectura.
ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA
•El mayor desarrollo de estas arqueologías se ha llevado a cabo en Norteamérica y Australia, aunque en
Gran Bretaña ya se comienza a editar en 1967 la revista Post Medieval Archaeology como indicio de
preocupación de la arqueología por períodos más recientes.
•En España, en general, no es tanta la indefinición de esta rama de la arqueología como la inexistencia
de su práctica. Sus comienzos, como en el resto de Europa ha llegado desde la arqueología urbana,
pero habitualmente se documentan los restos, se hace inventario del material y no se va más allá. Los
temas actualmente más destacados son: el mundo urbano, la arqueología de las edificaciones
monumentales, los contextos de producción en el medio rural y la obra pública, y el estudio de la
cerámica. En relación con la historia de América tampoco se ha desarrollado lo que se denomina
arqueología colonial, que ofrece gran potencial para reconstruir el proceso colonizador del Imperio
Español en América.
Gres alemán
Arqueología I | Carla Trincado Rodríguez