"AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA"

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO BENEDICTO XVI

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

 CURSO:
DERECHOS REALES

 DOCENTE:
MG. JOSÉ ENRIQUE ESPINOZA CAMACHO

 TEMA:
LA POSESIÓN

 GRUPO N°:
6

 INTEGRANTES:

 Rojas Zeña Juana Beatriz

 Burgos Alburqueque Janet Antonella
 Carmen Paico Fatima Alexandra
 Gavidia Vásquez Dajin
 Neyra Suarez Jesús
 Sernaque González Iván Guillermo
 Rodríguez Silupu Malena del Roció

 CICLO:

VI

PIURA – PERÚ
 POSESIÓN
Grupo n° 6

INDICE

INTRODUCCIÓN 3

POSESIÓN 4

DISPOSICIONES GENERALES 4

ADQUISICIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA POSESIÓN 6

CLASES DE POSESIÓN Y SUS EFECTOS 10

PRESUNCIONES LEGALES 12

MEJORAS 13

DEFENSA POSESORIA 16

EXTINCIÓN DE LA POSESIÓN 18

CONCLUSIONES 19

REFERENCIAS 20

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Grupo n° 6

INTRODUCCIÓN

Uno de los temas más trascendentes que aborda el derecho civil y el derecho real es el de
la posesión. Prácticamente todos los bienes pasan por ellos. Ciertos derechos, algunos
reales y otros personales, tocan con la posesión. Es por eso que los juristas y autores le
dedican una gran cantidad de estudios.

La posesión consiste en una situación o estado de hecho de la cual derivan consecuencias

jurídicas que, de ordinario, vienen a proteger en mayor o menor medida esa situación o
estado de hecho.

Cabe resaltar que en la siguiente monografía nos centraremos en artículos específicos, los
cuales hemos profundizado y plasmado de tal forma que sea entendible para el público
en general. Así mismo complementar la serie de documentos de estudios sobre la
posesión.

El trabajo consta desde el articulo 896 hasta el 922, cada artículo con su respectiva
información y profundización, así mismo tocando también puntos importantes y verídicos
en el ámbito del derecho. Culminaremos dando conclusiones generales de todo el tema
plasmado.

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Grupo n° 6

POSESIÓN

DISPOSICIONES GENERALES

Art. 896.- Definición

La posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes a la propiedad.

Como sabemos, los poderes inherentes a la propiedad son tres: el uso, el disfrute y la
disposición.

La posesión tiene dos elementos: el corpus y el animus. El primero es el contacto físico

con la cosa o la posibilidad de tenerla, mientras que el animus es la intención de
conducirse como propietario, esto es, el no reconocer la propiedad de otro.

Por consiguiente, todo el que usa es poseedor. También lo es quien disfruta. Éstos dos
son en realidad los poderes que configuran la posesión. La disposición, si bien es también
un poder inherente a la propiedad, importa un acto único y aislado, por lo que difícilmente
es expresión posesoria.

La posesión supone un ejercicio de hecho, el ejercicio de los poderes del propietario ha

de ser de hecho, en oposición a lo que sería "de derecho". Para que haya posesión no es
necesaria ni es suficiente la posesión de derecho, esto es, la que haya sido atribuida por
un contrato o una resolución judicial.

Art. 897.- Servidor de la Posesión

No es poseedor quien, encontrándose en relación de dependencia respecto a otro,

conserva la posesión en nombre de éste y en cumplimiento de órdenes e instrucciones
suyas.

En este artículo se recoge la figura del servidor de la posesión. No obstante mantener

relación e incluso contacto con el bien, el servidor de la posesión no es poseedor porque
sus conductas no satisfacen un interés propio sino el de otra persona.

El servidor es un mandatario de la persona interesada en el bien (mandante), quien goza

de las consecuencias jurídicas que surgen de la conducta. El encargo de practicar ciertos
actos jurídicos unilaterales o bilaterales (las actividades posesorias son actos jurídicos de
una u otra clase según la conducta), es un mandato. Cuando un mandatario realiza una

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actividad relevante jurídicamente, los efectos finales de dicha actividad no se quedan en
él, sino que se atribuyen al mandante.

Lo importante es que las conductas del poseedor las realiza por encargo y no para
satisfacer un interés propio. Por ejemplo, es servidora la empresa de seguridad contratada
por el poseedor para vigilar un inmueble, o el ingeniero y su empresa a quienes le
encargamos la construcción de una vivienda sobre un terreno.

Art. 898.- Adición de plazo posesorio

El poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el de aquel que le trasmitió

válidamente el bien.

Según la norma, el poseedor puede alegar una posesión mayor a la que él mismo ha
generado, sumando los períodos de anteriores poseedores. Para adquirir por prescripción
la propiedad o la servidumbre el poseedor tiene que alcanzar cierto plazo de posesión del
bien, y no siempre es sencillo acumular dicho plazo si se cuenta únicamente la posesión
propia. Ahí radica la utilidad de la suma de plazos. El poseedor que viene poseyendo un
día o incluso horas podría sumar los años de posesión de sus predecesores y alcanzar el
objetivo de adquirir un derecho real por prescripción. por esa vía se logra comprobar
quién es el propietario. Pues bien, para ese propósito la suma de plazos es de gran utilidad.

Ahora bien, se trata de un derecho del poseedor mas no de una obligación. Si por razón
de su conveniencia el poseedor actual no deseara adelantar la adquisición por
prescripción, el poseedor podría esperar el cumplimiento del plazo contando únicamente
con la posesión propia. Por ejemplo, si Pedro ha poseído por sí mismo por espacio de 10
años (de 1990 al año 2000) y su antecesor poseyó por 5 años (de 1985 a 1990), Pedro
podría a su elección adquirir la propiedad por prescripción larga en 1995 (sumando los
plazos) o en 2000 (usando solo su posesión). El ejercicio de este derecho requiere el
cumplimiento de ciertos requisitos, a saber: quien ejerce la suma tiene que ser poseedor,
haberlo sido o ser acreedor, debe existir un anterior poseedor cuyo período será sumado,
entre ambos y los anteriores debe producirse una entrega válida del bien, y debe existir
homogeneidad entre las posesiones que se suman.

Art. 899.- Coposesión

Existe coposesión cuando dos o más personas poseen un mismo bien conjuntamente.

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Cada poseedor puede ejercer sobre el bien actos posesorios, con tal que no
signifiquen la exclusión de los demás.

Esta norma es la consecuencia del concepto legal de posesión aplicado a los supuestos en
los que concurre más de una persona sobre el mismo bien, lo cual se da en la medida en
que se produzcan objetivamente conductas posesorias concurrentes. Es el caso de las
personas que habitan un mismo inmueble o las que usan un mismo vehículo. En tanto
haya comportamiento (concurrente) que aparente el ejercicio de la propiedad o algún
atributo del dominio, habrá coposesión.

Por ejemplo, un inmueble podría ser usado al mismo tiempo como carpintería por José y
como taller de pintura por Daniel; ambos serán coposeedores del bien, pero por actos
distintos.

Sin embargo, es claro que en la coposesión siempre existe un acuerdo (expreso o tácito)
entre los coposeedores, que explica la concurrencia de las conductas posesorias.

ADQUISICIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA POSESIÓN

Art: 900.- Adquisición de la posesión

La posesión se adquiere por la tradición, salvo los casos de adquisición originaria

que establece la ley.

Debemos recordar que en nuestro ordenamiento jurídico la posesión es el ejercicio de

hecho de uno o más atributos del derecho de propiedad. O sea, el usar, disfrutar, disponer
o reivindicar un bien. De ahí que no quepa la menor duda que la posesión y la propiedad
estén estrechamente vinculadas a tal punto de que exista la presunción iuris tantum de
que el poseedor sea reputado propietario, que se le concedan además mecanismos de
tutela tales como las defensas posesorias judicial

 Modalidades de adquirir la posesión

 Adquisición originaria

 Adquisición derivada

Art. 901.- Tradición

La tradición se realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o a la

persona designada por él o por la ley y con las formalidades que esta establece.
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Un ejemplo de adquisición originaria para el caso de bienes muebles es la apropiación y
para el caso de bienes inmuebles la ocupación. En ambos casos no ha habido persona
alguna que les haya hecho entrega (tradición) del bien al apropiarte y ocupante, sino que
estos entraron directamente en contacto con los mencionados bienes por su cuenta, o sea
en posesión.

 El objeto de la tradición

Los bienes objeto de la tradición pueden ser bienes muebles o inmuebles, siempre que no
se encuentren fuera del comercio. La expresión fuera del comercio, debe entenderse en el
sentido de una absoluta y completa falta de comercialidad y no en el sentido de una
comercialidad relativa por virtud de una prohibición. Sin embargo, géneros que son de
comercio restringido, como los estupefacientes o las armas, no podrían ser recuperados
por su tenedor ilegal mediante un interdicto: solo pueden ser poseídos por aquellas
personas a las que el ordenamiento o la norma social legitiman con esa finalidad, y que,
ellas sí, conservan el derecho a seguir poseyendo".

 Los sujetos en la tradición

Respecto del requisito subjetivo debe decirse que, en principio, puede

ser poseedor cualquier persona, natural o jurídica sin limitación alguna. En el caso de las
personas naturales, para ser poseedor (someter a su libre acción bienes muebles u ocupar
inmuebles) no se requiere tener capacidad de ejercicio, basta simplemente con
tener capacidad de goce. Sin embargo, para ejercer los derechos que nacen de la posesión,
sí se requiere tener capacidad de ejercicio, por lo que los menores de edad y los incapaces
requerirán de un representante para ejercer los referidos derechos.

Art. 902.- Sucedáneos de la traición

La traición también se considera realizada:

1. Cuando cambia el título posesorio de quien está poseyendo

2. Cuando se trasfiere el bien que está en poder de un tercero. En este caso, la
traición produce efecto en cuanto al tercero solo desde que es comunicada
por escrito.

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Dentro de la concepción doctrinaria clásica, la misma que ha sido recogida por nuestro
ordenamiento civil en el artículo 900, las formas de adquirir la posesión son: la
adquisición originaria y la adquisición derivada o derivativa.

El artículo materia de comentario se refiere a la adquisición derivada, la misma que se

presenta cuando la posesión se adquiere por manifestación de voluntad del titular del
derecho de posesión y se fundamenta en la existencia de una posesión de un poseedor
anterior que se conoce como la del causante.

El supuesto regulado por el artículo se refiere a la adquisición de la posesión producto de

un negocio jurídico y no por el solo comportamiento de quien adquiere la posesión, de
donde nos encontramos ante un negocio jurídico bilateral.

En general, la tradición se realiza mediante el doble fenómeno físico de

dar y recibir corporalmente el bien, siendo la forma más conocida la tradición real o
efectiva, y sin embargo, también se acepta que existan actos materiales de ambas partes
o de una de ellas con el consentimiento de la otra, los cuales exterioricen y realicen la
voluntad de entregar la cosa, encontrándose así frente a la denominada "tradición
espiritualizada o ficta.

 Alcances

Como tradición ficta se comprende a la serie de medios que permiten la transformación

del adquirente en poseedor. Estos medios espiritualizados son: la traditio brevi manu, el
constituto posesorio y la tradición documental.

Art. 903.- Traición documental

Tratándose de artículos en viaje o sujetos al régimen de almacenes generales, la

tradición se realiza por la entrega de los documentos destinados a recogerlos.

Sin embargo, el adquirente de buena fe de objetos no identificables, a quien se

hubiere hecho entrega de los mismos, tiene preferencia sobre el tenedor de
los documentos, salvo prueba en contrario.

 Supuestos resultados

El dispositivo legal bajo estudio se refiere a dos supuestos:

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a) Con respecto a los artículos en viaje, es decir, los que están siendo transportados, o los
que se encuentran en un almacén general de depósito, se entiende efectuada la tradición
con la entrega de los documentos destinados a recogerlos (conocimientos de embarque,
cartas de porte o warrants).

b) ¿En relación a objetos no identificables, respecto de los cuales se han emitido

certificados de depósito, cartas de porte, etc.; se establece por mandato legal la
preferencia a favor del tercero de buena fe que posee los bienes con respecto al
poseedor de los documentos. También conocida como tradición instrumental. La
tradición se tiene por realizada por disposición de la ley.

 Fundamentos

La tradición documental es aquella que opera mediante la entrega de documentos

especiales que representan bienes muebles, de tal modo que la entrega de dichos
documentos tiene como efecto jurídico la entrega de las cosas representadas en el
documento, por lo que la posesión del documento implica la posesión de las cosas en ella
representadas.

Nos encontramos ante un supuesto de imposibilidad física de entrega de los bienes, y se

refiere a la entrega de bienes no presentes, toda vez que lo que se entrega es el documento
y no los bienes.

Art. 904.- Conservación de la posesión

Se conserva la posesión, aunque su ejercicio esté impedido por hechos de naturaleza

pasajera.

Se conserva la posesión de un bien inmueble así sea de manera ilegítima, de acuerdo a la

premisa del presente artículo, aunque su ejercicio este impedido por hecho de naturaleza
pasajera, la persona poseedora no pierde el derecho de posesión por esas circunstancias,
como, por ejemplo: María mantiene la posesión de un bien inmueble, pero decide irse de
viaje, por temas de la cuarentena no puede regresar a su domicilio, de acuerdo al código
civil estos hechos se considera por naturaleza pasajera.

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Grupo n° 6
CLASES DE POSESIÓN Y SUS EFECTOS

Art. 905.- Posesión inmediata y mediata

Es poseedor inmediato el poseedor temporal en virtud de un título. Corresponde la

posesión mediata a quien confirió el título.

La posesión inmediata la adquirirá una persona que se encuentre en posesión de un bien,

con las dos características correspondientes estos pueden ser bajo un determinado título
y por un determinado tiempo, de acuerdo al contrato con poseedor mediato que es el
propietario del bien.

Es el poseedor inmediato el que adquiere un bien, bajo un determinado contrato y plazo

para la entrega del mismo hacia el propietario que vendría ser el poseedor mediato.

Art. 906.- Posesión ilegítima de buena fe

La posesión ilegítima es de buena fe cuando el poseedor cree en su legitimidad, por

ignorancia o error de hecho o de derecho sobre el vicio que invalida su título.

Es aquel poseedor que no teniendo título (contrato) y tiempo (de entrega) de determinado
bien, cree en su legitimidad por falta de conocimiento o por error de hecho y derecho.
Ejemplo:

En un terreno una persona hace creer que es suyo y decide venderlo, en donde sin título
o con el mismo, habiendo vicios que lo invalida, y este por desconocimiento lo adquiere.

Art. 907.- Duración de la buena fe

La buena fe dura mientras las circunstancias permitan al poseedor creer que posee
legítimamente o, en todo caso, hasta que sea citado en juicio, si la demanda resulta
fundada.

Esto quiere decir que la buena fe durara en posesión de la persona, por lo que creyendo
que el bien le pertenece legítimamente, tendrá como duración mientras sea citado en algún
juicio o si en caso exista fundado una demanda que no le pertenece.

Art. 908.- Posesión de buena fe y los frutos

El poseedor de buena fe hace suyos los frutos.

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El artículo 908° del Código Civil peruano establece que el poseedor ilegítimo de buena
fe hace suyos los frutos.

Se debe tener en cuenta que la propiedad es un derecho real de carácter exclusivo. Así
mismo el propietario tiene una facultad exclusiva de uso, disfrute o disposición sobre el
bien. Solo el propietario puede usar, disfrutar o disponer del bien, nadie más, a menos que
lo haya autorizado. Si un tercero sin autorización usa, disfruta o dispone del bien, deberá
restituir el bien, los frutos o el precio pagado, respectivamente, al propietario.

Art. 909.- Responsabilidad del poseedor de mala fe

El poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrimento del bien aún por caso
fortuito o fuerza mayor, salvo que este también se hubiese producido en caso de
haber estado en poder de su titular, de cuya excepción no se encuentra exento el
poseedor vicioso.

En este artículo se hace referencia a que la responsabilidad alcanzara al poseedor de mala

fe más allá de lo previsible, aquel que actúe de con mala obra tendrá un castigo debido
según sea el caso, un ejemplo sería el caso de la fuerza mayor o el caso fortuito de los
cuales se le es aplicable a menos que salvo el supuesto de que aun en manos del titular se
hubiese sufrido la pérdida o detrimento.

Art. 910.- Obligación del poseedor de mala fe a restituir frutos

El poseedor de mala fe está obligado a entregar los frutos percibidos y, si no existen,

a pagar su valor estimado al tiempo que los percibió o debió percibir.

El artículo en comentario se encarga de regular una de las obligaciones del poseedor de

mala fe, esto es, la devolución de los frutos indebidamente percibidos o en el supuesto de
que ya no existan, el pago de su valor al tiempo en que los percibió o debió percibir.

El poseedor a quien se hace saber la resolución administrativa para la restitución de un

bien, deja de ser desde entonces poseedor de buena fe, y por tanto está obligado al pago
de los frutos civiles.

El poseedor de mala fe está obligado a pagar los frutos, es decir el provecho que ha
percibido durante el tiempo que ah explotado el bien, cuando había concluido el comodato
o préstamo de uso.

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Art. 911. - La posesión precaria

Es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido.

La posesión precaria es posesión viciosa, es decir, cuando la posesión se ha conseguido

mediante la violencia, usurpación de un inmueble, o clandestinamente o por abuso de
confianza. La posesión es justa si no fuere violenta, clandestina o precaria.

El poseedor precario ante el requerimiento o demanda judicial para la restitución del bien
no puede oponer interdicto de retener, ni deducir interdicto de recobrar luego de la
ejecución de la sentencia de desalojo, pero si aquel que tiene derecho a la posesión ignora
la vía legal establecida para la restitución y trata de privar de la posesión al precario, este
tendría como cualquier poseedor derecho de interponer interdicto de retener o recobrar,
según el caso.

PRESUNCIONES LEGALES

Art. 912.- Presunción de propiedad

El poseedor es reputado propietario, mientras no se pruebe lo contrario. Esta

presunción no puede oponerla el poseedor inmediato al poseedor mediato. Tampoco
puede oponerse al propietario con derecho inscrito.

Podemos entender, que en la primera parte de esta norma establece la presunción más
conocida dentro del Libro V de nuestro Código Civil: a dicho poseedor se le presume
como aquel propietario. De la misma redacción de la norma, se concluye que se trata de
una presunción iuris tantum, es decir, que admite prueba en contrario: “El poseedor es
reputado propietario, mientras no se pruebe lo contrario. Además, como segunda parte se
establece que dicha presunción de propiedad no puede ser opuesta al propietario que
cuenta con derecho inscrito.

Art. 913.- Presunción de posesión de accesorios

La posesión de un bien hace presumir la posesión de sus accesorios.

La posesión de un inmueble hace presumir la de los bienes muebles que se hallen en

él.

Se puede entender aquí la presunción de posesión de bienes accesorios y la presunción de

posesión de bienes muebles, desplazan el peso de la prueba sobre aquella persona que tal
presunción perjudica y que debe tratar de impugnarla utilizando medios probatorios.
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Art. 914.- Presunción de buena fe del poseedor

Se presume la buena fe del poseedor, salvo prueba en contrario”. “La presunción a

que se refiere este artículo no favorece al poseedor del bien inscrito a nombre de otra
persona.

Cabe precisar, en este punto que este articulo puede ser entendido como aquellas
presunciones que constituyen efectos de la posesión y se regulan a favor del poseedor con
el objeto de facilitar la probanza de su derecho, habida cuenta que la presunción es un
juicio lógico del legislador o del juez (según sea presunción legal o judicial), en virtud
del cual se considera como cierto o probable un hecho con fundamento en las máximas
generales de experiencia, que le indican cuál es el modo normal como se suceden las
cosas y los hechos.

ART. 915.- Presunción de posesión continua

Si el poseedor actual prueba haber poseído anteriormente, se presume que poseyó

en el tiempo intermedio, salvo prueba en contrario.

Aquí se puede entender que un poseedor actual que prueba haber poseído anteriormente
está favorecido por lo que es dicha presunción de que poseyó también en el tiempo
intermedio, salvo prueba en contrario. Se acoge así el principio antiguo "probatis
extremis, media praesumuntur (probada la posesión de los extremos, se presume la del
tiempo intermedio), no olvidemos que una vez sucedido esto, se recurrirá a esta
presunción con frecuencia cuando se requiere demostrar lo que es el tiempo de dicha
posesión a efectos de rechazar cuyos interdictos que se promuevan en su contra o a efectos
de alegar prescripción adquisitiva.

MEJORAS

Art. 916.- Clases de mejoras

Las mejoras son necesarias, cuando tienen por objeto impedir la destrucción o el
deterioro del bien.

Son útiles, las que sin pertenecer a la categoría de las necesarias aumentan el valor
y la renta del bien.
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Son de recreo, cuando sin ser necesarias ni útiles, sirven para ornato, lucimiento o
mayor comodidad.

Las mejoras son un hecho legal, lo que significa una modificación sustancial de las cosas,
aumentando así su valor económico.

Las mejoras son aquellos gastos de capital realizado por el poseedor inmediato
(arrendatario) para aumentar el valor o la utilidad del bien del poseedor mediato
(propietario). Este tipo de mejoras se caracterizan por modificar significativamente el
bien y de ser reembolsables.

1. Clases de mejoras
1.1 Mejoras necesarias

Fueron incluidas para proteger el bien poseído. Sin ellas, estas propiedades
quedarían irremediablemente destruidas. Asimismo, son gastos patrimoniales de
carácter urgente que realiza el poseedor inmediato sobre la propiedad del poseedor
mediato con la finalidad de evitar su destrucción.

1.2 Mejoras útiles

Son aquellas que establecen el beneficio para el bien aumentando su valor, es

decir, las mejoras útiles son aquellos gastos patrimoniales que el poseedor
inmediato realiza sobre la propiedad del poseedor mediato con el fin de aumentar
el valor del mismo.

1.3 Mejoras de recreo

Son aquellas que sin ser necesarias ni útiles, brindan mayor comodidad o
satisfacción a los deseos estéticos de quien las realiza. En otras palabras, son las
que se realizan para la comodidad personal del propietario y que contienen un
valor redundante porque solo se utilizan para decoración, exhibición o fines más
cómodos.

Art. 917.- Derecho al valor de las mejoras

El poseedor tiene derecho al valor actual de las mejoras necesarias y útiles que
existan al tiempo de la restitución y a retirar las de recreo que puedan separarse sin
daño, salvo que el dueño opte por pagar su valor actual.

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La regla del párrafo anterior no es aplicable a las mejoras hechas después de la
citación judicial sino cuando se trata de las necesarias.

De acuerdo al presente artículo las mejoras necesarias tienen como propósito evitar que
el bien se destruya o deteriore, si no se hacen el perjudicado con la pérdida o deterioro
del bien es el propietario, porque no se puede restaurar ni se restauraría la propiedad. Por
lo tanto, sea de buena fe o malicia, el poseedor tiene derecho a obtener el valor actual de
estas mejoras, de lo contrario se permitirá que el propietario se vuelva indebidamente rico
a expensas del poseedor lo que está totalmente prohibido por la ley.

Del mismo modo, además de las mejoras necesarias, el poseedor bien intencionado tiene
derecho a ser compensado también por mejoras útiles. Por ende, no basta hacer mejoras
necesarias y útiles para que proceda su pago, sino que deben existir cuando se devuelve
el bien. Las que hayan sido destruidas en ese momento no son objeto de desembolso. Al
utilizar las mejoras para restaurar el bien, el poseedor no perderá el valor en el momento
de la mejora, sino que perderá su valor actual, por lo que se le paga el valor actual en
virtud del artículo 917.

Por tanto el valor de las mejoras será negociado por ambas partes. Si las dos partes no
pueden llegar a un acuerdo, el juez resolverá el problema con la ayuda de expertos cuando
sea necesario.

De acuerdo con el último párrafo del artículo 917º, el poseedor tiene derecho a indemnizar
las mejoras necesarias realizadas antes o después de la citación judicial y las mejoras
útiles realizadas antes de dicha citación.

Art. 918.- Derecho retención

En los casos en que el poseedor debe ser reembolsado de mejoras, tiene el

derecho de retención.

Conforme al presente artículo el derecho de retención es aquel otorgado a los poseedores

de bienes muebles o inmuebles, de buena fe o de mala fe para que puedan conservar o
mantener los bienes por sí mismos, en lugar de entregarlos o proporcionarlos a quien no
cumpla con los requisitos de los que son responsables estipulado en un contrato vinculante
para ambos. Con este derecho se puede pactar en la propia ley, y evitar enriquecerse sin
motivo.

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Ahora bien, este sería un medio idóneo para que el propietario proceda al pago de
las mejoras, mientras que el poseedor retiene el bien poseído. Por supuesto, la
retención comienza desde el momento en que se hace efectivo el pago, es decir, desde el
momento en que se realiza el reembolso. El poseedor tiene derecho a proteger la
propiedad como excepción al servicio de entrega para descontar el valor de las mejoras
realizadas. El propietario, a su vez, intentará saldar sus deudas para recuperar la
propiedad.

Art. 919.- Prescripción de la acción de reembolso

Restituido el bien, se pierde el derecho de separación, y transcurridos dos meses

prescribe la acción de reembolso.

Las mejoras de recreo sirven para dar mayor comodidad al poseedor, o para el ornato y
lucimiento, estas no benefician al propietario razón por la cual no son reembolsables.

Por esta razón el poseedor del bien tiene derecho a separar las mejoras recreo del bien
que posee solo si este está ejerciendo su derecho como poseedor sobre el bien ya que una
vez que se haya restituido el bien materia de posesión, este derecho se pierde.

En otras palabras, el poseedor mejorador solo podrá retirar las mejoras de recreo mientras
se encuentre en posesión del bien, pues una vez restituido este, las mejoras
automáticamente van al dominio del propietario sin que este este tenga obligación de
pagar su valor.

Este articulo también ha establecido un plazo para iniciar la acción de reembolso, pues
este se pierde después de 2 meses de producida la restitución del bien que se poseía.

DEFENSA POSESORIA

Art. 920.- Defensa posesoria extrajudicial

El poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él o el bien y recobrarlo,

si fuere desposeído. La acción se realiza dentro de los quince (15) días siguientes a
que tome conocimiento de la desposesión. En cualquier caso, debe abstenerse de las
vías de hecho no justificadas por las circunstancias.

El propietario de un inmueble que no tenga edificación o esta se encuentre en dicho

proceso, puede invocar también la defensa señalada en el párrafo anterior en caso
de que su inmueble fuera ocupado por un poseedor precario. En ningún caso
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procede la defensa posesoria si el poseedor precario ha usufructuado el bien como
propietario por lo menos diez (10) años.

La Policía Nacional del Perú así como las Municipalidades respectivas, en el marco
de sus competencias previstas en la Ley Orgánica de Municipalidades, deben prestar
el apoyo necesario a efectos de garantizar el estricto cumplimiento del presente
artículo, bajo responsabilidad.

En ningún caso procede la defensa posesoria contra el propietario de un inmueble,

salvo que haya operado la prescripción, regulada en el artículo 950 de este Código.

Tanto el poseedor legitimo como el ilegitimo puede defender su posesión.

En el primer párrafo de este artículo se autoriza al poseedor a emplear la fuerza, en

defensa de su posesión siempre y cuando lo haga inmediatamente, mientras dure la ofensa
y la defensa sea proporcional a la agresión si no se convertiría en una base para la
violencia inversa.

Art. 921.- Defensa posesoria judicial

Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones

posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los
interdictos que se promuevan contra él.

La defensa posesoria judicial puede ser ejercida por el poseedor legítimo y el ilegitimo
mediante acciones posesorias e interdictos, ambas protegen la posesión.

 Acciones posesorias: son de género, se discute el derecho y se ampara al poseedor

legítimo.
 Interdictos: estos son de especié, no se discute el derecho y ampara al poseedor
sea legitimo o ilegitimo.

Cuando el tiempo de posesión es de más de un año, esta se sedimenta consolidando

la propiedad por medio de la prescripción adquisitiva, adquiriendo el derecho de
rechazar interdictos, siendo este un medio de defensa para el poseedor pues se obliga
al demandante a interponer su reclamo por vía ordinaria.

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EXTINCIÓN DE LA POSESIÓN

Art. 922.- Causales de extinción de la posesión

La posesión se extingue por:

1. Tradición

2. Abandono

3. Ejecución de resolución judicial

4. Destrucción total o pérdida del bien.

Cuando cesa el poder físico sobre el bien se produce la perdida de la posesión.

Las causas por las que se produce la extinción son:

 Tradición: se produce con la entrega física del bien mueble o inmueble por la parte
enajenante a favor del adquiriente.
 Abandono: cuando poseedor se desprende física e intencionalmente del bien con
el objetivo de no ejercer ningún atributo de derecho de la propiedad.
 Ejecución de resolución judicial: se acaba la posesión cuando se ejecuta la
sentencia de procesos de desalojo, embargo, reivindicación, interdicto a recobrar.
También se extingue a causa de transacción o de conciliación.
 Destrucción total o pérdida del bien: la destrucción total se produce cuando
desaparece el bien completamente, desaparece la finalidad para la que el bien
existía se usaba o se transforma en un bien distinto.
Y se produce la perdida cuando no se puede ejercer los actos posesorios del bien,
y este queda fuera de comercio.

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CONCLUSIONES

 La posesión es un tipo de poder que una persona tiene sobre ciertos bienes o
derechos, dicho poder le permite tomar acciones materiales contra los mismos.
Asimismo, como poderes inherentes a la propiedad tenemos al uso, el disfrute y
la disposición. En cuanto a sus elementos podemos considerar como principales a
el corpus y el animus.
 La posesión inmediata es el poder que el poseedor ejerce directamente sobre las
cosas. La posesión mediata ocurre cuando el poder es ejercido por otra persona.
 Las mejoras son los gastos de capital realizado por el poseedor inmediato para
aumentar el valor del bien del poseedor mediato. Se clasifican de acuerdo al
artículo 916 en mejoras necesarias las cuales tienen como fin proteger el bien
poseído, mejoras útiles que establecen el beneficio para el bien aumentando su
valor, y mejoras de recreo que brindan mayor satisfacción a los deseos estéticos
de quien las realiza. Por ende, este tipo de mejoras se caracterizan por ser
reembolsables y modificar significativamente el bien.
 El derecho de retención es otorgado a los poseedores de bienes muebles o
inmuebles, de buena fe o de mala fe para que puedan conservar los bienes por sí
mismos, en lugar de entregarlos a quien no cumpla con los requisitos de los que
son responsables.
 La extinción de la posesión ocurre cuando cesa el poder físico sobre el bien; se
extingue por causales como la tradición, abandono, ejecución de resolución
judicial y destrucción total o pérdida del bien.

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 POSESIÓN
Grupo n° 6

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
 Avendaño, F (2003). Comentarios a los artículos 885 y 886 del Código Civil. En:
Código Civil Comentado por los 100 mejores especialistas, Tomo V, Lima: Gaceta
Jurídica, pp. 30-33.

 Avendaño J. y F. (2017). Derechos Reales. Lima: Perú, Pontificia Universidad

Católica del Perú.
 Cardozo, M.. (2008). Aspectos teóricos del derecho registral. Bogotá: Grupo
Editorial Ibáñez
 Sánchez, C. y Reyes, M. (2002). Metodología y diseño de la investigación científica.
Universidad Ricardo Palma, Lima.
 Sierralta, A. (2007). Los contratos de Comercio Internacional. Editorial PUCP, Lima.
 DERECHOS REALES. (2014). Congreso.gob.pe. recuperado de:
https://www4.congreso.gob.pe/comisiones/1998/r_codigos/civil/libro3/libro3.htm
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Bogotá: Grupo Editorial Ibáñez
 Sifuentes, G. (2013). Las mejoras. Recuperado de:
https://es.slideshare.net/smith19/las-mejoras
 Coca, Saúl. (2020). Derecho civil: las mejoras y el derecho de retención. Recuperado
de: https://lpderecho.pe/derecho-civil-mejoras-clases/

 Gaceta Juridica. (s.f.). En Lomo, codigo civil comentado . Recuperado de:

http://www.untumbes.edu.pe/vcs/biblioteca/document/varioslibros/.

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 POSESIÓN
Grupo n° 6

GRUPO N°:
6
INTEGRANTES:
 Rojas Zeña Juana Beatriz
 Burgos Alburqueque Janet
Antonella
 Carmen Paico Fatima Alexandra
 Gavidia Vásquez Dajin
 Neyra Suarez Jesús
 Sernaque González Iván
Guillermo
 Rodríguez Silupu Malena del
Roció

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