Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Modelo de Investigación
Modelo de Investigación
DERECHO ROMANO
REVISTA DE DERECHO ROMANO
Editor:
Leslie Cochachin Rosales
Revisión y corrección:
Debora Muhlig Araya
Diagramación:
Debora Muhlig Araya
Diseño de carátula:
Brissa Manuttupa Candiotti Comentado [JCEA2]: Considerar los nombres de los
integrantes del grupo.
UPN
UniversidadPrivadadelNorte@upn.pe
En esta gran revista, encontramos diferentes temas que se llevaron a cabo en las
diferentes etapas de Roma. Es transcendental conocer sobre el derecho romano pues
este es base de otras ramas del derecho como es el derecho comparado, derecho civil,
etc.
Tengo el enorme agrado de presentar esta obra maestra, cuyos autores no solo son
futuros colegas sino también jóvenes que están dispuestos a aprender cada día nuevas
cosas y que no descansan hasta lograrlo.
Si bien aprecio todo el trabajo realizado por estos excelentes estudiantes, considero
importante confesar mi preferencia por esta nueva creación.
A continuación explicare por qué, si bien he podido ser testigo de diferentes trabajos
que se caracterizan por su realismo y brillante redacción, a esta obra se le suma un
exquisito trabajo de aprendizaje, sonde queda expuesto la dedicación en la exhaustiva
investigación que se ha realizado.
Confío que esta revista pasará a ser una guía en la biblioteca de la Universidad Privada
del Norte y además de un buen material de estudio. Esto se debe a la riqueza en la
información que se nos brinda.
Agradezco el espacio para compartir con los lectores los sentimientos que me generó
esta revista y felicitar a los escritores por su excelente trabajo. Comentado [JCEA5]: Este es un modelo, ustedes redacten
su propio prologo.
* Tatiana Ruiz Montoro, estudiante de II ciclo, facultad de derecho y ciencias políticas, casa de estudios
Universidad Privada del Norte, disponible en tatyruiz591@gmail.com
** Isabel Mamani Vega, estudiante de III ciclo, facultad de derecho y ciencias políticas, casa de estudios
a). por la clase de sucesión; b). por su título; c). por la calidad de su derecho; d). por
su relación con el causante; e). por el mejor derecho a heredar
La sucesión universal por causa de muerte reconocido por el derecho romano fueron
la herencia (hereditas, que tuvo su origen en el derecho civil, y la posición de los bienes
(bonorum possessio) que tuvo regulación en el derecho pretorio u honorario, el legado,
disposición de bienes contenida en un testamento, constituyó la sucesión particular
mortis causa.
La sucesión a título singulas a estos herederos se les denomina legatarios y son los que
están llamados a recibir un bien específico o bienes específicos; los legatarios siempre
reciben en virtud de un testamento, este es el caso de la sucesión a título singular.
1 Alfredo y Ricardo Depalma, Manual de derecho romano, Buenos Aires, Astrea, 2007, p. 461.
“Legatum (legado) es la disposición testamentaria de un bien singular de un bien
singular extraído de la masa hereditaria, que puede consignarse en un
testamento o en un codicilo confirmado. La persona beneficiada por el testator
se denomina legatarius, y también se le denomina con la expresión is cui legatum
est (al que se legó)”2
Una diferencia entre heredero y legatario es que el primero era designado por
vía testamentaria y por vía legitima, en cambio, el segundo solo se podía
designar por testamento o codicilo confirmado.
El heredero recibí los bienes a título universal o sea toda la herencia o una
cuota de la misma, por lo que se hace responsable de las deudas. En cambio,
el legatario recibía a título particular y no respondía de los gravámenes.
Estos pueden ser de un bien o varios bienes determinados o de una parte
alícuota de un bien o de varios de esos bienes o de la totalidad de la herencia”3
2 Gumesindo Padilla Sahagún, Derecho Romano, México, Interamericana editores, 2010, p. 320.
3 Sara, Bialostosky de Chazan, Panorama de Derecho Romano, México, Porrúa, 2007, p. 125.
c) Legado sinendi modo.
Es llamada también “legado de precepción”. Las palabras que era utilizadas para
su constitución eran: “apoderarse con preferencia”. Autorizaban al legatario que
era uno de los herederos a tomar algo de la herencia ante de su división y con
preferencia a los demás. Producía efectos reales y con el tiempo se fusionó al
legado vindicatorio.
El legatario con la delación solo adquiría una expectativa de derecho
“En conclusión, si bien es cierto que nuestros legisladores llaman tanto al heredero
como al legatario sucesores, diferenciándolos en que el primero lo es a titulo
universal, y el segundo, a título particular, también lo es que en puridad el legatario
no es un sucesor” 4
“Los juristas clásicos nunca llegaron a abandonar las formalidades todas relativas
los legata. El testador está obligado a usar de las formulas reconocidas para
legatum per vindicationem, per preceptionem, o dinedi modo y si la fórmula
escogida por el testador no era la apropiada al caso, los juristas convertían dicho
legado en un legtum per dumnationem, siempre que se cumpliesen los requisitos
exigidos para la validez de éste. Así, cuando un testador había escrito: “Stichumm
a) Nulidad “ab initio”. Cuando le falta alguna condición esencial para su validez.
La nulidad es irremediable. Un ejemplo de este tipo de nulidad se aprecia cundo
en el momento de confección del testamento el legatario no tiene la “testamenti
factio” con el testador. La misma capacidad se exige entre el legatario y el heredero.
c) Nulidad derivada de faltar algún efecto por causas posteriores, aunque el legado
tenga forma escrita.
¨Las causas de esta nulidad pueden ser extrañas a la voluntad del testador, como,
por ejemplo: la caída del testamento; la muerte o la incapacidad del legatario, antes
de “diez cedit”, la reputación del legado; la extinción de la condición cuando el
legado es condicional. ¨6
¨El pretor les confiere a los “heres suus necessarius”. El “ius abstinendi” o derecho de
abstenerse de todo acto expreso o tácito que ponga de relieve su deseo de conservar
la herencia o comportarse como un heredero. Así el “beneficium abstinendi” hace que
5 Ibid, p. 326.
6 Cesar Augusto Fonseca Tapia, Derecho Romano, Perú, Adrus, 2007, p. 350.
los bienes no sean vendidos en nombre del heredero y sí del causante, por lo que la
infamia no recae sobre el sucesor. La clave radica en que, al abstenerse, el pretor no
lo considera heredero y por tanto no cabe acción a su favor o en su contra. ¨7
A fin de proteger sus derechos hereditarios el heredero civil contaba con una acción
real llamada Hereditatis Petitio, para pedir que se le reconociera como heredero o se le
entregara la herencia.
La acción se ejerció en contra de quien afirmara ser heredero o bien poseyera todos
o algunos de los bienes hereditarios.
Para cada uno de los herederos, el trámite para adquirirla era distinto. Las personas
que no podían renunciar a la herencia eran las siguientes: Los herederos domésticos
y los esclavos manumitidos e instituidos en el testamento, adquirían los bienes de
forma automática sin necesidad de expresar. Las personas que podían expresar la no
aceptación de la herencia eran los herederos extraños, ellos aceptaban por medio del
acto llamado adición de la herencia, ésta se podía hacer de dos formas:
Proherede gestio. El heredero aceptaba la herencia en el momento que pagaba las deudas,
y usando los bienes heredados.
Cretio. Era el plazo de aceptación. Para los extraños era de un año para adquirirla.
Justiniano concedió el plazo de nueve meses para la aceptación, siempre y cuando lo
fijara el magistrado, y de un año si lo señalaba el emperador.
Tratándose de una sucesión intestada, el heredero o los herederos tenían que abrirla
cuando fuera necesario, pero si tardaban mucho, podría traer consecuencias como las
que, si un extraño tenía la posesión de un predio, éste la podía tener pacíficamente
durante un año y se podía apropiar del bien.
La acción para proteger a los herederos, se le denominó hereditatis petitio, esto con la
finalidad de que se le reconociera como heredero y se le entregara la herencia, en el
momento que un tercero tuviera los bienes pro-herede. También, el Derecho
Romano, no sólo protegían a los que poseían sin justa razón la herencia, sino también
a los que poseían sin invocar ningún título que justificara la retención de los bienes
pro possessore, y a los que se oponían a pagar un crédito si negaba que éste era el
heredero Los que poseían de mala fe, tenían que restituir los bienes de los frutos y de
7Libia Reyes Mendoza, Derecho Romano. [pdf en línea], México, Tercer Milenio,
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/derecho_y_ciencias_sociales/Derecho_romano_II.pdf, 2012,
p. 120, consulta: 15 de septiembre del 2018.
los daños ocasionados a la herencia. Los que poseían de buena fe respondía de la
adquisición que conservaba después de deducir todos los gastos y desembolsos que
hubieran hecho en el bien.
a) Herencia Yacente
Como su nombre lo dice, esta herencia no tenía herederos, por lo cual los
bienes pasaban a manos del Estado.
3. Conclusiones
Libros
WEB
1. Libia Reyes Mendoza, Derecho Romano. [pdf en línea], México, Tercer Milenio,
http://www.aliat.org.mx/BibliotecasDigitales/derecho_y_ciencias_sociales/
Derecho_romano_II.pdf, 2012, consulta: 15 de septiembre del 2018.