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Esta es María.

Una niña dulce, amorosa, obediente y


ordenada.
B) Es MEGA-SÚPER-DESORDENADA. C) Y ES DESOBEDIENTE.

'-10
E:tJTIEJJDO TStJGO
MI PROPIO PSR-Go-tJA-LI-DAD,
ORDErJ. ¿ol<?
María es algo que se conoce como (Esto último no ocurre solo con los
"nífia problema". ,/niños problema", ojo.)
Y ¿qué significa esto? Y todo esto es porque a María se le
Significa que los papás de María olvidan las tareas, porque no tiene muy
pasan llevándola: buenas notas (más o menos tipo cinco,
a) Al sicólogo. y también un poco menos, usualmente) y
b) Al sicopedagogo. porque, a veces, habla más de la cuenta
c) Al dentista. en clases.

MS�TIRA,
CARA DS
HVS\/0.
Por suerte para María (y para noso­ Y sus papás que están en casa:
tros, porque o si no esta sería una historia Martín y Olga.
triste y torturante) hay un mundo aparte
del colegio:
Y además hay que considerar que Los otros miembros de la casa (en or­
estos papás son buena onda. den de ilnportancia) son: un gato llamado
Muy buena onda. Velero (porque se pega a todo) ...
De hecho, Martín acompañó a María
¡a hacerse un piercing! Y casi se desmayó
--
al ver como agujereaban a su pequeña
hija, a la misma a la que alguna vez le
cambió los pañales.
t
¡Oh, pero qué ternura de recuerdo! 1
Pero resistió, como todo un hmnbre.

Como todo un padre.
Y también es importante reconocer
--
que Olga soporta que María le saque
TODOS sus maquillajes. Siempre los más
caros (tiene un muy buen ojo esta niñat
para luego decir como excusa: 0h 1 esta
11

sombra apareció en mi pieza. De repente.


En serio. Lo juro".
Y cada vez que Olga -mamá como
es-escucha esto, solo suspira profundo y
calla. Aunque a veces María aparezca pin­ --
tada como mapache en pie de guerra.
... y la hermana mayor de María, Sofía,
que está a punto de salir del colegio y que
es muy, pero muy dark (dark = oscura).

ODIO l-A
l-uZ D5l­
Gol-.

Además -dentro de esta descrip­


ción general- está el mejor amjgo de
María, su vecino.
Dice ella siempre Se llama Pedro, pero como es medio
(siempre que la quieran punk, le dicen Peter Punk. Y lo raro es que
oír, o sea, casi nunca). es un punk bueno, pacifista, ecológico y al
que le gusta la música clásica (ama a Bach
y a Vivaldi). Por todo eso1 por sus gustos
tan raros, le dicen que "es más bueno que
el punk" (es un chiste. O sea, que es más
bueno que el pan, pero con "k". Jajaja).
Y también es vegetariana, aunque Entonces, así es la vida de María.
quién sabe si a alguien le sirve saberlo. Más o menos.
---
Porque hay algo que
todavía no saben, y es
por qué le dicen María I
la Dura.
Y para entender
eso, hay que retroceder
en el tiempo, hasta cuando
María tenía seis
tiernos añitos ...
En esa época era más
chica de tamaño, pero igual de porfiada
que ahora. Por lo mismo, tampoco hacía
caso.
Un día cualquiera, en este pasado ex­
plicativo, María, su hermana y sus papás
fueron al campo. Hicieron un picnic (ojo,
hay expectación). Y María, que era 1nuy
inquieta, se paró de inmediato al lado de
un árbol muy grande. Porque cuando los papás de María mi­
Sus papás le dijeron: "María, no te raron para otro lado, ella se subió al árbol.
subas al árbol, porque te puedes caer". "¿ Y qué pasó?", repetirán los mismos
"¿Y qué pasó?", se preguntarán los obvios.
menos vivos de ustedes. Si no hubiera pasado algo, no esta-
Lo obvio. ríamos contando esto ¿no?
Entonces: María se cayó. María -la niña 1nás dura que el resto­
Cabra desobediente ¿no? NO es un infierno, aunque un poquito de
Y María quedó -después de su des­ eso tiene.
1
obediencia- toda aporreada, moreteada, ¿Cómo?", se preguntarán ustedes.
'

adolorida, llorosa y con un tremendo Para entender, respondan el siguien­


dolor en el codo. te test con sinceridad:
Entonces, sus papás tuvieron que
agarrar la comida que quedaba y la manta
y partir a la clínica, a urgencias. a) ¿Sus papás les dicen: "Mastica con
El doctor dijo que María se había la boca cerrada 1'?
quebrado el brazo, lo que era sorpren­ b) ¿Sus papás les dicen: "Por favor, le­
dente, porque los niños -explicó- son vanta la toalla mojada del suelo"?
harto más blandos y -usualmente- no c) ¿Sus papás les dicen: "Vamos"? 01
1
se quiebran, como le pasó a María. mejor, ¿' tenemos que ir donde los
Fue entonces que Sofía, la hermana abuelos. Y no pongas esa cara"?
dark, dijo: d) ¿Sus papás les dicen: "Pero si es­
"Es que María es dura, la dura". tudiamos toda la tarde juntos ... ¡y
Y desde entonces le dijeron así: María te sacaste esa nota!"?
la Dura. e) ¿Sus papás les dicen: "Estás se­
(Fue Sofía quien le contó a todo el gura de que ese tipo de zapatillas
colegio que su hermana era poco blanda están permitidas en el uniforme
y poco normal). del colegio"?
Después de toda esta introducción,
espero que tengan claro que la vida de
Todo esto partió en la consulta de Martín y Oiga se dijeron (mental­
una sicóloga infantil llamada Dominga mente, sin abrir la boca): "Eso ya lo sabe­
Dolores. Ella había llamado a los papás de mos. ¿Y para eso te pagamos tanto?".
María para contarles una idea que tenía -Mi idea -continuó Oominga- es
(bueno, ella ERA la sicóloga de María, que María aprenda a ser ordenada sin
no salió de la nada para esta historia). saberlo.
Entonces, cuando Martín y Olga se senta­
ron en el sofá (todos los sicólogos tienen
sofás), les dijo de una vez y sin ningún

-
preámbulo:
-Creo que María necesita disciplina.
"María es una niña muy activa, muy
física, y por eso creo que no sospechará

o
que esto es para ordenarla", concluyó la
especialista en cerebros infantiles.

o
(SILENCIO EXTRAÑO)
¿Se imaginan lo que los papás de

o
María estaban pensando?

o
o
VIOLENCIA GRÁFICA:
a) María eliminando al profesor de
educación física.
b) María reduciendo al profesor de
matemática a su menor múltiplo.
e) María poniendo en su lugar-ho­
rizontal y sobre el suelo- al mateo
del curso.
d) MARÍA CONVERTIDA EN UNA
MÁQUINA DESTRUCTIVA.
-Sé lo que están pensando -dijo Le dijeron gradas, aún preocupados,
Dominga-, pero no pasará eso. Nada de y se fueron a casa a hablar con su hija.
golpizas ni baños de sangre tipo película María estaba en su pieza con Peter
shaolín. Porque si María acepta la discipli­ (Pedro, perdón). Ella se estaba encres­
na de un sensei, de un maestro, su forma pando las pestañas y él estaba leyendo un
de ser cambiará. libro viejo y pesado: La Divina Comedia, de
Los papás de María NO estaban con­ Dante (ni lo intenten).
vencidos, pero como creían que Dominga Allí estaban, silenciosos y cada uno
era una experta en el tema (y MUY cara), lo en lo suyo, cuando entraron los papás de
pensaron un poco y dijeron "bueno, ok". María.
Entonces, Dominga les dio la di­ (Ojo, primero golpearon: toe-toe).
rección y el teléfono de un lugar donde -¿Quién es? -dijo María.
aceptaban niños para artes marciales. -Tus papás, ¿podemos entrar?
-Sip -dijo ella.
Dieron dos pasos y altiro hablaron. -¡Qué bueno! ¡Alucinante! ¿No te
-Tenemos algo que decirte -dijo parece, María?
Martín. Pero la alarma de NO CONFÍES EN
-Es una especie de regalo -dijo LOS ADULTOS estaba absolutamente
Olga. prendida en María. Aunque, al mismo
CRIC-CRIC tiempo, le parecía increíble la posibilidad
Esto sí que era raro ¿no? de aprender unos cuantos golpes. Menos
Porque María era podrida de desor­ palabras y más puños, pensó. Pero -y
denada y porra y, por lo mismo, no tenían este era un momento realmente lleno de
por qué darle un regalo. "peros"- algo le decía que sospechara de
Pero María sabía, al mismo tiempo, la oferta de sus papás, aunque su interior
que sus papás no eran tan simples ni decía acepta".
II

c01nunes. Que a veces, cuando peores Acepta.


notas tenía, más fuerte la abrazaban. Que Rechaza.
cuando peor lo hacía no estaba sola. Acepta.
Y, por lo mismo, dijo: Y después de un corto silencio, María
-¿ Qué sería? dijo:
-Un curso. Queremos regalarte un -Lo pensaré (aunque la verdad es
curso de artes marciales para que apren­ que quería decir que "sí" altiro. Pero no
das a defenderte. quería darle ese gusto a sus papás, aun­
CRIC-¿CRIC? que tampoco lo tenía tan daro. Es que no
Silencio. le gustaba aceptar algo que sus papás le
Hasta que Pedro abrió la boca: estaban ofreciendo y que era de su estilo y
blablabla y más bla dentro de su cabeza).
Pasaron como dos largos minutos y -A veces porque no estoy de acuer­
María soltó un "ok". do. Y a veces por puro deporte.
Sería casi imposible describir la cara -Pero aparte del "deporte", ¿te tinca
de los papás de María. Es que jamás pen­ aprender artes marciales?
saron que aceptaría algo que le estaban -Sí. Un montón.
regalando, porque a ella le gustaba llevar -Entonces déjate de ser tan gil.
la contra. -Ah, qué fino. Ya. Entendí perfecto.
Pero se quedaron calladísimos (cual­ No insistas.
quier palabra o gesto de felicidad podía -¿Cierto?
ser usado en su contra). Dijeron "bien, -Cierto.
chao º y se fueron rapidito al living. Y esta escena se acabó.
Entonces, Pedro le dijo a su amiga:
�Me parece alucinante lo que vas
a hacer.
�A mí también, pero lo único que
me hace sospechar es que mis papás
quieran tanto que me convierta en una
ninja ¿no?
�A ver, María. Para. Detente. ¿Tus
papás te quieren?
-Sí, y mucho.
-Entonces, ¿por qué llevarles la
contra?
Dos días después, María llegó al -Perdón, vengo a aprender.
gimnasio donde le tocaba practicar. Su -Tú debes ser María.
mamá la llevó con su bolso de deportes. -Sí.
Sin dudarlo, la dejó, se despidió: "Adiós, -Bueno. Deja tu bolso en el cainarín,
te vengo a buscar en dos horas más", y allí donde está esa puerta. Sácate la ropa
se fue. y ponte un buzo. ¿Te dijeron que trajeras
María entró a un sitio limpio y blan­ un buzo?
co, con una colchoneta gigante. En ella
estaba parado un señor canoso con ropa
blanca, esa que parece piyama. Y unos
diez niños (y dos niñas) estaban prac­
ticando, mientras tanto, có1no caer sin
romperse algo. María se acercó al señor
pensando que era el maestro. Y así era.
-S.í.
-Bien. Y sácate los aros y amárrate
el pelo. Y la próxima vez no vengas tan
pintada.
María hizo lo que le dijo el maestro.
Fue, se cambió, dejó el bolso, se sacó lo
que sobraba y volvió.
-¿ Qué hago ahora?
-Lo que hagan los otros.
Y eso fue correr alrededor de la col­
choneta, hacer montones de flexiones,
montones de abdominales y ejercicios que
nunca había imaginado.

Al rato, María estaba muerta.


Sentía el cuerpo caliente.
Le dolían partes que ni sabía que
existían.
Pero como los demás no alegaban,
ella no iba a ser menos.
Después los hicieron sentarse, y los Y no es que se hubiera vuelto BUE­
que tenían cinturones de distintos colores NA de repente. La verdad es que no sabía
comenzaron a practicar al medio de la muy bien dónde estaba aún, pero además
colchoneta. Ella no. no le nacían las ganas de ser la de todos
-Observa, María -le dijo el maes­ los días.
tro-. Después tú vas a estar allí, usando Allí podía ser otra María.
la fuerza del otro en tu beneficio. Pero todavía no sabía cuál.
¿Cómo? ¿ Tal vez la Dura?
¿Usando la fuerza del otro? No lo sabía.
¿No se supone que YO -se decía La dura que no lo sabía.
María- debo ser la forzuda?
Pero ni abrió la boca. Ni preguntó.
No se atrevió.
Y esa duda quedó muy grabada en
la cabeza de María. Y le siguió dando
vueltas cuando el maestro le pidió que
limpiara la colchoneta.
Es que ese día le tocaba a ella, la
"recién llegada", sin apelación. Después
lo harfa otro. La senciJla explicación del
sensei fue que había turnos y listo, y eso
fue suficiente para María.
Si tenía que limpiar, iba a limpiar.
Al día siguiente, a nuestra heroína le Era el precio de aprender (eso no lo
dolía hasta el pelo. Si se movía, le dolía dice ella, lo dice el narrador).
algo. Si se quedaba quieta, también. Pero aunque el cuerpo le pedía que
NO volviera a entrenar, la cabeza -al
parecer- estaba opinando lo contrario.
A María le quedó dando vueltas eso de
"usar la fuerza del otro".
Y tenía la esperanza de que el sensei
terminara explicándoselo, aunque sabía
que nunca lo haría en la segunda o la
tercera clase (porque o si no ¿para qué
seguir yendo?)
Pensativa y quejosa, se levantó.
Y moviéndose como una viejita de
90 años, María se puso la ropa para
ir al colegio.
Cuando fue a desayunar
parecía que estaba en la luna.
Por lo ida y por lo lenta.
Sus papás ni abrieron
la boca (cualquier palabra
podía ser usada en su contra
¿recuerdan?).
La única que dijo algo fue Sofía: Ese día, en el colegio, María parecía
-Y ... ¿te sacaron la mugre ayer? una foto de María. Quieta y silenciosa
-No. (nadie sabía que era porque le dolía
-Pero ¿no te hicieron ninguna llave TODO).
mortal? Los profesores miraron el calendario
-No. para ver si era Día de los Inocentes (chiste
-¿Ni siquiera un golpecito invali- viejo y fome, ya lo sé). Una profesora le
dante? puso la mano en la frente para comprobar
-No. Y no des la lata. si tenía fiebre. Y el resto del curso se pre­
-Bah. Qué fome lo tuyo. guntaba por qué María estaba tan, pero
tan quieta.
Y bien: era porque le dolía el cuerpo, Pero eso fue todo.
pero no la cabeza. Y lo que estaba pasando Con la cabeza en la almohada, nue­
por ella -por la mitad de su cerebro- era vamente a María se le apareció el enigma
eso de cómo usar la fuerza del otro y no de usar la fuerza de los otros".
11

la de uno. ¿Cómo sería eso?


Había ido a solo una clase de artes ¿Sería algo como un enigma jedi?
marciales y María ya no era la de antes. "Usar la fuerza del otro, puedes".
No es que hubiera aprendido todo de ¿ O es como absorber la energía vital,
inmediato, con un download y listo. como pasa en las películas de manitos
No. japoneses?
Pero la verdad es que sí se sentía La verdad es que María era un mon­
menos dura y terca. tón de preguntas en piyama, hasta que se
¿Y más buena? durmió.
Ni lo sueñen.

.-,, ·:. · -2
Eso es otra cosa.
Tal vez más blanda y más confusa.
Ese primer día después de la primera '
·'
' �. 1

clase fue una jornada silenciosa. María ni

2
abrió 1a boca (solo lo hizo para comer), :
�.,

L·1 •,._
'' ., .
, 1

mientras que sus papás tampoco pronun­


ciaron palabra alguna.
Solo la hermana mayor, en unarrangue
poético, le dijo: "María, me gustas cuando
callas, porgue estás como ausente".
A la mañana siguiente sentía, por
suerte, que algunos de sus músculos aún
estaban vivos. Pudo levantarse mejor
-esta vez como una anciana de 70 años
no más-, y lo primero que hizo fue ver
su calendario.
\
Al día siguiente le tocaba su nueva
clase.
Como nunca, María se levantó rá-
pido, se lavó, se vistió y, antes de ir a la (
cocina a desayunar, vio su toalla mojada
en el piso.
SU toalla.
"¿La recojo?", se preguntó.
Tic-tac, tic-tac.

"rJAH",
61:: RS'GPo�DtÓ.
,/
,/·
,///
-..........___
Algo parecido le pasó cuando termi­ Bueno. Por lo menos cerró la puerta
nó sus cereales con leche. ¿no?
"¿Recojo el plato y lo pongo en el Al llegar al colegio se encontró con
lavadero?" Pedro, gue, cmno un buen mejor amigo,
le preguntó:
-Y ¿qué tal?
-¿Qué tal qué?
-Qué tal la clase, obvio.
-Ah, y recién se te ocurre
preguntar.
-No te olvides que re­
niego de todos esos aparatos
altamente tecnológicos y que
no voy a preguntar algo tan
personal con un mensaje de
texto o algo por el estilo.
-Tan clásico, Peter.
-Yes, my dear.
-Bueno, my dear, la verdad
es que me sacaron la mugre y además
Tic-tac, tic-tac. tuve que limpiar el local.
"Nah". -Suena muy didáctico. ¿ Y había
Y partió al colegio, largando un manchas de sangre en e] suelo?
"chao" antes de cerrar la puerta. -¿Clásico y gótico, además?
-No. Solo chismoso. por la cabeza de su hija) y de un silencio
-No. Nada de sangre. Es duro, pero concentrado de la hermana mayor, que
no cortopunzante. Y todavía me duele estaba estudiando un libro de cocina
todo. Me duele hasta cuando me río. vegetariana dark, con recetas del tipo
-Pero tú nunca te ríes. "betarragas sangrientas''.
-Buen amigo. Para no dar la lata de nuevo, hay que
-El mejor. Pero aparte, ¿vas a decir que el día siguiente fue un suspiro (y
volver? nuevamente la toalla y el plato quedaron
-Por supuesto. ahí no más). Apenas estaba oscureciendo
-¿Cómo? ¿Para que sepan que eres y María ya tenía su bolso listo. Y la cara
ula Dura"? con cero maquillaje.
-No. Voy a volver porque el pro­ -Buenas tardes, María.
fesor 1ne dijo algo. Y quiero saber qué -Buenas tardes, sensei.
significa realmente. -Ya sabes lo que hay que hacer.
-Me alegro por ti. Es bueno querer -St sensei.
saber algo. María fue, se vistió como un rayo y
-No te pongas metafísico. volvió a 1a sala. Se puso frente al sensei, con
-Sólo clásico, my dar.ling. cara de "estoy aquí para recibir órdenes".
Ese día pasó volando. Esa tarde y -María, tienes cara de querer recibir
esa noche se hicieron muy cortas para órdenes.
María. Y nuevamente su casa se llenó -Sí, sensei.
de un silencio atí pico. De un silencio -Bueno, te pido que observes a esos
expectante por parte de los papás de niños mayores que están practicando, los
María (que querían saber qué pasaba de cinturón naranja.
-Sí, sensei. -¿ Ves, María?
Entonces María se sentó como los Y María pegó un salto, porque el
demás niños (para no verse diferente, sensei se le había acercado por detrás.
obvio) y se concentró en los que estaban -¿Qué tengo que ver1 sensei?-res­
peleando. pondió algo nerviosa.
Y era raro. -Ellos son Juan Andrés y J ulián.
Porque no estaban tirándose golpes Si los vieras en la calle, ¿dirías que son
ni patadas como para noquear al otro. forzudos?
Era más bien al revés. Los dos estaban -No.Nunca.
esperando que el otro lo atacara. Y cuando -Y ahora que los ves practicando,
pasaba algo, tornaban la ropa del contra­ ¿dirías que son forzudos?
rio, se iban doblando e intentaban que se -Tampoco sensei.
cayera al suelo. -Entonces, haga-
mos algo. Paren, por
favor.
Y de inmedia­
to los dos niños se
pusieron frente al
maestro.
-A ver, Ma­
ría, quiero que le
des un tremendo
combo en la gua ta a
Juan Andrés.
-Pero va a pasar como en las pelí­ Y como bien predijo nuestra pro­
culas: me va a agarrar y me va a dejar en tagonista, terminó cayendo de espalda
el suelo. al suelo. Con la boca abierta, porque no
-Así va a ser, pero quiero que lo entendió NADA de lo que le pasó. De
pruebes. repente estaba pegando un tremendo
-Pero. combo y dos segundos después estaba
-Dale, María. tirada en el suelo mirando el techo.
Y solo se le ocurrieron dos palabras:

:
Bueno, en realidad, es una sola p a­
labra. Pero durante toda la clase, a] hacer
todos esos ejercicios satánicos, María iba Comió,
repitiendo mentalmente "ba-cán, ba-cán,
ba-cán" al darse cuenta que de a poco
podría aprender a hacer esas llaves.
Cuando su mamá la pasó a buscar,
BA-CAtJ.
María seguía con el ba-cán" en la cabeza.
11

Llegó a su casa,

6A-CÁtJ..

o
,,.

(__ _ .-
(
Ala mañana siguiente, cuando Pedro -Mira, es como la fábula oriental
le preguntó por su segunda clase, ¿adivi­ del bambú.
nen qué respondió María? -¿Esos palos que se comen los osos
-Fue espeluznante. panda?
-¿Quieres decir bacán? -Sí, esos mismos.
-Oye, tú no usas esa palabra. -¿ Y qué tienen que ver con la fuerza
-Nunca está de más usar algo de del otro? ¿Un panda con la guata llena es
vocabulario moderno ¿no? Como para fácil de atrapar?
camuflarse, digo yo. -Es sencillo. A diferencia de otros
-Bueno, sí, fue bacanísima. Y creo materiales, el bambú se dobla en vez de
que estoy entendiendo lo que me insinuó quebrarse.
el maestro.
-Pero ¿ qué fue lo que te dijo? ¿Es el
-Yaaaaaaaaa.
secreto de una secta o algo así? -Entonces, cuando te lanzan un
-No, no es secreto. Pero me dejó puñete, tienes que doblarte en vez de
pensando. ponerte tiesa. Porque si te pones dura,
-Bueno, si te hizo pensar a ti, es te quiebras, pero sí estás blanda, puedes
como para vender lo que te haya dicho. esquivar el golpe.
-Ja. Ja. -¿ Y cuándo uso la fuerza del otro,
-Ya, sorry. ¿Qué te dijo? dime tú?
-Que me iba a enseñar a usar la -Eso pregúntaselo al profe, que yo
fuerza del otro. solo me sé ]a fábula del bambú no más.
-¿Para ganarle? -Ya, gracias, Wikipedro.
-Creo que sí. -Para eso estamos.
Y bueno, lo que pasa a continuación fuerza del otro no era lo único que podía
es igual a las películas, en que vemos llegar a aprender. Además se enteró de
como en pocos segundos se resumen que podía pasarlo bien haciendo que los
un 1nontón de clases de María. Vemos a otros lo pasaran bien también. Porque, o
María limpiando la colchoneta, la vemos si no, es imposible aprender a luchar ¿no?
transpirando (pero con la cara llena de Imagínense que los perdedores de cada
risa), tenemos un acercamiento de su ros­ clase se pican y después no vuelven más.
tro (pensativo) y la vemos al llegar a su Y todo porque el que ganó fue un plmno
casa (agotada), acostándose muy feliz. y les hizo burla.
Y levantándose al día siguiente como Si fuera así, fin de las clases y chao
una viejita de 60 años, luego de 59, de sense1.
58 y así, hasta llegar a despertarse como Día a día María aprendió a saludar
alguien de su edad, sin ningún dolor cada vez que llegaba. Y también aprendió
después de una clase matadora (bueno, a despedirse. Y no le dieron galletitas de
a veces un poquito). perro por aprender esto, aunque estaba
Y cada uno de estos días que pasan mejor entrenada.
llega con algo nuevo para María. Como Pero ¿creen que María se puso edu-
cuando supo que el "piyama" de sus entre­ cada también en la casa?
namientos se llamaba judogi, o que antes Ja. Ja.
del cinturón negro (el mega-bacán) estaban Pero no importa.
el blanco (el suyo 1 to-da-vía), el amarillo, el Por lo menos ahora era "educada"
naranja, el verde, el azul y el café. en alguna parte: en el dojo (es que así
Otra cosa que logró entrar en su se llama la colchoneta gigante donde
dura cabecita es que esa idea de usar la practican).
Los papás de María observaban en piece a oler mal), están muy contentos
silencio los cambios de su hija1 los que con su cambio.
eran pocos en la casa. Pero estaban or­ Tampoco vemos a Velcro 1 el gato,
gullosos de esa niña que despertaba feliz que solo apareció en la página número
después de sus clases (]o único que no 17 y nunca más lo vimos.
les gustó es que la sicóloga les cobró más, ¿ Qué será de Velero?
porque su idea había resultado). Tampoco vemos a Pedro1 que sigue
Y así termina esta historia1 con eso paso a paso los cambios de su amiga. Que
que llaman /ffinal abierto". Como cuando le dice unas cuantas verdades �de vez
el malvado asesino desaparece para vol­ en cuando� y que espera que obtenga
ver en la parte 2, y en la 3, y en la 4 de la su cinturón amarillo lo antes posible.
película. Los papás de María siguen sin Para que deje de ser "la Dura" y se ponga
abrir la boca (cualquier palabra puede ser blanda, como un bambú.
usada en blablabla1 ya lo saben) y Sofía El mejor cierre posible p ara esta
sigue lanzando de vez en cuando algún historia sería ver a María con su nuevo
chiste negro (es que es dark). cinturón. Pero falta1 y falta harto, p or­
Lo otro que no se muestra en este que es más difícil volverse flexible que
resumen es a los profesores de María, ponerse
· duro.
que no saben qué es lo que ha pasado Y lo otro sería verla recogiendo su
con ella. Porque al verla tan tranquila toalla y 1levando su plato al lavadero. Pero
creen que le dio algún tipo de parálisis es pedir demasiado. No olvidemos que
cerebral y que nadie se lo ha dicho. Pero igual es una niña como cualquier otra.
aparte de esta preocupación ( de tener a Y nadie madura TAN rápido tampoco,
una alumna zombi en la sala y que em- porque puede podrirse (ja-ja, chiste fome).
Pero lo que sí podemos decir es que
los adultos de esta historia -finalmen­
te- aprendieron lo mismo que enseña­
ron. Porque lo que hicieron los padres de
María -y casi sin darse cuenta- fue usar
la fuerza de su hija siendo más flexibles
con ella.

TAtJ-TÁtJ.

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