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Asignatura
Macroeconomía
Presenta
María Teresa Ortiz Hernández ID: 725268
Diana Marcela Pérez Rodríguez ID:492306
Oliver Córdoba Labrador ID: 729224
Michelle Adriana Mana Hernández ID:697648
Magister:
Ana Catalina Gonzales
Introducción
A pesar de haberse dado una recesión y una contracción económica, el país logró
aumentar en más del doble el PIB, esto es, pasando de un PIB per cápita de $27.000
dólares anual a $53.000millones dólares anual, convirtiéndose en uno de los países con
ingresos anuales per cápita más alto del mundo. El crecimiento tiene que ver que las
diferentes medidas y políticas que el gobierno adopto tuvieron como resultado el
crecimiento del país, una mejora en el bienestar social y económico de la
población, y aseguraron la posición de Singapur en el sudeste asiático como Estado
pequeño pero desarrollado y atractivo para las multinacionales que quieren establecer
oficinas en esta región del mundo. Las decisiones que ha tomado el gobierno muestran
el interés de estrechar los vínculos.
Singapur sigue siendo una de las economías más orientadas al mercado y abiertas del
mundo, y se considera también el país en el que es más fácil hacer negocios. Afronta
nuevos desafíos y oportunidades como consecuencia de la crisis financiera mundial y las
economías de bajo costo, especialmente de Asia, están poniendo a prueba su
competitividad. En respuesta, Singapur ha adoptado una estrategia de fomento de la
productividad para impulsar el crecimiento del PIB y facilitar la transformación del país en
una economía de alta tecnología.
En el mes de enero de 2021, la tasa de desempleo del total nacional fue 17,3%, lo que
significó un aumento de 4,3 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior
(13,0%). La tasa global de participación se ubicó 60,1%, lo que representó una reducción
de 2,4 puntos porcentuales frente a enero del 2020 (62,5%). Finalmente, la tasa de
ocupación fue 49,8%, presentando una disminución de 4,6 puntos porcentuales respecto al
mismo mes del 2020 (54,4%).
COLOMBIA: BALANCE 2020 Y PERSPECTIVAS 2021
Todos los años desde la empresa ANDI hacen un balance final y un ejercicio de
perspectivas para el año que viene. Según su experiencia durante el balance ellos afirman
que nunca había sido tan complejo registrar y entender lo sucedido, y menos aún proyectar
perspectivas. 2020 quedará marcado en la historia de la humanidad. Por las decisiones que
tomemos seremos recordados por las generaciones futuras. Estamos en un punto de
inflexión. Balance Este 2020 nos ha dejado una nueva realidad y muchas lecciones. No
podemos desaprovechar esta transición para ver a través de la ventana del optimismo las
transformaciones que deben ser abordadas con una perspectiva positiva, aprovechando las
oportunidades que estas nos traen. Caracterizar este 2020 resulta difícil porque las
transformaciones son muchas en aspectos de la vida familiar, comercial, políticas públicas,
empresarial e internacional. También se podría hablar de una sexta revolución industrial,
donde la transformación digital que era un proyecto para el futuro pasó a ser una necesidad
apremiante, se aceleró y llegó para quedarse en los hogares, las empresas, los gobiernos, la
educación. El COVID-19 obligó a todos los países a implementar medidas restrictivas y de
confinamiento. Por el lado de las personas, la movilidad mundial se redujo a su mínima
expresión llegando a caer hasta en un 50% en abril. Todas estas medidas se tradujeron en
un fuerte impacto sobre la actividad de operación de las empresas, la movilidad de las
personas, la distribución de los productos, el abastecimiento de los bienes y servicios, es
decir, en términos económicos enfrentamos una crisis doble, la de la oferta y la de la
demanda, con características y posibles soluciones diferentes .
PERSPECTIVAS
Con estas tasas es importante anotar dos grandes temas. De un lado nos demoraremos dos
años en recuperar los niveles de 2019. Pero, más importante, tardaremos 4 o 5 años en
retornar a la trayectoria de crecimiento que habíamos logrado en los últimos años. Nunca
habíamos sufrido una pérdida de valor social y económico de estas dimensiones. Hoy no se
trata solo de crecer, debemos hacerlo en forma acelerada. La velocidad del crecimiento será
crucial. La dimensión de la crisis, sin embargo, dependerá de las acciones que tomemos
desde el sector público en lo macro y sus condiciones e incentivos, y desde lo
microeconómico con la decisión de salir adelante con responsabilidad y solidaridad.
Desde la política pública se requieren acciones de choque que apunten a crear condiciones
que eviten la pérdida de más empresas, y la generación de nuevas inversiones. Esta es la
única receta sostenible para la conservación y creación de empleo. Se requieren políticas
estructurales que le den certeza a inversionistas de que Colombia es destino adecuado. Y
desde lo empresarial el reto es mantener la confianza y continuar creando empresa. Hoy
tenemos claras varias realidades: a) el impacto de la pandemia no ha llegado a su fin; b) las
consecuencias negativas en lo económico y en lo social son inmensas; c) nos tomará varios
años recuperar lo perdido, y varios más retomar la senda que traíamos; d) se han tomado
medidas de política pública indispensables y valiosas; e) la agenda económica y de política
pública de los próximos años requerirá de muchas medidas adicionales que permitan
disminuir los efectos de la actual crisis. No vamos ni por la mitad de una muy dura cuesta.
Colombia terminó el 2020 con la peor tasa de desempleo en 18 años.
El DANE dio a conocer que en diciembre del año 2020 Colombia finalizó su año con la
El DANE dijo que la población ocupada en diciembre de 2020 restó 1,3 millones de
Mientras tanto, la población inactiva (que puede trabajar, pero no está haciéndolo por
decisión propia) sumó 945.000, para llegar a un total de 15,3 millones.
Sin embargo, cuando se compara el dato de diciembre de 2020, frente a diciembre de 2019,
hay una diferencia sustancial, toda vez que para ese momento la tasa de desempleo era del
9,5 %.
Cuando se revisan las actividades que más restaron puestos de trabajo en el último mes del
año se encuentra que actividades artísticas, alojamiento y servicios reportaron 301.000 y
277.000 desempleados, respectivamente. Así mismo, el comercio y reparación de
vehículos dejó 179.000 puestos de trabajo menos y el transporte y almacenamiento
restaron 149.000 empleos.
De las 13 actividades que mide el DANE en el mercado laboral, solamente dos sumaron
puestos de trabajo en diciembre: información y comunicaciones, con 22.000 puestos de
trabajo y suministro de servicios públicos, con 69.000.
La tasa de desempleo en las 13 ciudades principales fue del 15,6 %, llegando a una
población ocupada de 10,1 millones, una desocupada de 1,8 millones y la inactiva se situó
en 6,8 millones.
De las ciudades principales, Bogotá y Medellín fueron las que más desempleados sumaron
en diciembre de 2020: con 294.000 y 79.000, respectivamente.
Año completo
Bajo este panorama, y cuando se revisa el comportamiento de todo el año 2020, el número
de desocupados llegó a 3,7 millones de personas (1,1 millones más frente a 2019). Mientras
que la población ocupada cayó a 19,8 millones, al restarse 2,44 millones a este conjunto.
De esta manera, la tasa de desempleo anual quedó en el 15,91 %, frente al 10,5 % del 2019.
Y así mismo se convierte en el dato anual más grande desde 2002, cuando la tasa de
desempleo fue del 17,4 %.
Había una buena dinámica del consumo y la inversión privada, por la recuperación
después de la caída del precio del petróleo entre 2014 y 2016, por los incentivos
tributarios y la migración.
La inflación estaba por encima de la meta por factores temporales, principalmente
por los precios de los alimentos. Sin embargo, estaba convergiendo hacia la meta
del 3% en 2020.
El déficit externo estaba relativamente alto: mayor 4 % del PIB. Explicado
principalmente por la fortaleza del consumo y la inversión.
Financiación sana con Inversión Extranjera Directa.
CORONAVIRUS Y SU IMPACTO EN LA ECONOMÍA COLOMBIANA
Los pronósticos del Banco Mundial y Cepal van en igual sentido a los del FMI. El Banco
Mundial proyecta una caída de la economía colombiana de -4,9% en 2020 y una
recuperación de 3,6% en 2021, con una perspectiva mejor a la de Latinoamérica y el Caribe
para la que estima una caída de -7,2 en 2020 y un crecimiento de 2,8% en 2021. En el caso
de Cepal, se pronostica que la economía colombiana se contraiga -5,6% en 2020, superior a
la caída esperada para América Latina y el Caribe (-9,1%).
En su publicación del 25 de mayo, ANIF plantea tres escenarios. Un escenario base, donde
la economía se contraería -2,4% anual y la tasa de desempleo ascendería a 18,5%; un
escenario más pesimista, si persisten los problemas de salud pública y se amplía el periodo
de aislamiento, con una caída del PIB real de -4,5% anual y una tasa de desempleo de
22,5%; y un escenario optimista, de menor afectación económica, con una contracción del
PIB real de -1,1% anual y una tasa de desempleo de 16,5%. En los tres escenarios, la
entidad plantea una tasa de desempleo más alta a la prevista por el FMI para Colombia
(12,2% en 2020).
Por el lado de la oferta, ANIF estima, en su escenario base, que solo dos sectores registren
crecimientos positivos: el agropecuario (2,5%), teniendo en cuenta que los hogares estarán
priorizando la compra de este tipo de bienes; y servicios sociales (2,2%), jalonados
principalmente por las actividades relacionadas con la salud humana. Las mayores
contracciones se verían en los sectores de: minería (-8,5%), debido a los menores precios
del petróleo y a la debilidad de la demanda tanto externa como interna; y construcción (-
8,1%), dada la menor dinámica de las edificaciones y la difícil reactivación de las ventas de
vivienda por las reducciones en los ingresos de los hogares.
Por el lado de la demanda, ANIF estima que el consumo de los hogares se contraería -2,8%
anual, en línea con las pérdidas de ingreso de los hogares, su alto endeudamiento, la
reducción de su confianza y el aumento del desempleo. La formación bruta de capital caería
-8,5%, debido al menor dinamismo de los proyectos productivos y la debilidad del sector de
la construcción; mientras el consumo del Gobierno sería el único componente del gasto en
registrar un crecimiento positivo (2,8%), teniendo en cuenta las necesidades del sector de la
salud y las políticas fiscales de apoyo social y empresarial.
Debido a que el mayor gasto para atender la emergencia sanitaria y económica será
financiado con deuda, se proyecta que la deuda bruta del Gobierno Nacional Central
ascienda a 65,6% del PIB en 2020 y se reduzca a 60,5% del PIB en 2021.
Inflación y tipo de cambio
Respecto al tipo de cambio, los analistas locales encuestados por el Banco estiman que
ascienda a COP 3.843 por USD al final del año 2020, lo que quiere decir una depreciación
de 17,3%, respecto al cierre de 2019, cuando se ubicó en COP 3.277 por USD. Los
analistas extranjeros proyectan valores similares. En general, todos esperan que el tipo de
cambio descienda al cierre de 2021. Puntualmente, los analistas locales estiman un
promedio de COP 3.656 por USD, lo que implicaría una apreciación de la moneda de 4,9%.
FUENTES: