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REVISTA FASO AÑO 22 - Nº 2 - 2015 63

Entrevista al Dr. Fernando Romero Moroni


Por Dr. Alberto Chinski

“Uno de los referentes de la otorrinolaringología en Argentina es el Dr. Fernando Romero Moro-


ni. Es por ello que esta Dirección decidió realizarle un reportaje con el fin de que fuese conocido
por la gente más joven de la especialidad”. He aquí el reportaje…

Dr. Alberto Chinski- ¿Cuándo y dónde naciste y conocíamos, al punto de que varios de mis com-
cómo estaba compuesta tu familia? pañeros de la escuela primaria siguen siendo ami-
Dr. Fernando Romero Moroni - Nací en Córdoba, gos míos. En cierto modo, podría decirse que la
el 29 de septiembre de 1941. Mi madre fue Marta escuela primaria era una extensión de mi casa.
Moroni, mujer enérgica y emprendedora, capaz Las cosas cambiaron completamente con el in-
de llevar adelante una familia numerosa y ser al greso a la secundaria. La cursé en el Liceo Mili-
mismo tiempo una notable fuente de cordialidad tar General Paz, por entonces uno de los mejores
y cariño. Mi padre fue Eugenio Romero Díaz, colegios de Córdoba. Allí la disciplina era muy
otorrinolaringólogo como yo. Hijo de inmigran- rígida, y había que valerse por sí mismo. A pesar
tes, huérfano desde la infancia, supo sin embargo de que mucha gente critica la modalidad educa-
abrirse camino y fue un reconocido cirujano de tiva del Liceo Militar, creo que sirvió para ense-
oído y Profesor Titular de Otorrinolaringología. ñarme a defenderme solo, fortalecer mi voluntad
Soy el mayor de siete hermanos, cuatro varones y templar mi carácter, y además generó entre los
y tres mujeres. Crecimos en un ambiente donde condiscípulos un sentimiento de camaradería y
la unidad familiar se consideraba como un va- amistad tan profundo, que aún hoy persiste.
lor que estaba por encima de todo. En esa época
Córdoba era una ciudad pequeña, donde todo el A.CH.- ¿Dónde estudiaste?
mundo se conocía, de modo que a lo largo de mi F.R.M.- Al finalizar la secundaria estaba muy cla-
infancia y mi juventud viví un mundo agradable, ro que estudiaría Medicina. Y aquí se presentó un
rodeado de amigos y parientes. nuevo problema: la discusión entre enseñanza lai-
En casa, muy a menudo los temas relacionados ca o enseñanza libre estaba en su momento más
con la Medicina estaban presentes en la conver- violento, y las luchas callejeras entre ambos ban-
sación. Mi padre tenía tres hermanos médicos, y dos eran verdaderas batallas campales. Personal-
uno mi madre. Es de imaginarse con cuánta fre- mente, si bien veía con buenos ojos la enseñanza
cuencia las conversaciones giraban alrededor de laica, no entendía por qué no podían coexistir am-
temas relacionados con la profesión. Además, bas. Finalmente, opté por cursar simultáneamente
desde muy chico me sentí atraído por todo aque- en ambas universidades, la Nacional y la Católi-
llo relacionado con la biología y los fenómenos ca, hasta tener una visión más clara de las cosas.
vinculados con los seres vivos. Podría decirse que Y lo único que me quedó claro fue que hacer lo
siempre supe que estudiaría Medicina. que estaba haciendo era un esfuerzo sobrehuma-
no. Así que casi dos años después decidí dejar
A.CH.- ¿Cómo fue tu infancia y juventud fuera de la universidad nacional y continuar solamente
la medicina?
en la católica, porque me pareció más organiza-
F.R.M.- Como ya mencioné, por entonces Cór- da y más personalizada. Como contrapartida, al
doba era una ciudad pequeña, donde todos nos mismo tiempo en los hospitales sufríamos per-
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manentemente una discriminación despiadada, rante ese año tuve la oportunidad de conocer y
lo que también sirvió para que aprendiéramos a aprovechar las enseñanzas de numerosos profe-
valernos por nosotros mismos, y a pesar de todo sionales de primera línea. Entre otras cosas, tuve
pudimos terminar la carrera. Hoy, cincuenta años ocasión de asistir en Barcelona a un curso donde
después, puedo decir, con mucho orgullo, que pude codearme con las mentes más preclaras del
soy parte del pequeño grupo que arriesgando su momento, y gracias a lo cual comencé a apreciar
futuro, constituyó la primera promoción de médi- en su verdadera magnitud otro tema que desde
cos de la Universidad Católica de Córdoba. entonces me ha despertado verdadera pasión: el
aparato vestibuar.
A.CH- ¿Por qué estudiaste medicina y ORL en es- He hecho muchas otras visitas a colegas en el ex-
pecial? tranjero, pero ninguna tan prolongada ni fructífe-
ra como la que acabo de mencionar.
F.R.M- Aún sabiendo que seguramente haría
En nuestro país tuve el honor de que el Dr. Juan
Otorrinolaringología, durante toda la carrera hice
Manuel Tato me tuviera especial consideración.
Clínica Médica, porque pensaba que antes de for-
Gracias a él aprendí mucho, y pude vincularme
marme como especialista debía hacerlo como mé-
con personalidades sobresalientes de la especia-
dico. Creo que no me equivoqué.
lidad.
Al mismo tiempo que aprendía, alimentaba mi
A.CH- ¿La ORL la aprendiste en el seno familiar o
otra pasión: la docencia. He sido Jefe de Trabajos
realizaste cursos internacionales? ¿Cómo te desa-
rrollaste académica y hospitalariamente? Prácticos de Anatomía durante varios años. Las
interminables horas dedicadas a la disección no
F.R.M- Tuve maestros que me enseñaron a razonar fueron en vano. En ese trabajo silencioso aprendí
y a considerar al paciente como un todo. Así fue a entender muchas de las funciones del organis-
que durante toda la carrera no hice nada vinculado mo, y el porqué de algunas estructuras. También,
a la especialidad. Recién después de graduado me como docente, comencé a disfrutar del crecimien-
incorporé al Servicio de Otorrinolaringología del to intelectual de aquellos que te han sido confia-
Hospital Córdoba, cuyo jefe era mi padre. Ya he dos.
dicho que fue otólogo, discípulo de Shambaugh, y A medida que me fui desarrollando en la especia-
uno de los pioneros en la microcirugía otológica a lidad, debí dejar la docencia de la Anatomía por
nivel nacional. Tenerlo como jefe no fue fácil para falta de tiempo. En cambio, pasé a formar parte
mí, puesto que no hacía diferencias, y yo, por otra de las cátedras de Otorrinolaringología en ambas
parte, me sentía obligado a cumplir lo mejor posi- universidades. Fui jefe de trabajos prácticos en la
ble. Universidad Católica de Córdoba desde 1965 has-
Esos primeros tiempos fueron inolvidables. Lu- ta 1976, y en la Universidad Nacional de Córdoba
chas. Escollos. Ilusiones. Progresos. Lentos, pero desde 1979 hasta 1982. A partir de 1980 y hasta
progresos al fin. Poco a poco me fui formando 1985 me desempeñé como Profesor Asistente, y
como especialista, gracias a todos aquellos que en 1986 pasé a ser el Profesor Titular, cargo que
formaban el Servicio del Hospital Córdoba. Algo ocupé hasta mi jubilación. En 1983 rendí mi tesis
les debo a cada uno de ellos. de doctorado en la Universidad Nacional de Cór-
Siempre me atrajo fundamentalmente la Otolo- doba, y en 1994, luego de una serie de arduos pro-
gía. Cuando ya había acumulado cierta experien- blemas administrativos, gané el cargo de Profesor
cia, gracias a una beca del Instituto de Cultura Titular de la Primera Cátedra en la Universidad
Hispánica pude estar durante un año en Madrid Nacional, que también desempeñé hasta la fecha
junto al Dr. Esteban Scola, a quien nunca podré de mi jubilación.
agradecer lo suficiente, ya que no solo fue mi También fui Jefe del Servicio de Otorrinolaringo-
maestro sino también un verdadero padre para logía del Hospital San Roque, que cumplía fun-
mí. El Dr. Scola tenía un caudal inmenso de ci- ciones de apoyo docente a la Cátedra de la Uni-
rugía y me permitió trabajar y practicar muchísi- versidad Nacional.
mo bajo su supervisión. Tuvo la generosidad de Durante mi vida universitaria formé parte de in-
autorizarme a concurrir a otros servicios, y du- contables tribunales de tesis doctoral.
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Actualmente estoy retirado de la actividad hospi- de todos un constante estímulo, y en los momen-
talaria, y ejerzo solamente en la Clínica Universi- tos difíciles, un sólido apoyo.
taria Reina Fabiola de la Universidad Católica de
Córdoba, a cargo del Servicio de ORL. Continúo A.CH- ¿Alguna vez pensaste en trabajar fuera de
con la actividad formativa, ya que en este Servicio Córdoba?
se desarrolla un postgrado de la especialidad, de- F.R.M- Alguna vez pensé en trabajar fuera de
pendiente de la Universidad. Esto me mantiene Córdoba, pero nunca pude decidir si debía irme
en estrecho contacto con mis colegas en forma- a un sitio más cosmopolita y con mejores posibili-
ción. Creo que es un excelente mecanismo para dades, o a un lugar más pequeño pero con mejor
mantenerse activo y motivado. Con el correr de calidad de vida. De todas maneras, creo que tengo
poco de qué quejarme.
los años, tantas horas pasadas junto a los médicos
jóvenes me han permitido atesorar una cantidad
A.CH- Actualmente ¿seguís trabajando?
enorme de afectos.
F.R.M- Sigo trabajando, aunque con un ritmo mu-
A.CH- y finalmente te casaste… ¿tenés hijos? ¿ a cho más placentero que el de antaño, con tiempo
qué se dedican tus hijos? para dedicarme a aquellas cosas que me gustan,
como la pesca con mosca, los idiomas, la música,
F.R.M- Tengo cuatro hijos, dos varones y dos mu- los viajes, y la navegación a vela, aunque última-
jeres. Todos son universitarios. El único relacio- mente la tengo un poco abandonada.
nado con mi actividad es Fernando, muy vincula- Por supuesto, dentro de lo posible, sigo yendo a
do a los aspectos pediátricos de la especialidad, y los congresos. Allí vuelvo a encontrar a mis cama-
posiblemente todos ustedes lo conocen. Los otros radas de toda una vida.
tres siguieron otros caminos, y no tienen ninguna
vinculación con la medicina. Tengo además diez A.CH- ¿Qué te hubiera gustado ser que no fuiste?
nietos, de edades muy diversas. Me siento franca- F.R.M- Creo que he sido lo que quería ser. Segu-
mente orgulloso de mi familia. Aun cuando hasta ramente, no del todo, pero me conformo. Si no
ahora solamente Fernando parece sentir inclina- he sido otra cosa, sólo puedo cuestionarme a mí
ción por lo que hago, siempre he recibido de parte mismo.

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