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2.2. Infeccion Trato Urinario Recurrente
2.2. Infeccion Trato Urinario Recurrente
Resumen
Objetivo: Proporcionar una actualización de la definición, epidemiología, presentación
clínica, la investigación, el tratamiento y la prevención de las infecciones recurrentes
del tracto urinario en las mujeres.
Opciones: profilaxis antibiótica continua, profilaxis antibiótica postcoital, y
autotratamiento agudo, son todas las alternativas eficientes para prevenir la infección
urinaria recurrente. El estrógeno vaginal y el jugo de arándano también pueden ser
alternativas eficaces de profilaxis.
Evidencia: Una búsqueda en PubMed y The Cochrane Library para los artículos
publicados en inglés identificó la literatura más relevante. Los resultados se limitan a
las revisiones sistemáticas, ensayos controlados aleatorios, ensayos clínicos
controlados y estudios observacionales. No hubo restricciones de fecha.
Valores: Esta actualización es el consenso del Subcomité de Uroginecología de la
Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá. Se hicieron recomendaciones de
acuerdo con las directrices elaboradas por el Grupo de Trabajo Canadiense sobre el
Cuidado de la Salud Preventiva (Tabla 1).
Opciones: las infecciones recurrentes del tracto urinario necesitan una cuidadosa
investigación y se pueden tratar y prevenir de manera eficiente. Diferentes opciones
de profilaxis pueden ser seleccionadas de acuerdo a las características de cada
paciente.
Recomendaciones
9. Los pacientes deben ser informados de que los productos de arándano son eficaces
en la reducción de infecciones recurrentes del tracto urinario. (I A)
11. Los probióticos y vacunas no pueden ser ofrecidos como una terapia probada para
la infección urinaria recurrente. (II-2C)
12. Las mujeres embarazadas con riesgo de infección urinaria recurrente se les debe
ofrecer la profilaxis continua o postcoital con la nitrofurantoína o cefalexina, excepto
durante las últimas 4 semanas de embarazo. (II-1B)
La infección del tracto urinario es una de las infecciones bacterianas más comunes en
las mujeres, y del 50% al 60% de las mujeres adultas experimentan una infección
urinaria durante su vida. Se estima que en las mujeres jóvenes hay 0,5 episodios de
cistitis aguda por persona por año. Esta incidencia disminuye con la edad. En las
mujeres postmenopáusicas, se estima que hay 0,07 episodios de cistitis aguda por
persona por año.
La reinfección es más común que la recaída. La mayoría de recurrencias ocurren dentro de los
primeros 3 meses después de la infección primaria, y a menudo pueden ser coinfecciones.
Cuando la infección inicial es causada por E. coli, hay un mayor riesgo de reinfección en las
primeras 6 meses.
PRESENTACION
Los síntomas clásicos de infección urinaria aguda baja incluyen disuria, frecuencia urinaria
dolor suprapúbico y hematuria ocasional. El diagnóstico diferencial incluye la vaginitis, uretritis
aguda, cistitis intersticial, y enfermedad inflamatoria pélvica. Otros organismos que pueden
estar implicados e imitan la cistitis aguda incluyen la Clamidia, Neisseria gonorreae, Candida,
vaginosis bacteriana, y el herpes simple. Los síntomas clásicos parecen ser altamente
predictivos de la enfermedad verdadera. Si disuria, frecuencia y hematuria se presentan, en
ausencia de secreción vaginal, la probabilidad de un cultivo positivo es del 81%. Las mujeres
con IU recurrentes pueden auto-diagnosticarse sobre la base de los síntomas de forma muy
precisa, con una tasa de cultivo positivo del 84%. Los factores predictivos positivos de
infecciones urinarias recurrentes en las mujeres son los síntomas después del coito,
antecedentes de pielonefritis, ausencia de nicturia y la pronta resolución de los síntomas (48
horas) después del inicio del tratamiento. Los principales factores predictivos negativos son la
presencia de nicturia y la persistencia de los síntomas entre los episodios de la infección
tratada.
FISIOPATOLOGIA
E. coli uropatógena tiene factores de virulencia, tales como el tipo de fimbria, que promueve la
unión al epitelio de la vagina y la uretra y mejorar la capacidad para causar cistitis. Otros
factores aumentan la resistencia a la actividad bactericida del suero y los mecanismos de
defensa del huésped. Los modelos animales sugieren que la E. coli puede permanecer latente
en grandes reservorios de bacterias dentro del huésped y reactivarse para causar la infección
en el futuro. En un estudio de 2007, 16 muestras de orina tomadas de la mitad del chorro de la
micción de las mujeres con cistitis aguda no complicada también mostraron evidencia de
comunidades bacterianas intracelulares de E. coli uropatógeno. Estas comunidades están
relativamente protegidas de los mecanismos de respuesta inmunológica del huésped y la
terapia con antibióticos y pueden reactivarse y causar UTI recurrentes.
En la teoría clásica para el desarrollo de la infección del tracto urinario, el patógeno urinario es
parte de la flora fecal. Coloniza la uretra y la vagina distal, posteriormente, asciende hacia la
vejiga y causa la infección. Este modelo es el mismo para IU esporádica y recurrente en las
mujeres. Los reservorios de bacterias uropatógenas pueden permanecer en el tracto
gastrointestinal y la vagina del individuo susceptible. Los resultados de un estudio sugieren que
los miembros del hogar, incluyendo mascotas, podrían actuar como reservorios para la
recolonización de una persona con UTI. Los lactobacilos de la vagina son protectores, ya que
impiden la colonización inicial con uropatógenos.
FACTORES DE RIESGO
Mujeres premenopaúsicas
En las mujeres jóvenes que sufren de infecciones urinarias recurrentes existen factores de
riesgo en su comportamiento. Estos incluyen el aumento de la frecuencia del coito, el uso de
un espermicida, y nuevas parejas sexuales. Los espermicidas aumentan la tasa de colonización
vaginal y periuretral con E. coli. Cuando una primera ITU es causada por E. coli, el riesgo de una
segunda infección dentro de los 6 meses es mayor que cuando una primera infección es
causada por otra uropatógeno. L os patrones disfuncionales de micción en los que hay un
aumento del tono del esfínter externo durante la micción también puede estará asociado con
IU recurrente en mujeres urologicamente normales. También hay algunos factores de riesgo
no conductuales para la IU recurrente en mujeres jóvenes. Estos incluyen antecedentes de ITU
antes de los 15 años y antecedentes maternos de infección del tracto urinario. Esto sugiere
que también hay factores anatómicos y genéticos involucrados. La mayoría de las mujeres con
IU recurrente no tienen ninguna anomalía anatómica o funcional del tracto urinario, y el
examen radiológico y la cistoscopia no están indicados.
Mujeres postmenopaúsicas
En las mujeres premenopáusicas, el 90% de la flora vaginal son lactobacilos, que protege
contra la colonización con uropatógenos tales como E. coli. La pérdida de estrógenos en la
menopausia resulta en el adelgazamiento del epitelio vaginal y la disminución de cantidades
de glucógeno. El medio ambiente resultante es hostil a los lactobacilos, y su número
disminuye. El pH vaginal aumenta y hay una mayor propensión a la colonización con
uropatógenos. Las mujeres que no son secretoras de antígenos de los grupos sanguíneos de
histocompatibilidad están en mayor riesgo de infección urinaria recurrente. Esto se cree que es
resultado de la unión de las fimbrias P de E. coli a glicolípidos en las celulas vaginales y
uroteliales. El estado no secretor es un factor de riesgo más significativo en la posmenopausia
que en las mujeres premenopáusicas.
INVESTIGACION
Todas las mujeres con IU recurrente deben someterse a un examen físico para evaluar la
anatomía y urogenital estrogenización de los tejidos vaginales y para detectar el prolapso. El
volumen de orina residual posterior a la micción debe ser medido. La detección de diabetes
está indicada en pacientes con otro tipo de factores de riesgo, tales como la historia familiar y
la obesidad. La mayoría de las mujeres no requieren una amplia investigación urológica. Sin
embargo, las mujeres que sufren infecciones por microorganismos que no son causas comunes
de infección del tracto urinario, tales como Proteus, Pseudomonas, Enterobacter, Klebsiella y
pueden tener anormalidades estructurales o cálculos renales. Ellas se beneficiarían de los
estudios de imagen del tracto urinario superior y cistoscopia. Las mujeres que tienen
hematuria persistente después de la resolución de su infección también requieren una
investigación urológica completa.
Dado que las bacterias reducen los nitratos a nitritos en la orina, el uso de análisis de orina con
tira reactiva puede ser útil. Un resultado positivo indica una infección por lo general, con una
especificidad del 92% al 100% y una sensibilidad del 19% al 48%. Un resultado negativo no
descarta la infección si el paciente es sintomático. Algunas bacterias como Staphylococcus
saprophyticus carecen de las enzimas para reducir los nitratos. Si la orina no ha estado
presente en la vejiga durante al menos 4 horas, no pueden haber habido tiempo suficiente
para que la reacción ocurra.
La leucocito esterasa es producida por los neutrófilos e indica piuria, que está asociada con
una infección del tracto urinario. Otros organismos aparte de uropatógenos pueden producir
leucocito esterasa. Por lo tanto, esta es una prueba sensible (72% a 97%), pero no específica
(41% a 86%) para la IU en las mujeres. Sangre en la tirilla puede ayudar a confirmar la
infección, pero esto puede ser asociado con otras circunstancias clínicas y por lo tanto es más
sensible (68% al 92%) que específica (42% al 46%) para la IU.
Se recomiendan los regímenes de 3 días porque se asocian con un mejor cumplimiento, menor
costo y menor frecuencia de reacciones adversas que los regímenes de 7 a 10 días. Varios
estudios y la experiencia clínica han confirmado la efectividad de los regímenes de 3 días de
trimetoprim, trimetoprim-sulfametoxazol, o una fluoroquinolona para el tratamiento de la
cistitis aguda no complicada, y estos agentes se recomiendan generalmente para el
tratamiento empírico. En comparación, los regímenes de 3 días con betalactámicos son menos
eficaces que los regímenes de 5 días. La nitrofurantoína es un agente seguro y generalmente
eficaz, pero debe administrarse durante un mínimo de 7 días. Los regímenes de dosis única son
algo menos efectivo que los regímenes de 3 a 7 días, incluso con fluoroquinolonas.
A las mujeres que usan anticonceptivos que contienen espermicidas, se les debe ofrecer una
forma alternativa de anticonceptivo. Varios estudios han demostrado que no existe una
asociación entre la infección del tracto urinario recurrente y los patrones pre-y post-coital, la
frecuencia de la micción, retraso en los hábitos, las duchas vaginales, uso de bañeras de
hidromasaje, baños de burbujas, índice de masa corporal, el uso frecuente de pantimedias o
mallas, el uso de ropa ajustada, el tipo de ropa, paseos en bicicleta y el volumen de fluido
consumidos. Sin embargo, los enfoques de comportamiento son poco probable que sean
nocivos.
Estrategia antimicrobiana
Profilaxis continua
La profilaxis continua se puede dar todos los días a la hora de acostarse. Algunos autores
sugieren la profilaxis en noches alternas o 3 noches por semana (Tabla 2). Un estudio mostró
que la profilaxis semanal era mejor que profilaxis mensual. No hay estudios que comparen la
profilaxis diaria y semanal. No se pueden hacer recomendaciones sobre profilaxis óptimas.
Profilaxis postcoital
Otro estudio mostró que las mujeres sexualmente activas que tomaron ciprofloxacina
postcoital tuvieron resultados similares a las mujeres que tomaron ciprofloxacina diaria. Una
relación causal entre las infecciones y el coito puede sospecharse cuando el intervalo es
consistente entre las 24 y 48 horas. Dos estudios sugieren que para las mujeres sexualmente
activas con infección del tracto urinario relacionadas con las relaciones sexuales, el enfoque
post-coital podría ser una mejor opción. Los autores de un estudio observaron que una de las
principales ventajas de la profilaxis post-coital fue que produce menos efectos secundarios
porque las mujeres tomaron sólo un tercio de la cantidad de antibiótico que se utiliza en la
profilaxis diaria.
Autotratamiento agudo
La terapia de autotratamiento es ideal para las mujeres que no son candidatas adecuados para
la profilaxis diaria a largo plazo o que no están dispuestos a tomarla. Sin embargo, esta
estrategia debe ser restringida a aquellas mujeres que claramente han documentado
infecciones recurrentes y que están motivadas a cumplir con las instrucciones médicas, y
tienen una buena relación con su médico. A estas mujeres se les debe recordar a llamar a su
médico si los síntomas no se resolvieron completamente en 48 horas. El paciente identifica
episodios de infección sobre la base de los síntomas e inicia un curso estándar de 3 días de
tratamiento. El tratamiento antimicrobiano empírico con efectos secundarios mínimos son
recomendables, ya que este enfoque podría conducir a un cierto grado de sobre el tratamiento
(Tabla 2).
Efectos adversos
En una revisión Cochrane de 2004, las tasas de eventos adversos fueron mayores en el grupo
de antibióticos que en el grupo placebo. El riesgo relativo de efectos secundarios graves que
requieren la interrupción del tratamiento fue 1.58 (IC del 95%: 0,47 a 5.28) y para los efectos
secundarios leves el riesgo relativo fue de 1,78 (IC del 95%: 1,06 a la 3,00). Los eventos
adversos más frecuentes fueron náuseas y candidiasis vaginal y oral. La nitrofurantoína
requiere el mayor número de retiros, seguido de cefalexina y perfloxacina semanal. Varios
efectos adversos se han descrito con el uso de nitrofurantoína, incluyendo anemia aplásica,
polineuritis, reacciones colestásicas y hepatocelulares agudas, y la toxicidad pulmonar. La
toxicidad pulmonar crónica es poco común y puede suceder después de 1 mes a 6 años de
terapia. Los pacientes que son consumidores de nitrofurantoína a largo plazo deben ser
revisados regularmente para cualquier complicación.
En los dos estudios que tenían seguimiento de hasta 6 meses después del período de
profilaxis, no hubo diferencias en las recurrencias microbiológicas entre el grupo de
antibióticos y el grupo placebo. No hubo estudios clínicos que evaluaran las recurrencias
después de la profilaxis. Sin embargo, parece que la mayoría de las mujeres vuelven al patrón
anterior de infecciones recurrentes una vez que la profilaxis se detiene.
Los estudios han proporcionado pruebas suficientes para recomendar un tipo o forma de
estrógeno vaginal. Las cremas son más baratas y, posiblemente, más eficientes, pero podría
ser más difícil de aplicar para algunas mujeres y pueden producir algunos efectos adversos en
particular (por ejemplo, picazón, ardor, manchado ocasional). Las tabletas vaginales de
estradiol pueden tener menos efectos secundarios, pero son más caras. El anillo vaginal
también es más caro y puede requerir un profesional capacitado para colocarlo
correctamente.
Una revisión Cochrane reciente no mostró una diferencia significativa en el número de mujeres
con IU al final del período de tratamiento entre los estrógenos orales y placebo. Parece que la
vía de administración puede ser de más importancia que el propio compuesto. Los estudios
que comparan los estrógenos vaginales a los antibióticos no fueron concluyentes debido a su
heterogeneidad.
Arándanos
Los arándanos (en particular en forma de jugo de arándano) se han promocionado como un
remedio casero eficaz para la prevención y el tratamiento de las infecciones urinarias durante
varias décadas. Hasta el momento, no se ha establecido ningún mecanismo de acción definido.
La principal sugerencia es que los arándanos evitan que las bacterias (Especialmente E. coli) se
adhieran a las células uroepiteliales. Sin adherencia, la bacteria no puede infectar a la
superficie de la mucosa de las vías urinarias.
Una reciente revisión Cochrane de 10 estudios con un total de 1049 sujetos mostraron algunas
pruebas de que el jugo de arándano y derivados pueden reducir el número de IU sintomáticas
durante un período de 12 meses, en particular para las mujeres con infecciones urinarias
recurrentes. Un metaanálisis de los resultados de 4 ECA encontró que los productos de
arándano redujo significativamente la incidencia de infecciones del tracto urinario (RR 0,66; IC
del 95%: 0,47 a 0,92) en comparación con placebo o control. Además, no hay evidencia clara
de la cantidad y la concentración que se debe consumir y en qué plazo para que la
intervención sea más eficaz. No se han realizado ensayos publicados que comparan el
arándano con intervenciones establecidas (por ejemplo, antibacterianos) para la prevención de
UTIs.
Los antibióticos suelen ser eficaces en el tratamiento de infecciones agudas y son el principal
medio de la profilaxis para los pacientes de UTI recurrentes; Sin embargo, su valor está siendo
atenuado por el aumento delnúmero de bacterias resistentes a los fármacos. En consecuencia,
es importante que se desarrollen estrategias de prevención alternativa.
Acupuntura
Probióticos
Una vacuna inyectable desarrollada en Suiza se encontró ser eficaz, sin efectos adversos
observados en mujeres embarazadas o de su descendencia. Con el fin de obviar algunas
reacciones adversas de la vacuna parenteral, cuatro vacunas mucosas se desarrollaron como
un supositorio vaginal o una tableta oral, pero los beneficios de la vacuna parecía disminuir
después de la última dosis. La única vacuna parenteral actualmente en desarrollo, FimCH, ha
demostrado ser segura en un ensayo clínico de fase I. Un ensayo clínico de fase II se ha
completado, pero los datos aún no están disponibles.
Otros
Otras estrategias preventivas potenciales, que incluyen el uso de la interferencia bacteriana (E.
coli) y la aplicación tópica de hidratos de carbono (ácido hialurónico), están todavía en
desarrollo.
Recomendaciones