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Deberes conyugales
La palabra de Dios nos enseña que dentro del matrimonio son varios los deberes conyugales,
sin embargo para el presente artículo solo mencionaremos algunos de ellos.
En el caso de la ESPOSA
2. Respetar a su marido.
3. Obedecer a su marido.
4. Amar a su marido.
1. Ayuda idónea. “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él.” Génesis 2:18
Lo primero que tendríamos que preguntarnos ¿Qué es ayuda idónea?
Ayuda idónea es una persona que se pone a lado de otra para ayudarle, no enfrente, ni detrás.
Dios dijo, “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él”. En otras
palabras Dios quiere que la mujer esté a lado de su marido para ayudarle a construir un hogar
sólido.
A. Siendo fiel y digna de confianza. Proverbios 31:11-12 “El corazón de su marido está en ella
confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”.
B. Siendo cumplida con las responsabilidades de la casa. Proverbios 31:15,21 “Se levanta aun
de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”. “No tiene temor de la nieve por su
familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles”.
Tito 2:3-5 “Las ancianas…..enseñen a las mujeres jóvenes… a ser cuidadosas de su casa”.
C. Siendo diligente, creativa y buena administradora con el dinero, sea mucho o poco.
Proverbio 31:13-14 “Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de
mercader; trae su pan de lejos”.
A. Su autoridad, la esposa no debe restar autoridad al esposo y mucho menos frente a los
hijos, si está en desacuerdo, debe buscar el lugar y el momento adecuado para hacérselo
saber.
B. Habilidades y talentos, nunca debe comparar a su esposo con otra persona.
C. Su trabajo, por muy sencilla que sea la actividad con la que el esposo dignamente busca el
sustento económico, la esposa debe reconocerle su esfuerzo.
3. Sujetarse a su marido. Colosenses 3:18 “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como
conviene en el Señor”.
• La sujeción de la mujer No significa que NO abra la boca, o que NO pueda dar consejos y
opiniones.
4. Amar a su marido.
“..Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos ”. Tito 2:4 Dios ha
llamado a la esposa no sólo a ayudar, respetar y sujetarse a su marido, sino también a amarle.
4. Amar a su esposa.
“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador”. Efesios 5:23 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de
todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. ”. 1ra. Corintios
11:3
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe, y es peor que un incrédulo.” 1 Timoteo 5:8 El esposo debe encontrar realización en su
trabajo, debe de ser para él no sólo una responsabilidad, sino también un privilegio y gozo
proveer económicamente para los suyos.
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo”. 1ra. Pedro 3:7 Un buen esposo no tratará a su esposa con aspereza ni
permitirá que tampoco sus los hijos lo hagan. Colosenses 3:19 “Maridos, amad a vuestras
mujeres, y no seáis ásperos con ellas.”
4. Amar a su esposa.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella,….Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El
que ama a su mujer, a sí mismo se ama…. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a
su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido ”. Efesios 5:25,28,33
Para el esposo representa un verdadero desafío llegar a ser el hombre que Dios quiere que
sea. No es nada fácil, pues esto le exige la vida misma, que ponga su empeño, dedicación y
perseverancia.
Para un esposo que no ha recibido a Cristo como su Salvador, es imposible llegar a ser el
esposo ideal, pues sólo a través de Él, tendrá la capacidad de amar a su esposa como a sí
mismo.
Finalmente, ningún deber es más importante que el otro, más bien son una combinación que
con la ayuda de Dios, si los ponemos es práctica podemos ser la clase de esposas y esposos
que Dios quiere en medio de un mundo lleno de tinieblas.