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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

Autores:
Gabriel Sellés van Schouwen.
Raúl Fereyra Espada.
Rafael Ruiz Schneider.
Rodrigo Ferreyra Bustos.
ISSN 0717 - 4829

Rodrigo Ahumada Briones.

Santiago, Chile, 2012

BOLETÍN INIA - Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Autores:
Gabriel Sellés van Schouwen.
Raúl Ferreyra Espada.
Rafael Ruiz Schneider.
Rodrigo Ferreyra Bustos.
Rodrigo Ahumada Briones.

Director Responsable:
Carlos Alberto Dulcic B.
Director Regional INIA - La Platina.

Boletín INIA Nº 234

Cita bibliográfica correcta:


Sellés van Sch., Gabriel, Raúl Ferreyra E., Rafael Ruiz Sch.,
Rodrigo Ferreyra B. y Rodrigo Ahumada B. 2012. Compactación
de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua.
53 p. Boletín INIA Nº 234. Instituto de Investigaciones Agrope-
cuarias, Centro Regional de Investigación La Platina, Santiago,
Chile.

© 2012. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA.


Centro Regional de Investigación La Platina. Santa Rosa 11610,
La Pintana. Santiago, Región Metropolitana. Casilla 439/3. Códi-
go postal 8831314. Teléfono (56-2) 5779100, Fax (56-2) 5779106.

ISSN 0717-4829

Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra sin la


autorización del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA),
Ministerio de Agricultura.

Diseño y Diagramación: Jorge Berríos V.


Impresión: Salesianos Impresores S.A.
Cantidad de ejemplares: 1.000

Santiago, Chile, 2012.

2 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

ÍNDICE DE
CONTENIDOS

Capítulo 1.
Introducción __________________________ 5

Capítulo 2.
Propiedades físicas del suelo __________ 11
2.1. Textura de los suelos ____________ 12
2.2. Densidad aparente ______________ 13
2.3. Resistencia mecánica
a la penetración _________________ 17
2.4. Macroporosidad ________________ 20
2.5. Conclusiones ___________________ 22

Capítulo 3.
Control de la compactación ___________ 25
3.1. Subsolado Preplantación _________ 26
3.2. Subsolado Post Plantación _______ 30
3.3. Camellones _____________________ 34
3.4. Conclusiones ___________________ 39

Capítulo 4.
Prácticas de mitigación de
los efectos de compactación ___________ 41
4.1. Conclusiones ___________________ 47

Bibliografía _____________________________ 49

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

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CAPÍTULO
Compactacion de suelos y su 1 en el Valle de Aconcagua
control. Estudio de casos

INTRODUCCIÓN

E
l desarrollo radical de las vides depende de características
genéticas propias de la de la variedad o del portainjerto que se
utilice (Winkler et al., 1974; Waisel et al., 1996), sin embargo,
su expresión puede ser alterada por condiciones ambientales, en
particular por las propiedades físicas del suelo (Richards, 1983;
Champagnol, 1984). Habitualmente, los suelos son descritos sobre la
base de un conjunto de propiedades físicas, tales como: estructura, la
textura, la densidad aparente, la distribución y tamaño de poros y la
características morfológicas de los perfiles. Esta última, incluye la es-
tratificación que presente el suelo y la profundidad efectiva. Sin em-
bargo, el efecto de estos factores sobre el crecimiento del sistema
radicular de las plantas es indirecto (Letey 1985) (Figura 1).

Figura 1. Factores que afectan indirectamente el


desarrollo radicular de las plantas y la producción.

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Los factores que directamente afectan el desarrollo radicular y el


nivel productivo son las condiciones hídricas, térmicas, mecánicas
y de aireación, que se generan en los suelos como consecuencia de
la interacción de los factores indirectos, antes mencionados y de las
prácticas de manejo utilizadas (Figura 2).

Figura 2. Factores que afectan directamente el desarrollo


y el crecimiento de las raíces y de las plantas

De las cuatro condiciones directamente relacionadas con el desa-


rrollo radicular, la condición hídrica es la que controla el comporta-
miento de las restantes en la mayor parte de los casos (Letey, 1985;
Benavides, 1991). La interrelación agua-aireación es opuesta a la
interrelación agua-resistencia mecánica, en sus efectos sobre la plan-
ta. De este modo ,al incrementarse el contenido de humedad, dis-
minuye la resistencia mecánica del suelo al crecimiento radical (efec-
to deseable), pero simultáneamente puede reducirse la aireación y
llegarse a un cuadro de asfixia radical, lo cual es un efecto indesea-
ble. Una interpretación similar debe ser considerada para la
interrelación agua-temperatura versus agua-resistencia mecánica.
Así por ejemplo, la mantención de contenidos de humedad relativa-
mente altos, a principios de primavera, sin que se afecte el transpor-
te de gases, a fin de reducir la resistencia mecánica, conduce a una
situación de suelo más frío o más difícil de calentar. La menor tem-
peratura del suelo incidirá, a su vez, en una menor actividad
metabólica de las raíces (Benavides, 1991; Ibacache, et al., 1995).

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Los efectos de la aireación del suelo sobre el crecimiento de las plan-


tas, pueden ser separados en dos grupos: primero, el efecto sobre el
estado de oxidorreducción de los constituyentes del suelo, los cuales
a su vez influyen sobre el crecimiento y productividad de los culti-
vos; y segundo, el efecto directo sobre las condiciones fisiológicas de
las plantas, particularmente el de sus sistemas radicales. Se ha esta-
blecido, por ejemplo, que niveles de O2 inferiores a un 10-15% pue-
den inhibir el crecimiento de las plantas (Benavides, 1994).

Por otra parte, si bien las propiedades físicas que afectan indirecta-
mente el desarrollo radicular, tales como la estructura del suelo, la
densidad aparente y la distribución del tamaño de los poros están
estrechamente ligadas a las características texturales del suelo, tan-
to la estructura, como la densidad aparente y la distribución del
tamaño de poros pueden ser alteradas por prácticas de manejo de
suelo que conduzcan a procesos de compactación . La compactación
del suelo aumenta la densidad aparente y la resistencia mecánica.
Al modificarse estos factores, también lo hace la geometría de los
poros, influyendo sobre el número y distribución del tamaño de es-
tos, lo que hace disminuir los macroporos y aumentar los microporos.
Efectos derivados de lo anterior son la disminución de la capacidad
de aire del suelo, el aumento de la retención de humedad, disminu-
ción de la velocidad de infiltración, y la disminución de la difusión
de los gases, entre otros factores.

Para un óptimo crecimiento del sistema radicular de las plantas, es


vital mantener el suelo, con condiciones físicas favorables que per-
mitan una adecuada relación entre el agua y el aire en el suelo, con
bajos niveles de resistencia mecánica.

El rango óptimo de contenido de agua para el crecimiento de las


plantas ha sido generalmente fijado sobre criterios basados en la
humedad aprovechable del suelo (HA). El límite superior de la HA
se asocia con la capacidad de campo (CDC), y límite inferior, con el

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

porcentaje de marchites permanente (PMP). Bajo esta concepción,


el riego se realiza cada vez que en el suelo se agota una fracción de
la HA.

Letey (1985), investigador de la Universidad de California, USA,


propuso un concepto más integrador para el análisis del significado
de los aspectos físicos del suelo, de importancia en la producción, y
el contenido de humedad del suelo. Definió el rango de humedad
aprovechable para las plantas como rango hídrico no limitante
(RHNL), este se ubica entre CDC y un porcentaje distinto al punto
de marchitez permanente dependiendo de las propiedades físicas
del suelo (Figura 3).

Figura 3. Relación generalizada entre el contenido


de humedad del suelo y factores restrictivos para
el desarrollo del sistema radicular de las plantas,
a medida que aumenta la compactación
del suelo (resistencia mecánica).
(Adaptado de Letey 1985).

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En un suelo de ciertas características texturales, que presenta baja


compactación, y está bien estructurado (figura 3 A), el RHNL se
ajusta a la definición clásica del concepto agronómico de HA. A
capacidad de campo el agua en el suelo está retenida con baja ener-
gía y existe una cantidad suficiente de poros con aire. El crecimien-
to de la plantas se detiene cuando se agota una fracción de la hu-
medad aprovechable del suelo, por disponibilidad hídrica, sin que
la resistencia mecánica sea limitante para el crecimiento radicular,
Sin embargo, en la medida que aumentan los niveles de
compactación (figura 3 B y 3 C), y se destruye la estructura del sue-
lo, disminuye la fracción de macroporos y aumenta la cantidad de
microporos. Lo anterior trae asociado a que con contenidos de hu-
medad a capacidad de campo se puedan presentar problemas de
aireación deficiente. Por el otro extremo, la compactación aumenta
la resistencia mecánica del suelo. Lo anterior trae como consecuen-
cia una reducción del RHNL para el desarrollo de las raíces de plan-
tas, las cuales pueden verse afectadas por una aireación deficiente,
cuando el contenido de humedad s cercano a capacidad de campo
y/o alta resistencia mecánica cuando el contenido de humedad dis-
minuye ligeramente, es decir los efectos de resistencia mecánica se
manifiestan bastante antes que el contenido de agua del suelo lle-
gue a PMP.

El crecimiento radicular requiere por la tanto una adecuada rela-


ción suelo aire en el suelo, asociado a una baja resistencia mecáni-
ca. La mantención de estos equilibrios es mucho más compleja en
suelos de texturas finas y mal estructurados, o bien, en suelos
compactados .

En este tipo de suelos posiblemente la tasa de difusión de oxigeno


(TDO) es limitante para el crecimiento de las raíces a CDC (extremo
superior del RHNL) por otra parte, la resistencia mecánica que im-
pide el crecimiento radical puede ocurrir a contenidos de agua
mucho mayores que el valor considerado como limitante para las
plantas.

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

En otras palabras, el RHNL puede ser reducido por pobre aireación


y/o alta resistencia mecánica en algunos suelos, (Letey, 1985).

Este boletín, tiene por objetivo entregar una caracterización de las


propiedades físicas de los suelos predominantes en las provincias
de San Felipe y Los Andes, Región de Valparaíso y presentar estu-
dios de casos de control de problemas de asociados a la compac-
tación de suelos.

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CAPÍTULO
Compactacion de suelos y su 2 en el Valle de Aconcagua
control. Estudio de casos

PROPIEDADES FISICAS
DE LOS SUELOS

L
a uva de mesa, es el principal cultivo de las provincias de
San Felipe y Los Andes, con una superficie total de 11.600 hás
(ODEPA, 2002) y representa cerca del 22% de la superficie
dedicada la uva de mesa en el país.

El cultivo de la uva de mesa en ambas provincias se distribuye en


un total de 8 series de suelo diferentes (Cuadro 1). Sin embargo, la
serie Pocuro acapara cerca más del 50% de la superficie plantada.

Tomando en cuenta la distribución indicada en el cuadro 1, se se-


leccionaron 35 parronales ubicados la la Serie de suelos Pocuro,
plantados con las variedades Thompsom Seedless y Flame Seedless,
sobre patrón franco. En cada sitio se abrieron tres calicatas y se
determinaron las siguientes propiedades físicas: Textura, Densidad
aparente, resistencia mecánica a la penetración y macroporosidad.

Cuadro 1. Porcentaje de superficie cultivada por


uva de mesa en las diferentes series de suelo
de las provincias de San Felipe y Los Andes.

Serie de suelo Porcentaje


Calle Larga 11,9
Curimón 8,8
Pocuro 65,9
Colunquén 1,98
Asociación La Parva 6,74
Llay-Llay 0,4
Las Chilcas 3,9
Lo Campo 0,77

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

2.1. TEXTURA DE SUELOS

La textura se refiere al porcentaje de arena limo y arcillas presentes


en el suelo.

La textura es una propiedad física imposible de modificar, al menos


en términos económicos. Su relevancia está dada por que ella defi-
ne en último término otras propiedades físicas, tales como la
estructuración del suelo, la densidad aparente, la macroporosidad y
la retención de humedad entre otras.

En el Cuadro 2, se presenta la distribución de frecuencia de las dife-


rentes clases texturales, para tres profundidades de suelo, determi-
nadas en los 35 parronales estudiados.

Del cuadro anterior, se desprende que la clase textural predominan-


te en los parronales estudiados es Franco arcillosa (FA). Esta condi-
ción se da, sobre el 80% de los casos, en todas las profundidades de
suelo consideradas.

Cuadro 2. Distribución de frecuencia de diferentes clase texturales


de los 35 parrones estudiados, según profundidad de suelo.

Distribución de frecuencia
Profundidad ( cm)
Clase Textural 0-30 30-60 60-90

Arcillosa 0,78 2,92 0,00


Arcillo limosa 0,78 3,51 3,85
Franco arcillosa 81,40 80,12 84,62
Franca 10,85 5,85 0,00
Fraco arcillo limosa 1,55 1,75 0,00
Franco arcillo arenosa 3,10 5,26 7,69
Franco arenosa 1,55 3,51 3,85

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

2.2. DENSIDAD APARENTE

La densidad aparente se define como la relación entre la masa de


suelo seco ( sin agua) y el volumen que ocupa dicha masa de suelo.
Este volumen incluye tanto las partículas sólidas como el espacio
poroso existente entre las partículas. Este último está definido en
gran medida por la textura de suelo y por el grado de agregación
entre las partículas o estructura del suelo.

A diferencia de la textura, la densidad aparente es una propiedad


dinámica, que varía con las condiciones estructurales del suelo. El
grado de estructuración del suelo puede variar por condiciones de
manejo, tales como el paso de maquinaria u otras labores agrícolas.
Por ejemplo, en la medida que la estructura del suelo se destruye por
un excesivo paso de maquinaria agrícola, la densidad aparente au-
menta. Al contrario, en la medida que se realizan labores de suelo,
que tienden a soltarlo, el valor de la densidad aparente disminuye.

La densidad aparente puede servir como un indicador del grado de


compactación que tiene el suelo, y su restricción relativa al desa-
rrollo radicular de las plantas.

En el Cuadro 3, se presenta un cuadro interpretativo que relaciona


la textura del suelo, con la densidad aparente y el grado de restric-
ción radicular. De acuerdo a este cuadro, la densidad aparente óp-
tima para los suelos de clase textural franco arcillosa (FA), como es
el caso e la mayoría e los parronles analizados, debe ser inferior a
1,4 g/cc. Densidades aparentes mayores a este valor podrían afectar
el desarrollo radicular, en diferentes grados.

La vid parece ser un cultivo sensible a altos valores de densidad


aparente. Trabajos realizados en Sud África muestran que el desa-
rrollo radicular de la vid de mesa se ve afectado con valores de
densidad aparente superiores a 1,4 g/cc (1.400 kg/m 3), como se
muestra en la Figura 4.

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Cuadro 3. Relación general entre la densidad aparente de el suelo


(Da) y el grado de restricción para el crecimiento de raíces, según la
textura de el suelo. (Adaptado de NRCS Soil Quality Institute, 2000).

Da que Da que
puede afectar afecta el
el desarrollo desarrollo
Da ideal de raíces de raíces
Textura de suelo (g/cc) (g/cc) (g/cc)

Arenosa, areno francoso <1,6 1,69 >1,8


Franco arenosa, Franca < 1,4 1,63 >1,8
Franco areno arcillosa <1,4 1,60 >1,75
Franco limosa, limosa <1,4 1,60 >1,75
Franco arcillosa <1,3 1,60 >1,75
Franco arcillo limosa <1,1 1,55 >1,65
Areno arcillosa,
arcillo limosa
(35-45% de arcilla) <1,1 1,49 >1,58
Arcillosa (>45% arcilla) <1,1 1,39 >1,47

Figura 4.
Relación entre la
densidad a aparente
del suelo y el
crecimiento
radicular en vides.
(Adaptado de van
Huyssteen, 1988).

14 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

En la Figura 5, se presenta la distribución de frecuencia de los valo-


res de densidad aparente promedio, medidos desde la hilera de plan-
tas hasta la entre hilera, en los 35 parronales, en diferentes profun-
didades.

Figura 5. Distribución de frecuencia de la densidad aparente


del suelo (Da), medido en 35 parronales del Valle de Aconcagua,
a tres profundidades 10, 30 y 60 cm.

De acuerdo a la figura 5, más del 80% de los valores densidad apa-


rente, medidas en las diferentes profundidades, son superiores a 1,4
g/cc. Solo el 20% de los suelos tiene valores de densidad aparente
óptimos (inferiores a 1,4 g/cc) para el desarrollo de raíces, de acuer-
do a la clase textural del suelo, según se señala el cuadro 3. Por otra
parte, estudios realizados en Sud África indican que densidades apa-
rentes superiores a 1,4 g/cc afectan el desarrollo radicular de algu-
nas variedades de vides De lo anterior, se desprende que los suelos
analizados presentan restricciones para un adecuado desarrollo
radicular de las vides.

El aumento de la densidad aparente va a producir un patrón de cre-


cimiento característico de raíces aplanadas, que fue observado en
un gran número de calicatas, ubicadas en fisuras del suelo, con una
escasa exploración del volumen total del suelo (Figura 6).

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 6. Raíces creciendo en un suelo con alta


densidad aparente, Valle de Aconcagua.
(Foto R. Ruiz).

De los antecedentes entregados se desprende que las densidades


aparentes de los suelos bajo cultivo de parronal son altos, y estarían
en un rango que podría afectar el desarrollo del sistema radicular
de las plantas. A objeto de tener una idea sobre la magnitud que
puede tener el uso prolongado de maquinaria agrícola sobre las pro-
piedades físicas del suelo, se tomaron muestras de densidad apa-
rente en suelos de características texturales similares (FA) los cuales
han permanecido largo tiempo sin cultivo (sitios relictos).

Los resultados obtenidos se presentan en el Cuadro 4.


Cuadro 4. Densidad aperente (g/cc)para diferentes profundidades en
suelos no cultivados y suelos cultivados con uva de mesa.
(D.S. indica que existen diferencias estadísticamente
significativas a p<0.05, de acuerdo a la prueba T).

Densida Aparente (g/cc)


Profundidad No cultivado Cultivado D.S.
10 1,32 1,46 **
30 1,42 1,48 *
50 1,41 1,45 *

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Los valores de densidad aparente medidos en los terrenos no culti-


vados son menores que los medidos en terrenos cultivados con
parronales lo que se podría interpretar como probable efecto del
uso intensivo de maquinaria agrícola. Sin embargo, es necesario
destacar que, salvo los primeros 10 cm de suelo, los valores de den-
sidad aparente de los suelos no cultivados también son superiores a
1,4 g/cc, lo que se podría atribuir a características estructurales pro-
pias de la génesis del suelo.

Lo anterior indica, que en este tipo de suelos es necesario conside-


rar una adecuada preparación previo a la plantación.

2.3. RESISTENCIA MECÁNICA


A LA PENETRACIÓN

La resistencia a la penetración (RP), es la capacidad del suelo para


dificultar al penetración de un cuerpo rígido. Esta propiedad se mide
con un instrumento llamado penetrómetro, que mide la presión que
ejerce el suelo a que este instrumento lo penetre. La magnitud de
esta presión se mide en megapascales, MPa (Figura 7).

Figura 7. Medición de resistencia a la penetración


en un perfil de suelo utilizando un penetrómetro.

Boletín INIA, Nº 234 17


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

La RP depende de características del suelo, tales como, textura, es-


tructura y del contenido de humedad que este presenta. Mientras
más seco está el suelo, mayor es la RP. Para excluir los efectos del
contenido de humedad del suelo sobre la RP, las determinaciones
se realizaron con el suelo a capacidad de campo, de tal modo que
la resistencia mecánica medida se debe solo a efectos de compac-
tación.

En el Cuadro 5, se presentan valores interpretativos de resistencia a


la penetración medido en condiciones de capacidad de campo
(Arshad et al., 1996).

Cuadro 5. Categorización de la resistencia a la


penetración. (Adaptado de Arshad, 1996).

Categoría Resistencia (MPa)


Extremadamente baja <0,01
Muy Baja 0,01-0,1
Baja 0,1-1
Moderada 1-2
Alta 2-4
Muy alta 4-8
Extremadamente alta >8

A medida que la RP del suelo aumenta disminuye el crecimiento de


raíces de la mayoría de los cultivos, para detenerse completamente
con valores cercanos a 3 MPa (Figura 8).

En el caso particular de las vides, el crecimiento radicular comien-


za a verse afectado con valores de RP, medidos a capacidad de cam-
po, del orden de 1 MPa (Lanyon et al., 2000), y este se detiene con
valores de 2 MPa (Myburgh et al., 1996. A, Van Huyssteen, 1983).

En el Cuadro 6, se presenta la distribución de frecuencia de los va-


lores de resistencia a la penetración, medidos a capacidad de cam-
po, medidos en 35 huertos de San Felipe y Los Andes, en diferentes
profundidades de suelo.

18 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 8. Desarrollo radicular y resistencia a la


penetración. (Adaptado de Taylor y Gardner, 1963).

Cuadro 6. Distribución de frecuencia (%) de los valores


de resistencia a la penetración (RP, MPa),
medidos a diferentes profundidades.

Distribución de frecuencia (%)


RP ( Mpa) 10-20 20-30 30-40 40-60 60-80
<0,6 3 3 3 6 3
>0,6-0,8 12 8 11 9 17
>0,8-1 38 25 43 47 37
>1,0-1,2 26 28 23 28 30
>1,2-1,4 18 22 11 3 10
>1,4-1,6 3 6 3 3 3
>1,6 0 9 6 3 0

Entre los 10 y 20 cm de profundidad, el 47 % de las mediciones pre-


sentó valores de RP superiores a 1 MPa. Este porcentaje aumenta a
65% en la estrata 20-30 cm. Entre 30 y 40 cm de suelo, el 43% de los
valores de RP supera 1 MPa. En las últimas estratas, bajo los 40 cm,
los porcentajes de mediciones sobre 1 MPa, tienden a disminuir.

De lo anterior se desprende, que un alto porcentaje de los suelos


analizados presenta un grado de compactación elevado, el cual tie-
ne un efecto negativo sobre el desarrollo de las raíces, con valores
de RP que superan 1 MPa. La mayor compactación se encuentra
entre 20 y 40 cm de profundidad.

Boletín INIA, Nº 234 19


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

2.4. MACROPOROSIDAD

La macroporosidad de los suelos representa la fracción del volumen


de suelo más relevante en lo referente al intercambio gaseoso, y
corresponde al espacio poroso que contiene aire cuando el suelo
está con un contenido de humedad a capacidad de campo.

Un suelo se considera anegado cuando el 93% de la porosidad total


esta ocupada por agua, limitando seriamente la oxigenación de las
raíces. Desde el punto de vista del desarrollo radicular, Dexter (1988)
plantea como valor límite, un 10 a 15 % de macroporos, para per-
mitir una adecuada respiración e intercambio de oxígeno y dióxido
de carbono del suelo con la atmósfera.

En el caso de la vid Richards (1985) y Langon et al, (2004), señalan


que las raíces tienen un adecuado crecimiento con macroporosidades
por sobre el 15%. Investigaciones realizadas por Ruiz (2005), mues-
tran que la densidad radicular aumenta al aumentar la macroporo-
sidad del suelo (Figura 9).

Figura 9. Relación entre la macroporosidad del suelo (%)


y la densidad radicular (Nº de raíces/400 cc de suelo),
en vides de mesa cv. Thompson Seedless (Ruiz 2005).

20 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Por otra parte, trabajos realizados por INIA en el Valle de Aconcagua


(Selles et al, 2003) muestran que los parronales con un mayor desa-
rrollo radicular son más productivos (Figura 10).

Figura 10. Relación entre rendimiento (cajas de 8,2


kg/ha) y número de raíces finas en vid de mesa, cv.
Thompson Seedless (Selles et al, 2003).

En la Figura 11, se presenta la distribución de frecuencia de la macro-


porosidad que presentan los suelos de en 35 parronales analizados.

Figura 11. Distribución de frecuencia de la


macroporosidad del suelo (MP,%) en diferentes
estratas de suelo (10, 30 y 60 cm) en 35
parronales del Valle de Aconcagua.

Boletín INIA, Nº 234 21


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Más del 70% de los valores de MP medidos en las diferentes estratas


presentan valores inferiores al 15%. Esta situación es más compleja
a los 30 cm de profundidad, donde alrededor del 58% de los valo-
res es inferior al 12%. Esta estrata coincide con los mayores valores
de resistencia a la penetración, como se observó en el cuadro 6.

En resumen, las condiciones de macroporosidad evaluadas son bajas


presentando un gran porcentaje de valores bajo el rango considerado
como crítico para un adecuado desarrollo radicular de las vides (15%).

2.5. CONCLUSIONES

• Del estudio de 35 parronales se deprende que la mayor parte de


los suelos presentan texturas franco arcillosa, con condiciones
físicas que presentan limitaciones para el desarrollo radicular de
las vides desarrolladas sobre su propio pie (franca).

• Más del 80% de las densidades aparentes medidas, independiente


de la profundidad, presentan valores superiores a 1,4 g/cc, y un
alto porcentaje presento valores de RP superiores a 1MPa, valo-
res considerados como críticos para el desarrollo de raíces de
vitis vinifera.

• Los altos valores de densidad aparente traen asociados la dismi- Gabriel,


nución de la macroporosidad del suelo, valores son inferiores a acá hay
15%, lo que se traduce en una baja capacidad de aireación y problemas
oxigenación del suelo, lo que va a producir una disminución de de redacción
la actividad de las raíces y, consecuentemente, un menor creci-
miento de éstas, un menor volumen de suelo explorado, una
menor absorción de agua y nutrientes. El pobre crecimiento
radicular se verá reflejado en un escaso crecimiento de la parte
aérea y un decaimiento productivo.

22 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

• Las condiciones señaladas indican la necesidad de tener prácti-


cas de manejo de suelo que alivien o mitiguen estas condiciones
restrictivas de suelos y técnicas de manejo de riego que permitan
mantener un adecuado equilibrio agua aire en el suelo.

Boletín INIA, Nº 234 23


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

24 Boletín INIA, Nº 234


CAPÍTULO
Compactacion de suelos y su 3 en el Valle de Aconcagua
control. Estudio de casos

CONTROL DE LA
COMPACTACIÓN

C
omo se ha señalado en el capítulo anterior, los suelos del
Valle de Aconcagua presentan niveles de compactación que
pueden afectar el desarrollo de las raíces de las vides. Inclu-
so se pudo detectar que suelos que no han sido cultivados presen-
tan valores altos de densidad aparente.

Lo anterior, señala que la subsolación debiera ser una práctica a


utilizar como parte de las labores de preparación de suelo previo a
realizar una plantación o bien como una práctica de mantención,
de las propiedades físicas del suelo, una vez que las plantaciones
ya se encuentran realizadas.

No obstante lo anterior, para tomar una buena decisión respecto de


las necesidades del subsolado en un predio en particular, es reco-
mendable realizar previamente una evaluación de las propiedades
físicas de los suelos (densidad aparente, macroporosidad y resisten-
cia mecánica) del sector a plantar, para ver si la labor es requerida y
hasta que profundidad se debiera subsolar.

A continuación, se presentan resultados de estudios de casos de con-


trol de la compactación de suelos realizados por INIA en el Valle de
Aconcagua.

Boletín INIA, Nº 234 25


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

3.1. SUBSOLADO PRE PLANTACIÓN

Una buena preparación de suelo previa a la plantación del parronal


es fundamental para el desarrollo posterior de las plantas y la man-
tención de su productividad.

Entre los beneficios del subsolado se encuentra:

• Aumento de la profundidad efectiva de los suelos.


• Aumento de la macroporosidad y de las condiciones
de aireación del suelo.
• Disminución de la resistencia mecánica de los suelos.
• Disminución de la densidad aparente.

Para realizar en forma adecuada los subsolados de pre plantación


se requiere contar con tractores a oruga de alta potencia y capaci-
dad de tracción, del tipo D9 o D10, para poder realizar una labor
en suelo seco y a una profundidad de trabajo entre 0,7 a 1 metro,
con dos puntas, separadas a 0,8 m o menos, según la necesidad
(Figura 12).

Figura 12. A la izquierda tractor orugas D9.


A la derecha punta del subsolador

26 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

El subsolado actúa generando una de ruptura de los agregados del


suelo, que a su vez genera nuevos espacios porosos. La efectividad
del subsolado depende fundamentalmente de la profundidad de la
labor y del contenido de agua que presente el suelo a la hora de
efectuarla. Para que se produzca la adecuada ruptura del suelo es
fundamental tener un contenido de agua bajo, por lo cual es reco-
mendable hacer esta labor a fines de verano. Por otra parte, es im-
portante efectuar un control de la efectividad de la labor para ver la
rotura del suelo y decidir la distancia en que se va a realizar una
pasada de otra

La efectividad del subsolado se puede aumentar, agregando en la


punta del subsolador un par de alas, que permitan aumentar la ca-
pacidad de ruptura del suelo (Figura13).

Figura 13. Alas agregadas en la punta de un sobsolador.

En efecto, Investigaciones realizadas en Inglaterra muestran que el


uso de alas en los subsoladores genera mayores valores de ruptura
(Figura 14). Los mayores niveles de ruptura en profundidad, se ob-
tuvieron con alas altas de mayor tamaño (400 a 450 mm de ancho y
100-120 cm de altura de ala, respecto de la horizontal).

Boletín INIA, Nº 234 27


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 14. Patrones de subsolado con ala (ruptura amplia)


y sin alas (ruptura angosta) para un metro de profundidad
de trabajo. (Adaptado de DEFRA, 1994).

En el Cuadro 7, se presenta el efecto que se logra mediante un subso-


lado realizado con un tractor a oruga D9, con una punta de 1 m de
profundidad, con líneas de ruptura cada 0,8 m una de otra, en un
suelo de la serie Pocuro, Valle de Aconcagua.

Cuadro 7. Propiedades físicas de suelo antes y después de subsolar con


un tractor a orugas D9. Suelo serie Pocuro, Valle de Aconcagua.
(Valores medidos con el suelo a capacidad de campo).
Antes de subsolar
Densidad aparente Macroporosidad Resistencia a la
(g cc-3) (%) penetración (Kpa)
Profundidad Promedio Desviación Promedio Promedio Desviación
(cm) estándar estándar
10 1,50 0,05 12,08 1.417 109
30 1,47 0,02 13,52 1.592 110
50 1,50 0,08 11,70 1.635 79
70 1,45 0,02 15,12 1.515 118
90 1,40 0,07 17,85 1.607 82
Después de subsolar
Densidad aparente Macroporosidad Resistencia a la
(g cc-3) (%) penetración (Kpa)
Profundidad Promedio Desviación Promedio Promedio Desviación
(cm) estándar estándar
10 1,41 0,02 16,99 1.054 104
30 1,40 0,05 18,05 1.087 151
50 1,40 0,02 17,86 1.087 149
70 1,42 0,01 16,89 1.005 145
90 1,40 0,06 17,51 1.325 167

28 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Previo a la labor de subsolado, las densidades mayores se presentan


a los 50 cm de profundidad indicando la presencia de una estrata
compactada. Las macroporosidades varían entre 11,70% y 12,08%
y la resistencia a la penetración entre 1.417 y 1.635 Kpa en la mis-
ma estrata. Luego de subsolado, se puede apreciar una clara dismi-
nución de los valores de densidad aparente y de resistencia a la
penetración especialmente en la zona compactada (50 cm).

Además, se observa un aumento del porcentaje de macroporosidad.


Todo lo anterior señala que la labor de subsolado permite romper
las estratas compactadas, mejora las propiedades físicas del suelo
haciendo menos restrictivo el crecimiento radicular, hasta por lo
menos 70 cm.

Sin embargo, tan importante como realizar el subsolado, es la man-


tención de la condición generada, una vez que se ha establecido el
parronal.

Para evaluar el efecto de largo plazo de la labor de subsolado pre


plantación, en la misma serie de suelos, se realizaron mediciones de
propiedades física de suelo, en parronales establecidos, a los dos,
cinco y ocho años después de realizado el subsolado. En el Cuadro 8,
se presenta la evolución presentada por la densidad aparente del sue-
lo, la macroporosidad y la resistencia a la penetración promedio de
las estratas 30 a 70 cm de profundidad. De acuerdo a lo que se obser-
va en este cuadro, hasta cinco años después de subsolado, las dife-
rentes propiedades físicas se mantienen con valore bajos, respecto
del valor medido en el suelo sin subsolar (año 0), y en un rango con-
siderado adecuado para el desarrollo de las raíces, según se explicó
en el capítulo anterior. Sin embargo, la medición correspondiente al
año ocho presenta valores de densidad aparente que se acercan a los
valores iniciales, lo que podría estar indicando la existencia de pro-
cesos de recompactación. Esto indica, que a pesar de que se realiza
una labor de subsolado, es necesario mantener prácticas de manejo
de suelo que puedan mitigar estos efectos.

Boletín INIA, Nº 234 29


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Cuadro 8. Valores de densidad aparente (Da g/cc), macroporosidad (%)


y resistencia a la penetración (Kpa), medidos antes de subsolar
y dos, cinco y ocho años después de realizado el subsolado
(valores promedio entre 30 a 70 cm).

Densidad Macroporosidad Resistencia a la


Años aparente (g cc-3) (%) penetración (Kpa)
después de Prom. Desv. Prom. Desv. Prom. Desv.
subsolado estándar estándar estándar

0 1,46 0,01 14,06 2,51 1.553 88


2 1,39 0,04 18,61 2,57 1.095 141
5 1,35 0,02 14,6 0,97 1.252 147
8 1,43 0,02 15,12 1,97 - -

3.2. SUBSOLADO POST PLANTACIÓN


.
Se demostró en el punto anterior que una labor de subsolado pre
plantación es muy beneficiosa como mejoradora de condiciones
limitantes de suelo, a lo menos en los primeros años, de desarrollo
de los parronales.

Sin embargo, en algunas situaciones, ya sea por recompactación o


bien por que no se realizó un subsolado pre plantación, los suelo de
parrones establecidos presentan limitaciones para el desarrollo de
las raíces, por lo que es necesario realizar labores de subsolado en
los parrones establecidos.
Gabriel,
Dado que el subsolado se realiza bajo de la estructura del parrón, acá hay
los tractores, de ruedas de goma u oruga, que se utilizan son de problemas
tamaño y potencias muy inferiores a los que se ocupan en los traba- de redacción
jos pre plantación. Los tractores del tipo frutero a orugas tienen ma-
yor tracción que los tractores de ruedas de goma, y permiten inclu-
so tirar hasta dos puntas (Figura 15).

30 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 15. (Izquierda), tractor con ruedas de goma haciendo labor de


subsolado, con subsolador de una punta. (Derecha), tractor a orugas
realizando labores de subsolado, con un implemento
de dos puntas (Valle de Aconcagua).

El brazo y la punta del subsolador de post plantación son diferentes


en relación al ancho y filo que presentan los subsoladores utilizados
en labores de pre plantación. Los subsoladores de post plantación
son más delgados con filo, de tal manera que al cortar el suelo, y jun-
to con ello raíces, no provoquen graves daños a estas últimas. Existen
muchos modelos de subsoladores, los cuales van acoplados a los tres
puntos del tractor (Figura 16). Dentro de estos existen modelos que
en su punta tienen un ala vibratoria, que va conectada al toma de
fuerza del tractor, que al desplazarse aumenta la ruptura de suelo.

Figura 16. (Izquierda), subsolador de una punta conectado a los tres


puntos del tractor. (Centro), un modelo de subsolador con alas
vibratorias. (Derecha), subsolador de tres patas para ser tirado
por tractor a oruga. Nótese las alas de la punta central.

Boletín INIA, Nº 234 31


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

La mejor época par realizar esta labor, es a principios de otoño,


dejando secar el suelo después de la cosecha de la uva, para que
alcance contenidos de humedad que permitan una adecuada frac-
tura del suelo. En general es recomendable subsolar por un lado de
la planta, y en la temporada siguiente el otro lado. Una vez realiza-
do el subsolado, también es conveniente regar, para que exista un
mejor contacto entre el suelo subsolado y las raíces, y favorecer el Gabriel,
crecimiento de las nuevas raíces que se radicular que e produce acá hay
desde las raíces amputadas. problemas
de redacción
A objeto de evaluar el efecto del subsolado post plantación, en el
otoño de 1997, en el Valle de Aconcagua, se realizó un ensayo en
parronales decaídos, en el cual se evaluó el efecto de esta labor
sobre las propiedades físicas del suelo y la posterior recuperación
de las plantas, en cuanto a desarrollo de raíces y crecimiento
vegetativo. El subsolado se realizó con un tractor a oruga con dos
puntas, las cuales penetraron adecuadamente hasta 50 cm de pro-
fundidad. El subsolado se realizó solo por un lado de la planta.

Los efectos del subsolado sobre las propiedades físicas del suelo se
presentan en el Cuadro 9.

Cuadro 9. Densidad aparente (Da, g/cc), Macroporosidad (MP, %)


y resistencia mecánica del suelo (RP, kPa).

Da (g/cc) MP% RP(kPa)


Subsolado Subsolado Subsolado
Prof. Sin Con Sin Con Sin Con

10- 40 1,49** 1,42 10,98 14,06* 1636,10 620,80**

** Indica que existen diferencias significativas entre los propiedades físicas


de suelo subsolado y no subsolado (p<0.05), según prueba t.

Al otoño siguiente se realizó un conteo de raíces finas en plantas


subsoladas y en plantas no subsoladas (Figura 17). La plantas que
fueron subsoladas presentaron más raíces finas (800 raíces fina/m2
de suelo) que las plantas no subsoladas (500 raíces finas/m2 de sue-

32 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 17.
Efecto del subsolado
sobre el desarrollo
de raíces finas (Nº
raíces/m 2 de suelo),
un año después de
realizada la labor.
Thompson Sedles.
Valle de Aconcagua.

lo), respondiendo a las mejores condiciones físicas del suelo y afec-


to de poda de raíces producido por el subsolador. que las plantas no
subsoladas,

En el curso de los años después del subsolado (Figura 18), el peso


de poda de las plantas sometidas a subsolado, presentó una clara
tendencia a la recuperación, llegando al tercer año a un peso pro-
medio de poda del orden de 3 kg de materia seca por planta (kgMS/
pl). Las plantas no subsoladas de poda presentaron un peso de poda
cercano a los 2,5 kgMS/planta

Figura 18. Evolución del peso seco del material de poda en


plantas decaídas subsoladas y no subsoladas durante tres
años después de subsolar. El año 0, corresponde al año
de subsolado. Thompson Seedless. Valle de Aconcagua.

Boletín INIA, Nº 234 33


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Lo anterior muestra el efecto positivo de la subsolación sobre el


mejoramiento de las propiedades físicas del suelo, manifestado a
través de la disminución de la densidad aparente, aumento de la
macroporosidad y disminución de la resistencia mecánica a la pe-
netración. Existe una recuperación de las plantas, tanto a nivel
radicular como de crecimiento vegetativo, sin embargo esta última
no es inmediata, tomando dos a tres temporadas.

3.3. CAMELLONES

Otra forma de controlar los problemas de compactación de suelos


en parronales establecidos, especialmente en plantas sobre pie fran-
co, es mediante la confección de camellones de entre 40 a 60 cm
de alto, y un ancho de 1 m (0,5 m a cada lado de la planta), en parti-
cular en suelos delgados o de baja permeabilidad en el subsuelo.

El camellón permite general un volumen de suelo suelto, donde se


pueden desarrollar las raíces de las plantas.

Los camellones se pueden construir con una pala de cola, acumu-


lando el suelo superficial, restos de hojas y de poda en torno a la
hilera de plantación (Figura 19).

Figura 19. (Izquierda), pala de cola confeccionando un camellón en


patronal establecido*. (Derecha), camellón construido.
*Foto gentileza Sr. Martín Silva, Exportadora Subsole.

34 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Para mantener las propie-


dades físicas del camellón,
evitando la compactación
superficial es conveniente
anualmente agregarle ma-
teria orgánica, de tal ma-
nera que esta se comporte
como un mulch que prote-
ja la superficie del suelo y
se valla degradando con el
tiempo, mejorando las Figura 20. Mulch de paja protegiendo
condiciones superficiales el camellón (Valle de Aconcagua).
del suelo por aumento de
la macroporosidad y acti-
vidad biológica del suelo. El material a utilizar puede ser por ejemplo
paja de trigo (Figura 20), o bien, el mismo sarmiento proveniente de
la poda, picado o triturado, que se va colocando sobre el camellón.
Para ello se puede utilizar una picadora de sarmientos, que en su
parte posterior se le ha adosado un tornillo sin fin que va depositando
los residuos de poda sobre el camellón (Figura 21).

Figura 21. (Izquierda), Picador de sarmiento con sinfín en


la parte posterior, para acumular los residuos de poda
en el camellón. (Derecha), Sarmiento distribuido
sobre el camellón con la picadora, actuando
como mulch (Valle de Aconcagua).

Boletín INIA, Nº 234 35


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Mediciones de densidad
aparente en camellones
protegidos con mulch
presentaron una baja
densidad aparente en los
primeros 30 cm de suelo,
hasta a lo menos 4 años
después de su estableci-
miento, como se muestra
en la Figura 22.
Figura 22. Densidad aparente en
Evaluaciones realizadas camellones, cuatro años después de su
por INIA en parrones de- construcción. Hasta los 30 cm el suelo
mantiene una densidad aparente inferior
caidos en el Valle de a 1,3 g/cc. La profundidad 30-50 cm
Aconcagua, muestran que corresponde a la del suelo original.
las mejores condiciones Valle de Aconcagua, Fuente INIA.
físicas del suelo, producto
del camellón, se reflejan en un incremento en el número de raíces
finas y en el peso del material de poda. A los tres años de establecido el
camellón, plantas de variedad Flame Seedless, sobre pie franco, pre-
sentaron una densidad de raíces de 1.100 raíces finas/m2 de suelo, mien-
tras que las plantas sin camellón presentaron en promedio 800 raíces
finas/m2 de suelo. También el efecto del camellón se reflejó en el peso
de poda, donde las plantas bajo este sistema presentaron un mayor
peso de poda que las plantas sin camellón (Figura 23). Esto fue particu-
larmente claro después de tres años de establecido los camellones.

Figura 23.
Evolución del peso
de poda de plantas
de la variedad Flame
Seedless, sobre su
propio pie, con y sin
camellón.
Año 0, corresponde
al año de confección
de los camellones.

36 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Otras experiencias realizadas por INIA en el valle Aconcagua mues-


tran que el uso de algún tipo de mulch sobre los camellones es de
gran importancia para lograr en mejor forma los efectos positivos de
este sistema de manejo sobre plantas francas. Durante tres años se
llevó a cabo un ensayo donde se comparó el efecto del camellones
con y sin mulch, sobre el desarrollo de raíces y peso de poda en la
variedad Thompson Seedless y Flame Seedless, ambas sobre pie fran-
co. Se utilizaron diferentes tipos de mulch: aserrín, cama de pavo,
paja de trigo, plástico y viruta de madera.

En la Figura 24, se presenta el efecto del uso de mulch sobre el


desarrollo de raíces en cv Thompson Seedles y Flame Seedless. To-
dos los tratamientos con mulch presentaron un mayor número de
raíces finas por metro cuadrado de suelo respecto del testigo sin
mulch. El mayor número de raíces finas se presentó en los primeros
centímetros de suelo. Además, bajo condiciones de mulch aumen-
taron los carbohidratos de reserva en las raíces (Figura 25).

Figura 24.
Efecto del mulch
sobre el desarrollo
de raíces en vides
de mesa cv.
Thompson Seedless
(superior) y
Flame Seedless
(inferior),
sobre pie franco.

T0: testigo sin mulch;


T1: mulch de aserrín;
T2: mulch de
cama de pavo;
T3: mulch de
paja de trigo;
T4: mulch plástico;
T5: mulch de viruta,
(Fuente INIA).

Boletín INIA, Nº 234 37


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 25. Carbohidratos de reserva (%) medidos en


raíces de la variedad Thompsom Seedless y Flame
Seedless sobre pie franco. Las mediciones se
realizaron dos años después de haber
iniciado los tratamientos de mulch.

El efecto positivo del uso de mulch también se reflejó en el peso de


poda de la plantas. El peso de poda fue mayor en las plantas bajo
condiciones de mulch, tanto en la variedad Flame como Thompson
Seedless (Figura 26).

Figura 26. Peso de materia seca de poda en las


variedades Thompson y Flame Seedless, sobre
patrón franco, dos años después de iniciado el
tratamiento de mulch sobre los camellones.

38 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

3.4. CONCLUSIONES

Los trabajos realizados por INIA en el valle de Aconcagua, se reali-


zaron en las variedades Thompson Seedless y Flame Seedless, en
pie franco. De acuerdo a los resultados obtenidos se puede con-
cluir.

• El subsolado de prepalantación, realizado con tractores de gran


potencia (D9 a D10) es una labor indispensable para lograr un
buen establecimiento de los parronales en suelos que presentan
niveles de compactación elevados. Los efectos del subsolado se
mantienen a lo menos hasta cinco años después de realizada la
labor.

• El subsolado de post plantación provoca una disminución de la


compactación de suelos, lo que se refleja en un mayor desarrollo
radicular y un mayor peso de poda de las plantas, sin embargo,
esta recuperación se produce a los dos años de iniciada la labor.

• La confección de camellones en suelos con problemas de compac-


tación y el uso de mulch, permite mantener adecuadas condicio-
nes físicas de suelo en los primeros 30 cm de profundidad, favo-
rece el desarrollo radicular de las plantas, la acumulación de
carbohidratos de reserva y el vigor de las plantas.

Boletín INIA, Nº 234 39


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

40 Boletín INIA, Nº 234


CAPÍTULO
Compactacion de suelos y su 4 en el Valle de Aconcagua
control. Estudio de casos

PRÁCTICAS DE MITIGACIÓN DE
LOS EFECTOS DE COMPACTACIÓN

P
arte de los efectos de compactación de suelos en los parronales
establecidos se puede atribuir all uso intensivo de maquinaria
agrícola. En promedio, durante la temporada se realizan en-
tre 20 y 30 pasadas de maquinaria, entre las labores de aplicación
de herbicidas, aplicación de hormonas, controles fitosanitario y la-
bores de cosecha.

Par cuantificar el orden de magnitud del paso de la maquinaria agrí-


cola sobre la compactación de suelos, en 35 parronales del Valle de
Aconcagua, ubicados en la Serie de Suelo Pocuro, se realizaron deter-
minaciones de densidad aparente y resistencia mecánica a la pene-
tración en la hilera de plantas y en la huella de circulación de la
maquinaria, a diferentes profundidades. Todas las determinaciones
se realizaron con el suelo en condiciones de capacidad de campo.

En el Cuadro 10, se presenta el porcentaje de valores de densidad


aparente superiores a 1,4 g/cc en la huella de paso de la maquinaria
y en la hilera de plantas. En la primera estrata (10 cm) el 87,5% de
los valores medidos es superior 1,4 g/cc, en tanto que en la hilera
de plantas solo el 64% supera este valor. Se observan también dife-
rencias a 30 cm de profundidad, donde el 87% de los valores de Da
medidos en la huella de la maquinaria a superan 1,4 g/cc, en tanto
que en la hilera de plantas solo el 74% supera este valor. A 60 cm
de profundidad no se observa ninguna diferencia entre ambas posi-
ciones.

Boletín INIA, Nº 234 41


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Cuadro 10. Porcentaje de de valores de densidad aparente superiores a


1,4g/cc sobre la huella de la maquinaria y en la hilera de plantas, en
diferentes profundidades de suelo. (Valle de Aconcagua).

Profundidad (cm) Huella de maquinaria Hilera de plantas


10 87,5 64
30 87,0 74,0
60 70,0 74,0

Una situación similar ocurre con la resistencia mecánica a la pene-


tración (RP). En el Cuadro 11, se presente el porcentaje de valores
de RP que supera 1 MPa, valor considerado como límite para un
adecuado desarrollo radicular de las vides.

En l cuadro se puede observar que hasta los 30 cm de profundidad,


en la huella de paso de la maquinaria sobre el 60% de los valores
de RP medidos supera 1 MPa. A mayores profundidades sobre el 25
% de los valores medidos supera 1MPa. En la hilera de el porcentaje
de valores que supera 1 MPa es considerablemente menor.

De los cuadros anteriores se desprende, que el efecto de compacta-


ción, por paso de maquinaria se manifiesta hasta los 30 a 40 cm de
profundidad de suelo.

Este fenómeno se produce por que el suelo no es capaz de soportar


la carga a la cual es sometido por el paso de la maquinaria. En otras
palabras, cuando la presión ejercida sobre el suelo sobrepasa un

Cuadro 11. Porcentaje de de valores de resistencia mecánica superiores


a 1 MPa sobre la huella de la maquinaria y en la hilera de plantas, en
diferentes profundidades de suelo. (Valle de Aconcagua).

Profundidad (cm) Huella de maquinaria Hilera de plantas


10 73,7 16,6
30 61,1 10,5
40 36,8 16,7
60 26,3 11,1

42 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

determinado valor resistencia mecánica, la estructural colapsa. El


riesgo de compactación aumenta cuando la labores se realizan con
altos contendidos de humedad, en suelos recién regados por ejem-
plo. En efecto un factor determinante en la magnitud de la
compactación tiene que ver con el contenido de humedad del sue-
lo, ya que al aumentar el contenido disminuye su capacidad de so-
portar carga.

En términos generales, el paso de la maquinaria agrícola produce


dos tipos de compactación, una compactación superficial y una
subsuperficial. La compactación superficial es función de la presión
de contacto que realizan las ruedas de las maquinas al pasar sobre
el suelo (es el caso de las mediciones realizadas a 10 cm en los
cuadros 10 y 11). Esta compactación superficial puede producir una
disminución de las condiciones de infiltración del agua en el suelo,
provocando anegamientos temporales al escurrir el agua de los
emisores desde la platabanda de plantación, especialmente cuando
estas están mal construidas o las descargas de los goteros es muy
alta (Figura 27).

Figura 27. Acumulación de agua proveniente de los


emisores en la huella de circulación de la maquinaria.

Boletín INIA, Nº 234 43


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

La compactación subsuperficial producto del paso de de la maqui-


naria por otra parte puede alcanzar hasta 30 a 40 cm de profundi-
dad, provocando una zona de baja macroporosidad, malas condi-
ciones de aireación, afectando el desarrollo radicular de las plantas
en esta zona.

Un factor complementario a los sistemas de control de compactación


de suelos ya señalados, como es uso del subsolado o del acamellona-
miento, son consideraciones respecto de la maquinaria agrícola que
se utiliza.

No existen trabajos específicos en el Valle de Aconcagua sobre el


impacto de la maquinaria agrícola en los niveles de compactación
de suelos. Sin embargo, antecedentes de la literatura que entregan
algunas indicaciones pueden ser útiles a considerar.

Los aspectos en relación a la compactación de suelos tiene que ver


con el peso de la maquinaria utilizada, la presión y tipo de neumá-
ticos de los neumáticos, el contenido de humedad del suelo, entre
otros factores.

La compactación subsuperficial tiene que ver con el peso de la ma-


quinaria, en particular con el peso por eje, es decir con el peso total
de la maquinaria, dividido por el número de ejes que posee. Mien-
tras mayor es el peso por eje que soporta la maquinaria, mayor es el
efecto de compactación en profundidad, lo que se muestra gráfica-
mente en la Figura 28.

La bibliografía señala que valores de peso por eje de sobre 10 ton,


generan en todos los casos, compactación que influyen hasta 50 cm
de profundidad o más, si el suelo se encuentra húmedo a capacidad
de campo. En suelos secos es menor el efecto de la compactación
con el mismo peso por eje. Sin embargo, estos antecedentes son
muy dispares. En la literatura se indica que con valores de peso por
eje sobre 6 ton se comienza a producir compactación de suelos, y

44 Boletín INIA, Nº 234


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

Figura 28.
Efecto de diferentes
cargas por eje sobre
nivel de influencia
de la compactación
de suelo.
(Adaptado de
Diuker, 2004).

con valores hasta 5 ton por eje ya no existirían efectos de compac-


tación subsuperficial. Otros antecedentes señalan como valores lí-
mites de peso por eje 2,5 ton para suelos susceptible de compactarse
y 3,5 ton para suelo más resistentes a la compactación. Además La
magnitud de peso por eje depende de la humedad de suelo, ya que
suelos húmedos soportan menos carga que los suelos secos.

Por otra parte, el número de pasadas de la maquinaria afecta la


compactación subsuperficial. El tráfico repetido de máquinas, in-
cluso de bajo peso por eje, induce compactación con un efecto que
puede perdurar por largo tiempo.

En relación a la compactación superficial del suelo, la literatura se-


ñala que la presión de contacto rueda/suelo, es una causa del au-
mento de la densidad aparente del suelo en superficie (primeros 5 a

Boletín INIA, Nº 234 45


Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

10 cm). La presión de contacto se refiere a la presión que ejerce el


neumático de las máquinas sobre la superficie del suelo. La literatu-
ra señala que presiones de contacto por sobre 15 psi (libras/pul2) o
105 kPa provocarían problemas de compactación superficial en sue-
los susceptibles y 200 kPa en suelos resistentes a la compactación.

La presión de contacto es normalmente es 1 a 2 libras superior a la


presión de aire de los neumáticos, debido a la rigidez de estos. Sin
embargo, la mejor forma para determinar la presión de contacto es
cuantificando la carga por cada rueda, y dividirla por el área de
contacto con el suelo.

Presiones en exceso de los neumáticos pueden entonces acrecentar


los problemas de compactación superficial Estudios experimentales,
realizados en cultivos anuales muestran que la compactación super-
ficial disminuye significativamente al reducir la presión de los neu-
máticos de la maquinaria. Por ejemplo, se señala que el porcentaje
de emergencia de cebada aumenta en 44%, al disminuir la presión
de los neumáticos de 220 a 90 kPa (32 a 13 psi).

Sin embargo, la disminución de la presión de los neumáticos redu-


ce solo los efectos de compactación superficial, no se reduce los
efectos de compactación en profundidad, ya que esta está determi-
nada esencialmente por la carga por eje, es decir por el peso de la
máquina distribuida en el número de ejes que esta dispone, como
se muestra en el ejemplo de Cuadro 21.

Cuadro 21. Efecto de la presión de los neumáticos sobre la


compactación de suelo, frente a un mismo peso por eje (3,6 Ton).

Presión Presión ejercida Presión ejercida


inflado (psi) (psi) a 30 cm de (psi) a 50 cm de
profundidad profundidad

35 28 11
12 18 11
Psi, libras/pulgada2. (Adaptado de Diuker, 2004).

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

También el tipo de neumático puede tener efectos en la reducción


de la compactación. Neumáticos radiales, que son más deformables
aumentan el área de contacto rueda/ suelo, reduciendo la presión
ejercida sobre el suelo.

De los señalado en los párrafos anteriores se desprende que el uso


de maquinaria agrícola puede tener efectos tanto sobre la
compactación superficial como sobre la compactación subsu-
perficial.

Para disminuir la compactación superficial producida por el paso


de la maquinaria se pueden considerar medidas tales como:

a) Reducir la presión del neumático a lo mínimo posible.

b) Utilizar neumáticos de gran diámetro para aumentar el


largo de la huella de rodado.

c) Utilizar neumáticos radiales, que son más deformables


que los neumáticos comunes.

Para reducir la compactación subsuperficial que producen las má-


quinas es necesario reducir el peso por eje por eje, ya sea utilizan-
do máquinas más livianas o aumentando el número de ejes.

4.1. CONCLUSIONES

• El paso de maquinaria agrícola provoca compactación de suelo


en los parronales del Valle de Aconcagua, lo que se manifiesta
por mayores valores de densidad aparente y resistencia a la pe-
netración, hasta 30 a 40 cm, en la huella de paso de la maquina-
ria agrícola.

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Compactacion de suelos y su control. Estudio de casos en el Valle de Aconcagua

• El peso por eje de la maquinaria utilizada es un factor determi-


nante en la profundidad de la compactación, en tanto que la
compactación superficial depende de la presión que ejerce la
rueda sobre el suelo.

• Para el caso específico del Valle de Aconcagua se requiere reali-


zar investigaciones específicas que permitan determinar las car-
gas máximas por eje y las presiones de neumáticos más adecua-
das para los suelos existentes en el valle.

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