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¡Buenas tardes a todos!

A continuación les dejo mis apreciaciones sobre la Unidad Temática II:

Como se puede observar, a partir de su lectura y análisis, nos encontramos con una
unidad atravesada por la cuestión de la interdisciplinariedad en las Ciencias Sociales. Esto se
debe a que el objeto de estudio de las mismas, los seres humanos y sus acciones, es
multifacético y multicausal. A raíz de esta particularidad, no es posible que una sola ciencia
del área se encargue y logre analizar en profundidad la inmensidad y complejidad que
representa el objeto de estudio de las Ciencias Sociales. Frente a esto, son varias las
disciplinas que la componen y se organizan con base a un objeto de estudio delimitado que les
permite, a través del método científico, producir conocimientos de calidad y de interés para la
sociedad. Sin embargo, esto no implica que sus objetos de estudio y metodologías de trabajo
no converjan entre sí. Es decir, los estudios históricos, por ejemplo, se valen de los
conocimientos producidos por otras disciplinas de las Ciencias Sociales para elaborar sus
trabajos de investigación sobre temáticas del pasado. Además, es posible la
complementariedad entre metodologías permitiendo un análisis más completo y sustancial del
objeto de estudio. Sin embargo, es importante aclarar que este trabajo mancomunado, entre
las diversas disciplinas, se realiza en un contexto de igualdad y respeto y por lo tanto no nos
encontramos con una ciencia que actúe de rectora de las demás.
La interdisciplinariedad, además, es clave en el aula ya que facilita un abordaje más
amplio, profundo y significativo de los contenidos al permitirles a los alumnos cotejar
diversas metodologías de análisis e investigación y distintos enfoques epistemológicos. Para
lograr esto, es clave que los planteles docentes se acostumbren a trabajar en equipo y
propongan actividades que impliquen desarrollar instancias de diálogo constructivo entre las
disciplinas. De esta manera, el alumnado comenzará a comprender las distintas disciplinas de
estudio como partes integrantes de áreas epistemológicas más amplias y complejas. Por
último, siguiendo lo expresado por Isabelino Siede (2010), la enseñanza de las Ciencias
Sociales no sólo debe formar intelectualmente a los alumnos en las distintas disciplinas que la
componen sino que deben contribuir al ejercicio de la ciudadanía. Es decir, deben favorecer la
conformación de un ciudadano consciente y comprometido con la sociedad de la que forma
parte. Para ello será clave la participación activa de los alumnos en todo el proceso de
exploración, análisis y reflexión del contenido trabajado.
Por otro lado, la pretendida objetividad de las ciencias es otra característica a destacar.
Las Ciencias Sociales tienen la particularidad, a diferencia de las Ciencias Naturales, de que
tanto su objeto como sujeto de estudio es el hombre. A pesar de tener en cuenta una conocida
frase de Edward Carr (1961) que sostiene que “sólo podemos captar el pasado y lograr
comprenderlo a través del cristal del presente” es fundamental que el historiador no traslade
las conceptualizaciones e interpretaciones del presente al pasado sin tener en cuenta la
especificidad de este y con ello los cambios y continuidades de los que es testigo toda
sociedad. De esta manera, es rol del historiador, por ejemplo, no sólo analizar fuentes
primarias y secundarias sino también intentar reconstruir el universo mental de las sociedades
del pasado que intenta comprender. Es decir, el recurso de la empatía histórica es fundamental
para este tipo de trabajos de investigación ya que nos permite entender el porqué de las
acciones e inacciones de los seres humanos. Por último, en este doble trabajo de heurística y
hermenéutica, debe primar en el investigador un equilibrio personal importante que impida
que su investigación se vea teñida y tergiversada por sus intereses personales o sectoriales. Es
decir, idealmente es recomendable que el conocimiento científico sea resultado de un trabajo
lo más objetivo y profesional posible dentro del marco de las Ciencias Sociales donde las
subjetividad es fundamental e inevitable producto del tipo de objeto de estudio que tratan. En
otras palabras, es la honestidad intelectual la que debe regir todo proceso de investigación y
análisis del pasado aunque los resultados del mismo no sean los esperados o deseados.
Por último, creo pertinente hacer énfasis en los tres paradigmas de interpretación que
han hegemonizado los campos de estudio de las Ciencias Sociales. Más allá que tanto el
paradigma positivista como el hermenéutico son importantes por sus aportes a la
profesionalización y comprensión de la actividad investigativa, me resulta sustancial el
abordaje analítico realizado por el paradigma crítico ya que no sólo intenta comprender el
pasado sino que, además, busca transformar las relaciones sociales que cimentan las diversas
situaciones de opresión alrededor del mundo. A diferencia del paradigma positivista, dejan
muy en claro sus posturas ideológicas ya que lo que buscan, además de entender el porqué de
la situación de opresión actual, es transformar la realidad y para ello necesitan ser activos
militantes, tanto en lo social como en lo institucional, de la causa por la que luchan. Sin
embargo, es loable aclarar que la existencia de estos tres paradigmas no significa que no
pueda haber instancias de entendimiento y, con ello, de sincretismo que enriquezcan el trabajo
del investigador. Desde mi rol como historiador, he tratado de adoptar un pensamiento
ecléctico que me ha permitido, en lo posible, dejar las visiones e interpretaciones dogmáticas
de lado y lograr un conocimiento más sólido y equilibrado del pasado.
Para finalizar, me resultó sustancial la postura ideológica de Charles Wright Mills
cuando expresa que más allá de los enfoques que primen en las Ciencias Sociales es axial que
el “problema de investigación” siempre actúe como directriz en los estudios del área. Es decir,
parafraseando lo expresado en el texto, las Ciencias Sociales deben procurar dar respuestas a
las problemáticas que en la actualidad padece la humanidad.

Nos seguimos leyendo. ¡Un saludo!

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