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Reseña analítica 23

1. Curso: Psicología Organizacional. Nombres de los estudiantes: Wendy García,


Lady García, Sandy Gómez. Fecha de elaboración: 15/09/2018.
Gómez, M. A. & Calderón, P. A. (2017). Salud mental en el trabajo: Entre el sufrimiento en
el trabajo y la organización saludable. Katharsis: Revista de Ciencias Sociales, (23). 117-
201.
María Alejandra Gómez:
Psicóloga de la Universidad de Antioquia, Especialista en Psicología
Organizacional de la universidad San Buena Aventura; Magister en Ciencias
Sociales de la Universidad de Antioquia, Candidata a Doctora en Psicología de la
Pontificia Universidad Católica de Argentina; Docente e investigadora de la
Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana. (Gómez &
Calderón, 2017, p. 177).
Paola Andrea Calderón:
Psicóloga de la Universidad Católica Luis Amigó, Especialista en Psicología
Clínica y Salud Mental de la Universidad Pontificia Bolivariana; estudiante de
Maestría en Psicoterapia de la Universidad Pontificia Bolivariana, Docente de
cátedra de la Facultad de Psicología y Trabajo Social de la Universidad Pontificia
Bolivariana. (Gómez & Calderón, 2017, p. 177).
2. Resumen
Este artículo consiste en una revisión bibliográfica acerca del tema ‘Salud Mental en
el Trabajo’. Se concluyó que, debido a los altos índices de sufrimiento que han
ocasionado trastornos mentales y otro tipo de patologías ocasionados por el estrés
laboral, hay una necesidad de gestionar los procesos de trabajo -como el diseño de
los puestos, la forma de dirección, los horarios laborales, las estrategias para lograr
la adaptación de los trabajadores, entre otros- desde los recursos humanos de
manera que los empleados puedan experimentar satisfacción y bienestar laboral y
menos estrés. Solo de esta manera podrán alcanzarse las metas organizacionales de
obtener empleados con iniciativa, proactivos, colaboradores, con baja tasa de
ausentismo, responsables, etc.
3. Glosario
 Salud mental:
La OMS (2016) dice que la salud mental es un componente integral y
esencial de la salud (...) es algo más que la ausencia de trastornos o
imposibilidades mentales (...) se entiende a la salud mental como un
estado de bienestar en el que la persona es capaz de hacer frente al
estrés habitual de la vida, es capaz de trabajar y de contribuir a su
comunidad. En este sentido, la salud mental es el cimiento del
bienestar individual y del funcionamiento conveniente de la
comunidad. (Gómez & Calderón, 2017, p. 179-180).

 Organización: “(…)conjunto de elementos en interacción que se encuentran


inmersas en contextos -internacional, nacional, regional, institucional e intra
organizacional- que las moldean” (Bertalanffy, 2001; Kast y Rosenzweig, 1979;
Kreps, 1995; Scott, 2003, citados por Arras, Jáquez & Fierro, 2008, p, 2).
 Organización sana: “Para Newell (2003), hoy una organización sana, es aquella que
facilita las oportunidades de satisfacción de las necesidades de los trabajadores, y de
esta forma, también logra beneficiarse de una mayor contribución de los mismos.”
(Gómez & Calderón, 2017, p. 194).
 Organización Positiva: “se ha definido como el estudio científico del
funcionamiento óptimo de las personas y de los grupos en las organizaciones, así
como en su gestión efectiva.” (Gómez & Calderón, 2017, p. 194).
4. Contenido
      Las autoras se basan en que el escenario actual de competitividad, los cambios
rápidos en el mundo laboral y la fuerza de trabajo generan ciertos riesgos como estrés,
presión sobre resultados (rendimiento) de manera apremiante, e incluso patologías en la
salud mental lo cual produce sufrimiento en los trabajadores. Desde los últimos 10 años las
nuevas formas de trabajo han contribuido a la despersonalización de la relación con el
trabajador. Un ejemplo claro es la división de las tareas administrativas que hacen
inadmisible la realización de los individuos en el lugar de trabajo.
    La salud mental está determinada por factores de diversa índole, tales son
sociales, biológicos y psicológicos. De esta forma es como la frecuente presión
socioeconómica origina un peligro para la salud mental de los individuos y de las
comunidades. Algunos indicadores de dicho peligro son un bajo nivel educativo y la
pobreza. Por su parte, ciertas características del entorno laboral -como las demandas
psicológicas de la ocupación y las posibilidades de crear vínculos con la comunidad laboral
para encontrar apoyo social- inciden en la salud mental a corto plazo. Algunos cambios que
se pueden manifestar entonces serían en el estado de humor y el afecto, en la conducta
(indiferencia, estado activo de resolución de problemas) y en las respuestas psicológicas.
Cabe aclarar que para este punto se deben tener en cuenta características de las personas
como la personalidad, su estilo de afrontamiento, su edad, etc.
    Se menciona que la disminución de la salud mental en el trabajo se asocia con el
desarrollo de las organizaciones y las prácticas de evaluación del desempeño individual, la
búsqueda implacable de calidad total, entre otros. Estas circunstancias provocan una
presión productiva, soledad y aislamiento en los trabajadores. Los riesgos laborales se van
transformando con el tiempo en función de los nuevos cambios tecnológicos y científicos,
de políticas, y de la introducción de nuevos métodos en los procesos de producción. Estos
cambian las condiciones de trabajo y permiten el surgimiento de nuevas maneras de llevar a
cabo las tareas, las cuales, por si fuera poco, están orientadas en el alcance de estándares de
calidad a menor tiempo y con una cantidad menor del personal. Estas situaciones significan
mayor presión que afecta la salud de los trabajadores.
    Consecuentemente, la relación interdependiente que hay entre los componentes
de la organización pueden influir en la aparición de ciertos trastornos a largo plazo, tales
como depresión, trastornos cognitivos, agotamiento, entre otros. Lo anterior indica que las
condiciones laborales son clave al momento de intervenir en la organización para mejorarla
y lograr mayor salud y bienestar.
    En este mismo sentido, se alega que valores como la solidaridad y la lealtad han
dado paso al individualismo y a la deslealtad y en últimas, a una soledad en medio de la
multitud. Sobre esto último cabe añadir que hay algunas patologías mentales que son
producto de la fragilización en las relaciones entre los individuos.
    Se nombra un conjunto de posibles causas del estrés y situaciones de riesgo
psicosocial en los escenarios laborales: cambio organizacional mal gestionado, inseguridad,
horarios de trabajo extenso y carga excesiva, violencia y acoso, privación de participación
en la toma de decisiones que involucran al trabajador y falta de poder en el cómo se realiza
el trabajo, ineficacia en la comunicación, baja percepción de apoyo de los compañeros o de
la dirección, clientes hostiles, salarios muy bajos, maltrato verbal, fracasos personales,
colegas incompetentes, baja moral, uniformes incómodos, poco entrenamiento en el trabajo,
disputas entre el personal,  injusta distribución del trabajo, ascensos y recompensas, entre
otros.
    Ahora, respecto a la actitud de las organizaciones frente a los empleados, se
exponen ciertas consideraciones que ponen de manifiesto que estas no tienen en cuenta
aspectos como la responsabilidad social o el equilibrio entre la vida personal con la laboral,
ya que se enfocan más que todo en la rentabilidad exigiendo mayor productividad al
personal. La persecución de dicha rentabilidad lleva a la organización a tomar medidas
-como el corte de personal o la disminución del sueldo- que terminan siendo
contraproducentes para los empleados porque estos pierden la moral y abandonan la
empresa, o bien exhiben una baja en su rendimiento juntamente con una disminución de
apoyo organizacional percibido.
    Se expresa asimismo que las organizaciones actualmente desean que las personas
adquieran la capacidad de persistir en la tolerancia a la frustración y al fracaso pero que esta
práctica a largo plazo desgastará y fragilizará el vínculo con el trabajo. En este contexto se
menciona que algunos autores proponen la necesidad de abandonar la visión de la salud de
los empleados como un medio para sustituirla por la perspectiva de que la promoción de la
salud de hecho es una forma de aportar constructivamente a la organización, constituyendo
así esta un valor estratégico. Es así como los modelos tradicionales que estiman a los
trabajadores como las herramientas para alcanzar los objetivos empresariales, se están
reemplazando por organizaciones positivas.
    Finalmente, se recalca la necesidad de gestionar los procesos de trabajo -como el
diseño de los puestos, la forma de dirección, los horarios laborales, las estrategias para
lograr la adaptación de los trabajadores, entre otros- desde los recursos humanos de manera
que los empleados puedan experimentar satisfacción y menos estrés. Solo de esta manera
podrán alcanzarse las metas organizacionales de obtener empleados con iniciativa,
proactivos, colaboradores, con baja tasa de ausentismo, responsables, etc. A esta
organización se le conoce como organización sana.
5. Metodología
    Inquietadas por cómo se ve afectada la salud mental en el trabajo, las autoras
realizan una revisión bibliográfica sobre este tema, para lo cual toman estadísticas de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS)
y entidades particulares para evidenciar el interés actual creciente por el incremento del
estrés laboral.  
    Toman el concepto de salud mental de La OMS (2016), Houtman & Kompier
(1998), Vásquez & Hervás (2008) & Gimeno (2012). Los factores determinantes de la
salud mental son tomadas también de La OMS (2016). Por otro lado, las estadísticas sobre
las muertes producidas por los problemas de salud mental son brindadas por El Banco
Mundial (2016).
    La información acerca del papel de las nuevas formas de trabajo en la
despersonalización de la relación con el trabajador se obtuvo de Acosta et al., (2006) y el
modelo de salud mental en el lugar de trabajo de Houtman & Kompier (1998). Asimismo,
los aportes realizados sobre algunas consecuencias de las nuevas prácticas introducidas en
las organizaciones que generan mayor competitividad son obtenidos de Dejours (2010,
2015).
    Los datos sobre situaciones que constituyen riesgos laborales psicosociales y
fuentes de estrés que comprometen a los individuos a exigencias diarias que bien pueden
influir negativamente en la salud mental y en el bienestar de los mismos es conseguido de
Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo (2016), Barlow (2000) y El
Ministerio del Trabajo citado por Dinero.com
    Para abordar el tema desde el caso colombiano se citan datos tomados de El
Ministerio del trabajo acerca de la percepción de un grupo de colombianos sobre las
condiciones de trabajo y salud en el país. Por su parte, para referirse a la actitud de la
empresa frente a los trabajadores se tomaron contribuciones de Pin Arboledas (2013);
Salanova (2009) propone la perspectiva de la salud organizacional como un valor
estratégico; la información sobre la necesidad de cambiar las prácticas de gestión de los
procesos de trabajo para obtener empleados más eficientes es tomada de Salanova (2008).
Se toma el concepto de organización saludable de Newell (2003) y Salanova (s. f.)
1. Bibliografía
    Acosta, M., Aldrete, M., Alvarado C., Aranda, C., Arellano, G., Bermúdez, R.,… Varillas, W.
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    Vásquez, C., Hervás, G. (2008). Salud mental positiva: del síntoma al bienestar. En Psicología
Positiva aplicada. (pp. 17-39).
6. Citas textuales
Acosta et al., (2006) señalan que, en las últimas décadas, las formas de
trabajo que responden a nuevas formas de organización del trabajo y
producción han ido despersonalizando la relación con el trabajador y dan
como ejemplo las maneras en que se dividen las tareas que imposibilitan la
realización del ser humano en su trabajo (Gómez & Calderón, 2017, p. 180)

Se entiende que la salud laboral (ISTAS, s.f.) se construye con condiciones


equilibradas, en un ambiente conveniente, en el que las personas que
trabajan puedan realizar su actividad con dignidad y en las que puedan
participar para la mejora de las condiciones de salud y de seguridad. (Gómez
& Calderón, 2017, p. 180).

Houtman & Kompier (1998), definen a la salud mental como un estado de


bienestar psicológico y social del individuo en un entorno sociocultural
dado, facilitando estados de ánimo y afectos positivos, como, por ejemplo:
placer, satisfacción y comodidad; o negativos como: ansiedad, estado de
ánimo depresivo e insatisfacción. De igual forma, se refieren a la salud
mental como proceso, cuando se dan conductas de afrontamiento, es decir,
cuando la persona lucha, se esfuerza e insiste por conseguir independencia y
autonomía. La salud mental puede asociarse también a características de la
persona, es decir, competencias para resolver de forma eficaz las
circunstancias de la vida cotidiana, para tener un adecuado dominio del
entorno, en otras palabras, ser autoeficaz. Además, una persona mentalmente
sana, que se muestra interesada por su entorno, participa en actividades
motivadoras y busca su propia proyección por medios personalmente
significativos. (Gómez & Calderón, 2017, p. 180).

Señalan Vásquez y Hervás (2008) y Gimeno (2012), que la salud mental es


más que la ausencia de trastornos mentales, explican que la salud mental
vista desde una óptica positiva conlleva un estado emocional positivo, y un
modo de pensar más considerado sobre sí mismo y los demás, en el que se
puede tener unas expectativas de un futuro positivo y más adaptativo para
interpretar la realidad. (Gómez & Calderón, 2017, p. 180).

Para Pando et al. (2006) “el estudio de la salud mental en el ámbito laboral, entendido como
un problema de salud pública, amerita una forma de entender la salud que no se reduzca a
indicadores negativos, de riesgos de trabajo como la morbi-mortalidad” (Gómez &
Calderón, 2017, p. 182).
“Muestra de esta capacidad (de la salud mental) ‘[…] podrían ser la conciencia social,
capacidad de transformar la realidad, la autoestima, el proyecto de vida, la creatividad, la
grupalidad y redes sociales, la capacidad para dar y recibir afecto, etc.’” (Gómez &
Calderón, 2017, p. 182).
Para Dejours (2010) la pérdida de la salud mental en el escenario de trabajo se
ha relacionado con la evolución de la organización del trabajo y con la entrada
de nuevas técnicas como la evaluación individual del desempeño, la “calidad
total”, la subcontratación y el uso progresivo de trabajadores independientes.
Dejours (2010) enfatiza que esto ha incrementado la presión productiva, el
aislamiento y la soledad. Así mismo como las patologías mentales que resultan
de una fragilización de los vínculos entre las personas “[…] y que, en lugar de la
confianza, la lealtad y la solidaridad, instalan en el mundo laboral el
individualismo, la deslealtad y al fin de cuentas, una implacable soledad en
medio de la masa” (Gómez & Calderón, 2017, p. 182).

Dejours (2010) señala cinco categorías en torno a las patologías mentales


que se presentan en el escenario actual: i. Las patologías de sobrecarga,
como el síndrome de burnout, el karoshi y los problemas músculo-
esqueléticos; ii. Las patologías que complican las agresiones cuya víctima es
el trabajador; iii. Las patologías de personas que son privadas de empleo o
que son despedidas, y que dan paso al aumento de depresiones, alcoholismo
y otras formas de toxicomanías, y el aumento de la violencia; iv. Las
patologías del acoso laboral o psicológico; y v. Las patologías depresivas,
que pueden llegar hasta el intento de suicidio y los suicidios. (Gómez &
Calderón, 2017, p. 182).

“Para Newell (2003), hoy una organización sana, es aquella que facilita las oportunidades
de satisfacción de las necesidades de los trabajadores, y de esta forma, también logra
beneficiarse de una mayor contribución de los mismos.” (Gómez & Calderón, 2017, p.
194).
Warr (1990, citado por Salanova, s.f), ha identificado hasta nueve
características o recursos del trabajo que afectan al bienestar psicológico: (1)
la claridad de las tareas y del rol laboral, (2) la autonomía en el trabajo, (3)
las oportunidades que ofrece el trabajo para el contacto social, (4) la
variedad de las tareas, (5) la existencia de información y feedback sobre el
trabajo, (6) un salario justo, (7) la seguridad física en el trabajo, (8) que el
trabajo sea valorado socialmente, y (9) el apoyo del supervisor. (Gómez &
Calderón, 2017, p. 195).

7. Comentario personal y conclusiones


 La consideración de que el estrés, como respuesta a ciertas condiciones, deteriora la
salud se relaciona con lo planteado por Suárez & Mendoza (2014) quienes afirman
que entre los riesgos laborales que se destacan se encuentra el estrés y su
correspondiente aparición de enfermedades de diferentes tipos, y lo manifestado por
Durand & Marchand (2011) quienes sugieren que una larga duración de la presencia
de estresores en el cuerpo puede producir estrés crónico que puede implicar
problemas en la salud mental.
 Se hace una aproximación a la carga de enfermedades mentales ocasionadas por la
productividad laboral mediante encuestas aplicadas a población colombiana.
 Se concluye que en Colombia hacen falta estudios que den cuenta de la carga de
enfermedades mentales ocasionadas por la productividad laboral.
 Se concluye que el trabajo actual genera sufrimiento, el cual a su vez genera efectos
patológicos a nivel físico, psicológico y social que impiden el desarrollo personal y
profesional.
 Se concluye que el sufrimiento ocasionado en el trabajo debe transformarse para
promover la construcción de la identidad y la realización del sí mismo, y para que
los empleados puedan sentir placer en su labor administrativa.
 Se concluye que para transformar el sufrimiento ocasionado en el trabajo es
necesario mejorar aspectos organizacionales como la comunicación (por una
comunicación más eficaz), la calidad del trabajo y la justicia.
 Se concluye que hay que buscar nuevas maneras interdisciplinarias para desarrollar
organizaciones más saludables que se orienten al alcance de los propios objetivos
pero que incluyan también los objetivos sociales e individuales a su gestión.
 Aporta información sobre las posibles condiciones y características del lugar de
trabajo que podrían explicar la aparición de patologías.
 Proporciona un modelo de práctica organizacional que busca mantener un equilibrio
entre la satisfacción de las necesidades individuales con la de las necesidades
organizacionales.

 Aporta características del desempeño de un trabajador que experimenta salud


mental.
 Aporta diversas concepciones del concepto de salud mental.
Reseña analítica 3
1. 8vo semestre de Psicología. Nombres: Wendy García, Lady García, Sandy Gómez.
01/09/2018.
Oramas, Santana & Vergara (2013). El bienestar psicológico, un indicador positivo de la
salud mental.
2. Resumen
Este artículo se centra en una perspectiva positiva de la Psicología.
Hace énfasis en procesos psicológicos asociados con el funcionamiento del
sí mismo como regulador, mediador y motivador del bienestar. Revisa
diversas concepciones e indicadores del bienestar psicológico. Presenta una
alternativa para la evaluación del mismo: el Cuestionario de Bienestar
Psicológico, de 14 reactivos. Este cuestionario fue respondido por 1006
docentes venezolanos y 250 docentes cubanos, con el objetivo de analizar su
estructura factorial y consistencia interna alpha de Cronbach, así como
también, con el ánimo de conocer su efecto en los procesos de adaptación de
las personas, fueron analizadas las asociaciones con indicadores de la salud
mental y la vulnerabilidad al estrés (Oramas, Santana & Vergara, 2013.
P.34).
3. Glosario
● Salud mental: “se concibe como la capacidad de mantener con el mundo relaciones
dialécticas y transformadoras que permitan resolver las contradicciones internas del
individuo y las de éste con el contexto social” (Román, 1997; citado por Oramas,
Santana & Vergara, 2013. P. 34).
● Satisfacción laboral: “sentimiento positivo respecto del puesto de trabajo propio,
que resulta de la evaluación de las características de este” (Robbins & Judge 2017.
P.87).
● Bienestar:
Forma parte de un universo conceptual más amplio: el de calidad de
vida. Se refiere a cómo y por qué las personas vivencian sus vidas de
manera positiva, y está muy relacionado con temas como bienestar
psicológico, felicidad, satisfacción moral y afectos positivos
(Oramas, Santana & Vergara, 2013. P. 35).
● Calidad de vida:
Un estado deseado de bienestar personal compuesto por varias
dimensiones centrales que están influenciadas por factores personales
y ambientales. Estas dimensiones centrales son iguales para todas las
personas, pero pueden variar individualmente en la importancia y
valor que se les atribuye. La evaluación de las dimensiones está
basada en indicadores que son sensibles a la cultura y al contexto en
que se aplica (Schalock y Verdugo, 2007; citado por Verdugo,
Schalock, Arias, Gómez, & Jordán de Urríes, 2013. P. 446).
4. Contenido
Para el estudio del bienestar psicológico los autores proponen entender
primeramente los componentes en los que se enmarca la enfermedad y la salud
mental, comprendida en una misma línea indicando los opuestos del desarrollo del
individuo que se da en relación al ambiente, y que además son influencias por
diversos factores.
De esta manera definen entonces la salud mental en términos de la capacidad de los
individuos de manejar los conocimientos que se tienen sobre el ambiente para
establecer una adecuada interacción individuo-medio que favorezca para responder
a las demandas de este de manera constructiva, adaptarse a este y emplear
estrategias que le permitan superar problemáticas. En este sentido la enfermedad
haría referencia a la incapacidad de establecer esa adecuada interacción, lo que
representa conflictos para el individuo.
Para lograr el objetivo de revisión, la presente investigación se centró en el estudio
de las bases del bienestar, como son las virtudes, capacidades, y aspectos positivos
del ser humano, ya que desde ese enfoque intentan explicar y comprender la
satisfacción y felicidad como indicadores de salud, debido a que el hombre se
encuentra en una constante búsqueda para alcanzar el logro de dichas condiciones y
obtener bienestar.
Algunos aportes de otros autores sugieren que el bienestar dependía de factores
externos, otros consideran que se deben a factores internos, pero en esta oportunidad
se centraron en el ámbito personal desde la satisfacción que un individuo vivencia.
Para esto tomaron algunas perspectivas, como aquellas que definían la felicidad
como la relación equilibrada entre eventos positivos y negativos.
Por su parte otros consideraron una visión más integrada en la que sugerían dos
aspectos fundamentales, lo cognitivo y lo afectivo para entender la satisfacción,
donde relacionan tanto la relación de eventos positivos y negativos como con los
estados de ánimo de las personas. De esta manera también consideran el concepto
de satisfacción basado en la propia visión del individuo sobre el alcance de sus
metas propuestas.
Dicha propuesta haría alusión entonces a establecer una relación entre satisfacción y
bienestar, entendiendo que este último hace referencia a la percepción optimista de
las personas ante la vida, que depende de factores como la plenitud psicológica,
actitudes y vivencias positivas, y el sentirse bien con respecto a las acciones basadas
en sus valores morales.
Siguiendo esta misma línea, los autores tomaron como ejemplo de su postura, los
supuestos manifestados en una encuesta de bienestar en el que se encontraron como
principales factores los ya mencionados por ellos, añadiendo las interacciones
sociales estrechas, el control y la aceptación de sí mismos.
En relación con esta última resaltan la importancia que tiene, debido a que funciona
como un recurso en el que el individuo es capaz de mantener control sobre sí mismo
ante diversas situaciones, esto favorece al bienestar y a su vida en general, ya que le
permite superar o afrontar positivamente condiciones adversas sin ocasionarle una
afección significativa, para lo que es importante tener en cuenta los elementos que
lo conforman, como son la autoestima, autoconciencia y autoeficacia, que a su vez
se relacionan con el valor de significancia que el sujeto le dé a su vida.
Como una forma de estudiar en la realidad cotidiana de las personas los postulados
expuestos, los autores realizaron una investigación de tipo descriptiva, en la que se
les aplicó una el cuestionario de bienestar psicológico, de este no se encontraron
resultados significativos, sin embargo se realizó también una comparación entre un
cuestionario de salud y de estrés y se encontró que el bienestar psicológico estaría
relacionado con la salud mental, en tanto que permite evaluar la interacción del
sujeto con otros y el manejo de estrategias que este tiene sobre factores personales y
ambientales.

5. Metodología
Los autores se proponen hacer una aproximación conceptual sobre el
bienestar psicológico y las variables que pueden incidir, para lo cual inician
definiendo salud mental y enfermedad aportaciones de (Román, 1997). Luego de
esto plantean las diferentes concepciones que se tenían acerca del bienestar entre los
que destacan (Cantril, 1965), que se enfocaba en definirlo desde los contextos, por
otra parte recopilan los conceptos de (Bradburn, 1969), el cual lo considero desde la
felicidad en la que se comprenden las relaciones de todos los momentos del
individuo tanto buenos como malos, también se toman los aportes de (Campbell,
Converse, & Rodgers, 1976) con una perspectiva cognitiva. Desde todas estas
contribuciones los autores desarrollan el concepto de bienestar relacionado a la
calidad de vida, satisfacción y evalúan los factores mediadores del autoconcepto,
junto con los aportes de (Ryff, 1989). Finalmente realizan un estudio descriptivo, en
el que se evalúa a una muestra de profesores venezolanos a los que se les aplica el
cuestionario de bienestar psicológico, general de la salud y de vulnerabilidad del
estrés.
6. Bibliografía
Bradburn NM. (1969). The structure of psychological well-being. Chicago:
Aldine.
Cantril H. (1965). The pattern of human concern. New Brunswick, New Jersey:
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meaning of psychological web-being. Journal of Personality and Social
Psy-chology 1989;57:1069-81.

7. Citas textuales
La salud mental consiste en el aprendizaje de la realidad para transformarla a
través del enfrenta-miento, manejo y solución integradora de conflictos,
tanto internos del individuo como los que se dan entre él y su medio. Cuando
dicho aprendizaje se perturba o fracasa en el intento de su resolución, puede
comenzarse a hablar de enfermedad. (Silvia Bermann, s.f; citada por
Oramas, Santana & Vergara, 2013. P. 34).

“El ser humano busca la satisfacción de sus necesidades como todo ser vivo; sin
embargo, la conciencia de sentirse feliz es algo específico de la especie humana”
(Oramas, Santana & Vergara, 2013. P. 34).

Como puede apreciarse, el concepto de bienestar forma parte de un universo


conceptual más amplio: el de calidad de vida. Se refiere a cómo y por qué las
personas vivencian sus vidas de manera positiva, y está muy relacionado con
temas como bienestar psicológico, felicidad, satisfacción moral y afectos
positivos (Oramas, Santana & Vergara, 2013. P. 35).

Cummings y Henry, en 1961, colocaron éstas dentro del individuo, y Cantril


las ubica en factores contextuales que pre-dicen la satisfacción con la vida de
cada uno, demostrando que había una sustancial variación en la importancia
de las metas a través de las sociedades y en la percepción del éxito personal
(Cantril, 1965; citado por Oramas, Santana & Vergara, 2013. P.35)

Bradburn y Caplovitz tomaron un camino diferente. Su enfoque se basó en la


disposición de ánimo y afecto-felicidad para el bienestar. La nueva
dimensión de su trabajo fue pensar en la felicidad no como la ausencia de un
perjuicio negativo, sino como el equilibrio positivo entre la inevitable
mezcla de experiencias buenas y malas que son la sustancia de la vida
cotidiana (Bradburn, 1969; citado por Oramas, Santana & Vergara, 2013.
P.35)

(…) “Ellos proponen una dimensión cognitiva y valorativa del bienestar en el enfoque de la
satisfacción y una dimensión afectiva, que concentra el equilibrio entre los componentes
positivos y negativos de la disposición de ánimo”( Campbell, Converse & Rodgers, 1976;
citado por Oramas, Santana & Vergara, 2013. P.35).

“Existen abundantes datos que sugieren que adultos y ancianos considerados como
ajustados y que presentan autoaceptación, autoestima y autoeficacia elevadas, tienden a
considerarse como felices” (Oramas, Santana & Vergara, 2013. P.35).

Las actitudes del sujeto consigo mismo o lo que algunos autores llaman el
self, el autoconcepto o el sí mismo, constituyen un mecanismo autoregulador
del sujeto que refleja el conocimiento que tiene de sí mismo mediatizado por
el proceso de interacción social en las diversas áreas de relación (Oramas,
Santana & Vergara, 2013. P.35).
“El bienestar psicológico constituye, pues, un indicador positivo de la relación del sujeto
consigo mismo y con su medio. Incluye aspectos valorativos y afectivos que se integran en
la proyección futura y el sentido de la vida” (Oramas, Santana & Vergara, 2013. P.36).

El concepto de “sentido” se traduce en proporcionar una razón, orden o


coherencia a la existencia del individuo; está relacionado con el con-cepto de
“propósito”, el cual hace referencia a la in-tención, al cumplimiento de
alguna función o al logro de algún objetivo, que nuestra vida tenga un
sentido significa que tenemos un propósito y luchemos por alcanzarlo
(Oramas, Santana & Vergara, 2013. P.36).
8. Comentario personal y conclusiones
● Se define la satisfacción y felicidad como indicadores de salud mental y
bienestar, porque le permite al individuo vivir positivamente dentro de
diferentes contextos.
● Se entiende la salud mental como la capacidad psicológica de afrontar
demandas del mundo en su relación con el hombre.
● Destaco la importancia de factores como la consecución de principios
morales, las autopercepciones, satisfacción de necesidades y control como
favorecedores de la salud mental.
● Se resalta la importancia del autoconcepto como indicador de salud, a partir
de la satisfacción y bienestar que genera en un individuo el poder tener
control sobre él mismo, y contar con la capacidad para afrontar problemas.
● El autoconcepto permite que el individuo le dé un valor significativo a su
vida, y permite una mirada positiva del hombre sobre el ambiente en el que
se desenvuelve.

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