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Discurso de Motivación Reflexiva N° 054

Defiende a Tu Perú
Campaña de Motivación para la Afirmación de la Peruanidad

Por: Reynaldo Charres Vargas (Rey Charré)

Presentación

La crisis moral, económica, sanitaria y política que caracterizan los tiempos


presentes, es una revelación acumulada de errores y fracasos de
gobernantes y gobernados. Sin embargo, la explosión de la podredumbre
ocurre en la clase política y económica que desde siempre ocupan altos
cargos públicos y privados, y en esa esfera se multiplican los escándalos por
corrupción. Tal situación, es el retrato real de personas que dejaron de amar,
respetar, cuidar y defender a su propia existencia y a su patria.

Con tristeza y preocupación vemos cómo los adultos de la sociedad peruana


que desempeñan funciones de servicio público o ejercen actividades privadas
lucrativas, son los autores de atrocidades y actuaciones degradantes.
Aquellos que exhiben estudios, grados, títulos, honores, cargos y roles de
decisión, pasaron a ser los primeros corruptos y corruptores, mejor dicho, los
asesinos de la moral, la ética, los valores y las buenas costumbres. Son ellos
los dueños de mentiras y traiciones, es decir los que pulverizan el
sentimiento y la identidad familiar y nacional. No hay duda, que poseen
cerebros con quistes y pensamientos atroces, por eso sus hechos han
llegado a un límite insoportable de indignación entre la mayoría de peruanos
y peruanos, que día a día trabajan para satisfacer sus necesidades para vivir y
también pagar sus impuestos.

La historia administrativa peruana, no dice quienes gobernaron el país a lo


largo de la era republicana se han caracterizado por integrar una clase social
enemiga y anti-peruana porque adoptaron y adoptan modelos y sistemas

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ajenos, destructivos de la identidad y la dignidad nacional, y como imitadores
y sumisos de otros, perdieron su autonomía. Allí están las leyes y políticas de
entreguismo de los recursos naturales y el endeudamiento económico por
muchos años. Esas leyes y políticas facilitan el saqueo y el remate de lo
propio con un claro favorecimiento a multinacionales y empresarios no
peruanos. Así, desde el inicio de la vida republicana se implementaron
políticas perversas de despojo y humillación cuyas consecuencias nefastas,
después de 200 años, nos costará mucho revertirla y recuperar ya que las
pérdidas y los daños son enormes e irreversibles en muchas áreas.

Las peruanas y los peruanos que aún tenemos fe y esperanza en el


nacimiento y recuperación de las raíces de la peruanidad, anhelamos que la
realidad nacional pueda ser mejorada con decisiones y cambios sustantivos
en varios campos. Sólo así volverá la confianza y la felicidad de ser realmente
libres e independientes y con prosperidad para cada uno de los habitantes
que pueblan esta inmensa y gran nación que tiene todo para ser superior.

El desafío está en nuestras manos y mentes, y desde hoy todos debemos ser
contribuyentes activos de un proceso de afirmación de la peruanidad y por
cierto ser fieles defensores de su identidad y también en protagonistas
ejemplares y positivos de las autonomías humanas y sus relaciones
vinculantes con el progreso integral. Tenemos que ser una nación libre e
independiente para vivir con la satisfacción plena, y ser gobernados por
peruanos honestos, justos y sabios.

Hoy, con emoción genuina los invito a leer y compartir este discurso de
motivación reflexiva, (primera parte) quizás el más extenso e importante de
mi existencia que ya sobrepasa las seis décadas, y empezaré definiendo la
palabra Peruanidad.

¿Qué es Peruanidad?

Esta dulce, bella y alegre palabra en idioma español significa la síntesis de un


sentimiento, creencia y compromiso de amor, respecto y cuidado del suelo

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donde se nace, crece y muere, y que en esencia es una geografía física y
humana única, propia, digna, sabia y vasta llamado Perú.

Al respecto notables pensadores, escritores e historiadores del siglo XX que


nacieron en este bendito suelo, han manifestado con insistencia sus anhelos
de recuperación y afirmación de la nacionalidad y la identidad peruana, por
ejemplo: José María Arguedas hablo de la unión de “todas las sangres”, José
Carlos Mariátegui nos dijo “peruanicemos el Perú”, Víctor Andrés Belaunde
preconizó la “peruanidad como ideal del ser peruano”, Jorge Basadre nos
dejó un legado peruanista de ver, saber y hacer una patria auténtica y libre.
Igualmente, muchos otros actores de la vida cultural, política y económica del
siglo XX han dado ejemplos de lucha diaria por la afirmación de lo nuestro y
de la marca peruana.

El crecimiento del sentimiento patriótico y nacionalista, del ser peruano tiene


que convertirse en una cultura masiva de desempeño, rescate,
descubrimiento y empoderamiento cada más creciente y alimentado con la
esencia y energía de valores, poderes, sabiduría y obligaciones, donde cada
individuo sea un protagonista estrella de la construcción de una nación plena.
La peruanidad, es por tanto, un ideal, una meta y el principal vínculo de
unidad para el aprovechamiento y fortalecimiento de las capacidades y
habilidades propias para así poder asegurar el bienestar de todas las
generaciones.

Nuestro amado país, tiene que sobresalir por su peruanidad entendida como
vastedad y diversidad cultural que además son las mejores distinciones y las
más altas nominaciones que posee, a tal punto que muchos extranjeros
anhelarían nacer, crecer y desarrollarse en la geografía peruana.

Un Perú fortalecido y auténtico no necesitaría importar conceptos, saberes,


costumbres, vicios, enfermedades, artificios ni modelos de otras realidades,
más bien debería ser una nación exportadora de cultura, dignidad,
humanismo, generosidad, vida simple y la alegría de los pueblos y las
comunidades nativas siempre creativas como su rico folklore.

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La peruanidad debe hacernos fuertes y libres, y también dueños y defensores
del bienestar, es decir de lo nuestro, de que sabemos y de todo lo que
amamos, respetamos y cuidamos. Poniendo por delante nuestras
capacidades y habilidades innatas, y con el aliento del legado valioso de los
antepasados, debemos encumbrar diariamente el lema; SEAMOS MEJORES
PERUANISTAS DESDE LA CUNA MATERNA.

Mis Reflexiones y Pareceres

Muchos aun naciendo en este paraíso llamado Perú, ignoran de las


potencialidades y los valores que posee esta gran nación, y ello se debe a los
desaciertos de quienes dirigieron y dirigen esta patria que se supone está
organizada. Por desgracia, muchos de ellos fueron seres despreciables y
miserables porque la traicionaron en momentos claves de su evolución,
frustrando así el bienestar de sus habitantes que tenían y tienen todo el
derecho a seguir una dirección correcta en el camino de la construcción
diaria de su auto desarrollo.

Aunque es entendible, que al inicio de la vida republicana post colonialista y


virreinal, las decisiones nacionales estuvieran en manos de sus herederos, los
mismos que la destruyeron por no quererla ni respetarla. En efecto, un país
despersonalizado con dirigentes impropios se dedicó a copiar, imitar y
anhelar ser una nación europea sujeta a modelos y sistemas no propios.
Pero, hoy, pasado el tiempo, y demostrada su ineficiencia, la lógica histórica
nos dice que aquella impropia organización social, política, económica y
administrativa tiene que ser revertida, porque ha demostrado en 200 años,
que es una estructura caduca y perjudicial, opuesta a la peruanidad, y ese
sistema anti patriótico de más de dos siglos deberá desaparecer para dar
paso al surgimiento de una patria más autónoma, libre, sana, justa, creativa y
feliz, vale decir con un mayor sentimiento de AMOR, RESPETO, CUIDADO Y
DEFENSA del país en su integridad.

Hemos cumplido 500 años de invasión extranjera, es decir 500 años


copiado, imitado y anhelado modelos, sistemas, regímenes y paradigmas
extraños. Y casi todos orientados a arruinar las herencias culturales

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milenarias, por eso ahora comienzos del siglo XXI, seguimos siendo un país
del tercer mundo con cuadros de miseria urbana y rural.

Tampoco hay que anhelar o soñar ser como los países ahora llamados ricos
o del primer mundo, cuando sabemos que ellos son un mundo de fabricantes
y consumidores de medios artificiales que envenenan el planeta, y vemos
como las principales capitales son pueblos copados de personas, edificios,
máquinas, vehículos, confort y alimentos que arruinan sus propias vidas. Las
comunidades ricas en bienes materiales, dinero, labotatorios y armas
mortales nunca serán felices en espíritu ni tendrán sanidad en el alma,
mucho menos amarán a la naturaleza ni a la simplicidad de la existencia.

El Perú tiene que ser una NACIÓN ESPECIAL, ATRACTIVA Y ÚNICA donde
reine el bienestar de sus habitantes con una naturaleza sana y limpia,
poseedora de una atmósfera pura, con luz solar saludable, con aguas
bebibles, con tierras fértiles, con animales y vegetales sanos, y con mujeres
y hombres autónomos, libres y fuertes que respeten, cuiden, valoren y
defiendan a la naturaleza y las actividades creativas y sabias. Sabemos que
en el Perú, aún existe abundantes y variados pisos ecológicos, pero, las
políticas entreguistas, industriales y comerciales de sumisión, muchas de
ellas impuestas por fuerzas fácticas ajenas e impropias, poco a poco van
destruyendo lo más valioso de la identidad peruana: su bio-diversidad con
multiculturalidad.

Pero, hoy la basura y los desechos tóxicos que generan el consumismo de


bienes artificiales urbanos sumado a las sustancias venenosas de la industria
y el comercio son los principales enemigos pues terminarán por destruir a la
naturaleza porque están matando la vida, el futuro, y la cultura de una
existencia saludable y duradera.

Así, la cultura dominante es la destrucción a cambio del dinero, y esa


asociación maligna está arruinando la existencia de 33 millones de seres
humanos, en cuyos cerebros y cuerpos se ha enquistado el virus mortal de la
ambición material sumisa y egoísta aquel que mata a la peruanidad y a todos
sus valores y riquezas genuinas. Nadie podrá negar que en 200 años post

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colonialismo, los herederos de una genética no peruana que se apropió de
los destinos del país, ahora continúe siendo la impulsora de una atroz
campaña publicitaria de expropiación, confusión y frustración.

La proliferación de mercados grandes y pequeños, de vehículos, farmacias, y


una multiplicidad de bienes artificiales, muchos de ellos tóxicos, gozan de las
preferencias de adictos y autómatas consumidores, y muchos moldeados por
una mediática frívola o dominados por una pasión superficial generalizada.
Todo ese interés y actuación colectiva, siendo impropia, sólo refleja el grado
fatal y vulgar de una sociedad auto-degradada, debilitafa, sin valores y con
cerebros congelados y esclavizados.

Las consecuencias funestas, de ese sistema y modo de vida, lo estamos


viviendo día a día. Y una nación despersonalizada nos ubica como un país del
tercer mundo, sometido e ingenuo que pierde su identidad a cambio de
dádivas, por lo mismo siempre será disminuida en el contexto internacional,
sin figuración ni presencia en los foros globales.

Si este bendito suelo llamado Perú, no reacciona y se propone seguir un


nuevo rumbo, es posible que continúe sumido en ignorancia y brutalidad;
maltratado y sometido, con infiltraciones extranjeras y con una delincuencia
generalizada en todos los niveles de la sociedad. Siendo así le espera un
futuro de incertidumbre, destrucción, caos, miseria, enfermedades y
deshumanización en cada lugar y tiempo.

El modelo y la política imperante siendo dependiente, se ha convertido en


una amenaza permanente de inestabilidad e ingobernabilidad pues no
solucionará los graves problemas y necesidades, porque sólo multiplicará el
desorden, la complejidad, las amenazas, los miedos, los castigos, el hurto, las
multas, el dolor y las angustias. Digo esto con conciencia y realismo porque
lo observo diariamente. No soy un fatalista ni un peruano retrógrado mucho
menos un asalariado conformista, soy un ser humano que ha vivido en
simplicidad, con un mínimo de bienes, sin conflictos ni complejos. He
superado mis propios traumas y miedos, y ahora en la cima de mi existencia
he decidido razonar y escribir varios artículos reflexivos cuyos contenidos

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inducen al análisis y la crítica. Pero, también me permito sugerir algunas
alternativas para modificar y superar aquello que nos duele, atrasa y frustra.

Nunca he dado recetas, ni anhelo imponer mis puntos de vista, solo deseo
compartirlos con los demás, para suscitar una reflexión ponderada, porque
creo en el discernimiento y el juicio sensato al igual que en la crítica y la
discusión. Pienso que los peruanos y peruanas podemos ser mejores
protagonistas de nuestro peruanismo, podemos ser personas con mayor
sabiduría, con mejores capacidades y habilidades, y todo ello será posible
cuando exista un compromiso individual autónomo, y cada quién se
proponga a si mismo ser un realizador feliz del mejoramiento social desde
cuando nace. Las proezas que nuestros antecesores nativos lograron con
lucidez fue porque eran autónomos, seres independientes que supieron
unirse en comunidades inteligentes para inventar sus propias soluciones para
existir y relacionarse.

Dicho esto, tengo la esperanza de ver un milagro, como sería el


NACIMIENTO DE UNA CULTURA DE RESCATE DE LA PERUANIDAD,
especialmente orientado a la CURACIÓN DE LAS HERIDAS Y TRISTEZAS del
pasado y así abrir las puertas de un futuro promisor.

Impulsar la Unificación de los Gestores de las Peruanidad

No hay duda, que si queremos forjar una nueva cultura de aprecio a la vida,
la prosperidad y una convivencia saludable y feliz, tenemos que impulsar la
UNIÓN de la gente de buena voluntad y con pensamiento lúcido, además
usar el método del BUEN EJEMPLO Y LA ALEGRÍA de mujeres y hombres
creativos que aman, respetan, cuidan y defienden a su país, y con la certeza
de saber que unos y otros somos parte de una nación única en el mundo,
poseedora de un inmenso y rico territorio que lo tiene todo para ser una
patria autónoma, libre y fuerte.

De este modo los 33 millones de peruanos, seremos una fuerza motora de los
cambios y las mejoras en todos los niveles de sociedad, podemos ser los
autores-realizadores más genuinos del planeta, los protagonistas del milagro

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andino, los defensores inteligentes del bienestar y los mejores estrategas en
la construcción de un porvenir exitoso.

Hoy comienzos del 2020, debemos proponernos ser actores de episodios


libertarios, y orientar el avance del país con un rumbo de mayor peruanidad,
de amor a lo propio, ser constructores de pensamientos de grandeza, formar
nuevas generaciones preparados para superar aquella historia negra de
pesimismo, conformismo, y sumisión del pasado. En el nuevo idealismo, los
padres deben infundir desde la cuna un sentimiento peruanista invencible.

Debemos activar muestras propias capacidades, sin intermediarios, y


descubrir el camino con la dirección correcta, y superar cualquier valla anti
peruana. Los gobernantes y autoridades, así como los adultos y maestros
tienen que ser voceros de una sólida peruanidad, y fortalecer el sentimiento
de amor, respecto y cuidado de la patria.

No podemos seguir siendo sometidos a los mandos de los foráneos, lo que


muchos aclaman como ideales. Todo proceso de despersonalización es un
atentado contra la autonomía individual y social, por tanto todos unidos
debemos superar la nefasta segunda colonización que es mucho más
sofisticada que el pasado pero igual de perversa y dañina, ya que usando
estrategias jurídicas, mediáticas y de atadura económica imponen reglas,
trucos y dogmas de esclavismo y fatalidad, los mismos que frenan e impiden
un mayor auto desarrollo del país. La audacia peruana tiene que aflorar en
todo momento y en cualquier tiempo.

Cuatro Claves: Amor, Respeto, Cuidado y Defensa del Perú

Todos tenemos que ser impulsores de una actuación sensata y realista de


AMOR, RESPETO, CUIDADO y DEFENSA de nuestro grandioso y maravilloso
país. Nada será mejor que tomar tal decisión, y ahora en honor y con el
mandato de la herencia cultural incomparable que recibimos y ubicándonos
en lo alto de los Andes, respirando oxígeno natural y limpio, con la energía
vibrante de las macizas cordilleras y el influjo cósmico de la geografía andina,
alumbrado por la luminosidad del sol brillante; bebiendo las aguas limpias

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que nacen de la blancura de los nevados; amando la admirable fauna y flora
de la extensa Amazonía; con el vibrar de la música y los bailes alegres de los
pueblos y sanamente alimentado con el poder nutritivo de la tierras de
cultivo natural fruto del trabajo honesto y productivo de mujeres y hombres,
y mirando la inmensidad del mar y los desiertos; los invito a ser por siempre
DEFENSORES y GESTORES DE LA PERUANIDAD.

Peruanas y peruanas tenemos cuatro misiones que cumplir desde la cuna


materna: AMOR, RESPETO, CUIDADO Y DEFENSA del suelo propio y la mejor
determinación será empezar ese nuevo ciclo de optimismo con mayor
positivismo. Se trata de un proceso limpio de construcción del bienestar para
todos, y ello supone dar pasos firmes en todos los componentes de la
existencia, es decir poniendo bases culturales sólidas desde el nacimiento
donde los hogares sean las principales fuentes de saber y empoderamiento,
solo así podremos tener una generación de valientes defensores de la
PERUANIDAD, y serán ellos quienes deben dirigir el futuro de nuestra patria.
Si no lo hacemos, seguiremos poniendo en riesgo la auto evolución integral y
correcta del Perú.

La generación pasada, sólo ha agudizado desaciertos, fracasos y conflictos


sociales y ha puesto en peligro la institucionalidad del sistema democrático
educador, honesto y justo. No podemos seguir siendo imitadores ni copistas
de regímenes foráneos, tenemos derecho a delinear el rumbo correcto, sin
hipotecar los recursos propios. Todos los aspectos materiales, económicos,
culturales, políticos, espirituales, técnicos, científicos y orgánicos tienen que
marchar en armonía y equilibrio para que el auto desarrollo peruano sea
nuestro único objetivo.

Siempre debemos recordar que peruanos y peruanas somos seres con


inteligencia y creación perfecta donde todo debe funcionar sin miedos ni
fallas. No podemos descuidar ningún aspecto ni componente de la vida
saludable. Tenemos derechos y deberes que cumplir en la sociedad, y si los
cumplimos podremos sentirnos felices, sin pugnas, odios, ni conflictos ni

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enfermedades. Más bien podremos celebrarlos con alegría y fiestas
populares porque el Perú, es un pueblo con abundante folklore.

Desde niños, tenemos que conocer y aceptar que el suelo donde nacemos,
crecemos y morimos es un territorio bendito, grandioso, poseedor de
ingentes recursos naturales como ningún otro lugar. Un uso y explotación
moderada es suficiente para atender todas las necesidades. Entonces, todos
tenemos el derecho y la obligación de defenderla, preservarla y obtener de
ella los medios de sustento. De ninguna manera, pueden ser entregadas a
foráneos aventureros que con el dinero quieren apropiarse de sus ricos
recursos naturales, usando oscuras artimañas y en contubernio con otros
malévolos que han perdido su dignidad y honor como seres humanos.

Reitero en el Perú de hoy, hay una casta heredera del nefasto colonialismo
compuesto por conciudadanos atrofiados y despersonalizados con
ambiciones egoístas desmedidas, que ejercen cargos públicos con altos
sueldos o son dueños de monopolios mercantilistas que usan estrategias
sucias para imponer sus decisiones y apetitos, además actúan como títeres,
monigotes y vulgares dependientes que imitan y copian modos, costumbres y
culturas extrañas, los mismos que son opuestos a la peruanidad. Considero
que ellos pertenecen a una clase social anti-peruana con enfermedades
internas y quizás poseídas por una falsa psicología de superioridad en cuyo
cerebro y espíritu se anida una dialéctica perversa. Estos inombrables de la
antiperuanidad caen con facilidad en la traición con mentiras y engaños. Son
los destructores de la ética, la moral y las buenas prácticas humanas e
institucionales. Forman una legión asquerosa de traidores a la patria donde
nacieron o llegaron por necesidad o casualidad.

Señores y señores, esta es la primera parte de mi discurso número cincuenta


cuatro, y se complementará con el documento siguiente que llevará el
número 55, en el cual propongo algunas sugerencias y su posible realización
para iniciar un nuevo proceso de afirmación de nuestra peruanidad.

MUCHAS GRACIAS

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Reynaldo Charres Vargas

Reynaldo Charres Vargas (69)

Motivador y predicador de las autonomías humanas de


nacionalidad peruana, también pionero del voluntariado
autónomo es artes cuyo testimonio está escrito en un libro
que ya ha sido publicado en el Internet.
https://publicacionesrchv.blogspot.com

Mayor información sobre el autor de este documento los pueden ver en:
https://reynaldocharresvargas.blogspot.com

Email charres.rey@gmail.com

NOTA FINAL

El original de este documento escrito en idioma español, es de divulgación


pública libre y gratuita. Puede ser copiada, traducida y compartida
libremente, guardando los derechos de autor que amparan las leyes
universales de la producción intelectual.

MUCHAS GRACIAS

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