Está en la página 1de 25

Marco Teórico

La temática que se presentan en este apartado hace parte del proceso de revisión teórica para el

desarrollo de las estrategias de prevención de Bullying en el Colegio San Viator en Tunja, se

resaltan los diferentes conceptos, posturas y variables del acoso escolar.

El término bullying deriva de la palabra inglesa bully que literalmente significa matón o

bravucón, terminología que han sido aceptada y utilizada por la comunidad científica al referirse

a este fenómeno (Jiménez et al, 2014). Oñate y Piñuel citado por Bausela (2008) conciben que el

bullying se refiere únicamente al maltrato físico, lo definen como "un continuado y deliberado

maltrato verbal y modal que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él

cruelmente con el objeto de someterlo, apocarlo, asustarlo, amenazarlo y que atentan contra la

dignidad del niño"

En el texto de Bernal, et al (2014) refieren que Bullying es una conducta de persecución

física o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que escoge como víctima de repetidos

ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa la víctima en una posición de la que

difícilmente puede escapar por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca

en las víctimas efectos claramente negativos (ansiedad, descenso de la autoestima, y cuadros

depresivos, que dificultan su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los

aprendizajes). En este contexto (Palomero y Fernández 2001 en Otálvaro, 2014) definen a su

vez el bullying como: "una conducta de persecución y agresión física, psicológica o moral que

realiza un alumno o grupo de alumnos sobre otro, con desequilibrio de poder y de manera

reiterada".

El concepto bullying no ha logrado una homogeneidad en su definición, existen multiplicidad

de definiciones dadas por los propios investigadores de la materia. No obstante, la mayor parte
de los autores (Benítez y Justicia, 2006; Cerezo, 2009; Díaz-Aguado, 2002; Olweus, 1993;

Serrano e Iborra, 2005 citados en Bernal et al, 2014), resaltan que el fenómeno del acoso escolar

se caracteriza por la intencionalidad de dañar, lo repetitivo y continuado en el tiempo, la

indefensión de la víctima, el desequilibrio de poder víctima-agresor, realizado por un estudiante

o grupo hacia un compañero, agresiones físicas, verbales y exclusión social. En este sentido en

el texto de Guzmán, Puga y García, 2015 realizan una breve clasificación de los tipos de

agresiones:

Física: en este tipo está implícito el empleo de poder y fuerza física del agresor como

puñetazos, patadas, empujones, cachetadas, zancadillas, etc., es decir, todo aquello que

impide el libre desplazamiento de la víctima, aquello que no le permite tener un desempeño de

libertad con otros niños o con sus pares.

-Verbal: se emplean apodos, ridiculizaciones, sobrenombres y son objeto de burlas.

-Psicológica: el agresor ataca la autoestima y el autoconcepto de la víctima, quien recibe

burlas por su cultura, nivel socioeconómico, sistema de creencias, incluso de la ocupación de sus

padres.

-Social: se manifiesta por medio de la exclusión o marginación de la víctima impuesta

por el agresor, quien obliga a los compañeros a cortar todo vínculo de comunicación y contacto

con la víctima.

No obstante Avilés, Irurtia, García, y Caballo (2011) indican otra clasificación del acoso entre

iguales según tres criterios no excluyentes que facilitan la comprensión en mayor medida de este

fenómeno desde las distintas perspectivas:


-Con arreglo al fondo: orientada en las intenciones de quienes actúan y los efectos que causan en

los destinatarios.

-Con arreglo a la forma: las agresiones toman formas verbales, físicas sobre las personas o sus

pertenencias, de exclusión social o relacional, de alto daño psicológico o focalizadas en algún

aspecto concreto (lo sexual, contenidos homofóbicos, sesgos racistas, desviaciones externas,

necesidades educativas especiales, entre otras).

-Con arreglo al escenario: el maltrato entre pares tradicionalmente se observa en contextos

presenciales en los que víctima y agresor se veían cara a cara, no obstante, las agresiones se están

llevando a escenarios virtuales en lo que se está denominando como ciberbullying apoyado por el

incremento y manejo de las nuevas tecnologías de la comunicación.

Se puede ver entonces, como la agresión y la búsqueda del poder, son variables significativas en

la dinámica de esta problemática, se encuentra tres tipos diferenciados de protagonistas; el

agresor, la víctima y los compañeros que presencian las agresiones. La mayoría de autores como

Avilés, et al (2011) describen que no hay un único perfil ni en víctimas ni en agresores ni en

espectadores, aunque afirman que se dan perfiles más frecuentes en cada uno de los papeles, por

ejemplo en la figura de la víctima con mayor frecuencia se encuentra un perfil pasivo y el

agresor más usual es el seguro, sin embargo, aparecen excepciones que merece la pena nombrar.

En el caso de las víctimas, además de la pasiva, es normal también encontrar víctimas

provocativas que generan en su entorno situaciones irritantes y terminan pagando los platos rotos

de ellas así como siendo blanco de la iras del agresor, lo anterior no significa que sean culpables,

pero la intervención debe ir encaminada con este tipo de víctimas a que tomen conciencia de los

actos que realizan justo antes de recibir las agresiones y ayudarles a que los cambien.
En cuanto a los espectadores Bisquerra, et al (2014) menciona que los comportamientos

agresivos se dan muchas veces en situaciones de grupo en el que se ponen en marcha una serie

de mecanismos que pueden fomentar la participación de los compañeros en los actos de maltrato

o de acoso que ha iniciado una persona o un pequeño grupo; en la intervención resalta poner de

manifiesto estos mecanismos y proporcionar elementos al alumnado para reconocerlos y hacer

frente a la presión grupal.

De manera que Dan Olweus citado por Bisquerra, et al (2014) define los diferentes modos de

reaccionar y los roles en un grupo de alumnos en una situación aguda de maltrato como recoge la

figura 1.

Figura 1. El círculo del Bullying (Olweus, 2001)

Nota: Tomado de Bisquerra, Colau C, Colau P, Collell, Escudé, Pérez y Ortega, (2014).
La anterior figura resulta útil en la planificación de estrategias de intervención y prevención de

las conductas de maltrato a partir de los posibles agentes de cambio. Un aspecto de la

intervención es propender el desplazamiento progresivo del mayor número posible de estudiantes

hacia el lado derecho del círculo, según Twemlow, Fonagy y Sacco (2004) lo anterior se

denomina una intervención sobre el testigo o espectador, porque el rol del espectador no es

pasivo, sino activo, ya que participa en un proceso, no existiendo una diada, sino una tríada en la

cual el testigo favorece o disminuye el acoso.

Cabe señalar entonces los distintos tipos de intervenciones, realizando un breve resumen de

estos:

-Intervenciones curriculares:  diseñados para promover una actitud anti acoso en el aula de clases

y ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades para resolver los posibles conflictos. Estas

incluyen videos, grupos de discusión por semanas. Se incentiva la toma de conciencia del

bullying entre los estudiantes y se promueve la adquisición de valores pro-sociales, como la

tolerancia por las diferencias, cambio de actitud de los estudiantes, con cambios en las normas

del grupo. Igualmente se promueve la asertividad para persuadir al agresor y la actitud activa de

los testigos o espectadores (Rigby, 2002). Son intervenciones más atractivas, porque requieren

menos recursos, personal y esfuerzo. Sin embargo, Trautmann, (2008) expone que no estas

intervenciones no han mejorado el problema, y los que menos se han beneficiado son los niños

menores. El fracaso lo explica porque el acoso escolar es un proceso sistémico que involucra a

agresores, víctimas, pares, adultos, padres, ambiente escolar y ambiente del hogar, es improbable

que una intervención en un solo nivel tenga algún impacto.


-Intervenciones de entrenamiento de habilidades sociales en forma individual: basadas en

trasformaciones cognitivas y de comportamiento. Los mejores resultados se han obtenido de los

niños más pequeños y en las víctimas pero no en los agresores. No han mejorado el problema del

acoso escolar (Vreeman y Carroll, 2007).

-Intervenciones integrales como una totalidad: Trautmann, (2008) afirma que se caracterizan por

ser intervenciones de tipo multidisciplinar y se realiza en distintos niveles en la organización del

colegio, pudiendo incluir a las anteriores. Percibe el "bullying" como una dificultad sistémica

que reclama solución a distintos niveles y no sólo a una actividad en el aula de clase. Busca

influir e intervenir con distintas actividades en todo el ambiente escolar e involucrar a todos los

protagonistas (víctimas, agresores y sus familias, los espectadores, profesores, administración).

El mayor éxito de este tipo de enfoque sugiere que hay factores externos al individuo y que

tienen que ver con procesos de interacciones sociales, sin embargo, hay barreras que limitan su

efectividad. La implementación varía en forma significativa. El éxito dependería de la duración

del programa, del compromiso y entrenamiento de los profesores y autoridades del colegio, de la

replicación y de las instrucciones dadas de forma adecuada y detallada (Vreemanet al, 2007).

Estrategias de afrontamiento y Bullying. En consecuencia una de las variables que a

parecen de forma relevante dentro del estudio de bullying son las estrategias de afrontamiento

que los escolares utilizan a la hora de intentar solucionar su implicación en las situaciones de

acoso escolar (Mora, 2006). Por una parte el estilo de afrontamiento de las víctimas se ha

relacionado con las consecuencias emocionales del acoso, resultando los estilos más pasivos,

más centrados en la emoción, lo que supone una mayor atención a las emociones y menor

regulación de éstas (Hunter y Borg, 2006).


Así pues Arándiga, (2016) refiere multiplicidad en las estrategias empleadas para hacer frente a

las consecuencias emocionales del acoso en el caso de la víctima, entre ellas: buscar apoyo

social, concentrarse en resolver el problema, esforzarse y tener éxito, preocuparse, invertir en

amigos, buscar pertenencia, hacerse ilusiones, La estrategia de falta de afrontamiento, reducción

de la tensión, acción social, ignorar el problema, autoinculparse, reservarlo para sí, buscar apoyo

espiritual, fijarse en lo positivo, buscar ayuda profesional, buscar diversiones relajantes y

distracción física.

Habilidades sociales y bullying. De modo que es importante saber que el bullying se

mantiene debido a la pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin

intervenir directamente. La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la

violencia, pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento

escolar, disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor, mientras que se

produce un refuerzo de un estilo violento de interacción (Universia, 2007 en Ferreira, et al 2011).

Así también se puede afirmar que las víctimas, son personas que carecen de confianza en

sí mismas, “Las víctimas pasivas de la intimidación generalmente muestran, a través de sus

comportamientos y actitudes, que están ansiosas e inseguras de sí mismas” (Olweus, 2003). Esta

falta de autoconfianza, también podría ser el resultado de la intimidación (Ferreira, et al 2011).

Entonces, unos de los grandes problemas que presentan tanto víctimas como abusadores

son las dificultades de relación y de habilidades sociales que permitan encontrar soluciones

asertivas a las situaciones de maltrato, así también que fomenten la empatía, la escucha, la

correcta expresión de las emociones y la negociación, etc. Estas prácticas, como bien dice
(Blaya, 2001 citado por Ferreira, et al 2011) de ser implementadas, pueden cambiar la forma de

vivir dentro de la escuela.

Por lo tanto las habilidades sociales son una clase específica de comportamientos que un

individuo exhibe para completar con éxito una labor social. Las tareas sociales podrían incluir

cosas como ingresar a un grupo de pares, iniciar y mantener una conversación, hacer nuevos

amigos, participar en juegos con sus compañeros, entre otras (Gresham, Elliott, Cook, Vance y

Kettler, 2010). La adecuada competencia social está relacionada con logros escolares y sociales

superiores, y con un ajuste personal y social en la infancia y en la adolescencia. Se considera que

la conducta socialmente competente durante la infancia constituye un prerrequisito para el

desarrollo y elaboración del repertorio interpersonal posterior de un individuo (Kelly, 1992 en

Buey y Varela, 2009).

Está comprobado que aquellos niños y/o adolescentes que muestran dificultades en

relacionarse o en la aceptación por sus compañeros del aula, tienden a presentar problemas a

largo plazo vinculados con la deserción escolar, los comportamientos violentos y las

perturbaciones psicopatológicas en la vida adulta (Lacunza en Castro, Cerqueira, Vereau y

Saucedo, 2018) , sostienen que las habilidades sociales no sólo son importantes respecto a las

relaciones con los pares sino que también permiten que el niño y el adolescente asimilen los

papeles y las normas sociales, ya que los comportamientos sociales se aprenden a lo largo del

ciclo vital, por lo que ciertas conductas de los niños y adolescentes para relacionarse con sus

pares, ser amable con los adultos o reaccionar agresivamente, entre otras, depende del proceso de

socialización.
Cabe agregar que tanto las Habilidades sociales y el bullying, han sido integradas a

grupos de competencias requeridas para establecer vínculos significativos, gestionar la agresión

verbal o física e intervenir en el medio social del aula. En el caso de la intimidación, la víctima

se encuentra en una posición más frágil y tiene dificultad para defenderse por sí misma del abuso

físico, verbal o social (Olweus, 1993, citado por Vessey et al, 2013). Lo anterior, ha destacado la

necesidad de un trabajo que proporcione herramientas que le permitan, sobre todo a la víctima,

modificar el desbalance de poder. Este enfoque ha favorecido la visión del Bullying como un

fenómeno de tipo social donde los estudiantes participan en diferentes roles (Salmivalli en

Castro et al, 2018)

Inteligencia emocional y Bullying. Al evaluar las estrategias de afrontamiento en la

dinámica del bullying, se identifica la competencia emocional como un elemento fundamental

para la intervención de esta problemática por lo que se han desarrollado diversas investigaciones

que analizan la relación existente entre la inteligencia emocional y el bullying. De manera que al

referirse a la inteligencia emocional alude a la capacidad de reconocer los propios sentimientos

y los ajenos, de motivarse y manejar bien las emociones tanto en relación a uno mismo como a

los demás (Garaigordobil y Oñederra en Otálvaro, 2014).

El término inteligencia emocional es un concepto que acuña (Goleman de Salovey y

Mayer Goleman 1998, referenciado por Bernal, et al 2014) y define la inteligencia emocional

como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los sentimientos de los demás,

motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con

nosotros mismos”. Para Goleman son cinco los componentes de la inteligencia emocional.

Tabla1. Componentes de la inteligencia emocional


Autoconocimiento Autocontrol Automotivación Empatía Habilidades

sociales
Conocer las Manejar las Motivarse a sí Reconocer las Arte de

propias emociones. mismo. emociones de los establecer

emociones. demás. buenas

relaciones con

los demás
Nota: recuperado de Bernal y Ramírez, (2014).

De ahí que los estudios sobre sobre la Inteligencia emocional en víctimas, agresores y

observadores ponen de relieve carencias en las competencias emocionales. De manera que, los

programas como PIECE (Vallés y Vallés citados por Arándiga, 2016) están dirigidos al

desarrollo de competencias, tales como:

1. Gestionar inteligentemente las emociones (Expresión, inhibición y regulación).

2. Habilidades empáticas: pensamientos, emociones e intenciones de los demás.

3. Gestionar las interacciones.

4. Tener comportamientos positivos (prosociales).

5. Comprender las consecuencias de la propia conducta. Efecto sobre sí mismo y sobre los

demás.

6. Obtener información del compañero social.

7. Desarrollar juicios morales adecuados.


Finalmente con lo anteriormente expuesto se podría afirmar que en la actualidad la

mayoría de estrategias contra la prevención de Bullying deben partir de una política escolar

global en la que la intervención tenga lugar a nivel de la escuela, del aula e individual, incidiendo

en la prevención primaria. García en Bausela (2008) propone como objetivos de estos programas

tres niveles, a nivel global: generar un clima escolar de cooperación, generar actitudes negativas

hacia la agresión, hacer conscientes a alumnos y profesores de la importancia y los efectos

negativos del matonismo; y a nivel individual: favorecer la toma de la perspectiva cognitiva del

otro, y la percepción objetiva de estímulos. Desde la perspectiva se plantean diversas técnicas:

técnicas de dinámicas de grupo, reflexión, relajación, dirigidas a agresores y a víctimas.

Metodología

Enfoque Mixto. Creswell en Pérez (2011) argumenta que la investigación mixta permite

integrar, en un mismo estudio, metodologías cuantitativas y cualitativas, con el propósito de que

exista mayor comprensión acerca del objeto de estudio. Aspecto que, en el caso de los diseños

mixtos, puede ser una fuente de explicación a su surgimiento y al reiterado uso en

investigaciones que tienen relación directa con los comportamientos sociales, en este caso a las

conductas relacionadas al Bullying en el contexto escolar de la institución educativa San Viator,

Tunja.

Población Objeto. Estudiantes de primaria de la institución educativa San Viator, Tunja.

Procedimiento. Se realizaran 5 sesiones en las cuales se abordan temáticas relacionadas con

estrategias de afrontamiento, inteligencia emocional y habilidades sociales para la prevención del

Bullying.

Sesión 1. Estrategia de prevención


Tema: Inteligencia Emocional, Habilidades sociales

Población objeto: Estudiantes de primaria

Cantidad de población: Grupos entre 30 y 40 participantes aproximadamente

Objetivos:

● Generar confianza y cercanía con la población objeto, por medio de actividades

dinámicas que fomenten la participación y discusión del grupo.

● Reconocer las emociones en uno mismo y en los demás.

● Identificar las reacciones corporales de dichas emociones.

● Relacionar dichas emociones en situaciones vividas en el centro.


Material de apoyo:

-Tijeras

-Pegamento

-Cartulina

-Bolígrafos

-Material fotográfico (revistas, etc.)

-Pimpones

- Plato plástico

- Crema dental

Desarrollo de la actividad:

Momentos Tiempos estimados

1.Rapport 5 Minutos
2. Hablemos del Bullying 10 Minutos

2. Reconocimiento de las emociones 25 Minutos

3. El bazar de las emociones 20 Minutos

4. Cierre y aprendizajes 10 Minutos

Momento 1: Rapport

En este momento de la sesión, se divide al grupo en dos, se les indica que tendrá que tener

una buena comunicación y trabajo en grupo para poder desarrollar la actividad de manera

óptima. Oso- Ninja- Cazador consiste en un juego similar a Piedra-Papel-Tijera. Las

personas de cada grupo tendrán que decidir que opción (Oso- Ninja- Cazador). La persona que

dirige el juego dará un tiempo para que ambos grupos giren con la opción escogida. El Oso

mata al Ninja. El ninja al Cazador. Y el cazador al oso. Así hasta lograr una puntuación de 5

puntos.

Momento 2: Hablemos del Bullying

El tutor explicará el valor de las palabras y de las acciones, cómo su empleo tiene un impacto

directo en los sentimientos de la persona a la cual nos dirigimos. Para ello solicitará un

voluntario que salga al frente de la clase. Sobre un plato desechable le pedirá que trace una

línea con un tubo de pasta de dientes. A continuación, le indicará que intente devolver la

pasta al interior del tubo; cosa que es imposible. El tutor empleará esta imagen como metáfora

de que las palabras y conductas una vez dichas y realizadas no pueden ser retiradas, y

debemos ser conscientes de las consecuencias en las personas a quienes van dirigidas.

Momento 3: Reconocimiento de las emociones

Se inicia la actividad mediante un “torbellino” de ideas para crear una amplia lista de
emociones. Seguidamente, se seleccionan por votación aquellas 6 consideradas de mayor

frecuencia en la vida del centro educativo. Se hacen 6 grupos de entre 4-6 alumnos y se les

entrega una ficha con el nombre de la emoción y abundante material fotográfico igual para

todos los grupos para que elijan la figura que mejor refleje esa emoción, la recorten y la

peguen en la esquina izquierda de la ficha. Al lado de la foto, escribirán los rasgos en los que

se han fijado para la elección de esa figura. En la parte inferior de la ficha, deben escribir una

frase como propuesta de gestión de tal emoción elaborada por los miembros del grupo.

Finalmente, cada grupo lee su ficha y la coloca en el tren, dibujando en una cartulina, que

estará colocado en el tablón de anuncios. Dios cartulinas por vagón colocándose en el último

vagón los nombres de las emociones no seleccionadas, como material de reserva. Este tren

deberá permanecer visible durante el resto del curso.

Momento 4: El bazar de las emociones

En una bolsa se tienen 4 pimpones de 5 colores azul, amarillo, rojo, verde y morado, que

representan las 5 emociones básicas (tristeza, alegría, enojo, desagrado y temor) en otra bolsa

se tienen papelitos que diferentes palabras (mímica, historia, comodín, canción). Se organiza

el grupo por parejas y cada pareja tiene que pasar al frente y cada uno saca un pimpón y una

emoción y la representa al grupo, el grupo tiene que adivinar que emoción están intentando

representar.

Cierre y aprendizajes

Finalmente, se preguntará a los participantes lo aprendido en la sesión y lo que más les llamó

la atención de esta.

Se brindará el espacio para que los estudiantes comenten alguna experiencia personal o
cercana y/o dudas en torno al autoconocimiento emocional.

Se recomienda tomar nota de los comentarios de los participantes como insumo de la sesión

desarrollada.

Sesión 2. Estrategia de prevención

Tema: Habilidades socioemocionales

Población objeto: Estudiantes de primaria

Cantidad de población: Grupos entre 30 y 40 participantes aproximadamente

Objetivos:

● Generar confianza y cercanía con la población objeto, por medio de actividades

dinámicas que fomenten la participación y discusión del grupo.

● Desarrollar la autoestima personal mediante la imagen positiva reconocida por los

demás.

● Reflexionar sobre la propia autoimagen.

● Favorecer el clima de la comunicación


Material de apoyo:

-Bolígrafos

-Fichas

-Pizarra

-Tizas
Desarrollo de la actividad:

Momentos Tiempos estimados

1.Me conozco mejor 30 Minutos

2. Revoltijo de cualidades 30 Minutos

3. Cierre y aprendizajes 10 Minutos

Momento 1: Me conozco mejor.

La caja mágica. Duración: 30 minutos. Agrupamiento: realización individual y puesta en

común en gran grupo. Objetivo: mejorar la autoestima individual profundizando en nuestra

imagen facial desde una perspectiva positiva. Desarrollo de la actividad: En gran grupo y

sentados en círculo, se les pasa a cada alumno la caja mágica. Se les explica que en ella

podrán observar algo muy especial. Los alumnos miran dentro de ella observando su cara

reflejada en un espejo. Cuando todos han vivido la experiencia se comparte en asamblea qué

opinan y qué han sentido.

Momento 2: Revoltijo de cualidades

Al comienzo de la actividad el tutor explica que va a realizar y las normas para su ejecución:

cada niño deberá reconocer solo 3 cualidades positivas a cada compañero; nadie puede quedar

sin ser calificado. Acto seguido, se divide la clase en grupos donde cada miembro recibirá una

ficha con su nombre que ira pasando por cada uno de los componentes del grupo para que

escriban en ella las cualidades que le reconocen. Cuando hayan terminado, la ficha vuelve a su

propietario quien indicara en ella que cualidad de las tribuidas por sus compañeros le ha

llamado más la atención y el por qué y cómo se siente por ello.


Cierre y aprendizajes

Finalmente, se preguntará a los participantes lo aprendido en la sesión y lo que más les llamó

la atención de esta.

Se brindará el espacio para que los estudiantes comenten alguna experiencia personal o

cercana y/o dudas en torno al autoconocimiento emocional.

Se recomienda tomar nota de los comentarios de los participantes como insumo de la sesión

desarrollada.

Sesión 3. Estrategia de prevención

Tema: Habilidades socioemocionales

Población objeto: Estudiantes de primaria

Cantidad de población: Grupos entre 30 y 40 participantes aproximadamente

Objetivos:

● Generar confianza y cercanía con la población objeto, por medio de actividades

dinámicas que fomenten la participación y discusión del grupo.

● Fortalecer el autoconcepto

● Incentivar buenas prácticas en la interacción interpersonal de los estudiantes por medio

de procesos conversacionales reflexivos

Material de apoyo:

Folio con palabras para recortar

Videobeam
Desarrollo de la actividad:

Momentos Tiempos estimados

1.Autoconocimiento 30 Minutos

2. Cuento 30 Minutos

4. Cierre y aprendizajes 10 Minutos

Momento 1: Autoconomiento

Se les entrega un folio con palabras que tienen que recortar y pegar en orden, formando frases

positivas tales como: soy importante, soy capaz de hacer muchas cosas, me siento bien

conmigo mismo, me gusta tener éxito. Tras la realización, se hace una puesta en común para

recoger opiniones y sentimientos.

Momento 2: Cuento del pato Renato

En este momento de la sesión se proyecta el cuento del pato Renato

(https://www.youtube.com/watch?v=WWiAgrL1GRs) seguido de esto se les indica a los

estudiantes que realicen un dibujo con la enseñanzas que les haya dejado y se debate respecto

temática.

Cierre y aprendizajes

Finalmente, se preguntará a los participantes lo aprendido en la sesión y lo que más les llamó

la atención de esta.

Se brindará el espacio para que los estudiantes comenten alguna experiencia personal o

cercana y/o dudas en torno al autoconocimiento emocional.


Se recomienda tomar nota de los comentarios de los participantes como insumo de la sesión

desarrollada.

Sesión 4. Estrategia de prevención

Tema: Habilidades socioemocionales

Población objeto: Estudiantes de primaria

Cantidad de población: Grupos entre 30 y 40 participantes aproximadamente

Objetivos:

● Promover un ambiente de confianza con el alumnado logrando la participación activa

y reflexiva sobre la temáticas


Material de apoyo:

Video beam

Computador

Pizarra

Marcadores
Desarrollo de la actividad:

Momentos Tiempos estimados

1. Habilidades sociales 30 Minutos

2. Cuento 30 Minutos

4. Cierre y aprendizajes 10 Minutos

Momento 1: Habilidades sociales


El maestro comienza la actividad anunciando a los alumnos que existe un problema del que

describe el contexto y comunica que han de buscar la solución más adecuada mediante “juego

de roles”. A continuación, presenta a los actores (pueden ser voluntarios, elegidos por los

compañeros o nombrados por él), quienes van desarrollando sus respectivos papeles (con

guion previo o improvisado). Cuando llegan al punto central del conflicto el tutor para la

representación y pide a los alumnos que presenten soluciones que se irán escribiendo en la

pizarra. Se analiza cada una de ellas hasta que los dos contendientes aceptan una. Puede

finalizarse la actividad analizando cuestiones como si se podía haber evitado el conflicto, si

caben otras soluciones eficaces y que sentimientos sienten los personajes durante el conflicto.

Momento 2: Cuentos Maravillosos - los 4 amigos

En este momento de la sesión se proyecta el cuento maravillos.- Los 4 amigos

(https://www.youtube.com/watch?v=XndEigh3gU8), y por medio de procesos

conversacionales reflexivos se conversa respecto a las enseñanzas.

Cierre y aprendizajes

Finalmente, se preguntará a los participantes lo aprendido en la sesión y lo que más les llamó

la atención de esta.

Se brindará el espacio para que los estudiantes comenten alguna experiencia personal o

cercana y/o dudas en torno al autoconocimiento emocional.

Se recomienda tomar nota de los comentarios de los participantes como insumo de la sesión

desarrollada.
Sesión 5. Estrategia de prevención

Tema: Habilidades socioemocionales, estrategias de afrontamiento.

Población objeto: Estudiantes de primaria

Cantidad de población: Grupos entre 30 y 40 participantes aproximadamente

Objetivos:

Propender un espacio de reflexión sobre las estrategias implementadas, relacionando la

información para la generar conclusiones y enseñanzas del proceso.


Material de apoyo:

VideoBeam

Computador

Desarrollo de la actividad:

Momentos Tiempos estimados

1. Cuento 40 Minutos

2. Relajación 20 Minutos

3. Cierre y aprendizajes 10 Minutos

Momento 1: Cuento el león y el ratón

En este primer momento de la sesión se presenta el cuento el león y el ratón

(https://www.youtube.com/watch?v=6gQ6bPIe7lw), se les solicita a los estudiantes que

realicen un lista de los aspectos más relevantes o de su interés, se realiza una

retroalimentación sobre las enseñanzas del cuento relacionado las con el fenómeno de

Bullying.
Momento 2: Relajación

Desarrollo de la actividad: Todos los participantes de pie, con los ojos cerrados, dispuestos a

darse un automasaje con una pintura imaginaria. Vamos a pintarnos todo el cuerpo con un

color claro por ejemplo, el celeste. Introducimos nuestras manos en un gran cubo lleno de

pintura de dedos. (Pausa) Nos refregamos una mano contra otra para esparcirla bien. (Pausa)

Comenzamos por el pelo. Durante un rato llenamos nuestra cabeza de pintura procurando que

no queden zonas sin cubrir. Pasamos varias veces por el mismo lugar para asegurarnos de ello.

Seguimos por todo el cuerpo, muy despacio y con mucha concentración: cara, cuello,

hombros, brazos, pecho, espalda, abdomen, cadera, nalgas, piernas, pies. Ya estamos todos de

color celeste “somos un cielo”. (Se hace sonar música relajante).

Cierre y aprendizajes

Finalmente, se preguntará a los participantes lo aprendido en la sesión y lo que más les llamó

la atención de esta.

Se brindará el espacio para que los estudiantes comenten alguna experiencia personal o

cercana y/o dudas en torno al autoconocimiento emocional.

Se recomienda tomar nota de los comentarios de los participantes como insumo de la sesión

desarrollada.

Referencias

Arándiga, A. V. (2016). Emociones y sentimientos en el acoso escolar. EOS Perú, 3(01), 7-17.
Avilés, J. M., Irurtia, M. J., García-Lopez, L. J., & Caballo, V. E. (2011). El maltrato entre

iguales:" bullying". Psicología Conductual, 19(1), 57.

Bausela Herreras, E. (2008). Estrategias para prevenir el bullying en las aulas. Psychosocial

Intervention, 17(3), 369-370.

Bernal, N. C., Esteban, S. S., & Ramírez, F. C. (2014). Estimulación de la inteligencia emocional

como prevención del fenómeno “bullying” en alumnos víctimas. Revista INFAD de

Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 6(1),

427-430.

Bisquerra, R., Colau, C., Colau, P., Collell, J., Escudé, C., Pérez-Escoda, N., ... & Ortega, R.

(2014). Prevención del acoso escolar con educación emocional. Bilbao: Desclée de

Brower.

Buey, M. L. D., & Varela, M. S. (2009). Habilidades sociales y acoso escolar: Un estudio en

centros de enseñanza secundaria de Madrid. Revista española de orientación y

psicopedagogía, 20(1), 39-49.

Castro Santisteban, M., Cerqueira Cruzalegui, C., Vereau Jacobo, E., & Saucedo Castro, R.

(2018). Habilidades sociales y bullying en estudiantes de una institución educativa de

Chimbote.

Cerezo Ramírez, F., & Sánchez Lacasa, C. (2013). Eficacia del programa CIP para la mejora de

la convivencia escolar y la prevención del bullying en alumnos de Educación Primaria.

Apuntes de Psicología, 31 (2), 173-181.


Diaz Duarte, N. C., Paz Realpe, A., Galean, L., & Lucia, M. A. (2014). Bullying y habilidades

sociales: similitudes y diferencias en la intervención con entrenamiento social (Bachelor's

thesis, Universidad de La Sabana).

Ferreira, Y., Benitez, R., & Muñoz, P. (2011). Programa de Intervención en Habilidades Sociales

para reducir los niveles de acoso escolar entre pares o bullying. Ajayu Órgano de

Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP, 9(2), 264-283.

Garaigordobil, M., & Oñederra, J. A. (2010). Inteligencia emocional en las víctimas de acoso

escolar y en los agresores. European journal of education and psychology, 3(2), 243-256.

González Montañez, N. E. (2014). Estrategia de prevención del bullying en los estudiantes del

instituto educativo Silvino Rodríguez, sede el dorado de Tunja.

Jiménez, Z. P., & Bermúdez, C. E. C. (2014). Bullying escolar y disfunción familiar en

estudiantes de 4° y 5° grado de educación básica primaria de dos núcleos educativos del

distrito de Santa Marta, Colombia. School bullying and family dysfunction in students of

4th and 5th grade of basic education. Psicoespacios, 8(12), 344-377.

Mogollón Garcia, J. P., Rodríguez Ochoa, S. J., & Vidal Rodriguez, K. D. (2019). Estrategias de

afrontamiento, frente Bullying en adolescentes escolarizados: revisión literaria.

Mora Merchán, J. A. (2006). Las estrategias de afrontamiento,¿ mediadoras de los efectos a largo

plazo de las víctimas del bullying?. Anuario de psicología clínica y de la salud, 2, 15-26.

Nacimiento Rodríguez, L., & Mora-Merchán, J. A. (2014). El uso de estrategias de

afrontamiento y habilidades metacognitivas ante situaciones de bullying y cyberbullying.

European Journal of Education & Psychology, 7(2).


Otálvaro, J. M. (2014). Inteligencia emocional como estrategia de afrontamiento frente el

Bullying. Revista Entornos, (27), 57-65.

Pescador, J. E. P., & Domínguez, M. R. F. (2001). Violencia escolar, un punto de vista global.

Revista interuniversitaria de formación del profesorado, (41), 19-38.

Pérez, Z. P. (2011). Los diseños de método mixto en la investigación en educación: Una

experiencia concreta. Revista electrónica educare, 15(1), 15-29.

Rigby, K. (2002). How successful are anti-bullying programs for schools. In The Role of Schools

in Crime Prevention Conference convened by the Australian Institute of Criminology in

conjunction with the Department of Education, Employment and Training, Victoria, and

Crime Prevention Victoria and held in Melbourne, 30 September–1 October 2002

Twemlow, S. W., Fonagy, P., & Sacco, F. C. (2004). The role of the bystander in the social

architecture of bullying and violence in schools and communities. Annals of the New

York Academy of Sciences, 1036, 215-232.

Torres, L. H., & Antonio, I. B. (2011). Convivencia escolar en Educación Primaria. Las

habilidades sociales del alumnado como variable moduladora. Dedica. Revista de

educação e humanidades, (1), 173-212.

Vreeman, R. C., & Carroll, A. E. (2007). A systematic review of school-based interventions to

prevent bullying. Archives of pediatrics & adolescent medicine, 161(1), 78-88.

También podría gustarte