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Có mo Podemos Manifestarla En La
Tierra
En hebreo existe una palabra que define como: “kabód”, que nace de la raíz “kabéd” esto
concreta-mente significa peso o riqueza. Esta palabra era utilizada en la antigüedad para
describir a un hombre muy rico, famoso, con gran reputación, e igualmente para representar a
Dios.
Otros denotados son honor, fuerza, poder, entorno, majestad, hermosura, reconocimiento,
santidad, grandeza y magnificencia. En el original griego del nuevo testamento la palabra que
se utiliza es doxa cuyo personificado alude a la fama, reputación, abundancia, riqueza,
dignidad, resplandor y honra.
Es decir, fundamental de la gloria, tanto en hebreo como en griego, contiene o involucra todo
lo que Dios es, con todos sus atributos, virtudes, carácter, naturaleza y perfección. La gloria de
Dios es la esencia y característica de lo que él es y su propia presencia.
Jesucristo vino a manifestar la gloria del Padre la cual Adán perdió; y mediante su muerte y
resurrección nos condujo de vuelta a la dimensión de la gloria de Dios, para que actualmente
logremos avanzar, como Adán lo hizo en el principio.
“Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de
gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por
quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria”. (Hebreos 2:9-
10)
Heb 2:9 BLS Pero Dios nos ama y envió a Jesús a morir para
salvarnos. Por eso, aunque Dios permitió que, por algún tiempo,
Jesús fuera menos importante que los ángeles, ahora Jesús ha
recibido gloria y honor.
Heb 2:10 Dios hizo todas las cosas para él mismo, y quiere que su gloria la
compartan todos los que lo aman y obedecen. Para eso, Dios tenía que
hacer perfecto a Jesucristo y dejarlo morir, pues Jesucristo es el Salvador
de ellos.
Heb 2:9 NTV Pero lo que sí vemos es a Jesús, a quien se le dio una
posición «un poco menor que los ángeles»; y, debido a que sufrió la
muerte por nosotros, ahora está «coronado de gloria y honor».
Efectivamente, por la gracia de Dios, Jesús conoció la muerte por
todos.
Heb 2:10 Dios —para quien y por medio de quien todo fue hecho —eligió
llevar a muchos hijos a la gloria. Convenía a Dios que, mediante el
sufrimiento, hiciera a Jesús un líder perfecto, apto para llevarlos a la
salvación.
Hebreos 2: 9 AMP TRADUC INGLES Pero podemos ver a Jesús, quien estuvo
en el rango inferior a los ángeles por un tiempo, coronado de gloria y honra
por haber sufrido la muerte, para que por la gracia (favor inmerecido) de
Dios [para nosotros pecadores] Él podría experimentar la muerte por cada
persona individual.
Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego. (Números
9: 16)
Bajo esa gloria o “shekiná” se originaron considerables sucesos sobrenaturales: “el mar rojo se
abrió ante ellos, el maná día a día provino del cielo, y el calzado nunca se gastó; en cuarenta
años no hubo enfermos”; Dios proporcionó agua de la roca; los gigantes no alcanzaron entrar,
y muchos otros sucesos sobrenaturales.
La gloria de Dios igualmente se exteriorizó como una nube, cuando el templo que construyó
Salomón fue consagrado; esto fue una señal visible que Jehová estaba habitando en ese lugar.
El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que
morase en Harán. (Hechos 7:2)
La contemplación física o la visitación de la gloria de Dios fue lo que transmutó a Abraham para
siempre. Transformó, sus prioridades, sus motivos sus propósitos y su vida completamente.
Esto ocasionó que fuera en pos de la tierra Prometida.
De la misma forma, hoy en día, todo aquel que tiene esta experiencia; una visita de la gloria de
Dios debe ser reformado para siempre. Estos son los hombres que reciben una revelación real
de Dios y transfieren la gloria a esta dimensión natural.
¿Somos o no somos pueblo de Dios? Todos tenemos un pasado y estas historias nos…
Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. (Isaías 6:3)
Como observamos en el versículo anterior, cuando Dios creó los cielos y la tierra los llenó con
Su gloria. Sin embargo, el punto significativo que deseo enfatizar se encuentra en el primer
capítulo del libro de Génesis, que menciona que antes que Dios iniciara la creación envió a su
Espíritu santo con el fin de que originara un campo de Su propia energía –Su gloria-, para que
entonces la creación fuera posible.
Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el
mar.(Habacuc 2:14)
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Si comprendemos que la tierra está llena de la gloria de Dios, entonces lo que hace falta para
ver las demostraciones es el conocimiento revelado, que comienza en el espíritu cuando se
logra la relación íntima con Dios. De esta manera el conocimiento se revelado por el Espíritu
santo para vivir-lo y experimentarlo, no es para que se quede como un conocimiento
intelectual y completamente mental.
La soberanía de Dios
La soberanía de Dios
Esto simboliza que Dios hace lo que quiere, cuándo quiere y cómo quiere. En este tiempo
tenemos por costumbre a no darle libertad al Espíritu santo para ejercer Su soberanía divina
en nuestra vida personal, mucho menos en la iglesia.
Por eso asistimos a servicios monótonos donde nada sobrenatural ocurre. De ahí que nuestra
prioridad siempre debe ser que el Espíritu Santo pueda manifestar la soberanía de Dios y hacer
lo que Él quiere.
No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que
quiere. (Eclesiastés 8:3)
La iniciativa de Dios
Jesús es la cabeza de la iglesia, quiere decir que es él quien toma la iniciativa para la gestión y
se mueve a su completa voluntad, como él quiere. Más sin embargo, en alguna oportunidad
quizá Dios no inicia la gestión. Cuando esto acontece, es mejor que en obediencia hagamos lo
que ya nos mandó, dejando bien determinado que conocemos lo que él ordenó, y que no
vamos a improvisar algo nada más para salir del asunto.
La Escritura muestra al rey Saúl esperando al profeta Samuel para ofrecer sacrificio a Jehová,
pero como no llegó decidió que él lo haría; eso es desobediencia. No es lo que quiero
puntualizar. Pero sí, tenemos que tener claro que debemos, hacer lo que Dios ya estableció:,
hacer discípulos, evangelizar, sanar a los enfermos y echar fuera demonios. En su mayoría los
creyentes entienden lo que es la soberanía de Dios, pero muy pocos son los que perciben
cómo trabajar bajo esa soberanía, a través de la fe.
Cuando la manifestación de Dios no se exterioriza, debemos saber ejercitar nuestra fe, unción,
y dones. Si no procedemos y siempre residimos esperando que Dios tome la iniciativa,
entonces estamos actuando en los extremos.
Por ejemplo, si apreciamos que el Espíritu santo no ha tocado al perdido, nosotros, por fe,
tenemos que hacer el llamado de salvación. Como Dios ya nos mandó a hacerlo, no debemos
esperar a que sea él quien dé el próximo paso. Visiblemente, el próximo paso es nuestro
compromiso.
La unción es para la tierra y sólo opera en nuestra naturaleza. La gloria testifica de los poderes
del siglo venidero porque es la atmósfera del cielo. Así como el aire es la atmósfera de la tierra,
la gloria es la atmósfera del cielo.
La unción nos fue dada para sanar a los enfermos, pero en la gloria de Dios la enfermedad es
ilegal.
En la unción sentimos cómo el poder de Dios sale de nosotros; en la gloria el poder sale de
Dios mismo.
Pastor Cash Luna | “LA GLORIA DE DIOS” | Prédica de Cash Luna 2017
La Escritura certifica que la tierra está llena de la gloria de Dios, pero la frecuencia de entrada
para verla extendida en el plano natural es la revelación, no la razón. Es incuestionable que la
presencia de Dios está en todo lugar pero no en todo lugar se manifiesta. Sé un portador de su
gloria. Si aún lo le has recibido, toma la decisión en este tiempo, donde su gloria se está
manifestando. Eres parte de sus perfectos propósitos.