La impulsividad está relacionada con conductas desadaptativas y con numerosos

trastornos mentales. En el caso concreto de los niños y adolescentes, la impulsividad se

relaciona con la escasa percepción de los riesgos, y la proclividad a implicarse en conductas

desadaptativas (beber, fumar, no respetar las normas de seguridad vial, adicción a Internet,

grooming, sexting...) y el bajo rendimiento escolar (marcador de salud social).

Considerando la importancia y el impacto que las conductas de riesgo y el rendimiento

escolar tienen a nivel social y sobre el desarrollo del joven, en esta tesis se ha tratado de

explicar hasta qué punto la funcionalidad y la dinámica familiar referida intervienen en la

impulsividad del adolescente, y evidenciar el tipo de relación que se establece entre la

impulsividad y las conductas de riesgo en relación con las nuevas tecnologías, el consumo de

drogas y la seguridad vial, así como la influencia de otras variables como el sexo, el hábitat

(urbano / rural) o la estructura familiar.

El estudio investiga la relación entre la funcionalidad (medida por el test de Apgar

familiar), la dinámica familiar referida (medida por una escala de creación propia), y la

impulsividad (medida por el test de Barratt BIS-11). Con este fin, se realizó una encuesta, que

incluía estas escalas, a un total de 4.673 adolescentes castellanoleoneses entre 13 y 18 años

escolarizados en los cursos 2013-2014 y 2014-2015. En la muestra final se analizaron solo las

encuestas completas, obteniendo un total de 3.343 cuestionarios, lo que nos permitió estimar

nuestros resultados con una proporción del 50%, un margen de confianza del 95,5% y un

margen de error en contraste bilateral del 2%.

Los resultados muestran que la funcionalidad familiar en nuestros adolescentes es en

general buena (8,1±1,9), pero se ve interferida por el tipo de estructura familiar, el sexo, los

estudios y horario de los padres, el nivel socioeconómico referido y la dinámica familiar. Con

respecto a esta, los factores que la modifican son los mismos que los que modifican el Apgar.

La impulsividad de nuestros adolescentes se sitúa en valores coherentes con los estudios