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Autonomías discursivas
Casi siempre que vemos en la historia de Cccidente, conflictos entre distintos tipos de
saberes y el saber religioso, nos encontramos básicamente con un abuso del poder religioso
que se extralimita y se desliza hacia otros ámbitos que no le son propios y en los que
pretende imponer su poder. En el fenómeno masivo de la caza y quema de brujas por parte
de la institución eclesiástica, encontramos en su raíz precisamente este abuso que rebasa los
límites del ámbito propio. Las llamadas brujas fueron mujeres que manejaron distintos
saberes, denominados hoy por muchas estudiosas como saberes del buen vivir… Se trataba
de una amplia gama de conocimientos que iban desde la atención en los partos y sanación
de heridas, hasta el tratamiento de enfermedades por medio de hierbas y cocimientos
naturales, pasando por el apoyo en las relaciones de pareja.
Prácticas y conocimientos que en muchas ocasiones rivalizaban con los de los médicos y
curas del lugar y que fueron catalogadas como inspiradas o respaldadas por el diablo. Jules
Michelet, uno de los historiadores que más ha profundizado en el mundo de las llamadas
brujas, lo plantea con toda claridad:
No dudo que su admirable libro sobre las Enfermedades de las mujeres, el primero
que sobre el asunto se escribiera, salió especialmente de las mismas mujeres a
quienes las demás pedían auxilios; quiero decir de las hechiceras que en todas
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Lo que sabemos de su medicina es que para los más diversos usos, así para calmar
como para estimular, empleaban mucho una gran familia de plantas equívocas,
muy peligrosas que prestaron los mayores servicios. Se llaman con razón
Consolantes o consoladoras (Solanáceas).1
En sus amplios estudios sobre la brujería Julio Caro Baroja2 muestra cómo las hechiceras
son infinitamente más perseguidas y condenadas cuando está al frente de ello la inquisición
eclesial que cuando la investigación sobre los hechos va por cuenta del poder civil. En la
institución eclesiástica su saber y su autonomía son percibidos como una verdadera
amenaza al control que sobre el cuerpo y las conciencias pretenden ejercer los curas y
pastores.
De muy diferentes maneras es claro que las iglesias y en nuestro país particularmente la
católica, quieren muchas veces mantener el control y la autoridad sobre la ciencia, la
investigación, el conocimiento. Un ejemplo claro de ello es su interferencia en todo el
debate alrededor de un tema médico como es el del aborto. Se trata de conflictos diferentes
a los de siglos anteriores porque el poder de las iglesias no es el mismo. No obstante su
pretensión sigue siendo idéntica. Hans Küng lo expresa así:
Es un hecho tan evidente que no necesita demostración que las iglesias –aferradas
muchas veces, en su espiritualidad, teología y organización, a viejos paradigmas-
son con harta frecuencia instituciones autoritarias, y a veces hasta totalitarias.
Pero según el Nuevo Testamento, la iglesia ha de ser una comunidad basada en la
libertad, la igualdad, la fraternidad: es decir, en lo grande como en lo pequeño, una
comunidad de personas libres, iguales en lo esencial. una comunidad de hermanos
y de hermanas.3
Pero no es menos cierto, que de otro lado, nos encontramos con unas miradas científicas,
filosóficas y epistemológicas que niegan toda posibilidad de un saber que no sea
estrictamente racional y comprobable dentro de unas ecuaciones articuladas por la lógica
positivista. Por ello es imprescindible una epistemología no sólo amplia y tolerante, sino
que dé cuenta de la realidad humana en su complejidad, y la realidad humana no se agota ni
1
Michelet 1984, Pág. 114
2
Caro Baroja 1972 y 1993
3
Küng 1994, Pág. 137
23
Por ello, el paradigma de la complejidad propuesto por Edgar Morin posibilita la apertura
hacia la diferenciación y la coexistencia de distintos discursos que puedan dar cuenta de
aspectos autónomos de la realidad y la historia humana:
En mi opinión, la razón se define por el tipo de diálogo que mantiene con un mundo
exterior que le opone resistencia; finalmente la verdadera racionalidad reconoce a
la irracionalidad y dialoga con los irracionable…
Las instituciones eclesiásticas deben asumir que no pueden controlar ningún avance en el
conocimiento, ni siquiera en el específicamente religioso, porque éste, basado en la
experiencia de la trascendencia y del misterio, escapa a toda posibilidad de control, siendo
la posibilidad de su expresión bastante compleja ella misma.
Por consiguiente, las sociedades por más científicas y tecnológicas que sean,
necesitarán construir sistemas de valores que nos permitan vivir y manejar las
ciencias y las tecnologías adecuadamente. Las ciencias no pueden proporcionar
esos sistemas de valores; debemos construir postulados axiológicos en función de
4
Morin 2011, Pág. 162
24
los cuales sea factible construir proyectos de vida colectiva a los que se
subordinarán los desarrollos científicos y tecnológicos5
LA RAZÓN POÉTICA
La propuesta que hago, pasa entonces por dos ejes centrales: De una parte el
reconocimiento de las autonomías y diversidad de los discursos; a cada campo de la
experiencia humana corresponde un juego de lenguaje, en términos de Wittgenstein. De
5
Corbí 2007, Pág. 230
6
Zambrano 1988, Págs 87-88
25
7
Zambrano 2001
8
Op Cit, Pág 35
26
Mas, hay otra luz: la sombría luz de los misterios, la luz que alumbra no a las
imágenes visibles , visiones del alma y de la inteligencia, sino al mundo sagrado no
revelado todavía, al mundo del padecer humano en todo su misterio y su enigma. Es
también la luz de la tragedia que nos imaginamos siempre bajo la indecisa luz de
una mariposa de aceite, en el espacio angosto de los sueños. La luz que se insinúa
en el alma…9
Ante esta realidad hay varias posiciones a tomar: Negarla, ignorarla, negociar con ella,
reverenciarla en el interior. reverenciarla institucionalmente lo que conlleva casi siempre
manipulación y poder, intentar aproximarse a ese misterio preguntándole qué revela… Esta
búsqueda que linda con lo místico sólo se puede hacer igualmente desde una libertad
interior grande. No puede ser encasillada o limitada institucionalmente.
Un saber más allá de la representación, más allá del pensar, incardinado en la emoción. Una
experiencia que no puede ser aprehendida en los límites de la objetividad, la descripción, la
comprobación, la deconstrucción… Graciela Maturo en su reflexión sobre La razón Poética
y el Pensamiento Complejo11, dice que ésta razón de tipo poético y complejo es la única
que puede dar cuenta de Latinoamérica, un territorio cultural en el que todo es simultáneo,
mestizo, en el que conviven épocas y tecnologías de varios siglos.
Esta propuesta que generalmente se ha hecho desde la crítica literaria y cultural, la realiza
María Zambrano desde la filosofía, sustentándola en un recorrido histórico por la búsqueda
que ha realizado la humanidad en diferentes momentos y latitudes del absoluto que
presiente o desea. Sólo desde este tipo de acercamiento epistemológico es posible no dejar
fuera ese volver siempre del hombre y la mujer a mirar su intuición, su experiencia, su
emoción.
En la problemática que estamos abordando hay dos formas de acallar tanto la imagen
poética como la experiencia religiosa. Una a la que ya nos hemos referido suficientemente
es el racionalismo craso o extremo que impide abordar y vislumbrar aspectos de la realidad
que no se agotan en la razón científica, la otra es encarcelar ese conocimiento, esa intuición,
en los moldes de una ortodoxia castradora que termina por velar precisamente aquello que
se quiere mostrar.
Por eso la infinita riqueza de los distintos lenguajes que se acercan a la Divinidad no han
circulado libremente en medio de los discursos centrales ni de la academia, ni de las
iglesias… Son lenguajes que han permanecido en la liminalidad alimentando con toda su
savia a quienes se han acercado a beber en ellos.
12
Maillard 1992, Pág. 49
28
La aproximación de estas mujeres a la Divinidad tiene hoy plena vigencia. La visión es una
forma lingüística que no cierra y que por tanto renueva cada día su capacidad de evocar.
Sus expresiones son múltiples: El Espejo de las Almas Simples, Margarita Porete, La Luz
Resplandeciente de la Divinidad, Matilde de Magdeburgo. Quizás la mayor belleza y
agudeza en esta época la encontramos en las poesías y cartas de Hadewijch de Amberes,
quien intenta acercarse a la naturaleza de Dios desde una experiencia que supera la lógica
institucional y académica:
Voy a hablar de Hildegarda de Bingen, esa grandiosa mujer que la iglesia ha pretendido
inútilmente ignorar. Hildegarda (1098-1179), monja benedictina es reconocida
13
Epiney-Bugard y Zum Brunn 1998
14
De Amberes 1999, Pág. 66
29
ampliamente hoy, como científica, médica, música, pintora, fundadora, mística y visionaria.
Sus conocimientos en materia de la composición y el poder curativo de las plantas y las
piedras, no se discute en la actualidad. Su obra Scivias publicada en español en 1999 es un
testimonio claro de su manejo del razonamiento teológico y filosófico del Medioevo, no es
pues por falta de capacidad o saber que sus expresiones no se enredan en los límites de una
razón imposible.
Por el contrario, es clara la escogencia, por su parte, de otros caminos para el acercamiento
a las verdades aceptadas eclesialmente. Veamos dos maneras en las que ella se acerca a lo
que la dogmática define como el misterio de la trinidad. Valga anotar, que la percepción de
la Divinidad en tres rostros, tres expresiones, tres realidades… es algo presente en muchos
caminos religiosos y no únicamente en el cristiano.
Muestro dos formas, en las cuáles de Bingen se refiere a esta intuición. Una más
incardinada en el discurso teológico más clásico:
Tres fuerzas hay en una piedra, tres en una llama y tres en una palabra. ¿Cuáles?
En la piedra: húmedo vigor, consistencia tangible y fuego rutilante. El húmedo
vigor para que no se disuelva ni se resquebraje; la consistencia tangible para que
ofrezca morada y refugio; el fuego rutilante para que se temple y consolide hasta
afianzarse. Este vigor húmedo representa al Padre, cuya virtud ni se agosta, ni se
consume; la consistencia tangible designa al Hijo, que, nacido de una Virgen, pudo
ser tocado y percibido; el fuego rutilante simboliza al Espíritu Santo, que ilustra y
enciende los corazones de los fieles...
Y así como estas tres fuerzas se hallan en una sola piedra, la Trinidad verdadera
está en la unidad verdadera.15
15
De Bingen 1999, Pág. 114
30
Podemos ver dos aproximaciones distintas a un tema al que siempre se vuelve desde la
reflexión y desde la experiencia religiosa.
Todo ello, porque como dice María Zambrano, con cuyas palabras terminamos:
El poeta no toma jamás una decisión, es cierto. El poeta soporta únicamente este
vivir errabundo y como sin asidero. Soporta el vivir instante a instante, pendiente
de otro a quien ni siquiera conoce. Entrevee algo en la niebla y a esto que entrevee
es fiel hasta la muerte.17
16
En: Amalfi 2005, Pág. 86
17
Zambrano 2001, Pág. 45
31
BIBLIOGRAFÍA
Hadewijch de Amberes:
EL LENGUAJE DEL DESEO
Editorial Trotta, Madrid 1999
Francis Amalfi:
INSPIRACIONES PARA BUSCAR A DIOS
Ed. Océano Ambar, Barcelona 2005
Hildegarda de Bingen:
SCIVIAS, Conoce los caminos
Editorial Trotta, Madrid 1999
Marià Corbí:
HACIA UNA ESPIRITUALIDAD LAICA, Sin creencias, sin religiones, sin dioses
Editorial Herder, Barcelona 2007
Hans Küng:
CREDO
Editorial Trotta, Madrid 1994
Julieta Lizaola:
LO SAGRADO EN EL PENSAMIENTO DE MARÍA ZAMBRANO
Ediciones Coyoacán, México 2008
Chantal Maillard:
LA CREACIÓN POR LA METÁFORA, Introducción a la Razón Poética
32
Graciela Maturo:
LA RAZÓN POÉTICA Y EL PENSAMIENTO COMPLEJO
Revista Utopía y Praxis Latinoamericana, Universidad de Zulia, 2009 – Volumen 14, Nº 47
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/279/27911868009.pdf
Consultado el 7 de Septiembre de 2001
Jules Michelet:
LA BRUJA
Editorial Labor, Barcelona 1984
Edgar Morin:
INTRODUCCIÒN AL PENSAMIENTO COMPLEJO
Editorial Gedisa, Barcelona 2011
María Zambrano:
EL HOMBRE Y LO DIVINO
Fondo de Cultura Económica – Breviarios, México 2001
PERSONA Y DEMOCRACIA
Editorial Anthropos, Barcelona 1992
FILOSOFÍA Y POESÍA
Fondo de Cultura Económica, México 2001