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Para 1939 Alemania poseía influencia política sobre Austria, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y varias naciones de los
Balcanes. Stalin observaba impotente cómo Alemania se hacía cada vez más poderosa, mientras que la Unión Soviética parecía
destinada a convertirse en el estado paria de Europa.
Pacto Ribbentrop-Mólotov
Para abril de 1939, la intención de Hitler de recuperar el territorio alemán
perdido en 1918 y entregado a Polonia era evidente, ya que había
renunciado al Pacto de No Agresión que había firmado con este país cinco
años atrás. Stalin era consciente de que finalmente tendría que enfrentarse
a Alemania, tanto como de que su ejército aún no estaba listo.
Desesperada, la Unión Soviética buscó aliados en Francia y Gran Bretaña,
pero este último país respondió enviando delegados en barco, a pesar de
que sabían que la petición soviética era urgente. Cuando estos delegados
llegaron en agosto, los soviéticos descubrieron que no poseían ningún
poder especial para negociar. La opinión soviética era que las naciones
occidentales no tenían deseos de evitar la invasión de Polonia, ya que
podían sacrificar a este país, si esto llevaba a que finalmente Alemania y la
Unión Soviética se aniquilaran entre sí.17
El 19 de agosto de 1939, el ministro de Relaciones Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop visitó Moscú para la firma de un
tratado comercial con la Unión Soviética. Una vez allí, Ribbentrop sugirió a Viacheslav Mólotov que discutieran expandir el
tratado a temas relacionados con la política exterior, ya que las empresas alemanas querían tener ciertas garantías ante las futuras
buenas relaciones entre ambas naciones. Se presume que esta aproximación alemana tuvo lugar sólo porque Hitler también
consideraba que su ejército tampoco estaba listo para ocupar la Unión Soviética, ya que la ideología hitleriana no permitía la
coexistencia pacífica con este país. Finalmente, el 23 de agosto se firmó el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que definía los límites de
las esferas de influencia soviética y alemana, lo que en otras palabras se podía traducir como el reparto de Europa Oriental18
El Protocolo Adicional Secreto de dicho pacto especificaba el reparto de Polonia, Rumania y países bálticos.19
Invasión de Polonia14
El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia, y para sorpresa de
Hitler, Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra dos días después.
Una pequeña fuerza de Eslovaquia invadió también desde los montes
Cárpatos al sur.
Después de la victoria alemana en la batalla de Bzura, el éxito de la invasión estuvo asegurado, y las fuerzas polacas se retiraron
al este, con el objetivo de resistir allí hasta que llegase la ayuda anglo-francesa. Se intentó evacuar a la población civil hacia
zonas más seguras, pero el rápido avance alemán impidió que la evacuación tuviera éxito. El 17 de septiembre, la Unión Soviética
invadió Polonia desde el este, y el plan de contingencia polaco se desmoronó. Con la batalla perdida, las tropas polacas
empezaron a ser evacuadas por el sur hacia Rumania.
Para el 1 de octubre Polonia fue completamente ocupada y el 6 de octubre la invasión concluyó, y en ningún momento la ayuda
aliada prometida dio muestras de materializarse. Muchos soldados polacos lograron escapar y se unieron a las filas francesas y
británicas, contribuyendo enormemente en la guerra. Además, en Polonia se formaron múltiples movimientos de resistencia
política y militar, siendo el más conocido el Armia Krajowa, que obtuvieron resultados notables contra la ocupación nazi.
En la Polonia ocupada por Alemania la calidad de vida de los polacos se empezó a deteriorar rápidamente, especialmente la de
los judíos, ya que la ideología nazi los calificaba como infrahumanos (Untermensch). En el lado soviético, la población también
fue humillada, en este caso no por su raza sino por su afiliación política. En la llamada masacre de Katyn, miles de oficiales
polacos fueron ejecutados en masa. Hubo fusilamientos de prisioneros de guerra, principalmente militares polacos que habían
participado en la guerra polaco-soviética de 1919-1921.
Como consecuencia de la Campaña de Septiembre, la Polonia ocupada consiguió crear un poderoso movimiento de resistencia y
contribuyó con fuerzas militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.
Guerra de Invierno
Tanto Stalin como Hitler sabían que solamente era cuestión de tiempo que el Pacto Mólotov-Ribbentrop fuera roto. Por ende, en
abril de 1938 los soviéticos iniciaron negociaciones diplomáticas con Finlandia con el objetivo de desarrollar una defensa unida
contra Alemania. Cuando los militares soviéticos se percataron de que la frontera finesa estaba a solo 32 kilómetros de
Leningrado, siendo una potencial base para una invasión germana hacia esa ciudad, la Unión Soviética envió solicitudes a
Finlandia para intercambiar territorio, solicitudes que para otoño de 1939 se habían convertido en demandas. Cuando el gobierno
finés se negó a aceptar, la Unión Soviética simuló un ataque
finlandés en la frontera y el 30 de noviembre de 1939 atacó a
Finlandia con 23 divisiones comandadas por Kliment Voroshílov.
Finlandia solo contaba con 9 divisiones comandadas por Carl
Gustaf Mannerheim.
En la batalla de Suomussalmi, los soviéticos perdieron dos divisiones completas frente a una fuerza finesa minúscula, sin
embargo, esta derrota marcó un cambio de rumbo en la forma que Stalin manejaba la guerra. Inmediatamente, este ordenó la
remoción de sus cargos de los principales jefes militares, incluyendo a su amigo Voroshílov, que fue reemplazado por Semión
Timoshenko, también amigo de Stalin.
Los reemplazos fueron oficiales más competentes pero que habían sido relegados en la Gran Purga por no pertenecer al Partido
Bolchevique o a la facción liderada por Stalin. En pocas semanas, el Ejército Rojo, mejor equipado y dirigido, logró aplastar
finalmente a los defensores fineses, que tuvieron que pedir un armisticio. Sin embargo, a pesar de sufrir muchas bajas, Finlandia
se ganó el derecho a negociar y logró conservar su autonomía, quedando definitivamente fuera de la esfera de poder de la Unión
Soviética. Finlandia perdió todo territorio alrededor del Lago Ládoga, incluyendo la ciudad de Výborg. También cedió territorios
en el Norte, el centro e islas en el golfo de Finlandia.
Hitler tomó nota de la debilidad soviética, lamentablemente para él, Stalin también. La guerra de Invierno puede considerarse una
lección que la Unión Soviética pagó para conocer la eficiencia de sus tropas en la guerra moderna, que hubiera sido más costosa
si la guerra hubiera sido contra Alemania.
Decisión alemana
Después de la invasión de Francia, Hitler se enfocó de nuevo en la Unión Soviética. En una reunión secreta llevada a cabo el 31
de julio de 1940, el Alto Mando alemán tomó la decisión de invadir la Unión Soviética en abril de 1941, en una operación
llamada Barbarroja. El 18 de diciembre, fue confirmada la decisión en una conferencia militar secreta. Por su parte, el Kremlin
confiaba en que Hitler respetaría el Pacto Ribbentrop-Mólotov por lo menos hasta 1945, por lo que el Ejército Rojo se encontraría
preparado para esa fecha, sin embargo, se concentraron más de 100 divisiones durante la invasión de Francia a lo largo de la
frontera con Alemania, que luego fueron reforzadas por 22 más mientras los alemanes luchaban en los Balcanes.
No obstante, la fecha de la ejecución de la Operación Barbarroja tuvo que aplazarse dos meses debido a que Il Duce, Benito
Mussolini, decidió reabrir el Frente Oriental antes que Hitler, buscando invadir Grecia. No obstante, Italia no lo lograría por sí
sola, razón por la cual se desviaron tropas alemanas ya listas para iniciar la invasión de la URSS, ubicadas en Prusia, así como
todo el material blindado del sector sur de la Operación Barbarroja.
Los peores temores de Hitler se hicieron realidad, cuando las fuerzas italianas no
solo no pudieron ocupar rápidamente Grecia, sino que fueron repelidas por un
contraataque griego hacia Albania, que en aquel momento estaba bajo dominio
italiano. Para empeorar la situación, Gran Bretaña envió fuerzas a Creta y Lemnos,
mientras que la RAF entregó soporte aéreo. Como no quería empezar la guerra con
Soldados alemanes se preparan
para izar la bandera de guerra la Unión Soviética con tropas aliadas al sur del frente oriental, Alemania acudió en
alemana en la Acrópolis de ayuda de Italia.
Atenas
La invasión de Grecia por parte de Alemania debía ocurrir para marzo de 1941, pero
Yugoslavia se encontraba en medio del camino. En aquel momento, el regente, el
príncipe Pablo se encontraba presionado por todos lados para que asumiera un bando pronto, por lo que decidió firmar un pacto
de paz y amistad con Alemania el 24 de marzo de 1941. Entonces, ocurrió un cuartelazo el día 27 de marzo, derrocando al
príncipe e instaurando un gobierno antialemán en el poder, el cual desconoció el pacto firmado tres días antes22 por lo que el 6
de abril Alemania bombardeó Belgrado. Para esta campaña el ejército alemán distrajo 31 divisiones de sus bases, que ya se
encontraban listas para lanzar el golpe contra la URSS, enfrentándose a 42 divisiones aliadas, (23 yugoslavas, 15 griegas y 4
británicas).
El mariscal Wilhelm List dirigió al 12° Ejército en la principal embestida a través de las accidentadas montañas de Serbia
cortando a Yugoslavia por el sur de los griegos y los británicos, para lo cual su 2ª División Blindada se abrió paso hasta el puerto
griego de Salónica, provocando que el frente montañoso de Macedonia quedara súbitamente cercado, terminando así con lo que
los Aliados esperaran que fuera un frente de gran duración. El ejército yugoslavo fue comprimido en la bolsa que se formó entre
Belgrado y Skopie. Tras once días desde el inicio de la lucha (17 de abril), Yugoslavia se rindió23 y cayeron prisioneros 335 000
soldados. Sin perder tiempo, Alemania se dirigió rápidamente a Grecia, obligando a que el frente anglo-griego se batiera en
retirada para evitar ser copado, y luego los británicos se embarcaron por los puertos en los que habían llegado, dirigiéndose a la
isla de Creta. Las tropas griegas se quedaron solas, obligando a Grecia a capitular el 21 de abril después de haber perdido cerca de
233 000 prisioneros, la mayor parte en el envolvimiento de Macedonia. Después de la capitulación de Grecia, Hitler ordenó que
todos los prisioneros griegos y yugoslavos fueran puestos en libertad. El 25 de abril se lanzaron paracaidistas sobre Creta, que
lograron capturar la isla, si bien a un alto costo.
Con el Frente de los Balcanes calmado, Hitler estaba libre de nuevo para iniciar la Operación Barbarroja, si bien con unos meses
de retraso. Pero en la Unión Soviética, la situación era de completa tranquilidad, a pesar de que el espía Richard Sorge había dado
a Stalin la fecha aproximada del ataque alemán así como los criptoanalistas suecos. Solo se equivocó en dos días, al concretar que
el ataque tendría lugar el 20 de junio de 1941.24 Stalin, considerando que la Batalla de Inglaterra estaba en su apogeo, ignoró las
advertencias. Además en 1937, Stalin, sucumbiendo a las técnicas de desinformación del contraespionaje alemán, aceptó que el
mariscal Mijaíl Tujachevski estaba cooperando con la Alemania nazi. Esta creencia condujo a la ejecución de Tujachevski, junto
con otros eminentes militares soviéticos, en el transcurso de la Gran Purga. De esta manera, varios comandantes conocedores de
las nuevas tácticas militares fueron eliminados, minando la eficacia militar soviética (véase el Caso de la Organización Militar
Trotskista Antisoviética).
La debilidad del ejército soviético jamás fue puesta en duda por Hitler. Éste comentó: "Sólo debemos patear la puerta y toda la
podrida estructura se vendrá abajo". Al haber ocupado Francia, Noruega, Yugoslavia, Holanda, Bélgica, Dinamarca y Grecia y
expulsado a los ingleses de Europa en menos de un año, pocas personas pusieron en duda de que Alemania podría derrotar a la
Unión Soviética.
La Operación Barbarroja, planeada inicialmente para el 13 de mayo, contaba con tres millones de hombres, divididos en tres
grupos: Norte (Wilhelm Ritter von Leeb), Centro (Fedor von Bock) y Sur (Gerd von Rundstedt). En total, 3.5 millones de
soldados alemanes más 600 000 soldados aliados, en total 4 100 000 soldados aglutinados en 225 divisiones con 600 000
vehículos, 750 000 caballos, 4300 blindados, 7184 cañones y 4000 aviones de la Luftwaffe junto con 19 000 trenes. El Grupo de
Ejércitos Centro llevaría la mayor cantidad de tanques y debería atravesar Bielorrusia e ir directo sobre Moscú. El Grupo Norte
debería ocupar Leningrado con la ayuda de las tropas finlandesas para luego ir en ayuda del Grupo Centro. Mientras tanto el
Grupo Sur atravesaría la poblada Ucrania, para luego dirigirse al Volga y de ahí al Cáucaso, rico en petróleo. El avance alemán de
esta operación debería llegar hasta la llamada línea AA, que iba desde Arjángelsk hasta Astraján.
Por su parte, para el 1 de junio de 1941, el Ejército Rojo contaba en los sectores militares occidentales con un total de 36
divisiones acorazadas, 18 motorizadas, 7 de caballería y 88 de cazadores. La Gran Purga efectuada en el Ejército Rojo agravó
mucho la situación, (más del 80 % de la oficialidad fue eliminada) Stalin acabó con tres de sus cinco mariscales, trece de sus
quince jefes de Ejército, más de la mitad de los generales de división y casi idéntica proporción de los de brigada. Además, la
Unión Soviética sufría una gran desorganización de los mandos en ese momento y en la fase inicial tenía una alta concentración
de efectivos en la frontera; y peor aún, durante una semana imperó la orden de no provocación dada a la oficialidad soviética en
la frontera.
Operación Barbarroja
El 22 de junio inició la invasión, la mayor operación terrestre de la historia, encontrando al Ejército Rojo completamente
desprevenido. Stalin, que se hallaba de vacaciones, ordenó no contraatacar durante el primer día, con la ingenua esperanza de que
todo fuera un error, o de que por lo menos todavía se pudiera encontrar una solución con el diálogo. Gran parte de la fuerza aérea
soviética ubicada cerca de las fronteras fue destruida por la Luftwaffe durante el primer y segundo días de lucha, ya que se trazó
un plan en el que varias escuadrillas de tres bombarderos cada una se internarían en territorio soviético abarcando un radio de 300
kilómetros volando casi a ras del suelo y sin cruzar ciudades para dirigirse contra los principales aeródromos de la URSS. En
estos dos días se abatieron cerca de 2500 aviones soviéticos, en el aire y sobre todo en sus aeropuertos. La orden de ubicar los
aviones tan cerca de Alemania había sido dada hacía poco por Lavrenti Beria, y fue una de las muchas causas que llevaron a su
ejecución años después.
Una vez que quedó claro que Hitler había decidido por fin atacar a Unión Soviética, se dictaron órdenes que revelaban la
inmadurez estratégica y desconcierto del Alto Mando Soviético, la STAVKA. A las sorprendidas unidades soviéticas se les
ordenó que no retrocedieran; al contrario, debían avanzar y llevar el combate a territorio enemigo. Las unidades alemanas debían
de ser "cercadas y aniquiladas". Fruto de esta orden, las divisiones acorazadas soviéticas de la segunda línea defensiva, que
debían haber sido mantenidas cuidadosamente como reserva, fueron lanzadas de forma prematura a la batalla. El 24 de junio, en
varios lugares, los alemanes se habían adentrado más de 150 kilómetros en territorio soviético y las órdenes fatales habían
permitido que los nazis cercasen a fuerzas soviéticas en número considerable.
Molestos por los resultados de la guerra de Invierno, los finlandeses se unieron a Alemania, y apoyadas por las fuerzas de este
país, las divisiones finesas avanzaron hasta el lago Ládoga, cuyas costas habían perdido en 1940, y no se detuvieron hasta llegar
al istmo de Carelia. Sin embargo, el gobierno finés se negó a seguir adelante, a pesar de que Alemania le presionaba para que
participara en el asalto a Leningrado.
En un mes, el Báltico y Bielorrusia estaban en manos alemanas. Hitler envió los tanques al Norte y al Sur, para terminar de tomar
Leningrado y Ucrania, a pesar de que sus generales le aconsejaban enviar la ofensiva directamente contra Moscú, que se
encontraba a sólo 400 kilómetros.
En septiembre de 1941 Kiev cayó y 665 000 soldados soviéticos fueron atrapados, y luego en Viazma otros 600 000 soviéticos
también fueron aislados (ver Primera Batalla de Kiev y Bolsa de Viazma). En esos momentos las pérdidas soviéticas eran
enormes, cuando más de 2 000 000 de soldados habían perdido la vida, se encontraban heridos o prisioneros. Cualquier otra
nación habría solicitado la rendición estando en esas condiciones ya que la guerra parecía perdida para los soviéticos. Pero esta
guerra era una lucha de subsistencia, y Stalin, recuperándose de su estado de estupefacción, se entregó de lleno a organizar los
altos mandos para contener a los alemanes. En las reuniones, Stalin dejaba la iniciativa a los militares veteranos y les daba plena
flexibilidad en sus propuestas, a diferencia de Hitler que al avanzar el tiempo se empeñó en ejercer el control total y absoluto de
sus fuerzas.
Además ante la imposibilidad del Grupo de Ejércitos Norte de tomar Leningrado, se empezó a sitiarla. En 900 días de asedio,
desaparecieron perros, gatos, ratas y palomas consumidos por sus desesperados habitantes. Lentamente un millón de personas
murieron por el hambre, el frío y los bombardeos. Hubo muchos casos de canibalismo.
Durante este tiempo, los soviéticos aprovecharon para enviar toda su industria a la retaguardia, moviendo a miles de obreros de
un lugar a otro. Aunque existieron graves problemas de organización, la operación cumplió su objetivo y pronto las industrias
pesadas de Unión Soviética estaban funcionando de nuevo en los Urales.
El 6 de septiembre por fin Hitler permitió la toma de Moscú. Sin embargo las fuerzas alemanas habían tenido un 10 % de bajas
hasta este momento, lo que significaba que 200 000 soldados del Reich estaban fuera de combate, y además el cruel invierno ruso
ya estaba cerca. Debido a la extensión del frente, la reagrupación de los tanques del Grupo de Ejércitos Centro tardó un mes
completo, restándole días a la campaña contra Moscú debido a la proximidad de diciembre. Sin embargo, el Alto Mando alemán
estaba confiado, ya que según sus cálculos los soviéticos contaban con 60 divisiones, aunque en realidad pasaban de 200.
Ante los iniciales éxitos alemanes, el espía Richard Sorge avisó a Stalin de que Japón no pensaba atacar a la Unión Soviética, y
éste decidió traer las divisiones que estaban en la frontera con Mongolia.24 Además, Stalin nombró a Georgi Zhúkov comandante
en jefe del Ejército Rojo, a pesar de que hace poco lo había exiliado.
El 15 de noviembre se inició una campaña contra Moscú, intentando rodearla. El 21 de noviembre, el Cuarto Ejército Panzer
llegó a 30 kilómetros de su objetivo, pero se detuvo en Jimki. Al mismo tiempo, el Segundo Ejército Panzer fracasó en su intento
de tomar Tula, la única población que se interponía entre ellos y la capital soviética. Para finales de noviembre, los generales
alemanes reconocieron que la resistencia moscovita y el rigor del invierno iban a hacer imposible la toma de Moscú ese año. Un
contraataque soviético organizado por Zhúkov dejó mal parados a los alemanes, y por primera vez los generales de los tres grupos
sugirieron una retirada. Hitler inmediatamente los cesó del mando.
El 8 de diciembre, uno de los peores inviernos (-20 a -50 °C) en la historia de Rusia convenció a Hitler para que suspendiera las
operaciones militares hasta 1942.
Mientras el avance se estancaba en el Norte, en el Sur se realizó un progreso imprevisto. Después de ganar la batalla de Vorónezh,
el Grupo de Ejércitos Sur siguió los ríos Don y Volga hacia el Sur. Si bien el plan original indicaba que debía primero asegurarse
estos ríos antes de ir hacia el Cáucaso, donde estaban los campos de petróleo, Hitler ordenó que se dividieran las fuerzas y se
tomaran ambos objetivos al mismo tiempo. De esta manera, el VI Ejército alemán fue solo a Stalingrado, mientras que el IV
Ejército Panzer que debía ayudarlo se atrasó un poco porque debía asegurar el cruce de las tropas al Cáucaso por el Don. Cuando
el IV Ejército Panzer llegó a Stalingrado, la resistencia soviética se había endurecido demasiado.
En junio de 1942 Sebastopol cayó en manos alemanes, además el avance alemán en el Cáucaso llegó a su punto máximo el 18 de
noviembre, sin embargo, la extensión del avance con los flancos descubiertos, obligó a los Panzer a retirarse cuando fueron
atacados por los soviéticos. En este punto, la artillería, los tanques (el famoso T-34) y los aviones (Shturmovik) rusos empezaron
a sobrepasar en número, y luego en calidad a los carros de combate y artillería alemanes, tal cual lo había predicho Heinz
Guderian en su libro Achtung Panzer. Al parecer Hitler ignoraba las cifras reales y las dimensiones bélicas enemigas, hechos que
se revelaron sobre sus mapas durante la ofensiva de 1942.
En este punto la invasión alemana llegó a su máxima extensión: dentro de poco, el Ejército Rojo no solo alcanzaría las fuerzas
necesarias para frenar a la Wehrmacht, sino también para enviarla de vuelta a Alemania.
Punto de Inflexión
Los nacionalistas ucranianos y de los países bálticos acogieron al principio a los alemanes como libertadores del yugo ruso. Pero
cuando comprobaron que los nazis los trataban como a una raza inferior, la invasión perdió rápidamente este apoyo local. En
cambio Stalin hizo resucitar todos los viejos mitos patrióticos y nacionalistas, superados por la revolución, para impulsar la
resistencia popular. La prensa soviética bautizó la guerra como "La Gran Guerra Patria" y una nueva revista llamada "Eslavos"
fue hecha circular, en un intento de unificar a todos los países eslavos contra Alemania. Esta publicación se llegó a distribuir
hasta en Sudamérica.
Una situación que sorprendió a los alemanes fue el uso de perros como elementos antitanques. Estos perros eran entrenados para
situarse bajo un tanque por instinto pavloviano, pues se los había entrenado colocando comida debajo de los tanques. El cánido
portaba una bomba en las grupas que era accionada por una asa perpendicular que se doblaba al meterse el perro bajo el tanque y
causaba la explosión del dispositivo.
Pronto los soviéticos, más aún los de las regiones de Crimea, Lituania y Ucrania comprendieron que la intención alemana era su
exterminio, ya que los oficiales hacían la vista gorda con los robos a las granjas y las violaciones de las mujeres. Las matanzas de
Kiev, Smolensko y otros lugares por los batallones de la muerte, los Einsatzgruppen a cargo de las SS, despejaron todas las dudas
acerca del destino que los esperaba. En este punto, tantos los militares como los civiles se empezaron a defender hasta la muerte,
con un empecinamiento y un espíritu de lucha que sorprendió a los alemanes. Por primera vez en la historia, los alemanes
observaron soldados mujeres entre los cadáveres de los puestos defensivos destruidos. Asimismo el papel de apoyo que prestó la
mujer al soldado combatiente fue vital para mantener la moral combativa de los hombres, ya fuera sirviendo como oficiales de
enlace, radiotelefonistas, o bien a cargo de emplazamientos artilleros o como brigadistas de tanques.
Por otro lado, las actividades de los partisanos hacían que para los alemanes, el internarse en un bosque o servir de enlace,
equivaliera a un pase a la muerte. Durante la batalla de Moscú, la actividad partisana al este de Smolensko mantuvo en jaque
durante semanas a los ejércitos del Reich. A pesar de que algunos soldados soviéticos se pasaban al lado alemán (se los denominó
hiwis, incluso se formaron batallones cosacos con uniforme alemán), el Ejército Rojo logró un sorprendente grado de
recuperación muy superior al alemán. Este mecanismo sinérgico se debía, en parte, a la ayuda aliada a la Unión Soviética, de
acuerdo a la Ley de Préstamo y Arriendo de 1941, que facilitó a Gran Bretaña y otros aliados grandes cantidades de material de
guerra, como equipos, tanques y aviones estadounidenses. La determinación de defender el suelo patrio, y el ser conocedores de
la más que probable suerte que los esperaría a manos alemanas fueron fundamentales para mantener motivado al Ejército Rojo y
al pueblo soviético. La aparición de grandes tanques soviéticos como el KV-1 y el T-34, de diseño y blindaje superior a los Panzer
IV de los alemanes fue una de las bazas de la resistencia soviética.
El 31 de enero de 1943, noventa mil soldados alemanes supervivientes de Stalingrado se rindieron a la Unión Soviética. Además,
el 2.º Ejército húngaro fue barrido también.
Stalingrado marcó varios hitos: la primera derrota alemana importante en la guerra, el punto de mayor avance en la Unión
Soviética y la batalla más sangrienta de la Historia, además Friedrich Paulus fue capturado, siendo el primer mariscal de campo
alemán en ser capturado vivo en la historia. Todos los historiadores están de acuerdo de que aunque todavía quedaban por delante
más de dos años de guerra, Alemania empezó a perderla en Stalingrado. Stalin diría para esa fecha: «Sorge salvó a la Unión
Soviética», ya que los informes que suministró a Stalin, fueron valiosísimos para la retirada de fuerzas siberianas desde los
fronteras orientales para destinarlas a Moscú y Stalingrado. Estas tropas combatieron bien en ambientes extremos. La Abwehr
alemana descubrió las actividades de espionaje de Sorge y fue detenido por la Kenpeitai (el equivalente japonés de la Gestapo). A
pesar de las negociaciones de Stalin, Sorge fue ejecutado en la horca el 7 de noviembre de 1944.
Los rusos avanzaron quinientos kilómetros más allá de Stalingrado, ocupando Kursk y Járkov. Sin embargo, el general Erich von
Manstein lanzó una contraofensiva el 20 de febrero que les permitió recuperar Járkov. Este ataque de Von Manstein al sur de la
ofensiva soviética dejó un saliente en el frente, cuyo centro estaba exactamente sobre Kursk.
Operación Ciudadela
Con esta situación en el frente, Hitler vio la oportunidad perfecta para emprender una ofensiva que le permitiría a Alemania
retomar la iniciativa en la guerra. Atacar en Kursk era una jugada peligrosa, sus generales le recomendaron a Hitler que no
atacara, sino que de ahora en adelante Alemania debería luchar a la defensiva. Hitler los ignoró y empezó a mover tropas de otros
frentes hacia el saliente de Kursk, con el objetivo de atrapar a los soldados enemigos que se encontraban allí. Secretamente,
Zhúkov empezó a mover tropas para fortalecer el saliente, después de que la inteligencia de su país le informara de los planes
alemanes.
El ataque sobre el saliente de Kursk fue llamada Operación Ciudadela, aunque hoy en día se conoce como la batalla de Kursk.
Los alemanes juntaron casi un millón de hombres para esta operación, así como 2700 tanques y 10 mil cañones de artillería. Por
su parte, los soviéticos casi llegaron al millón y medio, así como 3600 tanques y el doble de cañones.
Todo estaba preparado para la mayor batalla de tanques de la historia, y Alemania debía derrotar completamente al Ejército Rojo,
porque no contaba con las reservas para iniciar otra ofensiva. Hitler conocía la importancia de esta operación y por eso declaró:
Esta operación es de una importancia fundamental. Debe concluir con un rápido y decisivo
éxito. Cada jefe y cada soldado habrán de ser debidamente preparados para que se den cuenta
de la importancia decisiva de esta ofensiva. La victoria de Kursk será un faro que iluminará al
mundo.
El ataque comenzó el 4 de julio. Por la tarde Junkers Ju 87 Stuka bombardearon en las líneas del norte, a la vez que se iniciaba el
ataque de artillería. A las 22:30 los soviéticos replicaron con un bombardeo de la artillería que, ayudado por la lluvia torrencial,
retardó el avance alemán.
El 5 de julio de 1943, los soviéticos, conociendo la hora exacta del ataque alemán, comenzaron un bombardeo masivo de la
artillería sobre las líneas enemigas 10 minutos antes, seguido por un ataque masivo por parte de la aviación rusa contra la
Luftwaffe en sus bases, en una tentativa de emular la táctica alemana de eliminar la aviación enemiga dentro de la primera hora
de la batalla. Las horas siguientes se convirtieron en la mayor batalla aérea de la historia. El IX Ejército Panzer en el norte se
encontró casi incapaz de moverse. A los pocos minutos de avanzar fue atrapado en los campos minados.
Después de que en una semana los alemanes hubieran avanzado solamente 10 kilómetros, los soviéticos lanzaron un ataque
contra el II Ejército en Orel. En el sur las operaciones iban algo mejor para los alemanes. La punta de lanza del IV Ejército
Panzer, comandada por el General Hermann Hoth, llegó a Prójorovka. En este empalme ferroviario se libró entonces una batalla
de mil tanques, considerada por algunos historiadores como la mayor de la historia.
Sin embargo, a pesar de la cantidad de bajas alarmante en el bando soviético, la enorme reserva de hombres ayudó a solventar
fácilmente las pérdidas del Ejército Rojo. Por el lado alemán la situación era diferente, ya que a pesar de que las bajas eran
inferiores, cada una era un sacrifico que Alemania no podía darse el lujo de afrontar.
Lejos aún de su objetivo, a Hitler le llegó la noticia de que tropas británicas y estadounidenses acababan de desembarcar en
Sicilia el 10 de julio (ver Operación Husky), los peores temores de los generales de Hitler se hicieron realidad: acababan de
perder cientos de miles de soldados y no habían ganado casi nada. Hitler ordenó suspender la ofensiva y retiró tropas del frente
oriental hacia el frente de Italia, aunque muchas de estas se encontraban en el campo de batalla cuando les llegó la orden.
En la batalla de Kursk, Alemania perdió cerca de 200 mil hombres, mil tanques y 200 aviones. Por su parte, la Unión Soviética
perdió 600 mil hombres y 1500 tanques, así como mil aviones. Sin embargo, este país reemplazó en poco tiempo a los soldados
perdidos, pero estas pérdidas fueron insostenibles para Alemania, y nunca más volvió a realizar una ofensiva a gran escala. El
impulso alemán en la Segunda Guerra Mundial se perdió para siempre, y por primera vez, muchos generales alemanes se dieron
cuenta de que su país iba a perder la guerra.
Expulsión alemana
La Rumyántsev
Aprovechando que los alemanes estaban distraídos por su propia ofensiva, el Frente del Oeste del Ejército Rojo se lanzó contra
Smolensk, que fue liberada finalmente el 25 de septiembre. Sin embargo, el avance soviético hacia el río Dniéper fue tan rápido e
imprevisto, que el II Ejército al mando del mariscal de campo Walther Model casi fue aislado. Al norte del saliente de Kursk, en
el Frente de Bryansk, se inició otra ofensiva soviética, tomando Oriol en una semana y haciendo retroceder a los alemanes 120
kilómetros.
El 3 de agosto, se inició la operación Polkovodets Rumyántsev en
los frentes de Vorónezh y de la Estepa, sorprendiendo a los
alemanes de nuevo, ya que su inteligencia les había informado
que estos dos frentes soviéticos habían sufrido serias bajas en la
batalla de Kursk. Esta información era verdadera, pero Alemania
volvió a subestimar los enormes recursos humanos que poseía el
Ejército Rojo. La Rumyántsev logró liberar a Bélgorod en el
segundo día. El 21 de agosto, Járkov también fue liberada por
segunda vez en la guerra, si bien esta vez definitivamente.
Si bien las operaciones soviéticas de 1943 se anotaron una gran victoria al aislar las fuerzas alemanes en Crimea y al liberar Kiev,
los alemanes pensaron que el agotamiento haría que las ofensivas se suspendieran durante el invierno. Lo que la OKW no sabía
es que al mismo tiempo, en el Kremlin ya estaba planificando la liberación de Ucrania ese mismo año.
En la madrugada del 24 de diciembre de 1943 los soviéticos irrumpieron a lo largo de todo el frente al oeste de Kiev, empezando
con un ataque de artillería contra el Grupo de Ejércitos Sur. El asalto de la infantería posterior logró hacer retroceder a los
alemanes 32 kilómetros, sin embargo, inmediatamente se iniciaron las lluvias, con lo que se redujo bastante el ritmo soviético. De
todas maneras, para el 5 de enero de 1944, se había abierto una brecha de 240 kilómetros de ancho y 80 kilómetros de
profundidad, cortándose la comunicación entre el Grupo de Ejércitos Norte y Sur.
Al disminuir las lluvias, la ofensiva soviética se disparó de nuevo, y entre las ciudades de Korsun y Cherkassy, en Ucrania, se
atraparon a 50 mil soldados del Reich. De esta manera, quedó cada vez más claro que la situación alemana en Ucrania era
insostenible, sin embargo, Hitler se negó a ordenar una retirada general. En abril cayó Odesa y Sebastopol un mes después.
Después del desastre de Smolensk, el Grupo de Ejércitos Centro y Norte habían logrado recuperarse y habían mantenido al
Ejército Rojo alejado del Dniéper en el norte. Sin embargo, en enero de 1944, los frentes del Norte se activaron de nuevo,
permitiendo finalmente el levantamiento del cerco de Leningrado, aunque buena parte de los habitantes ya habían muerto para
entonces. Poco después, Nóvgorod también fue liberada y en febrero el avance soviético se detuvo en la frontera con Estonia,
después de haber movido 100 kilómetros el frente.
La Operación Bagration
Con el frente en el sur muy aislado, el Alto Mando Soviético concluyó que lo mejor sería avanzar por Bielorrusia también, ya que
si las tropas soviéticas continuaban avanzando por Ucrania extendería peligrosamente las líneas de suministros25 Finalmente se
llegó a elaborar la Operación Bagration, cuyo objetivo sería empujar el frente más allá de Minsk. Los alemanes, por su parte,
habían estado retirando tropas de Bielorrusia, ya que esperaban un ataque más al sur, frente a Leópolis.
El 6 de junio, las tropas angloamericanas por fin desembarcaron en Europa, aliviando la presión que existía en el Frente Oriental.
El 9 de junio de 1944, el Ejército Rojo logró expulsar a los finlandeses del lago Ládoga. Los alemanes en Finlandia, comandados
por el General Lothar Rendulic, empezaron a prepararse para escapar de Finlandia, porque sabían que este país los traicionaría
pronto. El propio Carl Gustaf Mannerheim les había advertido tiempo atrás que si los alemanes eran expulsados de Estonia,
Finlandia negociaría la paz. En efecto, el 19 de septiembre la
Unión soviética y Finlandia firmaron un armisticio, y este país le
declaró la guerra a Alemania poco después (véase Guerra de
Laponia). En su huida, los alemanes arrasarían con varias
poblaciones como medida de represalia, incluyendo Rovaniemi.
Mapa de la Operación Bagration. Mientras tanto, el 4º ejército alemán, batiéndose en retirada desde
Orsha, se tuvo que detener en el río Beresina, porque Hitler le
prohibió retroceder más. Cuando el desastre era inminente, el
comadante del 4º ejército desobedeció las órdenes, e hizo cruzar las tropas, evitando un desastre mayor.
Por otro lado, el Grupo de Ejércitos Norte también fue atacado, ya que muchas tropas se retiraron al sur, hasta Minsk, donde
fueron cercadas el 3 de julio. Una semana después, la ciudad caía. Inmediatamente, el Ejército Rojo avanzó hacia Lituania,
tomando Vilna rápidamente.
Finalmente, el 29 de agosto, el avance soviético se detuvo. Para ese momento, el II Frente Bielorruso estaba a menos de 80
kilómetros de Prusia del Este, en aquel momento parte de Alemania. Más al sur, el I Frente Bielorruso había entrado a Polonia y
cruzado el río Vístula, además parte importante del Grupo de Ejércitos Norte no se había podido retirar y había quedado aislado
en Curlandia. Después de avanzar casi 600 km en un frente de 1120 km, los estados del Báltico habían sido liberados de la
ocupación nazi, y solo era cuestión de tiempo para que Polonia fuera también liberada por la Unión Soviética. Además, en el sur,
el avance sobre Ucrania finalmente se había completado, y el 23 de agosto, el gobierno pro-nazi de Rumania fue derrocado. El 12
de septiembre, Rumania se rindió, y los Balcanes fueron abiertos completamente al Ejército Rojo.
En total, la Operación Bagration golpeó a 16 divisiones alemanas y causó bajas a otras 50 divisiones.25 Con los aliados
desembarcando en Francia al oeste, y habiendo perdido más de 200 mil hombres en el este en los últimos tres meses, era obvio
que la Wehrmacht debería tomar medidas extraordinarias si quería evitar que los soviéticos entraran al corazón de Alemania.
Captura de Alemania
El caso de Varsovia se repitió inmediatamente en Eslovaquia, la resistencia eslovaca se rebeló en masa contra la guarnición
alemana en su país. Al igual que en Varsovia, el alzamiento fracasó sin la ayuda del ejército rojo, y los alemanes restablecieron su
poder en Eslovaquia solo para ser expulsados por los soviéticos dos meses después.
En enero de 1945 los soviéticos llegaron finalmente a Varsovia, y con una fuerza de
tanques, infantería y artillería diez veces superior a las fuerzas alemanas, reiniciaron
su ofensiva, cubriendo entre 30 y 40 kilómetros por día en Polonia. La población
alemana de Prusia Oriental, Danzig y Poznań fue evacuada en el marco de la
Operación Aníbal. Varios barcos con civiles y militares alemanes fueron hundidos
por submarinos rusos, siendo los más conocidos el Wilhelm Gustloff y el MS Goya,
con 8 mil y 6 mil muertos respectivamente. El éxodo alemán llevó a miles de
refugiados buscar albergue en ciudades Coblenza, Dresde y Hamburgo, las cuales
serían bombardeadas por los estadounidenses y británicos con bombas de fósforo y
napalm, con miles de civiles muertos incluyendo prisioneros de guerra ingleses. Solo
en Dresde se contabilizaron más de 40.000 desaparecidos, cuyos cuerpos
presumiblemente se desintegraron.,27 esto como resultado de la política aliada
presidida por el Mariscal del Aire, el inglés Arthur Harris, apodado correctamente
Bombardero Harris.
Símbolo del Armia Krajowa
El 27 de enero fue finalmente liberado el campo de exterminio de Auschwitzen el
que se encontraron solamente 5.000 reclusos.28 En total se encontraron otros cinco
campos de esta clase en Polonia ocupada: Belzec, Chelmno (Kulmhof), Majdanek, Sobibor y Treblinka.
Para inicios de febrero, el Ejército Rojo se encontraba desplegado a lo largo del río Oder, a unos 60 km de Berlín. Lo que
quedaba del Grupo de Ejércitos Norte continuaba resistiendo en Curlandia, olvidados por Berlín, mientras que el Grupo de
Ejércitos Centro también estaba aislado en Königsberg. Solo quedaba la mitad del Grupo de Ejércitos Sur (Grupo de Ejércitos A)
para resguardar la entrada a Berlín, ya que muchas tropas habían sido enviadas al oeste de Alemania para intentar contener a la
ofensiva angloamericana durante la batalla de las Ardenas.
Además de renombrar al Grupo de Ejércitos Norte, Grupo de Ejércitos Curlandia, Hitler nombró a Heinrich Himmler comandante
del recién creado Grupo de Ejércitos Vístula, a pesar de que este no tenía ninguna experiencia comandando tropas, esta decisión
fue tomada por la sencilla razón de que Hitler ya no confiaba en la Wehrmacht desde el atentado del 20 de julio (Operación
Valkiria). El contraataque lanzado por Himmler el 24 de febrero fracasó, y la Pomerania, región históricamente alemana fue
anexada a Polonia.
Más al sur, tres intentos alemanes de sacar a sus tropas atrapadas en Budapest, fracasaron, y la guarnición de Budapest se lanzó
en una carga suicida contra los soviéticos, muriendo la mayoría, si bien algunos alemanes lograron escapar. No obstante, Hitler
ordenó a sus hombres avanzar hasta el Danubio, ejecutando una ofensiva en el lago Balatón, que fracasó. Esta fue la última
ofensiva importante de Alemania en el resto de la guerra.
Aprovechando el fracaso alemán, el Ejército Rojo liberó Hungría, y para el 13 de abril, Viena ya había sido también liberada. El 9
de abril, la guarnición alemana de Königsberg se rindió, sin embargo, la lucha en Heiligenbeil y Danzig continuó hasta el final de
la guerra en Europa.
Batalla de Berlín
Para abril, todos los frentes soviéticos y polacos estaban listos para iniciar el avance final sobre Alemania. Sumaban dos millones
y medio de hombres, 6250 tanques, 7500 aviones, 41 600 piezas de artillería, 3255 lanzacohetes Katyusha, y casi cien mil
vehículos de transporte.
El 16 de abril, la llamada batalla de Berlín empezó, y si bien Zhúkov encontró problemas en las llamadas Colinas de Seelow, en
el sur, el I Frente Ucraniano de Iván Kónev llegó sin problemas al sur de Berlín. El I Frente Bielorruso de Zhúkov se vio
presionado a acelerar el paso, ya que deseaba capturar Berlín primero. Zhúkov rodeó Berlín y atacó desde el noroeste, mientras
que Kónev, que se detuvo momentáneamente por órdenes de Stalin, llegó después a Berlín y atacó por el sur.
El 24 de abril, el General Helmuth Weidling, comandante del LVI Cuerpo Panzer, se dirigió al bunker de Hitler para ser fusilado
después de haber sido acusado de haber escapado a Potsdam. Sin embargo, como síntoma de la inestabilidad mental que Hitler
mostró en sus últimos meses, Weidling no solo no fue ejecutado, sino que fue nombrado Comandante en Jefe de las fuerzas en
Berlín, ya que Goebbels, el Defensor nominal de Berlín, no tenía preparación militar. La batalla de Berlín fue dura, los nazis
reclutaron a los varones entre 13 y 60 años (ver Volkssturm), por lo que era normal ver niños de las juventudes hitlerianas, así
como ancianos e inválidos, en los puestos de artillería o usando Panzerfausts. Las bajas fueron muy elevadas por los 2 bandos, y
los edificios de Berlín sufrieron grandes destrozos, incluyendo la Cancillería del Reich, el Reichstag y la puerta de Brandeburgo.
Aquellos civiles que se negaban a luchar eran ejecutados inmediatamente por los nazis. La cantidad de prisioneros fue baja
comparada con las de otras batallas, los miembros de las juventudes hitlerianas fueron de los que más ferozmente combatieron,
sobreviviendo solo 2 de ellos. Hitler se negó a abandonar la capital para ir al Berchtesgaden, por lo que los altos oficiales de la
Wehrmacht rehusaron rendirse, ya que todos habían tomado un juramento de lealtad al Führer.
El 9 de mayo, día de la victoria para la Unión Soviética, se convirtió en fecha festiva, y el 24 de junio se celebró un impresionante
desfile en Moscú.
Las fuerzas alemanas ubicadas en Praga se negaron a rendirse, ya que tenían la esperanza de que los norteamericanos podrían
capturar la ciudad antes que los soviéticos. Cuando fue obvio que los norteamericanos no tenían ninguna intención de ocupar
Checoslovaquia, dejaron de luchar y escaparon al oeste. Todos los rumores que existían, asegurando que los alemanes habían
construido una serie de fortalezas inexpugnables en los Alpes (Alpenfestung), resultaron ser falsos, y la mayoría de las tropas
alemanas, hartas de la guerra, se rindieron en masa a los aliados occidentales.
El mariscal de campo soviético Gueorgui Zhúkov (adelante, segundo desde la izquierda) , el general
soviético Vassili Sokolovski (atrás, con condecoración), el mariscal de campo soviético Konstantín
Rokossovski (adelante, primero desde la derecha) y el mariscal de campo británico Bernard
Montgomery (adelante, segundo desde la derecha) se alejan de la Puerta de Brandeburgo luego de
una ceremonia de entrega de medallas efectuada por Montgomery a los oficiales soviéticos el 12 de
julio de 1945.
Consecuencias
Bajas
El Frente Oriental no tuvo paralelo en Europa por su ferocidad y brutalidad. La lucha involucró a millones de soldados y civiles
en el bando soviético y el bando alemán. En este frente de operaciones murieron más de 2.5 millones hombres de las fuerzas del
Eje, y más de 657 mil prisioneros fueron asesinados en gulag. Las muertes de civiles alemanes, debido a la huida, expulsión y el
trabajo forzoso de los alemanes en la Unión Soviética se disputan y van desde 400 mil a 600 mil, mientras que las pérdidas
soviéticas duplican o triplican estas últimas, con más de 6.8 millones de soldados muertos y más de 1.7 millones de prisioneros
asesinados en campos de concentración alemanes. Las muertes de civiles abarcan entre 10 millones por la actividad militar de
lesa humanidad por el ejército alemán y 4 millones debido al hambre y el frío. La alta cifra de civiles y soldados caídos
prisioneros, revela el maltrato que sufrieron ambos lados, la brutalidad que mostraron los nazis en contra los civiles en la
ocupación de Europa Oriental y la Unión Soviética siguiendo las órdenes de Hitler de vaciar estas tierras de sus habitantes, a los
que consideraban inferiores, "Untermenschen", para proporcionar el espacio vital que necesitaba la nación alemana, la "raza
superior", de los "Ubermenschen". El uso de la táctica de la tierra quemada, ordenada por Hitler y Stalin,16 originó que miles
murieran de frío y hambre, así como la destrucción de la infraestructura completa de muchas ciudades, Stalingrado y Varsovia por
ejemplo. El progreso de la artillería y el bombardeo masivo originó que grandes masas de soldados fueran aniquiladas en
minutos. En cuanto a los prisioneros, desfallecían por el cansancio debido a los trabajos forzados, el hambre, el frío y las
ejecuciones en masa, cabe resaltar que el mismo trato recibieron los prisioneros del Eje en manos de los soviético
29
Pérdidas militares en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial (1941–1956) 30
Las pérdidas del Eje incluyen tropas del ROA (Ejercito de liberación ruso) (215 000) y los finlandeses (63 204). Otros prisioneros
(440 719); otras bajas en cautiverio (69 581).
31
Pérdidas militares en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial (1941–1945) 32
Fuerzas Aliadas
Total de Muertos en combate/Muertos por Prisioneros Prisioneros de guerra
muertos heridas o enfermedades de guerra muertos en cautiverio
Unión
8 868 400 6 884 500 5 734 000 1 783 300
Soviética
Polonia 24 000 24 000 Desconocido Desconocido
Rumania 17 000 17 000 80 000 Desconocido
Bulgaria 10 000 10 000 Desconocido Desconocido
9 319
Total 400+ 7 335 500+ otros >5 814 000 >1 783 300
otros
Las pérdidas soviéticas incluyen a los partisanos (250 000) y la milicia (150 000).
Las fuerzas polacas, que inicialmente consistían en refugiados tanto de la invasión alemana como de la invasión soviética de
Polonia en 1939, empezaron a pelear junto al Ejército Rojo en 1943. Cuando se empezó a liberar Polonia, más polacos se unieron
al combate.
Países como Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia fueron obligados a cambiar de bando cuando la Unión Soviética los ocupó.
Las monarquías de Rumania, Bulgaria, Hungría y Yugoslavia no regresan al poder o, en caso de hacerlo, son derrocadas poco
después. En Yugoslavia el comunista Josip Broz Tito llega al poder a través de elecciones. Lituania, Estonia, Letonia, Ucrania
y Bielorrusia continuaron siendo Repúblicas federadas de la Unión Soviética.
La Unión Soviética sale de la guerra como una superpotencia mundial de primera clase, con un inmenso y moderno ejército. Sin
embargo, a diferencia de las potencias occidentales, este país ha sufrido daños irreparables en su infraestructura, por lo que exige
fuertes indemnizaciones de guerra a la economía en bancarrota de Alemania.
Después de la guerra, aquellos líderes militares o nazis de las fuerzas del Eje fueron arrestados, siendo juzgados en una serie de
juicios. Los más famosos de estos fueron los llamados Juicios de Núremberg, debido a la importancia política de los juzgados. En
total, pocos alemanes fueron ejecutados a través de estos juicios, si bien muchos fueron encarcelados, la mayoría saldría libre
antes de la década de los 70. Ningún aliado fue responsabilizado de algún crimen de guerra.
La Cancillería del Reich fue demolida en una ceremonia en la que estuvo presente sir Winston Churchill, este luego manifestó
haber visto varios alemanes llorando. Oficialmente los restos de Hitler nunca fueron hallados, pero fuentes confiables rusas
aseguran que fueron parcialmente recuperados por las fuerzas soviéticas, y junto a los restos de la familia Goebbels fueron
llevados a un lugar en la Alemania Oriental. En 1970, por una orden del Kremlin, fueron reducidos a cenizas los huesos de Hitler
y Eva Braun, y lanzados a un río. En Moscú se conservan hasta hoy solo fragmentos de sus calaveras y dentaduras.
Referencias
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bando de la Unión Soviética cuando el Ejército Rojo
3. la cifra de prisioneros aumento hasta 1956.
se acercó a sus respectivos territorios
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8. Por nacionalidad se puede hablar de: 350 053 Estados Bálticos, incluyendo Finlandia
húngaros, 299 990 rumanos, 215 000 ROA (Ejército 20. La Caballería polaca en la Segunda Guerra Mundial
de liberación ruso), 63 204 finlandeses y 58 726 (http://www.militar.org.ua/militar/sgm/Segunda-guerra
italianos. Cabe indicar que 1/3 murió en cautiverio. -mundial-caballeria-polaca.html) Artículo que justifica
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s_cifras_de_la_victoria_frente_a_la_maquina_de_gu 662-1226-4. Las cifras oficiales son de 37 mil, pero la
erra_nazi_29277.html). (enlace roto disponible en Internet mayoría de los historiadores concuerdan en que
Archive; véase el historial (https://web.archive.org/web/*/http:// estas cifras han sido atenuadas ya que muchos
es.rbth.com/cultura/2013/06/24/las_cifras_de_la_victoria_frent cuerpos no fueron encontrados
e_a_la_maquina_de_guerra_nazi_29277.html) y la última 28. Toland, John (2003). The Last 100 Days. Modern
versión (https://web.archive.org/web/2/http://es.rbth.com/cultur Library. pp. 9-10. 0-8129-6859-X.
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«Stalin firmó una orden el 17 de noviembre
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War II: The Definitive Encyclopedia and Document
y quemar hasta las cenizas' todas las casas y
Collection [5 volumes]: The Definitive Encyclopedia
granjas ubicadas hasta 40 millas detrás de las líneas
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pe/books?id=wm_YDAAAQBAJ&pg=PA368&redir_es
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el 25 de febrero de 2019.
Véase también
Frente Occidental (Segunda Guerra Mundial)
Gran Guerra Patria
Crímenes de guerra nazis en la Unión Soviética
Crímenes de guerra del Ejército Rojo
Operación Barbarroja
Batalla de Stalingrado
Batalla de Kursk
Batalla de Sebastopol
Operación Bagration
Enlaces externos
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