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Manual de

Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


segunda EdicióN

Manual de
Reanimación
Cardiopulmonar
Neonatal
Área de Trabajo en
Reanimación Neonatal.
Comité de Estudios
Feto-Neonatales (CEFEN)

Buenos Aires, 2016

Sociedad
Argentina
de Pediatría
Castro, Adriana. Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal / Adriana Castro y Gastón Pérez.
1a edición. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Sociedad Argentina de Pediatría, 2014.
104 páginas; 20x28,5 cm.
ISBN 978-987-3715-00-6

1. Pediatría. 2. Neonatología. 3. Reanimación Cardiopulmonar. I. Pérez, Gastón II. Título

CDD 618.92

Fecha de catalogación: 15/04/2014

© SAP. Sociedad Argentina de Pediatría, 2014


Av. Coronel Díaz 1971/75 (C1425DQF) Ciudad de Buenos Aires. República Argentina
Telefax: (54-11) 4821-8612 / 4821-2318
Correo electrónico: publicaciones@sap.org.ar
Internet: http//www.sap.org.ar

Primera Edición: 2014.


Segunda Edición, corregida y aumentada: 2016.

Hecho el depósito que marca la ley 11.723.


Editado e impreso en la República Argentina.

Ninguna parte de esta publicación, ni el diseño de la cubierta, puede ser reproducida,


almacenada o trasmitida en manera alguna por ningún medio sin la autorización
de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Producción gráfica integral

ideografica@netizen.com.ar
Sociedad Argentina de Pediatría

COMISION DIRECTIVA 2015 - 2017


Presidente
Dr. Jorge Lisardo Cabana
Vicepresidente 1ra.
Dra. Stella Maris Gil
Vicepresidente 2do.
Dr. Omar L. Tabacco
Secretaria General
Dra. María Eugenia Cobas
Tesorero
Dr. Rodolfo Pablo Moreno
Pro Tesorera
Dra. María Guinot
Secretario de Educación Continua
Dr. Fernando Claudio Ferrero
Secretaria de Actas y Reglamentos
Dra. Lucrecia Georgina Arpi
Secretario de Medios y Relaciones Comunitarias
Dr. Héctor Leonardo Pedicino
Secretario de Relaciones Institucionales
Dr. Carlos Gustavo Wahren
Secretaria de Subcomisiones, Comités y Grupos de Trabajo
Dra. Verónica Sabrina Giubergia
Secretaria de Filiales y Delegaciones
Dra. Claudia María Palladino
Vocal 1ro.
Dr. Alejandro Eugenio Pace
Vocal 2da.
Dra. Judit Mabel Kupervaser
Vocal 3ro.
Dr. Luis Díaz Dellacasa
Coordinadora Técnica
Dra. Mariana Rodríguez Ponte

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Sociedad Argentina de Pediatría

Área de Trabajo en Reanimación Neonatal.


Comité de Estudios Feto-Neonatales (CEFEN)

Coordinadoras
Dra. Adriana Castro
Dra. Lucrecia Bossi

Integrantes
Dr. Juan Pablo Berazategui
Dra. Carola Capelli
Dr. Diego Enriquez
Dra. Susana Gutiérrez
Dr. Gonzalo Mariani
Dr. Javier Meritano
Dra. Romina Molina
Dra. Amorina Pardo
Dr. Gastón Pérez
Dra. Cecilia Rabasa
Dra. Paula Santos
Dr. Edgardo Szyld

Secretario
Santiago Gutiérrez

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Índice
Abreviaturas................................................................................................................................. 11

Prólogo......................................................................................................................................... 13

Presentación................................................................................................................................ 15

Capítulo 1. Generalidades y principios de la reanimación........................................................... 17

Capítulo 2. Pasos iniciales en reanimación y administración de oxígeno suplementario ........... 25

Capítulo 3. Dispositivos. Ventilación con presión positiva........................................................... 37

Capítulo 4. Intubación Endotraqueal. Uso de máscara laríngea.................................................. 51

Capítulo 5. Masaje Cardíaco………………………………………………………………………......................………. 61

Capítulo 6. Medicamentos........................................................................................................... 69

Capítulo 7. Consideraciones especiales en reanimación............................................................. 77

Capítulo 8. Recepción del recién nacido prematuro.................................................................... 89

Capítulo 9. Principios éticos en reanimación............................................................................... 99

Capítulo 10. Cuidados posreanimación. Reanimación fuera del ámbito hospitalario y


posterior al nacimiento .......................................................................................... 107

Capítulo 11: Simulación como nueva herramienta docente en RCP Neonatal............................ 115

Bibliografía................................................................................................................................... 125

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Abreviaturas
AAP: American Academy of Pediatrics. lpm: latidos por minuto.
AHA: American Heart Association. Lpm: litros por minuto.
CEFEN: Comité de Estudios Feto-Neonatales. MC: masaje cardíaco.
cm: centímetros. mg: miligramos.
CO : dióxido de carbono.
2
min: minutos.
CPAP: presión positiva continua en la vía aérea. ML: máscara laríngea.
ECG: electrocardiograma. ml: mililitros.
ECMO: oxigenación por membrana extracorpórea. mmHg: milímetros de mercurio.
EHI: encefalopatía hipóxica isquémica. O : oxígeno.
2

ej: ejemplo. PEEP: presión positiva al final de la espiración.


ET: endotraqueal. PIM: presión inspiratoria máxima.
etc.: etcétera. PRN: programa de reanimación neonatal.
EV: endovenoso. RCP: reanimación cardiopulmonar.
H O: agua.
2
RN: recién nacido.
hs: horas. RNT: recién nacido a término.
FC: frecuencia cardíaca. RNPT: recién nacido pretérmino.
FiO2: fracción inspirada de oxígeno. SALAM: síndrome de aspiración de líquido
FR: frecuencia respiratoria. amniótico meconial.
Fr: French. SAP: Sociedad Argentina de Pediatría.
g: gramos SpO : saturación de O .
2 2

ILCOR: International Liason Committee on SF: solución fisiológica.


Resuscitation. SOG: sonda orogástrica.
INCUCAI: Instituto Nacional Central Único TET: tubo endotraqueal.
Coordinador de Ablación e Implante. UCIN: unidad de cuidados intensivos neonatales.
kg: kilogramos. Ud.: usted.
LAM: líquido amniótico meconial. VPP: ventilación a presión positiva.

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Prólogo
Cualquiera sea el nivel de complejidad o la condición de la institución donde se produce un naci-
miento, el recién nacido debe ser asistido por personal idóneo, en un ambiente adecuado, seguro,
respetuoso de sus derechos y de los de su familia.
En Argentina el principal componente de la mortalidad infantil es la mortalidad neonatal precoz.
Según cifras oficiales para el año 2013 la mortalidad infantil fue de 10,83 cada 1.000 de los recién
nacidos vivos, de los cuales casi la mitad (5,33) corresponde a mortalidad neonatal precoz.
Su disminución es un objetivo prioritario de las políticas de salud y una de las variables que con-
tribuirán a ello es una reanimación neonatal hecha por personal capacitado.
Pero hay otra realidad que ningún índice refleja: cuántos de los chicos que requieren reanimación
neonatal la reciben en forma adecuada, lo cual disminuye no sólo su riesgo de vida, sino también los
riesgos de ver comprometida su calidad de vida futura.
Desde lo personal y profesional, estar capacitado en reanimación neonatal debiera ser parte de la
preocupación por realizar un ejercicio profesional responsable.
Desde el sistema de salud o la institución donde se realiza el nacimiento debiera ser una exigencia
cuyo cumplimiento requiere el compromiso de facilitar al personal de salud el acceso a la capacita-
ción necesaria, así como a la actualización periódica de esos conocimientos y habilidades.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría es parte del compromiso en educación continua que a
través de nuestro Comité de Estudios Feto-Neonatales (CEFEN) busca “que todo recién nacido en sala
de partos sea asistido por personal capacitado y acreditado en reanimación neonatal”.
Esta segunda edición del Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal es una prueba de ello.
Nuestro agradecimiento a todos los que han colaborado en su redacción, a los instructores que
dedican su tiempo en trasmitir esta capacitación y a quienes realizan en todo el país el curso de
Reanimación Cardiopulmonar Neonatal, buscando mejorar sus conocimientos, habilidades y des-
trezas para una mejor atención de nuestros recién nacidos con perspectivas de una vida saludable.

Dr. Jorge Cabana


Presidente
Sociedad Argentina de Pediatría

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 3 |


Presentación
El Programa de Reanimación Neonatal se inicia en la Argentina en el año 1990, cuando se crea la
Subcomisión de Reanimación Neonatal dependiente del CEFEN en la Sociedad Argentina de Pediatría
(SAP).
El objetivo del mismo es que todo recién nacido en sala de partos sea asistido por personal capa-
citado y acreditado en reanimación neonatal.
Para alcanzar esta meta iniciamos la difusión del Curso de Reanimación Neonatal para todo el
personal de salud que asiste al recién nacido.
Comenzamos a formar instructores para poder capacitar, mejorar las habilidades y replicar el
curso en todo el país. En1998 realizamos en forma conjunta con la American Academy of Pediatrics
(AAP) y la American Heart Association (AHA) un Curso para instructores. El mismo fue dictado por
siete instructores de la AAP y siete de la SAP, siendo la primera actividad conjunta entre ambas so-
ciedades, formando en esa oportunidad a 150 instructores. En reconocimiento a esa labor nos fue
otorgado el copyright del “Manual de Reanimación Neonatal“ en castellano, contando a partir de
ese momento con sus diferentes ediciones.
Más recientemente en el año 2007, se firma un Convenio entre el Ministerio de Salud de la Nación
y la Sociedad Argentina de Pediatría, con el objetivo de disminuir la morbimortalidad neonatal pre-
coz vinculada a asfixia perinatal, y así extender y organizar el Programa en todo el país.
Luego de la recomendación de ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation) en 2010,
publicamos en Archivos Argentinos de Pediatría la Recomendación en Reanimación Neonatal, basa-
da en la mejor evidencia científica disponible.
En 2014 afrontamos el desafío de armar el primer Manual en Reanimación Neonatal, siendo
una herramienta de mucha utilidad en la adquisición del conocimiento, que posibilitó la difusión del
Curso en todo el país.
En esta oportunidad presentamos nuestra segunda edición. La misma surge luego de la actua-
lización del ILCOR del 2015. Queremos que sea un instrumento de lectura eficaz y actualizada que
sumado a otras estrategias educativas como los simuladores, ayuden a desarrollar las competencias
necesarias en reanimación.
El curso es teórico-práctico con examen final, siendo imprescindible la lectura previa del mismo
para su aprobación.
El tiempo que le dedique a aprender a reanimar es un tiempo muy bien aprovechado. El éxito
depende que se le brinde asistencia adecuada a los RN y usted lo puede lograr.
Agradecemos que colabore con la salud de nuestros recién nacidos y sus familias.

Área de Trabajo RCP Neonatal. CEFEN-SAP

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Capítulo 1.
Generalidades y
principios de la reanimación

En este capítulo se desarrollarán los siguientes temas:

• Las razones por las que es importante capacitarse en reanimación neonatal.

• Los cambios fisiológicos que ocurren en cada nacimiento.

• La importancia del trabajo en equipo y la comunicación efectiva para mejorar


la reanimación.

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Se estima que aproximadamente el 85% de los recién nacidos (RN) a término iniciará respiraciones es-
pontáneas dentro de los 10 a 30 segundos posteriores al nacimiento. Un 10% adicional responderá durante
el secado y la estimulación. Cerca del 3% iniciará respiraciones después de ventilación con presión positiva
(VPP). Un 2% requerirá intubación como sostén a su función respiratoria, y solamente el 0,1% requerirá ma-
saje cardíaco y/ o adrenalina para lograr esta transición.
Como vemos, la gran mayoría de los recién nacidos no requiere de intervención para la transición de la
vida intrauterina a la extrauterina. Sin embargo, el gran número de nacimientos que se produce anualmente
en todo el mundo implica que muchos niños necesiten alguna ayuda para lograr la estabilidad cardiorrespi-
ratoria posnatal.

Muy Evaluar el riesgo del RN de necesitar RCP1


frecuente Proporcionar calor.
Posicionar, despejar la vía área, si es necesario.
Secar, estimular para que respire

Poco Administrar O2 acorde al objetivo


frecuente de saturación guiado por oximetría.

Asistir con VPP2

Nada Administrar MC3


frecuente
Administrar
Medicamentos

1. Reanimación cardiopulmonar.
2. Ventilación con presión positiva.
3. Masaje cardíaco.

En el feto una pequeña proporción de sangre pasa a través de los pulmones y el oxígeno que utiliza el feto
es el que obtiene a través de la membrana placentaria. Si la placenta funciona normalmente, el oxígeno es
transferido de la madre al feto y el CO2 difunde. Cuando la placenta falla se acumula ácido en las células por
insuficiente perfusión. El monitoreo fetal puede mostrar menor actividad, menor variabilidad de la frecuencia
cardíaca y desaceleraciones.
El recién nacido durante las primeras respiraciones aumenta la presión en los alveolos pulmonares y co-
mienza la absorción del líquido intraalveolar, ingresa oxígeno y las arteriolas se relajan.
Después del nacimiento, el recién nacido pasa a depender de sus pulmones como única fuente de oxí-
geno; el líquido de los pulmones debe ser absorbido de los alvéolos. Se produce vasodilatación pulmonar,
aumentando el flujo sanguíneo a los alvéolos de modo que el oxígeno pueda ser difundido.
Esta transición normal ocurre en pocos minutos, pero el proceso completo puede completarse en horas

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 9 |


o días. Los estudios muestran los estudios que los RN necesitan más de 10 minutos en lograr una saturación
mayor de 90 %. El líquido pulmonar puede requerir varias horas en ser completamente absorbido. El cierre
funcional del ductus ocurre en 24 a 48 hs. La completa relajación pulmonar puede demorar meses.
Este es un período en el cual el RN puede presentar dificultades que alteren la adaptación y por ese motivo
presentar patología cardiorespiratoria inmediata.
Los mecanismos que podrían afectar este período son: ventilación inefectiva, hipotensión sistémica por
sangrado e hipoxia, vasoconstricción pulmonar con la consiguiente hipertensión pulmonar persistente del
recién nacido, etc.
Cuando no tiene lugar una transición normal, el suministro de oxígeno desde los pulmones disminuye, las
arteriolas pulmonares permanecen contraídas y se compromete el flujo sanguíneo pulmonar.
El problema más importante es la pérdida del intercambio gaseoso y el foco de la reanimación neonatal
debe ser lograr una ventilación efectiva para que se expandan los pulmones. Este es el principio más impor-
tante de reanimación neonatal.
Los signos y síntomas que puede presentar el recién nacido cuando se compromete la etapa de transición
incluyen:
• Depresión respiratoria a nivel central.
• Hipotonía muscular.
• Bradicardia o Taquicardia.
• Taquipnea.
• Cianosis.
• Hipotensión.
Hay estudios que han mostrado que la falta de esfuerzo respiratorio es el primer signo que un RN ha
presentado algún problema perinatal. La hipoxia perinatal puede llevar a un período inicial de respiración
rápida seguido por un período de apnea primaria. Durante este período, una maniobra de estimulación (las
recomendadas) llevará a que se reanude la respiración.
Si continúa el compromiso cardiorespiratorio el cuadro desencadenará en una apnea secundaria, en la
cual la estimulación no reiniciará la respiración. Esta se caracteriza por ausencia de respiración, bradicardia e
hipotensión. Para revertir este proceso se debe comenzar lo antes posible con ventilación con presión posi-
tiva y luego se irá evaluando el grado de compromiso perinatal según requiera maniobras más avanzadas de
reanimación.

Anticipación de la necesidad de reanimación


La anticipación, la preparación adecuada, la evaluación precisa, y el inicio inmediato son fundamentales
para el éxito de la reanimación neonatal. Aunque en la mayor parte de los pacientes es posible predecir la
necesidad de reanimación o estabilización, esto no siempre es así.
Varios estudios han demostrado que la cesárea realizada a las 37-38 semanas con anestesia peridural, sin
factores de riesgo identificados prenatalmente, no aumenta el riesgo que el RN requiera intubación endotra-
queal en en comparación con similar parto vaginal realizado a término por con un parto vaginal realizado en
una situacion similar. Sí, en cambio, se ha asociado a mayor riesgo de morbilidad respiratoria e internación
neonatal.

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Con una cuidadosa consideración de los factores de riesgo, la mayoría de los RN que necesitan reanima-
ción puede ser identificado antes de nacer.
Cada centro debe establecer quién debe ser el responsable de atender a los recién nacidos en función de
sus características asistenciales.

Personal de reanimación neonatal


• En cada nacimiento debe haber por lo menos una persona cuya principal responsabilidad sea el RN.
Esta persona debe ser capaz de iniciar la reanimación, incluyendo administración de ventilación con
presión positiva (VPP) y masaje cardíaco (MC).
• Esa persona u otra disponible rápidamente deben tener las habilidades necesarias para realizar reani-
mación avanzada incluyendo intubación endotraqueal, MC y administración de medicamentos.
• En los partos de alto riesgo, en los que el RN pudiera precisar reanimación, siempre debe estar presente
una persona capacitada para realizar todas las maniobras de reanimación.
• En los partos múltiples debe haber un equipo de reanimación por cada RN.

El trabajo en equipo y las habilidades de comunicación son tan importantes como las habilidades técnicas
y cognitivas. Los que reciben (y reaniman) RN deben:

• Conocer el ambiente de trabajo.


• Usar toda la información disponible.
• Anticipar y planificar.
• Definir quién tendrá el rol de liderazgo.
• Comunicarse efectivamente.
• Delegar trabajo de manera óptima.
• Dirigir la atención sabiamente.
• Saber usar todos los recursos disponibles.
• Solicitar ayuda cuando corresponde.
• Mantener una conducta profesional.

Antes de cada parto de riesgo el equipo neonatal debe tener instrucciones precisas:

• Evaluar los factores de riesgos perinatales.


• Asumir el liderazgo.
• Delegar roles.
• Designar quien documentará lo ocurrido.
• Verificar el equipo necesario.
• Considerar si hay que pedir ayuda.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 2 1 |


Equipamiento y ambiente
Se recomienda que el lugar y el material de reanimación estén preparados antes de que nazca el niño. La
reanimación debe realizarse en un ambiente cálido, bien iluminado, en el que no haya corrientes de aire y so-
bre una superficie firme precalentada bajo una fuente de calor radiante. Todo el material de reanimación debe
estar fácilmente accesible, y debe ser revisado y repuesto luego de cada parto. Los elementos de reanimación
deben estar limpios y los tubos endotraqueales (TET) deben ser estériles. Se deben tomar las precauciones
universales, es necesario usar guantes para reanimar ya que estamos en contacto con fluidos corporales.

Lista de equipamiento e insumos en recepción del recién nacido


Antes de cada nacimiento se debe verificar el estado y buen funcionamiento de los equipos y la disponi-
bilidad de suministros.

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Foto 1. Calentador radiante y equipo necesario para la recepción del recién nacido

factores de riesgo
Conocer los factores de riesgo es muy útil para así poder identificar con anticipación a los recién nacidos
que puedan requerir alguna maniobra de reanimación.
¿Qué factores de riesgo se asocian con la necesidad de reanimación neonatal?

Previo al parto Intraparto


• Embarazo sin control prenatal.
• Narcóticos administrados a la madre
• Gestación pre término o post término. 4 horas previa al parto.
• Embarazo múltiple. • Desprendimiento de placenta, placenta
• Patologías maternas: renal, pulmonar, neu- previa.
rológica, tiroidea. • Prolapso de cordón.
• Diabetes gestacional o previa. • Alteración en la frecuencia cardíaca fetal.
• Hipertensión inducida por embarazo o cró- • Hemorragia durante el parto.
nica.
• Líquido amniótico meconial,
• Adicción, tabaquismo, alcoholismo materno. sanguinolento o purulento.
• Infección materna. • Corioamnionitis.
• Malformaciones fetales. • Parto prolongado.
• Hidrops fetalis. • Macrosomía, distocia de hombros.
• Oligohidramnios o polihidramnios. • Presentación anormal.
• Restricción de crecimiento intrauterino. • Utilización de fórceps.
• Macrosomía fetal. • Cesárea de urgencia.
• Hemorragia durante el segundo o tercer • Anestesia general.
semestre.
• Ruptura prematura de membranas.

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Revise la lista de riesgo.
Considere la idea de tener una copia en la sala de partos y áreas de nacimiento.
Antes de cada nacimiento deberíamos tener una comunicación con el obstetra para analizar los factores
de riesgos anteparto e intraparto. Hay cuatro preguntas para realizar:
1. ¿Cuál es la edad gestacional?
2. ¿Es un embarazo múltiple?
3. ¿El líquido amniótico es claro?
4. ¿Existe algún riesgo adicional?

Puntaje de Apgar
El puntaje de APGAR es útil para reunir información del estado general y la respuesta a la reanimación.
Cuando es aplicado adecuadamente es una herramienta de evaluación estandarizada. Provee un registro de
la transición feto-neonatal. No se debe utilizar para determinar la necesidad de reanimación ni qué pasos son
necesarios o cuándo emplearlos.
Debe ser asignado al minuto y a los 5 minutos. Si el puntaje a los 5 minutos es menor a 7, se debe asignar
un puntaje adicional cada 5 minutos hasta los 20 minutos.
El puntaje asignado durante una reanimación no es equivalente al de un RN respirando espontáneamen-
te, por lo que se propone completar el puntaje de Apgar “ampliado”, indicando las medidas de reanimación
administradas al momento de la asignación del puntaje.

Puntaje de Apgar Edad gestacional


Signo 0 1 2 1 min 5 min 10 min 15 min 20 min
Color Azul o pálido Acrocianosis Completamente
rosado
FC Ausente <100 lpm >100 lpm
Irritabilidad refleja No respuesta Muecas Llora o retira
Tono muscular Flácido Alguna flexión Movimientos activos
Respiración Ausente Débil irregular Buen llanto

Minutos 1 min 5 min 10 min 15 min 20 min


O2
VPP
TET
Masaje cardíaco
Adrenalina

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Capítulo 2.
Pasos iniciales en
reanimación y
administración de
oxígeno suplementario

En este capítulo se desarrollarán los siguientes temas:


• Decidir, en el momento del nacimiento, si el recién nacido debe recibir maniobras de
reanimación.
• Realizar los pasos iniciales de la reanimación.
• Evaluar las conductas a seguir ante la presencia de líquido amniótico meconial (LAM).
• Administrar oxígeno suplementario a flujo libre y/o presión positiva continua en la
vía aérea cuando sea necesario.
• Utilizar el oxímetro de pulso en sala de recepción e interpretar su lectura.

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| 2 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
Valoración inicial
En los primeros segundos después del nacimiento, es importante definir si el RN requiere alguna maniobra
de reanimación. Para ello se debe realizar una evaluación rápida de las siguientes tres características:
• ¿Es una gestación de término?
• ¿El RN llora o respira?
• ¿Tiene buen tono muscular?

Si la respuesta a estas preguntas es SI, lo ideal es que el RN permanezca con su madre apenas nace, esta-
bleciendo el primer contacto piel a piel.

Veamos brevemente las razones por las cuales se eligen estas tres preguntas para tomar la decisión inicial:

• ¿Es una gestación de término?


Existe mayor riesgo de necesidad de reanimación en los RN prematuros, debido la inmadurez de sus órga-
nos y sistemas. Por esta razón, se recomienda que los recién nacidos pretérmino (RNPT) (menor de 37 sema-
nas) sean evaluados y reciban los pasos iniciales en un sitio con fuente de calor segura. Cabe mencionar que
algunos prematuros tardíos (34 a 36 semanas) pueden recibir los cuidados iniciales junto a su madre siempre
que permanezcamos atentos al control de sus signos vitales y al mantenimiento de la temperatura. El cuidado
de los RNPT es desarrollado en el Capítulo 8.

• ¿El RN llora o respira?


La presencia de respiración es evidente a través de la visualización del tórax. Se espera que el niño en los
primeros segundos al respirar expanda el tórax en forma rítmica y sostenida. Un llanto enérgico también ex-
presa suficiencia respiratoria. Hay que tener cuidado de no malinterpretar un esfuerzo respiratorio inefectivo
(jadeo, respiración entrecortada, en inglés, gasping*), el cual puede ser expresión de depresión respiratoria
y/o neurológica.

• ¿Tiene buen tono muscular?


En el RNT el tono adecuado se expresa con miembros en flexión y movilidad activa.

Retomemos la secuencia. Si el RN es de término y vigoroso**, no necesita reanimación y no debe ser se-


parado de la madre.
El RN debe ser secado, colocado en contacto piel a piel con la madre y cubierto con una compresa o toalla
seca para mantener la temperatura. La respiración, el tono muscular y el color deben observarse en forma
continua. En estos RN se debe esperar al menos 1 minuto para realizar la ligadura del cordón umbilical, pu-
diendo colocar al neonato sobre su madre, sin que esto altere los beneficios de esta práctica. La evidencia es
insuficiente para recomendar un tiempo de ligadura del cordón en los RN que requieren maniobras de reani-
mación. Antes del parto establezca con el obstetra el tiempo de ligadura del cordón.

* Se define “gasping” como una serie de inspiraciones profundas irregulares e inefectivas en presencia de hipoxia y/o
isquemia.
** Se define RN vigoroso al que presente adecuado esfuerzo respiratorio, buen tono muscular y frecuencia cardíaca
(FC) >100 latidos por minuto (lpm).

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 2 7 |


Si usted evalúa que el RN requiere reanimación (el RN es prematuro, no respira o presenta un esfuerzo
respiratorio inefectivo y/o está hipotónico) deberá proveer los pasos iniciales en los primeros segundos.
Si bien los llamamos “iniciales” y se definen en un determinado orden, estas medidas serán aplicadas a
lo largo del proceso de reanimación y pueden comenzar incluso antes de la ligadura del cordón. Si el RN no
respira al momento del nacimiento, recomendamos realizar una estimulación táctil con el cordón aún intacto
y evaluar si se establecen las respiraciones espontáneas. De esta manera se favorece una adaptación circu-
latoria más fisiológica. Se asignan aproximadamente 60 segundos (“el minuto de oro”) para completar los
pasos iniciales, reevaluar y comenzar la ventilación en caso de ser necesario (ver Algoritmo de Reanimación).

Pasos iniciales
Los pasos iniciales de la reanimación consisten en:
• Proporcionar calor y ayudar a mantener una temperatura normal.
• Secar al RN y remover las compresas o toallas húmedas.
• Colocar la cabeza en posición de “olfateo” (ligera extensión del cuello) para abrir la vía aérea.
• Sólo si es necesario, despejar la vía aérea aspirando a través de una pera de goma o un catéter de aspira-
ción. También se puede utilizar el limpiado de boca y nariz con un paño, toalla o compresa.
• Estimular la respiración.

Control de temperatura
La temperatura post natal en rango normal en RN no asfixiados es un predictor de morbimortalidad en
todas las edades gestacionales. Debe registrarse la temperatura corporal como indicador de calidad de aten-
ción. Se recomienda mantener la temperatura corporal entre 36,5 y 37,5 oC.
El objetivo es lograr normotermia y evitar tanto la hipotermia como la hipertermia iatrogénicas. Para pre-
venir la pérdida de calor es necesario:
• Evitar la exposición del RN a corrientes de aire.
• Mantener la sala de recepción-reanimación a 24-26 oC, especialmente en prematuros menores de 29
semanas de gestación.
• Secar al RN y remover las compresas o toallas húmedas.
• Cuando se necesita reanimar, se debe colocar al RN bajo una fuente de calor radiante, siempre contro-
lando que no desarrolle hipertermia. Una vez en la cuna radiante, no se debe cubrir al RN con toallas o
compresas, ya que esto impide que el calor le llegue, además de obstaculizar su correcta visualización.
• En prematuros menores de 32 semanas se recomienda el uso de una combinación de intervenciones
además de la fuente de calor radiante, que pueden incluir temperatura ambiental de 24 a 26 oC, toallas
precalentadas, colchones térmicos, envolver al RN en bolsas de plástico sin previo secado, gorro, calen-
tar y humidificar gases inspirados (ver capítulo 8).

| 2 8 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Despejando la vía aérea
El primer paso consiste en colocar al RN en una posición que contribuya a la apertura de la vía aérea.
Se debe posicionar al RN con la cabeza hacia el operador, en decúbito dorsal y con una ligera extensión del
cuello (posición de “olfateo”) que permite alinear la faringe posterior, la laringe y la tráquea. Se debe prestar
atención para evitar la hiperextensión y la flexión del cuello, posiciones que obstruyen la vía aérea. Luego se
evalúa la necesidad de realizar una aspiración de la vía aérea. Veamos dos circunstancias en función del tipo
de líquido amniótico que rodeaba al RN.

Cuando el líquido amniótico es claro


Si bien hay evidencia de que la aspiración de las secreciones ayuda a disminuir la resistencia de la vía
aérea, también hay evidencia de que la aspiración de la nasofaringe produce bradicardia durante la reani-
mación, por lo tanto, se recomienda que la aspiración inmediata después del nacimiento se reserve para los
recién nacidos que presentan obstrucción evidente de la vía aérea.
No se debe aspirar de rutina la vía aérea del recién nacido.
Las secreciones pueden ser removidas de la vía aérea limpiando la boca y nariz con un paño o toalla, o a
través de una aspiración con pera de goma o catéter. De realizarse a través de un catéter o sonda de aspira-
ción, se recomienda usar uno de calibre 12-14 Fr y una presión negativa de aspirado no superior a 100 mmHg.
Si el RN presenta abundantes secreciones conviene colocar la cabeza de costado para reunir las secreciones
en la mejilla y facilitar su remoción. Se realiza succión en la boca en primer lugar y luego en la nariz para evitar
la aspiración de secreciones hacia el pulmón, si el RN tiene un reflejo de inhalación luego del estímulo nasal.

Cuando hay meconio


No debe realizarse aspiración de la orofaringe antes de la salida de los hombros.
RN no vigoroso o deprimido al nacer: no se debe efectuar intubación con el fin de aspirar la tráquea.
Recordemos que “vigoroso” es un RN que presenta un adecuado esfuerzo respiratorio, buen tono muscular
y una FC >100 lpm.
La evidencia actual es insuficiente para recomendar intubación y aspiración traqueal en estos RN. Hay
estudios controlados pequeños que no han mostrado beneficios de la práctica de intubación y aspiración de
rutina. Por lo tanto se mantiene la recomendación de no intubar de rutina, haciendo hincapié en priorizar
la ventilación. De cualquier manera, hay pacientes que pueden requerir intubación para desobstruir la vía
aérea, pero eso será decisión del profesional a cargo.
Recordemos que el líquido teñido de meconio sigue siendo un factor de riesgo perinatal que requiere la
presencia de al menos un miembro del equipo de reanimación que esté totalmente capacitado en reanima-
ción neonatal, incluyendo intubación endotraqueal.

Recomendación

• No aspirar de rutina la vía aérea del RN.


• Aspirar en caso de obstrucción evidente o para despejar la vía aérea al proveer VPP.
• Aspirar primero la boca, después la nariz.
• Usar perita de goma o catéter de aspiración 12-14 Fr, con presión negativa no superior
a 100 mmHg.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 2 9 |


En recién nacidos con presencia de LAM

• No aspirar nariz y fauces antes de la salida de los hombros.


• No aspirar tráquea en RN vigorosos ni en RN deprimidos en forma rutinaria.
La prioridad es la ventilación.
• La aspiración de secreciones puede realizarse en cualquier momento luego del
nacimiento. La decisión estará a cargo de la persona responsable de la recepción
y el objetivo es mantener permeable la vía aérea.
• En casos de LAM, se requiere la presencia de al menos un miembro del equipo de
reanimación capacitado en reanimación neonatal avanzada.

Estimulación de la respiración
En general, el posicionamiento del RN, el secado de su cuerpo y la eventual aspiración de secreciones
resultan suficiente estimulación para el comienzo de respiraciones efectivas. De no ser así, una estimulación
táctil complementaria de breve duración puede contribuir a ello.

Métodos adecuados de estimulación táctil complementaria:


• Palmadas o golpes suaves en las plantas de los pies.
• Frotar suavemente la espalda.
Otras formas de estimulación pueden ser peligrosas y no deben ser realizadas.
Cuando el feto o el RN sufren una falta de oxígeno, hay un período inicial de intentos rápidos para respirar,
seguido por una apnea primaria. La frecuencia cardíaca comienza a disminuir. Si el RN nace en ese estado,
se puede restablecer la respiración con estimulación táctil. Si la falta de oxígeno continúa luego de varios in-
tentos de respiración irregular el paciente entrará en un período de apnea secundaria, acompañada por una
caída continua en la frecuencia cardíaca y en la presión arterial. La apnea secundaria no puede ser revertida
con estimulación por lo que debe proveerse ventilación con presión positiva.
En el RN apneico no se puede diferenciar si está en apnea primaria o secundaria, por lo que continuar
con estimulación táctil en forma prolongada, es perder tiempo muy valioso. De persistir la apnea, se debe
comenzar rápidamente con VPP.

Evaluación luego de los pasos iniciales


Tras realizar las maniobras de estabilización se valora nuevamente al RN. La decisión de avanzar más allá
de los pasos iniciales se determina mediante la evaluación simultánea de dos signos vitales:
• Respiración (apnea, jadeo, respiración con o sin dificultad).
• Frecuencia cardíaca (mayor o menor de 100 lpm).
Respiración: el RN puede estar en apnea o tener una respiración ineficaz. Se debe valorar el movimiento
torácico, la frecuencia, profundidad y simetría de la respiración, así como las alteraciones del patrón respira-
torio (“gasping”, jadeo, etc.).

| 3 0 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Frecuencia cardíaca: la FC es el signo vital primario para evaluar la eficacia de la reanimación. Debe ser
mayor de 100 lpm. La forma más rápida de comprobar la frecuencia cardíaca del RN es a través de la palpa-
ción del pulso umbilical. Si bien es más precisa que la palpación en otros sitios, a veces los vasos umbilicales
están contraídos y el pulso no se logra palpar bien. Además, la palpación del pulso umbilical suele subestimar
el valor real. De no lograr percibir el pulso, se debe auscultar con estetoscopio.
La evaluación de la FC debe realizarse en forma intermitente auscultando el latido precordial. Se reco-
mienda contar los latidos en 6 segundos y multiplicar ese valor por 10 para estimar los lpm.
Es de utilidad marcar con el índice o golpear sobre la cuna el ritmo cardíaco para que el resto del equipo
tenga esa información.
Si no se logran evidenciar latidos por estos métodos se debe solicitar a otro miembro del equipo que
coloque un sensor de oximetría de pulso y electrodos cardíacos al RN y que los conecte rápidamente a un
oxímetro de pulso y a un monitor cardíaco electrónico. La evaluación de la frecuencia cardíaca resulta crítica
durante la reanimación. Se sugiere el uso de un monitor de ECG de 3 derivaciones en RN que requieren rea-
nimación, para contar con una evaluación rápida y confiable de la FC. Un monitor electrónico cardíaco es el
método preferido para evaluar la frecuencia cardíaca durante el masaje cardíaco. El uso del ECG no reemplaza
la necesidad del oxímetro de pulso para evaluar la oxigenación del recién nacido.
Si la evaluación muestra un RN apneico, con respiraciones inefectivas o bradicárdico, debe realizarse VPP.

Continuar proveyendo estimulación táctil a un RN que no respira o administrar


oxígeno libre cuando se encuentra bradicárdico carece de utilidad y solamente
retrasa la realización de maniobras que han demostrado ser efectivas.
Recordemos que la acción más importante y eficaz en la reanimación neonatal
es la ventilación pulmonar.

Si el RN necesita reanimación con VPP, se debe colocar un oxímetro de pulso en la mano o muñeca dere-
cha para utilizar como guía la saturación de oxígeno (SpO2). El oxímetro de pulso puede proporcionar además
una evaluación contínua de la frecuencia cardíaca sin interrupción de otras medidas de reanimación, pero
hay una demora de 1 a 2 minutos entre la colocación y la obtención de una lectura confiable, y puede no
funcionar adecuadamente durante los estados de bajo gasto cardíaco o mala perfusión periférica. En estas
situaciones, la evaluación de la FC con un monitor de ECG es más confiable.
Si el RN presenta signos de dificultad respiratoria con buena frecuencia cardíaca, se debe controlar la SpO2.
En RN con quejido y presunción de inmadurez pulmonar, la administración de CPAP (presión positiva continua
de la vía aérea) puede resultar beneficiosa, especialmente en RNPT.

Recordar que la bolsa autoinflable no debe ser utilizada para administrar CPAP.

Evaluación de la necesidad de oxígeno y su administración


Los niveles de oxígeno en la sangre de los RN de término sanos por lo general no alcanzan los valores
extrauterinos definitivos hasta aproximadamente 10 minutos después del nacimiento. La saturación de oxi-
hemoglobina normalmente puede permanecer por debajo de 85-90% durante varios minutos después del
nacimiento, lo que resulta en la presencia de cianosis durante ese tiempo.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 3 1 |


Por otra parte, la evaluación clínica del color de la piel es un mal indicador del nivel de saturación de oxi-
hemoglobina durante el período neonatal inmediato y por ende se ha abandonado como indicador clínico del
grado de oxigenación o de la eficacia de la reanimación neonatal.
El manejo óptimo del oxígeno durante la reanimación neonatal es particularmente importante debido a
la evidencia de que la oxigenación insuficiente o excesiva puede ser perjudicial para el RN. Se sabe que la hi-
poxia y la isquemia pueden causar lesiones a múltiples órganos. Por otra parte, incluso una breve exposición
a un exceso de oxígeno durante la reanimación y después de ella, puede determinar resultados adversos. En
teoría, el uso de concentraciones de oxígeno controladas ayudaría a reducir sustancialmente el estrés oxida-
tivo y así minimizar las consecuencias perjudiciales de los radicales libres de oxígeno.

Saturación de oxígeno
Numerosos estudios han definido los porcentajes de saturación de oxígeno en función del tiempo desde
el nacimiento en RN de término sanos y en prematuros que no requieren reanimación. Esto incluye satura-
ciones medidas en ambos sitios, preductal y posductal, después del nacimiento por cesárea y por vía vagi-
nal, nacimientos a nivel del mar y en altura. Los recién nacidos por cesárea necesitan aproximadamente 2
minutos más que los bebés nacidos de parto vaginal para lograr una saturación del 90%. Los recién nacidos
prematuros tardan más tiempo que los RN de término para llegar a la SpO2 >85%.
Las tablas de Dawson y col., representan hasta la fecha la mejor guía para la valoración de oxígeno su-
plementario en la sala de partos. Están elaboradas en función de la SpO2 preductal durante los primeros 10
minutos de vida en pacientes prematuros (24-36 semanas) y de término (mayores de 37 semanas). Debemos
recordar, sin embargo, que en los RN con circulación comprometida, puede ser difícil de obtener una señal
de SpO2 confiable y entonces las decisiones sobre el uso de las concentraciones de oxígeno deben basarse en
la respuesta de la frecuencia cardíaca a las maniobras de reanimación. Los oxímetros de pulso más recientes,
que emplean sensores diseñados específicamente para los recién nacidos, proporcionan lecturas confiables
en 1 o 2 minutos después del nacimiento. Estos oxímetros son eficaces en la gran mayoría de RN a término y
prematuros, requieran o no reanimación, siempre y cuando haya un gasto cardíaco suficiente y el flujo san-
guíneo periférico sea adecuado para que el oxímetro pueda detectar el pulso.

Se recomienda utilizar el oxímetro de pulso cuando:


• Se anticipe la necesidad de reanimación.
• Se administra ventilación con presión positiva.
• La cianosis es persistente.
• Se administra oxígeno suplementario.

Para comparar adecuadamente las saturaciones de oxihemoglobina con los datos similares publicados, el
sensor debe ser colocado en un sitio preductal (es decir, la extremidad superior derecha, por lo general la mu-
ñeca o en la superficie medial de la palma de la mano). Fijar el sensor al bebé antes de conectarlo al equipo
parece facilitar la adquisición más rápida de la señal.

Así, los mezcladores de oxígeno se han convertido en un estándar de la atención en la sala de partos y
el uso de oxígeno para la reanimación neonatal debe ser guiado por la frecuencia cardíaca y la oximetría de
pulso.

| 3 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


De no contar con mezclador, se puede obtener una concentración conocida de O2 al combinar los flujos de
O2 y aire comprimido (Figura 1) de acuerdo a la siguiente fórmula:

FiO2: Flujo de O2 (Lpm) + 0,21 x Flujo de aire (Lpm)


Flujo de aire (Lpm) + Flujo de O2 (Lpm)

Figura 1. Combinación de flujos de oxígeno y aire

En la Tabla 1 se observan las combinaciones de flujos y sus correspondientes FiO2. Recuerde no superar los
10 Lpm (litros por minuto) de mezcla total.

Tabla 1. Combinaciones de flujos y sus correspondientes FiO2

FiO2 O2 en litros por minuto Aire en litros por minuto


0,30 1 9
0,40 2,5 7,5
0,50 4 6
0,60 5 5
0,70 6 4
0,80 7,5 2,5
0,90 9 1

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 33 |


Administración de oxígeno suplementario en RN
que no requieren ventilación con presión positiva (O2 libre)
En RN de término y cercanos al término, mayores de 35 semanas de edad gestacional, que presenten res-
piración eficaz y FC mayor a los 100 lpm, la administración o no de oxígeno suplementario debería realizarse
de acuerdo al nivel de saturación que presenten y compararlo con el intervalo correspondiente en función
del tiempo luego del nacimiento (ver Tabla en algoritmo). Si fuera necesario, se administrará mediante halo
de oxígeno, preferentemente calentado y humidificado o bien por intermedio de máscara. En ambos casos, el
porcentaje de oxígeno administrado será medido mediante mezclador aire/ oxígeno.

Métodos recomendados para la administración de O2 a flujo libre


Cualquiera que sea la forma de administrar oxígeno, es recomendable hacerlo con un mezclador para te-
ner un adecuado control de la concentración de oxígeno administrado. Sugerimos comenzar con una FiO2 de
0,3 y ajustarla gradualmente en función de los objetivos de SpO2.
Se puede proveer oxígeno libre de las siguientes maneras:
• Máscara de O2 apoyada firmemente sobre la cara.
• Máscara del reanimador con pieza en T, mantenida cercana a la boca y nariz del RN.
• Tubuladura de O2 sostenida con la mano en forma de “campana” sobre la cara.
• En relación al uso de bolsa autoinflable con máscara, si bien un estudio de Dawson y col. mostró que
colocando la máscara a 1 cm de la cara, y con un flujo de 5 Lpm (de oxígeno puro) se logra una FiO2 de
86% (rango, 78-89), desaconsejamos su uso hasta contar con más evidencia. Los métodos alternativos
mencionados previamente resultan más seguros.

Suspensión del oxígeno suplementario


Cuando la SpO2 se encuentra dentro del rango deseado se procede a disminuir gradualmente la cantidad
de oxígeno administrado. Si se cuenta con mezclador, se reduce la FiO2 directamente; si se está administrando
O2 puro, se retira lentamente la máscara de la cara del RN, siempre observando la SpO2.
Si el RN requiere O2 y muestra signos de dificultad respiratoria habrá que usar el criterio clínico para definir
la conducta a seguir. Por ejemplo, si es prematuro puede beneficiarse del uso de CPAP o si el RN no presenta
signos de dificultad respiratoria pero permanece cianótico o la SpO2 es inferior a 85% deberá considerarse la
posibilidad de cardiopatía congénita cianótica o hipertensión pulmonar persistente.

| 3 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Errores más comunes en la administración de oxígeno suplementario
• Desconocer que el O2 es una droga y obviar sus posibles efectos adversos.
• Pretender que el RN se vea “rosado” lo antes posible. Tener en cuenta que la transición a la vida extraute-
rina es un proceso progresivo que lleva tiempo.
• Creer que la valoración clínica del color es confiable en los primeros minutos después del nacimiento.
• Comenzar la administración de oxígeno suplementario con una FiO2 de 1,0.
• No contar con mezcladores de O2 y aire comprimido en sala de recepción.
• No usar oximetría de pulso en la valoración del estado de oxigenación del RN.
• Administrar O2 para lograr una SpO2 de 100%.
• No diferenciar las necesidades de un RNT y un RNPT.
• Confiar en que al retirar el reservorio de la bolsa autoinflable, la FiO2 administrada es de 0,4.

(Ante la imposibilidad de mezclar aire y oxígeno se ha planteado si sería adecuado usar la bolsa autoin-
flable sin reservorio para dar una FiO2 cercana a 0,4 y evitar administrar O2 puro. Si bien esto puede ser una
alternativa razonable, un estudio reciente mostró que la entrega de oxígeno cuando se utiliza una bolsa auto-
inflable varía con el flujo, la frecuencia ventilatoria, la presión inspiratoria máxima y el volumen tidal. La con-
centración de oxígeno administrada con bolsa autoinflable sin reservorio fue sustancialmente mayor a 0,4.)

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 35 |


Capítulo 3.
Dispositivos
Ventilación con
presión positiva

En este capítulo se desarrollarán los siguientes temas:

• Reconocer el equipamiento necesario para llevar a cabo una reanimación.


• Establecer la prioridad del trabajo en equipo y el rol del líder en la reanimación.
• Conocer los diferentes dispositivos de reanimación disponibles en su Unidad.
Sus diferencias, ventajas y desventajas.
• Realizar el armado correcto y comprobar el funcionamiento de los dispositivos de
ventilación.
• Determinar las indicaciones de ventilación con presión positiva y evaluar su efectividad.
• Decidir el porcentaje de oxígeno que deben recibir los recién nacidos asistidos con
ventilación con presión positiva.
• Administrar ventilación con presión positiva.
• Determinar las dificultades cuando la ventilación con presión positiva no es efectiva y
resolver las mismas.
• Considerar un espacio de reflexión grupal posterior a la reanimación.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 3 7 |


| 3 8 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
Antes de cada parto el responsable de recibir al RN debe corroborar la presencia y el estado del equipa-
miento necesario para una reanimación. Utilice la “Lista de equipamiento e insumos en recepción del RN”
para constatarlo. De la misma manera, la organización del personal que asistirá al RN resulta clave en el éxito
de la reanimación. Antes del nacimiento se deben definir las funciones de cada uno, identificando a la per-
sona que guiará la reanimación (habitualmente llamada líder) y a aquellas encargadas de ocuparse de la vía
aérea, del sostén cardiovascular, de la monitorización, y de la asistencia en los procedimientos.
El trabajo en equipo es una de las claves para alcanzar una reanimación efectiva.

Resulta fundamental:

• Conocer el ambiente de trabajo.


• Usar toda la información disponible.
• Anticipar y planificar.
• Definir quién tendrá el rol de liderazgo.
• Comunicarse efectivamente.
• Delegar trabajo de manera óptima.
• Dirigir la atención sabiamente.
• Saber usar todos los recursos disponibles.
• Solicitar ayuda cuando corresponde.
• Mantener una conducta profesional.

Equipamiento
• Bolsas de tamaño adecuado. El volumen debe ser de 200 a 750 ml. Los RN a término requieren sólo de
15 a 25 ml con cada ventilación (4 a 6 ml/kg).
• Reanimador con pieza en T.
• Máscaras de diferentes tamaños.
• Mezclador de oxígeno o mezcla de oxígeno y aire comprimido.
• Monitor de ECG con 3 derivaciones.
• Oxímetro de pulso con sensor disponible.
• Laringoscopio con todas sus ramas y TET de diferentes tamaños.
• Máscara laríngea.
• Cánula de Mayo.
• Sondas orogástricas (SOG) para aspiración.
• Aspiración central o aspirador manual.
• Material para fijación de TET y SOG.
• Jeringas.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 39 |


• Medicación.
• Estetoscopio.
• Reloj.

Características más importantes de los dispositivos para administrar ventilación con presión positiva
• Capacidad para entregar una concentración variable de oxígeno hasta el 100%.
• Capacidad para controlar la presión inspiratoria (PIM), la presión positiva al final de la espiración (PEEP)
y el tiempo inspiratorio (TI).
• Elementos para medir la presión administrada: manómetro o válvula de liberación de presión.
ARMADO Y EL FUNCIONAMIENTO DEL DISPOSITIVO DE REANIMACIÓN
Armado del dispositivo
En cada nacimiento el equipamiento a utilizar, debe estar revisado y preparado para llevar a cabo una
reanimación. La recepción del RN comienza con el conocimiento de la embarazada, recabando datos tanto
prenatales como previos al parto. Éstos son importantes para determinar si es necesaria la presencia en el
nacimiento de personal adicional (RCP avanzada) o su llegada rápida ante el llamado inmediato.

Prueba del dispositivo


Una vez seleccionado y armado el dispositivo correctamente usted debe comprobar que funcione adecua-
damente antes de cada nacimiento.

Bolsa autoinflable
Conecte el dispositivo a una fuente de gas (mezcla: aire/oxígeno). Ajuste el flujo hasta 10 Lpm. Coloque
la válvula de PEEP, la administración de presión al final de la espiración evita el colapso alveolar, facilita la
reabsorción de líquido pulmonar y estabiliza la insuflación en forma más rápida. Se recomienda iniciar con
5 cm de H₂O. El tiempo de compresión de la bolsa determina el tiempo inspiratorio del ciclo respiratorio a
utilizar en la ventilación.
Asegúrese que el dispositivo tenga por lo menos un elemento de seguridad conectado, para evitar pre-
siones excesivas que produzcan daño pulmonar. La válvula de liberación de presión se configura usualmente
en 35 a 40 cm H2O. Iniciar la ventilación con la válvula de liberación abierta e inusualmente cerrada, de esta
forma se evitará la injuria pulmonar. Cuando utiliza manómetro debe administrar la presión necesaria para
obtener una insuflación pulmonar efectiva. Corrobore la conexión.
Ocluya con su mano el extremo dirigido al paciente, donde estará colocada una máscara. Apriete dos
o tres veces para evaluar el funcionamiento. De esta manera Ud. puede cambiar el dispositivo o partes del
mismo, al detectar dificultad en su utilización, evitando pérdida de tiempo muy valiosa frente al inicio de RCP.

| 4 0 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Foto 1. Prueba de funcionamiento de la bolsa autoinflable

Reanimador con pieza en T


Realice el ensamble de las piezas del equipo, acorde a lo establecido por el fabricante. El dispositivo re-
quiere de cierto tiempo para su armado y además debe programar los límites de presión en base a la nece-
sidad cada RN. Conecte a una fuente de gas (mezcla aire comprimido y oxigeno). Ajuste el flujo en 5-15 Lpm.
Fije la presión máxima aplicada ocluyendo la tapa del PEEP con su dedo y ajuste el regulador de presión
(40 cm H₂0). Fije la PIM ocluyendo la válvula de PEEP con su dedo y ajustando el pico de inspiración deseada
(20-25 cm H₂O). Fije la presión espiratoria deseada girando la tapa y ajustando los valores deseados (4-6 cm
H₂O), para su verificación ocluir la máscara con la palma. Manteniendo tapada la salida al paciente, practique
ventilaciones, controlando el tiempo inspiratorio y determinando el ritmo respiratorio ocluyendo de manera
intermitente la tapa de PEEP. Existe el riesgo de administrar ventilaciones con un tiempo más prolongado de
lo deseado si el operador no controla la duración de la oclusión.

Fotos 2. Prueba con Reanimador con pieza en T

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 4 1 |


Tabla 1: Diferencias entre los dispositivos de reanimación

Características Bolsa autoinflable Reanimador con pieza en T


Concentración de oxígeno
-Entre 90 a 100% Es factible utilizando reservorio. Es factible.
-Concentración de O2 variable Es factible utilizando Solo con mezclador.
mezclador más reservorio.
La cantidad de O₂ administrado
sin reservorio es impredecible.

Presión inspiratoria máxima Determinada con la compresión Determinada cuando se


de la bolsa en cada ventilación. configura el dispositivo.
Presión positiva al Provista solo con conexión Provista por pieza incorporada
final de la espiración de una válvula de PEEP al equipo. Se ajusta cuando se
(es opcional y no muy eficiente). configura el dispositivo.
Tiempo de insuflación Determinado por la duración Determinado por la duración de
de la compresión utilizada la oclusión del tapón de PEEP
en cada ventilación. utilizada en cada ventilación.
Elementos de seguridad Válvula de liberación de presión Válvula de presión máxima.
y manómetro de presión.

Tabla 2. Ventajas y desventajas entre los dispositivos de reanimación

Elemento de ventilación Ventajas Desventajas


Bolsa autoinflable Siempre se vuelve a inflar Se infla a pesar de un sello inadecuado
después de ser comprimida, entre la máscara y la cara del paciente.
incluso sin fuente de gas. Requiere un reservorio anexo para
La válvula de liberación de presión proveer concentración de
disminuye la hiperinsuflación, O₂ entre 90 a 100%.
evitando daño pulmonar. No puede ser usada para
proporcionar O2 a flujo libre de manera
confiable a través de la máscara.
No puede ser usada para proporcionar
presión positiva continua en la vía aérea
(CPAP). Solo puede proporcionar PEEP
cuando se le agrega una válvula opcional.
Presiones más variables ya que dependen
del operador.

Reanimador con Se puede administrar en forma Requiere configuración de presiones


pieza en T confiable PIM y PEEP previa previo al uso. Es más difícil el cambio de
configuración del dispositivo. las mismas durante la reanimación.
Riesgo de proporcionar tiempo de
inspiración prolongado al ocluir por
más tiempo el tapón de PEEP.
Entrega de concentración Requiere de suplemento de gas
de O₂ entre 90 a 100%. para su funcionamiento.
Se puede utilizar para administrar
O₂ a flujo libre y CPAP.
No cansa al operador.

| 4 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


RECORDAR:

Si está solo: Solicite ayuda.

Posición adecuada de RN
Se debe posicionar al RN con la cabeza hacia el operador, en decúbito dorsal y con una ligera extensión del
cuello (posición de “olfateo”) que permite alinear la faringe posterior, la laringe y la tráquea. Se debe prestar
cuidado a evitar la hiperextensión y la flexión del cuello, posiciones que obstruyen la vía aérea.
Se evaluará la necesidad de realizar una aspiración de la vía aérea evitando que sea profunda y agresiva
(medidas referidas en el capítulo 2). No se debe aspirar de rutina.
Simultáneamente el ayudante colocará el sensor del oxímetro de pulso en la extremidad superior derecha,
por lo general la muñeca o en la superficie medial de la palma de la mano para evaluar la saturación preductal
del RN.

Foto 3. Correcta posición de la cabeza y el cuello

Aplicación de la máscara
Se aplica la máscara, de tal modo que cubra la nariz, la boca y la punta del mentón quede apoyada dentro
del borde de la máscara. Tal vez le resulte útil comenzar colocando la máscara en el mentón y luego cubrir la
boca-nariz.
Utilizar la mano más hábil, si es diestro, tomar con la derecha el dispositivo y acomodar la máscara con la
izquierda. Si es zurdo, tomar con la izquierda el dispositivo y acomodar con la derecha la máscara en la cara
del RN.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 4 3 |


Existen máscaras de diferentes tamaños, materiales y formas. Se prefiere las blandas o infladas con aire y
anatómicas que adaptan mejorar a los contornos. Se debe elegir aquella que logre el cierre hermético con la
cara del RN, evitando fugas. Situación necesaria para lograr insuflar los pulmones y establecer la capacidad
residual funcional.

Foto 4. Correcta colocación de la máscara

La máscara suele sostenerse con el pulgar, el índice y/o el dedo medio, formando un círculo alrededor de la
mayor parte del borde de la misma, formando la letra C o E. Los dedos anular y meñique levantan el mentón
hacia adelante para mantener una vía aérea permeable. Es importante ser cuidadoso al sostener la máscara.
Tome las siguientes precauciones:
• No presione demasiado la máscara sobre el rostro. La presión excesiva puede lastimar la cara y flexionar
el cuello del RN, ocluyendo la vía aérea.
• No deje descansar sus dedos ni su mano sobre los ojos del RN.
• Mantenga inflado el borde.
Revise frecuentemente la posición de la máscara y la cabeza del RN mientras administra ventilación con
presión positiva.

Recuerde

Es preciso que haya un sello hermético para que


cada uno de los dispositivos de reanimación
genere presión positiva para insuflar los pulmones.

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Colocación de sonda orogástrica (SOG)
Si un RN requiere ventilación con presión positiva (VPP) con máscara durante algunos minutos, tenga en
cuenta la necesidad de colocar una sonda orogástrica y dejarla abierta.
Realizando este procedimiento evita que el gas que entra al estómago pueda interferir en la ventilación
del RN, ya que:
• El estómago distendido puede ejercer presión ascendente sobre el diafragma, dificultando la expansión
total de los pulmones.
• El gas en el estómago puede causar regurgitación del contenido gástrico, pudiendo provocar aspiración
hacia los pulmones durante la ventilación con presión positiva.
Para la colocación de la sonda orogástrica los elementos a utilizar son: sonda 8F, jeringa y tela adhesiva.
Considerar el largo a introducir, para que llegue al estómago evitando pasarlo. La distancia se determina
midiendo: desde la punta de la nariz al lóbulo de la oreja, desde el lóbulo de la oreja hasta punto medio de
xifoides e inserción del cordón.
Una vez introducida se aspira con la jeringa para extraer el contenido gástrico y se deja la sonda abierta.
Se debe fijar a la mejilla con una tela adhesiva.

Foto 5. Medición de la distancia correcta para introducir una SOG.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 4 5 |


Las indicaciones para administrar ventilación con presión positiva son:
• RN en apnea, jadeo o respiración inefectiva.
• Frecuencia cardíaca menor a 100 lpm (aunque presente respiración espontánea).
• SpO2 que permanece por debajo del rango deseado a pesar de la administración de O2 a flujo libre o CPAP.

La acción más importante y efectiva en la reanimación neonatal


es la ventilación pulmonar.

¿Cómo se evalúa la oxigenación y el manejo de la administración


de oxígeno en recién nacidos que reciben ventilación con presión positiva?
La evaluación de la oxigenación se realiza a través de un oxímetro de pulso. El sensor del mismo se coloca
en un sitio preductal (la extremidad superior derecha, por lo general la muñeca o en la superficie media de
la palma).
Fijar el sensor al RN antes de conectarlo al equipo parece facilitar la adquisición más rápida de la señal.
Se puede demorar de 1-2 minutos entre la colocación y la obtención de una lectura confiable, y puede no
obtener registro al presentar bajo gasto cardíaco o mala perfusión periférica. En estas situaciones, la evalua-
ción de la FC con un monitor de ECG de tres derivaciones es más confiable.

La evaluación de la oxigenación a través del color del recién nacido


no resulta confiable para indicar la administración de oxígeno.

Indicaciones de la utilización del oxímetro de pulso:


• Cuando se anticipe la necesidad de reanimación.
• Cuando se administra VPP.
• Cuando la cianosis es persistente.
• Cuando se administra oxígeno suplementario.

Recomendación de FiO2 al inicio de VPP:


• RN ≥ 30 semanas FiO2 de 0,21.
• RNPT <30 semanas FiO2 de 0,30.

Si a pesar de una ventilación eficaz no se produce un aumento en la FC en el RN o si la oxigenación (guiados


por oximetría) sigue siendo inadecuada en función de los objetivos de SpO₂, debe aumentarse la concentra-
ción de oxígeno.
Es necesario ajustar la concentración de oxígeno en función de la respuesta a la reanimación, a fin de
mantener la saturación dentro de los parámetros establecidos según la tabla de rango de saturación reco-
mendada similar a la de un RN de término sano después del nacimiento.
| 4 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
Tabla 3. Objetivos de saturación en función del tiempo

Objetivo de saturación preductal


del recién nacido
1 minuto 60%-65%
2 minutos 65%-70%
3 minutos 70%-75%
4 minutos 75%-80%
5 minutos 80%-85%
10 minutos 85%-95%

¿Cuál es la frecuencia que se debe administrar durante la VPP?


Durante la etapa inicial de la reanimación neonatal las ventilaciones deben ser proporcionadas a una fre-
cuencia de 40 a 60 por minuto.
Las frecuencias más rápidas suelen provocar respiraciones menos efectivas y deben evitarse.
Para ayudar a mantener una frecuencia de 40 a 60 ventilaciones por minuto, trate de decirse a sí mismo,
mientras ventila al RN, la siguiente frase:
“Ventilo, dos, tres; ventilo, dos, tres...”

Foto 6. Ventilación a presión positiva con bolsa y máscara

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 4 7 |


¿Cómo realizar y evaluar si la ventilación es efectiva?
• Al comenzar la VPP, evaluar el ascenso de la FC y la mejoría en la SpO2 (por oxímetro de pulso).
La PIM que se debe administrar es la necesaria para movilizar el tórax, comenzando con 20 cm H20. La
presión excesiva causa lesión pulmonar; debe realizarse contemplando el elemento de seguridad del
dispositivo de ventilación.
• Si no hay mejoría clara (luego de administrar 5-10 ventilaciones), solicitar al asistente que evalúe la
entrada de aire bilateral así como la expansión torácica.
• Si no son evidentes, realizar las medidas correctivas necesarias de la ventilación para lograrlo.
• El Programa de Reanimación Neonatal de la Academia Americana de Pediatría (EE.UU.) sugiere usar la
sigla “MR SOPA” para ayudar a recordar en orden los pasos correctivos de la ventilación:
- M: Ajustar la Máscara a la cara.
- R: Reposicionar la cabeza para abrir la vía aérea.

• Si no es efectiva:
- S: Succionar boca y nariz.
- O: Vía Oral (ventilar con la boca abierta).

• Si no es efectiva:
- P: Aumento gradual de la Presión inspiratoria máxima (PIM) (con cautela, hasta 40 cm H20),
auscultar y mirar el tórax.

• Si aún no es efectiva:
- A: considerar vía aérea Alternativa con TET o máscara laríngea.

Suspensión de VPP:
• Cuando el RN esté respirando en forma efectiva y la FC sea superior a 100 lpm.
• Evaluar la necesidad de administración de mezcla de oxígeno y aire comprimido acorde al objetivo de
saturación preductal del RN esperado de acuerdo a los minutos de vida.
• Evaluar la necesidad de utilización de CPAP, contemplando patología respiratoria y edad gestacional.

| 4 8 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Posterior a la Reanimación el RN debe ser trasladado en incubadora de transporte
a la Unidad de Cuidados Intensivos. Controlar la temperatura.
Administrar mezcla de gases y evaluar con oxímetro de pulso.

RECORDAR:

El equipo deberá establecer un espacio de reflexión


para analizar el desempeño realizado durante la Reanimación.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 4 9 |


Capítulo 4.
Intubación endotraqueal.
Uso de máscara laríngea

En este capítulo se desarrollaran los siguientes temas:

• Reconocer las indicaciones de la intubación endotraqueal.


• Realizar correctamente el procedimiento.
• Reconocer si el procedimiento fue efectivo.
• Indicaciones y uso de máscara laríngea.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 5 1 |


| 5 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
La intubación endotraqueal es un procedimiento que permite, en la mayoría de los casos, mantener una
vía aérea permeable para sostener una ventilación eficaz.
Debe ser realizada por personal experimentado a fin de acortar los tiempos y evitar las complicaciones de
los intentos fallidos. El personal de salud debe entrenarse en forma permanente para mantener esta compe-
tencia. La simulación brinda la posibilidad de sostener esta habilidad mejorando la seguridad en la atención
de los pacientes.
Quienes no estén capacitados para realizar la intubación endotraqueal, deberán solicitar ayuda y mante-
ner una ventilación eficaz con bolsa y máscara,reanimador con pieza en T u otro elemento de ventilación no
invasivo (máscara laríngea).

Indicaciones de la intubación endotraqueal


El paro cardíaco neonatal es predominantemente por asfixia, por lo que proveer ventilación sigue siendo
el foco de la reanimación.
• Si no se evidencia mejoría clínica luego de la ventilación con presión positiva con bolsa y máscara y/o reani-
mador con pieza en T, se debe considerar una alternativa como la intubación endotraqueal con el objetivo
de facilitar y mejorar la ventilación asistida.
• Si se requiere masaje cardíaco, la intubación puede facilitar la coordinación entre masaje y ventilación con
presión positiva.
• Si se requiere administrar adrenalina, esto puede realizarse inicialmente por vía endotraqueal, mientras se
coloca un acceso vascular. Si se requiere administrar uso de surfactante.
Corresponde mencionar que existen situaciones especiales donde es necesaria la intubación en sala de
partos, como por ejemplo, la hernia diafragmática congénita (si la sospechamos o contamos con diagnóstico
prenatal de la misma), prematurez extrema con dificultad respiratoria grave, uso de surfactante.

Procedimiento de intubación endotraqueal


• Colocar al RN en posición de olfateo, es decir con la punta de la nariz dirigida hacia arriba, con el objetivo
de alinear la vía aérea. Aspirar si es necesario.
• Sostener el laringoscopio siempre con la mano izquierda (tanto en operadores zurdos como diestros).
• Abrir la boca. Posiblemente deba utilizar el dedo índice de la mano derecha. Ingresar por la comisura bu-
cal del lado derecho y deslizar la hoja hacia la línea media. Posteriormente guiar la hoja del laringoscopio,
recorriendo todo el largo de la lengua, hasta su base.
El tamaño correcto de la hoja para un recién nacido de término es Nº 1, para prematuros la Nº 0 y para
prematuros extremos, la N° 00 (opcional).
Son preferibles las hojas rectas a las curvas.

Recordar
Es fundamental la preparación previa del equipo para la intubación.
Mejora el procedimiento y evita la hipoxia.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 53 |


• Una vez alcanzada la base de la lengua levante la hoja del laringoscopio. No realice movimientos de palanca
durante el procedimiento, dado que podría generar lesiones en la cavidad oral.
• Reconozca aquí los puntos de referencia.
• Solicite el TET al ayudante, quien debe estar siempre a la derecha del operador
• Introduzca el tubo en la glotis.

Fotos 1 y 2. Reparos anatómicos a observar durante la intubación

La selección del tamaño apropiado del tubo endotraqueal se basa en el peso/edad gestacional del recién
nacido. Los tubos deben ser estériles y deben tener la distancia desde el extremo marcada en cm, ser de
diámetro uniforme (sin el extremo más estrecho). No son recomendables los tubos con manguito. Es con-
veniente que tengan línea radiopaca para la visualización radiográfica. La intubación es un procedimiento
limpio.

Recordar

que los TET deben ser manipulados en forma estéril.

Tabla 1. Tamaño del TET de acuerdo a peso y edad gestacional



Peso (gramos) Edad gestacional (semanas) Tamaño del tubo (mm)
Menos de 1.000 g Menos de 28 2,5
Entre 1.000 y 2.000 g 28-34 3,0
Mayor de 2.000 g Mayor de 34 3,5

El mejor indicio de la correcta posición del TET es la visualización de su pasaje a través de las cuerdas
vocales.
Sostenga el tubo endotraqueal contra el paladar duro del paciente con su mano derecha y retire el
laringoscopio.

| 5 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Los suministros adicionales luego de la intubación: sondas de distintos calibres para realizar aspiración si
fuera necesario, elementos de ventilación con presión positiva (bolsa autoinflable, reanimador con pieza en
T), oxímetro de pulso, elementos para realizar la fijación del tubo endotraqueal, etc.

Limitar el tiempo del procedimiento a solo 30 segundos.

Una vez colocado el tubo, su posición correcta se evidencia por:


• Detectores de CO2 (Hay dos tipos de básicos de detectores de CO2: colorimétricos y capnógrafo).
• Mejoría de la frecuencia cardíaca.
• Sonidos respiratorios sobre ambos campos pulmonares, pero disminuidos o ausentes sobre el estó-
mago.
• Movimientos simétricos del tórax en cada ventilación.
• Actualmente existe la posibilidad de evaluar la ventilación mediante el monitoreo del volumen y flujo
pulmonar, detectores de PCO2, así como el uso de capnografía, siendo elementos de ayuda en la efec-
tividad y adecuación de la ventilación.

La distancia hasta la cual debemos introducir el TET se basa en la guía de las cuerdas vocales de los tubos
endotraqueales, es una aproximación. Puede que no indique de forma fiable la posición correcta.
El cálculo de peso + 6 suele determinar una introducción excesiva del TET.
Para determinar la profundidad de inserción del TET se recomienda medir la longitud de la base del
tabique nasal al trago y sumarle 1 cm.
La edad gestacional también puede ser usada como un predictor de la profundidad correcta del TET. Tiene
la ventaja de poder ser estimada antes del nacimiento.
Considere tener una copia de la siguiente tabla para la fijación del TET:

Tabla 2. Recomendación de medida de fijación en los labios del TET, según edad gestacional corregida y peso

Medida del TET Edad gestacional corregida Peso actual en KG


en labios en semanas
5,5 23-24 0,5-0,6
6,0 25-26 0,7-0,8
6,5 27-29 0,9-1,0
7,0 30-32 1,1-1,4
7,5 33-34 1,58-1,8
8,0 35-37 1,9-2,4
8,5 38-40 2,5-3,1
9,0 41-43 3,2-4,2

Adaptada de Endotracheal tube length for neonatal intubation.


Stephen T. Kempley, John W. Moreiras and Flaudia L. Petrone. Resuscitation 2008;77, 369-373.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 55 |


Confirmar la ubicación del tubo endotraqueal, con radiografía de tórax.

Foto 3. Medición de sitio de fijación del TET desde la base del tabique nasal al trago

Para determinar la profundidad de inserción del tubo endotraqueal


se recomienda medir la longitud de la base del tabique nasal al trago y sumarle 1 cm.

Aspiración de meconio
Históricamente se han recomendado una serie de técnicas para disminuir la incidencia de síndrome de
aspiración de líquido amniótico meconial (SALAM). La aspiración de la tráquea estuvo recomendada para
todos los RN expuestos a líquido amniótico meconial (LAM) hasta que un ensayo controlado aleatorizado de-
mostró que no aportaba beneficios realizar este procedimiento en RN que se encontraban vigorosos al nacer.
Si bien los RN deprimidos nacidos de madres con LAM, presentan mayor riesgo de desarrollar SALAM,
la aspiración de la tráquea no se ha asociado a una disminución en su incidencia o mortalidad.
Por lo tanto en presencia de LAM en un paciente no vigoroso, NO se recomienda la intubación y aspiración
de rutina (ya que la evidencia actual a favor de ese procedimiento es insuficiente).
Recordemos de cualquier manera que el líquido teñido de meconio sigue siendo un factor de riesgo pe-
rinatal que requiere la presencia de al menos un miembro del equipo de reanimación que esté totalmente
entrenado en reanimación neonatal, incluyendo intubación endotraqueal.

| 5 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Fallas en la intubación endotraqueal
Es probable que el TET no esté en la tráquea si se evidencian algunas de las siguientes situaciones:
• Bradicardia sostenida a pesar de ventilación con presión positiva.
• Ausencia de sonidos respiratorios. Saturación no aumenta.
• Abdomen distendido, con sonidos audibles sobre el estómago.
• El tórax no se mueve simétricamente.
• El TET no se empaña.
• No detecta CO2 en el detector de CO2

Complicaciones asociadas a la intubación y formas de prevenirlas


• Hipoxia: ventile con bolsa y máscara y/o reanimador con pieza en T entre los intentos. Limite el procedi-
miento a 30 segundos.
• Bradicardia: ventile luego de intubar con alguno de los dispositivos de ventilación con presión positiva.
• Neumotórax: verique que el tubo esté colocado correctamente. Use presiones de ventilación adecuadas.
Controle con manómetro y asegúrese que la válvula de liberación de presión permanezca abierta.
• Contusión de lengua, encías o vías aéreas: sea cuidadoso el manejar el laringoscopio. Se requiere destreza
para realizar el procedimiento.
• Perforación traqueal: manipule el tubo con cuidado. Es conveniente no utilizar estilete.
• Infección: la intubación debe realizarse con técnica estéril.

Recordar

Utilizar la técnica de fijación preferida en su lugar de trabajo,


permitiendo asegurar el tubo a la cara del paciente, evitando extubaciones innecesarias.
Previo a la fijación verifique la correcta posición del tubo. Posición correcta T1-T2.

Máscara laríngea
La máscara laríngea (ML) es un dispositivo para administrar ventilación con presión positiva cuando no es
eficaz con máscara facial o cuando no es posible intubar. Dado los tamaños disponibles de ML debería consi-
derarse como vía aérea alternativa para la ventilación en aquellos neonatos que pesan más de 2000 g o son
mayores de 34 semanas de edad gestacional. El tamaño 1 es el único apropiado para RN.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 5 7 |


Foto 4. Máscara laríngea tamaño 1

Procedimiento de colocación de la máscara laríngea con manguito inflable


• Colocar al recién nacido en posición de olfateo, es decir con la punta de la nariz dirigida hacia arriba, con
el objetivo de alinear al vía aérea.
• Introduzca con el dedo índice la ML utilizando como guía el paladar duro con la parte plana del dispositivo
apoyada sobre el mismo.
• Inserte el dispositivo suavemente más allá de la lengua hasta que sienta una pequeña resistencia.
• Se introduce con el balón desinflado.
• Una vez colocada se infla el balón, no más de 4 ml de aire, notando un resalto en el dispositivo al finalizar
dicha acción.
• La ML inflada cubre la laringe, permitiendo brindar una ventilación adecuada, al unirla a una bolsa de
reanimación o a un reanimador con pieza en T.

Situaciones en donde podría ser especialmente útil la máscara laríngea


• Anomalías congénitas que afectan boca, labio o paladar, donde sea difícil mantener un buen sello o bien
una mala visualización de la laringe con laringoscopio.
• Mandíbula pequeña o lengua relativamente grande.
• Ventilación insuficiente.
Si luego de colocarla, se evidencia una mejoría de los signos vitales (FC y saturación de oxígeno), sonidos
respiratorios adecuados, movimiento de la pared del tórax, la misma se colocó correctamente.
Recuerde que puede escuchar el llanto del paciente a diferencia de lo que ocurre al realizar la intubación.

| 5 8 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Foto 5. Colocación de la máscara laríngea

La parte plana estará enfrentada al paladar.

Complicaciones de su uso
Traumatismos de paladar, lengua y demás estructuras involucradas; distensión gástrica, edema lingual con
el uso prolongado, etc.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 59 |


Capítulo 5
Masaje cardíaco

En este capítulo se desarrollaran los siguientes temas:


• Reconocer la necesidad de masaje cardíaco, evaluando con precisión la frecuencia cardía-
ca como signo vital primario de respuesta a la reanimación.
• Realizar el masaje cardíaco.
• Coordinar el masaje cardíaco y la ventilación.
• Reconocer cuándo suspender el masaje cardíaco.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 6 1 |


| 6 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
INDICACIÓN DE MASAJE CARDÍACO
El masaje cardíaco está indicado cuando el recién nacido presenta frecuencia cardíaca (FC) menor a 60 lati-
dos por minuto (lpm) luego de 30 segundos de ventilación eficaz con presión positiva.

Recordar que la intubación endotraqueal puede asegurar una ventilación adecuada y mejorar la
coordinación entre ventilación y masaje cardíaco. Recomendamos la intubación endotraqueal antes de
iniciar masaje cardíaco, ya que la ventilación es la acción más importante en la reanimación
neonatal. En caso que la intubación no fuera exitosa o factible se puede usar una máscara laríngea.

El masaje cardíaco consiste en compresiones rítmicas del esternón que comprimen el corazón contra la
columna vertebral, aumentan la presión intratorácica, y hace circular la sangre al resto del organismo.
La frecuencia cardíaca es el signo vital primario para evaluar la eficacia de la reanimación.
La evaluación de la FC en los primeros minutos de vida, es crítica ya que guía los pasos a seguir en reani-
mación. Además, es el mejor método para evaluar la eficacia de la reanimación.
Hasta el momento no hay acuerdo en cuál es el mejor método para medir la FC, es decir el más rápido y
confiable. Entre ellos se encuentran: la auscultación del latido precordial, palpación del pulso umbilical, oxí-
metro de pulso, electrocardiograma (ECG) y Eco Doppler.
En las Guías de Reanimación Neonatal publicadas en el año 2010, la Recomendación sugería evaluar la FC
en forma intermitente auscultando el latido precordial o palpando el pulso en el cordón umbilical, contando
los latidos en 6 segundos y multiplicando ese valor por 10 para estimar los latidos por minuto.
Sin embargo, nueva evidencia demuestra que la auscultación y/o palpación demoran alrededor de 17
segundos. Además, presentan más de 1/3 de evaluaciones incorrectas. No se aconseja interrumpir el masaje
haciéndose difícil el control de la FC.

Sigue siendo difícil para el líder de la reanimación reconocer los cambios rápidamente
cuando se realiza la auscultación y/o palpación manual,
demorando o equivocando las decisiones en reanimación.

Con la incorporación del oxímetro del pulso a la sala de partos, se logra evaluar en forma continua la FC.
Sin embargo, pueden existir dificultades en la colocación del sensor y su posterior conexión, demorándose
en obtener el registro de la FC entre 1 y 2 minutos. Por otro lado, el oxímetro de pulso puede no funcionar
adecuadamente en los estados de bajo gasto cardíaco.
El ECG registra la actividad eléctrica cardíaca, por lo tanto, es independiente de la circulación. Además es
menos afectado por los cambios durante la transición, especialmente en los estados de bajo gasto cardíaco o
mala perfusión periférica.
Estudios que comparan oxímetro de pulso con ECG observaron que la aplicación rápida de los electrodos
durante la reanimación provee al equipo información continua, confiable, audible y más rápida de la FC, me-
jorando el tiempo y la eficacia en la toma de decisiones.
Se sugiere el uso de ECG en sala de partos para estimar la FC en forma confiable y rápida.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 6 3 |


Por lo tanto, recomendamos:

• Para evaluar correctamente la FC utilizar ECG de 3 derivaciones en sala de partos para los pacien-
tes que requieren reanimación.
• En caso de no contar con ECG en sala de partos, evaluar en forma intermitente auscultando el
latido precordial, contar los latidos en 6 segundos y multiplicar ese valor por 10 para estimar los
latidos por minuto.
• Cuando hay pulso detectable, la palpación del pulso umbilical también es una opción, para permi-
tir una evaluación rápida del pulso.
• Recordar que el uso de ECG no reemplaza la necesidad del oxímetro de pulso para evaluar la oxi-
genación del RN.

Frecuencia y coordinación entre masaje cardíaco y ventilación


Durante la reanimación cardiopulmonar, el masaje cardíaco siempre deben acompañarse con VPP con TET
con oxígeno a FiO21.0. La coordinación aumenta la eficacia. La evidencia disponible sostiene que la relación
masaje cardíaco y ventilación debe permanecer 3:1 para los recién nacidos en sala de partos.
Cuando el paro cardíaco se sospecha de etiología cardíaca (por ejemplo, paciente luego cirugía cardíaca)
se debe considerar una mayor proporción, probablemente 15/2, tal como hoy se recomienda en otros grupos
etarios.
Las estrategias deben tener en cuenta optimizar la calidad del masaje y las ventilaciones con el menor
número posible de interrupciones.

La secuencia correcta es:


Ventilo, un, dos, tres compresiones;
ventilo, un, dos, tres compresiones;
ventilo, un, dos, tres compresiones.

Cada ciclo consta de 3 compresiones sumado a 1 ventilación. Por lo tanto, debe haber alrededor de 120
eventos cada 60 segundos: 90 compresiones sumadas a 30 ventilaciones. La concentración de oxígeno se
aumentará a FiO21.0 al iniciar el masaje cardíaco, si se ha estado ventilando con concentraciones inferiores
y deberá disminuirse tan pronto como se recupere el ritmo cardíaco para así reducir las complicaciones aso-
ciadas con la hiperoxia.
La interrupción del masaje cardíaco para revalorar la FC puede resultar en una caída de la presión de per-
fusión coronaria. Por lo tanto, continúe masaje y ventilación con presión positiva de manera coordinada
por 60 segundos antes de revalorar la FC, salvo que el paciente esté conectado a un monitor de ECG, con
evaluación continua del ritmo cardíaco. Cambie de rol si está cansado.

| 6 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Foto 1. Colocación de las manos para realizar el masaje cardíaco. Técnica de los pulgares

Llegada a esta instancia de la reanimación se requerirán dos operadores,


uno encargado de la ventilación y otro a cargo del masaje cardíaco.

En caso de requerir la colocación de un catéter umbilical para la administración de medicación, quien


realiza el masaje cardíaco debe pasar a ocupar la cabecera del paciente, dejando libre el área abdominal. La
persona encargada de la ventilación se podrá colocar al costado.

Foto 2. Coordinación entre los dos operadores. La persona que ventila se coloca al costado y el que realiza
el masaje en la cabecera

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 6 5 |


Se deben suspender las compresiones cuando la FC es igual o mayor a 60 latidos por minuto. Al suspender
el masaje cardíaco, se debe aumentar la frecuencia de la VPP a 40-60 por minuto.
Si luego de 60 segundos de ventilación y masaje cardíaco efectivo, la FC se mantiene por debajo de 60 lpm
se deberá administrar adrenalina a través de un catéter umbilical.

Técnica adecuada
La técnica de los pulgares se presenta como de elección en recién nacidos por brindar mayores presiones
arteriales sistólicas, mantener una calidad consistente de las compresiones por más tiempo, y ser más fácil
y menos cansadora para el reanimador.
Dicho masaje debe realizarse sobre el tercio inferior del esternón, dos dedos aproximadamente por enci-
ma del apéndice xifoides. Es preferible ubicar el área yendo de abajo hacia arriba, siguiendo el reborde costal
hasta el apéndice xifoides, ya que la línea intermamilar como línea de referencia puede llevar a comprimir en
una zona inadecuada.
Se debe comprimir el tórax hasta un tercio de su diámetro antero-posterior.

La profundidad del masaje es alrededor de un tercio del diámetro antero-posterior

Ubicar adecuadamente el sitio de compresión es el paso más importante de la maniobra.

Durante la maniobra, en la fase de relajación se recomienda no separar los dedos de la superficie precordial,
para evitar desplazamientos involuntarios y compresiones en zonas inapropiadas susceptibles de lesión.
La técnica descripta depende fundamentalmente del tamaño de las manos del reanimador y el diámetro
torácico del paciente.
Dentro de las complicaciones posibles del masaje cardíaco se encuentran la fractura costal, laceración
hepática y lesión pulmonar. Por lo tanto, es de suma importancia realizar correctamente la técnica propuesta.

| 6 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Puntos finales a tener en cuenta.

• Evaluar la FC sigue siendo crucial en los primeros minutos.

• Es aconsejable usar ECG de tres derivaciones para determinar con más precisión y rapidez la FC.

• La oximetría de pulso puede indicar un valor inferior al real de la FC.

• El uso del ECG no elimina la necesidad de la oximetría de pulso para evaluar la oxigenación.

• Los errores de ventilación, sobre todo en cuanto a la técnica, llevan a requerir soporte circulatorio.

• La FiO2 utilizada debe aumentarse a 1.0 en caso de realizar masaje cardíaco, debiendo estar cuida-
dosamente monitoreada, a fin de disminuir su concentración al encontrar respuesta positiva a las
maniobras de reanimación.

• Se debe prestar especial cuidado optimizando la ventilación, generalmente a través de la intuba-


ción endotraqueal y en la correcta coordinación de los reanimadores.

• La secuencia correcta de ventilación coordinada con el masaje cardíaco da como resultado: ventilo,
un, dos, tres compresiones; ventilo, un, dos, tres compresiones; ventilo, un, dos, tres compresiones.

• Recordar que se requieren por los menos dos operadores para la realización de esta secuencia.

• Si la FC aumenta a 60 o más lpm, se debe suspender el masaje cardíaco. Continuar con el mismo
puede generar una disminución de la eficacia de la ventilación con presión positiva.

• Si la FC aumenta más allá de los 100 lpm, y el recién nacido presenta respiraciones espontáneas, se
debe suspender la ventilación con presión positiva.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 6 7 |


Capítulo 6.
Medicamentos

En este capítulo se desarrollarán los siguientes temas:


• Cuando y como administrar adrenalina.
• Cuando y como administrar expansores de volumen.
• Cuáles son las vías de administración adecuadas.
• Que debe hacer si no hay mejoría.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 6 9 |


| 7 0 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
Rara vez está indicada la administración de drogas en la reanimación de un RN. Más del 99% de ellos me-
jorarán sin uso de medicación. Aproximadamente 1 a 3/1000 RNT o prematuros tardíos presentan FC menor
a 60 lpm.

Establecer una ventilación adecuada es el paso más importante


para corregir la necesidad de uso de medicación.

Sin embargo, si la FC permanece por debajo de 60 lpm a pesar de una ventilación adecuada a través de
un TET o máscara laríngea con oxígeno al FiO2 1.0, sumado a masaje cardíaco en forma coordinada durante
60 segundos, puede estar indicada la administración de adrenalina, expansores de volumen, o ambos.

ADRENALINA
La adrenalina es una catecolamina, que aumenta la fuerza y frecuencia de las contracciones miocárdicas.
Causa además vasoconstricción periférica, aumentando el flujo cerebral y coronario.
No está indicada la administración de adrenalina cuando NO se ha establecido una ventilación adecuada,
dado que su administración aumentará el consumo de oxígeno del miocardio.
En cuanto a la vía de administración, se recomienda la administración de adrenalina en forma E V rápida. La
dosis recomendada por vía EV es de 0,1 a 0,3 ml/kg por dosis de la solución 1/10.000.
La ampolla disponible en Argentina es de 1:1.000. Diluir en solución fisiológica (SF), llevando 1 ml de la am-
polla a 10 ml finales. De esta dilución se deben cargar jeringas de 1 ml para su administración.
Si se utiliza la vía endotraqueal dado que no se ha conseguido un acceso vascular umbilical venoso, la dosis es
de 0,5 a 1 ml/kg. Recordar que es menos efectiva y más errática la absorción.
El catéter umbilical es la vía preferida para obtener acceso vascular de emergencia en la sala de partos,
siendo la vía intraósea una alternativa, sabiendo que la medicación y los líquidos que pasan por el catéter
umbilical, también pueden hacerlo por el acceso intraóseo.
Otra alternativa sería la vía endotraqueal, estando el paciente intubado. Esta vía dado lo impredecible
de su absorción, puede tenerse en cuenta mientras se coloca el acceso vascular umbilical. Asimismo no hay
estudios que confirmen la seguridad de esta práctica en RN.
Una vez administrada la adrenalina, s e d e b e constatar si hubo o no aumento de la F C , después de
un minuto aproximadamente de realizada la infusión.
Si la FC no aumentara luego de la primera dosis, puede administrarse una segunda dosis, entre 3 a 5
minutos posteriores, utilizando la dosificación máxima recomendada.

Recordar que no se deben administrar altas dosis en busca de respuesta.

EXPANSORES DE VOLUMEN
Se debe considerar la expansión de volumen cuando hay pérdida sanguínea conocida (hemorragia mater-
no-fetal aguda) o ante su sospecha (palidez, mala perfusión periférica, pulso débil) y la FC del RN no responde
adecuadamente a otras maniobras de reanimación.
La solución que se recomienda para tratar adecuadamente hipovolemia es una solución de NaCl al 0,9%
(suero fisiológico). Ya no se recomienda más el uso de Ringer lactato como tratamiento de la hipovolemia.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 7 1 |


La dosis recomendada de solución fisiológica es de 10 ml/kg, la cual puede repetirse.
Durante la reanimación de RN prematuros se debe evitar la administración de expansores de volumen en
forma rápida debido al riesgo de hemorragia intraventricular.
La vía de administración es EV, siendo de elección la vena umbilical. La velocidad de administración
debe ser lenta, durante 5-10 minutos. De no lograrse éste ni otro acceso venoso puede considerarse
el acceso intraóseo.
En caso de diagnóstico prenatal de anemia fetal se debe contar con bolsas de glóbulos rojos O Rh negativos
en sala de partos, a fin de ser utilizados si fuera necesario, como expansor de volumen.
Asimismo, se debe ser cauteloso en la velocidad de administración dado que, a pesar de la anemia crónica
intrauterina, el volumen intravascular podría ser normal, generando insuficiencia cardíaca en caso de admi-
nistración rápida de dicha solución.

OTRAS MEDICACIONES
En caso de presentarse acidosis metabólica grave recordar que la administración de bicarbonato de sodio
en sala de recepción es perjudicial. Debe corregirse la causa que la genere, ya que el uso de dicho medica-
mento puede mejorar la acidemia pero exacerbar la acidosis intracelular y aumentar el nivel de dióxido de
carbono. Por lo tanto consideramos que el uso de bicarbonato en sala de partos para recién nacidos con
asfixia perinatal está contraindicado.
No hay suficiente evidencia para evaluar la seguridad y eficacia de administrar Naloxona un RN con de-
presión respiratoria en sala de partos debido a que la madre ha estado expuesta a opioides. En estudios en
animales y casos publicados, se citan complicaciones debidas a naloxona que incluyen edema pulmonar, paro
cardiorespiratorio y convulsiones.

ACCESOS VASCULARES
Vena umbilical
La vena umbilical es la vía de acceso vascular de elección en todos los pacientes que requieran uso de
medicación EV durante la reanimación.
Recordar que si se advierte la no respuesta a las maniobras que se estén realizando y es necesario colocar
un acceso vascular umbilical, un miembro del equipo se encargará de ésta tarea mientras otros dos operado-
res continúa con la VPP y el masaje cardíaco.
Foto 1. Canalización umbilical

| 7 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Técnica
1. Colocarse guantes estériles y abrir el campo sobre la región umbilical.
2. Limpie el cordón con solución antiséptica y coloque el hilo de cordón sobre la base del mismo, a fin de
evitar pérdidas sanguíneas al córtalo.
3. Utilice catéteres umbilicales de 3.5 a 5 Fr para realizar la canalización, previo purgado con solución fisio-
lógica.
4. Realice el corte del cordón umbilical con bisturí estéril, por debajo de la ligadura que se colocó al naci-
miento.
5. Visualice la vena umbilical que se verá como una estructura grande de paredes finas, distinguiéndola de
las dos arterias umbilicales.
6. Coloque el catéter en la vena umbilical, introduciéndolo entre 2 a 4 cm y aspire con la jeringa conectada
al extremo del catéter. Una vez que observe retorno venoso, habrá colocado correctamente el catéter.
No es necesario introducir más allá, dado que puede infundirse la medicación directamente en el híga-
do, con riesgo potencial de lesión.
7. Idealmente tiene que estar presente otro operador distinto a quien realizó la canalización para adminis-
trar la medicación indicada.
8. Luego de administrar la medicación y encontrar la respuesta esperada, mantenga el catéter en su posi-
ción para tener una vía de acceso EV segura para realizar el traslado.
9. Recuerde que ésta vía umbilical debe ser removida una vez que el paciente se encuentre estabilizado.
Si requiere continuar con un acceso EV central, debe ser recanalizado según técnica habitual de uso de
catéteres en la UCIN.

Recuerde que el acceso venoso umbilical es la vía de elección


para la administración de drogas en la reanimación del RN.

Si no se observa respuesta, habiendo confirmado la eficacia de la VPP, la permeabilidad del TET, el uso de
concentraciones de oxígeno a 1.0, el masaje cardíaco efectivo y coordinado con la ventilación, la adminis-
tración correcta de medicación EV, se requiere la sospecha de situaciones especiales en RCP neonatal.

Vía Intraósea
La vía interósea es una alternativa razonable y frecuentemente usada en el ingreso a una emergencia.
Varios estudios demuestran que es factible de ser colocada en RN tanto de término como de pretérmino.
Además tienen igual eficacia que la vía endovenosa y puede ser rápidamente colocada.

Indicaciones
Nos permite acceder al espacio intravascular en una emergencia, cuando no se puede acceder a la vía por
otra vía (umbilical, periférica, etc).
Permite la administración de cristaloides, derivados sanguíneos, medicación utilizada en reanimación,
antibióticos, etc. Además de extracción de muestras de sangre para estudios de laboratorio.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 7 3 |


Equipo necesario:
• Solución antiséptica, gasas.
• Antiparras, guantes estériles y camisolín.
• Sábana enrollada para posicionar al paciente.
• Descartador.
• Aguja de aspiración (16 o 18 G)
• Aguja intraósea (16 o 18 G).
• Aguja tipo Abbocat (16 o 18 G).
• Parche anestésico (si el paciente se encuentra en shock).
• Jeringa de 5 ml.
• Jeringa de 20 ml para la administración en bolo.
• Solución fisiológica.
• Llave de tres vías.
• Prolongador corto para conectar la guía de suero.
• Presurizador.
• Pinza Kocher para fijación.
• Cinta adhesiva.

Sitio de inserción:
Tibial proximal (preferido).

| 7 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Contraindicaciones:
Fractura, lesión por aplastamiento, intento de colocación previa en ese sitio, o infección de la piel.
En estos casos se deberá utilizar otro sitio de colocación.

Durabilidad
Vía transitoria, con una duración de no más de 12 horas. Retirarla una vez que se coloca un acceso endo-
venoso. Cuanto mayor es su tiempo de uso, mayor es el riesgo de complicaciones.

Tabla 1. Dosis y vías de administración de la medicación a utilizar

Medicación Dosis Vía de Administración


Adrenalina 0,1 a 0,3 ml/kg EV o Intraósea
(Solución 1/10.000)
Adrenalina 0,5 a 1 ml/kg Endotraqueal
(Solución 1/10.000)
Solución Fisiológica 10 ml/kg EV o Intraósea

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 7 5 |


Capítulo 7.
Consideraciones especiales
en reanimación
En este capítulo se desarrollaron los siguientes temas:
• Considerar situaciones especiales en un paciente que no se recupera luego de
implementar una reanimación efectiva.
• Evaluar patologías de la vía aérea que pueden interferir con la ventilación
• Manejo de malformaciones congénitas y enfermedades del pulmón que pueden complicar
la reanimación.
• El RN continúa con bradicardia o hipoxemia a pesar de una efectiva VPP.
• Falta de inicio de respiración espontánea.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 7 7 |


| 7 8 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal
La mayoría de los neonatos comprometidos tienen respuesta satisfactoria a una reanimación adecuada.
Un grupo especial de pacientes tendrá problemas específicos para resolver. Gracias al avance del cuidado
y de la medicina prenatal es posible contar con diagnósticos precisos de patologías complejas malformativas.
Esto nos permitirá hacer tratamiento prenatal si es factible y además decidir cuándo derivar a la mujer
embarazada y cuándo y cómo debe nacer cada paciente en particular, planificando en forma individua-
lizada las estrategias de parto y de recepción en hospitales que cuenten con la complejidad necesaria para
tratar al RN.

Un enfoque eficaz para los bebés que no mejoran es preguntarnos de acuerdo al cuadro clínico que pre-
sentan:

1. ¿La VPP no logra una ventilación adecuada de los pulmones?


Si no se logra una ventilación pulmonar adecuada con VPP es necesario realizar las medidas correctivas.
Recordar la sigla MR SOPA:
• M: Ajustar la Máscara a la cara.
• R: Reposicionar la cabeza para abrir la vía aérea.
Si no es efectiva:
• S: Succionar boca y nariz.
• O: Vía Oral (ventilar con la boca abierta).
Si no es efectiva:
• P: Aumento gradual de la Presión inspiratoria máxima (PIM) (con cautela, hasta 40 cm H20), auscul-
tar y mirar el tórax.
Si aún no es efectiva:
• A: considerar vía aérea Alternativa con tubo endotraqueal (TET) o máscara laríngea.
Si se realizaron todos los pasos de MR SOPA y no se logra una ventilación efectiva, tener en cuenta pa-
tologías que pueden interferir en la ventilación.
2. ¿Qué ocurre si el RN permanece cianótico o bradicárdico a pesar de una ventilación adecuada?
3. ¿Qué sucede si el RN no inicia respiraciones espontáneas?

Patologías que pueden interferir en la ventilación


Bloqueo de la vía aérea:
• Atresia de coanas.
• Malformación de la vía aérea faríngea (Secuencia de Pierre Robin).
• Afecciones poco frecuente.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 7 9 |


Función pulmonar disminuida:
• Neumotórax.
• Derrame pleural.
• Hernia diafragmática congénita.
• Hipoplasia pulmonar.
• Prematurez extrema.
• Neumonía congénita.

Bloqueo mecánico de la vía aérea:


La obstrucción de la vía aérea puede ser provocada por secreciones espesas o malformaciones congénitas.
Secreciones Espesas
Secreciones tales como meconio, sangre o vermis pueden obstruir la vía aérea.
Si no logra expandir el tórax con la ventilación y el TET se encuentra bien colocado, aspire la tráquea a
través del TET con una sonda (5-8 Fr) usando una presión negativa que no supere los 80-100 mg/Hg.
No proceda con masaje cardíaco si no tiene una ventilación adecuada.

Patologías en particular que determinan obstrucción de la vía aérea


Atresia de coanas
La anatomía de la vía aérea del RN requiere que la vía nasal esté permeable. De esta manera el aire ins-
pirado llega a los pulmones. Los neonatos no pueden respirar con facilidad por la boca, a menos que estén
llorando.
Por lo tanto, si la vía nasal presenta algún tipo de obstrucción, imperforación u oclusión total o parcial, el
RN tendrá dificultad para respirar o cianosis de reposo. La atresia de coanas generalmente no impide que se
ventile adecuadamente con presión positiva por la orofaringe, pero es posible que el neonato no lo haga en
forma espontánea.
Para la evaluación de la atresia de coanas, se deberá deslizar una sonda de aspiración de bajo calibre a
través de ambas narinas, hasta la nasofaringe.
Se deberá orientar la sonda de manera perpendicular a la cara del neonato, para que se dirija hacia el piso
de la vía nasal. Al no pasar la sonda uno puede sospechar la presencia de atresia de coanas. Pueden ser uni-
laterales o bilateral. Se puede dar en forma aislada o asociada a otra malformación. Requiere una evaluación
genética.
Se deberá colocar una vía aérea oral plástica como cánula de Mayo o chupete de McGovern (de goma en-
durecida y fenestrado que se sostiene con cintas) para permitir el pasaje de aire por la cavidad oral. Se podrá
utilizar un tubo endotraqueal como vía oral, introduciéndolo por la boca y deslizándolo hasta la faringe poste-
rior sin llegar a la tráquea. Cada una de estas medidas son temporales hasta planear la corrección quirúrgica.

| 8 0 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Figura 1. Atresia de coanas. Apertura de la vía aérea con cánula de Mayo

Malformación de la vía aérea faríngea (secuencia de Pierre Robin)


La secuencia de Pierre Robin es una enfermedad congénita, que se manifiesta con anomalías en la cara,
boca y maxilar inferior. Presenta un maxilar inferior pequeño (micrognatia), una lengua que cae hacia atrás
sobre la faringe (glosoptosis) y en ocasiones fisura palatina. Esta condición se pude dar en forma aislada o
formando parte de un síndrome genético.
Como consecuencia los niños afectados presentan dificultad respiratoria luego de su nacimiento por obs-
trucción de la vía aérea. Al sospechar esta patología se deberá colocar al RN boca abajo (posición ventral) para
liberar la vía aérea ya que la lengua se dirigirá hacia adelante.
Si el problema persiste se deberá colocar una sonda o un tubo endotraqueal pequeño (2,5 mm) a través
de la nariz, con la punta colocada en la faringe posterior pasando la base de la lengua.
La intubación endotraqueal en un paciente con síndrome de Pierre Robin suele ser muy dificultosa debido
a la poca apertura bucal.
Cuando es imposible realizar este procedimiento resulta efectiva la utilización de la máscara laríngea.

Otras malformaciones de la vía aérea


Las malformaciones congénitas de la vía aérea superior son entidades poco frecuentes. El factor funda-
mental es contar con diagnóstico prenatal para poder elegir la vía de parto y el nacimiento en hospitales con
alta complejidad, con personal y recursos necesarios para el manejo de la vía aérea.
En los casos más graves con compromiso de la vía aérea, se indica realizar en sala de partos un procedi-
miento conocido como EXIT. Este consiste en asegurar la vía aérea por el endoscopista antes de ligar el cordón
umbilical. Si no se logra el pasaje de un TET se deberá realizar una traqueotomía de urgencia.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 8 1 |


Si no contamos con diagnóstico prenatal, tener un elevado índice de sospecha de las mismas: laringo-
malacia, membrana laríngea, atresia laríngea, bocio congénito, malformaciones vasculares, etc.

Función pulmonar disminuida


Varias causas pueden interferir con la función pulmonar y no permitir una correcta adaptación a pesar de
una adecuada intervención.
La presencia de escapes de aires, acumulación de líquidos, masas pulmonares o desarrollo pulmonar in-
adecuado pueden impedir una correcta expansión pulmonar.
El RN puede presentar baja saturación de oxígeno y bradicardia persistente a pesar de que la administra-
ción de VPP con TET sea adecuada.
Ante estas circunstancias debemos pensar en:
• Escapes de aire (neumotórax).
• Derrames pleurales.
• Hernia diafragmática congénita.
• Neumonía congénita.

Escapes de aire
Es la presencia de acumulación de gas fuera del espacio pulmonar que dependiendo de su localización
se denomina neumotórax, neumomediastino, neumopericardio, enfisema intersticial o enfisema subcutáneo.

Neumotórax
El pulmón del recién nacido puede presentar pequeñas fugas de aire en sus primeras respiraciones. Ante la
presencia de factores como meconio, malformaciones pulmonares (ejemplo: hernia diafragmática congénita)
o VPP puede ocurrir acumulación de aire en la cavidad pleural denominado neumotórax.
El neumotórax produce colapso pulmonar completo y persiste la entrada de aire desde el sitio de la lesión,
funcionando como una válvula unidireccional que permite la llegada de más aire durante cada inspiración,
pero no su salida al exterior durante la espiración, igualando la presión intrapleural con la intrapulmonar.
Cesa entonces el paso de aire por las vías aéreas durante la respiración normal, quedando la ventilación
pulmonar prácticamente anulada. En consecuencia el contenido del mediastino es desviado hacia el hemitó-
rax contralateral, disminuyendo el volumen y la capacidad funcional residual de ese pulmón, colapsando el
lecho vascular pulmonar, aumentando de este modo la resistencia vascular pulmonar.
Esto comprime los grandes vasos venosos y las aurículas, disminuye el retorno de sangre al corazón; pro-
vocando insuficiencia ventricular derecha con caída del gasto cardíaco y de la tensión arterial sistémica en
conjunto con insuficiencia respiratoria.

La lesión puede ser uni o bilateral, el diagnóstico debe realizarse con rapidez
ya que pone en peligro la vida del paciente.”

| 8 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Los datos clínicos son: signos de insuficiencia respiratoria, cianosis, bradicardia, asimetría torácica con
sobre-expansión del hemitórax afectado, desplazamiento de los ruidos cardíacos hacia el lado contralateral
o ruidos cardíacos alejados.
Si bien el diagnóstico de elección es la radiografía de tórax, en reanimación se debe actuar con la sospecha
clínica, pudiendo usarse la transiluminación torácica para corroborar la sospecha clínica. El lado con neumotó-
rax se verá más brillante comparado con el otro.
Ante la presencia de un neumotórax que causa dificultad respiratoria severa y saturación de oxígeno en
descenso se debe colocar un catéter percutáneo o una aguja en la cavidad pleural para permitir la salida de
aire y la reexpansión pulmonar. Es probable que luego se deba colocar un tubo de toracotomía para que
drene en forma continua si el paciente continúa con VPP.
Los neumotórax pequeños se resuelven espontáneamente sin necesidad de intervención.

Foto 1. Neumotórax

Foto 2. Neumotórax

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 8 3 |


Derrames pleurales
El derrame pleural es la acumulación de líquido en dicha cavidad. En general la mayoría de las veces se
puede conocer la presencia de líquido pleural en ecografías prenatales. El líquido acumulado puede ser: tra-
sudado, quiloso o sanguinolento. A menudo forman parten de patologías sistémicas como hidropesía fetal.
Si la dificultad respiratoria es importante, tal vez deba insertar un catéter o una aguja en la cavidad pleural
para drenar el líquido y permitir la expansión pulmonar.

Drenaje de un neumotórax o derrame pleural


Se debe actuar con rapidez ante la decisión de drenar un neumotórax o derrame pleural. Se colocará un
catéter percutáneo de calibre 18 o 20 Fr.
En presencia de un neumotórax se realizara una punción en el 2do espacio intercostal en la línea medio-
clavicular o en el 4to espacio intercostal entre la línea axilar anterior y la línea axilar media. Se debe prestar
especial atención en respetar el tejido mamario.
En presencia de líquido se recomienda el 5 o 6to espacio intercostal.
El catéter se inserta con inclinación de 45o con dirección cefálica colocando la aguja justo por encima de
la costilla inferior para evitar lesionar las arterias intercostales.
Ingrese la aguja en forma perpendicular, retirándola posteriormente, permaneciendo el catéter conectado
a una llave de tres vías. Esta debe ser conectada a una jeringa de 20 ml. La jeringa y la llave permiten aspirar
aire o líquido. Cerrando la llave de tres vías se puede vaciar la jeringa para volver a aspirar más aire o líquido
de la cavidad.
Hay que realizar el procedimiento con suma atención y cuidado para evitar reingresar aire o líquido a la
cavidad por un mal manejo de la llave de tres vías.
Si no cuenta con catéter percutáneo se puede utilizar aguja mariposa de calibre 19-21, existiendo más
posibilidad de lesionar el pulmón.

Hernia diafragmática congénita


La hernia diafragmática congénita se define como la migración de parte del contenido abdominal hacia
el tórax a través de un defecto diafragmático debido al fallo en el cierre de los canales pleuroperitoneales.
Generalmente postero-lateral izquierda del diafragma. El contenido abdominal herniado (por lo general in-
testino, estómago y a veces el hígado) comprime los pulmones en desarrollo, produciendo diferente grado de
hipoplasia pulmonar e impide que la vasculatura pulmonar se desarrolle normalmente.
El diagnóstico prenatal es fundamental para realizar la derivación oportuna a los centros de mayor com-
plejidad donde se encuentren los recursos humanos y terapéuticos adecuados para la gravedad de esta en-
fermedad. A pesar de los grandes avances en el tratamiento obstétrico, neonatológico y quirúrgico, y el desa-
rrollo de nuevas técnicas como óxido nítrico, oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), o ventilación
de alta frecuencia, la mortalidad continúa siendo elevada por lo que estos RN deben nacer en centros que
cuenten con estas tecnologías.
La ecografía sigue siendo la técnica adecuada para su diagnóstico, en las mujeres embarazadas con control
prenatal, la mayoría de los casos son identificados antes de nacer.

| 8 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Se debe derivar a la madre a Centros que cuentan con cuidado prenatal para evaluar cuando, como y
donde debe nacer.

La recepción de un recién nacido con diagnóstico de hernia diafragmática debe ser


realizada por un equipo que cuente con personal entrenado en manejo de vía aérea.

El diagnóstico prenatal de hernia diafragmática indica la necesidad de intubación endotraqueal inmediata


posnatal. Tener en cuenta que la VPP puede ocasionar neumotórax debido a la hipoplasia pulmonar, por lo
tanto se debe ser muy cauto con la ventilación.
El objetivo principal de la ventilación en el RN con hernia diafragmática es minimizar la lesión pulmonar
existente mediante el uso de las presiones máximas más bajas posibles (idealmente 20 a 25 cm H₂O, utilizan-
do siempre manómetro de presión) al tiempo que permite el intercambio de gases adecuado para evitar la
hipoxemia y la acidemia. Estos RN tienen hipertensión pulmonar debido a anormalidades congénitas de los
vasos pulmonares y por lo cual persisten cianóticos en forma persistente debido al escaso flujo pulmonar. La
estructura pulmonar anormal contribuye a la hipoxia.
Utilice el oxímetro de pulso preductal para la evaluación correcta de la oxigenación de estos RN y
ajuste la concentración de oxígeno necesaria para lograr vasodilatación pulmonar. Evitar hipercarbia,
acidosis e hiperventilación.
Coloque sonda orogástrica gruesa (10 Fr) para evacuar el contenido del estómago y aspire en forma inter-
mitente. Se puede usar una sonda de aspiración de doble lumen (sonda Replogle) conectada a una aspiración
de la pared.
Se debe siempre evitar la ventilación con presión positiva con máscara.
Debemos estar muy atentos para sospechar esta malformación en la sala de partos si no contamos con
diagnóstico prenatal.
Los RN presentan síntomas generalmente tempranos de dificultad respiratoria, hipoxemia o requieren
reanimación en los primeros minutos u horas después del nacimiento. El examen físico puede mostrar un ab-
domen excavado, el tórax en forma de barril (tórax escafoide) y aumento del trabajo respiratorio (retraccion,
quejido, taquipnea). La auscultación revela disminución de la entrada de aire sobre el hemitórax ipsilateral,
con ruidos cardíacos desviados hacia el lado contralateral. Los ruidos intestinales pueden ser apreciados en el
tórax. Después del parto, el aire deglutido conduce a distensión intestinal que empeora la compresión pulmo-
nar y desplaza el mediastino, causando mayor dificultad respiratoria. Si la compresión mediastínica es grave,
el retorno venoso disminuye, lo que lleva a la hipoperfusión e hipotensión sistémica.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 8 5 |


Foto 3. Radiografía de hernia diafragmática congénita

Neumonía congénita
Aunque suele manifestarse luego del nacimiento, algunas infecciones son muy agresivas y pueden presen-
tarse con insuficiencia respiratoria.
Además debemos pensar en otras enfermedades pulmonares como por ejemplo, la hipoplasia pulmo-
nar, etc.

¿Qué ocurre si el RN permanece hipoxico o bradicárdico a pesar de una ventilación adecuada?


Si el RN persiste bradicárdico o hipoxico corroborado esto por monitorización adecuada, se deberá veri-
ficar que el tórax se mueva adecuadamente, y que se ausculte simétricamente la entrada de aire en los pul-
mones. Se deberá aumentar la concentración del oxígeno utilizado hasta 1.0. Si el RN continúa bradicárdico
o hipoxico, se debe sospechar la presencia de una cardiopatía congénita cianótica. Recordar que tanto los
bloqueos cardíacos congénitos como las cardiopatías congénitas cianóticas son patologías poco comunes
y que la inadecuada ventilación luego del nacimiento es una causa mucho más frecuente de bradicardia y
alteración en la oxigenación.

¿Qué sucede si el recién nacido no inicia respiraciones espontáneas?


Si al realizar VPP se observa una mejoría de la FC y de la SpO2, pero el RN continúa hipotónico y sin inicio
de la respiración espontánea, puede presentar:
• Depresión del sistema nervioso central debido a una encefalopatía hipóxico isquémica (EHI).

| 8 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


• Acidosis severa.
• Trastorno muscular congénito.
• Sedación por medicamentos administrados a la madre.
Los analgésicos opioides que se administran a la madre para aliviar el dolor del trabajo del parto, pasan a
través de la placenta, y causan depresión del centro respiratorio del RN.
La naloxona (antagonista de los receptores kappa y ų opiáceos) revierte el efecto narcótico. Hay poco co-
nocimiento de la farmacología de la naloxona en el RN. Estudios de animales y casos publicados informan de
complicaciones como edema pulmonar, paro cardíaco y convulsiones.
Por lo tanto se aconseja ventilar adecuadamente al RN hasta que ceda el efecto narcótico administrado a
la madre.
Monitorizar adecuadamente a estos pacientes y proveer VPP hasta que inicie la ventilación.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 8 7 |


Capítulo 8.
Recepción del RN prematuro

La mortalidad infantil en nuestro país sigue siendo elevada a expensas de la mortalidad neonatal
y particularmente la de los recién nacidos prematuros. Es primordial comprender que para mejorar
estos resultados, estos recién nacidos deberían nacer en centros de tercer nivel de atención perinatal
dado que el manejo adecuado antes y luego del nacimiento es de suma importancia para su morbi-
mortalidad.

En este capítulo se desarrollaran los siguientes temas:


• Reconocer factores de riesgo asociados con el nacimiento prematuro.
• Conocer los recursos adicionales que se requieren para la recepción y estabilización de
un bebé prematuro.
• Estrategias adicionales para mantener la temperatura en el prematuro.
• Realizar una adecuada administración de oxígeno y adecuar la ventilación en RN
prematuros.
• Brindar cuidados posreanimación y traslado a la UCIN a un bebé prematuro.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 8 9 |


Los bebés que nacen antes del término corren riesgo de sufrir una serie de complicaciones después del
nacimiento. Algunas de ellas son consecuencia de los factores que produjeron un nacimiento prematuro;
otras son un reflejo de la inmadurez anatómica y fisiológica relativa de estos bebés. Los prematuros presen-
tan mayor vulnerabilidad, dado la inmadurez, por lo tanto presentan riesgos adicionales.
Estos aspectos deberán ponerlo en alerta para buscar ayuda adicional cuando prevé el nacimiento de un
bebé prematuro.
Entonces, si se espera un parto prematuro (<37 semanas de gestación) serán necesarios preparativos
especiales. Las salas de recepción/reanimación de recién nacidos deben estar equipadas con la misma tecno-
logía disponible en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), especialmente en la atención de re-
cién nacidos muy prematuros, en quienes la asistencia recibida en los primeros minutos de vida extrauterina
puede condicionar los resultados a corto y largo plazo.
También se deberán tener en cuenta medidas adicionales, como el control de la temperatura y la concen-
tración de oxígeno en el inicio de la reanimación.

La recepción de los RNPT debe ser realizada por personal adecuadamente formado en reanimación avan-
zada ya que la probabilidad de que necesite reanimación es significativamente superior a la de un nacido de
término. Esto es válido incluso en bebés prematuros tardíos (entre 34 y 36 semanas de edad gestacional).

Recursos Adicionales en la Recepción de un RNPT


• Personal capacitado adicional (alguien con experiencia en intubación y colocación de catéteres umbili-
cales).
• Estrategias adicionales para mantener la temperatura.
• Fuente de aire comprimido.
• Mezclador de oxígeno.
• ECG de 3 derivaciones
• Posibilidad de administrar presión positiva continua en vía aérea (CPAP).
• Incubadora de transporte que permita la administración de gases con mezcla y monitoreo con oxime-
tría de pulso.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 9 1 |


Tabla 1. Características de los bebés prematuros

Órgano Consecuencia
Piel fina y gran superficie de área en relación Provocan que pierdan calor con mayor facilidad
a masa corporal. Escasez de grasa
Tejidos inmaduros Mayor riesgo de daño por exceso de oxigeno
Músculos torácicos débiles y Dificultad en mantener una respiración eficaz
sistema nervioso inmaduro
Pulmones inmaduros Los hace más propensos a lesiones por ventilación
por deficiencia de surfactante con presión positiva (VPP)
Sistema Inmunitario inmaduro Aumenta el riesgo de infección
Capilares frágiles Mayor riesgo de hemorragia cerebral
Menor volumen de sangre Más proclives a sufrir los efectos de la hipovolemia
por pérdida de sangre
Reserva metabólica limitada y Mayor riesgo de hipoglucemia después de nacer
mecanismos compensatorios inmaduros

Foto 1. Calentador radiante y equipo necesario para la recepción

| 9 2 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Ligadura del cordón umbilical en RNPT
La evidencia sugiere que en prematuros vigorosos con circulación placentaria intacta, la ligadura del cor-
dón se debería realizar entre 30 y 60 segundos luego del nacimiento.

Importancia de mantener la temperatura corporal óptima


en sala de recepción durante la estabilización
El control de la temperatura corporal en niños menores de 29 semanas de gestación es uno de los facto-
res más importantes a tener en cuenta. Los recién nacidos prematuros son especialmente vulnerables a la
hipotermia, la cual está asociada con mayor mortalidad y morbilidades graves, tales como un mayor riesgo
de hemorragia intraventricular, problemas respiratorios, hipoglucemia, y sepsis tardía. Debido a esto, la tem-
peratura de admisión debe ser registrada como un predictor de los resultados, así como un indicador de la
calidad de atención.

Intervenciones para mantener la temperatura corporal del


recién nacido prematuro en la sala de recepción durante la estabilización
Se debe aumentar la temperatura de la sala de partos y precalentar la cuna radiante para garantizar un
ambiente cálido. Además, se debe tener lista una bolsa de polietileno y un gorro.
Se han incorporado estrategias adicionales, como el uso de colchones térmicos, gases humidificados y ca-
lentados durante la VPP. La combinación de estas estrategias puede ser razonable para prevenir la hipotermia
en recién nacidos con edad gestacional ≤32 semanas.
También es imprescindible disponer de una incubadora de transporte para mantener la temperatura del
bebé durante su traslado desde sala de partos hacia la UCIN.

La evidencia actual demuestra que cubrir el cuerpo de los recién nacidos <29 semanas con nylon
o una bolsa de polietileno sin secarlo previamente reduce la pérdida de calor y la evaporación.

El bebé debe permanecer cubierto en polietileno hasta su ingreso a la UCIN y debe controlarse la tempe-
ratura en forma frecuente y evitando tanto el sobrecalentamiento como el enfriamiento.
El objetivo debe ser que mantenga una temperatura axilar entre 36,5 oC y 37,5 °C. Es igualmente importan-
te el control de la temperatura de la sala de partos. La misma no debe ser menor de 24° C en caso de recién
nacidos menores de 29 semanas de edad gestacional. Asegurar mantener la temperatura de la sala entre 24
a 26 °C.

En la preparación para el nacimiento de un recién nacido pretérmino hay que aumentar


la temperatura de la habitación donde va a nacer el recién nacido entre 24 °C-26 °C.
El objetivo es mantener la temperatura corporal entre 36,5 °C y 37,5 °C.

Administración de oxígeno
Recomendación para menores de 32 semanas de edad gestacional
La necesidad de maniobras de reanimación suele obedecer a diferentes causas en recién nacidos de tér-
mino y prematuros. Mientras que en los primeros el origen de su dificultad para la adaptación a la vida ex-
trauterina suele ser algún evento hipóxico-isquémico (asfixia), en los prematuros (especialmente en los de

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 93 |


muy baja edad gestacional), el problema está dado por una inmadurez de los mecanismos responsables de
la transición.
Un metaanálisis reciente que incluyó 8 ensayos aleatorizados en donde se comparó el inicio de la reani-
mación en recién nacidos prematuros (EG< de 28 sem) con alta de concentración de oxígeno (65% o más)
y baja concentración de oxígeno (≤ 30%) no mostraron una mejoría en sobrevida al alta hospitalaria, con el
uso de altas concentraciones de oxigeno. Del mismo modo al evaluar otros resultados no se observó ningún
beneficio en la prevención de displasia broncopulmonar, hemorragia interventricular, retinopatía del prema-
turo. Algunos estudios recientes han mostrado un mayor riesgo de mortalidad en prematuros extremos al
iniciar reanimación con aire ambiente. Si bien estos resultados requieren confirmación en futuros estudios,
por el momento nos parece prudente recomendar cautela con el uso de FiO₂ de 0,21 al inicio de la VPP en
prematuros menores de 30 semanas.

Ante la necesidad de VPP a un prematuro se recomienda:


En recién nacidos de edad gestacional <30 semanas comenzar con una FIO2 de 0,3.
En recién nacidos con edad gestacional ≥30 semanas comenzar con una FIO2 de 0,21.

En ambos casos quien conduce la reanimación es quien debe valorar la necesidad de


aumentar o disminuir la FIO2 según los valores de SpO2 obtenidos a través de oximetría
de pulso preductal y, siguiendo los objetivos de SpO2 señalados en esta recomendación
para minutos de vida transcurridos luego del nacimiento.

El manejo óptimo del oxígeno durante la reanimación neonatal es particularmente importante, dada la
evidencia que la oxigenación insuficiente o excesiva puede ser perjudicial para el recién nacido y muy espe-
cialmente el prematuro. La susceptibilidad al daño oxidativo es mucho mayor en los recién nacidos extrema-
damente prematuros.

El desarrollo de los tejidos durante la vida fetal sucede en un entorno con un nivel de
oxígeno relativamente bajo, por lo tanto los mecanismos que protegen al cuerpo contra la
lesiones oxidantes aún no están totalmente desarrollados en etapas tempranas de la gestación.
El bebé prematuro está expuesto a un mayor riesgo de lesiones por re-perfusión e hiperoxia.

Por lo tanto, se recomienda colocar un oxímetro de pulso al comenzar la reanimación y un mezclador de


oxígeno que le permita modificar las concentraciones del oxígeno administrado.
Los RNPT tardan más tiempo que los RNT para llegar a una SpO2 >85%.
Hasta que exista más evidencia científica disponible se recomienda mantener en el bebé prematuro el
mismo objetivo de saturación que se muestra en la tabla utilizada en recién nacidos de término.
Este objetivo es variable en función del tiempo.

| 9 4 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Objetivo de saturación de oxígeno en función del tiempo

1 minuto 60-65%
2 minutos 65-70%
3 minutos 70-75%
4 minutos 75-80%
5 minutos 80-85%
10 minutos 85-95%

Los estudios en recién nacidos prematuros mostraron que el inicio de la reanimación con una mezcla de
oxígeno y aire tuvo como resultado menor hipoxemia o hiperoxemia.
Si a pesar de una ventilación eficaz no hay un aumento de la FC o de la oxigenación (guiados por oximetría
de pulso), debe considerarse el uso de una mayor concentración de oxígeno.

Consideraciones especiales para la ventilación asistida de prematuros en sala de partos


La administración de presión al final de la espiración (PEEP) evita el colapso alveolar, facilita la reabsorción
de líquido pulmonar y estabiliza la insuflación en forma más rápida. Cuando se decide administrar VPP a los
recién nacidos prematuros, el uso de PEEP debería ser aproximadamente 4 a 6 cm de H₂O. Utilice reanimador
con pieza en T o bolsa autoinflable con válvula de PEEP:
En pulmones inmaduros con tórax inestable cuando se requiere VPP, la intubación facilita la administra-
ción de PEEP.
Si colocamos válvula de PEEP a una bolsa autoinflable, se puede proveer PEEP si la ventilación es realizada
con tubo endotraqueal. Es dificultoso mantener PEEP cuando la ventilación se realiza con máscara.
La utilización de niveles altos de PEEP (8 a 12 cm H2O) puede reducir el retorno venoso y aumentar el
riesgo de neumotórax.

Considere la administración de CPAP si el bebé respira espontáneamente y


tiene una FC >100 lpm, pero presenta dificultad respiratoria, o tiene una saturación baja.

El CPAP se puede administrar colocando la máscara conectada a un reanimador con pieza en T sin obturar
el orificio que utiliza para generar ventilaciones. Durante el CPAP el bebé respira espontáneamente.
No se puede administrar CPAP con una bolsa autoinflable.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 95 |


Foto 2. Administración de ventilación con presión positiva

Si necesita administrar VPP (apnea o FC menor a 100 lpm) utilice la presión de insuflación
más baja posible, siempre monitorizada con manómetro.

Generalmente son adecuadas presiones inspiratorias máximas de 20 a 25 cm H2O. Si no hubiera mejoría


de la FC revise las fallas en la ventilación (MR SOPA) (capítulo 3).
No obstante las indicaciones y el momento de la administración siguen siendo motivo de controversia, por
lo que su empleo profiláctico suele ser determinado por las prácticas de atención locales.

En los bebés prematuros disminuya el riesgo de lesión cerebral tomando los siguientes recaudos:
• Manipule al bebé con delicadeza.
• Evite la posición de Trendelenburg (los pies a una altura superior a la cabeza).
• Evite presiones altas en la vía aérea.
• Ajuste la ventilación gradualmente, basándose en el examen físico, la oximetría y los gases en sangre.
• Evite infusiones de líquido administradas rápidamente y las soluciones hipertónicas intravenosas.

| 9 6 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Controles luego de la reanimación
• Monitoree y controle la glucosa en sangre.
• Controle la presencia de apneas, bradicardia o hipoxia e intervenga de inmediato. Coloque un monitor
cardiorespiratorio.
• Controle la temperatura corporal.
• Monitoree y controle la oxigenación y la ventilación.
• Considere la posibilidad de retrasar la alimentación o inicie la alimentación con precaución si los proble-
mas perinatales fueron significativos.
• Es recomendable iniciar nutrición parenteral e introducir cautelosamente alimentación enteral con le-
che de madre.
• Tenga un alto nivel de sospecha de infecciones.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 9 7 |


Capítulo 9.
Principios éticos en las
decisiones de sala de partos
y cuidado al final de la vida

En este capítulo se desarrollaran los siguientes temas:

• Principios éticos asociados a la reanimación neonatal.


• Leyes en la Argentina.
• Comunicación con los padres y rol que desempeñan en la toma de decisiones.
• Consideraciones a tener en cuenta para reanimar a un prematuro extremo.
• Cuando sería adecuado no iniciar la reanimación.
• Cuando sería adecuado suspender reanimación.
• Cuidados al final de la vida.
• Qué hacer cuando el bebé muere.
• Cuidados a la familia en el proceso del duelo.
• Cuidados al equipo de salud.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 99 |


Introducción
Los principios éticos que rigen la atención médica son:
• Autonomía : Respetar los derechos de una persona a tomar decisiones que afectan su vida.
• Beneficencia : Proceder de un modo que beneficie a los demás.
• No maleficencia: Evitar causar daño.
• Justicia: Tratar a cada una de las personas como corresponda, con la finalidad de disminuir las situacio-
nes de desigualdad.
La reanimación neonatal comparte estos principios, al igual que la reanimación de un adulto o niño y
constituyen la base por la que pedimos un consentimiento informado, antes de instituir un tratamiento. Las
excepciones son las emergencias con riesgo de vida y los pacientes que no se hallan en condiciones de tomar
sus propias decisiones. La reanimación neonatal se ve complicada por ambas excepciones.
A diferencia de los adultos el neonato no puede tomar decisiones ni expresar su deseo.
Los padres son considerados el mejor sustituto para decidir en beneficio de sus hijos (a menos que incu-
rran en negligencia, abuso o abandono). Tienen un rol principal en los cuidados que se dará al recién nacido.
Para que ellos puedan cumplir con ese rol necesitan información precisa de los riesgos y beneficios de cada
opción de tratamiento.
Con los avances de la medicina perinatal, contamos con diagnósticos prenatales más precisos. Esto brinda
la oportunidad al equipo de salud de hablar con los padres y tomar decisiones conjuntas acerca del cuidado
perinatal.
Desafortunadamente la necesidad de reanimación a menudo es inesperada y con poca oportunidad de
lograr un consentimiento informado. Elaborar un consenso antenatal entre los padres y el equipo de salud es
muy útil. Debemos usar toda la información disponible, conocer los beneficios de las intervenciones que se le
puedan ofrecer al paciente y también sus limitaciones. Esta información compartida con los padres permitirá
tomar mejores decisiones.

Leyes en la Argentina
La ley 26.742 de Muerte Digna hace referencia a la autonomía de la voluntad. El paciente tiene derecho
a aceptar o rechazar terapia o procedimiento médicos en el marco de enfermedad irreversible o incurable.
Ningún profesional interviniente que haya obrado de acuerdo con las disposiciones de la presente ley está
sujeto a responsabilidad civil, penal, ni administrativa, derivadas del cumplimiento de la misma. Los niños
tienen derechos en los términos de la Ley 26.061 de Protección Integral del Derecho de Niños y Adolescentes.
Ante las dudas consulte a médicos legales o al comité de ética de su hospital.

Rol de los padres


Los padres desempeñan un rol fundamental en la determinación de los objetivos de atención que se
proporcionará a su hijo.
Es imperioso que sean involucrados desde el primer momento. Además, que puedan expresar abierta-
mente sus sentimientos dudas y temores. El trato que se les brinda en muchas unidades neonatales está
basado en la creencia, por cierto errónea, que los cuidados del bebé dependen casi exclusivamente de los
profesionales. Una conducta honesta del equipo de salud favorecerá la integración.

| 1 00 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Para tomar buenas decisiones hay que contar con información completa y precisa. Puede que no esté
disponible hasta después del nacimiento y horas más tarde.

Conversaciones con los padres antes del nacimiento


Es muy importante tanto para la familia como para los proveedores de salud hablar con los padres antes
del nacimiento de un parto de riesgo.
Las conversaciones prenatales son una oportunidad para comenzar una relación de mutua confianza con
la familia. La entrega de información debería ser personalizada en lugar de normatizada o preestablecida
(algunos padres querrán información detallada y explicaciones, otros no). Necesitamos aprender a hablar un
poco menos y escuchar más, dejando que los padres nos guíen a decirles lo que necesitan saber.
Lo central en decisiones sobre el límite de la viabilidad, es la inevitable incertidumbre cuando son reali-
zadas. La incertidumbre no se puede anular. Es nuestro deber salir a su encuentro y disminuirla. Para esto
existen los datos.
Los datos útiles son de dos tipos:
• Previos y generales expresados en cifras estadísticas.
• Específicos de cada paciente.
Los datos previos y generales no se deben absolutizar pero tampoco ignorar. Si los absolutizamos corre-
mos el riesgo de equivocarnos, pero si los ignoramos caemos en la misma trampa.
La incertidumbre científico-médica, atenuada pero no anulada por los datos, llama y obliga al juicio médi-
co, un juicio que se realiza con toda pericia, prudencia y responsabilidad y en el cual los datos forman parte
de un marco referencial que lo auxilia pero no lo reemplaza.
Ahora bien, así como es importante contar con información fidedigna, también es cierto que los padres no
encuentran gran utilidad en una referencia exclusiva a datos estadísticos, ya que:
• Primero, el público en general no suele entender estadísticas y menos aún en situaciones de estrés.
• Segundo, este enfoque incorpora inevitablemente el fenómeno bien conocido como “efecto de encua-
dre”. La misma información fáctica puede ser presentada de maneras que conduzcan a decisiones muy
diferentes.
• Tercero, los porcentajes describen resultados de grupos de bebés. Los padres quieren saber cuál será el
resultado para su bebé, algo que rara vez se les puede decir.
• Por último, muchas decisiones de vida o muerte no se hacen considerando solamente datos racionales
estadísticos, sino que las emociones juegan un papel importante en la toma de decisiones. Estas, raras
veces son abordadas en las consultas prenatales.
Así, sin mencionar los crudos números estadísticos de entrada, se puede hablar de mayores o menores
posibilidades de vivir.
A edades gestacionales muy bajas, los padres necesitan entender que hay posibilidades reales de que su
bebé muera a pesar de cuidados intensivos óptimos.
Se les puede plantear por ejemplo, que la supervivencia es posible pero poco probable, o que es imposible
de predecir.
También se debe mencionar que la mayoría de los recién nacidos que fallecen lo hacen en los primeros
días después del nacimiento.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 01 |


Es importante tener presente que más allá de lo que se haya conversado con los padres antes del nacimien-
to, la decisión consensuada puede ser modificada en función de las características vitales del RN. Debemos
tener presente (y comunicárselo a los padres) que las evaluaciones prenatales son siempre estimativas. Los
profesionales que asisten al recién nacido tienen el derecho de modificar su propuesta en función de una
valoración diagnóstica y de pronóstico una vez examinado el RN. En otras palabras, no debe haber acuerdos
definitivos previos al nacimiento sobre si reanimar o no. El juicio clínico acerca del RN en sala de partos pesa
en el momento de tomar una decisión.
En algunos casos el equipo de salud puede no estar de acuerdo con los padres, ni considerar la mejor
opción para este bebé. Los profesionales tienen la obligación de brindar cuidado apropiado de acuerdo a la
información médica disponible en cada caso. Si el equipo de salud no logra acuerdo con los padres hay que
buscar un consejero legal o consultar al comité de ética de su institución.

Es muy importante siempre documentar la conversación mantenida con los padres.

La información es parte del acto médico. Es un derecho de los padres y un deber de los médicos.
El obstetra y el grupo de profesionales que atiende al bebé deben dar una información consensuada.
Recomendamos incorporar también a enfermería que participe de este proceso. Es conveniente evitar dar
información en forma separada, ya que puede haber diferentes matices que pueden ser vividos con mucha
angustia o como contradicciones del equipo de salud. Esto aporta desconfianza e inseguridad a los padres.
Generalmente la madre se encuentra en trabajo de parto, recibiendo medicamentos, que pueden alterar
su grado de conciencia, y próximo a las etapas finales del nacimiento. Por lo tanto, se debe buscar el mejor
momento para informar a los padres. Se recomienda hablar con el padre y la madre al mismo tiempo. Si la
madre está sola o es menor de edad, puede elegir alguien de su confianza para que la acompañe en el mo-
mento de recibir la información. Probablemente la contenga y esté en mejores condiciones de escuchar.

Utilice herramientas de comunicación para construir una buena relación con la familia.

Lo ideal es sentarse para facilitar el contacto visual y evitar parecer apurado. Muestre interés y preocupa-
ción. Valide los sentimientos de los padres. Disponga del tiempo suficiente. Hable con lenguaje claro y senci-
llo. Siempre es posible traducir la información a terminología simple. Si es posible dosifique la información.
Pregunte a la familia si ha puesto nombre al bebé y si es así, utilice su nombre.
Entrevista significa diálogo: hay que informar y dialogar. Oír a los padres le permitirá aclarar confusiones y
dudas. Evalúe el grado de comprensión de la familia y el deseo de más información.
Los padres generalmente valoran la religión, la espiritualidad, la compasión y la esperanza cuando se
deben tomar decisiones sobre la reanimación en sala de partos. Como resultado de la dependencia de estos
valores, en general desean que los médicos demuestren compasión y proporcionen apoyo emocional en lugar
de que aconsejen sobre la base de un protocolo o estadística.
.
Documente la conversación con los padres en la historia clínica de la madre.

| 1 02 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Temas a tratar con la familia
• La posibilidad de tratamiento paliativo si la viabilidad del bebé es mínima.
Trate de comentar todas las opciones conocidas. Deje que los padres manifiesten sus deseos. La mayoría
dejará claro lo que desean que haga. Aclare que las decisiones pueden ser modificadas en la sala de partos
dependiendo del estado del bebé, evaluación de la edad gestacional y la respuesta a la reanimación.
• Evaluación de supervivencia y las posibles discapacidades.
Sea lo más preciso posible, presente un panorama equilibrado.
• Información acerca de cómo se van a proporcionar cuidados para el bienestar en patologías mortales.
Explique cómo se aliviará el dolor y el sufrimiento del bebé mientras viva (horas, días). Siempre respete
las creencias y diferentes culturas. Permita participar al resto de la familia.
• Explicación acerca de quiénes van estar en sala de partos y los roles en la reanimación.
• Siempre ofrecer tiempo para pensar las decisiones y repreguntar si fuera necesario.
• Si la decisión fue no reanimar, todo el equipo de salud debe estar informado.
Si hubiera discrepancias, consulte con otros profesionales si fuera necesario. No tome decisiones solo.
• Algunos padres pueden tener el deseo de donar los órganos.
Si la muerte neonatal es anticipada consulte con el INCUCAI para asesorarse sobre esta posibilidad.
El eticista neonatal William Meadow sugiere que tal vez la consulta prenatal no debiera ser acerca de
cómo ayudar a los padres a tomar decisiones de vida o muerte. Probablemente debería tratarse de confianza
y bondad humana.
Propone un encuadre como el siguiente:
“Nosotros (el equipo de Neonatología) estamos aquí para ustedes en este momento de miedo inesperado e
indescriptible. Puede que no seamos capaces de ayudarlos con su decisión antes del parto, los datos pueden ser
demasiado ambiguos. Pero estaremos con ustedes en cada paso del camino. Y si las cosas se ponen mal durante
la estadía en la UCIN, estaremos allí, apoyando su autonomía y ayudándolos a tomar la difícil decisión de esta-
blecer de cual es el “mejor interés” de su bebé. Puede ser que eso sea lo mejor que podamos hacer.”

Consideraciones a tener en cuenta


para reanimar a un recién nacido prematuro extremo
Con los avances del cuidado perinatal ha mejorado la sobrevida y calidad de vida de los recién nacidos
extremadamente pequeños. Es muy importante tener en cuenta los datos perinatales que influyen en el pro-
nóstico y evolución a largo plazo. Esta información relevante debe ser transmitida a los padres, agregando las
incertidumbres con la que nos encontramos en la sala de partos.
A menos que la concepción haya sido in vitro, las técnicas usadas por los obstetras, son seguras con 3 a
7 días de margen de error cuando se aplican en el primer trimestre, pero se estima en 1 a 2 semanas si se
evalúa posteriormente.
Las estimaciones de peso fetal poseen un margen de error de 15-20 % y pueden ser modificados en los
casos de restricción de crecimiento intrauterino. Aún las pequeñas discrepancias en 1-2 semanas y 100 a 200
gramos de peso tienen enormes implicancias en la mortalidad y morbilidad a largo plazo de estos pacientes.
Además el peso puede variar si hubo una restricción en el crecimiento.
Estas incertidumbres subrayan la importancia de no asumir compromisos firmes ni negar la reanimación
hasta que se tenga la posibilidad de examinar al neonato después del nacimiento. Dependiendo además de la
condición que presente el neonato al nacer y la evaluación de la edad gestacional y peso en la sala de partos.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 03 |


Estos datos obstétricos nos permiten un enfoque individualizado para valorar cada paciente en particular.
Lo razonable sería utilizar las siguientes variables en forma individual: estimación de la edad gestacio-
nal, peso adecuado a la edad gestacional, uso de corticoides prenatales, partos múltiples, género, ausencia
o presencia de corioamnionitis, nivel de atención disponible, etc. .
Con respecto al límite de viabilidad hay factores de peor evolución que no pueden ser modificados por la
intervención médica (Ejemplo: malformaciones congénitas, sexo, edad materna, enfermedad).
Ningún puntaje pronóstico en recién nacidos prematuros menores de 25 semanas de edad gestacional
ha demostrado capacidad para estimar adecuadamente la posibilidad de supervivencia en el primer mes
de vida o en los primeros 18 a 22 meses luego de nacimiento.
Los padres deben ser informados que a pesar de nuestros mejores esfuerzos contamos con limitada
capacidad para dar un pronóstico seguro para cada recién nacido antes o inmediatamente después del
nacimiento.
Otros elementos que podremos mejorar son: lugar donde debe nacer un RN prematuro, modo de parto,
traslado a la madre para que el niño nazca en un centro de mayor complejidad, etc.
Las decisiones acerca de la apropiada resucitación en los menores de 25 semanas deberían ser con-
sensuadas por guías regionales establecidas por cada consejo de reanimación regional o maternidad en
particular.

No iniciar la reanimación
Si las condiciones del neonato están asociadas a alta mortalidad y mala evolución es ético no iniciar la
reanimación, particularmente cuando se haya conversado con los padres al respecto.
Las decisiones se analizan teniendo en cuenta el mejor interés del niño. En estos casos el inicio o la sus-
pensión de la reanimación debe ser una decisión apoyada por los padres. Considere coordinar enfoques
individuales con los obstetras y el equipo neonatal junto con los padres.
No iniciar o discontinuar la reanimación son éticamente equivalentes y los clínicos no deberían dudar en
retirar el soporte vital cuando el pronóstico es muy malo y la sobrevida es improbable.
En estas circunstancias siempre se debe brindar cuidado compasivo y contención a la familia. Ejemplos
de estos son los prematuros en el límite de supervivencia (edad gestacional confirmada de 22 a 23 semanas
o peso nacimiento menor a 400 gramos), anencefalia, trastorno genético grave o malformación mortal con-
firmada.
La primera consideración para una decisión ética es plantearnos:
• ¿Qué es lo mejor para este recién nacido gravemente enfermo?
• ¿Existe la posibilidad que el tratamiento sea efectivo?
• Valorar los riesgos de tratar y no tratar.
• ¿Cuál es la posibilidad que la terapia extienda la vida?
• Dolor y sufrimiento asociado a la terapia.
• Calidad de vida con y sin tratamiento.

| 1 04 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Suspensión del soporte vital
La bradicardia terminal se asocia con inadecuada perfusión tisular que conduce a la falla de órganos.
Un puntaje de Apgar de 0 a los 10 minutos es un fuerte predictor de mortalidad y morbilidad en los
prematuros tardíos y RN de término.
En estos casos, si la frecuencia cardíaca permanece indetectable, se sugiere considerar detener la reani-
mación. Sin embargo la decisión de continuar o interrumpir debe ser individualizada.
Variables a considerar para esta decisión incluyen: si la reanimación se consideró óptima, disponibilidad
de atención neonatal avanzada, circunstancias específica antes de cada parto (por ejemplo, conocer el mo-
mento del daño asfíctico) y los deseos expresados por la familia.
La ausencia de respiraciones espontáneas o de una puntuación de Apgar de 1 a 3 a los 20 minutos de edad
en los bebé de más 34 semanas de edad gestacional, pero con FC detectable, es un fuerte predictor de morta-
lidad y morbilidad significativa. En los lugares con recursos limitados, se sugiere que es razonable discontinuar
la ventilación asistida en RN sin respiraciones espontáneas a pesar de la presencia de frecuencia cardíaca o
puntaje de Apgar de 1 a 3 a los 20 minutos o más.
Durante los primeros minutos de vida además de optimizar la reanimación debemos averiguar factores
cómo: etiología del paro, edad gestacional, presencia de complicaciones, potencial rol neuroprotector de la
hipotermia y comunicar a los padres la gravedad del paciente.
Consensuar junto a ellos la decisión de suspender el cuidado crítico e instituir el cuidado compasivo.
Se recomienda registrar detalladamente lo que se hace en sala de partos, es importante que todo quede
documentado.
Si el recién nacido fue ingresado a la UCIN y su evolución hace considerar a la terapia como fútil, es nece-
sario plantearse la adecuación de los esfuerzos terapéuticos.
Si reconocemos en el RN a un ser humano, con un valor intrínseco en sí mismo, ese valor tiene que ser
respetado tanto de los abusos del abandono terapéutico como del uso exagerado y desproporcionado de los
medios, brindándole frente a los dos extremos, una garantía de protección.
La eticista pediátrica María Martha Cuneo reflexiona que la vida es un bien básico y precioso, pero un bien
a ser preservado, precisamente a condición de otros valores, en la medida que esos valores permanezcan
alcanzables. Son esos otros valores y posibilidades los que fundan el deber de preservar la vida física y son
también los que dictan los límites de ese deber. El sentido, la esencia y la consumación de la vida se encuen-
tran en las relaciones de los unos con los otros. Por lo tanto, la vida es un valor a ser preservado solo en la
medida en que contenga algo de potencial para las relaciones humanas. Los objetivos del cuidado neonatal
pasan a ser los de proporcionar paz, bienestar, dignidad y apoyo a la familia.
La decisión de abstenerse o retirar terapias debe ser motivada por el deseo de proteger al RN de indebi-
dos sufrimientos y no por el deseo de prevenir sobrevivientes con discapacidad.
Si aparecen ciertas condiciones de vida irremediables, la terapia intensiva aparece como nociva. Esas
condiciones son:
• La imposibilidad de sobrevivir en la infancia,
• La imposibilidad de sobrevivir sin grave sufrimiento, y
• La imposibilidad de participar, al menos mínimamente en la experiencia humana.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 05 |


Cómo atender a un bebé que está muriendo
El objetivo es minimizar el sufrimiento, brindando cuidados humanitarios y compasivos. Utilice narcóticos
si es necesario (oral, nasal o endovenoso).Ofrezca a los padres que sostengan y abracen al bebé. Apague las
alarmas, quite los tubos o cintas innecesarias. Envuelva al niño en una manta. Prepare a los padres para que
lo puedan ver, sentir y escuchar. Incluyendo cambios de color de la piel y sonidos agónicos. Deje a los padres
solos con el niño. En un lugar privado cómodo y en silencio. Un profesional debe controlar la frecuencia
cardíaca en forma intermitente y durante 60 segundos cada vez, ya que las frecuencias muy bajas pueden
persistir horas.
Acepte las diferentes formas de duelo y ritos de acuerdo a las múltiples culturas y religiones. Trate de
satisfacer los deseos de la familia.
Hable con los padres sobre la posibilidad de realizar una autopsia. La autopsia puede confirmar la causa de
muerte, revela importantes nuevos diagnósticos y certifica el diagnóstico prenatal. Evita incertidumbres para
futuros embarazos. Si aceptan la autopsia los padres deben firmar esta confirmación.

Duelo de los padres


Antes que los padres se retiren del hospital, asegúrese de tener la información para contactarse con ellos.
Ofrézcales comunicación con el equipo médico. Si es posible, planifique una cita de seguimiento familiar.
Respete el deseo si los padres no quieren volver a tener contacto con el hospital.

Cuidado del personal de salud luego de una muerte perinatal


El personal que participó en la atención al bebé y su familia sentirán diferentes emociones. Tenga en cuen-
ta organizar una reunión para ofrecer apoyo. Para el equipo de salud es muy importante reflexionar luego de
una muerte neonatal. Planteé preguntas sin juzgar.
Repasar los eventos clínicos, y establecer un modelo mental compartido de lo sucedido.

| 1 06 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Capítulo 10
Cuidados posreanimación.
Reanimación fuera del
ámbito hospitalario y
posterior al nacimiento

En este capítulo se desarrollarán los siguientes temas:

• Reconocer a los RN que requieran cuidados de rutina.


• Quienes requieren cuidados posreanimación.
• Establecer los cuidados a realizar.
• Rol de la hipotermia terapéutica.
• Los principios de la resucitación luego del período neonatal inmediato.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 07 |


La mayoría de los bebés no requieren maniobras para comenzar a respirar, cerca de 90 % son RN T vigorosos
sin factores de riesgo y deberían permanecer junto a su madre para promover el apego y la lactancia materna.
Este primer grupo de pacientes solo será necesario los cuidados de rutina: proporcionar calor, asegurar
vía aérea abierta, secar. Luego realizar la evaluación del RN.
Aproximadamente 4 a 10 % de los RN T o PT tardíos podrían necesitar VPP y en menos del 1% será ne-
cesario aplicar maniobras de reanimación avanzada. Generalmente existe algún factor de riesgo prenatal o
perinatal. Aunque la necesidad de asistencia no siempre es prevista. El equipo debe estar siempre listo en
cada parto.
Estos pacientes necesitan vigilancia continua y controles determinados, a fin de evaluar la adaptación del
niño al medio extrauterino y pesquisar en forma temprana las complicaciones que pudieran surgir por el daño
que los llevó a requerir reanimación, como así también recibir el tratamiento oportuno. Este nivel de cuidado
lo definimos como cuidados posreanimación.
Por lo general, los bebés que necesitan VPP en forma prolongada, intubación y/o masajes cardíacos han
sufrido dificultades graves y corren riesgo de daño en múltiples órganos, que podrían no ser evidentes en
forma inmediata.
Posterior a la reanimación algunos bebés respiran normalmente, otros presentan dificultad respiratoria
persistente, y otros requerirán ventilación asistida continua. Se controlará que su frecuencia cardíaca sea
mayor a 100 latidos por minuto (lpm) y la SpO₂ acorde a los objetivos de saturación guiados por oxímetro.
Este grupo que requiere reanimación prolongada, debe mantenerse en un lugar donde se le pueda ofrecer
cuidados y monitorización en forma continua que generalmente, es en una Unidad de Cuidados Intensivos
Neonatales.
El cuidado posreanimación incluye: control de la temperatura, monitorización de los signos vitales (por
ejemplo: frecuencia cardíaca, SpO₂, presión arterial) y la detección de posibles complicaciones. Siempre se
debe contemplar los factores de riesgos de cada paciente.
Se debe evaluar la necesidad de realizar exámenes de laboratorio como hematocrito, glucemia. También
se debería evaluar gasometría arterial. El alcance del control necesario y el lugar donde éste se lleve a cabo
dependerá de los detalles específicos de la presentación clínica del bebé y de la disponibilidad de los recursos
en su institución.

No asuma que un bebé que ha sido reanimado con éxito


está sano y solo necesita atención de rutina.
¿A quiénes van dirigidos los cuidados posreanimación?
• A aquellos recién nacidos que presenten dificultad respiratoria luego de recibir los pasos iniciales de la
reanimación.
• A los neonatos que hayan requerido VPP prolongada o reanimación avanzada.

Complicaciones
Neurológicas
Encefalopatía hipóxica isquémica
La encefalopatía hipóxico isquémica ocurre aproximadamente en 1 a 3 de cada 1.000 RN ≥ 36 semanas. En
los recién nacidos la encefalopatía secundaria a la asfixia perinatal aguda es una causa importante de disca-
pacidad neurológica en la infancia. Esta devastadora entidad constituye una urgencia neurológica.

| 1 08 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Se ha demostrado que la hipotermia terapéutica posterior a la reanimación, en recién nacidos de 35
semanas o más, con encefalopatía hipóxico-isquémica moderada a severa, disminuye la mortalidad y la dis-
capacidad neurológica en los sobrevivientes.
Existen dos formas de enfriamiento: cefálico y corporal total (ambas han demostrado ser efectivas y segu-
ras). La temperatura corporal objetivo es entre 33 °C y 34 °C. Cuando se inicia reanimación en pacientes de
35 o más a semanas con asfixia perinatal, se sugiere apagar la fuente de calor y colocar al paciente el sensor
de temperatura central (se debe monitorizar con sonda rectal introducida 5 a 6 cm o esofágica). Una vez es-
tablecida la ventilación y una frecuencia cardíaca adecuada, mantener un estrecho monitoreo de la misma
con valores de temperatura central en 35 °C hasta decidir si el paciente debe ser incluido en un tratamiento
de hipotermia terapéutica. Si el paciente se encuentra en un hospital de baja complejidad se deberá iniciar
el trámite de derivación lo antes posible. Se debe evitar hipertermia, T° >37 °C y la hipotermia, temperatura
por debajo de 33 °C. La Hipotermia pasiva solo posee utilidad en centros de origen a la espera de transporte
y durante el mismo para optimizar el tiempo de inicio del tratamiento.
La hipotermia terapéutica debe iniciarse en sala de partos y continuarse en la UCIN, bajo un protocolo
definido y claro, tanto de enfriamiento como recalentamiento. Debe ser realizada por un equipo multidisci-
plinario y con un seguimiento longitudinal de este grupo de pacientes.
Debe estar acompañada de los controles correspondientes (tensión arterial, recuento de plaquetas, hipo-
tensión). El tratamiento debe iniciarse en las primeras 6 horas pos asfixia. Esta intervención es más efectiva
cuando se implementa en forma temprana, dentro de una ventana terapéutica. Deberá prolongarse por 72
horas. No debe ser suspendida con la mejoría del estado neurológico. Tras lo cual se realiza un recalentamien-
to lento.
En todos los casos debe evitar la hipertermia iatrogénica, ya que la misma se asocia con resultados adver-
sos en los niños.

La hipotermia debe iniciarse en las primeras 6 horas.


En todos los casos debe evitarse la hipertermia.

Foto 1: Hipotermia corporal total

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 09 |


Foto 2: Hipotermia cefálica

Convulsiones y apneas
Estas alteraciones, al igual que la hipoventilación, pueden surgir tanto como consecuencia de la aparición
de la Encefalopatía Hipóxico Isquémica, como secundarias a alteraciones en el medio interno. Las convulsio-
nes asociadas a encefalopatía hipóxico isquémica requieren el uso de terapia anticonvulsivante.

Metabólicas, hidroelectrolíticas y hematológicas


Glucemia
Debido a que los recién nacidos que padecieron un evento hipóxico-isquémico pueden presentar altera-
ciones del metabolismo de la glucosa y, que la presencia de hipoglucemia implica un mayor riesgo de lesión
cerebral, debe monitorizarse los niveles de glucemia en todos los niños que han requerido reanimación. El
consumo de glucosa se incrementa con el metabolismo anaeróbico, además el estrés perinatal disminuye
las reservas de glucógeno. Puede ser necesario iniciar infusión endovenosa continua de solución dextrosada
con un flujo de glucosa entre 4-6 mg/kg/min desde la sala de partos. Se debe mantener un valor de glucemia
entre 70-120 mg/dl. Hasta que se pueda alimentar.
Los controles deben realizarse poco después de la reanimación y en forma regular hasta asegurarse valo-
res de glucemia estables, dado que las catecolaminas producidas ante situaciones de estrés generan valores
elevados de glucemia a expensas del consumo de los depósitos de glucógeno, los cuales resultan insuficientes
para lograr mantener la estabilidad necesaria.

Acidosis metabólica
El ácido láctico se forma cuando los tejidos no tienen suficiente oxígeno. La acidosis grave altera la función
cardíaca e impide la dilatación de los vasos pulmonares, impidiendo la oxigenación de la sangre.
En caso de presentarse acidosis metabólica grave recordar que la administración de bicarbonato de sodio
en sala de recepción está contraindicada. Debe corregirse la causa que la genere, ya que el uso de dicho me-
dicamento puede mejorar la acidemia pero exacerbar la acidosis intracelular y aumentar el nivel de dióxido
de carbono.

| 1 10 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


El bicarbonato de sodio está contraindicado en sala de partos.

Alimentación
En aquellos pacientes que requieren reanimación, deberá considerarse la posibilidad de aparición de en-
terocolitis necrotizante, hemorragias del tracto gastrointestinal e íleo como consecuencia de la exposición a
eventos hipóxico-isquémicos. Además hay que considerar los problemas a nivel neurológico (alteración de la
succión, de la coordinación succión-deglución, de la respiración) que pueden tardar algunos días hasta nor-
malizarse. Durante este período resultará útil la utilización de nutrición parenteral para evitar el catabolismo.
Luego estos RN pueden requerir alimentación por sonda hasta que mejora la coordinación succión-deglución.
Cuando inicie alimentación enteral se recomienda priorizar el uso de leche materna exclusiva en este grupo
de pacientes.

Balance hidroelectrolítico
En los niños que presentaron graves problemas perinatales, se recomienda restricción hídrica por varios
días, hasta que mejore la diuresis. El balance de ingresos y egresos debe ser estricto por la posible afectación
renal y la probabilidad de presentar síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIHAD)
con oligoanuria, sobrecarga hídrica e hiponatremia. Durante la fase de recuperación renal puede desarrollar
poliuria y requerir líquidos adicionales. Deberán monitorizarse la diuresis y los electrolitos mediante estudios
de laboratorio a fin de ajustar las necesidades de cada bebé. Realizar un balance estricto de ingresos y de las
pérdidas.
Secundario a la afectación renal, podrán surgir trastornos en el nivel de electrolíticos, que conllevan a la
aparición de arritmias. Controle la orina para detectar necrosis tubular aguda, como sangre o proteínas. Los
niveles de calcio también deberán ser evaluados, ya que estos bebés puede ser necesaria la administración
de calcio.

Problemas hematológicos
Anemia si hubiera pérdida de sangre aguda y trombocitopenia. Controlar hematocrito y plaquetas.

Cardiovasculares
Hipotensión
La hipotensión puede ser de origen hipovolémico o cardiogénico, es decir, que puede estar dada por pér-
didas de sangre o por mala función miocárdica. El paciente podrá requerir expansores de volumen, sangre o
inotrópicos. Algunos requieren inotrópicos como dopamina o dobutamina para mejorar el gasto cardíaco y
mejor el flujo sanguíneo sistémico Deberán controlarse la tensión arterial y la FC hasta que se normalicen y
mejore la perfusión.

Pulmonares
Hipertensión pulmonar persistente del RN
Dicho cuadro consiste en la vasoconstricción de la vasculatura pulmonar, que es favorecida por eventos
de hipoxia y acidemia, situaciones que deben ser evitadas y evaluadas en todo paciente que ha requerido
reanimación.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 11 |


Se da con mayor frecuencia en RN de término, aunque ocasionalmente se puede presentar en pacientes
prematuros. El tratamiento consiste en aportar oxígeno, muchas veces a través de asistencia respiratoria
mecánica para relajar las vasos sanguíneos de los pulmones y aumentar el nivel de oxígeno en la sangre .La
oximetría de pulso nos guiara para mantener los niveles de oxígeno adecuados. Los niveles arteriales de oxi-
genación son muy útiles para valorar conductas, realice determinación de gases en sangre. En los casos más
graves, la persistencia de la hipoxemia requiere vasodilatadores como el óxido nítrico inhalado y oxigenación
por membrana extracorpórea, que solo se puede ofrecer en centros de alta complejidad.
Neumonía
Los recién nacidos que han requerido maniobras de reanimación presentan más riesgo de desarrollar
neumonía. A su vez, considerar que ésta puede ser la causa de dicho requerimiento y que puede asociarse a
hipertensión pulmonar persistente. Si luego de ser reanimado un bebé persiste con dificultad respiratoria o
necesidad de oxígeno, evaluar neumonía o sepsis e iniciar tratamiento antibiótico.
Neumotórax
Debe ser considerado en todo bebé con deterioro agudo de la oxigenación (ver capítulo 7).
En caso que el recién nacido deba permanecer con tubo endotraqueal luego de la reanimación, será
necesario corroborar la posición del mismo a través de una RX de tórax y evitar obstrucción del mismo con
secreciones.

Use la oximetría de pulso y/o determinación de gases en sangre para evaluar


la oxigenación en todo paciente que requirió reanimación.

Reanimación fuera del ámbito hospitalario y posterior al nacimiento


Inicialmente veremos algunos ejemplos de situaciones donde se requiere reanimación fuera del ámbito
hospitalario o posterior al nacimiento.
• Bebé nacido en su hogar o en tránsito a un Centro Asistencial.
• Bebé que presenta episodio de apnea estando en internación conjunta junto a su madre, ya sea por
inmadurez, sepsis u otra afectación sistémica.
• Bebé que presenta descompensación aguda estando internado en la UCIN.

Recordar:
los principios fisiológicos y las medidas a instrumentar para recuperar
los signos vitales, son los mismos en toda la etapa neonatal, y no difieren de los
mostrados en los capítulos anteriores.

Control de la temperatura
Es probable que el control de la temperatura del bebé que nace fuera del ámbito de la sala de partos se
convierta en el objetivo más importante, dado que no se cuenta con los elementos necesarios para asegurar
la temperatura ideal.

| 1 12 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Recuerde:
• Secar al bebé con paños o ropa seca.
• Utilizar el cuerpo de la madre como fuente de calor, colocándolo en contacto piel a piel.
• Considere la posibilidad de utilizar envoltorios plásticos para cubrir el cuerpo del bebé.

Despejar la vía aérea


Al no contar con aspiración central como en sala de partos, es necesario limpiar la boca y nariz con un
paño o bien utilizar pera de goma si se contara con una de ellas.
Recuerde que la acción de despejar la vía aérea es fundamental en caso de requerir iniciar ventilación con
presión positiva.

Ventilación
Durante el período neonatal la prioridad es restaurar la ventilación.
Si no contara con los elementos de ventilación con presión positiva ya descriptos, se debe administrar
ventilación, de ser necesario, mediante ventilación boca a boca o boca-nariz, llevando la cabeza a la posición
de “olfateo” y realizando un sello entre la boca del bebé y del operador, observando la elevación del tórax.
Recuerde realizar esta maniobra sobre una superficie horizontal y firme, a fin de lograr mayor efectividad
y menor cansancio.
Las secuencias de ventilación son las mismas que se enunciaron anteriormente. Una vez adecuada la ven-
tilación obtener información de las causas que provocaron el paro para guiar las intervenciones.

Masaje cardíaco
El masaje cardíaco debe realizarse siguiendo las técnicas ya mencionadas.
Durante las primeras semanas posteriores al nacimiento, la principal causa que lleva a realizar maniobras
de reanimación sigue siendo respiratoria, teniendo que seguir las recomendaciones actuales, de 3 compre-
siones y 1 ventilación (secuencia 3-1). Sin embargo si se sospecha etiología cardíaca como causa debe aumen-
tarse la proporción de compresiones (secuencia 15-2).
Recuerde en caso de iniciar maniobras de reanimación fuera del ámbito hospitalario, una vez estabilizado
el bebé, llévelo al Centro Asistencial más cercano para continuar con los cuidados necesarios.
En caso de asistir un nacimiento fuera del ámbito hospitalario, al cortar el cordón umbilical, utilizar ele-
mentos estériles a fin de evitar la contaminación del mismo. Si no fuera así dar aviso al personal que los recibe
en el Centro Asistencial con el objetivo de realizar las medidas pertinentes para la prevención del tétanos u
otras enfermedades infecciosas.

Acceso vascular
La canalización de la vena umbilical no es posible luego de varios días de vida. En tal caso insertar una vía
intraósea en la tibia es una muy buena alternativa. Entrene al personal esta habilidad.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 13 |


Cuadro de complicaciones posreanimación

Sistemas u órganos Signos clínicos y análisis de laboratorio Tratamientos a considerar


Neurológico Apneas, convulsiones, irritabilidad , Monitor de apneas.
hipotonía, examen neurológico alterado, Si es necesario ventilación mecánica
mala coordinación en la deglución. Realizar glucemia y dosaje de electrolitos.
Evitar la hipertermia.
Considerar retrasar el inicio de la
alimentación e indicar plan de
hidratación endovenoso.

Respiratorio Taquipnea, quejido, retracción, Mantener adecuada oxigenación


aleteo nasal, y ventilación.
saturometría de oxígeno baja, Evitar la aspiración innecesaria.
neumotórax. Considerar antibióticos.
Considerar radiografía y gases en sangre.
Considerar tratamiento con surfactante.
Considerar retrasar el inicio de la
alimentación e indicar plan de
hidratación endovenoso.

Cardiovascular Hipotensión, taquicardia, Monitorizar la presión sanguínea y la FC.


acidosis metabólica. Si el RN esta hipotenso considerar
la administración de volumen
y el uso de inotrópicos.

Renal Disminución de la diuresis, edema, Cuantificar diuresis.


alteraciones electrolíticas. Controlar valores séricos de electrolitos.
Controlar el peso.
Restricción de fluidos si disminuyo la diuresis
y el volumen vascular es adecuado.

Gastrointestinal Intolerancia alimentaria, vómitos, distensión Considerar radiografía abdominal.


abdominal, alteración de pruebas de función Considerar retrasar el inicio de la
hepática, hemorragia gastrointestinal. alimentación e indicar plan de
hidratación endovenoso.
Considerar nutrición parenteral.

Endocrinológico- Acidosis metabólica, hipoglucemia, Controlar glucemia


Metabólico hipocalcemia, hiperkalemia. Controlar valores séricos de electrolitos.
Considerar plan de hidratación endovenoso.
Corregir electrolitos si es necesario.

Hematológico Anemia, trombocitopenia, alteración de la Controlar hematocrito, recuento plaquetario


coagulación, palidez, hematomas, petequias. y coagulación.

| 1 14 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Capítulo 11
Simulación como
nueva herramienta docente
en RCP Neonatal

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 15 |


Educación
La educación ocupa un lugar preponderante en mejorar la calidad médica. La educación en reanimación
debe servirse de principios pedagógicos sólidos respaldados por estudios sobre los diferentes sistemas y es-
trategias de enseñanza/aprendizaje.
Existe la necesidad de evaluación de nuevas estrategias educativas y de la expansión del conocimiento. La
evaluación y educación continua con retroalimentación sistemáticas, podría acortar la distancia entre lo ideal
y lo real.

La simulación clínica como


una nueva herramienta docente en RCP neonatal
Las ventajas de la Simulación Clínica en la formación de los profesionales están siendo reconocidas en for-
ma creciente. Durante los últimos 20 años, hemos asistido al uso progresivo de la simulación en la formación
de los médicos y de otros profesionales de la salud en sus diferentes etapas (grado, posgrado y formación
continua). La seguridad del paciente durante los períodos de aprendizaje es una constante impulsora del de-
sarrollo de estas nuevas técnicas docentes ya que permite aprender en un marco controlado en una instancia
previa a la realidad. En Neonatología, los cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP) son un claro antece-
dente, donde se evidencia un crecimiento de la simulación como técnica de aprendizaje. Los contenidos y los
formatos pertenecientes a la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Academia Americana del Corazón
(AHA) fueron producidos por primera vez en 1987 y adoptados por la Sociedad Argentina de Pediatría a partir
del año 1990. En sus ya siete ediciones, fueron evolucionando en varios aspectos, pero especialmente en
cuanto a las formas de transmitir los contenidos. En un principio, había una mayor proporción de clases teó-
ricas respecto de las prácticas, con diapositivas; ahora, en las presentes ediciones, se utilizan técnicas multi-
mediales y se ubica a la simulación como una parte fundamental del programa. El grupo de recomendaciones
actualizadas del año 2015 en RCP del ILCOR destaca la importancia de los programas docentes con cambios
novedosos en cuanto a la formación inicial teórica con videos y tutoriales, exámenes digitales y el estableci-
miento de escenarios muy semejantes a los reales con técnicas de simulación clínica.

La simulación clínica, definiciones, conceptos y alcances generales


Muchas podrían ser las definiciones de simulación clínica, pero básicamente podemos decir que es una
herramienta educativa, una técnica y no una tecnología, puesta al servicio de la enseñanza para intentar
provocar un cambio para mejorar los comportamientos asistenciales. En otras palabras, la simulación es el
proceso de diseñar un modelo semejante al real y con él, desarrollar experiencias. Su utilidad está compro-
bada para la formación en competencias como la RCP. Acorta y mejora la curva de aprendizaje en un entorno
controlado y seguro, el cual permite aprender haciendo y repitiendo, sin riesgos para el paciente. El instructor
pasa a tener un papel de facilitador, pues debe apartarse del protagonismo de otras épocas y actuar como
observador y guía en relación con los objetivos docentes planteados.
Es importante destacar, que la capacitación basada en la simulación permite el error, que se puede llevar
hasta sus últimas consecuencias sin repercusiones sobre pacientes reales. Los errores son experiencias de
aprendizaje y ofrecen grandes posibilidades de mejorar. Además, la capacidad de aprender sobre los mismos
se multiplica al reflexionar con los compañeros de capacitación. De allí se desprende que las sesiones de
simulación clínica sean idealmente experiencias compartidas y no exclusivamente individuales (grupos de
aprendizaje). De esta forma, se logran transformar los errores en oportunidades de aprendizaje y no de puni-
ción. Esta es la fortaleza que tiene la docencia con simuladores para transmitir y cambiar comportamientos.
El cerebro “se cree” el caso simulado y aprende de los errores y de los aciertos en su resolución trasfiriendo

| 1 16 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


a la experiencia como un capital propio. La enseñanza basada en las simulaciones permite el aprendizaje de
experiencias prácticas en diferentes tipos de entornos, desde los más simples hasta los más complejos, desde
los habituales hasta los poco comunes.
Simulación clínica es sinónimo de educación continua, es decir, no debe tomarse sólo para la formación
inicial del profesional, sino como la posibilidad de mantener habilidades y competencias en el tiempo, apoyo
en la toma de decisiones y evaluación de los procesos. La recertificación de habilidades y competencias pue-
de ser perfectamente ofrecida a través de jornadas de simulación clínica. Las nuevas normas internacionales
sugieren recertificar las competencias en RCP de todos los grupos etarios en períodos menores de 2 años y a
la simulación como la vía más efectiva para realizarla.
Las evidencias sugieren fuertemente que las actuaciones de los profesionales en situaciones críticas y la
coordinación de las acciones de los equipos asistenciales ante ellas puede perfeccionarse a través de la simu-
lación en forma segura. Por otro lado, las sesiones de simulación nos permiten comprender mejor el proceso
de pensamiento, con el cual el cerebro aprende de la experiencia, y esta es un importante estímulo para llevar
a la práctica real los conceptos impulsados por las guías de RCP. Sólo la práctica repetida puede asegurar los
pasos correctos en los tiempos adecuados.

Modelos de simulación en base al realismo o fidelidad


La fidelidad de la simulación ha sido definida de distintos modos: en relación con el equipamiento, el me-
dio ambiente y la psicología. Esta última suele considerarse la más importante para el aprendizaje, por buscar
anclas más efectivos que se traduzcan en cambios positivos del comportamiento. La fidelidad psicológica se
refiere al grado de percepción por parte de los sujetos que reciben entrenamiento, que la simulación es un
sustituto fidedigno de la situación real, o a la coincidencia entre el desempeño del sujeto capacitado en el es-
cenario simulado y el desempeño en la situación real. Forma parte del “contrato de realidad” que se efectúa
al realizar una simulación clínica con los participantes.
Los modelos de baja fidelidad se refieren a equipamientos técnicos estáticos, que no interactúan con el
medio como por ejemplo los modelos de cabezas con vía aérea para prácticas de intubación endotraqueal.
Los de alta fidelidad en cambio pueden mantener cierto grado de interacción con las actividades de los alum-
nos y operadores.
Tradicionalmente la RCP neonatal se enseñaba mediante el uso de maniquíes de baja fidelidad, es decir
de bajo realismo donde el instructor expresaba las condiciones teóricas del paciente y respondía preguntas
del alumno del tipo:
– Ya pasaron 30 segundos de ventilación con presión positiva (VPP) con bolsa y máscara, ahora ¿está res-
pirando?
– Respuesta del instructor: –No aún sigue deprimido… Con esta información se esperaba que el alumno
continúe con la VPP hasta obtener de parte del instructor el planteo de un nuevo escenario.
Los modelos de alta fidelidad son en general muñecos con capacidad de retroalimentación a través de un
soporte informático interactivo, capaces de responder a las acciones del alumno durante el entrenamiento.
La idea principal detrás del concepto de simulación de alta fidelidad es mejorar el grado de realismo como
factor facilitador del aprendizaje de habilidades tanto técnicas (procedimientos estáticos como puede ser la
canalización umbilical) como las no técnicas (comunicación efectiva y liderazgo, entre otras). Si bien la simula-
ción de baja fidelidad es una herramienta muy efectiva de entrenamiento de procedimientos y habilidades. La
simulación de alta fidelidad ofrece ventajas principalmente para el proceso de aprendizaje de las habilidades
no técnicas relacionadas por ejemplo con el desempeño en equipo en situaciones de emergencias pediátri-
cas, incluidas las neonatales.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 17 |


Pasos en el proceso de capacitación con simuladores
1. Etapa de planificación: Como en toda actividad docente, deben establecerse los objetivos y las compe-
tencias que han de desarrollarse. Asimismo, deben evaluarse las necesidades personales de formación y
grado de formación previa, las motivaciones y la personalidad de los alumnos.
2. Etapa que antecede a la presencia en el centro de simulación. Información previa teórica brindada a través
de materiales escritos (impresos o digitales) o de recursos multimediales (digitales). En esta capacitación
teórica, deben incluirse materiales de información sobre simulación, así como también sobre el contenido
de la práctica.
3. Presencia en el centro de simulación. Presentación de docentes, facilitadores y alumnos. Deben brindarse
las normas de rutina de la institución docente. Conversar sobre presunciones equivocadas y expectativas
sobre la modalidad de simulación.
4. Controlar la información del tema médico específico previamente Este aspecto puede plantearse a través
de exámenes teóricos con respuestas múltiples, idealmente en forma remota (sitio web). Contacto inicial
con los simuladores. Debe procurarse que el muñeco “se convierta” en un paciente y se lo trate como tal
(únicamente en el caso de los de cuerpo entero). Debe saberse qué es normal en ese simulador y qué sig-
nos clínicos pueden esperarse o no.
5. Instrucciones iniciales sobre el contexto de los pacientes. Desarrollo de la actividad sobre la baja o la alta
fidelidad simulada.
6. Período de debriefing o reflexión sobre lo actuado. Análisis luego de la experiencia. Se intenta que el alum-
no reconozca y aprenda de sus errores, conducido por un facilitador o un instructor en simulación y un
experto en el tema médico tratado.
7. Cierre de la jornada.

Etapa de debriefing (reunión grupal de reflexión)


Este anglicismo, hace referencia al proceso analítico estructurado posterior a una experiencia real o simu-
lada, con fines de aprendizaje y /o mejora. Es un concepto de difícil traducción al castellano es por esto que
lo utilizaremos en su versión original.
Este proceso de reflexión ayuda a los profesionales a reconocer / resolver dilemas clínicos y de comporta-
miento puestos de relieve al cuidar al paciente. Enseña a los profesionales de la salud a mejorar el rendimien-
to mediante la práctica reflexiva.
El debriefing es una de las partes más importantes de las sesiones de simulación; ocupa, en general, el
triple de tiempo que el caso clínico practicado, y consta de distintas etapas:
• Etapa de descripción del hecho... El grupo revisa lo sucedido al paciente desde el punto de vista médico.
Revisa los datos clínicos
• Explora las razones y decisiones de las conductas (hay que tratar de evitar la fijación del grupo a la
medicina). También clarifica lo actuado con apoyo (siempre que sea necesario) de imágenes grabadas
en video. Los participantes tienen la oportunidad de liberar emociones para poder centrarse en una
discusión constructiva.
• Etapa de análisis focalizado en el evento, evaluación de los comportamientos. Reformula lo sucedido al
grupo, Generaliza y da soluciones para la próxima vez.
• Etapa de generalización de las conclusiones del caso vivenciado. Aplicabilidad en la vida real. Resume y
revisa qué se aprendió a lo largo de toda la sesión.

| 1 18 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


El mayor impacto se obtiene cuando las correcciones provienen del mismo alumno o del grupo de parti-
cipantes. Es importante que los docentes no den por concluida la sesión hasta que se encuentren los errores
o las mejoras posibles en relación con lo actuado. La simulación debe ser una excusa para reflexionar sobre
los eventos neonatales.
El realismo buscado a través de los simuladores de alta fidelidad intenta comprometer al alumno emocio-
nalmente, es decir, ponerlo dentro del juego.

Jornadas de capacitación en RCP neonatal


basadas en simulación clínica
La idoneidad en la reanimación de pacientes es uno de los objetivos más importantes de la residencia en
Pediatría. La Neonatología, como subespecialidad pediátrica, no escapa de este precepto. Mejorar la atención
neonatal debe estar basado en evidencia y educación continua. Como se dijo anteriormente, la educación
ocupa un lugar preponderante en mejorar calidad médica. En este contexto, los simuladores constituyen una
herramienta única de entrenamiento y de evaluación. Los cuatro dominios de desempeño en reanimación
(abordaje de la vía aérea, reanimación básica, apoyo de la circulación, conducta de liderazgo y roles, gestión
de recursos en caso de crisis (GRC-CRM en la literatura anglosajona) pueden ser perfectamente aprendidos y
evaluados con el uso de simuladores.
La organización de jornadas basadas en la simulación depende no solo del aspecto material (simuladores)
sino de la experiencia y la motivación ofrecida por el equipo docente del centro de entrenamiento.
El número ideal por grupo en una jornada de simulación de alta fidelidad es de 5 a 8 personas, con funcio-
nes variadas, en el contexto de una réplica fidedigna de una situación real.
Se considera que la coordinación del trabajo en equipo es esencial para la seguridad del paciente, y que el
desempeño, tanto individual de sus miembros como grupal, puede mejorar a través de la capacitación prácti-
ca. La preparación del alumno en las habilidades técnicas como los procedimientos de ventilación con presión
positiva, colocación de tubo endotraqueal, canalización umbilical, etc. pueden ser perfectamente practicados
con simuladores de baja fidelidad. Además es muy importante sostener las competencias en el tiempo para
mantener un equipo de trabajo capacitado.
Las sesiones de entrenamiento de las habilidades técnicas de baja fidelidad se pueden realizar con muñe-
cos básicos, y las habilidades no técnicas del tipo manejo de grupos de RCP, liderazgo, seguimiento de roles y
comunicación efectiva a través del uso de simuladores de alta fidelidad con capacidad para reproducir varia-
ciones programadas en los parámetros vitales y en las funciones fisiológicas. Éstos, junto a escenarios lo más
realistas posible, harán visibles y eventualmente modificables ciertas habilidades que antes eran muy difíciles
de reproducir con fines de aprendizaje. Especialmente capacitar equipos en Gestión de Recursos en caso de
Crisis (GRC).
Una comisión conjunta de acreditación de organizaciones en salud, en un informe sobre prevención de
mortalidad infantil y lesiones durante el nacimiento, adjudicó a la falla en la comunicación del equipo tratante
más del 70% de las causas de la mortalidad y morbilidad neonatal en la sala de partos. Este informe sugiere
que el entrenamiento o formación de equipos puede mejorar la atención médica. Recomienda realizar ejerci-
cios clínicos con el fin evaluar el desempeño del personal en situaciones de emergencia.
La reanimación es un proceso complejo que a menudo requiere la cooperación de múltiples personas. El
trabajo en equipo y liderazgo son componentes importantes de reanimación eficaz. Pese a la relevancia del
tema contamos con pocos datos de cómo afecta esto en la evolución de los pacientes.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 19 |


Planes de docencia con técnicas de simulación
según los recursos materiales disponibles
El camino emprendido de basar los cursos de RCP en la práctica no debe depender exclusivamente de
los recursos materiales disponibles. Lo indispensable para llevar a cabo una exitosa jornada de capacitación
incluye un equipo de instructores motivados, su predisposición docente, experiencia y creatividad. Hasta el
momento no se halló suficiente evidencia para recomendar el uso rutinario de muñecos más realistas para
mejorar las competencias y habilidades, especialmente en vista de los costos y recursos disponibles en mu-
chos países.

Recursos del instructor


El instructor puede utilizar los principios del aprendizaje de los adultos para mejorar la docencia.
Estos son:
• Crear un ambiente donde los alumnos se sientan seguros y cómodos.
• Incorporar a los alumnos en la planificación.
• Animar a los alumnos a identificar recursos.
• Idear estrategias para utilizar recursos para alcanzar objetivos específicos.
• Incorporar a los alumnos en la evaluación de su propio aprendizaje “Reflexión crítica”.

Foto 1. Recursos del Instructor

Otros recursos disponibles


Se han incorporado nuevos modos de transmisión de contenidos incluyendo videos, programas de com-
putación, seguidas de evaluaciones prácticas y escritas presenciales o virtuales.

| 1 20 | Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal


Nuevas estrategias para capacitación teórica
Autoaprendizaje
Se han diseñado nuevas estrategias para facilitar y extender la capacitación. Muy especialmente en lugar-
es donde es difícil contar con instructores cara a cara. Basándose en la evidencia disponible, se demostró que
el autoaprendizaje era adecuado para la capacitación. Los videos son el recurso fundamental del auto apren-
dizaje. Además cuenta con la ventaja de estar disponible a demanda de los alumnos. Diferentes trabajos de-
muestran que el recurso visual es una herramienta para capacitar operadores en diferentes técnicas de RCP.
Este enfoque está creciendo en el mundo, ya que mejora la educación de la comunidad, disminuye los
costos, y genera un alto impacto en formación de recurso humano fuera de las zonas urbanas.
Tales estrategias son prometedoras en aumentar el alcance del programa de Reanimación y mejorar los
resultados neonatales.

Al momento de evaluar las diferentes estrategias se debe tener en cuenta


no solo el resultado inmediato sino también la retención de las capacidades en el tiempo
y el impacto sobre los distintos resultados neonatales.

Centros con disponibilidad únicamente de baja fidelidad


Desde hace ya más de dos décadas se vienen desarrollando cursos con esta modalidad. En la actualidad
la práctica es considerada vital y su espacio dentro de las jornadas de aprendizaje de la RCP neonatal debe
ocupar un lugar principal tanto desde el punto de vista conceptual como temporal.
• Sesiones de aprendizaje y demostración de habilidades prácticas con baja fidelidad: son ejemplo de
este tipo la ventilación con bolsa y máscara, la ventilación con reanimador con pieza en T, el masaje
cardíaco, la colocación de un TET, la colocación de una máscara laríngea, los accesos vasculares del tipo
canalización umbilical o intraósea, el drenaje de neumotórax y de derrame pericárdico.
• Otro aspecto que puede ser desarrollado, es la recreación de casos clínicos utilizando muñecos con
baja fidelidad para repasar varios puntos del árbol de decisiones representados por el algoritmo de RCP
neonatal actualizado. En estos casos es el Iinstructor el que debe indicar el estado clínico y los paráme-
tros del paciente simulado de baja fidelidad (idealmente de cuerpo entero). De contar con sistemas de
filmación de las acciones simuladas (cámaras fijas o móviles), se puede enriquecer el debriefing o re-
flexión posterior. Con estas imágenes, se puede hacer foco en lo que se ha realizado bien y en las áreas
a mejorar. Siempre se debe firmar un consentimiento informado con los alumnos, que esas imágenes
son sólo de uso docente y no van a ser exhibidas en otros ámbitos.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 21 |


Foto 2. Canalización umbilical

Foto 3. Simulación de uso de CPAP nasal

Dispositivos de Retroalimentación para realizar RCP


La evidencia científica disponible sugiere que la retroalimentación (feedback) durante la práctica de la
RCP, mejora tanto la técnica como la retención de los conocimientos. La retroalimentación en tiempo real
mejora la práctica durante su realización así como en su análisis posterior.
Los nuevos dispositivos de retroalimentación proveen a los alumnos la posibilidad de obtener una orien-
tación sobre cómo mejorar su práctica. Son sistemas que le dan al alumno además una medida de la práctica
de la RCP básica (compresiones cardíacas y ventilación con presión positiva con dispositivos supra glóticos).
Como beneficios para el instructor, la posibilidad de valorar los resultados de la práctica con medidas numé-
ricas objetivas que difícilmente puedan valorarse en tan alto nivel de detalle de otro modo (software infor-
mador de habilidades inalámbrico).

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A través de la información graficada se pueden medir la profundidad y ritmo de las compresiones cardía-
cas, el nivel de reexpansión torácica, los tiempos transcurridos sin compresiones y el volumen administrado
durante la ventilación. Si no dispone de dispositivos de retroalimentación, puede considerarse el uso de una
guía audible (ejemplo metrónomo o música) para mejorar la frecuencia de compresiones cardíacas.

Simulación con muñecos de alta fidelidad o realismo


Para el desarrollo y resolución de casos clínicos donde se necesite un alto grado de realismo es recomen-
dable utilizar simuladores de alta fidelidad. Se tratan de modelos robotizados con control de funciones vitales
y demás parámetros (movimientos, llanto, color, etcétera) a distancia (inalámbricos) donde se pueden prede-
terminar distintos parámetros clínicos en un neonato simulado.
La diferencia entre los muñecos de baja y de alta fidelidad, como algunos de los modelos disponibles, es
que el operador, mediante un software, puede percibir la efectividad de las maniobras con un sistema cali-
brado de semáforo. El sensor marca rojo cuando la presión es excesiva, verde cuando es la correcta y amarillo
cuando es insuficiente. De la misma forma, detecta la correcta intubación endotraqueal midiendo la efectivi-
dad de la ventilación.

Síntesis. Educación médica en neonatología.


Utilización de la simulación clínica
• La educación ocupa un lugar preponderante en mejorar la calidad médica.
• La educación en reanimación debe servirse de principios pedagógicos sólidos respaldados por estudios
que evalúen las estrategias y técnicas del proceso de enseñanza/aprendizaje.
• El máximo objetivo de la simulación médica es aportar mayor calidad y seguridad al paciente durante el
aprendizaje del médico. La simulación clínica utiliza el error como una instancia de aprendizaje.
• La simulación clínica no sustituye el aprendizaje teórico, sino que debiera obrar de nexo entre éste y el
paciente real aportando una práctica más realista.
• No reemplaza la experiencia con pacientes reales, aunque siempre debería precederla.
• Permite lograr habilidades y destrezas; mantiene las competencias adquiridas.
• Los muñecos de baja fidelidad nos permiten evaluar diferentes habilidades y competencias.
• Buscar la integración curricular para que la experiencia obtenida con los casos simulados logre el objetivo
máximo de unir la teoría con la práctica construyendo y/o modificando los comportamientos.
• Las sesiones de simulación de casos clínicos, permiten entrenar habilidades no técnicas. Son ejemplos de
éstos la formación de equipos de RCP, liderazgo y otros roles dentro de un equipo de alto rendimiento en
RCP, la comunicación efectiva entre los miembros del grupo y con los familiares de pacientes. De igual for-
ma, es conveniente hacer foco en la importancia de la anticipación y la preparación del material necesario
para realizar una RCP adecuada.
• Este proceso de reflexión ayuda a los profesionales a reconocer y resolver dilemas clínicos y de compor-
tamiento puestos de relieve al cuidar al paciente. Ayuda a los profesionales de la salud a mejorar el rendi-
miento mediante práctica reflexiva.
• El nivel de recursos no debe ser una limitante para impulsar al personal afectado a la asistencia directa
de pacientes a realizar algún tipo de entrenamiento regular en RCP neonatal. El mismo concepto debiera
trasladarse para la generación de sesiones de reflexión acerca de actuaciones en los casos reales de RCP.

Manual de Reanimación Cardiopulmonar Neonatal | 1 23 |


• Pareciera ser más conveniente dentro de las posibilidades disponibles que la simulación de alta fidelidad
esté presente durante los cursos formales de RCP o durante los procesos de reentrenamiento regulares.

Se sugiere actualmente que el entrenamiento en reanimación sea recurrente y


se considera que idealmente los cursos o refuerzos teórico-prácticos en RCP neonatal
sean más frecuentes que una vez por año.

Es conveniente adquirir nuevas habilidades técnicas para RN durante los cursos de RCP. Son ejemplos de
esto la instrucción en la obtención de accesos intraóseos, desfibrilación y colocación de máscaras laríngeas.
Es muy importante incorporar a la enfermera como parte de un equipo de RCP y generar prácticas con-
juntas con médicos formados y en formación. Los videos son el recurso fundamental del auto aprendizaje.
Además cuentan con la ventaja de estar disponible a demanda de los alumnos.
Los nuevos dispositivos de Retroalimentación proveen a los alumnos la posibilidad de obtener una orien-
tación sobre cómo mejorar su práctica en tiempo real.

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Esta edición de 2.000 ejemplares
se terminó de imprimir en junio de 2016 en

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