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Reciban un cordial y fraternal saludo, ha llegado el momento, el día tan esperado

y tan anhelado por muchos, la culminación de días de insomnio, de lectura, de

aprendizaje y de esfuerzos. Hoy alzamos nuestra mirada y damos gracias a Dios,

a nuestros padres, a nuestros maestros, compañeros y todos aquellos que

hicieron posible esta meta. Quizás hoy las circunstancias no nos permiten

festejar como desearíamos, incluso puede que no nos permita estar cerca de

nuestros seres queridos, pero sabemos de corazón que estamos juntos y sentimos

en el alma el abrazo ansiado.

A lo largo de este camino de aprendizaje, nos formamos como ingenieros pero

también logramos encontrar la formación integral por medio de la conexión con

la tierra y quienes la trabajan, nuestro reto es y será en pro de mejorar la

calidad de vida de todos aquellos que nos proveen la seguridad del mañana.

Lo que hoy nos supone una culminación es el inicio de una apertura, de la

confianza adquirida para demostrarnos a nosotros mismos que todo lo que se

sueña se hace realidad mediante el esfuerzo, la disciplina y la perseverancia.

Poder ser la vocera de mis compañeros ha generado una mezcla de satisfacción,

nostalgia y felicidad, pues hoy mas que nunca miramos hacia atrás para recordar

aquel día en que nuestra alma mater nos abrió sus puertas y nos forjo como

profesionales, no por nada se convirtió en nuestro segundo techo, en nuestro

refugio y nos mostró una familia poco convencional, empezamos a ver en

nuestros docentes y administrativos las guías de padres, en nuestros compañeros

a amigos y a hermanos y hoy al echar un vistazo vemos que cada hora en ese
lugar ha valido la pena. Nos vamos pero no es una despedida, la gloriosa uptc se

lleva en el alma y la maravillosa escuela de ingeniería agronómica se lleva en las

venas y en el sombrero, en las manos y en las herramientas que nos hacen los

héroes del futuro que hoy están construyendo un presente solido.

Aprendimos a compartir, a que el error es el mejor maestro, a valorar la

distancia de los seres queridos y el esfuerzo de quienes nos impulsaron para

llegar a esta meta, la mejor manera de agradecer es demostrar que valió todo y

tener hoy el orgullo de ser profesionales.

Gratitud infinita a nuestros docentes, a nuestros administrativos, a nuestros

compañeros y a todos las rocas que construyeron nuestro camino hasta el día de

hoy.

De manera personal quiero agradecer A mamá y papá, a mi hermano, mi guía, mi

apoyo, mi barco, mi remo y mi faro en el inmenso mar de aprendizaje, a mis

amigos quienes me dieron su apoyo y el aliento cuando lo necesite y a mi familia

Anisase, mis chicas, por convertirse en parte fundamental de mi formaciòn.

Ya para finalizar Quiero dejar en ustedes a Eleonor roosvelt el futuro pertenece a

los que creen en la belleza de su sueño-

Gracias.

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