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En primer lugar, que el uso de estrategias, técnicas y recursos no presenciales no es algo nuevo para
los equipos docentes de los ISFD en el país. Es parte de un trabajo diario que en todos nuestros
espacios curriculares hemos realizado durante los años de docencia: pensar, buscar, elegir, crear y
utilizar recursos educativos para enseñar. Sin embargo, partiendo de ese reconocimiento y ejercicio
de visibilidad de funciones y tareas, el uso y producción de recursos y materiales digitales para la
enseñanza dentro de propuestas de clase sin presencialidad o a distancia requiere de conocimientos
específicos sobre aspectos pedagógicos, comunicacionales y tecnológicos.
Los recursos y materiales digitales para la enseñanza, entendidos como tecnología, moldean y
configuran las relaciones pedagógicas en cada comunidad docente, construyen nuevos vínculos con
los saberes de una materia, orientan determinadas prácticas y aprendizajes con y entre estudiantes
y nos guían para contestar algunas preguntas: ¿Qué experiencias con el conocimiento queremos
promover con las y los estudiantes, en los espacios de enseñanza, mediante la utilización de
materiales digitales? ¿De qué forma implementar un recurso que permita comunicar de forma clara,
y al mismo tiempo compleja, los contenidos a enseñar de mi materia? ¿Cómo diseñar o crear
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materiales educativos de forma colaborativa con otros/as docentes dentro de mi institución y cómo
desarrollar proyectos conjuntos?
En segundo lugar, debemos reconocer que la situación y las condiciones para la enseñanza en el Nivel
Superior (y en todos los niveles del sistema educativo) han estado atravesadas por la novedad, la
excepcionalidad y la urgencia. La urgencia, las tecnologías digitales, la conectividad, las condiciones
de enseñanza y de aprendizaje en el contexto actual nos han planteado un desafío que nos
conmueve: un contexto que interpela nuestra seguridad profesional y nuestras prácticas cotidianas
al tiempo que nos impulsa a revisar, reconocer, conocer nuevos medios para enseñar.
Este contexto que se configura en la excepción y la novedad, así como en la urgencia para la
planificación y el diseño de la enseñanza, también tiene el sello de lo provisorio. Volveremos a las
aulas presenciales y en ese regreso nos acompañarán las respuestas desarrolladas por cada uno/a de
nosotros/as para garantizar la continuidad pedagógica de nuestros docentes en formación. Un
conjunto de experiencias, aprendizajes, materiales, recursos para la enseñanza que fuimos
produciendo en esta situación excepcional, que re-utilizaremos porque son artificios que nos
posibilitan plantear a nuestros/as estudiantes actividades de análisis, de profundización, de
comparación, de investigación, de diseño, de prácticas en terreno o de campo. En definitiva,
volveremos a las aulas con un bagaje de experiencias y conocimientos que ofician de poderosas
herramientas para profundizar nuestro compromiso con la inclusión educativa teniendo como eje la
superación de la brecha digital.
Con esa finalidad es que les proponemos acercarnos a la temática del módulo a partir de una
caracterización y conceptualización sobre los recursos y materiales didácticos digitales. Para luego
conocer diferentes formas de crear, diseñar, buscar y orientar el trabajo pedagógico para una
utilización pertinente y crítica de los recursos e incorporarlos en nuestras clases. A partir de ello es
que presentaremos modos de hacer y pensar los materiales didácticos digitales, así como los
posicionamientos y demandas que ello implica para el trabajo docente en la actualidad.
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propuestas pedagógicas pero que no fueron producidos con fines educativos. Digitales unos y otros,
no es el soporte en el que fueron diseñados (audio, video, imagen, texto) lo que los distingue, sino el
propósito con el que fueron creados. Pero, la tarea de conceptualizar los materiales y recursos
digitales no puede hacerse de manera más precisa si no nos ubicamos en el contexto del camino que
ha recorrido la educación a distancia. Así, mientras esta se centraba en la necesidad de salvar las
distancias entre docentes y estudiantes, los materiales educativos (ME), concebidos como paquetes
cerrados, cumplían la función de transmitir a través de la distancia todo lo que el estudiante
necesitaba aprender.
A partir de los avances en el campo de las tecnologías de la comunicación, estas fueron pasando
progresivamente de meros canales de información a herramientas de comunicación, para llegar
finalmente a constituirse como entornos de enseñanza y aprendizaje. Un espacio de encuentro e
interacción para los que participan de una experiencia educativa, que propicia de este modo la
producción de sentidos y la construcción colectiva de conocimiento. Ante tal cambio en el contexto,
cabe entonces preguntarnos cuál es el rol de los MED, qué características deberían tener para que
resulten valiosos en este contexto y posibiliten la interactividad.
Producir MED desde esa perspectiva implica pensarlos como materiales que promueven la
construcción y apropiación de contenidos disciplinares, pero que no se restringen solo a ello; al
mismo tiempo, contribuyen a la generación de procesos comunicacionales que incentivan el
intercambio dialógico y colectivo.
Si bien cualquier tipo de recurso (video, podcast de audio, archivos de texto, presentaciones, libros
digitales, animaciones de procesos y modelos, música, etcétera), en tanto objeto de la cultura, puede
incorporarse a nuestras propuestas de enseñanza, lo que los distingue de los materiales es que ellos
no contienen un sentido didáctico desde su creación, siendo el/la docente quien construye o delinea
esas mediaciones para que lo educativo acontezca. Por el contrario, en los ME, la mediación está
contenida en el mismo dispositivo posibilitando, según Odetti (2016), utilizarlos en diferentes
contextos de aprendizaje, dado que contienen en su estructura narrativa la organización teórica de
los temas que aborda una clase, por ejemplo, con un diseño y estructura completos, hipermedial o
no, según permita articular otros elementos narrativos dentro y fuera del propio objeto.
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No podemos pensarlos ya como paquetes cerrados y destinados a un estudiante solitario que por sí
mismo deba emprender el proceso de aprendizaje, sino por el contrario, que incentive y potencie el
sentirse parte de una propuesta donde es incluido, donde también visualice la posibilidad de
producción por su parte, y que aliente el sentido de pertenencia a una propuesta colectiva. Es decir,
que este tipo de material no puede pensarse sino en coherencia con los objetivos pedagógicos -
didácticos y comunicacionales de nuestra propuesta educativa que orientan el trabajo y la creación
de actividades en las que esos materiales o recursos sean valiosos. Este abordaje nos permite,
además, pensar en las posibilidades de los recursos para la planificación de prácticas colectivas,
colaborativas entre pares y entre docentes y estudiantes.
Además, como plantea Landau (2013), “consideramos que trabajar con materiales diversos implica
incluir diversas voces en el espacio del aula. Por lo tanto, diferentes recursos serían un signo de
apertura y democratización. En los modelos en los que la voz del docente y del libro de texto son las
únicas fuentes válidas de información, este discurso se transforma en “la verdad”. De este modo,
integrar materiales producidos por distintos autores permitiría dar cuenta de múltiples miradas sobre
un mismo tema. No solo por el tratamiento del contenido sino por las formas de enunciar. Así, al
menos potencialmente, el conocimiento sería visto como una construcción social provisoria y no
como una verdad inmanente” (Landau, 2013, p. 2).
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A distancia o presencial: análisis, uso y producción de materiales
educativos digitales en aulas virtuales
Si bien en las prácticas educativas presenciales en los institutos se venía haciendo uso de las
herramientas y posibilidades tecnológicas (envío de trabajos por correo electrónico, aulas virtuales
como repositorio de materiales bibliográficos, grupos de mensajería instantánea para la
comunicación), entendemos que el presente contexto virtual profundizó la necesidad de apropiación
de otros espacios de encuentro para enseñar y garantizar así la presencia institucional transformando
el aula, estructura material (Dussel, 2020), en diversos entornos virtuales que amplían las
experiencias educativas: herramientas de videoconferencia, recursos educativos, materiales
didácticos, aplicaciones de comunicación, redes sociales, aulas virtuales en los cuales podemos
enseñar y seguir aprendiendo.
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A modo de aproximación a la producción de MED anticipamos la necesidad de seleccionar
articuladamente plataformas, lenguajes, formatos, diversificando las estrategias y los soportes que
utilizamos intentando favorecer el acceso, la accesibilidad, la inclusión educativa. Los materiales que
podemos crear o reutilizar en nuestras propuestas de enseñanza pueden tener diferentes finalidades
y propósitos pedagógicos: pueden considerarse para la comunicación, la colaboración, la
investigación, la producción y gestión de contenidos, la orientación a estudiantes, la evaluación, entre
otras. Aquí realizamos una clasificación en tres grandes tipologías:
● Recursos para mejorar la experiencia en el entorno y/o aula virtual: orientan y organizan las
actividades de los/as estudiantes, son útiles para presentar el equipo docente y la propuesta
formativa, explicitar el contrato didáctico que regula el trabajo de docentes y estudiantes en
los entornos virtuales, etcétera. Algunos ejemplos: cronograma, hoja de ruta, programa.
● Recursos para la presentación de contenidos: relacionado a aspectos disciplinares: acercar
temáticas, desarrollar contenidos, ampliar explicaciones, intercambiar. Entendemos estos
recursos (videos, podcasts, infografías, imágenes interactivas, mapas, clases escritas,
presentaciones, etcétera) como la posibilidad de atender a uno de los problemas centrales de
la enseñanza: la transmisión.
● Recursos y herramientas para la comunicación: posibilitan las interacciones y ofrecen
instancias de retroalimentación. Se sugiere su uso para: informar sobre el desarrollo de la
cursada, orientar el desarrollo de las actividades y lecturas, favorecer el diálogo entre
estudiantes y docentes, fortalecer las redes de la comunidad, informar aspectos disciplinares,
organizativos y también sociales.
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A continuación, les invitamos a escuchar el siguiente podcast de Valeria Odetti en el que
se presentan algunas recomendaciones generales para producir MED. ¿Qué hay que tener
en cuenta a la hora de producir materiales didácticos?
https://podcasts.google.com/feed/aHR0cHM6Ly93d3cuaXZvb3guY29tL3BvZGNhc3QtbW
F0ZXJpYWxlcy1kaWRhY3RpY29zX2ZnX2YxNDE0NTM0X2ZpbHRyb18xLnhtbA/episode/aH
R0cHM6Ly93d3cuaXZvb3guY29tLzE4NDg1MDkw?ep=14
Al momento de imaginar una propuesta formativa para nuestras clases, comenzamos por delimitar
los temas que se incluirán, su alcance y también los medios y estrategias que utilizaremos para su
enseñanza. Es allí donde se delinean los ME y recursos que se utilizarán, las actividades que las/os
estudiantes deberán realizar y aquellas evaluaciones que nos permitirán reconocer sus aprendizajes.
Algunos interrogantes vinculados a la selección y creación de recursos y/o MED en este primer
momento son: ¿Qué nos proponemos: cuál es el objetivo? ¿A quién va dirigida la propuesta? ¿Qué
recursos/materiales podemos presentar para abordar los temas? ¿Cómo lo implementamos?
¿Cuándo y dónde? ¿Por qué y para qué? ¿Qué se necesita conocer para usarlo?
Entendemos que este trabajo de creación de recursos y materiales puede verse potenciado a partir
de la colaboración y producción cooperativa dentro de un instituto entre distintos actores que
comparten temáticas o contenidos, proyectos, campos de prácticas. De esta manera, el producto a
desarrollar se verá enriquecido por miradas y contribuciones de diferentes docentes convirtiéndose
en un material polifónico no solo por la utilización de diferentes lenguajes o herramientas
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hipermediales, sino también por la capacidad de cohesionar diferentes discursos y tradiciones
disciplinares.
Este trabajo de producción colaborativa necesita de una organización. A modo de ejemplo inspirador
podemos mencionar:
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https://view.genial.ly/5ed7bda4c927110d819cc3bb/horizontal-infographic-review-
genially-sin-titulo
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Una práctica de lectura crítica en Internet desde la posición profesional de curar contenidos significa
la construcción de tres imágenes para el docente formador: la de coleccionista, la de curador/a y la
de autor/a de objetos culturales, recursos, materiales digitales. Veamos algunas características de
cada una de ellas:
● coleccionista: refiere a un conjunto de producciones que se encuentran en la red (textos,
imágenes, videos, audios, infografías, tablas, gráficos, etcétera) y ponemos a disposición de
nuestras/os estudiantes en la clase. Son producciones de otros, que cuentan con derechos de
autor, que reutilizamos tal y como están en nuestras propuestas.
● curador/a de contenidos: permite mediatizar los contenidos seleccionados y reinterpretarlos
en una nueva y propia producción en donde les otorgamos sentido. Construimos una
narración o un discurso con los elementos seleccionados y materializamos esa construcción
semántica en un recurso o MED propio. No significa editar el texto, imagen o video original,
sino que aquellos materiales seleccionados y considerados pertinentes para la propuesta
pedagógica, se reagrupan en un material propio. Es decir, pensamos y creamos una estructura
comunicativa de los recursos que respondan a los intereses y finalidades pedagógicas para la
clase.
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La curaduría de contenidos está a cargo de un docente que:
● autor/a de materiales: aquí somos los creadores y autores de un material original y propio.
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En cualquiera de los tres casos las/os docentes formadoras/es realizamos un conjunto de acciones
orientadas a la búsqueda, selección, organización, evaluación y uso de recursos. Buscamos materiales
o recursos, los seleccionamos y curamos.
Si nos posicionamos desde una perspectiva coleccionista, nuestro trabajo consiste en establecer
criterios pedagógicos y disciplinares que guíen nuestra elección; si nos posicionamos en la posición
de curar contenidos, a ese trabajo anterior vamos a sumar la reconversión de ese recurso dentro de
un material propio. Le vamos a dar sentido dentro de un discurso propio, que tiene una finalidad
planificada y una intencionalidad definida. Y, si nos centramos en la definición de autores de
materiales y recursos vamos a construirlo nosotros y estará disponible en la red para que otros/as
coleccionistas y curadores lo utilicen.
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9. La legibilidad: ¿el tamaño de la letra es adecuado?, ¿el contenido está sobrecargado?, ¿la relación
texto-fondo dificulta la lectura?
10. La organización del contenido: ¿es clara?, ¿hay una secuencia lógica y estructurada?, ¿ofrece
explicaciones acerca de cómo leerlo?
11. La accesibilidad: ¿el diseño ofrece alternativas para estudiantes con alguna discapacidad?
12. La adaptabilidad: ¿el diseño y el contenido pueden adaptarse a las necesidades individuales o
grupales y a nuestros objetivos?
13. Los formatos de presentación: ¿el contenido incluye diversos formatos (texto, imagen, video
etcétera) ?, ¿está presentado en el formato más adecuado aprovechando el potencial del soporte
digital?, ¿el formato influye en la forma en la que se abordará, interpretará y comprenderá el
contenido?, ¿el formato enriquece la aproximación al contenido?
14. La propuesta de interactividad: ¿qué hacen los usuarios/lectores frente al contenido?, ¿hay
diálogo entre el contenido y el usuario?, ¿presenta un diseño estático y acabado?, ¿los
usuarios/lectores pueden tomar decisiones para tener una experiencia personalizada en relación
con el contenido?
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Extraído de: Rossaro, Ana Laura. (2016). Clase Nro 2: Curaduría de contenidos educativos digitales. El docente como curador.
Recursos digitales para la educación primaria. Especialización docente de nivel superior en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires:
Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
4. REA: Los Recursos Educativos Abiertos o de libre acceso hacen referencia a materiales de
enseñanza, aprendizaje e investigación en soporte digital de carácter gratuito, pues son
publicados con una licencia abierta (Creative Commons) que permite su uso, adaptación y
redistribución sin ninguna restricción o con restricciones limitadas. Sugerimos visitar la
siguiente página web para encontrar recursos e información sobre los diferentes tipos de
licencias para las producciones: http://www.creativecommons.org.ar/.
5. Imágenes libres: existen muchas páginas web que actúan como repositorio de imágenes en
licencia Creative Commons (Pixabay, Unsplash, PikWizard, Pexels, Life of Pix, Gratisography)
que podemos reutilizar en nuestros MED o como recursos. También hay un movimiento cada
vez más importante de apertura a obras plásticas y visuales en grandes Museos. Así, por
ejemplo, el Museo del Prado de Madrid, el Museo Met de Nueva York, el Museo Nacional de
Antropología de México, el Museo Tecnológico de Viena y el Museo de Arte Moderno de
Nueva York entre otros, ofrecen una variedad de imágenes libres que podemos coleccionar o
curar para incorporar a nuestra clase.
Las y los docentes tenemos la posibilidad de diseñar nuestros propios materiales o recursos
didácticos, lo que nos convierte en autores/as-curadores/as. Compartimos algunos criterios a
considerar a modo de desafíos para la producción:
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- Construir un guion que se transforme en un camino no lineal aprovechando las
potencialidades hipermediales de los materiales.
- Brindar orientaciones para el recorrido y generar las posibilidades para que las/os estudiantes
lo completen: favorecer la curiosidad, mantener la atención, habilitar diálogos, preguntas,
búsquedas, reflexiones.
- Registrar el material bajo el tipo de licencia seleccionado. Para profundizar sobre las
posibilidades de licencias y los derechos de autor, recomendamos el siguiente video:
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La importancia de las consignas
La consigna es una propuesta de trabajo para que las y los estudiantes realicen una actividad.
Cumplen con un rol fundamental en nuestras propuestas educativas como mediadoras de los
procesos de aprendizaje. Son una herramienta para orientar el esfuerzo cognitivo, las estrategias de
aprendizaje de los alumnos y su autonomía.
Mediante la consigna, les indicamos a las/os estudiantes qué se espera obtener durante y al final de
cada una de las actividades. En palabras de Anijovich y González, “una buena consigna debe ser válida
y coherente en relación con los contenidos sobre los que intenta recoger evidencia. En este sentido,
debe ser clara y específica en lo que requiere que el alumno piense y realice, tanto como los
procedimientos, recursos y materiales que puede utilizar” (Anijovich y González, 2011, p. 93).
Las consignas pueden ser abiertas, buscando el desarrollo de un trabajo más creativo, original y libre;
o pueden ser más cerradas, que apunten a respuestas más concretas y definidas. Por ejemplo,
podemos plantear una pregunta o una serie de preguntas a responder a partir de los contenidos
específicos trabajados durante el trayecto. Podemos invitar a elaborar una construcción y/o un
análisis más personal a partir de ejes de discusión de los temas abordados. Podemos solicitar una
investigación que vaya más allá del material propuesto en las clases, tratando de aportar algo nuevo.
También podemos proponer una construcción personal, una descripción o desarrollo de producción,
original propia del estudiante.
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Qué debemos tener en cuenta para elaborar las consignas
¿Cómo redactarla? Más allá del soporte en que decidamos presentar la consigna, lo primero que
deberemos tener en cuenta es la forma de redactarla, elegir las palabras y la construcción que nos
permita expresarnos de forma clara. Conocer el grupo a quien va dirigida esta propuesta de trabajo
es fundamental porque eso nos permitirá determinar cuán detallada deberá estar la consigna, qué
tipo de vocabulario y qué soportes serán los más adecuados.
¿Qué debe resolver el estudiante? Debemos consignar claramente qué es lo que debe realizar el
estudiante, sobre qué tema y con qué materiales debe trabajar, qué debe entregar y con cuanto
tiempo cuenta. Si esperamos que la tarea se realice en varios pasos sucesivos, estos deben estar
claramente detallados. Lo mismo si la tarea que se le pide es de resolución individual o grupal. En
todos los casos, tengamos en cuenta que una consigna presentada en forma clara y amena es una
motivación extra para cumplir con ella.
¿Qué se debe entregar y cómo? Debemos pensar cómo y cuándo recibirá el alumno la consigna, si
esto será en el mismo momento que reciben el material sobre el que tendrán que trabajar, si será
con posterioridad. En qué formato le pedimos que entregue el producto de su tarea. Será un archivo
de imagen, un documento generado en un procesador de textos, un archivo de planilla de cálculo,
un archivo de audio, etcétera. Durante el período del desarrollo de la actividad, ¿les daremos un
espacio de intercambio entre pares, un espacio de consultas con el docente? El desarrollo será en
forma ¿individual o grupal? Por último, no olvidemos aclarar cuánto tiempo disponen para trabajar,
cuándo y dónde deben realizar la entrega y cuáles serán los criterios de evaluación de la tarea.
A modo de cierre:
Queremos finalizar el recorrido de la Clase 5 recordando que la utilización de recursos para la
enseñanza no es algo nuevo para los docentes que trabajan en los Institutos Superiores de Formación
Docente. Sin embargo, la coyuntura actual impuesta por la pandemia del Covid-19 nos habilita a
pensar y, al mismo tiempo, nos desafía a transformar aquellos recursos didácticos que utilizamos en
las clases presenciales en recursos didácticos digitales. Reinventar los recursos para enseñar en
medios digitales implica un trabajo reflexivo crítico acerca de lo que se quiere enseñar y comunicar,
así como de las interacciones y efectos que se desean producir en los/as estudiantes. Los recursos
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pueden ser una vía de apoyo a la docencia, una puerta de entrada a la experiencia virtual y una
herramienta flexible que posibilite nuevas formas de conocer, de acercar y tensionar saberes y
posiciones teóricas, epistemológicas y metodológicas.
Actividades
Consigna
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● Recursos: Visiten, recorran, busquen y seleccionen dos recursos
sobre el tema seleccionado para su clase. En esta oportunidad los
Sitios web para buscar son:
1. Educar: https://www.educ.ar/recursos
2. Recursos Educativos Abiertos Plan Ceibal:
https://rea.ceibal.edu.uy/
3. Recursos Educativos Digitales
MinEduc: http://recursos2.educacion.gob.ec/elementalcuentos/
4. El Plan Federal Juana Manso:
https://recursos.juanamanso.edu.ar/home
5. Educar: https://www.educ.ar/
6. INFoD: https://red.infd.edu.ar/tutoriales-y-aportes-
teoricos/herramientas/
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Odetti, V. (2012). Curaduría de contenidos: límites y posibilidades de la metáfora. En PENT
FLACSO. Disponible en http://www.pent.org.ar/institucional/publicaciones/curaduria-conteni
dos-limites-posibilidades-metafora
Odetti, V. (2016). La nueva era de los contenidos culturales. Diario El Día. Disponible en
https://youtu.be/LmlndWXOBfE
Odetti, V. (2017). ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de producir materiales didácticos? En
PENT FLACSO. Disponible en https://podcasts.google.com/feed/aHR0cHM6Ly93d3cuaXZvb3gu
Y29tL3BvZGNhc3QtbWF0ZXJpYWxlcy1kaWRhY3RpY29zX2ZnX2YxNDE0NTM0X2ZpbHRyb18xLnht
bA?sa=X&ved=2ahUKEwi7iLC9pt_rAhVXgXIEHYXlAd4Q4aUDegQIARAC
Landau, M. (2013). "Los materiales educativos desde una perspectiva multimodal". Sesión 4 del
módulo Análisis de materiales digitales. En Diploma Superior en Educación y Nuevas Tecnologías.
PENT. FLACSO Argentina.
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Portal Educar (2019). Microaprendizaje: ¿Qué son las licencias abiertas y los derechos de autor?
Disponible en https://youtu.be/zir9KaU-Qow
Rossaro, A. L. (2016). Clase Nro. 2: Curaduría de contenidos educativos digitales. El docente como
curador. Recursos digitales para la educación primaria. Especialización docente de nivel superior
en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
Sagol, C. (2020). Los Expertos nos cuentan: Cecilia Sagol. Portal Educar. Disponible en
https://youtu.be/WakwxWSkqKw
Créditos
Barletta, C.; Olaizola, E. y Suelgaray, M. (2020). Clase 5: Los recursos y materiales didácticos digitales
en la formación docente. Saberes necesarios para repensar las prácticas educativas en la Formación
Docente. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0
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