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7MO MANDAMIENTO: “NO ROBARÁS”

El séptimo mandamiento prohíbe tomar o retener lo que es del prójimo injustamente y


perjudicar al prójimo en sus bienes.

Estas son las bases del séptimo mandamiento:

1. -El respeto: pensar en clave del prójimo. Que piense en los demás: "¿esto
puede perjudicar a alguien?".
El amor tiene que ser traducido en una reflexión continua: "lo que yo hago
perjudica o beneficia a esta persona, a la que digo que quiero…? o mejor aún:
lo que estoy haciendo me molestaría a mí?.
Porque, sin haber cogido nada estamos pecando en el séptimo mandamiento,
porque podemos estar perjudicando los bienes del prójimo.

2. -Relaciones de armonía: También es importante, no solo hacer lo que es


"justo", sino hacerlo de una manera cariñosa. A veces las formas también
siembran la injusticia. No basta con que a uno "le de lo que le es debido", en
la forma de decirlo, en la forma de dárselo, hay unas relaciones de armonía.
Tan importante es el "que damos" como el "como lo damos". Porque esa
persona tenía derecho a esperar de mí no lo solo lo que le he dado, sino a que
fuera de una forma respetuosa –y no tirárselo a la cara "¡toma lo tuyo y
lárgate…!-

3. -Promociones de equidad: Un pequeño examen de conciencia sobre la


equidad: Uno tiene que examinarse si tiende a hacer diferencias de tratos con
las personas: entre los que me son simpáticos y los que no me caen bien,
"entre las filias y las fobias". Imaginaos un profesor que hace diferencias, o un
compañero, incluso con los hijos. Habrá que tener cuidado en no confundir
equidad con igualitarismo. Porque también hay situaciones distintas a las que
debo de tratar de diversa forma. Sería injusto tratar de manera igual a personas
que están en situaciones distintas.

El séptimo mandamiento no es válido únicamente para el robo, sino también para la


retención injusta del salario justo, quedarse con objetos encontrados que se pueden
devolver, y los engaños en general.
El séptimo mandamiento denuncia también las siguientes prácticas:
 Dar trabajo a empleados en condiciones contrarias a la dignidad humana
 No mantener los contratos suscritos
 Despilfarrar las ganancias sin tomar en consideración la obligación social
 Elevar o bajar artificialmente los precios
 Poner en peligro el puesto de trabajo de compañeros que están bajo la tutela
de uno
 El soborno y la corrupción
 Inducir a los subordinados a cometer actos ilegales
 Hacer mal el trabajo o exigir honorarios desproporcionados
 Derrochar o administrar con descuido las propiedades sociales comunes
 Falsificar dinero contabilidades o balances
 Fraude fiscal.

Se puede robar en Facebook….. ¡¿Qué?!

No, no te estoy sugiriendo qué código insertar para vaciar la cuenta bancaria de tus
papás. Ni te voy a revelar un truco informático para estafar al Estado y no pagar
impuestos. Se puede robar más fácilmente: basta con pasar el tiempo en Facebook en
lugar de trabajar. Sencillo, ¿no? Pues si en este momento tienes cosas que hacer,
deja el smartphone. Respeta a quien te da trabajo. Porque la productividad baja
mucho si el trabajador – en vez de concentrarse en los números y datos– pasa el

tiempo en Ludo o Free Fire.

La obligación de reparar: quien ha cometido una injusticia debe reparar el daño


causado, en la medida que esto sea posible. La restitución de lo robado –o al menos el
deseo y propósito de restituir- es necesario para recibir la absolución sacramental.

El deber de restituir obliga con urgencia: la culpable demora agrava el daño al


acreedor y la culpa del deudor. Excusa del deber de restitución la imposibilidad física o
moral, mientras dure. La obligación puede extinguirse, por ejemplo, al ser perdonada
la deuda por parte del acreedor

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