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No robar
Dios Padre, que conozco nos conoce más que nosotros mismos, nos dio dos
mandamientos en donde nos pide no cometer estas faltas graves:
Aquella persona que se apodera de un bien u objeto que sabe que es propiedad
de otra persona. Ejemplo: dinero de un amigo, una goma de mi compañero, etc.
Cuando el estudiante no estudia lo que le corresponde y malgasta su tiempo en
otras cosas está robando a sus papás la confianza que tienen en él y el dinero que
se invierte en sus estudios.
Las personas dueñas de empresas que no pagan un salario justo a sus
trabajadores, no les pagan horas extras, o les retienen su pago injustamente.
El trabajador que no cumple con sus obligaciones en su trabajo o no trabaja las
horas que deben ser roba a su patrón recibiendo salario que no merece, ya que
no trabaja lo que debe.
El comerciante que no vende los kilogramos completos.
San Francisco de Asís
El papá o mamá que le quita el tiempo que les corresponde a sus hijos o pareja y
lo invierte en otras situaciones.
El maestro que no instruye a sus alumnos durante el tiempo que se le está
pagando.
Y así podemos continuar enumerando otras situaciones que vemos o vivimos y de las
cuales no nos confesamos porque pensamos que, si todo el mundo to hace, quiere decir
que está bien hecho.
En la actualidad, nos presionan mucho para tener o desear cosas que no las
necesitamos y siempre andamos queriendo lo más bonito, lo más grande o de
última moda; eso nos puede llevar a desear exageradamente o codiciar los bienes
ajenos, y más aún, si no nos controlamos, hasta podemos llegar a tomar lo ajeno.
La forma más correcta de luchar contra estas acciones es estar contento con lo
que tengo porque es lo que mis papás me pueden dar. Debo valorar lo que con
tanto esfuerzo me dan; aprovechar adecuadamente lo que me corresponde: la
ropa, los útiles escolares, etc.