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Universidad del Claustro de Sor Juana.

Filosofía y Letras. Literatura Medieval.


Grupo: 1A. Periodo electivo: 19-1.
Profesora: Roxana Elvridge-Thomas Santillán.
Alumna: Giovanna Priscilla Rodríguez González.
Fecha: 31/08/2018.
En algún momento de nuestra formación académica, nos enseñan la historia de la Edad
Media, por cultura general conocemos a grandes rasgos esta época, pero a veces
desconocemos la producción artística relacionada con este periodo de la historia. En el
presente documento se desarrollará una crítica literaria, acerca de dos importantes
producciones, realizadas en el Medievo español: Romancero general de Agustín Duran y el
Mio Cid. La apreciación de estos dos textos será, tanto aislada, como en conjunto, esto
dependerá del asunto que se trate, ya que algunas de las baladas románticas hacen alusión al
cantar de gesta, que se menciona anteriormente.

Comenzaremos analizando el Mio Cid, en este cantar podemos ver cuáles son los
valores, propósitos y virtudes, más importantes para el Medievo. Recordemos que la
península ibérica había sido invadida por los árabes, por lo tanto no es de extrañar que la
empresa de Rodrigo Díaz de Vivar, consistiera en conquistar el Al-Ándalus; teniendo
siempre presente a su rey y al Dios cristiano.

Esto anteriormente mencionado, puede ser deducido fácilmente con una lectura
superficial, pero al analizarlo con más detenimiento, se puede observar que detrás de esta
gran composición, surge un propósito vedado; en este, se nos muestra cual debía de ser el
objetivo del hombre medieval: combatir a los moros bajo la mano de Dios; esto no era un
cometido sin beneficio, puesto que si la reconquista del territorio funcionaba, habría como
botín grandes riquezas.

Podemos ver que este texto, no solo es una obra de arte que admirar por su época,
o por cómo está escrito, sino que también nos muestra una enseñanza. El problema surge
en el presente, cuando los lectores actuales decidimos darle una oportunidad a este cantar,
ya que nos llevamos la sorpresa, de que los acontecimientos presentados no poseen un
nudo, ni un clímax que nos tengan al vilo de la historia. Esto hasta cierto modo es normal,
ya que estamos acostumbrados a otro tipo de lecturas más próximas a nuestro tiempo,
donde las historias tienen diferente connotación de las que se les daban en la Edad Media.

Otro antecedente, digno de mención acerca del texto; es que no es suficiente tener
el título de cristiano y castellano, se tiene que creer en Dios y seguir sus mandamientos. Un
claro ejemplo de esto; son los infantes de Carrión, ya que estos son castigados al final por
las injurias que cometieron.

Dando seguimiento al tema del párrafo anterior, en este cantar, podemos ver
claramente qué le sucede a los buenos y a los malos; esto se vislumbra desde un principio,
ya que el malhechor, al realizar sus fechorías se queda fuera de la gracia de Dios, y por lo
tanto tiene que recibir un castigo ejemplar; mientras que el bienhechor, por muchos
problemas que se le presenten, siempre saldrá victorioso del conflicto, usando su valentía y
siendo respaldado por su fe cristiana.

Cómo se ha mencionado con anterioridad, en la Edad Media, los valores eran de


suma importancia, y un ejemplo de esto lo podemos observar en los romanceros; estos con
rima y originalidad, nos cuentan las historias de los grandes señores; hablándonos de amor,
lealtad, traición, justicia, y desamor. Aunque en esta crítica, nos gustaría dedicar unas
cuantas líneas a cada una de estas composiciones líricas, la realidad es que el espacio de
este texto no es suficiente, por lo cual, se analizarán sólo algunos de estos versos, elegidos
como predilectos.

El primero de estos, es el romance de Doña Isabel de Liar; dónde podemos


observar cómo la traición se paga, aunque las circunstancias no le hayan dejado otra opción
a la protagonista. El segundo romance, es el del Rey Don Pedro el cruel; en este, se
presenta interesante la justificación que hace el rey para mandar matar a su reina, la cual
con toda la dignidad de una dama acepta su cruel destino, no sin antes preguntar qué
pecado ha cometido. En esta composición, podemos visualizar un imaginario de la mujer
noble en la Edad Media; religiosa, con temple para la adversidad, y dispuesta aceptar las
órdenes de superioridad. Por último, antes de dirigirnos a los romanceros del Mío Cid,
hablaremos del romance de Doña Alda, el cual, es fascinante desde el principio,
atrapándonos con su narración y sorprendiéndonos con un final inesperado.
Por otro lado, es interesante que en la recopilación de los romanceros, se nos
presenten otras aventuras, relacionadas con los personajes del Mío Cid; este hecho agrega
nuevos matices y perspectivas a su historia individual, ya que algunas figuras no gozan de
mucha participación en la gran gesta, y gracias a las composiciones líricas podemos
conocerlos mejor.

El propósito de este texto, fue crear una relación histórica entre el Medievo y la
producción literaria de esta época; por medio de una crítica. Muchas veces, se tiene una
idea equivocada e injusta, de lo que representó la Edad Media para la humanidad. Al surgir
la posibilidad de consultar documentos literarios, creados en este periodo, podemos darnos
cuenta, de que nuestros prejuicios frecuentemente están mal infundados, ya que esta etapa
estuvo plagada de cultura e intelectualidad.

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