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Universidad del Claustro de Sor Juana.

Filosofía y Letras. Literatura Medieval.


Grupo: 1A. Periodo electivo: 19-1.
Profesora: Roxana Elvridge-Thomas Santillán.
Alumna: Giovanna Priscilla Rodríguez González.
Fecha: 21/08/2018.
Se tiene la falsa idea de que el Medievo fue un periodo oscuro, en el cual, no sucedieron

muchos cambios sociales o culturales. La única diferencia notoria, que le hacemos a esta

época, es la división entre; la Alta y Baja Edad Media. En el caso del Libro del Buen Amor,

texto del cual se realizará una crítica literaria, nos damos cuenta que este periodo tuvo

muchos matices interesantes, y uno de ellos fue el siglo XIV; donde se puede observar un

cambio de mentalidad. En base a esto, en el presente documento, se realizará un análisis a

través del Libro del Buen Amor, donde se buscará observar, el cambio en el pensar de este

periodo a través de su reproducción intelectual.

Desde un principio, el Libro del Buen Amor nos atrapa, ya que es un texto muy

diferente de las producciones literarias, a las cuales estamos acostumbrados a leer de la

Edad Media, aun así, el documento nos ofrece algunas pistas para situarlo en esta época;

como la mención a Dios. Por otra parte, es interesante observar, que aunque exista una

alusión a los valores cristianos, también nos explica claramente los antivalores; dando la

oportunidad a quien lea la obra, de conocer entre el bien y el mal, y tomar una decisión de

cuál de estos seguir, un claro ejemplo, lo tenemos, en la batalla de Don Carnal y Doña

Quaresma; donde podemos ver como la bondad triunfa sobre la vileza1.

Desde otra perspectiva, el texto también puede llegar a ser divertido, ya que nos

cuenta las aventuras amorosas del personaje; donde por un lado o por el otro, al final, todo

1
Ruiz, Juan, Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor pp. 5-234.
le sale mal, y nuestro donjuán nunca puede conseguir a la dama. Esta parte de la obra es

muy importante, ya que nos da un claro ejemplo del inicio a una nueva mentalidad;

mostrándonos por un lado un texto ocurrente, con tintes, de vez en cuando, religiosos2.

Retomando las menciones de los valores cristianos; estos muchas veces, pueden

generar en el lector una duda, ya que por la forma que están escritos, se puede pensar que

estos también son parte del humor que expresa el texto. Este hecho puede estar relacionado

con la situación que sufrió el autor mientras escribía el libro, ya que en el momento en el

cual se escribió la obra, el escritor estaba en la cárcel; por lo tanto en dicho lugar, podría

haber sufrido una crisis de fe, reflejada en su libro3.

En cuanto a los personajes del Libro del Buen Amor, es interesante ver a cada una

de las doncellas que el personaje trata de conquistar, aunque cada mujer es similar a la otra,

podemos observar que existe, por lo menos, una pequeña diferencia entre cada una de ellas;

dándole una particularidad a la historia, haciendo que el lector se sienta cada vez más

interesado en cual mujer conquistará Juan Ruiz, y como al final todo se arruina. Otro

personaje femenino, interesante y digno de mención, es Trotaconventos; esta mujer le da

originalidad al texto, ya que es un personaje poco esperado, dentro de una narración

Medieval4.

En cuanto al personaje principal, es curioso, que el autor narre el relato de una

forma autobiográfica, y aunque no se conoce mucho acerca de este hombre, puede surgir la

duda de qué tan religioso es, si habla de esa manera de sus conquistas. Si se investiga más

sobre esto; podemos descubrir dos teorías. Por una parte Erwin Haverbeck, postula que en

la Edad Media, era común para las personas que escribían, hacerlo en primera persona, con
2
Ídem, pp. 5-234.
3
Ídem, pp. 5-234.
4
Ídem, pp. 5-234.
el fin de representar al ser humano y lograr una mayor afinidad con el lector 5. Por otro lado

tenemos, la suposición de Méndez Pelayo, en donde él expone, que algunas aventuras

podrían atribuirse al personaje, y otras a figuras alegóricas6.

Gracias al texto del Libro del Buen Amor, podemos ver los matices y folclores de

la Edad Media; también podemos imaginar y divertirnos con los amoríos de este mujeriego.

Adentrándonos a una época en la cual cada vez más, podremos notar, que no tiene por qué

llamarse oscura, ya que contiene producciones muy importantes dignas de admirar, y

estudiar con detenimiento.

Bibliografía.

Díaz-Plaja, Guillermo, Monteverde, Francisco, Historia de la literatura española e historia

de la literatura mexicana, Editorial Porrúa, México, 1974, undécima edición.

Haverbeck, Erwin, “Análisis del Libro del Buen Amor”.

Ruiz, Juan, Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor, Sociedad de ediciones Louis

Michaud, Paris.

5
Haverbeck, Erwin, “Análisis del Libro del Buen Amor”, pp. 27-31
6
Diaz-Plaja, Guillermo, Monteverde, Francisco, Historia de la literatura española e historia de la literatura
mexicana, pp. 64-71

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