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Acerca del cuento El Otro Yo.

Benedetti hace uso de la narración en toda la extensión dela obra. No hace uso el autor de amplios
recursos descriptivos. Ni siquiera da detalles de dondese desarrolla la trama. En realidad pudo ser
cualquier país iberoamericano, teniendo en cuenta elnombre del personaje Armando y algunos rasgos
de su personalidad, como son las manías demeterse los dedos en la nariz y su forma extrovertida de
actuar. Como tampoco se puede advertir a cuál época hace referencia. Podría tratarse de una historia
narrada en la modernidad, o en elsiglo XIX. En este respecto el autor no da detalles precisos.En esta
obra hay solamente definido un personaje, Armando, el cual según mientender debe tener unos 12 a 14
años. Esta confusión acerca de la edad, estatura, complexiónfísica, y demás rasgos del personaje, se
debe al poco uso de recursos descriptivos por parte delautor en la obra. Aun cuando forma parte de
Armando, su otro yo, llega a comportarse como un personaje de carácter simbólico (Gobierno de
España. Ministerio de Educación, Cultura yDeportes, n.d.). De todos modos, Armando y su otro yo, en
conjunto forman el personaje protagonista, que a su vez evoluciona a medida que se desata la historia,
comportándose como un personaje redondo (Gobierno de España. Ministerio de Educación, Cultura y
Deportes, n.d.). Elautor con toda intención menciona a los amigos de Armando como otros personajes
que aparecene incluso hacen comentarios, pero estos no se definen bien ni cuántos son, o quiénes
son.El otro asunto a destacar es el narrador. Este se mantiene actuando en tercera persona,y va tejiendo
la historia como una verdadera araña. Cada paso que el personaje da en suevolución hacia el clímax de
la narración, el narrador lo va contando con suma precisión. Elnarrador se nos muestra de manera
regular, (González, 1997). El argumento del cuento es lahistoria de Armando, un chico normal para su
edad, pero que deseaba ser más grotesco y vulgar.

6Para eso, debía abandonar cuanta cuestión ético natural que había en su conciencia, la cual elautor
llama su otro yo. El tema es el dramático cambio de Armando hacia la barbarie (Gobiernode España.
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, n.d.).Si tuviéramos que hacer un resumen de la obra
comenzaríamos comentando deArmando, un chico normal para su edad, pero con ansias de ser bien
vulgar. La único que loataba a su estilo de vida actual, era su propia conciencia, a la cual el autor
denomina su otro yo.Era este otro yo la parte complementaria, humana y sensible de Armando
(Benedetti, n.d.). Paralos antiguos romanos la palabra individuo tenía una complementación filosófica,
algo que no podía dividirse. Para Santo Tomás de Aquino el carácter de individuo hacía de cada
hombre unser único e irrepetible, que lo distingue de los demás (Mercaba.org Voc TEO, n.d.).Desde
esta posición, podemos decir que las apariencias físicas son más comunes entrelos seres humanos, que
las supuestas apariencias psíquicas. Todos tenemos una nariz, boca, pulmones, costillas, somos un poco
más alto, menos adiposos, pero en fin estas no son grandesdiferencias. Las grandes diferencias entre los
distintos individuos, que lo hacen bien únicos, sonlas diferencias psicológicas, las convicciones
religiosas, políticas, ideológicas, entre otras.Al final, Armando no quería tener una conciencia tan
humanista, y por eso decidearrancarla de sí mismo. En el momento clímax del cuento, el autor narra
cómo una nocheArmando desahoga su ira contra sí mismo, contra su alter ego, y de manera muy
poética, el autor expresa que este último, a la mañana siguiente, termina suicidándose. (Benedetti,
n.d.)Quedándose Armando sin su otro yo, dio un giro tan grande en su vida, que terminó siendo
unanimal. Había perdido cuanta humanidad había en él, no le quedaba ni un átomo de sensibilidad,al
punto, que sus amigos tuvieron que ignorar su presencia. Ya ni le conocían. En ese momento final,
quería llorar, sentirse humano, pero no podía. Toda su sensibilidad se la había llevado elotro yo
(Benedetti, n.d.).En lo personal, pienso que todos tenemos ese otro yo, que nos recuerda día a día
quesomos seres humanos, que sentidos y necesitamos recibir y dar afecto. Una conducta regida por el
poder de la conciencia, es a su vez una vida en existencia acorde a principios morales y éticos,que no
pueden ser devaluados a pesar de las adversidades. Como emigrado, sé que la sociedadmoderna, a
veces atenta contra mi alter ego. No han sido pocas las veces que me he preguntado,si acaso cambiar
mucho para satisfacer las expectativas sociales sobre mi persona, no acabaríamatando algún día a mi
otro yo. Ruego a mi Señor esto no ocurra nunca, creo que tengo mucho por darle a la humanidad, y sin
él-mi otro yo, la obra estaría incompleta.

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