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Impacto de la Extensión Rural en la

capacidad de asociatividad y
condiciones de vida de los
beneficiarios

Laura Cristina Cañón Paredes

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Económicas, Escuela de Economía
Bogotá, Colombia
2018
Impacto de la Extensión Rural en la
capacidad de asociatividad y
condiciones de vida de los
beneficiarios

Laura Cristina Cañón Paredes

Trabajo de investigación presentada(o) como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Ciencias Económicas

Directora:
PhD. Marta Juanita Villaveces Niño

Línea de Investigación:
Economía y Gestión Pública

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Económicas, Escuela de Economía
Bogotá, Colombia
2018
A mis padres y abuelos por su amor infinito y
apoyo incondicional
Agradecimientos

.
Agradezco a mi alma mater, la Universidad Nacional de Colombia, por brindarme las
herramientas y el conocimiento para desarrollar mi vida profesional y sacar adelante este
trabajo de grado. A mi directora, Juanita Villaveces, por su acompañamiento y valiosos
comentarios y aportes a lo largo de este proceso. Al profesor Álvaro Acevedo por sus
recomendaciones y apuntes que enriquecieron este trabajo.

A mi familia, especialmente a mis padres, abuelos y hermana, por su apoyo, sus palabras
de aliento, su amor y consejos que me ayudaron a llegar hasta el lugar en donde hoy
estoy parada. Y a mi novio, Diego, por acompañarme a lo largo de este camino, su
apoyo, amor, paciencia y colaboración, que contribuyeron a llevar a fin este trabajo de
grado. Gracias.
Resumen y Abstract IX

Resumen
Este trabajo evalúa el impacto de la extensión rural a partir de los microdatos del Censo
Nacional Agropecuario (2014) utilizando la metodología de evaluación de impacto
propensity score matching. Los resultados del estudio sugieren que los programas de
extensión rural tienen impactos positivos en la capacidad de asociatividad, entendida
como la pertenecía a gremios y/o asociaciones (7,5%% - 47,38%) dependiendo del tipo
de asistencia técnica recibida y condiciones de vida de los beneficiarios, medida a través
del Índice de Pobreza Multidimensional Ajustada, (0,19% - 4,48%).

Palabras clave: evaluación impacto, extensión rural, asociatividad, condiciones de


vida, psm.
X Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Abstract
This paper evaluates the impact of rural extension based on the microdata of the National
Agricultural Census (2014) using the propensity score matching impact evaluation
methodology. The results of the study suggest that the rural extension programs have
positive impacts on the capacity of associativity, understood as belonging to associations,
(7,5% - 47,38%) and living conditions of the beneficiaries, measured through the
Multidimensional Poverty Index, (0,19% - 4,48%).

Keywords: impact assessment, rural extension, associativity, life conditions, psm.


Contenido XI

Contenido
Pág.

Introducción .................................................................................................................... 3

1. Planteamiento del problema .................................................................................... 7


1.1 Justificación........................................................................................................ 9

2. Marco teórico .......................................................................................................... 11


2.1 Problema rural en Colombia ............................................................................. 11
2.2 Programas de desarrollo rural .......................................................................... 17
2.3 Extensión rural en Colombia ............................................................................ 25
2.3.1 Extensión rural y asociatividad ....................................................................... 29
2.3.2 Extensión rural y condiciones de vida ............................................................ 30
2.4 Impacto de las políticas de extensión rural ....................................................... 30

3. Metodología ............................................................................................................ 33
3.1 Datos................................................................................................................ 33
3.2 Método ............................................................................................................. 35
3.3 Estadísticas descriptivas .................................................................................. 39

4. Resultados .............................................................................................................. 42
4.1 Capacidad de asociatividad .............................................................................. 42
4.2 Condiciones de vida (IPM) ............................................................................... 45

5. Conclusiones y recomendaciones ........................................................................ 49

6. Anexos .................................................................................................................... 53
6.1 Distribución de la Asistencia Técnica Prestada ................................................ 53
6.2 Supuestos del modelo ...................................................................................... 54
Contenido XII

Lista de gráficas
Pág.

Gráfica 2-1. Evolución histórica del GINI de tierras - Colombia ....................................... 14


Gráfica 2-2. Evolución histórica del Índice de Pobreza Multidimensional - Colombia ...... 15
Gráfica 3-1. Variables y ponderaciones del IPM ajustado ............................................... 38
Gráfica 4-1. Histograma de las probabilidades predichas ............................................... 55
Gráfica 4-2. Soporte común ............................................................................................ 55
Gráfica 4-3. Histograma del propensity score para los grupos de tratamiento y control .. 56
Lista de tablas
Pág.

Tabla 2-1. Tasa de analfabetismo por zona (para personas mayores de 15 años) ......... 16
Tabla 2-2. Año promedio de educación por zona (para personas mayores a 15 años)... 16
Tabla 3-1. Autorreconocimiento Étnico ........................................................................... 38
Tabla 3-2. Región ........................................................................................................... 39
Tabla 3-3. Estadísticas descriptivas ............................................................................... 40
Tabla 3-4. Número de diferentes tipologías de Asistencia Técnica Recibida .................. 41
Tabla 4-1. Impacto de la extensión rural en la capacidad de asociatividad ..................... 44
Tabla 4-2. Impacto de la extensión rural en la asociatividad por diferentes números de
combinaciones ............................................................................................................... 45
Tabla 4-3. Impacto de la extensión rural en las condiciones de vida (IPM) ..................... 47
Tabla 4-4. Impacto de la extensión rural en la calidad de vida por diferentes números de
combinaciones ............................................................................................................... 47
Tabla 6-1. Modelo probit ................................................................................................. 54
Tabla 6-2. Salida pstest .................................................................................................. 57
2

Introducción

Lista de ilustraciones
Pág.

Ilustración 3-1. Distribución de la Asistencia Técnica prestada ....................................... 35


Ilustración 6-1. Asistencia técnica en buenas prácticas agrícolas ................................... 53
Ilustración 6-2. Asistencia técnica en buenas prácticas pecuarias .................................. 53
Ilustración 6-3. Asistencia técnica en manejo del suelo................................................... 53
Ilustración 6-4. Asistencia técnica en manejo postcosecha ............................................. 53
Ilustración 6-5. Asistencia técnica en comercialización ................................................... 53
Ilustración 6-6. Asistencia técnica en asociatividad ......................................................... 53
Ilustración 6-7. Asistencia técnica en crédito y financiamiento ........................................ 54
Ilustración 6-8. Asistencia técnica en gestión empresarial .............................................. 54
Ilustración 6-9. Asistencia técnica en conocimiento tradicional o ancestral ..................... 54
3

Introducción

Introducción
Desde mediados de la década de los ochenta, con las transformaciones políticas,
económicas e institucionales derivadas de la apertura económica, el sector rural
colombiano se ha enfrentado a la ausencia de políticas gubernamentales que busquen
de manera explícita el fortalecimiento de polos de desarrollo regional (Buitrago, 2006).

Los programas de desarrollo rural se han enfocado en la modernización del sector,


dejando de lado aspectos como el acceso y distribución de la tierra, soberanía y
seguridad alimentaria, falta de participación política, condiciones de habitabilidad y falta
de oportunidades de empleo y de generación de ingresos. Sumado a esto el campo de
intervención de las políticas públicas en el entorno rural no ha tenido una concepción
concreta debido a que se utilizan los mismos indicadores que en el área urbana (Muñoz,
2015)

Dentro del contexto de la formulación de política publicas enfocadas en el sector rural, la


extensión rural surge en la década de los 50 en Colombia como una herramienta de
intervención en los procesos de desarrollo rural (Sánchez, 2003). En la actualidad esta se
define como como el proceso de acompañamiento que propende por el desarrollo de
capacidades de los productores agropecuarios y el acceso a conocimientos, productos y
servicios de apoyo con el objeto de que su producción sea competitiva y sostenible al
mismo tiempo que se contribuye a la mejora en la calidad de vida familiar. (Ley No. 004,
2017).

Durante la década de los 70 la extensión rural se consideraba una herramienta para la


transferencia tecnológica, desarrollada en centros de investigación, y cuya difusión se
hacía mediante visitas técnicas, con el fin de incrementar la productividad de la
producción agropecuaria (Rodríguez et. al., 2016). Posteriormente, con la introducción
del modelo agroexportador en los ochenta, se dio importancia al acompañamiento de
actividades de producción agrícola, por lo que los apoyos dados eran más puntuales,
4

Introducción

denominándose a partir de entonces como Asistencia Técnica1, por el cual se orienta al


productor para el seguimiento de determinadas prácticas de producción (Clavijo, 2015).

Debido a las múltiples falencias que presentaba el modelo difusionista (de transferencia
tecnológica), como la introducción de un modelo productivo que muchas veces no se
correspondía con la ecología de los territorios, así como la escasa capacidad de los
municipios para asumir la responsabilidad de la prestación del servicio de extensión
(FAO y BID, 2016), se empieza a integrar desde finales de los ochenta diferentes
enfoques2 que comparten la premisa de que la extensión rural no debe limitarse solo a la
difusión tecnológica, sino que deben articularse con programas de desarrollo rural, en
donde el cambio social es consecuencia de la dinámica social derivada de la
implementación de estos enfoques (SENA, 1990).

En general, y desde su introducción, los servicios de extensión como política pública se


han enfocado en la modernización del sector con un enfoque de “arriba hacia abajo”, en
detrimento de aspectos como la construcción de tejido social para la promoción de
iniciativas de asociación, propiciar el intercambio de conocimientos y experiencias y la
generación de una cadena de valor y mejorar las condiciones de vida del campesinado
más allá de la reducción de su pobreza monetaria, aun cuando los programas y
proyectos de fomento al agro en las últimas décadas han tenido un fuerte componente de
trabajo conjunto con gremios y otras organizaciones del sector solidario.

Considerando lo anterior, este trabajo se propone evaluar el impacto de la extensión rural


en la capacidad de asociatividad y condiciones de vida de los beneficiarios mediante la
metodología de evaluación de impacto por emparejamiento (propensity score matching),

1 De aquí en adelante se utilizara indistintamente el termino de “Asistencia Técnica” y “Extensión


Rural” por tratarse en esencia de la misma herramienta de desarrollo que pretende proveer de
capacidades al productor agropecuario.
2 A partir de la década de los ochenta, con la falencia del modelo difusionista, se empieza a

integrar el enfoque participativo (o dialógico), el cual valora el conocimiento empírico de los


actores locales, posteriormente, el inicio del siglo XXI marca la introducción de distintos marcos
teóricos como la extensión con enfoque agroecológico, redes de innovación y generación de
capacidades.
5

Introducción

la cual consiste en estimar la probabilidad de participación de determinado programa (en


este caso el haber recibido Asistencia Técnica) con el fin de emparejar individuos no
tratados y tratados con la misma probabilidad de participar en el programa y, de esta
manera, calcular el impacto promedio del programa. Se utiliza los microdatos
anonimizados del Censo Nacional Agropecuario – CNA (2014), en este trabajo el objeto
de estudio fueron los hogares, evaluando aspectos como las características de
construcción y acceso a servicios públicos de las viviendas y la Unidad Productora
Agropecuaria en las cuales se encuentran ubicadas.

De acuerdo al CNA (2014) la Asistencia Técnica (Extensión Rural) hace referencia a “la
orientación dirigida a productores en la implementación, el manejo y la utilización de
técnicas o procedimientos que permitan mejorar la producción agropecuaria y forestal. Es
realizada por un técnico de dependencias oficiales o particulares.” (DANE, 2016), por lo
que se evaluarán en su conjunto programas de extensión rural (asistencia técnica)
prestados por gremios, EPSAGROS, UMATAS, CPGA y programas cofinanciados por el
Ministerio de Desarrollo Rural.

Determinar el carácter transformador de la extensión rural, entendiendo que el desarrollo


rural no se da exclusivamente a través del incremento en la producción, sino reafirmando
al campesinado, al proporcionarle herramientas para la ejecución de su actividad
productiva y aportar al debate y solución de sus problemas, es importante en la medida
que reivindica el valor de este instrumento de desarrollo y pone de relevancia la
importancia en el diseño de este tipo de programas para la consecución de objetivos
sociales.

.
1. Planteamiento del problema
La mayor capacidad de generación de ingresos y en consecuencia mejoras en la calidad
de vida como resultado del mayor grado de acumulación de capacidades y
conocimientos es un corolario de la teoría de acumulación de capital humano, es así
como Becker (1983) registra diversas aplicaciones empíricas derivadas de la medición de
beneficios de capital humano entre los que se encuentra que las mejoras en la calidad de
vida suele estar relacionada directamente con el nivel de cualificaciones, conocimientos y
habilidades.

El sector rural colombiano se ha enfrentado desde mediados de la década de los ochenta


a la ausencia de políticas gubernamentales que busquen de manera explícita el
fortalecimiento de polos de desarrollo regional (Buitrago, 2006) esto como consecuencia
de que el desarrollo rural dejó de ser una prioridad y desapareció de la discusión de las
políticas agrarias (Machado, 2009) privilegiándose las políticas de ajuste fiscal y
estabilidad macroeconómica, en el contexto de la crisis de la deuda externa.

De acuerdo a los datos arrojados por el Censo Nacional Agropecuario de 2014, la


pobreza multidimensional en el sector rural ascendió a 44,7%, 22,8 puntos porcentuales
por encima de la pobreza multidimensional de la zona urbana. Adicional a esto se
encontró que menos de un tercio de los jóvenes entre 17 y 24 años tienen acceso a la
educación, y solo el 16,5% de los campesinos forman parte de programas y proyectos
orientados a la asistencia técnica, complicando aún más el panorama de dicho sector,
que desde hace décadas se ha caracterizado por bajos ingresos per cápita y baja
productividad (Merchán, 2015).

Los programas de extensión rural surgen en Colombia en 1947 con la creación de la


Oficina de Extensión, una década después se crearía el Servicio Técnico Agrícola
Colombiano (STACA) con el fin de integrar la investigación y extensión para “poder llegar
con soluciones concretas al campesino” (Jaramillo, 1984). En general el surgimiento de
8 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

los programas de extensión rural en Colombia y América latina vino acompañado del
paradigma del Modelo de Sustitución de Importaciones, en donde se pretendía que por
medio de la transferencia tecnológica en el sector rural se logrará una mayor producción
local de productos agrícolas.

Con el paso del tiempo el concepto de extensión rural, y por tanto los objetivos que esta
debería cumplir han evolucionado, desde un sistema que propendía por la orientación del
“agricultor para seguir determinadas técnicas agropecuarias indispensables para obtener
una mayor producción y productividad” (Ponce, 2015) fundamentada en la transferencia
de paquetes tecnológicos hasta ser visto como el proceso de acompañamiento que
propende por el desarrollo de capacidades de los productores agropecuarios y el acceso
a conocimientos, productos y servicios de apoyo con el objeto de que su producción sea
competitiva y sostenible al mismo tiempo que se contribuye a la mejora en la calidad de
vida familiar (Ley No. 004, 2017).

Bajo el paradigma expresamente adoptado por el Gobierno Nacional con la creación del
Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria (SNIA) la extensión rural debe propender
además por la construcción de tejido social para la promoción de iniciativas de
asociación, con el fin de superar la falta de volumen en la producción y alcanzar la
calidad y cantidad que exige el mercado (Landini, 2016) además de propiciar el
intercambio de conocimientos y experiencias y la generación de una cadena de valor.

Es importante agregar que los programas y proyectos de fomento al agro en las últimas
décadas han tenido un fuerte componente de trabajo conjunto con gremios y otras
organizaciones del sector solidario, esto con el fin de concertar acciones con las
organizaciones sociales rurales, teniendo en cuenta el concepto de desarrollo local
(SENA, 2010).

El contexto económico, social y ambiental apremia a los sectores productivos a diseñar y


ejecutar modelos empresariales alternativos con miras a mejorar la productividad,
disminuir los costos e integrar los productores agropecuarios. Por este motivo la
asociatividad se presenta como un modelo que ofrece beneficios a los productores en la
medida que permite mejorar el acceso a nuevos mercados e incrementar el desarrollo de
capacidades empresariales (Mejía, 2013).
Capítulo 1 9

Pese a la multiplicidad de enfoques existentes es de común acuerdo que la extensión


rural es una herramienta de intervención en los procesos de desarrollo rural (Sánchez,
2003), desde su introducción en Colombia, y en América Latina en general, los servicios
de extensión como política pública se han enfocado en la modernización del sector, sin
embargo el diseño de las mismas se han dado bajo un enfoque de “arriba hacia abajo”
con poco impacto en su difusión, haciendo que los pequeños productores hayan sido
marginados, en adición a esto la extensión ha dejado de lado aspectos como el
desarrollo comunitario y las actividades no agrícolas. (Rodríguez et. al., 2015). A su vez,
e independientemente del marco teórico en el cual se enmarca la extensión rural, la
misma “se enfoca en la utilización de metodologías de extensión que, entre otras cosas,
promuevan la formación de capital humano (conocimiento y desarrollo de habilidades)”
(Subdirección de Extensión Rural, 2011)

En Colombia los “procesos de descentralización del Estado a través del cual el Gobierno
Nacional delegó a los territorios la prestación del servicio” (FAO y BID, 2016) han
ocasionado que los procesos de gestión de estos programas sean deficientes, esto como
consecuencia de la escasa capacidad de los municipios para asumir dichas obligaciones,
además de la falta de capacidades de los gobiernos locales para el ejercicio de los
procedimientos administrativos y administración de mecanismos de financiamiento
externo (FAO y BID, 2016).

Considerando lo anterior, este trabajo se propone evaluar el impacto de la asistencia


técnica rural (extensión rural) a partir de los datos del Censo Nacional Agropecuario
(2014) en las condiciones de vida de los beneficiarios y capacidad de asociatividad,
entendiendo estos como los principales objetivos que se buscan cumplir con la ejecución
de programas de extensión rural.

1.1 Justificación
La evaluación de programas y proyectos ha cobrado relevancia como herramienta de
diseño de políticas públicas, ayudando a revelar la realidad de las mismas, incidiendo en la
asignación eficiente de recursos, corrigiendo los programas o proyectos o contribuyendo a
la fiscalización mediática por medio del aumento de la calidad de la controversia
democrática (Bernal y Peña, 2011).
10 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

La extensión rural es una herramienta de intervención en los procesos de desarrollo rural


(Sánchez, 2003) entendido como un “proceso de transformación productiva e institucional
de un espacio determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural” (Avendaño, 2010), pese a
su poca penetración en la población rural en Colombia, es importante determinar su
carácter transformador en el modo de vida de los beneficiarios, entendiendo que el
desarrollo rural no se da exclusivamente a través del incremento en la producción, sino
reafirmando al campesinado, al proporcionarle herramientas para la ejecución de su
actividad productiva y aportar al debate y solución de sus problemas.

A su vez el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 y la Misión para la Transformación del


Campo (2014) reivindican el papel del sector rural como eje de desarrollo económico,
sector en el cual debe aplicarse un enfoque territorial y participativo con el fin de promover
las iniciativas de organizaciones locales y redes de cooperación, y un enfoque de desarrollo
integral que busque fomentar que los habitantes del campo tengan una vida digna
(Ocampo, 2014).

Evaluar la asistencia técnica prestada en el año 2013 no solo ayuda a rellenar vacíos
teóricos con respecto a la efectividad de este tipo de programas en el desarrollo rural,
también puede proporcionar información acerca de la eficiencia en la localización de
recursos en la ejecución de este tipo de iniciativas, identificar debilidades en la definición de
los programas y ofrecer recomendaciones en torno a las problemáticas existentes en la
prestación del servicio.
2. Marco teórico

2.1 Problema rural en Colombia


La apertura económica3 significó una serie de cambios a la institucionalidad rural y la
dinámica del sector, tal como la reasignación de recursos hacia subsectores con mayor
ventaja competitiva, el afianzamiento del carácter central del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural y el desmonte y privatización de entidades de apoyo al sector. (Argüello
y Poveda, 2016). Entre 2003 y 2014 el porcentaje del presupuesto de inversiones
destinados al sector agropecuario pasó del 3,5% al 5,5%, si bien las cifras muestran un
incremento marginal, también revelan la poca relevancia que ha tenido el sector dentro
de la formulación de programas de desarrollo económico y proyectos de inversión
nacionales. (Lozano y Restrepo, 2016)

Como consecuencia de la debilidad institucional la realidad de la estructura agraria no se


ha abordado de manera adecuada ni se han generado estrategias que mejoren la
situación precaria en la que se encuentra la mayoría de las comunidades rurales. En el
escenario de apertura económica las políticas de reforma agraria y desarrollo rural no
tiene cabida, desde la década de los ochenta se ha optado por un modelo de desarrollo
que privilegia la modernización del sector, este modelo de desarrollo sumado al contexto
del conflicto armado interno ha condicionado a la organización política de las
comunidades y las prácticas de producción agrícola, repercutiendo en las condiciones de
vida de las comunidades rurales. (Mateus, 2016)

3 La apertura económica se define como una serie de ajustes políticos económicos enfocados en
el desmonte de aranceles, programas de ajuste fiscal y fortalecimiento de la inversión privada con
el fin de integrar la economía nacional al mercado global, reduciendo restricciones em materia
fiscal y comercial.
12 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

La violencia experimentada desde los años cincuenta impactó notablemente en la


estructura de la propiedad agraria, desde este periodo data el abandono forzado de
tierras sistemático y concentración de las mismas por parte de terratenientes regionales
De acuerdo al Registro Único de Víctimas (2018) en Colombia entre 1985 y 2018 hubo
8.539.465 víctimas del conflicto armado interno y sentencias, de las cuales el 88,57%
fueron víctimas de desplazamiento forzado. Como consecuencia del fenómeno del
desplazamiento forzado se estima que entre 1994 y 2012 hubo más de 500.000 predios
abandonados, equivalentes a más de 10 millones de hectáreas de tierra (González,
2013).

El desplazamiento forzado y el abandono desigual de tierras impacto en la concentración


de tierras aptas para la agricultura, instalación de sistemas productivos ganaderos en
suelos no aptos, deforestación, expansión de la frontera agrícola, homogeneización del
paisaje y afectación de las culturas locales (Machado, 2011). Sumado a esto,
históricamente el poder terrateniente y político tradicional ha impedido los intentos de
ejecución de una reforma agraria, logrando la profundización de los ya existentes
problemas de violencia y desigualdad en el sector rural.

Aunado al debilitamiento del sector rural como resultado de un modelo de desarrollo


inequitativo y el conflicto armado interno, factores como bajos niveles de actividad
económica y la falta de empleo de calidad en el sector han ocasionado una oleada de
migración de los pobladores rurales hacia los centros poblados urbanos. En 2005
migraron 591.455 de zonas rurales a urbanas (representando cerca del 69% de la
migración interna) (Urdinola, 2014), en 2016 datos de la Encuesta Longitudinal
Colombiana de la Universidad de los Andes revelan que aproximadamente el 20% de los
hogares rurales migran a poblaciones urbanas en busca de mejores oportunidades
económicas.

Según datos del Banco Mundial entre 1990 y 2016 la población rural en Colombia pasó
de representar el 32% al 23%, adicional a esto en las tres cuartas partes de los
municipios colombianos predominan relaciones propias de las sociedades rurales. Pese
a esto el modelo de desarrollo económico privilegio la apertura a los mercados
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 13

internacionales y el fortalecimiento de las “economías urbanas” ampliando la brecha


entre lo urbano y lo rural (PNUD, 2011).

Los hogares rurales se caracterizan por incursionar en diversidad de actividades


productivas para generar ingresos, de acuerdo a Argüello y Poveda (2016) la
diversificación del ingreso no ha cambiado radicalmente entre 1993 y 2013, donde
aproximadamente el 35% de los hogares reporta dos o más fuentes de ingreso. Vale la
pena resaltar que entre 1993 y 2013 el porcentaje de hogares con salarios agrícolas
disminuyó de 74% a 61%.

Por su parte el peso de la agricultura familiar dentro del total de la agricultura colombiana
ha pasado de 57,1% en área sembrada y 42,7% en producción agrícola en 1988 a 40%
en área sembrada y 43% en la producción agrícola en 2014 (DANE, 2014, Bejarano y
Berry, 1990), dicha estabilidad se ha debido a la capacidad de adaptación de los
campesinos a las condiciones climáticas, a la poca vinculación de los mismos con los
mercados internacionales y a su eficiencia económica, la cual en la mayoría de los casos
genera ingresos por encima del Salario Mínimo Legal Vigente, lo que se traduce en que
la remuneración de su trabajo se encuentra por encima del costo de oportunidad (Forero
et. al., 2016).

La distribución y uso de la tierra es uno de los principales factores claves que permiten
entender la dinámica de los conflictos agrarios y la estructura del poder económico
(Sánchez y Villaveces, 2016). A su vez el acceso a la tierra y la capacidad de hacer uso
productivo de la misma tienen efectos en la reducción de la pobreza rural (Balcázar y
Rodríguez, 2013). Por su parte la seguridad en la tenencia de la tierra tiene impactos
positivos sobre la inversión, equidad y productividad (Deininger, 2004).

El sector rural colombiano se ha caracterizado por el acceso limitado a la tierra e


inseguridad de los derechos de la propiedad rural, esto debido a la incidencia del
conflicto armado interno, fallas en los mercados de tierras e incentivos que favorecen la
especulación y concentración de la misma (Balcázar y Rodríguez, 2013). Tanto los
grupos armados como las elites rurales encontraron en el proceso de descentralización la
14 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

oportunidad para acumular tierras como recurso estratégico de control territorial y político
(Uribe, 2009).

De la misma manera la baja tributación rural y el flujo de transferencias gubernamentales


para capturar rentas y financiar el gasto social ha servido como incentivo para perpetuar
la concentración improductiva de la tierra. En 2009 el GINI de tierras ascendió a 0,86
(PNUD, 2011), en 2014 este mismo fue de 0,90 (UPRA, 2015), demostrando que, pese a
la existencia de los programas de restitución de tierras, formalización de tierras y la Ley
160 de 1994, por la cual se implementa el Sistema Nacional de Reforma Agraria y
Desarrollo Rural Campesino, sigue habiendo una distribución inequitativa de la tierra en
el país.
Gráfica 2-1. Evolución histórica del GINI de tierras - Colombia

De acuerdo a los datos arrojados por el Censo Nacional Agropecuario de 2014, la


pobreza multidimensional en el sector rural ascendió a 44,7%, 29,3 puntos porcentuales
por encima de la pobreza multidimensional de la zona urbana. Adicional a esto se
encontró que menos de un tercio de los jóvenes entre 17 y 24 años tienen acceso a la
educación, y solo el 16,5% de los campesinos forman parte de programas y proyectos
orientados a la asistencia técnica, complicando aún más el panorama de dicho sector,
que desde hace décadas se ha caracterizado por bajos ingresos per cápita y baja
productividad (Merchán, 2015).
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 15

Gráfica 2-2. Evolución histórica del Índice de Pobreza Multidimensional - Colombia

El enfoque macroeconómico del análisis de la pobreza identifica una serie de


determinantes de las mismas, tales como el nivel educativo del jefe del hogar, la edad del
jefe del hogar, el número de personas dependientes y el lugar de residencia. A su vez de
acuerdo a Argüello y Zambrano (2006) existen no convexidades en el proceso de
generación de recursos de los hogares rurales, restricciones de liquidez en los mismos y
concentración de los hogares alrededor de un nivel de activos lo que podría indicar la
existencia de una trampa de pobreza en el sector rural.

La vulnerabilidad del sector rural está construida alrededor de la carencia de soberanía y


seguridad alimentaria, la violencia, falta de participación política, dificultad en el acceso a
la tierra, condiciones de habitabilidad, problemas en la legalización de la tenencia de la
tierra y dificultad para generar ingresos y conseguir empleo. Dichos factores constituyen
un impedimento para su superación ahondando las condiciones de precariedad y miseria
(Castillo, 2014). Poco se ha hecho para atacar los determinantes estructurales de la
pobreza rural, en 2002 la pobreza monetaria del sector rural era 1,36 la urbana, mientras
que en 2012 fue 1,68 veces más que la urbana (Tassara, 2015).

El panorama educativo para las comunidades campesinas es aún más complicado. Pese
al incremento en las tasas de alfabetismo y asistencia escolar, persiste una brecha
educativa significativa entre el sector rural y urbano. En 1992 la tasa de analfabetismo en
16 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

el sector rural era de 18,9%, mientras que en el sector urbano la misma era de 5,7%. En
el 2016 la brecha en alfabetización, aunque menor, persiste en el sector rural,
ubicándose en el orden de 9 pp.

Tabla 2-1. Tasa de analfabetismo por zona (para personas mayores de 15 años)

Año Urbano Rural


1992 5,7% 18,9%
1995 4,5% 16,8%
2000 4,9% 18,0%
2005 4,3% 13,8%
2010 4,2% 14,2%
2016 3,5% 12,5%

Fuente: DNP (2007); DANE 2016

Al analizar los años de escolaridad de la población, en el año 2000 la población rural


mayor de 15 años tenía en promedio 4,4 años de escolaridad, mientras que la
escolaridad promedio en la zona urbana era de más de 8 años, en 2016 la misma para el
sector urbano fue de 9,6 años, mientras que para el sector rural fue de 6 años.

Tabla 2-2. Año promedio de educación por zona (para personas mayores a 15 años)

Año Cabecera Resto


1992 7,4 3,8
1995 7,9 4,1
2000 8,3 4,4
2005 8,9 5,0
2010 9,0 5,2
2016 9,6 6,0
Fuente: DNP (2007); DANE (2016)

De acuerdo a Vargas (2013), debido a las diferencias en el mercado de trabajo entre las
zonas urbanas y rurales, existen diferentes incentivos para educarse, el cálculo de los
retornos educativos para los habitantes de zonas urbanas, rurales y migrantes evidencian
una mayor rentabilidad de la educación a medida que se alcanza un mayor grado
educativo, en adición a esto al comparar los resultados entre los distintos grupos “los
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 17

retornos a la educación de los individuos que se educaron en el campo y que trabajan en


las ciudades (migrantes) son similares a los de trabajadores urbanos educados en la
ciudad (urbano), pero mayores que los retornos de quienes que se quedan en el campo
(rural)”4, implicando la motivación a migrar a las ciudades y/o a no invertir en educación.
Aunado a las diferencias en el mercado de trabajo, factores como la dispersión de la
población rural, incidencia del conflicto armado interno y la ausencia de un sistema
educativo fuerte se traduce en bajos niveles educativos y bajas tasas de cobertura (MEN,
2017).

2.2 Programas de desarrollo rural


El sector rural colombiano se ha enfrentado desde mediados de la década de los ochenta
a la ausencia de políticas gubernamentales que busquen de manera explícita el
fortalecimiento de polos de desarrollo regional (Buitrago, 2006) esto como consecuencia
de que el desarrollo rural dejó de ser una prioridad y desapareció de la discusión de las
políticas agrarias (Machado, 2009) privilegiando las políticas de ajuste fiscal y estabilidad
macroeconómica, en el contexto de la crisis de la deuda externa. Pese a que la
concepción de desarrollo está ligada a la acumulación de capital y la industrialización, el
concepto de desarrollo rural está enfocado en la búsqueda de la equidad territorial, social
y de género y el acceso a bienes, servicios e infraestructura (Pérez, 1998).

En general se pueden identificar ocho principales programas de política agropecuaria


ejecutados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural: “i) adquisición y
adjudicación de tierras y baldíos a las comunidades más vulnerables, ii) competitividad y
emprendimiento de las familias campesinas, iii) asistencia técnica, iv) sustentación de
precios, v) sistemas de riego y drenaje, vi) subsidios otorgados a través del crédito, vii)
vivienda rural, y viii) ayudas directas discrecionales a los productores.” (Lozano y
Restrepo, 2016)

4 Los retornos a la educación en la ciudad son mayores a los vistos en los trabajadores del campo
debido a la mayor demanda de trabajadores semicualificados y por ende, mejores oportunidades
laborales y mayores salarios que en el sector rural.
18 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Entre 2003 y 2006 más de un tercio de los recursos de inversión para la política agraria
(aproximadamente 81.000 millones de pesos) se destinaron al fondeo de los esquemas
de sustentación de precios, posteriormente entre 2007 y 2010 cerca de 439.000 millones
de pesos se destinaron a la financiación de programas de asistencia técnica
(específicamente el programa Agro Ingreso Seguro). Entre 2011 y 2014 cerca de 618.000
millones de pesos (39,9% de recursos de inversión de política agraria) fueron destinados
al apoyo de programas de asistencia técnica (fondeo del programa Desarrollo Rural con
Equidad, conocido anteriormente como Agro Ingreso Seguro).

Dicha asignación de recursos es un claro reflejo de que el modelo de desarrollo rural le


ha apostado a la tecnificación e industrialización del sector, más que a ampliar el
desarrollo humano de los pobladores rurales, excluyendo la implementación de políticas
públicas que logren atajar obstáculos estructurales tales como la concentración de la
tierra y ausencia de condiciones políticas apropiadas para la participación ciudadana
(PNUD, 2011).

A pesar de la poca relevancia histórica que han tenido las políticas públicas enfocadas en
el sector rural, en 1927 empiezan a surgir iniciativas privadas como el Servicio de
Extensión de la Federación Nacional de Cafeteros, el cual tenía el propósito de reactivar
y modernizar el sector cafetero basado en la asistencia técnica gratuita y difusión de
paquetes tecnológicos, es de resaltar que el programa de apoyo a los caficultores se
encuentra vigente y en funcionamiento actualmente.

La persistencia de problemáticas en el sector rural tales como la pobreza, la proliferación


de cultivos ilícitos y la insurgencia de grupos armados, dieron impulso al Plan Nacional
de Rehabilitación (PNR) en 1982, su objetivo inicial era hacer presencia estatal en zonas
marginadas del país mediante la reincorporación y rehabilitación de guerrilleros
amnistiados.

Posteriormente en 1989 se amplió el programa a zonas de alta presencia de


enfrentamientos armados, mediante la expedición del Decreto 1512 de 1989 las vías
para el cumplimiento del PNR se delimitaron al suministro de información pública,
creación de canales y espacios para garantizar que las solicitudes de la comunidad
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 19

fueran oídas por las instancias pertinentes, la creación de Comités Técnicos Sectoriales
como soporte para la toma de decisiones de inversión y la ejecución de obras de
infraestructura por parte de la comunidad (Tirado, 1990).

Paralelamente se implementó el Programa de Desarrollo Integral Campesino en 1988,


bajo la coordinación del fondo DRI, cuyo objeto era mejorar la capacidad de generación
de ingresos, así como fortalecer la capacidad de los municipios para formular proyectos
encaminados al desarrollo rural. Su mecanismo de implementación era la transferencia
de recursos hacia las zonas rurales con el objeto de capitalizar sus economías,
invirtiendo hasta 356 millones entre 1988 y 1993, entre las actividades ejecutadas en el
marco del programa estuvieron la mejora de los sistemas de acueducto, alcantarillado y
saneamiento e incentivos a la participación de las comunidades (CEPAL et. al., 2003).

En los noventa el Estado Colombiano, con la expedición de la Ley 16 de 1990, liberaliza


el sistema de crédito rural y crea el Fondo para el Financiamiento del Sector
Agropecuario (FINAGRO) y el Fondo Agropecuario de Garantías (FAG). La mayoría de
los programas financiados por FINAGRO y el INCODER estaban enfocados en el
incremento de la competitividad del sector rural, a través de Líneas Especiales de Crédito
(LEC) o incentivos a la producción. (Marin-Usuga et. al., 2016). Adicionalmente en 1992
la prestación de la asistencia técnica a los productores agropecuarios se transfiere a los
municipios con la creación de las Unidades Municipales de Apoyo Técnico Agropecuario
(UMATAs) (Machado, 2010).

En el marco de la descentralización de los servicios de extensión rural, se crea en 1994


el Programa Nacional de Transferencia de Tecnología Agropecuaria (PRONATTA), el
cual era un programa del Gobierno Nacional que buscaba facilitar el acceso a los
pequeños productores a tecnologías sostenibles ambientalmente, a su vez apoyaba el
fortalecimiento institucional del Sistema Nacional de Transferencia de Tecnología
Agropecuaria (SINTAP).

La mayoría de programas de desarrollo rural implementados durante la primera década


del milenio estaban enfocados en la promoción de la productividad y apertura de
mercados, sin embargo, es en ese contexto donde surge el Programa de Familias
20 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Guardabosques, cuyo objetivo era que las comunidades campesinas, indígenas y


afrodescendientes abandonaran voluntariamente los cultivos ilícitos a través de la
protección de ecosistemas en los que habitaban.

Dicho programa fue implementado por la Agencia Presidencial para la Cooperación


Social y Cooperación Internacional en 2004, la estrategia seguida fue la entrega de un
subsidio condicionado de USD$ 150 mensuales durante 36 meses a las familias
beneficiarias, con el compromiso que estos erradicaran de manera voluntaria sus cultivos
ilícitos, beneficiando entre el 2004 y 2008 a 105.494 familias en 121 municipios. (Giraldo
y Lozada, 2008). El aspecto innovador del programa fue la inclusión de un enfoque social
el cual promovió el fortalecimiento del capital social de los beneficiarios, la unidad familiar
y la asociatividad.

En 2002 surge el “Proyecto de Apoyo a Alianzas Productivas” como un instrumento para


la generación de ingresos, creación de empleos y promoción de la cohesión social, a
través de la creación de alianzas productivas en el sector rural. El proyecto tenía el
objetivo de financiar los estudios de pre inversión de los beneficiarios y cofinanciar sus
proyectos productivos (CONPES, 2006). Este programa estaba dirigido a los pequeños
productores agropecuarios asociados, cuyo ingreso dependiera de las ventas de sus
productos y/o el trabajo remunerado de los miembros del hogar.

Posteriormente surge el Programa Jóvenes Rurales Emprendedores (JRE) en 2003


como respuesta a la creciente migración del campo a la ciudad, la escasez de mano de
obra y el desempleo en el sector rural, dicho programa tenía el objetivo de fomentar la
empresarialidad rural que apuntaba a la generación de ingresos, así como incrementar la
productividad y competitividad del campo. La población objetivo de este programa eran
las personas de estrato socioeconómico bajo, de entre 16 y 35 años, y otros grupos
poblacionales vulnerables, y se extendió hasta 2012. JRE estaba compuesto de distintas
fases: conformación e identificación del proyecto productivo (el cual responde a las
necesidades de los beneficiarios), asesoría y capacitación en el desarrollo de proyectos
productivos, consecución del capital semilla, soporte a las empresas rurales creadas y
posicionamiento en el mercado.
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 21

Bajo la misma línea de incentivar el emprendimiento en el sector rural se implementó el


Programa Oportunidades Rurales en 2007 con el apoyo del Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA), el cual tenía el objetivo de aportar a la reducción de la
pobreza rural, a través de la cofinanciación de servicios técnicos y financieros a familias
rurales que desarrollan actividades económicas caracterizadas como microempresas.
“Oportunidades Rurales” corresponde, entonces, a un programa para aliviar las
restricciones de liquidez de las organizaciones de productores rurales y posibilitar así su
acceso a la asistencia técnica.” (Moya, 2016).

El programa se ejecutó a nivel nacional, priorizando aquellos departamentos y municipios


donde hubiera una alta concentración de población rural, los beneficiarios del mismo
fueron microempresarios rurales pertenecientes a los niveles 1 y 2 del SISBEN que
formaban parte de organizaciones de pequeños productores legalmente constituidas. Los
ejes de desarrollo del programa fueron: formación empresarial, desarrollo de
capacidades empresariales y promoción a servicios empresariales.

En 2007 se implementa el Programa Agro Ingreso Seguro (AIS) con el objetivo de


promover la competitividad del sector rural bajo el soporte crediticio de actividades clave
para el sector, la provisión de incentivos para la producción con proyectos de irrigación y
drenaje de tierras, proyectos de investigación para el sector cafetero, Certificado de
Incentivos Forestales (CIF), incentivos a la asistencia técnica y asistencia para la
comercialización de productos. Tras la polémica de desvío de fondos del programa y
corrupción el programa fue renombrado Desarrollo Rural con Equidad, disponiendo de
$500.000 millones anuales para su operación.

En la segunda década del milenio los programas de desarrollo rural empezaron a adoptar
un enfoque diferente de cara a la perspectiva del papel de la ruralidad en el desarrollo
económico del país y como escenario central del conflicto armado interno. En adición a
esto se empieza a reconocer la complejidad del mundo rural y el atraso del campo en
materia de pobreza, educación, oportunidades laborales y acceso a infraestructura.

En este punto vale la pena mencionar el papel de la consolidación de los derechos de la


propiedad rural como uno de los principales ejes de la dinámica del sector rural, el cual
22 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

influye directamente a través del aumento en las inversiones en las propiedades por
parte de los propietarios y mayor facilidad de acceso al crédito (Neva, 2014).

Considerando el papel del acceso a la propiedad rural en la competitividad del sector


agropecuario el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural expidió la Resolución 0452 de
2010 (modificada posteriormente por la Resolución 181 de 2013) con la que se
implementa el Programa de Formalización de la Propiedad Rural con el fin de promover
el acceso a la misma y mejorar la calidad de vida de los beneficiarios, “convirtiendo en
patrimonio la tierra que ocupan y trabajan, desarrollando un mercado de tierras rurales
con seguridad jurídica.” (MADR, 2013).

Posteriormente se implementa el Programa de Restitución de Tierras en 2011 a partir de


la expedición de la Ley 1448 de 2011, la cual crea un procedimiento para restituir y
formalizar la propiedad de las víctimas de despojo y abandono forzoso (Ley No. 1448,
2011), los beneficiarios de este programa son propietarios de predios o baldíos que
hayan sido víctimas del despojo o abandono forzado de tierras como consecuencia del
conflicto armado interno entre el 1 de enero de 1991 y el 10 de junio de 2021.

Producto de la inclusión de consideraciones de equidad de género y enfoque


participativos, se empiezan a implementar programas con el fin de garantizar la inclusión
de la mujer, y en general de la comunidad, dentro de la formulación e implementación de
oportunidades de desarrollo. Estos enfoques pretenden superar la dicotomía de lo rural y
lo urbano y lo femenino y masculino (en la división del trabajo), propendiendo por integrar
la diversidad económica, social, cultural y ecológica para aumentar la competitividad del
campo, así como potenciar las redes de organizaciones locales y entes públicos y
privados con el fin de fortalecer el tejido social (Ocampo, 2015).

Surge entonces en 2011 el programa “Mujer Rural” con el objetivo de mejorar las
condiciones de vida de las mujeres rurales y su comunidad, a través de la ejecución de
tres componentes: cofinanciamiento de proyectos productivos, desarrollo de capacidades
personales y asociativas de las beneficiarias e inclusión de proyectos para la integración
de un enfoque transversal de género en los entes públicos, gremios y el sector privado
(OXFAM, 2014).
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 23

A su vez el “Proyecto Construyendo Capacidades Empresariales Rurales, Confianza y


Oportunidad” surge en 2014 financiado parcialmente por el FIDA (Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola), con el objetivo cofinanciar las iniciativas empresariales, así como
acompañar, capacitar en el manejo de sus activos financieros e identificar oportunidades
de negocio en el territorio, el proyecto integra en sus ejes estratégicos la identificación de
experiencias y conocimientos de los beneficiarios para su divulgación, a su vez se incluye
el enfoque de género al momento de focalizar el programa, el cual está destinado a
grupos de pequeños agricultores (15 o más), familias con jefatura de hogar femenina,
jóvenes rurales y población vulnerable (minorías y víctimas de la violencia).

En 2015 se entrega la “Misión para la Transformación del Campo”, un documento


elaborado por José Antonio Ocampo con el objetivo de servir como guía para la
ejecución de políticas públicas en el sector rural. La “Misión” parte de tres principios
básicos: fomento de un enfoque territorial participativo, inclusión social y productiva de
los habitantes rurales y provisión adecuada de bienes públicos.

Se proponen diferentes programas: i) Programas para la eliminación de la desnutrición


en el campo, ii) Campañas de analfabetismos cero, iii) Programas de fortalecimiento de
la agricultura familiar, iv) Plan de deforestación cero, v) Provisión de bienes y servicios
públicos prioritarios, vi) Reformulación de las tasas por el uso del agua, vii) Ordenamiento
ambiental y social de los territorios, viii) Programa de formalización de la propiedad de la
tierra, ix) Creación de un Fondo de Tierras con fines redistributivos, x) Creación de la
Agencia de Promoción de Inversiones Agropecuarias y Agroindustriales, y xi) Programa
de promoción y fortalecimiento de organizaciones productivas y sociales.

Los programas propuestos por la “Misión” pretenden abarcar diversos ámbitos críticos
para el desarrollo del sector rural, como lo son la inclusión social, el acceso a tierras, la
diversificación productiva, acceso a la financiación y bienes y servicios públicos
prioritarios, la sostenibilidad ambiental, entre otros.

En 2016, fruto del fin de las negociaciones en La Habana, se firmó el 24 de noviembre el


“Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y
24 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Duradera” por parte del Gobierno Nacional (GN) y las FARC-EP. Dicho acuerdo pone fin
a más de 50 años de enfrentamiento armado entre la guerrilla FARC-EP y el GN, y entre
otras cosas, contiene el acuerdo de la “Reforma Rural Integral” (RRI) como una serie de
programas y proyectos para contribuir a la transformación estructural del campo.

La RRI reconoce el papel del uso adecuado de la tierra, el acceso a la misma, la igualdad
de oportunidades entre hombres y mujeres y la economía familiar y comunitaria, como
aspectos vitales para la transformación del campo, de la misma se resalta el enfoque
territorial, diferencial y de género como base de los planes y programas acordados
(Acuerdo de Paz, 2016):

1. Fondo de Tierras para la RRI: tiene el propósito de lograr la democratización del


acceso a la tierra, mediante la creación de un Fondo de Tierras de distribución
gratuita, el cual dispondrá de 3 millones de hectáreas, durante sus primeros 12
años de implementación. Los beneficiarios serán trabajadores de vocación agraria
sin tierra o con tierra insuficiente, priorizando la población rural victimizada.
2. Formalización masiva de la pequeña y mediana propiedad rural: este programa
tiene el fin de proteger los derechos de la pequeña y mediana propiedad rural, se
planea formalizar 7 millones de hectáreas priorizando las áreas de Programa de
Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y zonas de reserva campesina.
3. Creación de mecanismos de resolución de conflictos de tenencia y uso de
fortalecimiento de la producción alimentaria.
4. Actualización del catastro e impuesto predial rural: este programa pretende
propiciar el uso adecuado de la tierra, desincentivar de la concentración de
propiedades rurales improductivas e incrementar el recaudo efectivo de los
municipios.
5. Cierre de la frontera agrícola y protección de zonas de reserva: su objeto es
proteger las áreas de interés ambiental, mediante la ejecución de planes de
zonificación ambiental y programas de recuperación de bosques y el medio
ambiente con la comunidad.
6. Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET): bajo este programa se
elaborará de manera participativa con la comunidad de las zonas priorizadas un
plan de acción para la transformación regional.
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 25

7. Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral: estos planes tienen el objetivo
de superar la pobreza y desigualdad, así como cerrar la brecha entre el campo y
la ciudad, para lograr estos objetivos se implementarán las siguientes medidas:
infraestructura vial, infraestructura de riego, infraestructura eléctrica y de
conectividad, fortalecimiento de la infraestructura de salud, educación y vivienda
con acceso acueducto y alcantarillado, estímulos a la economía solidaria y
cooperativa, asistencia técnica, subsidios y créditos a la economía campesina y
familiar, formalización laboral rural y fomento y promoción de la asociatividad.
8. Sistema para la garantía progresiva del derecho a la alimentación: este sistema
tiene el fin de garantizar el derecho a la alimentación sana, mediante el
incremento progresivo de la producción de alimentos y creación de condiciones
de bienestar.

En general se puede observar que los proyectos y programas de extensión rural no


presentan un alto grado de continuidad ni de articulación con otros programas. El acceso
a este tipo de programas se hace a través de convocatorias públicas y su tiempo de
duración depende de los plazos y lineamientos establecidos previamente por la entidad
ejecutora, los cuales en muchos casos no superan los 8 meses.

Debido a las restricciones presupuestarias de las entidades públicas que implementan


estos programas, la calidad de la asistencia prestada en muchas ocasiones no es la
deseable, debido al número de beneficiarios y plazo cortos de tiempo que superan la
capacidad de los implementadores del programa para prestar servicios de extensión rural
en línea con las necesidades de los productores agropecuarios (más allá de la exposición
de paquetes tecnológicos).

2.3 Extensión rural en Colombia


Las políticas de extensión rural, conocidas por la mayoría como programas de asistencia
técnica surgen en Colombia con la creación de la Oficina de Extensión, una década
después, en 1954, se crearía el Servicio Técnico Agrícola Colombiano (STACA) con el fin
de integrar la investigación y extensión para “poder llegar con soluciones concretas al
campesino” (Jaramillo, 1984). Posteriormente se crea el Instituto Colombiano
Agropecuario (ICA) en 1962, el cual coordinaba las labores de investigación y extensión
26 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

en el sector rural, cinco años después el servicio de extensión prestado por el STACA
pasaría a manos del ICA.

Durante este periodo la extensión rural se consideraba una herramienta para la


transferencia tecnológica, desarrollada en centros de investigación, y cuya difusión se
hacía mediante visitas técnicas, con el fin de incrementar la productividad de la
producción agropecuaria (Rodríguez et. al., 2016). Vale la pena resaltar que los
paradigmas de la Revolución Verde jugaron un papel significativo en las tecnologías
introducidas al campesinado, las cuales consistían, entre otras cosas, en variedades
mejoradas de semillas y la introducción de paquetes tecnológicos para la fumigación e
incremento de la productividad de la tierra.

El modelo de difusión de innovaciones se constituyó en el soporte teórico de los


programas y políticas introducidas desde la década de los sesenta, reconociéndose que
las diferencias entre los agricultores se debían a la aplicación de conocimientos (Jurado,
2014). El diseño de las políticas bajo este enfoque fue de arriba hacia abajo, en donde
las necesidades de los productores se determinaban de manera unilateral por las
instituciones (Rodríguez et. al., 2016), resultando en enfoques carentes de contenido
integral, apuntando a la solución de problemas de corto plazo.

En los ochenta inicia la implementación del modelo agroexportador, así como programas
de ajuste fiscal, reduciendo de esta manera el número de programas de extensión rural
implementados. Posteriormente con la introducción de la Política de Apertura, en 1990, la
cual propendía por la estabilización macroeconómica y la transformación de la estructura
productiva (Jaramillo, 2013), se impulsó la privatización de los servicios de extensión, los
cuales se empezaron a prestar a través del modelo de tercerización de servicios.

El inicio de este nuevo modelo de prestación de los servicios de extensión fue marcado
por la creación del Sistema Nacional de Transferencia Agropecuaria (SINTAP) en 1989,
el cual prestaba apoyo a las entidades territoriales, las cuales (mediante la expedición del
Decreto 077/1987) tenían la responsabilidad de prestar el servicio de extensión a través
de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica (UMATA), las cuales cumplían con
las siguientes funciones.
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 27

En 1992 se crea la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria


(CORPOICA), el cual absorbió las funciones de investigación, enseñanza y extensión
prestados por el ICA, con el fin de formar un sistema multi institucional de generación y
transferencia de tecnología (Jurado, 2014).

En este escenario se dio importancia al acompañamiento de actividades de producción


agrícola, por lo que los apoyos dados eran más puntuales, denominándose a partir de
entonces como Asistencia Técnica, por el cual se orienta al productor para el seguimiento
de determinadas prácticas de producción (Clavijo, 2015).

Debido a las múltiples falencias del modelo difusionista, como la introducción de un


modelo productivo que en muchas veces no se correspondía con la ecología de los
territorios, así como la escasa capacidad de los municipios para asumir la
responsabilidad de la prestación del servicio de extensión (FAO y BID, 2016), se empieza
a integrar el enfoque participativo (o dialógico) en los años ochenta, el cual valora el
conocimiento empírico de los actores locales, reconociendo a la innovación como un
proceso interactivo, que se alimenta de las dos partes (extensionistas y productores
agropecuarios) y tiende a producir cambios en los conocimientos y destrezas de los
productores agropecuarios. En Colombia este tipo de enfoque fue utilizado
principalmente por entidades no gubernamentales como la FAO y a las divisiones de
investigación creadas dentro de grandes gremios

El inicio del siglo XXI marca la introducción de distintos marcos teóricos como la
extensión rural con enfoque agroecológico, redes de innovación y generación de
capacidades. Pese a que los métodos de estos modelos son diferentes en general
comparten la idea de que la extensión rural no debe limitarse solo a la difusión
tecnológica, sino que deben articularse con programas de desarrollo rural, en donde el
cambio social es consecuencia de la dinámica social derivada de la implementación de
estos enfoques (SENA, 1990).

Es en el 2000 con la expedición de la Ley 607 de este mismo año donde se amplía el
servicio de extensión, a través de la contratación de entidades especializadas para la
28 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

prestación del mismo, de modo que este deja de depender exclusivamente del ejercicio
de las actividades de las UMATA, y el establecimiento de los Centros Provinciales de
Gestión Agropecuaria (CPGA), los cuales tenían el objeto de “estimular la formulación y
gestionar proyectos de desarrollo rural y de planes de negocios agroempresariales con
visión de encadenamiento” (Clavijo, 2015). Para este momento existían ya tres modelos
de prestación de servicios de extensión rural: i) los ofrecidos por las UMATA y los CPGA,
ii) la prestada por gremios con recursos del fondo de parafiscales, y iii) la cofinanciada
por programas del MADR.

En la segunda década de los 2000 se introducen los cambios más significativos para la
prestación del servicio de extensión en Colombia, primero con la creación del Subsistema
Nacional de Asistencia Técnica Agropecuaria (SSATA) en 2012 como un primer intento
de articular las diferentes entidades y organismos prestadores de este servicio,
posteriormente se crea el Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria (SNIA) en 2017
con el fin de lograr que “las acciones de investigación, desarrollo tecnológico,
transferencia de tecnología, gestión del conocimiento, formación, capacitación y
extensión soporten efectivamente los procesos de innovación requeridos para mejorar la
productividad, competitividad y sostenibilidad del sector agropecuario colombiano” (Ley
1876, 2017).

Pese a que el modelo de extensión que pretende implementarse por medio del SNIA, no
comparte todas las características de la extensión rural con enfoque de Red de
Innovación, constituye un primer acercamiento a esta línea, la cual pone de protagonista
a los productores rurales como “actores que interactúan a través del intercambio de
conocimientos con el fin de compartir información, conceptos, aplicaciones,
metodologías, experiencias y prácticas de trabajo” (Ley 1876, 2017) a través de
interacciones a nivel local, lo que eventualmente podría derivar en un proceso de
innovación local (Rodríguez et. al., 2016).

De la misma manera el SNIA comparte la noción de que dichos procesos de innovación


deben darse en territorios concretos en los cuales la interacción entre los actores y su
lógica de aprendizaje facilita la gestión social y local del conocimiento (Méndez, 2002).
De esta forma la Ley 1876 (2017) introduce a los Sistemas Territoriales de Innovación
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 29

como sistemas que favorecen las relaciones entre grupos de actores que articulados en
redes de conocimiento incrementan las capacidades de gestión del conocimiento e
innovación que emergen en un territorio en particular.

2.3.1 Extensión rural y asociatividad


Se ha identificado a la asociatividad como un factor clave para la generación de
condiciones que mejoren las condiciones de vida de la población rural, a través del
incremento en el nivel de productividad, reducción de costos, acceso al mercado,
incremento del poder de negociación y afianzamiento del capital social (DNP, 2012). La
asociatividad en el marco del desarrollo regional da pie a mejores prácticas de
gobernanza, mayor competitividad, sostenibilidad, mayor cohesión social,
aprovechamiento de eficiencias colectivas y el uso sostenible del territorio (Melo et. al.,
2016).

El enfoque de la extensión rural hacia modelos más participativos, introdujo el tema de la


asociatividad como tópico relevante, en la formulación de estrategias en pro de una mejor
interacción entre los actores, apropiación de conocimientos por parte de las comunidades
y creación de un clima de confianza entre los actores rurales y las instituciones que los
rodean.

Rueda y Muñoz (2011) plantean la cooperación de los productores como un factor que
promueve la capacidad de adopción de innovaciones tecnológicas y su respectiva
transferencia a la comunidad. A su vez la asociación entre productores, permite abordar
las problemáticas desde una perspectiva orgánica, así como asegurar el aprendizaje
compartido (Dominic, 2012).

En esta misma línea autores como Landini (2016) han sugerido la necesidad de
implementar estrategias asociativas para mitigar o solventar problemáticas como falta en
el volumen de producción o alcanzar estándares de calidad exigidos por el mercado. De
la misma manera el encadenamiento como resultado de procesos asociativos en las
comunidades, puede llevar al mejoramiento de los productos, aumentando el valor
agregado de los mismos.
30 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

2.3.2 Extensión rural y condiciones de vida


La extensión rural se ha enfocado en el incremento de la productividad y la entrega de
soluciones adecuadas a la realidad de los pobladores rurales como una vía para mejorar
las condiciones de vida de los beneficiarios de este tipo de programas. Por su parte los
enfoques surgidos a finales del siglo XX identifican el desarrollo de capacidades técnicas,
organizacionales y de gestión como medio para mejorar la calidad de vida (Aguirre,
2012).

2.4 Impacto de las políticas de extensión rural


Como se mencionó previamente, el concepto de extensión rural, y por tanto los objetivos
que esta debería cumplir han evolucionado desde un sistema que propendía por la
orientación del “agricultor para seguir determinadas técnicas agropecuarias
indispensables para obtener una mayor producción y productividad” (Ponce, 2015)
fundamentada en la transferencia de paquetes tecnológicos hasta ser visto como el
proceso de acompañamiento que busca el desarrollo de capacidades de los productores
agropecuarios y el acceso a conocimientos, productos y servicios de apoyo con el objeto
de que su producción sea competitiva y sostenible al mismo tiempo que se contribuye a
la mejora en la calidad de vida familiar (Ley No. 1687, 2017).

En general, existe un consenso entre la mayoría de autores en la efectividad de este tipo


de programas como herramienta de intervención en los procesos de desarrollo rural
(Sánchez, 2003). Autores como Saenz y Helfgott (2009), Akpoko (2002) y Farooq et. al.
(2000), Akhter y Abdul (2013) y Nakano et. al. (2017), encuentran impactos técnicos
positivos (como destrezas adquiridas para el manejo de equipos y capacidad técnica
para la producción).

A su vez Castañeda et al. (2010), Lyne etl a. (2017), Thom y Jonas (2014), Benin et. al
(2007), Todo y Takahashi (2011), Nwachukwu y Ezeh (2007) y Cunguara y Moder (2011)
encontraron impactos positivos en la capacidad de generación de ingresos de los
beneficiarios, sin embargo, autores como DNP y Sinergia (2011) no encontraron ningún
impacto sobre los ingresos de los beneficiarios. En cuanto a la productividad, Owens et
al. (2003), Akpoko (2002), Farooq et. al. (2000), Thompson et. al. (2000), Elias et. al.
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.apítulo 2 31

(2013), Agbebi (2012), Dinar et. al. (2007), Nwachukwu y Ezeh (2007) y Nakano et al.
(2017) encontraron impactos positivos productos del acceso a los servicios de extensión
rural.

Es importante mencionar que el grueso de los programas de extensión rural en Colombia


están enfocados en la consecución de objetivos “económicos”, como la apertura de
mercados y el incremento en la productividad, muy pocos programas focalizan sus
esfuerzos en el fortalecimiento del capital social de los beneficiarios y el bienestar de los
mismos, pese a que la evidencia empírica demuestra que este tipo de programas pueden
tener efectos positivos significativos en los objetivos previamente mencionados.

Tal es el caso de los programas analizados por Saenz y Helfgott (2009) los cuales
encuentran impactos positivos en el capital social de los beneficiarios, al tejerse redes
entre los agricultores, Castañeda et. al. (2010) determinan el fortalecimiento de
habilidades tales como establecimiento de nuevos contactos con clientes y proveedores,
de la misma manera Van Rijin et al. (2015) muestran la existencia de impactos positivos
en el capital social producto de la extensión rural.

El bienestar de los beneficiarios, entendido en la mayoría de programas como reducción


de la pobreza monetaria también ha sido un objetivo perseguido por los programas
extensión rural, Dillon et. al. (2011) determinan que pese a que la extensión rural puede
ser una herramienta que ayude a superar la pobreza rural, esta debe estar acompañada
de estrategias como el fortalecimiento de la infraestructura (a través de la construcción
de caminos) para que esta tenga un impacto significativo.

Es importante agregar que el enfoque dado por los programas de extensión rural puede
determinar su efectividad. Desde el inicio de la ejecución de este tipo de programas en
América Latina, primó el enfoque difusionista tradicional, caracterizado por la
transferencia de paquetes tecnológicos, es así como los programas de extensión quedan
organizados por medio de vínculos verticales, en donde el saber queda ubicado en un
polo de dicho vínculo en detrimento de los conocimientos de los productores campesinos,
logrando que las relaciones formadas sean frágiles y la implementación de estas
tecnologías dependan de la permanencia del extensionista dentro de la comunidad.
32 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Con la evolución de los servicios de extensión rural, algunos programas han


implementado el enfoque participativo para la ejecución de los mismos, los cuales están
caracterizados por el diálogo horizontal entre extensionistas y campesinos (Souza y
Gomes, 2008), debido a la dificultad para poner en práctica este tipo enfoque, muy pocos
trabajos han evaluado el impacto de los mismos, sin embargo la evidencia empírica
disponible muestra que los programas con enfoque participativo tiene impactos
ambientales positivos (Saenz y Helfgott, 2009), en su nivel de ingresos (Todo y
Takahashi, 2011), adopción de tecnologías y mayores rendimientos en los cultivos
(Nakano et. al. 2017) y mayores impactos en la productividad comparado con programas
de corte difusionista (Prasad et. al. 2008).
3. Metodología

3.1 Datos
Para evaluar el impacto de la asistencia técnica (extensión rural) se utilizaron los micro
datos del Censo Nacional Agropecuario - CNA (2014), el cual fue realizado en 2013
abarcando 2.370.099 UPA equivalentes al 97,8% del total del área rural dispersa
censada (DANE, 2016). Se realizó el análisis sobre los hogares, en donde se incluyeron:
características de las viviendas y UPA en las cuales se encuentran ubicadas, de modo
que para cada hogar se midió el impacto de la asistencia técnica sobre la asociatividad y
las condiciones de vida de los miembros del hogar.

Es importante mencionar que, de acuerdo al CNA, la Asistencia Técnica hace referencia


a “la orientación dirigida a productores en la implementación, el manejo y la utilización de
técnicas o procedimientos que permitan mejorar la producción agropecuaria y forestal. Es
realizada por un técnico de dependencias oficiales o particulares.” (DANE, 2016), por lo
que se evaluarán en su conjunto programas de extensión rural (asistencia técnica)
prestados por gremios, EPSAGROS, UMATAS, CPGA y programas cofinanciados por el
Ministerio de Desarrollo Rural.

Debido a que la pregunta del CNA hace referencia a la asistencia técnica recibida en el
último año, la misma no permite determinar el tiempo de duración de la asistencia
técnica, ni tampoco la existencia de continuidad entre otros programas de desarrollo
34 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

rural. De igual manera, y como se mencionó previamente, no se puede distinguir entre la


asistencia técnica recibida por entidades multilaterales, gremiales, privadas o estatales.5

Vale la pena mencionar que se analizará el impacto de la asistencia técnica, de manera


general, y por tipo de asistencia técnica recibida: i) buenas prácticas agrícolas, ii) buenas
prácticas pecuarias, iii) manejo de suelos, iv) manejo postcosecha, v) comercialización,
vi) asociatividad, vii) crédito y financiamiento, viii) gestión empresarial, ix) conocimiento
tradicional o ancestral, y x) indeterminada.

Si bien el tipo de asistencia técnica podría permitir identificar a grandes rasgos el tipo de
modelo utilizado, no puede generalizarse. En el caso de asistencia en buenas prácticas
agropecuarias, pecuarias o manejo de suelo, el grueso de los programas utiliza un
enfoque difusionista, sin embargo, son cada vez más los programas de extensión rural
con enfoque agroecológica que implementan métodos dialógicos para instruir a los
productores agropecuarios en estas temáticas a través de visitas, capacitaciones y giras
técnicas.

Pese a esta limitante puede asumirse que, en general, la asistencia técnica en


conocimiento tradicional o ancestral, por tratarse de programas que tratan de recuperar el
saber ancestral para incorporarlos en las practicas productivas de los productores
agropecuarios debe involucrar al productor como un actor activo, con poder de difundir lo
aprendido a otras comunidades rurales, por lo que podría asumirse que el enfoque
utilizado en este tipo de asistencia en dialógico-participativo.

El grueso de los beneficiarios (aproximadamente el 44,3%) se concentra en los


departamentos del Cauca, Tolima, Huila y Santander. De la totalidad de productores
agropecuarios que participaron en este tipo de programas, el 61% residen en predios de
5 hectáreas o menos. Cabe resaltar que la proporción de beneficiarios con respecto al
número de UPA en el municipio se encuentran ubicados en la región andina, y algunos

5La pregunta del Censo Nacional Agropecuario indaga acerca de la participación en programas
de Asistencia Técnica en el último año. “¿Durante el 2013, Usted recibió asistencia técnica o
asesoría para el desarrollo de las actividades agropecuarias?”
Capítulo 3 35

municipios de la Amazonía y Pacífico, en general la región Orinoquia no tiene una alta


presencia de beneficiarios, existiendo una mayor parte de concentración de municipios
en donde nadie recibió asistencia técnica.

Ilustración 3-1. Distribución de la Asistencia Técnica prestada

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Censo Nacional Agropecuario (2014).

3.2 Método
La evaluación de impacto es un enfoque metodológico que busca determinar si un
programa ha tenido los efectos deseados sobre los individuos tratados y si dichos efectos
son atribuibles exclusivamente a la intervención del programa, determinar el efecto
36 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

causal de la intervención. La respuesta a esta pregunta se obtiene mediante la siguiente


fórmula básica de evaluación de impacto.

𝜇 = (𝑌|𝐷 = 1) − (𝑌|𝐷 = 0)

Donde µ es el impacto causal medido por la diferencia de resultados de la variable de


interés (Y) en presencia y ausencia del programa. Ahora bien, la estimación del impacto
de un programa no puede medirse directamente por el resultado del mismo, pues pueden
existir factores no relacionados con el programa que afecten el resultado sobre la
variable analizada. Para solucionar este problema, la evaluación de impacto estima el
contrafactual el cual resuelve la pregunta de cuál hubiera sido el resultado para el
individuo tratado en ausencia del programa.

Debido a la existencia de autoselección en los programas de asistencia técnica se


utilizará la metodología propensity score matching (PSM), la cual postula que el sesgo de
selección se debe a variables observables, las cuales pueden ser incluidas dentro del
modelo con el fin de estimar la probabilidad de participación en determinado programa
(Bernal y Peña, 2011).

En este modelo se calcula el efecto promedio sobre los tratados (ATT por sus siglas en
inglés) mediante la siguiente ecuación.

𝑃𝑆𝑀
𝜏𝐴𝑇𝑇 = 𝐸𝑃(𝑋)|𝐷=1 = {𝐸[𝑌(1)|𝐷 = 1, 𝑃(𝑋)] − 𝐸[𝑌(0)|𝐷 = 0, 𝑃(𝑋)]}

Donde 𝐸𝑃(𝑋)|𝐷=1 es el valor esperado con respecto a la probabilidad de participación


P(X).

El algoritmo de emparejamiento empleado es el estimador PSM por vecino más cercano,


el cual asume que, al no haber empates, el vecino de control más cercano, C(i), del
individuo de tratamiento i está dado por:

𝐶(𝑖) = {𝑗 ∈ 𝐷 = 0| arg 𝑚𝑖𝑛𝑗 ||𝑃𝑖 (𝑋) − 𝑃𝑗 (𝑋)||}


Capítulo 3 37

Por tanto, el impacto promedio del programa estará dado por las siguientes ecuaciones.

𝐼
𝑃𝑆𝑀−𝑉𝐶
𝐴𝑠𝑜𝑐𝑖𝑎𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑𝐴𝑇𝑇 = {∑ 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜((𝑌𝑖 |𝐷𝑖 = 1) − (𝑌𝐶(𝑖) |𝐷𝑖 = 0))}
𝑖=1

𝐼𝑃𝑀(𝐶𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑉𝑖𝑑𝑎)𝑃𝑆𝑀−𝑉𝐶
𝐴𝑇𝑇 = {∑ 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜((𝑌𝑖 |𝐷𝑖 = 1) − (𝑌𝐶(𝑖) |𝐷𝑖 = 0))}
𝑖=1

Donde i es un individuo del grupo tratamiento, I el número de individuos en el grupo de


tratamiento y C(i) es el conjunto de vecinos más cercanos en el grupo de control del
individuo i.

De acuerdo a Bernal y Peña, citando a Caliendo y Kopeinig (2008), el algoritmo para la


implementación de esta metodología es:
i) Estimar la probabilidad de participar en el programa.
ii) Predecir las probabilidades de participación de cada individuo.
iii) Restringir la muestra al soporte común.
iv) Seleccionar un algoritmo de emparejamiento.
v) Revisar que las variables del grupo tratamiento y grupo control estén balanceadas por
grupos de probabilidad predicha.
vi) Calcular los impactos del programa como el promedio apropiadamente ponderado de
la diferencia entre la variable de resultado de los tratados y no tratados.
vii) Calcular los errores estándar y los intervalos de confianza para determinar si los
impactos son estadísticamente significativos.

Las variables de impacto a evaluar son:


1. Capacidad de asociatividad de los beneficiarios, medida por la pertenencia de los
mismos a gremios o asociaciones.
2. Condiciones de vida de los beneficiarios, medida por el Índice de Pobreza
Multidimensional (IPM).

Para la construcción del IPM se consideraron las condiciones de ponderación utilizadas


por el DANE, ajustadas de acuerdo a la información proporcionada por el censo.
38 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Gráfica 3-1. Variables y ponderaciones del IPM ajustado

Fuente: elaboración propia

Con el fin de estimar la probabilidad de haber recibido asistencia técnica se corrió un


modelo probit utilizando las siguientes variables:

1. Número de personas en el hogar.


2. Autorreconocimiento étnico del jefe del hogar.

Tabla 3-1. Autorreconocimiento Étnico


Variable Autorreconocimiento Étnico
Asociada

1 Indígena
2 Gitano(a), Rom
3 Raizal del Archipiélago de San Andrés; Providencia y Santa Catalina
4 Negro(a); mulato(a); afrocolombiano(a); afrodescendientes
5 Palenquero(a) de San Basilio
6 Ninguna de las anteriores

Fuente: DANE (2014).


Capítulo 3 39

3. Años de educación del jefe del hogar.


4. Edad del jefe del hogar.
5. Área total declarada de la UPA medidas en metros.
6. Región en donde se encuentra ubicado el hogar.

Tabla 3-2. Región


Variable Región
Asociada

1 Andina
2 Caribe
3 Pacífica
4 Orinoquia
5 Amazonia

Fuente: DANE (2014).

Es importante mencionar que la metodología previamente expuesta fue implementada


por Echavarría et. al. (2017) para evaluar el impacto del crédito agropecuario en el
rendimiento de los cultivos y el índice de pobreza multidimensional, utilizando, al igual
que este trabajo, los microdatos del Censo Nacional Agropecuario (2014).

3.3 Estadísticas descriptivas


En esta sección se presentan las estadísticas descriptivas correspondientes a la muestra
utilizada para la estimación del impacto de la extensión rural.
40 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

Tabla 3-3. Estadísticas descriptivas


Treated (D=1) Untreated (D=0)
Variable
Obs Mean Std. Dev. Min Max Obs Mean Std. Dev. Min Max Diff. Mean

Area_UPA (metros cuadrados) 273,643 270616.2 2636148 1.511316 4.39e+08 930,680 226859.1 2473568 .0547786 7.03e+08 46757.1
Personas (número personas en
el hogar)
273,643 3.440033 1.926365 1 64 930,680 3.317584 2.035781 1 56 .122449
Etnia del jefe de hogar 273,643 5.407907 1.531167 1 6 930,680 5.084811 1.804925 1 6 .323096
1 = Indígena
2 = Gitano(a), Rom
3 = Raizal del Archipielago de
San Andrés, Providencia y
Santa Catalina
4 = Negro(a); mulato(a);
afrocolombiano(a);
afrodescendientes
5 = Palenquero(a) de San
Basilio
6 = Ninguna de las anteriores
Educación del jefe de hogar
(años de educación)
273,643 6.4686 4.937772 0 33 930,680 5.890967 5.194063 0 33 .577633
Edad del jefe de hogar 273,643 49.99752 15.13924 12 111 930,680 50.65042 16.28809 12 115 -.6529
Región 273,643 1.63277 .9585001 1 4 930,680 1.818137 .9646565 1 4 -.185367
1 = Andina
2 = Caribe
3 = Pacífica
4 = Orinoquía
5= Amazonía
Asociatividad 273,643 .4454709 .4970186 0 1 930,680 .1469689 .3540751 0 1 .298502
IPM 273,643 .1749424 .1262258 0 .855 930,680 .2123757 .1443167 0 .855 -.0374333
Logro_educativo 273,643 .6864564 .463934 0 1 930,680 .7261003 .4459584 0 1 -.0396439
Analfabetismo 273,643 .1633881 .36972 0 1 930,680 .2164267 .4118087 0 1 -.0530386
Rezago_escolar 273,643 .0130572 .1135197 0 1 930,680 .0152824 .1226737 0 1 -.0022252
Inasistencia_escolar 273,643 .030273 .1713379 0 1 930,680 .0309215 .1731051 0 1 -.0006485
Servicio_cuidado_s 273,643 .1025643 .3033895 0 1 930,680 .1216068 .3268313 0 1 -.0190425
Aseguramiento_salud 273,643 .0051162 .0713442 0 1 930,680 .0075901 .0867902 0 1 -.0024739
Acceso_agua 273,643 .1057144 .3074723 0 1 930,680 .2070217 .4051715 0 1 -.1013073
Acceso_elim_excret 273,643 .1057144 .3074723 0 1 930,680 .2070217 .4051715 0 1 -.1013073
Pisos_adecuados 273,643 .2054027 .4039963 0 1 930,680 .2819273 .4499602 0 1 -.076525
Paredes_adecuadas 273,643 .2007652 .4005735 0 1 930,680 .2813437 .449655 0 1 -.080579

Fuente: elaboración propia.

Con respecto al área de la UPA esta presenta un alta desviación estándar y diferencias
significativas entre la media del grupo tratamiento y el grupo control. Por su parte el
número promedio de personas en el hogar, los años de educación del jefe del hogar y la
edad del mismo no varían entre los diferentes grupos. Tanto para el grupo control como
para el tratamiento, la media de los hogares se ubican en la región andina y el jefe del
hogar no pertenece a ninguna etnia. Se presentan diferencias relativamente sustanciales
en la asociatividad de los diferentes grupos, pero no en el Indicador de Pobreza
Multidimensional (IPM).

Con respecto a las variables que conforman el IPM, se observa que el grupo control
presenta mayor grado de privación en todas las variables, especialmente en acceso a
Capítulo 3 41

fuentes mejoradas de agua y acceso adecuado para la eliminación de excretas. En


general los dos grupos presentan mayor grado de privación en número de años de
escolaridad (logro educativo), acceso a fuentes mejoradas de agua y acceso adecuado
para la eliminación de excretas.

Gracias la construcción de la pregunta del censo un productor puede haber recibido


diferentes tipos de Asistencia Técnica en un mismo periodo de tiempo, de acuerdo a los
datos del mismo, el 41,24% de los productores que recibieron asistencia, solo recibieron
de un solo tipo, el 9,79% de dos, el 42,04% de 3 y el 6,93% de 4 o más.

Tabla 3-4. Número de diferentes tipologías de Asistencia Técnica Recibida

Obs Share of Total Share of Treated


0 932,482 77,43%
1 112,097 9,31% 41,24%
2 26,613 2,21% 9,79%
3 114,280 9,49% 42,04%
4 12,805 1,06% 4,71%
5 3,190 0,26% 1,17%
6 1,018 0,08% 0,37%
7 606 0,05% 0,22%
8 366 0,03% 0,13%
9 254 0,02% 0,09%
10 612 0,05% 0,23%

Fuente: elaboración propia.


42 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

4. Resultados

4.1 Capacidad de asociatividad


En un primer momento se estimó el impacto de la extensión rural sobre la capacidad de
asociatividad de los beneficiarios. Se encuentra que los hogares que recibieron
asistencia técnica tienen mayor capacidad de asociatividad que aquellos hogares que no
recibieron. El incremento en la probabilidad de estar asociado varía entre el 7,5% y el
47,38% dependiendo del tipo de asistencia técnica recibida, siendo las más baja la
asistencia técnica recibida en crédito y financiamiento (7,59%) y comercialización
(7,97%); y las más altas la asistencia técnica en gestión empresarial (47,38%) y manejo
post cosecha (42,69%).

El manejo post cosecha, como es el almacenamiento de productos, insumos y semillas, y


diversos procesos de transformación de la materia prima cosechada exigen una alta
inversión en infraestructura y maquinaria para ser llevado a cabo, dadas las
características del grueso de los productores agropecuarios (pequeños y altamente
atomizados), es necesario la asociación de los mismos con el fin de reducir los costos
asociados al manejo post cosecha, factor que podría llegar a explicar los resultados
obtenidos.

Con respecto a la gestión empresarial, este tipo de asistencia esta enfocada en la


organización administrativa, financiera y contable de los diversos procesos
productivos con el fin de que los productores puedan integrarse de manera rápida
y eficiente al mercado e incrementar su nivel de bancarización, a través de la
formación de asociaciones de productores.
Capítulo 3 43

Dicho lo anterior, el resultado del impacto en la asociatividad de la asistencia técnica en


comercialización es bajo y en cierta medida contradictorio con lo expuesto anteriormente,
esto podría deberse a que si bien los modelos asociativos podrían llegar a asumir los
costos de transacción de entrada del mercado, así como otras barreras de tipo
normativas y fitosanitarias, el mercado colombiano de productos agropecuarios tiene una
contraparte (comprador) con mucho mayor poder de negociación que podría llegar a
desincentivar la formación de redes de productores agropecuarios.

Por otra parte, el bajo impacto derivado de la asistencia técnica en crédito y


financiamiento en la asociatividad, está explicado por el tipo de relaciones que se tejen
entre solicitante y entidad prestadora, de acuerdo a datos de Finagro entre 2014 y 2017
el 0,24% de total de colocaciones de crédito fueron dirigidas a agremiaciones, lo que se
traduce en pocos incentivos para formar alianzas entres productores con el fin de
ingresar al sistema financiero.

Los resultados obtenidos están en línea con los presentados por Saenz y Helfgott (2009)
los cuales encuentran impactos positivos en el capital social de los beneficiarios, al
tejerse redes entre los agricultores, y Van Rijin et al. (2015) muestran la existencia de
impactos positivos en el capital social, medido como cooperación en redes (formales o
informales), confianza y normas de conducta que fomentan acciones mutuamente
beneficiosas, producto de la extensión rural.

Es importante considerar que programas como “Proyecto de Apoyo a Alianzas


Productivas” (2002), “Oportunidades Rurales” (2007) y “Construyendo Capacidades
Empresariales Rurales, Confianza y Oportunidad”. (2014) estaban dirigidos a productores
agropecuarios asociados, de igual manera el programa “Jóvenes Rurales
Emprendedores” (2003) y “Mujer Rural” (2011), tenían como objeto el soporte a las
asociaciones productivas creadas fruto del programa y estuvieron en ejecución en 2013.
Por lo que para evitar problemas de endogeneidad a la hora de estimar los resultados se
omitió la asistencia técnica prestada en asociatividad.

Si bien gremios como el cafetero y cauchero han demostrado que las asociatividad
puede ser un medio para integrar a los productores al mercado agropecuario, mitigar el
riesgo de pérdida individual y fortalecer el capital social en el sector productivo rural, vale
44 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

la pena recalcar que la asociatividad en el sector rural es frágil, algunos productores


manifiestan que la principal motivación para formar parte de este tipo de organizaciones
son los beneficios recibidos en materia de transferencias monetarias y programas de
asistencia técnica gratuitos.

Dicho lo anterior sería recomendable ampliar el análisis del impacto al


establecimiento de redes entre pobladores, asociaciones y entidades estatales,
así como también evaluar la continuidad en el tiempo de este tipo de
asociaciones, gremios y otras entidades del sector solidario.

Tabla 4-1. Impacto de la extensión rural en la capacidad de asociatividad

Asociatividad Difference S.E. t-stat

General .292*** .001 228.46


Buenas practicas agrícolas .264*** .001 190.76
Buenas practicas pecuarias .337*** .004 85.90
Manejo de suelos .382*** .004 107.26
Manejo post cosecha .426*** .005 80.23
Comercialización .079*** .002 41.58
Crédito y financiamiento .075*** .002 39.57
Gestión empresarial .473** .017 28.58
Conocimiento tradicional o ancestral .365** .010 35.81
No sabe/No responde .116** .014 8.03
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1

Fuente: elaboración propia

Debido a la existencia de productores que recibieron dos o más tipos de asistencia


técnica en un mismo periodo de tiempo se replicó este mismo ejercicio para comprobar si
la combinación de diferentes tipos de asistencia técnica incide en el impacto en la
asociatividad. De acuerdo a los datos arrojados, no parece existir una relación entre el
impacto en la asociatividad y el recibir distintos tipos de asistencia técnica en un mismo
periodo de tiempo.
Capítulo 3 45

Tabla 4-2. Impacto de la extensión rural en la asociatividad por diferentes números de


combinaciones

Asociatividad Difference S.E. t-stat


1 .374*** .001 197.60
2 .419*** .003 112.83
3 .173*** .001 91.87
4 .274*** .005 52.52
5 .505*** .008 57.42
6 .476*** .012 38.66
7 .473*** .013 35.31
8 .463** .014 33.02
9 .450** .014 31.46
10 .456** .014 32.01
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1

Fuente: elaboración propia

4.2 Condiciones de vida (IPM)


En cuanto a las condiciones de vida (IPM) el efecto de la asistencia técnica sobre las
mismas es estadísticamente significativo, con una probabilidad de tener un menor Índice
de Pobreza Multidimensional de entre el 0,19% y 4,48%, dependiendo del tipo de
asistencia técnica recibida, siendo las más bajas la asistencia técnica en
comercialización (0,19%) y crédito y financiamiento (0,37%); y las más altas asistencia
técnica orientada a la “difusión” de conocimiento tradicional o ancestral (4,48%) y
asistencia técnica en buenas prácticas pecuarias (3,91%).

Pese que pocos estudios han evaluado el impacto de la extensión rural sobre la calidad
de vida, y se han enfocado más en la capacidad de generación de ingresos y reducción
de la pobreza monetaria, podríamos decir que los resultados previamente expuestos son
coherentes con los hallazgos de Castañeda et al. (2010), Lyne etl a. (2017), Thom y
Jonas (2014), Benin et. al (2007), Todo y Takahashi (2011), Nwachukwu y Ezeh (2007) y
Cunguara y Moder (2011) los cuales encontraron impactos positivos en la capacidad de
generación de ingresos de los beneficiarios, y de Dillon et. al. (2011) quienes determinan
que pese a que la extensión rural puede ser una herramienta que ayude a superar la
pobreza (monetaria) rural, esta debe estar acompañada de estrategias como el
46 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

fortalecimiento de la infraestructura (a través de la construcción de caminos) para que


esta tenga un impacto significativo.

Cabe resaltar que estos resultados podrían llegar a ratificar que los modelos
participativos (como los que normalmente se utilizan en la extensión rural que rescata
conocimiento tradicional o ancestral) tienen mayor impacto que los modelos difusionistas
tradicionales en la mejora de la calidad de vida de los beneficiarios pues promueven la
mejora en las capacidades de gestión y producción en los agricultores y permiten la
participación del productor agropecuario como un actor activo en el diagnóstico y
solución de sus problemas, explicando así el mayor impacto de este tipo de programas
de asistencia técnica.

Generalmente la asistencia técnica en comercialización y crédito y financiamiento, tiene


el objetivo de incrementar la capacidad de los productores en generar ingresos,
dotándolos de herramientas que les permitan ingresar al mercado de productos
agropecuarios y financieros. Si bien ayudar a desarrollar a los productores es importante
no es suficiente para garantizar que las condiciones de vida de los beneficiarios,
entendidas como acceso salud, educación, saneamiento, agua y buena calidad de la
vivienda, mejoren.

Dicho lo anterior sería interesante comparar programas de asistencia técnica con


métodos y enfoques diferentes, conociendo de primera mano el diseño de los programas,
para corroborar los datos obtenidos anteriormente. De igual manera, pese a que el Índice
de Pobreza Multidimensional abarca diferentes variables que pueden dar un buen
panorama acerca de las condiciones de vida de los beneficiarios, es recomendable que
se amplíe la evaluación a aspectos tales como acceso, tenencia de la tierra y
diversificación de las actividades productivas, variables que son determinantes en el
desarrollo del sector rural colombiano.
Capítulo 3 47

Tabla 4-3. Impacto de la extensión rural en las condiciones de vida (IPM)

IPM Difference S.E. t-stat

General -.021*** .000 -51.64


Buenas practicas agrícolas -.018*** .000 -43.66
Buenas practicas pecuarias -.039*** .001 -34.74
Manejo de suelos -.032*** .001 -30.94
Manejo post cosecha -.028*** .001 -17.94
Comercialización -.001*** .000 -3.43
Asociatividad -.028*** .003 -9.01
Crédito y financiamiento -.003*** .000 -6.53
Gestión empresarial -.031*** .003 -8.22
Conocimiento tradicional o ancestral -.044*** .003 12.72
No sabe/No responde -.005*** .004 -1.32
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1

Fuente: elaboración propia.

Al igual que en el apartado de asociatividad se calculará el impacto de diferentes tipos de


asistencia técnica recibida en un mismo periodo en la calidad de vida. Al realizar el
ejercicio se comprueba que no hay relación entre el impacto en la calidad de vida y el
recibir distintos tipos de asistencia técnica en un mismo periodo de tiempo.

Tabla 4-4. Impacto de la extensión rural en la calidad de vida por diferentes números de
combinaciones

IPM Difference S.E. t-stat


1 -.024*** .000 -41.43
2 -.035*** .001 -29.89
3 -.007*** .000 -13.59
4 -.017*** .001 -9.67
5 -.028*** .002 -9.92
6 -.028*** .003 -7.77
7 -.028*** .003 -7.17
8 -.026*** .004 -6.27
9 -.026*** .004 -6.11
10 -.019*** .004 -4.90
*** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1

Fuente: elaboración propia.


5. Conclusiones y recomendaciones
Este trabajo busca analizar el impacto de la extensión rural en la capacidad de
asociatividad y las condiciones de vida de los beneficiarios. Los hallazgos de este estudio
sugieren, que el efecto de la extensión rural sobre las variables mencionadas es positivo,
sin embargo, la diferencia en las magnitudes del impacto por tipología de extensión rural
podría llegar a sugerir que el diseño de dichos programas incide notoriamente en la
consecución de los objetivos de la misma.

Como se mencionó previamente el grueso de los programas de extensión rural en


Colombia están enfocados en el logro de objetivos “técnico-productivos” y económicos,
como la apertura de mercados y el incremento en la productividad, muy pocos programas
focalizan sus esfuerzos en el fortalecimiento del capital social de los beneficiarios y el
bienestar de los mismos, pese a que la evidencia empírica demuestra que este tipo de
programas pueden tener efectos positivos significativos en los objetivos previamente
mencionados.

Se encontró un incremento significativo estadísticamente en la capacidad de


asociatividad de los beneficiarios. En los últimos años, se han implementado programas
de extensión rural se esfuerzan en mejorar, indirecta o directamente, la promoción de
redes formales o informales de innovación y/o cooperación, como es el caso del
programa del “Proyecto de Apoyo a Alianzas Productivas” (2002), “Jóvenes Rurales
Emprendedores” (2003), “Oportunidades Rurales” (2007), “Mujer Rural” (2011) y
“Construyendo Capacidades Empresariales Rurales, Confianza y Oportunidad”. (2014)

Es importante agregar que los programas y proyectos de fomento al agro en las últimas
décadas han tenido un fuerte componente de trabajo conjunto con gremios y otras
50 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y condiciones de
vida de los beneficiarios

organizaciones del sector solidario, esto con el fin de concertar acciones con las
organizaciones sociales rurales, teniendo en cuenta el concepto de desarrollo local.

Son pocos los estudios que se han preocupado por evaluar el impacto de la extensión
rural en las condiciones de vida de los beneficiarios, en la mayoría de estos estudios se
entiende el incremento en el bienestar del beneficiario como la reducción de su pobreza
monetaria, y por tanto no se estudian aspectos como el nivel de escolaridad o
características de las viviendas. Con el presente estudio se identificó que el impacto en
las condiciones de vida, medido a través del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM),
fueron positivas y estadísticamente significativos, siendo la tipología de asistencia con
mayor impacto aquella enfocada en la recuperación de conocimientos tradicionales o
ancestrales.

Dicho resultado puede responder a las siguientes cuestiones: el grueso de los programas
de extensión rural implementados en Colombia no se preocupan por perfeccionar la
capacidad de los agricultores de auto gestionar sus procesos de mejoramiento, de igual
manera los programas de asistencia técnica implementados bajo el modelo difusionista
generan alta dependencia y no promueven la mejora en las capacidades de gestión y
producción en los agricultores, por lo que los impactos positivos que podrían llegar a
tener en materia de mejora en la calidad de vida, terminan al tiempo que los
extensionistas dejan las unidades productivas agropecuarias.

A su vez, es importante mencionar, que la mayoría de estos programas están enfocados


en mejorar la productividad y la capacidad de generación de ingresos de los
beneficiarios, el mejoramiento de estas variables es una condición necesaria pero no
suficiente para garantizar que las condiciones de vida de los beneficiarios, entendidas
como acceso salud, educación, saneamiento, agua y buena calidad de la vivienda,
mejoren.

Los resultados previamente expuestos tienen importantes implicaciones en el área de la


extensión rural. En primer lugar, se evidencia que los programas (que se presuponen
son) regidos por el modelo difusionista tradicional no tienen un gran impacto en
indicadores sociales de los beneficiarios, debido en gran parte al diseño de este tipo de
Conclusiones 51

problemas. En consecuencia, es necesario implementar programas de asistencia técnica


enfocados en el mejoramiento de indicadores sociales de la población rural, más aún
considerando el atraso del mismo en materia de educación, migración a las ciudades,
desplazamiento forzado y acceso a la tierra.

Las limitaciones más grandes de este trabajo radican en no considerar el establecimiento


de redes entre pobladores, asociaciones y entidades estatales como parte del
componente de impacto en la asociatividad, ni tampoco la continuidad en el tiempo de
dichos entes. De igual manera, y dada la creciente de migración campo-ciudad por falta
de oportunidades laborales y malas condiciones de vida de los pobladores rurales, sería
importante analizar la incidencia de estos programas en este tipo de problemáticas. Así
mismo se considera necesario comparar el impacto de programas de asistencia técnica
con métodos y enfoques diferentes, conociendo de primera mano el diseño de los
programas, para corroborar los datos obtenidos anteriormente

La recomendación de política pública derivada de este trabajo radica en la importancia


del diseño de los programas de extensión rural. La literatura ha ratificado múltiples veces
la incidencia limitada del modelo difusionista, de ahí la importancia de implementar
programas de extensión rural que propendan por la gestión del conocimiento,
construcción de capacidades y fortalecimiento de las redes de innovación en detrimento
de la entrega de soluciones y paquetes tecnológicos, con el fin de migrar hacia un
enfoque de “abajo hacia arriba” para garantizar el impacto a largo plazo de estos
programas.

Las evaluaciones de impacto son herramientas valiosas para el diseño de políticas


públicas, ayudando a revelar la calidad y efecto de las mismas y, de esta manera,
corregir el diseño de programas y proyectos para propender por una asignación más
eficientes de los recursos. En este sentido el aporte más importante de este trabajo es
revelar el carácter transformador de los programas de extensión rural en la capacidad de
asociatividad y condiciones de vida de los beneficiarios, haciendo uso del Censo
Nacional Agropecuario (2014), datos que por primera vez en más de cuarenta años han
revelado el panorama del sector rural colombiano.
6. Anexos

6.1 Distribución de la Asistencia Técnica Prestada


Ilustración 6-1. Asistencia Ilustración 6-2. Asistencia Ilustración 6-3. Asistencia
técnica en buenas prácticas técnica en buenas prácticas técnica en manejo del suelo
agrícolas pecuarias

Ilustración 6-4. Asistencia Ilustración 6-5. Asistencia Ilustración 6-6. Asistencia


técnica en manejo postcosecha técnica en comercialización técnica en asociatividad
54 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y
condiciones de vida de los beneficiarios

Ilustración 6-7. Asistencia Ilustración 6-8. Asistencia Ilustración 6-9. Asistencia


técnica en crédito y técnica en gestión técnica en conocimiento
financiamiento empresarial tradicional o ancestral

6.2 Supuestos del modelo


De acuerdo al algoritmo para la implementación del modelo, se corrió un modelo probit
para estimar la probabilidad de ser tratado.

Tabla 6-1. Modelo probit

Probit regression Number of obs 1204323


LR chi2(8) 17329.94
Prob > chi2 0.0000

Log likelihood -636722.13 Pseudo R2 0.0134

D dF/dx Std. Err. z P>|z| 95% CI


area_UPA 4.65e-09 4.59e-10 10.14 0.000 3.75e-09 5.55e-09
personas .0301847 .0006541 46.15 0.000 .0289027 .0314668
etnia_jefe .0574883 .0008288 69.37 0.000 .0558639 .0591127
educacion_jefe .0123814 .0002557 48.41 0.000 .0118801 .0128826
edad_jefe -.0009482 .0000849 -11.17 0.000 -.0011146 -.0007818
region -.097315 .0014048 -69.27 0.000 -.1000684 -.0945616
cons_ -1.011553 .007961 -127.06 0.000 -1.027156 -.9959494

Posteriormente se utilizó el método de emparejamiento por vecino más cercano fijando


un caliper de 0.15, restringiendo únicamente a quienes están dentro del soporte común,
Bibliografía 55

es decir que al momento de realizar la estimación del impacto se están comparando


individuos con características similares (o comparables). A continuación, se presentan las
distribuciones de densidad de la probabilidad estimada de participación, las cuales
ratifican el cumplimiento de este primer supuesto.

Gráfica 6-1. Histograma de las probabilidades predichas

Gráfica 6-2. Soporte común


56 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y
condiciones de vida de los beneficiarios

Gráfica 6-3. Histograma del propensity score para los grupos de tratamiento y control

Con el fin de verificar el balanceo post emparejamiento, y por ende verificar la calidad del
algoritmo de emparejamiento utilizado, se analizó la diferencia en las medias de la
muestra o las proporciones de los dos grupos expresada como un porcentaje de la raíz
cuadrada de la media de las desviaciones estándar de muestra de los dos grupos (Ho et.
al., 2007), se observa que en promedio el 98% de las covariables están bien
balanceadas.
Bibliografía 57

Tabla 6-2. Salida pstest

Unmatched Mean %reduct t-test


Variable V(T)/V(C )
Matched Treated Control %bias |bias| t p>|t|
area_UPA U 2.7e+05 2.3e+05 1.7 8.01 0.000 1.14*
M 2.7e+05 2.6e+05 0.4 76.2 1.38 0.166 0.82*

personas U 3.44 3.3176 6.2 27.99 0.000 0.90*


M 3.44 3.5018 -3.1 49.5 -11.44 0.000 0.87*

etnia_jefe U 5.4079 5.0848 19.3 85.07 0.000 0.72*


M 5.4079 5.374 2.0 89.5 8.18 0.000 1.00

educacion_jefe U 6.4686 5.891 11.4 51.71 0.000 0.90*


M 6.4686 6.5785 -2.2 81.0 -7.92 0.000 0.86*

edad_jefe U 49.998 50.65 -4.2 -18.72 0.000 0.86*


M 49.998 49.61 2.5 40.7 9.23 0.000 0.91*

region U 1.6328 1.8181 -19.3 -88.49 0.000 0.99*


M 1.6328 1.6492 -1.7 91.2 -6.48 0.000 1.11*

* if variance ratio outside [0.99; 1.01] for U and [0.99; 1.01] for M

Sample Ps R2 LR Chi2 p>chi2 MeanBias MedBias B R %Var


Unmatched 0.013 17329.94 0.000 10.3 8.1 28.9* 0.88 100
Matched 0.000 286.63 0.000 2.0 2.2 4.6 0.92 83

*if B>25% R outside [0.5; 2]


58 Impacto de la Extensión Rural en la capacidad de asociatividad y
condiciones de vida de los beneficiarios

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