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El franciscano fray 

Juan de Santa Gertrudis, en su crónica del viaje entre 1756- 1762 por el sur


del Reino de Nueva Granada, publicada en cuatro tomos con el título de “Maravillas de la
naturaleza”, menciona el santuario en el libro III,2 siendo posiblemente la referencia más antigua
de su existencia.

Altar principal del Santuario con la pintura en piedra de Nuestra Señora de las Lajas.

Posteriormente, monseñor Justino Mejia y Mejia, capellán del santuario entre 1944 a 1977, e


historiador, nos refiere la historia actualmente aceptada y que cuenta como alrededor de 1754 la
imagen de la Virgen del Rosario fue descubierta por una indígena llamada María Mueses con
Rosa, su pequeña hija, cuando se dirigían de Ipiales a su casa en Potosí; al verse sorprendidas
por una tormenta, María y su hija, buscaron refugio a la vera del camino entre las oquedades
formadas por las piedras planas y anchas o losas naturales (lajas) inmensas que caracterizan
esa zona del cañón del río. Para sorpresa de la madre, la niña que hasta ese momento era
considerada sordomuda llama su atención con las palabras: "Mamita, la mestiza me llama..."
señalando la pintura seguramente iluminada en forma sugestiva por los relámpagos. 3
Después de que las autoridades y los habitantes de la región comprobaran la verdad de los
hechos, que fueron calificados como prodigio por las autoridades eclesiásticas el 15 de
septiembre de 1754, el lugar fue convertido en una referencia para toda la comarca incluyendo el
norte del Ecuador y se procedió a edificar el santuario cuya historia tiene cinco épocas bien
definidas.1

Etapas del santuario[editar]

Cascada y río Guáitara.


Santuario de las Lajas, en su tercera época, según grabado de 1853.

 La primera etapa abarca la construcción de una choza de madera y paja, con una
duración de 40 años.
 La segunda, la construcción de una capilla con materiales de ladrillo y cal, con
terminación en cúpula.
"El primero de enero de 1795 se comenzó a trabajar la piedra de cantería para la capilla de Nuestra
Señora de las Lajas y en ese día se gastaron veinticinco pesos en socorrer los indios canteros que vinieron
de la villa (Ibarra). Seguramente, a principios de 1796, se dio de lleno a la mencionada construcción y, de
allí en adelante, siguió el curso de la obra con generosidad, diligencia y constancia, poniendo al servicio de
ella los escasos ingresos que percibía la parroquia, el trabajo de las propias manos de los habitantes y la
amplia cooperación de varios arquitectos ecuatorianos. Después de siete años de constantes esfuerzos,
se construyó la capilla que contaba con 7 m. de largo por 6 m. de ancho"4

 La tercera es el ensanchamiento del edificio en dirección suroccidente, con la


intervención del arquitecto ecuatoriano Mariano Aulestia, edificación que duró más de un
siglo causando admiración por su atrevida construcción. El escritor, y luego presidente de
Colombia, Santiago Pérez Manosalva en su crónica titulada "Apuntes de un viaje por el sur
de la Nueva Granada, en 1853"5 describe:
"Adelantando hacia el sur y descendiendo como por una espiral de piedra, de repente halla el viajero, en
medio de peñascos y como labrada en el corazón de ellos, una capilla, cuya parte externa se asoma
atrevida y graciosamente sobre el precipicio. Esta parte es de mampostería; el interior es todo formado por
la roca misma, cortada en lajas, y en una de éstas se ve dibujada al óleo la imagen de la Virgen, a quien ha
levantado la naturaleza y el hombre completado este altar en las entrañas de la peña. Las aguas corren
cuarenta pies abajo; las murallas se destacan agrias y rocallosas; el bosque se tupe alrededor, y todos los
contornos se presentan con silvestre majestad"

 La cuarta es el proyecto de una plazoleta y puente de dos arcos.


 La quinta, está relacionada con la edificación del actual santuario. Su construcción fue
iniciada el 1 de enero de 1916 con la bendición de la primera piedra; la obra estuvo a cargo
del ingeniero ecuatoriano J. Gualberto Pérez y del pastuso Lucindo Espinosa, y se terminó
en agosto de 1949. Se calcula que su costo fue de 1.850.000 pesos colombianos de la
época ($1.000.000 dólares aproximadamente 6) conseguidos gracias a los aportes de los
numerosos y fieles devotos especialmente de Colombia y Ecuador.
Placas conmemorativas.

Planta y Fachada de un proyecto anterior para el Santuario de las Lajas, realizados con planos
copia del arquitecto Gualberto Pérez y Abraham Giacometti, arquitecto italiano y don Lucindo
modificaron totalmente este proyecto originalmente de imagen Románica, por el que finalmente
se construyó de estilo gótico.


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