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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA
VICERRECTORIA DE INVESTIGACION Y POSTGRADO
INSTITUTO DE ESTUDIOS INDIGENAS E INTERCULTURALES

Ensayo Módulo I.

“Construyendo un enfoque en Derechos Humanos según

Género e Interculturalidad”

Marcelo Rodrigo Echeverria Williams

2022
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RESUMEN

El propósito de este ensayo es reflexionar sobre la relación entre Interculturalidad,


Genero y política social en el marco de la concepción de los derechos humanos. Se hace
un énfasis en el tema étnico cultural, llevando el discernimiento hacia la identificación de
mecanismos y estrategias operativas que puedan contribuir con la incorporación del
enfoque intercultural en la política social. Es bien conocido el origen moderno de esta
política y sus propósitos de estandarización como una estrategia de incidir en los planes
de vida de todos, principalmente de los que tienen dificultades de acceso a servicios
considerados esenciales, como salud, educación y protección. La incorporación de lo
cultural de manera consciente encierra paradojas, complejidades y desafíos, los cuales se
identifican y se problematizan en el artículo publicado por Catherine Walsh denominado
Interculturalidad crítica y educación Intercultural, dirigido a abrir un diálogo intercultural
sistemático y en condiciones de la más absoluta equidad cultural, con el propósito de
coadyuvar a la incorporación de saberes y enfoques epistemológicos en los programas
sociales y fomentar estándares interculturales.
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INTRODUCCION

Hablar de Derechos Humanos, es reconocer que surge de las necesidades de la


sociedad, que implica lograr un desarrollo integral y el pleno respecto a las personas; en
su forma de vida, condición económica, sus ideologías; el respeto de los derechos
sociales y culturales y sobre todo respeto a su dignidad, e integridad, donde todos los
integrantes del Estado tengan la oportunidad de ser parte de las decisiones del gobierno,
no discriminando por motivos de raza, credo, religión u otras indoles, debiendo el Estado
garantizar el respeto de los derechos humanos.

No obstante, las transformaciones culturales que se han experimentado tanto


nuestro país como Latinoamérica y el mundo han generado la necesidad de incluir
políticas temáticas vinculadas tanto al género como de diversidad cultural, aumentando la
conciencia de la identidad étnica y cultural en grupos sociales que comparten elementos
diferenciadores de la sociedad, presentándose paralelamente sociedades pluriétnicas y
pluriculturales debido a los movimientos migratorios que han situado a personas de muy
diferentes orígenes en los mismos espacios sociales.

La interculturalidad, la multiculturalidad y el género imponen nuevos desafíos para


comprender los fenómenos sociales actuales, planteando nuevos retos en el trabajo y en
la vida social, donde debemos ser capaces de ofrecer respuesta que permitan la
integración de todas las personas.

En este ensayo abordaremos la Interculturalidad y la intersección entre la


discriminación de género y la discriminación étnica, desde un enfoque de derechos
humanos. Dicha intersección nos llevará a cuestionar las discriminaciones asociadas a la
diversidad dentro de la diversidad y desigualdades que habitan en su interior. Una
propuesta que parte del reconocimiento de que la igualdad de género, como principio
articulador de derechos y políticas, tiene una deuda pendiente con la diversidad cultural y
que, al mismo tiempo, el principio de la diversidad cultural y el enfoque intercultural tienen
su particular deuda con la igualdad de género.
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El objetivo que guía este ensayo es recoger el diálogo y las discusiones actuales para
avanzar en la construcción de un marco teórico-práctico que permita a las y los
responsables de programas y políticas públicas avanzar hacia la integración de los
enfoques de género, interculturalidad y derechos humanos en todas las acciones para el
desarrollo. De esta forma se espera contribuir al debate y al diálogo actual con el fin de
superar las múltiples discriminaciones que viven las personas.

El paradigma del Desarrollo Humano plantea que su principal objetivo es la plena


realización de las personas a través del aumento de sus capacidades y oportunidades
para optar de forma libre a lo largo de sus vidas. Un componente fundamental de dicho
desarrollo es la libertad cultural puesto que “para vivir una vida plena, es importante poder
exigir la identidad propia sin perder el respeto de los demás o verse excluido de otras
alternativas “Es necesario que la gente cuente con la libertad de participar en la
sociedad sin tener que desprenderse de los vínculos culturales que ha escogido”
(Unidas, 2004).

Además, el desarrollo necesariamente emerge en un contexto histórico, social y cultural


determinado, por tanto, no se pueden aplicar de forma automática los mismos modelos de
desarrollo en realidades culturalmente diversas. Sin embargo, a lo largo de la historia, el
modelo de desarrollo cultural y económico occidental ha sido impuesto repetidamente a
través de procesos de colonización y neo colonización.

Del mismo modo la lucha de las mujeres por la igualdad surge como un movimiento que
relevó a la “mujer occidental” como sujeto de derechos, sin tomar en cuenta la diversidad
de identidades, necesidades e intereses de las mujeres, así como las discriminaciones
múltiples que éstas sufren en función de su pertenencia a distintas categorías identitarias:
étnica, racial, etaria, territorial, orientación sexual, socio-económica, etc. Sin embargo, el
respeto a la libertad cultural no implica el respeto ciego y acrítico a las diversas culturas
entendidas como entidades monolíticas e inmutables. Las culturas son dinámicas y se van
transformando a través de la interacción con otras culturas, y con los procesos históricos y
sociales, para adaptarse a las circunstancias cambiantes y a las necesidades de sus
miembros, que son igualmente diversas.

(Informe Naciones Unidas, 2004)


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DESARROLLO

1.- INTERCULTURALIDAD:

Para empezar a hablar de interculturalidad es importante tener clara la definición de


este concepto, se trata de la relación de intercambio, interacción y comunicación
igualitaria entre comunidades diferentes en aspectos como religión, etnia, lenguaje entre
otros. Este término deja claro que no existe una comunidad que sea superior a la demás,
sin importar si esta es “mayoría”, y tampoco ninguna comunidad o cultura es inferior a las
demás por el hecho de ser “minoría”; por lo tanto, esto da a entender que el termino
interculturalidad propone la cimentación de una sociedad cada vez más democrática y
equitativa. Por su parte la Unesco define interculturalidad como "la construcción de
relaciones equitativas entre personas, comunidades, países y culturas", con esta
definición podemos decir que se refiere a la interrelación e intercambio de saberes y
conocimientos originarios, patrones y valores típicos entre diferentes grupos culturales,
entendiendo que existe igualdad entre sujetos, independientemente de la posición que
ocupen en el sistema.

Por otra parte, la interculturalidad está basada en el respeto, la integración y el


progreso de las diferentes culturas y para que se lleve a cabo un proceso intercultural
adecuado es necesario que se cumpla con una serie de requisitos como tener una visión
dinámica de las diferentes culturas que participen en el proceso, ver la comunicación
como la base principal para fortalecer las relaciones entre las diferentes culturas y la
construcción de sociedades basadas en la igualdad de derechos. Por otro lado, estos
procesos también deben pasar por una serie de etapas, la primera de estas recibe el
nombre de negociación y se realiza con el fin de evitar a toda causa los problemas y
conflictos entre las diferentes comunidades que hacen parte del proceso; la segunda
etapa del proceso es la etapa de conversión que consiste en la actividad de ponerse en el
lugar o el punto de vista del otro, es decir de las otras comunidades. Por último, esta la
etapa de descentralización en la cual cada se aleja mediante una explicita reflexión de sí
mismo.
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Del mismo modo, debemos tener en cuenta que los procesos de interculturalidad
no son fáciles de llevar a cabo ya que se pueden presentar sin número de dificultades que
surgen debido a diferentes variables a las está sujeto este tipo de procesos como lo son la
hegemonía cultural que se refiere a la supremacía de una cultura sobre otra u otras, la
política y economía de los diferentes países, la dificultad para la comunicación entre las
diferentes comunidades debido a la diversidad de idiomas leguas propias, la falta de
políticas de estado que promuevan la realización de procesos interculturales, las
ideologías discriminatorias crecientes en la sociedad actual, y el desconocimiento por
parte de la sociedad de los diferentes grupos culturales.

Otro aspecto relevante es la interculturalidad en el ámbito educativo, puesto que las


escuelas o colegios son espacios de gran importancia social, pedagógica, y cultural en
donde se fundamenta el desarrollo integral de la persona humana, su identidad cultural en
lo individual, y la cultura de la interculturalidad en lo comunitario y nacional. La
convivencia intercultural en una comunidad educativa se identifica y se realiza en un
marco socioeducativo, que valora y propicia los siguientes elementos: valoración de la
identidad y dignidad de cada miembro de la comunidad educativa como un sujeto activo
en el desarrollo de su familia, su comunidad y su cultura, y como una persona en proceso
permanente de formación y educación, reconocimiento y valoración de las culturas y
lenguas que se practican en el entorno social de la comunidad educativa, consideración
de los fundamentos de la cultura de la interculturalidad tales como: la actitud de
reconocimiento y respeto por la otra persona, el intercambio de valores, los conocimientos
y las lógicas de interpretación del universo, experiencias de la estética y el arte de las
culturas, la interpretación formativa de la historia comunitaria y nacional, visión de la
identidad cultural y de la unidad nacional, sensibilidad hacia otras culturas del mundo;
asimismo, construcción de relaciones sociales que impulsen el desenvolvimiento de cada
educando, teniendo la familia y la comunidad educativa como los ambientes primarios
para el fortalecimiento de la identidad personal y la autoestima.
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1.1.- Los Derechos de las Mujeres y el derecho a la diversidad cultural:

Prioritarios para avanzar hacia el desarrollo, entendido en términos económicos


Dentro de las categorías de Derechos Humanos (civiles, políticos, sociales, económicos),
los derechos culturales son los que han recibido menor atención dado que no han sido
considerados, sin embargo, en las últimas décadas hemos visto importantes avances en
el marco internacional de derechos, tanto en lo que se refiere a la igualdad de género
como a la diversidad cultural. Estos avances han favorecido el reconocimiento de aquellos
“sujetos de derechos” históricamente invisibilizados: las mujeres y los pueblos indígenas y
afrodescendientes, y la definición de sus respectivos derechos individuales y colectivos.

Abordar los derechos individuales desde los derechos colectivos y a la inversa,


constituye la tarea pendiente en términos normativos para profundizar en los intereses de
quienes reclaman al mismo tiempo ambos derechos. Las cuestiones que surgen en este
punto son: ¿cómo aborda el derecho a la diversidad cultural los derechos de las mujeres?,
y a la inversa, ¿cómo abordan los derechos de las mujeres el derecho a la diversidad
cultural? Procuraremos responder a estas preguntas empezando con una revisión de los
principales tratados de unos y otros derechos.

a) Principales tratados que recogen el derecho a la diversidad cultural ¿qué dicen


de la igualdad de género?

El Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes -


OIT (1989) y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007),
representan el marco normativo de los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
Dichos tratados internacionales, sin embargo, no transversalizan el enfoque de género ni
incluyen la articulación de los derechos colectivos de los pueblos con los derechos
individuales de las mujeres. La inclusión de las mujeres se resuelve con afirmaciones y
recomendaciones generales, sin considerar su particular discriminación, así como sus
necesidades e intereses estratégicos:

“Artículo 3, punto 1: “Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los
derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Las
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disposiciones de este Convenio se aplicarán sin discriminación a los hombres y mujeres


de esos pueblos” Convenio OIT 169 (1989):

“Artículo 44: Todos los derechos y las libertades reconocidos en la presente Declaración
se garantizan por igual al hombre y a la mujer indígena” Declaración de los Derechos de
los Pueblos Indígenas - UN (2007):

b) Principales tratados que recogen los derechos de las mujeres y la igualdad de


género ¿qué dicen de la diversidad cultural?:

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra


la Mujer, CEDAW (1979) no hace referencia explícita a las mujeres indígenas y/o
afrodescendientes - aunque atienda a la especial situación de vulnerabilidad de dichas
mujeres en sus recomendaciones a los países -. Su patrón universal del concepto mujer
permea sus disposiciones y recomendaciones para atacar lo que considera un mal común
vivido por las mujeres, independientemente de sus diversidades. Concretamente, la
diversidad cultural es mencionada más como una amenaza a los derechos universales e
individuales de las mujeres, que como un principio o un derecho colectivo que afecta de
forma específica a las mujeres pertenecientes a grupos étnicoraciales en situación de
exclusión. El Artículo 5 hace hincapié en la cultura inmaterial y su impacto negativo en la
igualdad de género:

“Artículo 5. Los Estados deben modificar los patrones socioculturales de conducta de


hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas
consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad
o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y
mujeres”

A pesar del amplio reconocimiento de Derechos Individuales y Colectivos frente a


la desigualdad, la brecha existente en la implementación de derechos sigue constituyendo
un gran desafío en para nuestro país.

(Convenio Nro. 169 Sobre Pueblos Indigenas y Traibales, 1989)

(La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, 1979)

(Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes - OIT (1989)
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2.- Genero:

La Perspectiva de Género, incide sobre nuestras actitudes y acciones en aras de la


transformación de la sociedad y la construcción de estructuras sociales más incluyentes,
equitativas, y con un nuevo sentido humanístico. En este ensayo revisaremos brevemente
los antecedentes al surgimiento de la Perspectiva de Género, sus rasgos más
característicos y su implicancia pedagógica en nuestra sociedad.

2.1.- Rasgos históricos y de interpretación social que preceden al Feminismo


moderno.

El Enfoque de Género actual parte de la negación del uso del análisis tradicional,
para analizar a la sociedad y a su historia. El sexo es una condición biológica “de orden
natural”, que determina que a cada uno de los integrantes de cualquier sociedad humana
les correspondan una de dos categorías: la de hombre o la de mujer.
Como, desde tiempos ancestrales, los primeros núcleos familiares adquirieron un
carácter patriarcal, la figura del padre (varón) adquiere preminencia absoluta, tanto en las
decisiones fundamentales como en la propiedad del patrimonio y en la herencia
(transmisión entre generaciones de ese patrimonio). Por eso, al negársele el derecho a la
propiedad, la mujer queda en una condición de dependencia y de sumisión (laboral,
sexual y personal), ya sea del padre, del esposo, o de cualquier otra figura varonil que los
suplante.

Es necesario aclarar que el carácter patriarcal de las sociedades permaneció casi


inalterada a través de los siglos porque, al irse conformando los grupos familiares en
sociedades más diversas, grandes y complejas, los hombres, en su calidad de tomadores
de decisiones, se fueron apoderando de la política, del orden económico y de todas las
formas del ejercicio del poder en los Estados dominantes y dominados.

La persistencia del patriarcado a lo largo de la historia de diferentes pueblos


contribuyó a una interpretación de la historia que, con bastante frecuencia, estaba
sesgada de manifestaciones sexistas (la historia la hacen los “hombres”). Al mismo
tiempo también facilitó el surgimiento de fenómenos culturales e ideológicos viciados por
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ser instrumentos de exclusión hacia la mujer, como lo son el machismo y


el androcentrismo.

El machismo otorga a la mujer una consideración inferior a la del varón y, por tal “razón”,
pretende limitar su actuación al servicio doméstico y sexual de su compañero y, en
ocasiones, las somete a condiciones de acoso y maltrato. El androcentrismo pone al
“hombre” como centro de todo lo relevante. Por lo tanto, excluye a la mujer de las
posiciones de poder y de la toma de decisiones importantes.
2.2.- Condiciones que contribuyen al surgimiento del Feminismo.
En base a lo estudiado y teniendo como antecedente el trabajo presentado en el
presente ensayo, creo que, detrás del viejo y conocido cliché que pregona que “detrás de
un gran hombre siempre hay una mujer”, se revelan dos cosas:
a) a las mujeres siempre se les relegaba a un segundo plano;
b) aun así, la mayor parte del tiempo, ellas se las arreglaron para influir lo suficiente para
que esta situación no pasara desapercibida.

2.3.- Carácter de la actual Perspectiva de Género:

La moderna noción de Género es producto de una larga y latente discusión


académica que surge a partir de la segunda mitad del siglo XX, producto de la
inconformidad de los movimientos intelectuales feministas con las interpretaciones
sociales excluyentes que no daban respuestas a la realidad y al sentir colectivo de lo
femenino ni a sus luchas y demandas por la adquisición de derechos. Por otra parte, la
interpretación del término “Género”, sin embargo, adquiere ya una amplia difusión y
aceptación académica hacia finales de la década de los ochenta (coincidiendo con los
procesos históricos que ahora conocemos como la Globalización).

Como podemos ver, Género es una categoría social y cultural que define o delimita los
roles, identidades y valores que, tanto a hombres como mujeres, se les ha ido asignando
en una determina sociedad. Es una categoría histórica y de construcción social y, por
ende, cambiante y sujeta a ser transformada en el tiempo.
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Comprendida de esa manera, la categoría de Género da origen a un nuevo paradigma


denominado un enfoque y una perspectiva, las cuales nos permiten no sólo identificar y
explicar esa desigualdad, sino plantearnos estrategias para el cambio.”

El Enfoque de Género, surge a partir de la categoría de Género, esta se constituye, en


una nueva metodología y en una nueva forma de concepción social del enfoque sexista
tradicional, desenmascarando el carácter excluyente del rol asignado socialmente a la
mujer y crea, así, el marco teórico y el fundamento para el campo de acción de la
Perspectiva de Género.

La Perspectiva de Género, emplea el fundamento científico y metodológico del origen y


las condiciones de la desigualdad socialmente construida entre los géneros para
desarrollar, consecuentemente, estrategias para transformar las estructuras sociales en
aras de la justicia y de la equidad social.

Al develar que las sociedades modernas aún no han logrado despojarse de su carácter
patriarcal y que las bases que generan desigualdad y relaciones de subordinación hacia
las mujeres de toda la sociedad (pero, sobre todo, a las que pertenecen a los estratos
sociales más desprotegidos) aún permanecen poco alteradas, la Perspectiva de Género
nos abre a todos, mujeres y hombres, la oportunidad de abrirnos a un nuevo tipo de
conciencia, la Conciencia de Género.

La adquisición de una Conciencia de Género, acorde a nuestros tiempos, nos


permite reconocer que la situación de subordinación que experimenta la mujer en
nuestras sociedades, estereotipa y aliena los roles que nos asigna el patriarcado a
hombres y mujeres. Por tanto, es necesario marcar pautas y asumir nuevos valores y
compromisos para romper con la injusticia y promover un desarrollo con estructuras
sociales y políticas más equitativas e incluyentes.

Para lograr los objetivos planteados, me parece que este proceso debe pasar por tener en
cuenta los siguientes puntos:
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a) profundizar los Estudios de Género a nivel interdisciplinario (proporciona nuevas


evidencias y fundamentaciones a la causa);

b) divulgar lo más ampliamente posible y de manera convincente el mensaje de género; y,

c) fortalecer las estrategias de la lucha política que mejor correspondan a cada caso en
particular; considero que, entre otras cosas, estas estrategias deben estar fundamentadas
apropiadamente mediante un análisis profundo del entorno económico-social, jurídico y
político prevaleciente.

2.4.- Los hombres y la Perspectiva de Género.

Ya sabemos que la categoría de Género no sólo se refiere a los roles asignados


socialmente a cada género, sino, también, a la relación que se establece entre ambos.
Pues bien, no se puede desconocer que esa relación es una relación desigual y, como tal,
violenta la noción y el principio de la igualdad y el de los Derechos Humanos, los mismos
principios que fundamentan la conformación de toda sociedad moderna. Esta situación
también limita el desarrollo de la sociedad, al privarla de la posibilidad de aprovechar los
talentos autónomos que las mujeres “empoderadas” (dotadas de la capacidad de decidir)
podrían aportar en la construcción y el desarrollo de un nuevo modelo de meritocracia
social.

(Pacto Internacional de Derechos Economicos, Sociales y Culturales, 1966)


(Declaracion Universal de Derechos Humanos , 1948)
(Informe Naciones Unidas, PNUD, 2004)
(Convenio 169 Sobre Pueblos Indigenas y Tribales en paises independientes – OIT, 1989)
(La Convencion Sobre la Eliminacion de todas las Formas de Discriminacion contra la Mujer, 1979)
(Convencion Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Belem do Para”, 1994)

CONCLUSIÓN
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A lo largo de este trabajo, hemos conocido mas de cerca las diversas culturas que
conviven en nuestro país, toda vez que vivimos en un país donde el contacto entre
diferentes culturas es muy frecuente, debido a la inmigración y las propias culturas de
pueblos originarios asentados en nuestro país y esto debemos entenderlo como algo
enriquecedor, algo que nos debe ayudar a ser mas tolerantes y abrir nuestras mentes y
no encerrarnos en nuestra propia cultura y tradiciones.

Aunque existan múltiples interpretaciones y enfoques, existe consenso en la idea


que la Interculturalidad va más allá de la coexistencia de culturas. Se trata de una relación
sostenida a través del intercambio y el enriquecimiento mutuo, toda vez que esta se
asienta en los principios de dignidad, igualdad y no discriminación y esto implica que las
relaciones entre dos o más culturas se tejan de manera horizontal y equitativa, teniendo
presente que la interculturalidad se alcanza a partir de un proceso dinámico de
aprendizaje, para lo cual debe existir esfuerzo colectivo y consciente por desarrollar las
potencialidades de personas y grupos que tienen diferencias culturales. No se trata solo
de reconocer al “otro” sino, también de entender que la relación enriquece a todo el
conglomerado social, creando un espacio no solo de contacto sino de generación de una
nueva realidad común.

BIBLIOGRAFÍA
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(1948). Declaracion Universal de Derechos Humanos,. paris.

(1965). Convencion Internacional sobre la eliminacion de todas las Formas de


Discriminacion Racial.

(1966). Pacto Internacional de Derechos Economicos, Sociales y Culturales,

(1979). Convencion Sobre la Eliminacion de todas las Formas de Discriminacion contra la


Mujer.

(1989). Convenio Nro. 169 Sobre Pueblos Indigenas y Tribales.

(1994). Convencion Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


contra la Mujer “Belem do Para”

(2004). Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

(2007). Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Catherine Walsh (2004) Interculturalidad crítica y educación intercultural

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