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ECLESIASTÉS 7.

13, 14
Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? En el día del bien goza del
bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el
hombre nada halle después de él.

INTRODUCCIÓN
Cuando comenzamos un año nuevo solemos esperar que nos animen, que nos digan que las cosas
mejorarán y que en todas las áreas de nuestra vida seremos sobresalientes. Queremos encontrar
esa luz de esperanza en la oscuridad en la que solemos ver el mundo.

Pensemos en esto: si fuese al médico a realizarme unos exámenes y todo apunta a que tengo un
cáncer terminal, si el médico me dice que las cosas van a ponerse mejor y que mejoraré ¿me está
dando ánimo o está siendo cruel? Pienso que es cruel garantizar el éxito cuando no hay certeza de
ello o cuando hay certeza de lo contrario. La visión más realista de la vida puede no ser la mejor,
pero la verdad siempre será más consoladora que la mentira. Porque la verdad, por dura que sea,
al final la aceptas, la mentira, por muy consoladora que sea, al final sabes que no es verdad.

Los libros de Proverbios, Eclesiastés y Job nos presentan diferentes formas de comprender la vida.
Proverbios nos dice que, si hacemos las cosas bien, nos irá bien. En Job vemos este mismo
pensamiento en Job y en sus amigos, por eso llegaron a la conclusión que Job estaba en pecado.
Pero vemos que a veces cosas malas le pasan a la gente sabia y prudente, y que también en el
sufrimiento hay sabiduría. Todo esto se conecta a través del libro de Eclesiastés. Eclesiastés afirma
que la vida debe regirse por la sabiduría de Proverbios, con el temor a Dios como fundamento,
pero que la vida es tan impredecible y variable que no nos es posible garantizar el éxito por hacer
las cosas bien. Al contrario, muchas veces sufriremos mal, y en todo eso veremos la mano de Dios.
Proverbios nos muestra la vida desde lo ideal y optimista, Job nos lo presenta también desde lo
ideal, pero es más pesimista, Eclesiastés es un libro que nos muestra la realidad, casi que
podríamos decir tal cual es. Es por eso que es un libro tan deprimente.

Terminamos el año predicando sobre la necesidad de seguir adelante con fe y no retroceder


jamás, comenzamos el año hablando sobre la necesidad de ponernos como meta suprema a
Cristo, dejar atrás el pasado y seguir adelante, y sobre la necesidad de poner nuestra mirada en lo
celestial antes que en lo terrenal. Hoy quiero que veamos lo que un libro como Eclesiastés tiene
que decirnos para comenzar un nuevo año.

El tema de nuestro pasaje es la recomendación del predicador, el predicador es el Eclesiastés,


quien habla en esta sección del libro, y nos habla sobre cómo enfrentar el bien y el mal en
nuestras vidas. Y quiero que hablemos bajo el título:

INICIANDO EL AÑO CON LO OJOS DEL ECLESIASTÉS

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