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1. Imitamos al niño
Imitamos en un principio sus juegos, dándoles de a
poco un sentido. Puedes imitar sus sonidos, la
forma en que explora un objeto, unirte a él cuando
corre o salta, y a la vez introducir un sonido,
palabra o acción nuevos y adecuados a la situación.
Ejemplo: si al niño le gusta abrir y cerrar puertas,
nos ponemos al otro lado de la puerta y decimos
“abierto” o “cerrado” según corresponda, tocamos
antes de que la abra o usamos una marioneta que toque la puerta y diga “toc-toc”.
2. Aprovechar intereses
Use los objetos de interés del niño para interactuar. Por
ejemplo: si el niño tiene
interés por las tapas de botellas, úselas para construir torres,
hacer caminos por donde pase un autito o animal de plástico, o
para introducirlas por un agujero de una caja, dando sentido a la
actividad de coleccionar tapas.
4. Cosquillas
Este juego requiere de una rutina, es decir, realizarlo de principio a fin de la misma
forma. Dices muy despacio “uno, dos, tres”, mientras te aproximas al niño y
comienzas a hacerle cosquillas cuando digas el número tres. Con ello lograrás tras
muchas repeticiones que el niño se familiarice pues anticipará lo que vas a hacer.
Verás también que compartirá la rutina contigo contando a la vez y tomando tus
manos para que le hagas cosquillas. Se puede modificar agregando una canción (por
ejemplo: “araña, arañita que sube la escalera…”, “alejo el cangrejo sale a pasear…”,
y así vamos estimulando el juego simbólico. O el juego funcional, por ejemplo en la
barriga del niño decimos: “revolver” (masajeamos en circulo), cortar (usamos la
mano a modo de cuchillo), amasar (amasamos la barriguita), etc.
Precaución! : respeta el espacio personal del niño, realiza este juego de forma suave,
sin causarle incomodidad.
5. Upa!
Tomar al niño desde su torso y subirlo a lo alto, se realiza
igual que el anterior, estableciendo una rutina: dices
“uno,dos” mientras te acercas a tomar al niño, y a la
cuenta de tres lo alzas y balanceas arriba. Conforme se
vaya familiarizando con el juego, puedes irte separando
mas del él, abres lo brazos mientras cuentas : 1, 2… y
cuando el corra a ti a la cuenta de tres lo alzas.
Precaución! : si ves al niño incomodo al alzarlo es
preferible no llevarlo muy arriba, y si es demasiada la
incomodidad, no se recomienda este juego. La idea es que lo disfrute y no que lo
estrese.