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CONSTITUCION ECOLOGICA

En cuanto hace parte del entorno vital del hombre, indispensable para su
supervivencia y la de las generaciones futuras, el medio ambiente se encuentra al
amparo de lo que la jurisprudencia ha distinguido con el nombre de “Constitución
Ecológica”, conformada por el “conjunto de disposiciones superiores que fijan los
presupuestos a partir de los cuales deben regularse las relaciones de la comunidad
con la naturaleza y que, en gran medida, propugnan por su conservación y
protección”.

En efecto, a partir de una lectura sistemática y armónica de las normas que


orientan la concepción ecologista de la Constitución Política, particularmente de los
artículos 2°, 8°, 49, 58, 63, 67, 79, 80, 95-8, 277-4, 289, 300-2, 313-9, 317,
331, 333, 334 y 366, es posible sostener que el Constituyente de 1991 tuvo una
especial preocupación por la defensa y conservación del ambiente y la protección de
los bienes y riquezas ecológicas y naturales necesarios para un desarrollo
sostenible. Por lo que, hoy en día, el ambiente sano no sólo es considerado como un
asunto de interés general, sino primordialmente como un derecho de rango
constitucional del que son titulares todas las personas en cuanto representan una
colectividad.

CONSTITUCION DEL 91 Y EL MEDIO AMBIENTE

ARTICULO   2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la


prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes
consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones
que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la
Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y
asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo

ARTICULO  8. Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas


culturales y naturales de la Nación

ARTICULO   49. Modificado por el Acto Legislativo No 02 de 2009. Reglamentado


por la Ley 1787 de 2016. La atención de la salud y el saneamiento ambiental son
servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a
los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud.
Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de
salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de
eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las políticas para la
prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y
control. Así mismo, establecer las competencias de la Nación, las entidades
territoriales y los particulares, y determinar los aportes a su cargo en los términos y
condiciones señalados en la ley.
Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por niveles de
atención y con participación de la comunidad.
La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos los
habitantes será gratuita y obligatoria.
Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su
comunidad.

ARTICULO  58. Modificado por el art. 1, Acto Legislativo No. 01 de 1999. el nuevo


texto es el siguiente: Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos
adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni
vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por
motivos de utilidad pública o interés social, resultare en conflicto los derechos de los
particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al
interés público o social.
 La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es
inherente una función ecológica.
El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.
Por motivos de utilidad pública o interés social definidos por el legislador, podrá
haber expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Este se
fijará consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que
determine el legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa,
sujeta a posterior acción contenciosa-administrativa, incluso respecto del precio

ARTICULO   63. Reglamentado por la Ley 1675 de 2013. Los bienes de uso público,


los parques naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras de
resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los demás bienes que
determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e inembargables.

ARTICULO    67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público


que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la
ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura.
La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz
y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento
cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente.
El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será
obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como
mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica.
La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de
derechos académicos a quienes puedan sufragarlos.
 Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la
educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por
la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el
adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones
necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo.
La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y
administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la
Constitución y la ley.

ARTICULO  79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La


ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan
afectarlo.
Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las
áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de
estos fines.

ARTICULO  80. El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos


naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o
sustitución.
Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer las
sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados.
Así mismo, cooperará con otras naciones en la protección de los ecosistemas
situados en las zonas fronterizas

ARTICULO  95. La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la


comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El
ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica
responsabilidades.
Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes.
8.  Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación
de un ambiente sano;

ARTICULO   277. El Procurador General de la Nación, por sí o por medio de sus


delegados y agentes, tendrá las siguientes funciones:
4. Defender los intereses colectivos, en especial el ambiente.

ARTICULO  289. Por mandato de la ley, los departamentos y municipios ubicados


en zonas fronterizas podrán adelantar directamente con la entidad territorial
limítrofe del país vecino, de igual nivel, programas de cooperación e integración,
dirigidos a fomentar el desarrollo comunitario, la prestación de servicios públicos y
la preservación del ambiente.
ARTICULO   300. Modificado por el art. 2, Acto Legislativo No. 01 de 1996. El
nuevo texto es el siguiente: Corresponde a las Asambleas Departamentales, por
medio de ordenanzas:
2. Expedir las disposiciones relacionadas con la planeación, el desarrollo económico
y social, el apoyo financiero y crediticio a los municipios, el turismo, el transporte, el
ambiente, las obras públicas, las vías de comunicación y el desarrollo de sus zonas
de frontera.

ARTICULO   313. Corresponde a los concejos:


9.  Dictar las normas necesarias para el control, la preservación y defensa del
patrimonio ecológico y cultural del municipio.

ARTICULO   317. Solo los municipios podrán gravar la propiedad inmueble. Lo


anterior no obsta para que otras entidades impongan contribución de valorización.
La ley destinará un porcentaje de estos tributos, que no podrá exceder del promedio
de las sobretasas existentes, a las entidades encargadas del manejo y conservación
del ambiente y de los recursos naturales renovables, de acuerdo con los planes de
desarrollo de los municipios del área de su jurisdicción.

ARTICULO  331. Créase la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la


Magdalena encargada de la recuperación de la navegación, de la actividad portuaria,
la adecuación y la conservación de tierras, la generación y distribución de energía y
el aprovechamiento y preservación del ambiente, los recursos ictiológicos y demás
recursos naturales renovables.
La ley determinará su organización y fuentes de financiación, y definirá en favor de
los municipios ribereños un tratamiento especial en la asignación de regalías y en la
participación que les corresponda en los ingresos corrientes de la Nación.

ARTICULO  333. La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de


los límites del bien común. Para su ejercicio, nadie podrá exigir permisos previos ni
requisitos, sin autorización de la ley.
La libre competencia económica es un derecho de todos que supone
responsabilidades.
La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica
obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el
desarrollo empresarial.
El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la libertad
económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o empresas hagan
de su posición dominante en el mercado nacional.
La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés
social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación.
ARTICULO    366. El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la
población son finalidades sociales del Estado. Será objetivo fundamental de su
actividad la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de
saneamiento ambiental y de agua potable.
Para tales efectos, en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades
territoriales, el gasto público social tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación

JURISPUDENCIA AMBIENTAL

En esta medida, la Constitución Política dispone que la protección del ambiente y de


los recursos naturales es un asunto que corresponde en primer lugar al Estado,
señalando además que los particulares son responsables del cumplimiento de los
deberes relacionados con la conservación del mismo (C.P. art. 95-8). Así, por
ejemplo, en sentencia C-430 de 2000, la Corte reconoció el conjunto de atribuciones
y deberes concurrentes que en materia de protección al ambiente le asisten al
Estado y a los particulares, en los términos que a continuación se exponen:

“[Por una parte] se reconoce el medio ambiente sano como un derecho del
cual son titulares todas las personas -quienes a su vez están legitimadas para
participar en las decisiones que puedan afectarlo y deben colaborar en su
conservación-; por la otra, se impone el Estado los deberes correlativos de: 1)
proteger su diversidad e integridad, 2) salvaguardar las riquezas naturales de
la Nación, 3) conservar las áreas de especial importancia ecológica, 4)
fomentar la educación ambiental, 5) planificar el manejo y aprovechamiento
de los recursos naturales para así garantizar su desarrollo sostenible, su
conservación, restauración o sustitución, 6) prevenir y controlar los factores
de deterioro ambiental, 7) imponer las sanciones legales y exigir la reparación
de los daños causados al ambiente y 8) cooperar con otras naciones en la
protección de los ecosistemas situados en las zonas de frontera”.

Cabe destacar que los derechos y las obligaciones ecológicas definidas por la
Constitución Política giran, como lo reconoce el artículo 80 Superior, en torno al
concepto de desarrollo sostenible, el cual, en palabras de esta Corporación,
pretende, “superar una perspectiva puramente conservacionista en la protección del
medio ambiente, al intentar armonizar el derecho al desarrollo -indispensable para
la satisfacción de las necesidades humanas- con las restricciones derivadas de la
protección al medio ambiente”.

Así las cosas, es evidente que el desarrollo social y la protección del medio ambiente
imponen un tratamiento unívoco e indisoluble que permita progresivamente mejorar
las condiciones de vida de las personas y el bienestar social, pero sin afectar ni
disminuir irracional o desproporcionadamente la diversidad natural y biológica de
nuestro ecosistema. Sobre esta particular, la Corte ha señalado que:

“El crecimiento económico, fruto de la dinámica de la libertad económica y la


propiedad privada, puede tener un alto costo ecológico y proyectarse en una
desenfrenada e irreversible destrucción del medio ambiente, con las secuelas
negativas que ello puede aparejar para la vida social. La tensión desarrollo
económico -conservación y preservación del medio ambiente, que en otro
sentido corresponde a la tensión bienestar económico - calidad de vida, ha
sido decidida por el Constituyente en una síntesis equilibradora que subyace
a la idea de desarrollo económico sostenible consagrada de diversas maneras
en el texto constitucional (CP arts. 80, 268-7, 334, 339 y 340)”.

En otro pronunciamiento este Tribunal dispuso:

"Las normas ambientales, contenidas en diferentes estatutos, respetan la


libertad de la actividad económica que desarrollan los particulares, pero le
imponen una serie de limitaciones y condicionamientos a su ejercicio que
tienden a hacer compatibles el desarrollo económico sostenido con la
necesidad de preservar y mantener un ambiente sano. Dichos estatutos
subordinaban el interés privado que representa la actividad económica al
interés público o social que exige la preservación del ambiente, de tal suerte
que el particular debe realizar su respectiva actividad económica dentro de los
precisos marcos que le señala la ley ambiental, los reglamentos y las
autorizaciones que debe obtener de la entidad responsable del manejo del
recurso o de su conservación. (...)

El particular al realizar su actividad económica tiene que adecuar su


conducta al marco normativo que la orienta, la controla y la verifica, con el fin
de que no cause deterioro al ambiente, o lo reduzca a sus más mínimas
consecuencias y dentro de los niveles permitidos por la autoridad ambiental.
(...)

La autoridad ambiental, debe admitir el ejercicio de una actividad económica


legítima cuando su ejercicio no comprometa los límites tolerables de la
contaminación, pues si los excede, el bien común exigirá que restrinja o se
prohíba al particular el ejercicio de su actividad”.

7. Para lograr precisamente el desarrollo sostenible se ha admitido por la


jurisprudencia de esta Corporación, que a partir de la función ecológica que
establece la Constitución Política en el artículo 58, se puedan imponer por el
legislador límites o condiciones que restrinjan el ejercicio de los atributos de la
propiedad privada, siempre y cuando dichas restricciones sean razonables y
proporcionadas de modo que no afecten el núcleo esencial del citado derecho.

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